viernes, 26 de marzo de 2021

Shikamura Nara: Cap 6; Autora Nicole

Un vago, ¿sin remedio…?, ¡en serio!

一一一一一一一一一一一一一一一
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 26 de Marzo del 2021. 
一一一一一一一一一一一一一一一

Capítulo 6

¡Atácalo Lee! Entrenando con el equipo de Gai

Autora: Nicole

 

Shikamaru caminaba despacio por las calles de Konoha, sin dejar de pensar en  la  situación tan problemática en la que estaba metido, pero de cierto modo,  agradeciendo a Kami porque a pesar de lo molesto que era tener que adaptarse a un grupo completamente distinto, con normas, entrenamientos y técnicas en igual de condiciones, las cosas pudieron haber resultado peores para él;  solo  el   hecho  de  ser  descubierto  por su señora  madre,  le  producía  ansiedad, la cual se reflejaba en su estómago, ella  era  realmente  terrible  cuando  se  enojaba, y aunque no  sería   la   primera  vez  que  pudiera  pasarle, el  tener  que  aguantarse  una  tormenta  verbal   acompañada  de  una  buena  azotaina, porque  en  cualquier  caso,  nada  lo  libraba  de  lo  último, el  muchacho  de   casi   trece  años  no  podía  evitar  sentir  lo mismo, como cuando tenía cinco.

El  Nara  que  ya  estaba  próximo  a  su  casa,  aceleró  el  paso  para alcanzar  la  entrada,  tenía  que  preparase  para  dormir  porque  no  solo se trataba de un gusto personal, también lo necesitaba urgentemente, traía el cerebro agotado y no solo eso, tenía que levantarse  mínimo  a  las  dos  y  media  para  estar  a  tiempo  en  el área  de  entrenamiento  de  Maito Gai, él  mismo  reconocía  lo  perezoso  que  era  para  madrugar,  el  reloj  sonando  lo  ponía  de  mal  genio,   el  dormir  menos  horas,  definitivamente  sería  un  completo  fastidio. ¡¿cómo rayos iba a aguantar ese tren diario?!  ¡¿Por qué no le hizo caso a Asuma, las tantas veces que lo aconsejó?! ¡No quería entrenar con ese grupo de locos! Su cabeza no paraba de analizar hasta el más mínimo detalle sobre lo que le tocaría hacer desde mañana bien temprano, que aburrido hacer todo a la carrera, menos descanso para su mente y cuerpo, se habían terminado los tiempos de siestas en las horas de clase, principalmente en medio de las lecciones de su anterior sensei,  para él esos  periodos,  eran  lo  más  relevante  después  de  pasarse  largas horas  en  el  tejado  de  su  casa  o  en  el  pasto  de  algún  bosque observando  las  nubes. Shikamaru no  podía   dejar   de   suspirar, haciendo  énfasis  en  lo  problemático  que   iban  a  resultar  sus  días y lo más  seguro  sus  noches, eso  sin  contar  las  rigurosas  misiones  que le  tocaría  enfrentar  bajo  el  mando  de  ese  entrenador  tan  intenso, mejor dicho un enfermo por el trabajo excesivo; que castigo tan grande le había mandado Kami-sama,  se quejaba el muchacho, que para él un mes resultaría una eternidad. Finalmente Asuma se había salido con la suya y  había  puesto  fin  a  su   falta  de  interés  y  de  voluntad  en  la mayoría  de  las  cosas  porque  quisiera  o  no,  tendría  que  activarse, sí  no  quería  que  ese  loco  lo  castigara  con  una  sobredosis  de  severos  ejercicios  o  peor  aún  que lo acusara  ante  su  tiránica  madre, que  obviamente  solo  esperaba que fueran ideas de su parte, pero si se atrevía a hacerlo, ya sabía él como iba a terminar todo.

El domador de sombras estaba de frente a la puerta de su residencia, pero de pronto recordó algo, sabía que era importante y no le quitaría mucho tiempo, así  que  retrocedió  unos  cuantos  pasos,  se  dio  la  vuelta y  se  fue  caminando  hacia un puesto de ventas de comida, bebidas y  postres,  que  quedaba  muy  cerca  de  su  casa  y   una   vez   entró a  dicho  lugar,  compró un flan de vainilla, luego salió lo más rápido que  pudo a la casa de su compañera de equipo y  mejor  amiga,  cuando llegó a la entrada de la residencia Yamanaka, no demoró en tocar la puerta.

