sábado, 30 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 142; Autora Marambra

Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 30 de Abril del 2016
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Capítulo 142
Nadie curte en cuero ajeno,
pero a veces en cuerina
Autora: Marambra

  • DEJE DE LLORAR – y el grito casi le rompe el tímpano pero en vez de parar de llorar el llanto este se reavivo mucho más acucioso – PARECE UN CRIÓ QUE PERDIÓ LA MAMADERA, ¿QUE LE PASA ES UN HOMBRE O ES UN MOCOSO MAJADERO – y la estridente voz volvió a gritar cerca de su oído haciendo que sus ojos se cierren – ¿LLORA PORQUE? – le alzo el mentón para que lo mire – SE LE CAYO LA TETINA O PORQUE TIENE EL CULO MEADO?…CONTESTE – agrego y Lex hizo un esfuerzo titánico para no llorar – LE ESTOY PREGUNTANDO
  • Nooo, ags ags – se comía los mocos – no estoy llorando señor
  • YA ME LO PARECÍA, AHORA HOMBROS ERGUIDOS, CABEZA EN ALTO, BRAZOS SUELTOS, ABRA LAS PIERNAS Y QUÉDESE QUIETO MIENTRAS LE LEEN LAS NORMAS DE LA INSTITUCIÓN y las gotitas de saliva le saltaron la cara, seguro si el tipo aquel estaba resfriado, Lex se contagiaba un catarro descomunal, pues pudo verle incluso la úvula cuando le grito, un asco total que cerró los ojos

Y apenas empezaba el primer día de aquel mes que sus padres anunciaron sería el tiempo que se quedaría allá y no vendrían a verlo la primera semana por sugerencia del psicólogo que lo había evaluado para adaptarse al estilo de vida que ahora llevaría, todo sobre la marcha, todo a gritos, todo con horas, todo perfecto, había un tiempo para todo, desde lo más básico como el hecho de levantarse comer mear, cagar, dormir (siendo groseros), hasta lo más complicado obedecer, obedecer, obedecer, obedecer y no fallar, realmente complicado sobre todo cuando estas acostumbrado a dormir hasta las quinientas como él y ahora debía madrugar a trotar cuando tocaba o ayudar en la cocina cuando volvía a tocar y ninguna de las dos opciones le gustaba, así que debía decirle adiós a montar, ir al río, treparse a los árboles, escaparse por las tardes para ir a ver a sus amigos, faltar al instituto e ir a pirañear (coquetear) a la plaza a otras chicas o quedarse tardes enteras de arrumacos con la Inmaculada de Marcelita… todo aquello empezaba a ser historia para él y ahora incluso debía vestir un horripilante uniforme estilo ratón plomo con un número impreso en la espalda, la numeración variaba de color según la misteriosa clasificación de los cerebros maquiavélicos que dirigían aquel terrorífico lugar, todo aquello le recordaba a fragmentos de la lista de Schlinder que leyó en el colegio, como un gueto.

  • Rwasss alguien blandió en el aire la vara antes de estampillarla en su trasero seguido por un grito que lo dejo sordo y no tuvo ni opción a quejarse en voz alta solo gemir y dejar caer un manantial de lágrimas por su cara – SE LE HA PREGUNTADO SI ENTENDIÓ O NO LAS NORMAS DE LA INSTITUCIÓN – el mismo hombre aquel uniformado de azul volvió a gritarle en la cara apoyando en su mentón el extremo distal del macabro instrumento aquel y él solo atino a asentir con la cabeza sin entender ni un ápice de lo leído en su habitación – ESPERO POR SU BIEN QUE ASÍ SEA

Y Alexander contuvo la respiración, aun no podía creerlo… todavía no lo había asimilado, no podía creer que sus padres lo hayan internado allá, pese a sus ruegos, sus lágrimas, sus suplicas, sus juramentos de ser niño bueno estilo manual de los cortapalos, y sobre todo incluso pese a la promesa cumplida por parte de Yhanku quien intercedió por él como se lo había dicho; todo fue tan traumático, tan intenso que aún le temblaban las manos de la impresión; tras la reprimenda física de su padre y la verbal de su madre que parecía no tener intensión de terminar Illien había ingresado diciéndole a mamá que su marido estaba mal…

  • DOÑA CLAAARA, DOÑA CLARA, DOÑITA…. don Rubén está muy mal, la manda llamar, no para el sangrado de su nariz y la cabeza le está explotando

