viernes, 22 de mayo de 2020

Covid - 19: Pero es que nadie... (Deidara); Autora Nicole

Covid – 19
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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 22 de Mayo del 2020. 
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¡Pero es que nadie es capaz de aguantar 100 azotes, 
y mucho menos con una vara!
Autora: Nicole

Tobi siempre era un buen chico, eso era una verdad irrefutable y todavía lo era más en épocas de pandemia y es que el enmascarado todo el tiempo quería ayudar, aunque muchas veces lo que único que conseguía era atormentar a sus pobres sempais sobre todo a Dei que ya no sabía que hacer o cómo demonios soportarlo, y es que convivir con el cabeza de calabaza no era nada fácil, mejor dicho era el peor de los tormentos; cosa que sabía muy bien Dei; quien por obligación tenía que ir con él a todas las misiones que le eran encomendadas y no solo eso, compartían la misma habitación. Para el resto era un poco menos complicado pues solo lo veían en las horas de la noche y eso en contadas ocasiones porque la mayor parte del tiempo se la pasaban en medio de misiones de rango S las cuales  solían durar un tiempo considerable, pero ahora era distinto,  debido a la situación actual con el coronavirus, debían permanecer en la cueva quisieran o no porque por muy fuertes que fueran también tenían peligro de muerte. El famoso del cual se hablaba alrededor del mundo era tan criminal o incluso más que ellos mismos.
Era un viernes por la mañana cuando el guapo shinobi de rubio cabello largo camino en dirección a la oficina del líder, echando humo por el enojo que cargaba encima, dispuesto a exponer su desagrado sobre su kohai, ya estaba harto, de lo mismo, que lo fastidiara con sus comentarios inoportunos, que se le tirara encima; cada vez que se aparecía de pronto como el acosador que era, que usara sus pertenencias personales sin su permiso, que dejara la habitación que compartían hecha un desastre, podía intentar pasar todo lo anterior, pero que destruyera su última creación, aquella en la que llevaba trabajando por más de un mes, eso, eso era imperdonable y no pensaba dejarlo que se fuera de rositas, no, no está vez, y ahora estaba ahí frente a Pain descargando su ira.

  • ¡Estoy hasta la puta mierda del hijo de perra de Tobi hm! – Exclamó molesto el rubio usando palabras soeces tal cual lo haría su colega Hidan, ante la mirada tranquila del jefe de la organización, cosa que lo enojó más porque sintió que no le importaba lo que le había ocurrido, pero tampoco es como sí Pain pudiera hacer algo por solucionar la situación de su subordinado.
  • Deidara, esa no es manera de referirte a un compañero de equipo, pienso que deberías tomar las cosas con calma recuerda que estamos en medio de una situación más crítica que una simple cerámica que bien… – no pudo terminar lo que quería decir porque fue interrumpido de manera agresiva por el originario de las rocas que no tenía pelos en la lengua para decir lo que pensaba y solía despotricar su molestia mediante frases hirientes cada vez que alguien criticaba su arte.
  • ¡¿Qué tome las cosas con calma?! ¡Y todavía lo defiendes! ¿Estás loco o qué diablos te pasa? ¡¿Cómo mierda te atreves a menospreciar mi arte?! Escúchame bien, no lo pienso permitir y sí no haces algo con Tobi, yo mismo lo voy a asesinar antes que lo alcance el estúpido virus ese que anda rondando por ahí.
  • Baja el tono de voz, recuerda muy bien con quien estás hablando – Se defendió
  • Sí, se perfectamente con quien estoy hablando hm, con un inútil que solo sirve para mandar y no hace nada por mantener el respeto en este lugar.
  • Te dije que no me hables en ese tono.
  • ¿En qué tono quieres que te lo diga? Nunca haces nada, nunca le dices nada a ese retrasado mental, estaba tan tranquilo hasta que ese idiota daño mi preciada creación y eso tú te lo pasas por los huevos hm.
  • Cero y van tres – añadió estirando su paciencia.
  • Me importa una mierda si van tres, cuatro o mil, quiero a Tobi lejos de mi vista, no quiero compartir más la habitación con él y espero que sea sancionado por arruinar lo ajeno con sus idioteces.
  • Hablaré con Tobi luego, pero te pido que seas tolerante con él, ya lo conoces, es un tanto peculiar, no quiero que discutan entre ustedes, menos en estos momentos, que es cuando debemos estar más unidos.
  • ¡¿Por qué tiene que ser luego?! – cuestionó con la misma actitud insolente que había demostrado desde que ingreso en esa oficina y siguió en lo mismo – llámalo ya y dile enfrente de mí la sanción que se merece y no, no tengo que ser tolerante con ese subnormal, y tampoco tengo que estar unido a nadie por un maldito virus hm.
  • Eres muy irascible, solo te pedí un poquito de tolerancia con tu compañero.
  • Pides lo imposible hm, nadie puede tener tolerancia con enfermo mental como Tobi.
  • Está bien lo que sea, no pienso discutir contigo ahora, ya te comuniqué lo que haré, así que este tema, aquí se cierra – dijo tajante.
  • Lo sabía, siempre tan incompetente, me largo de aquí, todo esto ha sido una pérdida de tiempo – fue lo último que mencionó el artista saliendo de aquella oficina, tirando la puerta al mismo tiempo.