 

  • ¡Shikamaru! ¿Cómo estás muchacho? Tiempo sin verte – Exclamó y preguntó muy contento Inoichi, y mientras abría más la puerta invitándolo a pasar agregó amablemente – ¿Qué se te ofrece?
  • Estoy bien, gracias – dijo el jovencito y luego preguntó – ¡¿Está Ino?! Necesito decirle algo importante.
  • Espera un momento… Siéntate, estás en tu casa, ya te la llamo – el chico se ubicó en el sofá de sala de aquella casa y puso el dulce a su lado, pero debajo de un cojín mientras el señor Yamanaka iba en busca de su pequeña.

 

Dos minutos más tarde…

 

  • Shika… ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Paso algo malo? – preguntó la rubia acelerada, inmediatamente acercándose a él, pensando varias cosas a la vez, porque no esperaba la visita de su compañero a esa hora, ya que él siempre prefería mirar las nubes o bien dormir una siesta en su lugar.
  • Bueno… yo – iba a decir algo, pero fue interrumpido.
  • Los dejo que conversen tranquilos, voy a descansar un rato hasta que llegue tu mamá princesa – mencionó Inoichi antes que su hija asintiera, y él se retirara definitivamente.
  • ¡¿Qué diablos sucedió pelo de piña?! ¿Por qué llegas así sin avisar? ¿Nunca me dijiste que vendrías a visitarme? Pensé que todavía estabas enojado conmigo…, sí algo le paso a Asuma-sensei por tú negligencia, me las vas a pagar bien caras – lo cogió por el cuello de la camiseta mientras lo sacudía con fuerza sin dejar de mirarlo fijamente, el Nara solo cerró los ojos por un momento y suspiro, ella nunca paraba de hablar; eran muchas palabras las que decía por segundos y encima se adelantaba a los hechos, era realmente problemática – ¡Respóndeme idiota!
  • Ino tranquilízate primero ¿quieres? – Le dijo quitándole gentilmente las manos de encima al tiempo que se levantaba, él tenía mucha paciencia con las mujeres, y casi siempre evitaba las peleas con ellas.

 

A su mejor amiga y compañera de equipo, no le gustaba que le dijeran que hacer mucho menos el perezoso del Nara, así que, se frunció en su sitio  sin quitar esa  mirada  dominante  y  amenazadora  haciendo que su colega tragara grueso, cuando se ponía así daba miedo; reflexionó él, pero está vez, ella cedió y lo dejó hablar.

 

  • Ino, yo solo vine a pedirte disculpas por cómo te trate hoy, me refiero a cuando salimos de casa de Asuma-sensei, la forma como te hable, no fue mi intensión – Volvió a sentarse y la Yamanaka abrió mucho los ojos ubicándose justo a su lado.
  • ¿Así que solo has venido a disculparte? ¿Me has hecho pensar que había pasado algo malo? ¡Eres el colmo cabeza de piña! – Le dio un codazo en el estómago. ¡AUU, y ahora resulta que yo soy el culpable de lo que pasa por la cabeza de la señorita! Pensó el muchacho en su lugar mientras los reclamos seguían – Encima interrumpiste mi limpieza facial, mañana voy a ver a Sasuke a su departamento y tengo que estar presentable ¡¿Puedes entender eso vago?! ¡Tengo que lucir bien! – Y aquí vamos otra vez, Ino en plan fanática número uno de  Uchiha, todavía  no  entiendo  que  le  encuentra  de  interesante  a  un  chico  como  él, volvió a decir para sí mismo – Enserio que solo viniste a disculparte? ¡Eres increíble!
  • ¿Bueno y que más esperabas problemática? – arqueó una ceja al tiempo que se encogía de hombros y la miraba un tanto confundido.
  • Dejémoslo así cerebrito, hoy no tengo ganas de argumentar con nadie. Esto sí es un milagro de Kami, finalmente escuchaste una de mis peticiones y  ya  no  estoy molesta contigo, y aunque me costó admitirlo,  creo  que  tienes  razón  en  todo  lo  que  me dijiste, al fin y al cabo es tu vida, sí no quieres seguir con nosotros, está bien Shikamaru volvió  a tragar saliva, él realmente no quería separarse de sus amigos, pero  debido a su dejadez, lo estaría por un plazo considerable  de  tiempo,  siendo él,  el  único responsable  de  la  situación, y  ahora  tendría  que  afrontar  las  consecuencias – Choji y yo  te  queremos  igual – Sin  previo  aviso  la  rubia  se  le  abalanzó y lo abrazó con  mucha  efusividad  provocando  que  el  chico  se  sonrojará, su amiga lo notó, una  vez  se  separó  de  él – Oye Shika ¿por qué te pones rojo eh? ¿Acaso yo te gusto? – preguntó lo último en un susurro, acercándosele mucho a su oreja, le encantaba molestarlo y sacarlo de su zona cómoda y vaya que lo consiguió, el Nara se puso más nervioso, cuando Ino le mordió el lóbulo. ¡Problemática! pensó sin saber cómo reaccionar.