Aquellas palabra calaron la consciencia de Lex, a papá seguro le dio una embolia y el resto de aquel intercambio de palabras se perdió en el eco de su propio llanto, solo vio a su madre salir corriendo diciéndole algo a Illien algo como que lo vigile, y eso hizo, apenas Clara desapareció Illien entro a su alcoba y lo vio derrumbarse, Lex se tiro en la cama patéticamente rumiando su culpa hasta que Yhanku e Iván subieron a ver qué sucedió, y pese a las promesas de este, sus suplicas no fueron oídas, él no vio a su padre regresar del hospital porque directo se fue a su alcoba y se puso a descansar, bastante tarde por cierto; Adela sirvió la cena mucho antes de que ambos llegaran y por ende ya no tuvo oportunidad de hablar con ellos, pero pese a este pequeño detalle Yhanku cumplió su palabra pero…. No sirvió de nada, a la mañana siguiente fue prácticamente arrastrado a aquel lugar

  • YAAAA…. ALEXANDER – entro su madre a la alcoba y le levanto las sábanas, apenas eran las 5 y 30 de la mañana –  ARRIBA, ARRIBA, YA ES HORA – empezó a aplaudir, una original forma de sacarlo de la cama

Alexander se sentó aturdido en su cama bostezando mirando soñoliento a su madre alistar el pequeño maletín con su ropa 5 mudas completas incluidos pijamas, medias, ropa interior y calzados

  • Ve a bañarte Alexander, pero bañarte bien, voy a revisar tus orejas, pero no vayas a orinar todavía ¿bueno? – le hablo con voz pausada
  • ¿Por qué mama?
  • Porque iremos al médico – y no dijo nada más

Y a él no le quedó otra que obedecer, bañarse lo despertó del todo, no solo físicamente sino mentalmente y aquello le dio la perspectiva de su nueva condición y estatus, estaba en calidad de reo enjuiciado y a punto de ser ingresado a una institución donde cumplir condena, no supo cuando tiempo paso dentro del baño pero debió ser bastante pues alguien le toco con los nudillos  apurándolo

