Un vago, ¿sin remedio…?, ¡en serio!
Capítulo 6
¡Atácalo Lee! Entrenando con el
equipo de Gai
Autora: Nicole
Shikamaru caminaba
despacio por las calles de Konoha, sin dejar de pensar en la
situación tan problemática en la que estaba metido, pero de cierto
modo, agradeciendo a Kami porque a pesar
de lo molesto que era tener que adaptarse a un grupo completamente distinto,
con normas, entrenamientos y técnicas en igual de condiciones, las cosas
pudieron haber resultado peores para él;
solo el hecho
de ser descubierto
por su señora madre, le
producía ansiedad, la cual se
reflejaba en su estómago, ella era realmente
terrible cuando se
enojaba, y aunque no sería la
primera vez que
pudiera pasarle, el tener
que aguantarse una
tormenta verbal acompañada
de una buena
azotaina, porque en cualquier
caso, nada lo
libraba de lo
último, el muchacho de
casi trece años
no podía evitar
sentir lo mismo, como cuando
tenía cinco.
El Nara que
ya estaba próximo
a su casa,
aceleró el paso
para alcanzar la entrada,
tenía que preparase
para dormir porque
no solo se trataba de un gusto
personal, también lo necesitaba urgentemente, traía el cerebro agotado y no
solo eso, tenía que levantarse
mínimo a las
dos y media
para estar a
tiempo en el área
de entrenamiento de
Maito Gai, él mismo reconocía
lo perezoso que
era para madrugar,
el reloj sonando
lo ponía de
mal genio, el
dormir menos horas,
definitivamente sería un
completo fastidio. ¡¿cómo rayos iba
a aguantar ese tren diario?! ¡¿Por qué
no le hizo caso a Asuma, las tantas veces que lo aconsejó?! ¡No quería entrenar
con ese grupo de locos! Su cabeza no paraba de analizar hasta el más mínimo
detalle sobre lo que le tocaría hacer desde mañana bien temprano, que aburrido
hacer todo a la carrera, menos descanso para su mente y cuerpo, se habían
terminado los tiempos de siestas en las horas de clase, principalmente en medio
de las lecciones de su anterior sensei,
para él esos periodos, eran
lo más relevante
después de pasarse
largas horas en el
tejado de su
casa o en el pasto
de algún bosque observando las
nubes. Shikamaru no podía dejar
de suspirar, haciendo énfasis
en lo problemático
que iban a
resultar sus días y lo más
seguro sus noches, eso
sin contar las
rigurosas misiones que le
tocaría enfrentar bajo
el mando de
ese entrenador tan
intenso, mejor dicho un enfermo por el trabajo excesivo; que castigo tan
grande le había mandado Kami-sama, se
quejaba el muchacho, que para él un mes resultaría una eternidad. Finalmente
Asuma se había salido con la suya y
había puesto fin
a su falta
de interés y
de voluntad en la
mayoría de las
cosas porque quisiera
o no, tendría
que activarse, sí no
quería que ese
loco lo castigara
con una sobredosis
de severos ejercicios
o peor aún
que lo acusara ante su
tiránica madre, que obviamente
solo esperaba que fueran ideas de
su parte, pero si se atrevía a hacerlo, ya sabía él como iba a terminar todo.
El domador de sombras estaba de frente a la puerta de
su residencia, pero de pronto recordó algo, sabía que era importante y no le
quitaría mucho tiempo, así que retrocedió
unos cuantos pasos,
se dio la
vuelta y se fue
caminando hacia un puesto de
ventas de comida, bebidas y
postres, que quedaba
muy cerca de
su casa y
una vez entró a
dicho lugar, compró un flan de vainilla, luego salió lo
más rápido que pudo a la casa de su
compañera de equipo y mejor amiga,
cuando llegó a la entrada de la residencia Yamanaka, no demoró en tocar
la puerta.
- ¡Shikamaru! ¿Cómo estás
muchacho? Tiempo sin verte – Exclamó y preguntó
muy contento Inoichi, y mientras abría más la puerta invitándolo a pasar agregó
amablemente – ¿Qué se te ofrece?
- Estoy bien, gracias – dijo el jovencito y luego preguntó – ¡¿Está Ino?!
Necesito decirle algo importante.