¡¿Por qué demonios tenía que hacer eso?! ¡¿Que no se daba cuenta que alteraba sus emociones?! Recordó que era una situación, que ya le había pasado, un par de años atrás, cada vez que ella quería   conseguir algo de él se ponía coqueta, y lo peor es que con él lograba su cometido.

El Nara había disimulado muy bien lo que sentía o  al  menos  era lo que él pensaba, sin embargo en aquellos momentos le estaba resultando  muy  complicado, esa chica tan mandona le atraía y mucho; él un genio nato, no sabía, ni como, ni cuando llegó a crecer ese sentimiento en su corazón, él que siempre había creído, mejor dicho se había  auto convencido, que aquello no pasaba de ser una gran amistad pura y sincera, pero ¡¿a quién engañaba?! Sabía que era más que eso, Ino le gustaba cada día más, y eso era muy problemático, se repetía una y otra vez en su prodigiosa mente, debería decírselo de frente para al menos quitarse ese peso de encima,  pero  él  sabía  que  ella  se  moría por Sasuke, aunque aquello parecía mera obsesión, estaba  completamente loca como Sakura o  incluso  peor, era demasiado estúpido  ir  tras  alguien que no mostraba ni el mínimo interés por ti, pero quien se lo decía a Ino en la cara, y  poder  luego  salir  ileso.

Él  estaba  igual  que  ella  o quizás  las  cosas  eran  distintas  entre  ellos porque   ella   no  tenía  ninguna  conexión  con  el  Uchiha, ya  que  este  no  le  daba  ni  la hora, en  cambio  él   la   había  conocido  desde  niña, habían  estudiado  juntos  en la  Academia Ninja de Konoha, dónde también estaba ese antipático, sin embargo la diferencia  era que al menos  él  había  cruzado  una  que  otra  palabra  con  ella,   y  aunque  no  se  llevaron  bien  en  un  inicio, su  amistad  se  fortaleció  cuando formaron  equipo  junto  a  Choji, bajo  las  enseñanzas  de  Asuma-sensei.

Por otra parte, los señores Yamanaka lo querían mucho y los Nara a ella; sus clanes siempre estuvieron conectados, eran muchas las razones que tenía a   su favor.  ¿Pero, y sí se confesaba y   en lugar de ser correspondido, se ganaba su desprecio por confundir las cosas? ¡La perdería como amiga! No, definitivamente, no era una buena opción, mejor se llevaba su secreto a la tumba, se quedó con el último pensamiento.

 

  • Eh… ¿de qué estás hablando problemática? – recobró la compostura y puso su clásico semblante apático, ella lo había soltado hace rato, pero se había perdido en sus pensamientos  Ah lo olvidaba, te traje algo, toma –Había sacado el postre de su escondite, que ahora estaba en manos de Ino, aquel bendito postre evito una situación incómoda entre ellos, más para él que para ella.
  • ¡Me trajiste flan de vainilla, que rico! – Exclamó emocionada, olvidándose de todo lo demás, sí que era cambiante, que loquita estaba, pensaba una vez más el Nara, ahora con una tranquila sonrisa – Muchas gracias Shika, sí que conoces bien mis gustos – corrió a la cocina por una cucharita para disfrutarlo.
  • Bueno Ino, me tengo que ir – dijo levantándose por segunda ocasión e Ino regresó inmediatamente lo pronunció, ya con el postre por la mitad.
  • Gracias enserio Shika, qué tengas suerte en tu entrenamiento con Gai-sensei – dijo ella.
  • ¿Ya lo sabías? – Levantó ambas cejas, con las manos metidas en los bolsillos.
  • Sí, Asuma-sensei nos informó, igual yo me enteré mucho antes, ya me conoces, soy la primera en saber todo, más todavía lo relacionado a nuestro equipo. – Eso es muy cierto – Cuídate mucho, te voy a extrañar vago – agregó ella haciendo un tierno puchero.
  • Yo también te… te voy a extrañar, ahora sí me voy, sino mamá se enfadará conmigo, salúdame a Choji – fue lo último que dijo y salió por la puerta en dirección a su casa a dormir temprano para poder estar a tiempo en su primer entrenamiento con Gai-sensei.