  • Apúrate Alexander, vamos con atraso ya – era papá que hablo pausado como sin animo a nada con voz neutra, cansada, triste incluso, o era su impresión?, después de todo día antes por poco lo mando a la tumba – ¿te has bañado bien? – preguntó amablemente?, mientras le pasaba su ropa para que se vista ya no más y el asintió con la cabeza, no podía hablar a su padre se sentía muy avergonzado – Bueno, vamos entonces – cogiéndolo del cuello lo encamino de nuevo al baño donde se lavó las manos antes de sacar un envase del bolsillo – ¿no orinaste no?
  • No… pero tengo ganas – contesto subiéndose la ropa debajo de la toalla
  • Bien, deja la toalla… apura – agrego para que no se retrase quitándole ya no más la tolla sin darle tiempo a nada – ¿Ves este frasquito? vas a hacer pis en el, así que apúrate, que tenemos poco tiempo – miro su reloj, empujándolo al borde de la taza abriendo el frasco estéril – pero no quiero todo el orín, es para llevar al médico así que debe ser una muestra sin contaminar – le informo –  confío en que te bañaste a consciencia no por aquí paso mi tía Catita – ironizo recordando que a veces los adolescentes solo se mojan acercándose a mirarle el pelo como si de un simio se tratara y acicala a su cría quitándole los piojos
  • Papá ¿qué haces? – pregunto un poco con temor y sorpresa, su padre estaba actuando medio raro
  • Reviso si estas limpio – agrego rompiendo el envoltorio del frasco estéril antes de abrirlo– ¿te llevare al médico y no querrás pasar bochornos verdad? – agrego
  • Si, lo hice bien – respondió rendido y preocupado eso de ir al médico le daba mala espina por un lado y por otra lo tranquilizaba, ir al médico no era lo mismo que ir a SENDA AZUL o sí?
  • Bueno entonces no hay de qué preocuparse, toma – le entrego el frasco – lleva todo atrás, así no contaminamos nada… – y Lex lo miro con los ojos asombrados sin entender la orden – vamoooos, apura – ordeno esperando que lo haga sin conseguir que lo haga claro, al final fastidiado pregunto – ¿a qué esperas? ¿Invitación?
  • NOOO – respondió apurado no queriendo enojar a su padre que ya fruncía el ceño – será que puedes salirte del baño primero? – pregunto con congoja, sin querer mirarle a la cara  y  sin coger el frasco y en vez de eso alzo la polera limpia que le dejo mamá
  • NO – fue un no rotundo e hizo una pausa alver la cara de aflicción de su hijo y decidió darle una medio explicación – no me voy a ir, así que apura, que se  contamina el frasco – cerro de el
  • Es que no puedo hacerlo contigo delante… ME DA COOOOSAS – y torció el hocico a un lado no enfadado sino incomodo cruzándose de brazos tras terminar de colocarse la ropa, y Rubén al ver que el crio no se movería de ahí y no obedecería sentencio
  • ¡Mira Alexander! IRA ALEXANDER – exhalo aire inflando un poco las mejillas, como si soplara un globo – la cosa es simple – siguió en lo suyo y se apoyó al borde del lavamanos y le golpeteo el mentón hacia arriba para que los mire – O lo ¡haces aquí conmigo por propia voluntad o…
  • Papá TE dará una paliza y yo también – contesto Clara que entro a ver si habían terminado. Y su padre lo miro impaciente, él no quería renegar, discutir o pensar siquiera en pelear, sin embargo estaba ahí haciendo justo esto, porque Lex estaba dando su cuotita de nada para mandar a su padre al hospital
  • NO, no voy a darle una paliza – le respondió a Clara y Lex lo miro extrañado y Rubén le clavo sus ojos como diciendo MODÉRATE ALEXANDER, NO ME PROVOQUES, NO QUIERO PELEAR, NO ESTOY EN SON DE GUERRA, POR LO MENOS NO AHORA – te llevare al médico y te tomaran la muestra alla con una sonda, como hicieron con Iván cuando le diste una patada en los testículos – Lex abrió la boca para decir algo pero la cerro de golpe – así que, ¿qué  prefieres? – se cruzó de  brazos mientras Lex desviando la mirada a un lado quitándole el frasquito contesto
  • Ya lo hago yo – y Clara satisfecha abandono el dormitorio dejándolos en completa privacidad
  • Me alegra, ahora haz lo que te dije retrae todo atrás y solo orinas un chorro en la taza te aguantas un poco – le explicaba Rubén sin inmutarse del sonrojo de su hijo, no estaba para perder el tiempo en rubores que no venían al caso solo repetía lo que le explicaron en el laboratorio – y orinas el resto aquí – le mostro hasta donde – no necesitas llenarlo ni hacer chorrear, luego me lo pasas – pero Lex no podía orinar y decidió rogar
  • PAAAPI, POR FAVOOOOR no puedo hacer pis contigo delante – se quejó por falta de intimidad – salite un ratito, solo un ratito por favooor – pero a papa le valió rábano
  • Ya te lo dije – enfatizo la frase elevando un índice al aire – o lo haces en mi delante o lo haces delante del médico
  • Por favor, en serio no puedo hacer pis estando tu aquí conmigo
  • NO Alexander, no insistas que no me voy a ir de aquí y no pierdas más el tiempo por favor – miro su reloj – estamos sobre hora… solo quiero estar presente para que no contamines la muestra nada más, es importante hacerlo bien – y le paso el recipiente con la tapa abierta ya – me doy la vuelta pero no me salgo – agrego
  • Pero de verdad no puedo hacer pisRubén abrió el grifo del lavamanos y Lex orino automáticamente con el ruido haciendo lo que su padre le dijo como un niño de dos que cuando le dicen pissshhhhhh el hace pis riendo
  • ¿Ves?... que fácil

No, no fue fácil… nada de lo que paso aquel día ni lo que estaba pasando era fácil, fácil simplemente fue meterse en líos gratis por sus supuestos amigos; tras aquella toma de muestra de orina que su padre simplemente rotulo con puño y letra lo apuro para terminar de vestirse, vamos que era como arrear a una mula y la impaciencia estaba sumando puntos en el hígado de Rubén que vesícula ya no había por obra del médico y gracia de Iván; y así sin desayunar nada fue llevado junto con su madre a un centro médico, allá tras examinarlo, cortarle un mechon de pelo de raíz y enviarlo a tomar una muestra de sangre, fue evaluado físicamente y luego con el psicólogo y fue ahí, que se entero de que se trataba todo aquello, bueno enterarse en realidad del tiempo de su condena