- Espera un momento… Siéntate,
estás en tu casa, ya te la llamo – el chico se ubicó en el sofá de sala de aquella casa y puso el dulce a su
lado, pero debajo de un cojín mientras el señor Yamanaka iba en busca de su
pequeña.
Dos minutos más tarde…
- Shika… ¿Qué estás haciendo
aquí? ¿Paso algo malo? – preguntó la
rubia acelerada, inmediatamente acercándose a él, pensando varias cosas a la
vez, porque no esperaba la visita de su compañero a esa hora, ya que él siempre
prefería mirar las nubes o bien dormir una siesta en su lugar.
- Bueno… yo – iba a decir algo, pero fue interrumpido.
- Los dejo que conversen
tranquilos, voy a descansar un rato hasta que llegue tu mamá princesa – mencionó Inoichi antes que su hija asintiera, y él se
retirara definitivamente.
- ¡¿Qué diablos sucedió pelo de
piña?! ¿Por qué llegas así sin avisar? ¿Nunca me dijiste que vendrías a
visitarme? Pensé que todavía estabas enojado conmigo…, sí algo le paso a
Asuma-sensei por tú negligencia, me las vas a pagar bien caras – lo cogió por el cuello de la camiseta mientras lo
sacudía con fuerza sin dejar de mirarlo fijamente, el Nara solo cerró los ojos
por un momento y suspiro, ella nunca paraba de hablar; eran muchas palabras las
que decía por segundos y encima se adelantaba a los hechos, era realmente
problemática – ¡Respóndeme idiota!
- Ino tranquilízate primero
¿quieres? – Le dijo
quitándole gentilmente las manos de encima al tiempo que se levantaba, él tenía
mucha paciencia con las mujeres, y casi siempre evitaba las peleas con ellas.
A su mejor amiga y compañera de equipo, no le gustaba
que le dijeran que hacer mucho menos el perezoso del Nara, así que, se frunció
en su sitio sin quitar esa mirada
dominante y amenazadora
haciendo que su colega tragara grueso, cuando se ponía así daba miedo;
reflexionó él, pero está vez, ella cedió y lo dejó hablar.
- Ino, yo solo vine a pedirte
disculpas por cómo te trate hoy, me refiero a cuando salimos de casa de
Asuma-sensei, la forma como te hable, no fue mi intensión – Volvió a sentarse y la Yamanaka abrió mucho los ojos
ubicándose justo a su lado.
- ¿Así que solo has venido a
disculparte? ¿Me has hecho pensar que había pasado algo malo? ¡Eres el colmo
cabeza de piña! – Le dio un
codazo en el estómago. ¡AUU, y ahora resulta que yo soy el culpable de lo que
pasa por la cabeza de la señorita! Pensó el muchacho en su lugar mientras los reclamos
seguían – Encima interrumpiste mi limpieza facial, mañana voy a
ver a Sasuke a su departamento y tengo que estar presentable ¡¿Puedes entender
eso vago?! ¡Tengo que lucir bien! – Y aquí vamos otra vez, Ino en
plan fanática número uno de Uchiha,
todavía no entiendo
que le encuentra
de interesante a
un chico como
él, volvió a decir para sí mismo – Enserio que solo viniste a
disculparte? ¡Eres increíble!
- ¿Bueno y que más esperabas
problemática? – arqueó una ceja
al tiempo que se encogía de hombros y la miraba un tanto confundido.
- Dejémoslo así cerebrito, hoy no
tengo ganas de argumentar con nadie. Esto sí es un milagro de Kami, finalmente
escuchaste una de mis peticiones y
ya no estoy molesta contigo, y aunque me costó
admitirlo, creo que
tienes razón en
todo lo que me
dijiste, al fin y al cabo es tu vida, sí no quieres seguir con nosotros, está
bien – Shikamaru volvió
a tragar saliva, él realmente no quería separarse de sus amigos,
pero debido a su dejadez, lo estaría por
un plazo considerable de tiempo,
siendo él, el único responsable de
la situación, y ahora
tendría que afrontar
las consecuencias – Choji y yo te queremos
igual – Sin
previo aviso la
rubia se le
abalanzó y lo abrazó con
mucha efusividad provocando
que el chico
se sonrojará, su amiga lo notó,
una vez
se separó de él – Oye Shika ¿por qué te pones rojo eh? ¿Acaso yo te gusto? – preguntó
lo último en un susurro, acercándosele mucho a su oreja, le encantaba
molestarlo y sacarlo de su zona cómoda y vaya que lo consiguió, el Nara se puso
más nervioso, cuando Ino le mordió el lóbulo. ¡Problemática! pensó sin saber
cómo reaccionar.