 

Unos minutos más tarde, el Nara había llegado a su casa, primero saludó a su madre e inmediatamente tomó asiento en el comedor y mientras esta le servía la cena, él preguntó por su padre que estaba ausente. Yoshino le informó que la quinta lo había mandado a una misión lejos de la aldea, que regresaba en tres días. Shikamaru no dijo más, terminó de comer y antes de retirarse a su cuarto a dormir, su madre le hizo saber que ya estaba enterada de los recientes cambios de Asuma-sensei. Las palpitaciones en el corazón del muchacho no se hicieron esperar, él creía que ya su madre se había dado cuenta de su examen escrito reprobado, que había mentido a su maestro y a ella, así  que  sin poder evitarlo tembló en su sitio, imaginándose lo que vendría después, y es que Sarutobi lo había delatado una vez, cuando lo acompañó a casa, que le aseguraba que no lo haya vuelto a hacer, sin embargo a pesar de sus reflexiones,  rezó mentalmente a Kami para que sus suposiciones fueran  falsas  y poder librarse de otro duro escarmiento de parte de su tiránica madre.

Repetía sus oraciones en su mente,  una y otra vez  hasta que sus  suplicas  fueron  escuchadas  porque  la señora  Nara no estaba enterada de nada que él pensaba, ella solamente le advirtió que se comportará a la altura y se esforzara muchísimo con su nuevo entrenador, que tenía que dejar muy en alto su clan y demostrar que no había sido promovido a chunnin en vano, Shikamaru asintió al tiempo que tragaba grueso, y ahora sí,  se fue a su recámara a ducharse, secarse,  colocarse  la  pijama y hacer una de las cosas que más le gustaba a él; caer en un sueño pesado.

Amaneció más pronto que tarde y el domador de sombras seguía pegado a la manta, había olvidado colocar el despertador, pero tuvo suerte que su madre se había parado muy temprano más que de costumbre, ella pensó que tenía que hacerlo, conociendo lo perezoso que era su hijo, era necesario. No quería que se fuera a atrasar en su primer entrenamiento con el maestro nuevo, sería muy vergonzoso iniciar teniendo faltas, aparte ese señor era demasiado estricto con el horario, seguro castigaría a su niño porque nadie era tan blandengue con él cómo Asuma-sensei.

Yoshino entró como sargento de guerra al cuarto del muchacho, primero abriendo las ventanas de par a par para que entrará el frio de la madrugada, luego se aproximó a su cama gritándole: que se levantará, que se le hacía tarde, que era el primer día, que, qué falta de responsabilidad, que ya no era un niño para actuar así y más reclamos recibió el flojo de Shikamaru de parte de su señora madre, que le jalaba las sábanas al mismo tiempo.

El muchacho vago que había abierto los ojos con el primer grito, ambos llenos de lagañas, con el cabello todo desordenado encima de la cara y por supuesto no podía faltar su cara de fastidio y apatía, pensando nuevamente, que difícil iban a ser sus mañanas de ahora en adelante, por lo menos con Asuma empezaban a las siete, pero a ese loco de cejas espesas se le ocurría la maravillosa idea de iniciar a las cuatro de la mañana ¡qué aburrido, tener que pararse tan temprano! Reflexionaba, ahora abandonando  la  cama  y  caminaba  a  paso  lento  con  la  intensión  de  salir  a  ducharse, sin  embargo  se  demoraba  mucho  o  al  menos  fue  lo  que  pensó  su  madre,  moviendo la cabeza de  lado  a  lado al  tiempo que fruncía el ceño y prácticamente a empujones  sacó  a  su  hijo  de  su habitación encaminándolo  a  la  puerta del baño que estaba justo al lado, abrió la misma de forma agresiva  y  lo metió mientras  ella permanecía  en el marco de la puerta.

