Covid - 19: Libertad 2º parte (Los gemelos); Autoras Terry y Marambra

Covid – 19

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 19 de Junio del 2020. 

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Libertad

Segunda parte

Coescrita: Terry y Marambra

                           

• Mira, ya me tienes cansado, ya no te lo vuelvo a repetir – le dijo Rubén a Iván cuando llegaron a la casa, papá pensó que el que le daría guerra sería Lex, pero cuando llegó y les dijo que fueran a su habitación quien se atrincheró en el coche sin querer bajar fue Iván.
• Pero papaaaaa...
• ¡Basta Iván! o bajas por las buenas o por las malas, ¿por cual será? – le dijo ya Rubén perdiendo la paciencia
• Pero tú me quieres pegar y eso no es justo – reclamo  decido a poner el seguro al coche, pero antes de que Iván lo pusiera Rubén abrió la puerta y sacó a Iván de un tirón, papá no estaba para juegos
• Ya está buena la comedia plas plas plas – y sin miramiento alguno y sin importarle estar en plena calle le soltó unas buenas nalgadas  – siempre tiene que ser por las malas plas plas plas

Alexander sin querer correr el destino de su gemelo, entro a la casa corriendo asustado quejándose de su mala suerte y maldiciendo la idiotez de Iván mentalmente.

• Este huevo pide sal – murmuro Clara sin enojo alguno cuando Alexander se abrazó a ella por detrás – ¿qué hiciste? – pregunto sabiendo que aquel abrazo no era gratis – porque tu así nomás no repartes tu amor menos a las jóvenes antiguas – como de costumbre mamá estaba con su habitual humor
• Maaaa, el papá nos quiere pegar y tu haciendo chistes de mal gusto – replico enfadado mirándola con el ceño fruncido
• Entonces debe estar loco
• Maaami, en serio, solo nos encontramos con Hugo y nos pusimos a charlar y se nos fue la hora… no hicimos nada malo – Clara dio un suspiro besando la castaña cabeza del mayor de sus gemelos, al fin y al cabo comprendía a sus hijos… habían viajado a España ahora que papá por fin tenía tiempo y al semanita de llegar declararon el estado de alarma y ninguno pudo disfrutar de sus vacaciones.
• Haberse ido tantas horas y no contestar el teléfono es ya de por sí muy malo Alexander – de pronto mamá se puso seria, lo que no gusto a Lex – sobre todo después de todas la recomendaciones que les dimos a ambos… sabes muy bien que esta restricción no es cosa de tu padre o mía y encima estamos en un país ajeno al nuestro donde no conocemos nadie excepto al papá de Hugo, ¿qué pasa si necesitaran un abogado? – le pregunto sin enojo pensando en todas las complicaciones legales que la imprudencia de los chicos podría acarrear, al fin y al cabo como le dijo a Lex, estaban en un país que no era el suyo  y cuyas leyes desconocía totalmente
• O sea ¡somos criminales! – grito Alexander entre el miedo, la sorpresa y la acusación, una parte de su consciencia sabía que transgredieron una orden nacional en el extranjero y su febril mente se imaginó una escena de arresto estilo alerta aeropuerto
• Yo no dije eso – a mamá no le gusto el apelativo y se molestó además por el tono de voz de Alexander
• Pero estas diciendo que necesitaremos un abogado – y se puso a llorar asustado abrazándose a su madre
• ¡Ay Lex! – suspiro mamá sin hacer otra cosa que tratar de calmarlo – esa cabecita tuya – murmuro besando su frente, no tenía caso tratar de explicarle nada

En eso la puerta de la cocina se abrió e Iván entro con su padre que lo traía de una oreja.

• Ya deja de hacerme renegar Iván y ¡sube a tu habitación ahora mismo! PLOF – grito soltando un manotazo en el trasero del menor de los gemelos –  y tú también Alexander!

Agrego rompiendo la intimidad del momento y dirigiéndose al cajón de la cocina donde había una cuchara de palo pintada que Clara había comprado una semana antes del famoso covid y que la quería para colgarla como adorno en la pared de su cocina en la hacienda.