¡¿Por qué demonios tenía que hacer eso?! ¡¿Que no se
daba cuenta que alteraba sus emociones?! Recordó que era una situación, que ya
le había pasado, un par de años atrás, cada vez que ella quería conseguir algo de él se ponía coqueta, y lo
peor es que con él lograba su cometido.
El Nara había disimulado muy bien lo que sentía o al
menos era lo que él pensaba, sin
embargo en aquellos momentos le estaba resultando muy
complicado, esa chica tan mandona le atraía y mucho; él un genio nato,
no sabía, ni como, ni cuando llegó a crecer ese sentimiento en su corazón, él
que siempre había creído, mejor dicho se había
auto convencido, que aquello no pasaba de ser una gran amistad pura y
sincera, pero ¡¿a quién engañaba?! Sabía que era más que eso, Ino le gustaba
cada día más, y eso era muy problemático, se repetía una y otra vez en su
prodigiosa mente, debería decírselo de frente para al menos quitarse ese peso
de encima, pero él
sabía que ella
se moría por Sasuke, aunque
aquello parecía mera obsesión, estaba
completamente loca como Sakura o
incluso peor, era demasiado
estúpido ir tras
alguien que no mostraba ni el mínimo interés por ti, pero quien se lo decía
a Ino en la cara, y poder luego
salir ileso.
Él estaba igual
que ella o quizás
las cosas eran
distintas entre ellos porque
ella no tenía
ninguna conexión con
el Uchiha, ya que
este no le
daba ni la hora, en
cambio él la
había conocido desde
niña, habían estudiado juntos
en la Academia Ninja de Konoha,
dónde también estaba ese antipático, sin embargo la diferencia era que al menos él
había cruzado una
que otra palabra
con ella, y
aunque no se
llevaron bien en
un inicio, su amistad
se fortaleció cuando formaron equipo
junto a Choji, bajo
las enseñanzas de
Asuma-sensei.
Por otra parte, los señores Yamanaka lo querían mucho
y los Nara a ella; sus clanes siempre estuvieron conectados, eran muchas las
razones que tenía a su favor. ¿Pero, y sí se confesaba y en lugar de ser correspondido, se ganaba su
desprecio por confundir las cosas? ¡La perdería como amiga! No,
definitivamente, no era una buena opción, mejor se llevaba su secreto a la
tumba, se quedó con el último pensamiento.
- Eh… ¿de qué estás hablando
problemática? – recobró la
compostura y puso su clásico semblante apático, ella lo había soltado hace
rato, pero se había perdido en sus pensamientos – Ah lo olvidaba, te traje algo, toma –Había
sacado el postre de su escondite, que ahora estaba en manos de Ino, aquel
bendito postre evito una situación incómoda entre ellos, más para él que para
ella.
- ¡Me trajiste flan de vainilla,
que rico! – Exclamó
emocionada, olvidándose de todo lo demás, sí que era cambiante, que loquita
estaba, pensaba una vez más el Nara, ahora con una tranquila sonrisa – Muchas gracias Shika, sí que conoces bien mis gustos – corrió
a la cocina por una cucharita para disfrutarlo.
- Bueno Ino, me tengo que ir – dijo levantándose por segunda ocasión e Ino regresó
inmediatamente lo pronunció, ya con el postre por la mitad.
- Gracias enserio Shika, qué
tengas suerte en tu entrenamiento con Gai-sensei – dijo ella.
- ¿Ya lo sabías? – Levantó ambas cejas, con las manos metidas en los
bolsillos.
- Sí, Asuma-sensei nos informó,
igual yo me enteré mucho antes, ya me conoces, soy la primera en saber todo,
más todavía lo relacionado a nuestro equipo. – Eso es muy cierto
– Cuídate mucho, te voy a
extrañar vago – agregó ella haciendo un tierno puchero.
- Yo también te… te voy a
extrañar, ahora sí me voy, sino mamá se enfadará conmigo, salúdame a Choji – fue lo último que dijo y salió por la puerta en
dirección a su casa a dormir temprano para poder estar a tiempo en su primer
entrenamiento con Gai-sensei.