Pasaron las horas con un Deidara, ya un poco más relajado total que le iba a hacer, Tobi era demasiado estúpido y al final hacía las cosas sin querer o eso era lo que le hacía ver a todo el mundo, de cualquier forma quiso pensar que solo fue un error que se resbalara y cayera encima de su última figura, para no seguir atormentándose con la misma cantaleta,  además no era como sí no pudiera hacer una mejor creación y, así  también aprovechaba el tiempo en algo productivo, por lo que se puso a trabajar.
Una hora más tarde…

  • ¡Deidara sempai venga a jugar con Tobi! – gritó como de costumbre el enmascarado entrando estrepitosamente al cuarto desconcentrado al artista.
  • ¡Tobi, lárgate hm! – dijo sin siquiera míralo.
  • Ah, ya entiendo sempai no quiere jugar con Tobi porque está ocupado, pero en cuanto termine me dedicara todo su precioso tiempo ¿Verdad? – se acercó más para mirar detenidamente como las manos de Deidara moldeaban la arcilla.
  • No, no voy, ni pienso jugar contigo, ni ahora, ni mañana hm. – Bufó mientras empezaba a contar números mentalmente.
  • ¿Ah no? Entonces eso quiere decir que solo podré jugar con usted hasta el lunes – dijo inocentemente con una mano cerca de su mentón.
  • No idiota, ni lunes, ni martes, ningún día de la semana, que te quede claro y ya lárgate que tu sola presencia me irrita.
  • ¡¿Por qué me trata así sempai?! – Y se puso a llorar dramático.
  • ¡Cierra la boca imbécil! – Exclamó mientras se tapaba los oídos, pero Tobi no paraba de lloriquear por lo que el originario de la aldea de las rocas se levantó junto con sus cosas y se fue a otro sitio para terminar de trabajar a gusto dejando a la cara de piruleta solo en la habitación.

Dos horas después afuera de la cueva…

  • ¡Quítame las manos de encima imbécil! – gritó el artista rojo de la rabia tratado inútilmente de apartar a su Kohai.
  • Tiene que usar la mascarilla es por su bien, míreme a mí y tome ejemplo – encima de su máscara naranja, cargaba una quirúrgica – Tobi se preocupa por su salud sempai – siguió intentando ponérsela, pero Dei no paraba de forcejear.
  • ¡Que me dejes estúpido de mierda! –  decía todavía sin poderse librar del agarre de Tobi.
  • Compórtese sempai, ya está bien grandecito para hacer este tipo de espectáculos.
  • Tú eres el menos indicado para hacer ese comentario hm – mencionó todavía bregando por liberarse.
  • Claro que Tobi puede decirlo, porque Tobi es un buen chico siempre. – habló Obito y después pensó, pero como Madara – Ay Deidara toda la odisea que estás pasando por no dejarte poner una simple mascarilla a la primera.
  • Sí como no – mencionó con sarcasmo – ¡Kami, por lo que más quieras apiádate te mí! ¡¿Que hice yo para merecer esto hm?! – agregó, ya con ganas de ponerse a llorar de la desesperación y sin darse cuenta su colega ya le había colocado la mascarilla.
  • Listo sempai, vio que solo tenía que quedarse quietecito, ahora sí está protegido y Tobi está muy feliz por eso – expresó sonriente como siempre – Ya puede continuar con su labor – añadió y se retiró.
  • ¡Estúpido Tobi, siempre hace lo que quiere conmigo! – pronunció y trató de quitarse la mascarilla, pero no pudo.
  • ¡Qué demonios! ¡Maldito Tobi! ¿Qué mierda le colocó a está estúpida cosa? No me la puedo quitar hm – Y se la jalaba una y otra vez, pero no conseguía despegársela y en medio de tanto trote se fue de cara hacia la figura que le había tomado una hora hacer – ¡Maldita sea! ¡Deja que te ponga las manos encima, idiota! – exclamó viendo su cerámica hecha un desastre en lo que un montón de venitas aparecían de pronto alrededor de su  frente mientras se disponía a buscar al subnormal por toda la guarida.