 

  • Muévete o tendré que obligarte de otra manera, tú sabrás que te conviene – Desde buena madrugada, empieza con sus amenazas, sí que es problemática.
  • Sí, sí… – Su madre lo miro sería, repitiéndole que con un solo sí bastaba, parecía que lo hacía para provocarla porque era la enésima vez.

 

Cuando comprobó que el chico se encerró en la ducha, ella ajustó la puerta para que terminara lo suyo.

Shikamaru ya listo, fue a desayunar, lo hizo  lo  más  rápido  que  pudo y con su madre al lado, ella quería cerciorarse que no dejara nada en el plato, el  genio  flojo  pensó  que  esa  situación,  era un completo fastidio, ya  que  él  no era un mocoso para que su mamá lo tratará así, sin embargo ese desgano del casi adolescente por todo implicaba algunas veces hasta las horas de las comidas y ella no podía permitirse que su hijo no comiera bien, más todavía con los entrenamientos y misiones que seguro tendría que enfrentar en el grupo de Gai.

El genio se terminó hasta el último bocado, más para complacer a su madre y es que no quería tener una cesión de esas que acostumbraba cuando según ella, él no la obedecía.

Yoshino sonrió satisfecha porque su hijo acatara sus órdenes al pie de la letra, después lo despidió, rogando que Kami lo llevara con bien. Shikamaru agradeció y salió de la casa.

Ya bien alejado de su hogar, el jovencito caminó lo más rápido que pudo, algo en su mente le decía que el tiempo se le agotaba, por lo que corrió las ultimas cuadras hasta un bosque, el que Maito Gai había designado como área de entrenamiento.

 

  • Al fin, llegué, estoy muy cansado – dijo con su cuerpo doblado, con ambas palmas de sus manos en la parte baja de los muslos, intentando recuperar aire.
  • Ya empezamos mal, llegas muy tarde jovencito – dijo muy serio Gai-sensei de brazos cruzados con su pupilo favorito a su lado derecho imitando su misma postura y su izquierda Tenten expectante, el Nara se enderezó mirándolo extrañado, ¿cómo que tarde? Pero si se había parado a las tres y quince minutos, bueno su madre lo había levantado, que para él, era prácticamente lo mismo. No entendía el reclamo de ese tipo.
  • Oiga, pero usted mando a decirme con Asuma-sensei que el entrenamiento empieza a las cuatro de la mañana y son exactamente las cuatro en punto, bueno cuatro con cinco – se defendió el muchacho mostrándole un viejo reloj que sacó de uno de sus bolsillos a Gai-sensei, que seguía mostrando su semblante cada vez más adusto.
  • Eso dije, y estás en lo cierto Shikamaru Nara, pero debes saber que sí tu entrenamiento empieza a las cuatro, debes estar media hora antes, es decir a las tres y media – el genio abrió los ojos como plato, entonces ¿cuánto tiempo iba a dormir? – Igualmente, aunque la hora de llegada fuera a las cuatro, tuviste cinco minutos de atraso y esa no es la actitud marcial de un shinobi – ¿Por cinco minutos se molesta?, ¡sí que es exagerado!
  • ¿Pero porque tan temprano? – se atrevió a preguntar porque no le veía el sentido a esa regla tan radical, con Asuma solo tenían que estar dos minutos antes o con que llegaran a la hora en punto, estaba bien, de echo a él le había perdonado muchas veces sus tardanzas, pero sabía que eso último no iba a pasar con su actual sensei.
  • Porque así  lo  he  decidido, el  tiempo es oro y hay que aprovecharlo de la mejor manera posible, además  no  sabes los inconvenientes que puedas  tener en el camino, un ninja siempre debe ser precavido – declaró convencido el maestro y Lee y Tenten estuvieron de acuerdo – de cualquier forma por ser tu primera vez a mi cargo, te lo voy a pasar, solo espero que no se vuelva a repetir porque no me gusta la reincidencia en los malos hábitos, sinceramente no tolero ese tipo de actitudes, hay tres cosas que detesto, una  de  ellas  es  la  impuntualidad, le siguen la falta de compromiso y la que definitivamente encuentro imperdonable es la pereza, no me cabe en la cabeza que existan personas perezosas en el mundo shinobi, pero tranquilo – Por un momento colocó una mano en su cabeza, y luego siguió estoy seguro que no es tu caso, yo no creo en las palabras que andan proclamando a los cuatro vientos los chismosos en la aldea; sobre que los hombres del clan Nara, son un atajo de vagos, así que estoy completamente seguro que puedo contar contigo para que cumplas no  solo  con  el  horario  establecido  a  cabalidad,  sino  con cada  uno  de  los  retos  que  pondré  en  tu  camino para  que te fortalezcas más de lo que ya estas y seas un Jounin lo antes posible Shikamaru Nara – Pero sí apenas me ascendieron a Chunnin, yo no quiero más responsabilidades, ya me empezó a doler la cabeza, esto es molesto, pensó el genio, pero no le quedó de otra que hacer lo que menos le gustaba, comprometerse con alguien.
  • De acuerdo – pronunció el chico inaudible con la cabeza baja.
  • ¿Qué dijiste? No te escuche bien – insistió Gai.
  • Que estoy de acuerdo en llegar temprano señor y en hacer todo lo que usted me proponga – está vez lo dijo lo más claro que pudo, tratando de sostenerle la mirada, pero solo duro unos segundos porque ese sensei la tenía fuerte, había algo en él, que era imposible dar por sentado. Su mirada era fija y penetrante, más no intimidante, Shikamaru tuvo el presentimiento que no era tan molesto después de todo, quizás con un poco de esfuerzo, le calmaba los ánimos y con suerte mejoraba su actitud y tal vez, se volvía tan determinado como Lee o Naruto, que buen chiste.
  • Te felicito por eso, tu llama de la juventud te lo agradecerá, estoy muy contento que seas parte de nuestro equipo Shikamaru – declaró Rock Lee, que no pudo reprimir más su emoción, mientras una gota de agua aparecía detrás de la cabeza del Nara y de su compañera Tenten, que pensó que su amigo jamás cambiaría.