Unos minutos más tarde, el Nara había llegado a su
casa, primero saludó a su madre e inmediatamente tomó asiento en el comedor y
mientras esta le servía la cena, él preguntó por su padre que estaba ausente.
Yoshino le informó que la quinta lo había mandado a una misión lejos de la
aldea, que regresaba en tres días. Shikamaru no dijo más, terminó de comer y
antes de retirarse a su cuarto a dormir, su madre le hizo saber que ya estaba
enterada de los recientes cambios de Asuma-sensei. Las palpitaciones en el
corazón del muchacho no se hicieron esperar, él creía que ya su madre se había
dado cuenta de su examen escrito reprobado, que había mentido a su maestro y a
ella, así que sin poder evitarlo tembló en su sitio,
imaginándose lo que vendría después, y es que Sarutobi lo había delatado una
vez, cuando lo acompañó a casa, que le aseguraba que no lo haya vuelto a hacer,
sin embargo a pesar de sus reflexiones,
rezó mentalmente a Kami para que sus suposiciones fueran falsas
y poder librarse de otro duro escarmiento de parte de su tiránica madre.
Repetía sus oraciones en su mente, una y otra vez hasta que sus
suplicas fueron escuchadas
porque la señora Nara no estaba enterada de nada que él
pensaba, ella solamente le advirtió que se comportará a la altura y se
esforzara muchísimo con su nuevo entrenador, que tenía que dejar muy en alto su
clan y demostrar que no había sido promovido a chunnin en vano, Shikamaru
asintió al tiempo que tragaba grueso, y ahora sí, se fue a su recámara a ducharse,
secarse, colocarse la
pijama y hacer una de las cosas que más le gustaba a él; caer en un
sueño pesado.
Amaneció más pronto que tarde y el domador de sombras
seguía pegado a la manta, había olvidado colocar el despertador, pero tuvo suerte
que su madre se había parado muy temprano más que de costumbre, ella pensó que
tenía que hacerlo, conociendo lo perezoso que era su hijo, era necesario. No
quería que se fuera a atrasar en su primer entrenamiento con el maestro nuevo,
sería muy vergonzoso iniciar teniendo faltas, aparte ese señor era demasiado
estricto con el horario, seguro castigaría a su niño porque nadie era tan
blandengue con él cómo Asuma-sensei.
Yoshino entró como sargento de guerra al cuarto del
muchacho, primero abriendo las ventanas de par a par para que entrará el frio
de la madrugada, luego se aproximó a su cama gritándole: que se levantará, que
se le hacía tarde, que era el primer día, que, qué falta de responsabilidad,
que ya no era un niño para actuar así y más reclamos recibió el flojo de
Shikamaru de parte de su señora madre, que le jalaba las sábanas al mismo
tiempo.
El muchacho vago que había abierto los ojos con el
primer grito, ambos llenos de lagañas, con el cabello todo desordenado encima
de la cara y por supuesto no podía faltar su cara de fastidio y apatía,
pensando nuevamente, que difícil iban a ser sus mañanas de ahora en adelante, por
lo menos con Asuma empezaban a las siete, pero a ese loco de cejas espesas se
le ocurría la maravillosa idea de iniciar a las cuatro de la mañana ¡qué
aburrido, tener que pararse tan temprano! Reflexionaba, ahora abandonando la
cama y caminaba
a paso lento
con la intensión
de salir a
ducharse, sin embargo se
demoraba mucho o
al menos fue
lo que pensó
su madre, moviendo la cabeza de lado
a lado al tiempo que fruncía el ceño y prácticamente a
empujones sacó a
su hijo de su
habitación encaminándolo a la
puerta del baño que estaba justo al lado, abrió la misma de forma
agresiva y lo metió mientras ella permanecía en el marco de la puerta.
- Muévete o tendré que obligarte
de otra manera, tú sabrás que te conviene – Desde buena madrugada, empieza con sus amenazas, sí
que es problemática.
- Sí, sí… – Su madre lo miro sería, repitiéndole que con un solo
sí bastaba, parecía que lo hacía para provocarla porque era la enésima vez.
Cuando comprobó que el chico se encerró en la ducha,
ella ajustó la puerta para que terminara lo suyo.