El originario de las rocas buscó y buscó hasta que vio una silueta a lo lejos; estaba dentro del cuarto de Kakuzu, el más tacaño de la organización que siempre dejaba su cuarto con la puerta de par en par, así que Dei sin perder el tiempo, se acercó con la velocidad de un rayo,  sacó de los bolsillos de su capa algunas de sus creaciones y empezó a explotarlas, llevándose no solo a lo que creyó que era Tobi, además destruyendo la habitación del más viejo de la organización.

  • Mi cuarto ¡¿Cómo te atreves pedazo de imbécil?! – gritó con ambas manos puestas en la cabeza al pillar el incendio, el resto que estaban cerca no demoraron en hacer su aparición – ¡¿Sabes lo que me costó el arreglo de está habitación?! – gritó, como siempre solo pensaba en el dinero y mientras le recriminaba a su colega, Kisame utilizó su Suiton Bakusui Shoha y terminó apagando el fuego, pero la habitación lucía deplorable.
  • Yo… esto… ¡La culpa de todo la tiene el idiota de Tobi! – Se excusó.
  • Deja de meter a Tobi en esto, empieza por crecer y asumir la responsabilidad de tus propios actos, es más ahora mismo voy a arreglar este asunto con el líder – anunció y se fue directo a la oficina de Pain.
  • Creo que está vez fuiste demasiado lejos – habló Kisame con un semblante muy serio.
  • Puto travesti, luego te quejas de las consecuencias – se metió Hidan.
  • Tu mejor lárgate a rendirle culto a tu dios inexistente y no te metas en lo que no te incumbe – se defendió Dei.
  • Respeta a Jashin ateo de mierda – replicó molesto el albino tomándolo del cuello de su capa.
  • ¡Suéltame idiota hm! – se soltó violentamente.
  • Vaya rollo de mierda en el que estás, es que meterse con el avaro es sentenciar tu pena de muerte – mencionó Zetsu negro.
  • Sabía que algo así pasaría, no hay un día de tranquilidad en esta organización – habló el Zetsu blanco.
  • Estoy considerando sí debería seguir trabajando aquí – dijo el marionetista moviendo la cabeza de lado a lado en señal de negación.

Veinte minutos más tarde en la sala de la organización...