• Rubén – murmuro Clara tras suyo viendo que cogía la cuchara – ¿porque no dejas que suban y se duchen y tú haces lo mismo?, después de todo los tres están regresando de la calle – advirtió tratando que su marido se calme antes de tratar con los chicos, cogiendo la cuchara en un intento de quitársela
• Si estas tratando de distraer a la perdiz, pierdes tu tiempo Clara, les voy a dar una buena paliza al par de pataiperros – y no soltó la cuchara, es más la jalo suavemente pero con firmeza y Clara supo que el destino de los chicos estaba decidido
• Sé que cruzaron un límite
• Cruzaron la frontera sin pasaporte Clara – corto Rubén decidido, pero al ver la cara de decepción de su mujer decidió argumentar – mira, sé que en otras circunstancias no me enfadaría tanto, entiendo que estamos de vacaciones y que estas se han frustrado, pero ya están lo suficientemente grandecitos para entender que no es un capricho del “tirano de su padre” – y entrecomillo la última frase, recordando lo que Iván le acababa de decir entre dientes – sino que esta mierda puede costarles la vida
• Lo sé, lo sé, pero son solo chicos  
• ¡Clara!... ¡Clara!... ¡Clara!, ¿tú también me vas a hacer renegar? – le pregunto muy serio y Clara soltó la cuchara
• Está bien, tu ganas, pero recuerda que ellos lo están pasando peor que nosotros, tu sabes que de estar en la hacienda, tendrían un montón de cosas que hacer para no aburrirse a diferencia de esta casa – y Rubén le dio mentalmente la razón, aun cuando donde estaban alojados tenía una pequeña piscina no se comparaba con la vida en la hacienda, donde no solo podían nadar en una piscina más grande sino montar a caballo, trepar árboles o ir a fastidiar al rio
• Aun así, ellos tienen que aprender a estar a la altura de las circunstancias

Y sin mediar palabra alguna, se giró y se fue al dormitorio de los chicos solo para encontrarse con la habitación vacía, pero antes de que pudiera pegar el grito al cielo Rubén oyó murmurar a los gemelos tras la puerta del baño y pego la oreja a la puerta para enterarse que estaban tramando, antes de percatarse de la ropa de ambos chicos estaban en una bolsa plástica, al parecer habían entrado  sospechosamente juntos a bañarse.

• ¿No pensaras meterte a la ducha conmigo? – pregunto Iván enojado al ver a Lex en traje de Adán en la puerta del baño
• ¡Que!, ¿ahora vas a respetar el distanciamiento social? – si Iván quería jugar rudo, él también lo haría
• Vamos Lex, el papá me quiere pegar
• Nos quiere pegar changuito, ¡Nos! Quiere pegar
• Bueno ya, pero no me voy a meter a la ducha contigo
• Tárdate lo que quieras, yo espero aquí – respondió sentándose en una de las toallas al filo de la tina
• ¿Y tenías que quitarte incluso la ropa interior? – se notaba a leguas que Iván estaba incomodo, si bien eran gemelos hacia mucho que dejaron de bañarse juntos y con patitos
• ¿Y que querías?, ¿que el virus me entre por el trasero? – respondió pensando que se habían sentado en uno de los bancos del parque, e Iván recordando lo mismo se quitó de inmediato el calzoncillo tirándolo a un rincón del baño, ya le preguntaría a mamá que hacer con eso

Mientras Rubén no sabía si reírse o no de las ocurrencias de sus hijos, pero una cosa era cierta, aquello aminoro su enojo.

• Y tú, ¿qué haces ahí espiando? – Rubén dio un respingo ante la interrupción de Clara que achico los ojos con sospecha, ella había esperado el griterío acostumbrado de los muchachos, pero el silencio era muy sospechoso por lo que decidió averiguar
• No estoy espiando, ese par se metió a la ducha para evitar que los castigue
• Pues no lo creo, ambos se han quitado la ropa y la pusieron en una bolsa, algo que deberías hacer tu también y dar el ejemplo – y a Rubén no le quedó otra que ir a bañarse, aunque el no había tocado nada más que las orejas de Iván y el volante

Esta bien pequeña bruja, pero esto se va conmigo – contesto Rubén agarrando la cuchara pero empezando a desvestirse con una mano, ahí mismo en el pasillo mientras Clara abría la bolsa para que su marido meta su ropa para ir la lavar.