Shikamaru ya listo, fue a desayunar, lo hizo lo
más rápido que
pudo y con su madre al lado, ella quería cerciorarse que no dejara nada
en el plato, el genio flojo
pensó que esa
situación, era un completo
fastidio, ya que él no
era un mocoso para que su mamá lo tratará así, sin embargo ese desgano del casi
adolescente por todo implicaba algunas veces hasta las horas de las comidas y
ella no podía permitirse que su hijo no comiera bien, más todavía con los
entrenamientos y misiones que seguro tendría que enfrentar en el grupo de Gai.
El genio se terminó hasta el último bocado, más para
complacer a su madre y es que no quería tener una cesión de esas que
acostumbraba cuando según ella, él no la obedecía.
Yoshino sonrió satisfecha porque su hijo acatara sus
órdenes al pie de la letra, después lo despidió, rogando que Kami lo llevara
con bien. Shikamaru agradeció y salió de la casa.
Ya bien alejado de su hogar, el jovencito caminó lo
más rápido que pudo, algo en su mente le decía que el tiempo se le agotaba, por
lo que corrió las ultimas cuadras hasta un bosque, el que Maito Gai había
designado como área de entrenamiento.
- Al fin, llegué, estoy muy
cansado – dijo con su cuerpo doblado, con ambas palmas de sus manos en la
parte baja de los muslos, intentando recuperar aire.
- Ya empezamos mal, llegas muy
tarde jovencito – dijo muy serio Gai-sensei de brazos cruzados con su pupilo favorito a su lado derecho imitando su misma
postura y su izquierda Tenten expectante, el Nara se enderezó mirándolo
extrañado, ¿cómo que tarde? Pero si se había parado a las tres y quince minutos,
bueno su madre lo había levantado, que para él, era prácticamente lo mismo. No
entendía el reclamo de ese tipo.
- Oiga, pero usted mando a
decirme con Asuma-sensei que el entrenamiento empieza a las cuatro de la mañana
y son exactamente las cuatro en punto, bueno cuatro con cinco – se defendió el muchacho mostrándole un viejo reloj que
sacó de uno de sus bolsillos a Gai-sensei, que seguía mostrando su semblante
cada vez más adusto.
- Eso dije, y estás en lo cierto
Shikamaru Nara, pero debes saber que sí tu entrenamiento empieza a las cuatro,
debes estar media hora antes, es decir a las tres y media – el genio abrió los ojos como plato, entonces ¿cuánto
tiempo iba a dormir? – Igualmente, aunque la hora de
llegada fuera a las cuatro, tuviste cinco minutos de atraso y esa no es la
actitud marcial de un shinobi – ¿Por cinco minutos se molesta?, ¡sí
que es exagerado!
- ¿Pero porque tan temprano? – se atrevió a preguntar porque no le veía el sentido a
esa regla tan radical, con Asuma solo tenían que estar dos minutos antes o con
que llegaran a la hora en punto, estaba bien, de echo a él le había perdonado
muchas veces sus tardanzas, pero sabía que eso último no iba a pasar con su
actual sensei.
- Porque así lo
he decidido, el tiempo es oro y hay que aprovecharlo de la
mejor manera posible, además no sabes los inconvenientes que puedas tener en el camino, un ninja siempre debe ser
precavido – declaró
convencido el maestro y Lee y Tenten estuvieron de acuerdo – de cualquier
forma por ser tu primera vez a mi cargo, te lo voy a pasar, solo espero que no
se vuelva a repetir porque no me gusta la reincidencia en los malos hábitos,
sinceramente no tolero ese tipo de actitudes, hay tres cosas que detesto,
una de
ellas es la
impuntualidad, le siguen la falta de compromiso y la que definitivamente
encuentro imperdonable es la pereza, no me cabe en la cabeza que existan
personas perezosas en el mundo shinobi, pero tranquilo – Por un
momento colocó una mano en su cabeza, y luego siguió – estoy seguro que no es tu caso, yo no creo en
las palabras que andan proclamando a los cuatro vientos los chismosos en la
aldea; sobre que los hombres del clan Nara, son un atajo de vagos, así que
estoy completamente seguro que puedo contar contigo para que cumplas no solo
con el horario
establecido a cabalidad,
sino con cada uno
de los retos
que pondré en
tu camino para que te fortalezcas más de lo que ya estas y
seas un Jounin lo antes posible Shikamaru Nara – Pero sí apenas me
ascendieron a Chunnin, yo no quiero más responsabilidades, ya me empezó a doler
la cabeza, esto es molesto, pensó el genio, pero no le quedó de otra que hacer
lo que menos le gustaba, comprometerse con alguien.