  • Deidara esto es el colmo, te sugerí que fueras tolerante, pero me doy cuenta que no puedo contar contigo, ni siquiera para algo tan simple, esto que has hecho no tiene nombre – dijo Pain serio.
  • Sí lo tiene líder-sama, se llama explosión.
  • ¡Cállate Tobi! –  regaño el líder.
  • Pero no fue mi intensión, él responsable siempre ha sido y es Tobi, alguien por lo menos que me apoye, ese idiota es irritante, por eso quería explotarlo, pero solo a él lo juro, y pensé que la silueta que vi era él, pero solo fue una ilusión hm.
  • Y todavía tienes el descaro de culpar a tu Kohai, de cualquier manera ¿Por qué tenías que escoger precisamente mi habitación para hacer tus actos terroristas? – preguntó todavía enojado el tacaño.
  • ¿Por qué me culpa sempai? Tobi es un buen chico.
  • ¡Cállate Tobi hm! Ya te dije Kakuzu que no fue intencional, por favor tienes que creerme hm.
  • Bueno ya, he decidido una sanción para ti Deidara.
  • Pero líder-sama comprenda…
  • Ya era hora que castigaran a la rubia – dijo burlonamente el albino.
  • Cierra la boca Hidan – lo regañó el tacaño.
  • Oye viejo, ¡¿de lado de quien estás?! – reclamó el jashinista.
  • ¡Que te calles mocoso! – dijo y lo miro de forma tan severa que el muchacho tragó saliva y puso zipper a sus labios.
  • Pero yo no hice nada hm – habló nuevamente Deidara – Digo no pensé hacerlo, es que ustedes no me entienden, Tobi no me deja la vida en paz, es como una cruz, una puta maldición que tengo que cargar en mi espalda hm.
  • No te hagas la víctima y el inocente y acepta tu castigo como hombre – intervino nuevamente el inmortal.
  • No te metas en lo que no te importa imbécil de mierda – Le repitió el artista por segunda vez.
  • Me meto si me da la gana y tú no puedes hacer nada Barbie teñida – Deidara solo apretó los dientes intentando controlarse para no volver a explotar como su arte.
  • Cállate ya Hidan – dijo Sasori también a punto de perder la paciencia.
  • Hidan si no te callas por las buenas, me encargaré de hacer cerrar esa gran boca por las malas –  está vez su tono de voz y mirada del mayor de la organización fueron más intimidantes y al albino no le quedo de otra que ahora sí, callarse definitivamente.
  • Y entonces… ¿Cuál es la sanción? – pecó de entrometido  Itachi  queriendo saber cómo terminaba el asunto, vamos la sanción, que era lo más interesante, quien hasta el momento no había abierto la boca, todos se le quedaron mirando extrañados y el chico decidió mejor no decir más nada mientras una gran gota de agua le aparecía detrás de su cabeza.
  • Vaya, quien diría que la comadreja iba a resultar un chismoso – mencionó Zetsu negro.
  • Tus comentarios no me afectan para nada porque me bañé con vaselina, todo me resbala – fue lo único que dijo el hermano mayor de Sasuke mostrando su semblante inexpresivo.
  • Konan dicta la sentencia y acabemos con esta estupidez de una vez – ordenó el líder a la única mujer de la organización – que tengo cosas de mayor relevancia por hacer 
  • Bien, nuestro líder ha decidido que Deidara deberá recibir 100 azotes con una vara, en el sótano y el encargado de aplicar el castigo sería Kakuzu, quien es el afectado.
  • Pobre Dei, no quiero estar en su lugar – se compadeció Zetzu blanco todo nervioso en su sitio.
  • ¿Qué, pero por qué? Ya le dije que fue sin intención, ¿En qué idioma se lo tengo que explica líder-sama?
  • Lo siento Deidara, yo te lo había advertido ahora te toca asumir el castigo que te corresponde – dijo Pain mientras se marchaba.
  • Oiga espere… vamos Konan dile algo, a ti siempre te hace caso – decía Dei con cara suplicante.
  • Yo no puedo hacer nada, ya sabes cuando decide algo es muy difícil que cambie de opinión – contestó la mujer retirándose, lo mismo hicieron el resto, solo quedaron Tobi y Kakuzu
  • Pero es que nadie es capaz de aguantar 100 azotes, y mucho menos con una vara, por Kami, es una locura y la culpa de todo la tiene Tobi, que vive importunándome,  no es justo hm, además ya soy mayor para ese tipo de castigos – protestaba Dei mientras era arrastrado por Kakuzu hacía su destino.
  • Obedece y camina… 
  • NO, NO, AUXILIO… ¡TOBI SI DE VERDAD ME QUIERES COMO TU SEMPAI, COMPADECETE DE MI Y AYUDAME POR FAVOR! – imploraba el artista peleando con su colega para intentar frustrar sus intenciones.
  • No te ayudaré porque me encanta verte sufrir sempai – dijo Tobi mirando la escena, se había subido su máscara  revelando solo su boca para que Dei viera lo siniestra que era su sonrisa de satisfacción por el sufrimiento ajeno.
  • ¡AHHHHHHHH! – Se escuchó un gritó de terror en medio de la oscuridad, todos los miembros de Akatsuki con su ropas de dormir estaban parados  alrededor de la cama de Deidara que mostraba un rostro sudoroso por los nervios.
  • ¿Qué tienes Deidara? – preguntó Sasori preocupadísimo.
  • To… Tobi arruinó mí… mí… cerámica y – respiró para poder calmarse – le expliqué al líder que estaba harto de él, que no lo quería cerca de mi vista, que no quería seguir compartiendo la habitación con él, que lo sancionara,  pero no hizo nada, solo me pidió que fuera tolerante, que el virus ese al que todos tenemos miedo era más importante que mis simples creaciones, que todos teníamos que permanecer unidos, etc., entonces yo me enoje mucho y lo insulte, largándome de su oficina, después decidí hacer otra figura aquí, pero Tobi siguió molestándome y yo me fui al patio, pero me siguió, obligándome a taparme la boca con una fea mascarilla que no pude quitarme y por su culpa eche a perder mi otra creación y luego lo busqué por toda la guarida y cuando vi su silueta, pensando que era él, el que estaba en el cuarto de Kakuzu lo exploté, formando un incendio y destruyendo la habitación, el avaro se enojó y fue a quejarse con el líder y unos minutos después Konan por orden de Pain dijo que yo tendría que recibir 100 azotes con una vara y respondí: ¡pero es que nadie es capaz de aguantar 100 azotes y mucho menos con una vara!, que no fue intencional lo que paso, que fue culpa de Tobi, me ignoró, se marchó, Konan hizo lo mismo y luego casi todos se fueron incluso tú maestro Sasori, te lavaste las manos, y ahí Kakuzu me llevaba a la fuerza mientras yo sin saber que hacer pedía ayuda a Tobi que era el único que permaneció allí viendo la escena por eso pensé que me ayudaría, pero solo empezó a reírse de mí, fue horrible – terminó su relato un poquito más calmado.
  • Creo que estás viendo mucha televisión Deidara, no te preocupes solo fue una pesadilla – le dijo Sasori antes de salir de ahí.
  • Sempai tiene mucha imaginación, ¡¿cómo se le ocurre, que alguien tan comprensivo como Tobi se podría burlar de usted de esa manera?! Tobi jamás le haría daño, incluso sabiendo que usted me ha insultado, menospreciado, maltratado y golpeado un millón de veces llegando a tal punto de atentar con mi preciosa vida, pero aun así lo perdono Deidara-san porque Tobi es un chico bueno – dijo sonriendo maliciosamente  detrás de su máscara.
  • Y ustedes ¿De qué demonios se ríen? – los miro molesto al resto de los integrantes al ver que no paraban de reírse de él.
  • Casi todos se fueron a sus habitaciones, todavía sin poder contener las risas, solo se quedó Tobi.
  • ¡Que descanse, Deidara-sempai! – dijo con su voz infantil, pero está vez daba mucho miedo.