 

El vago mantenía su semblante apático, esta nueva experiencia iba a ser muy problemática. Por Kami, en lo que se había metido, pero ni modo tenía que hacerle frente quisiera o no, además no podía seguir comportándose como un niño irresponsable, menos ahora que estaba más adelantado que todos los de su generación. Intentaría cambiar por el bien de su clan.

 

  • Esa es la actitud Lee, también estoy contento de tenerte como mi estudiante, tu inteligencia y estrategias nos darán más fortalezas a este equipo – admitió el sensei ahora mostrando una enorme sonrisa y su típico brillo en los dientes.
  • Espero que el tiempo que pases con nosotros sea de provecho – la chica también le brindó su apoyo, dedicándole también una sincera sonrisa.
  • Bien, se terminó la conversación, ahora pasemos a la acción – anunció Gai reactivando su usual entusiasmo.
  • Sí Gai-sensei, estoy más que preparado – afirmó Lee igual que su maestro, ya en posición de combate.
  • Veamos como andas en taijutsu Shikamaru – Es que no hay un calentamiento primero, esto definitivamente va a ser más problemático de lo que pensé.
  • Bueno yo… – intentó decir algo, pero fue interrumpido por el grito eufórico de Maito Gai
  • ¡ATÁCALO LEE…!

 

Como era de esperarse Rock Lee no demoró en hacer caso, y con gran velocidad lanzaba patadas y puños a diestra y siniestra cada vez más cerca del Nara, quien con dificultad se movía tratando de esquivarlos, repitiéndose mentalmente, que si uno de esos golpes llegará a impactarlo, lo dejaría de hospital, ¿qué rayos tenía ese niño? ¿De dónde sacaba tanta energía? Su rapidez y potencia eran increíbles, no es que no lo haya visto pelear contra Gaara, pero estaba atónico con su buen estado físico, él había visto como quedó destrozado su brazo, los huesos y varias costillas rotas, él escuchó cuando le aseguraron, que más nunca podría ser ninja, sin embargo, a pesar de no gustarle la posición en la que se encontraba, se alegraba mucho por el chico, al verlo y sentirlo con tal vigor.

Shikamaru, sin embargo  se sentía cansado, no sabía cuánto más podría aguantar, el taijutsu no era su especialidad, tenía que pensar una estrategia y pronto para pararlo y mientras analizaba recibió un golpe en la cara y luego uno en el estómago que le sacó el aire, el muchacho se tambaleo un poco sin perder del todo el equilibrio mientras Lee iba dispuesto a seguir, pero con la poca energía que le quedaba, el flojo se escabulló como un experto shinobi, ocultándose detrás de unos arbustos para planear algo.