- De acuerdo – pronunció el chico inaudible con la cabeza baja.
- ¿Qué dijiste? No te escuche
bien – insistió Gai.
- Que estoy de acuerdo en llegar
temprano señor y en hacer todo lo que usted me proponga – está vez lo dijo lo más claro que pudo, tratando de
sostenerle la mirada, pero solo duro unos segundos porque ese sensei la tenía
fuerte, había algo en él, que era imposible dar por sentado. Su mirada era fija
y penetrante, más no intimidante, Shikamaru tuvo el presentimiento que no era
tan molesto después de todo, quizás con un poco de esfuerzo, le calmaba los ánimos
y con suerte mejoraba su actitud y tal vez, se volvía tan determinado como Lee
o Naruto, que buen chiste.
- Te felicito por eso, tu llama
de la juventud te lo agradecerá, estoy muy contento que seas parte de nuestro
equipo Shikamaru – declaró Rock
Lee, que no pudo reprimir más su emoción, mientras una gota de agua aparecía
detrás de la cabeza del Nara y de su compañera Tenten, que pensó que su amigo
jamás cambiaría.
El vago mantenía su
semblante apático, esta nueva experiencia iba a ser muy problemática. Por Kami,
en lo que se había metido, pero ni modo tenía que hacerle frente quisiera o no,
además no podía seguir comportándose como un niño irresponsable, menos ahora
que estaba más adelantado que todos los de su generación. Intentaría cambiar
por el bien de su clan.
- Esa es la actitud Lee, también
estoy contento de tenerte como mi estudiante, tu inteligencia y estrategias nos
darán más fortalezas a este equipo – admitió el sensei ahora mostrando una enorme sonrisa y su típico brillo en los dientes.
- Espero que el tiempo que pases
con nosotros sea de provecho – la chica
también le brindó su apoyo, dedicándole también una sincera sonrisa.
- Bien, se terminó la
conversación, ahora pasemos a la acción – anunció Gai reactivando su usual entusiasmo.
- Sí Gai-sensei, estoy más que
preparado – afirmó Lee
igual que su maestro, ya en posición de combate.
- Veamos como andas en taijutsu
Shikamaru – Es que no hay
un calentamiento primero, esto definitivamente va a ser más problemático de lo
que pensé.
- Bueno yo… – intentó decir algo, pero fue interrumpido por el grito
eufórico de Maito Gai
- ¡ATÁCALO LEE…!
Como era de esperarse Rock Lee no demoró en hacer
caso, y con gran velocidad lanzaba patadas y puños a diestra y siniestra cada
vez más cerca del Nara, quien con dificultad se movía tratando de esquivarlos, repitiéndose
mentalmente, que si uno de esos golpes llegará a impactarlo, lo dejaría de
hospital, ¿qué rayos tenía ese niño? ¿De dónde sacaba tanta energía? Su rapidez
y potencia eran increíbles, no es que no lo haya visto pelear contra Gaara, pero
estaba atónico con su buen estado físico, él había visto como quedó destrozado
su brazo, los huesos y varias costillas rotas, él escuchó cuando le aseguraron,
que más nunca podría ser ninja, sin embargo, a pesar de no gustarle la posición
en la que se encontraba, se alegraba mucho por el chico, al verlo y sentirlo
con tal vigor.
Shikamaru, sin embargo
se sentía cansado, no sabía cuánto más podría aguantar, el taijutsu no
era su especialidad, tenía que pensar una estrategia y pronto para pararlo y
mientras analizaba recibió un golpe en la cara y luego uno en el estómago que
le sacó el aire, el muchacho se tambaleo un poco sin perder del todo el
equilibrio mientras Lee iba dispuesto a seguir, pero con la poca energía que le
quedaba, el flojo se escabulló como un experto shinobi, ocultándose detrás de
unos arbustos para planear algo.