Deidara tragó en seco solo de sentir la mirada invisible de Tobi que cerró la puerta detrás de sí, pero el artista escuchó una carcajada diabólica igual a la de Tobi en su pesadilla, así que asustado y temblando completamente se cubrió de cuerpo entero con las sábanas.
N/A: Espero les haya gustado y se hayan reído, me encantan los Akatsuki sobre todo Tobi y Dei, y ya saben chicas y chicos no salgan de casa. Nos leemos.



2 comentarios:

  1. Jajajaja pobre Dei se llevó un buen susto y yo también jajajaja
    Pensé que 💯 azotes era demasiado pero que si se los darían!!
    No imaginé que fuera un sueño jajaja

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    1. JAJAJAJA sí pobre Dei, sí yo también pensé que 100 eran muchos, además que ellos son colegas, estos personajes son los villanos del universo de Naruto, pero son unos villanos cool, aunque a mi siempre me han apatecido escribir sobre villanos mientras más retorcidos de mente mejor para mi y así salimos de la rutina jajajaja. En este grupo ninguno es padre del otro, y Dei es el más joven de la organización jajaja y lo encuentro spankable, pero a la vez me da cosita hacerlo pasar verguenzas jajajaja quien me entiende. He leído algunos spankfic con el como prota, pero están en inglés. Casi todo están en inglés.

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