 

  • ¿Dónde estás? Aún no hemos terminado – anunció alto y claro la bestia verde de Konoha – Vamos no huyas, sal de una vez y demuestra tu espíritu combativo. ¡Pelea con todas tus fuerzas!
  • Este chico es demasiado intenso, y siento que me voy a desplomar – pensó Shikamaru en su lugar, pero tendría que seguir enfrentándolo, no podía simplemente dejar pasar las cosas, ese tipo no era Asuma, sí no luchaba con Lee como le había ordenado, era muy probable que iba a tener una sesión de entrenamientos sumamente severa y problemática. 

 

Shikamaru lanzó un par de shurikens para distraer a Lee y luego salió de su escondite, adoptando su típica postura para ejecutar su estrategia, pretendía alcanzar a su oponente con su sombra, tenía suerte que Rock Lee no manejaba ningún ninjutsu o genjutsu por lo que no bregaría tanto para paralizarlo.

 

  • ¡Lee, no dejes que te alcance! – Le dijo su sensei con Tenten al lado que no había vuelto a abrir la boca, enfocada en el gran combate que estaba ofreciendo ese par.
  • Lo que usted diga Gai-sensei – aseguró Lee incrementando su velocidad al momento que se brincaba la sombra que iba creciendo y cada vez más cerca de él.

 

Todo iba a favor de Shikamaru que casi toma control del cuerpo de Lee de no ser porque había utilizado demasiado chackra en su ejecución y realmente estaba muy exhausto por lo que está vez no pudo completar su ataque como cuando lo hizo ante Temari y se desmayó.

 

  • Creo que fuimos demasiado lejos Gai-sensei – se acercó el chico de cejas espesas a su oponente para ayudarlo a levantarse.
  • Tienes razón Lee, pero no esperaba que este chico fuera tan débil, ¡¿estará enfermo?! Creo que lo mejor será llevarlo al hospital para ver qué es lo que tiene –  dijo el maestro, una vez se aproximó con su otra alumna, quien tenía un semblante de preocupación en el rostro.

 


N/A: Bueno hasta aquí este episodio, veremos cómo le va al vago con ese par de intensos, yo amo mucho a Lee y su sensei super cejotas como le dice Naruto son de mis personajes favoritos, pero lamentablemente Kishi no les dio el protagonismo que merecieron, sin más que decir, me dejan saber que les pareció el capi en sus comentarios. Un abrazo y nos leemos pronto.

4 comentarios:

  1. Me gusta mucho! Amo el anime de Naruto, Ojalá la gente se animara con más fanfics. Por cierto no has visto Fullmetal Alchemist? creo q a Edward Erlic le vendría bien un buen castigo. No crees?!

    ResponderEliminar
  2. Que rico que te guste, Shikamaru es de mis personajes favoritos, y desde hace un tiempo, tenía ganas de hacer una historia dónde él fuera protagonista.
    A mí me encantan los fanfics, de hecho me acabe de leer un InoxShika genial con happy ending como me gustan, cuando se tratan de mis parejas favoritas, y bueno creo que mucha gente no se anima porque escribir de algo que ya existe no es tan fácil como parece jeje, hay que conocer bien el o los personajes para no hacer Ooc, ya que a la gente le gusta leer su o sus personajes favorito (s) tal cual es o son, los fans son exigentes jajaja.
    Y sobre ese personaje que mencionas solo lo conozco por fotos y lo busque en wikipedia, ya que una vez en un comentario de una de mis historias me pidieron que escribiera de él, pero como no he visto el anime pues no me apetece escribir del chico porque no lo conozco Lol, pero por lo que mencionas que merece castigo, ha de ser tremendo jajajaja. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Amiga pobre chico a él que le gusta dormir y lo mandas a que se levante de madrugada jajaja..
    Me divierte mucho la historia y su forma de ser de él!
    Por como dice las cosas así bien al natural y bien rezongon con todos!!
    Y bueno veremos en que tantos problemas se mete con su nuevo equipo..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues es bien flojo el sinverguenza, pero con este equipo va a aprender a ser responsable y a sacerse la pinche pereza jajajaja.
      Que rico que te guste la historia, Shikamaru tiene sus fans aunque sea un vago sin remedio, y sí él no esconde lo que es ante nadie jajaja.
      Y Shikamaru no busca los problemas, los problemas lo buscan a él XD.

      Eliminar