- ¿Dónde estás? Aún no hemos
terminado – anunció alto y
claro la bestia verde de Konoha – Vamos no huyas, sal de una vez y
demuestra tu espíritu combativo. ¡Pelea con todas tus fuerzas!
- Este chico es demasiado
intenso, y siento que me voy a desplomar – pensó Shikamaru en su lugar, pero tendría que seguir enfrentándolo,
no podía simplemente dejar pasar las cosas, ese tipo no era Asuma, sí no
luchaba con Lee como le había ordenado, era muy probable que iba a tener una
sesión de entrenamientos sumamente severa y problemática.
Shikamaru lanzó un par de shurikens para distraer a
Lee y luego salió de su escondite, adoptando su típica postura para ejecutar su
estrategia, pretendía alcanzar a su oponente con su sombra, tenía suerte que
Rock Lee no manejaba ningún ninjutsu o genjutsu por lo que no bregaría tanto
para paralizarlo.
- ¡Lee, no dejes que te alcance!
– Le dijo su sensei con Tenten al lado
que no había vuelto a abrir la boca, enfocada en el gran combate que estaba
ofreciendo ese par.
- Lo que usted diga Gai-sensei – aseguró Lee incrementando su velocidad al momento que
se brincaba la sombra que iba creciendo y cada vez más cerca de él.
Todo iba a favor de Shikamaru que casi toma control
del cuerpo de Lee de no ser porque había utilizado demasiado chackra en su
ejecución y realmente estaba muy exhausto por lo que está vez no pudo completar
su ataque como cuando lo hizo ante Temari y se desmayó.
- Creo que fuimos demasiado lejos
Gai-sensei – se acercó el
chico de cejas espesas a su oponente para ayudarlo a levantarse.
- Tienes razón Lee, pero no
esperaba que este chico fuera tan débil, ¡¿estará enfermo?! Creo que lo mejor
será llevarlo al hospital para ver qué es lo que tiene – dijo el maestro, una vez se aproximó con su otra alumna, quien tenía un
semblante de preocupación en el rostro.
N/A: Bueno hasta aquí este episodio, veremos
cómo le va al vago con ese par de intensos, yo amo mucho a Lee y su sensei
super cejotas como le dice Naruto son de mis personajes favoritos, pero
lamentablemente Kishi no les dio el protagonismo que merecieron, sin más que
decir, me dejan saber que les pareció el capi en sus comentarios. Un abrazo y
nos leemos pronto.
Me gusta mucho! Amo el anime de Naruto, Ojalá la gente se animara con más fanfics. Por cierto no has visto Fullmetal Alchemist? creo q a Edward Erlic le vendría bien un buen castigo. No crees?!
ResponderEliminarQue rico que te guste, Shikamaru es de mis personajes favoritos, y desde hace un tiempo, tenía ganas de hacer una historia dónde él fuera protagonista.
ResponderEliminarA mí me encantan los fanfics, de hecho me acabe de leer un InoxShika genial con happy ending como me gustan, cuando se tratan de mis parejas favoritas, y bueno creo que mucha gente no se anima porque escribir de algo que ya existe no es tan fácil como parece jeje, hay que conocer bien el o los personajes para no hacer Ooc, ya que a la gente le gusta leer su o sus personajes favorito (s) tal cual es o son, los fans son exigentes jajaja.
Y sobre ese personaje que mencionas solo lo conozco por fotos y lo busque en wikipedia, ya que una vez en un comentario de una de mis historias me pidieron que escribiera de él, pero como no he visto el anime pues no me apetece escribir del chico porque no lo conozco Lol, pero por lo que mencionas que merece castigo, ha de ser tremendo jajajaja. Un abrazo!
Amiga pobre chico a él que le gusta dormir y lo mandas a que se levante de madrugada jajaja..
ResponderEliminarMe divierte mucho la historia y su forma de ser de él!
Por como dice las cosas así bien al natural y bien rezongon con todos!!
Y bueno veremos en que tantos problemas se mete con su nuevo equipo..
Pues es bien flojo el sinverguenza, pero con este equipo va a aprender a ser responsable y a sacerse la pinche pereza jajajaja.
EliminarQue rico que te guste la historia, Shikamaru tiene sus fans aunque sea un vago sin remedio, y sí él no esconde lo que es ante nadie jajaja.
Y Shikamaru no busca los problemas, los problemas lo buscan a él XD.