  • Bueno – dijo el loquero aquel – hagamos un repaso de los hechos Alexander – le sonrió con una falsa amabilidad y Lex lo sabía – tus padres dicen que te has faltado de clases por más de 10 días en el instituto – recalco mirando sus anotaciones – ¿es eso cierto?
  • Bueno si – contesto titubeante, pero decidió ser sincero en eso – pero no fue de corrido – le pareció importante hacer aquella aclaración
  • ¿Como es eso?
  • Que unos días iba otros no, algunas clases si pase, la mayoría – y miro a su padre de soslayo queriendo adivinar que le cruzaba por su mente y lo vio tomarse una pastillita recibiendo el mismo un vasito de agua desechable de la consulta, ¿estaría sintiéndose mal papá? – solo cuando estaba aburrido abandonaba el aula – bajo la vista avergonzado a ver fruncir el ceño de su madre
  • Por lo visto eso era siempre ¿no Alexander?
  • ¿Qué cosa?
  • El aburrirte de pasar clases
  • No, no siempre – agrego incomodo retorciéndose en la silla queriendo huir de aquel lugar – si a mí me gusta ir a clases… solo queeee – y la explicación quedo en el aire y decidió irse por la tangente –  yo diría más bien que soy constante, y me gusta química por ejemplo, pero lenguaje no aunque siempre hago mi tarea…– respondió a la defensiva total– no bien pero la hago
  • Aquí dice lo contrario, esta es la cartilla de clases de tu instituto – alzo un papel – solo vamos a ver los días de clase ni siquiera tu rendimiento – y Lex se fijo en un papel membretado familiar, preguntándose de dónde, cómo y cuándo se hicieron con aquello, y el psicólogo continuo – como te decía… de 10 días de clases hay una mínima, ni siquiera media… una mínima de 3 clases seguidas, eso significa que solo 3 veces fuiste a clases y te diste toda una semana de descanso, perdón, descanso no, sino una pausa por aburrimiento  – y clavando un nuevo clavo en su cruz pregunto – ¿eso te parece ser constante?, continuo en tus actividades? – le pregunto elevando una ceja y Lex se mordió el labio de un lado en franco estado de estrés, es más, él era un puro nervio – no vas a contestar porque es cierto ¿verdad? – y Lex sintió hundirse en su silla, aquello era del terror, aquel hombre estaba desmenuzando su vida en laminas
  • Yoooo – solo atino a balbucear
  • ¡Tú qué!… Alexander – al fin hablo su padre, pues desde que ingresaran a la movilidad no dijo absolutamente nada, pero ahora que se enteraba de todo aquello y la vergüenza lo invadía decidió intervenir – ¿todavía vas a negar que te has estado riendo de nosotros? – había rabia y dolor en sus palabras, que denotaban nada más que el estado en que todo padre seguro se pone ante semejante descubrimiento – ¡MINTIÉNDONOS!
  • ESO NO ES CIERTO, YOOO, YO NO MENTÍ, NO MENTIII – reclamo acalorado
  • Y VUELVES A HACERLO, VUELVES A MENTIR, NO ERES MÁS QUE UN GRANDÍSIMO MENTIROSO, ACOSTUMBRADO A VERME LAS CARAS – y Lex se hizo chiquitito, chiquitito en su asiento, aplastado por las palabras de su padre – UN MENTIROSO Y MAÑOSO, ESO ES LO QUE ERES, porque todo el que miente: miente porque oculta algo, no solo la verdad sino una mala acción y tú te llevaste la flor de las malas acciones – y se las enumero con los dedos en el aire – SALIR DE LA CASA DICIENDO QUE VAS AL INSTITUTO Y SOLO ASISTISTE A 3 CLASES, DECIR QUE VAS AL ORFANATO Y SOLO DIOS SABE HASTA AHORA A DONDE MIERDA IRÍAS – para ese instante ya perdió las formas y me importaba un cacahuate el dichoso psicólogo aquel presente – PERO NO ES NECESARIO ADIVINAR ¿VERDAD? PORQUE SEGURO TE FALTASTE PARA IR A FUMARTE ESA HUEVADA Y TODAVÍA TIENES LA BRILLANTE OCURRENCIA DE VENIR A PLANTAR ESA… ESA…. ESA COSA EN LA HACIENDA SEGURO PARA VENDERLA – y lo miro furioso – como si necesitaras dinero para comer o vestir o pernoctar de noche – hizo una larga pausa mientras Lex trataba de retirar su mirada del rostro cansado de su abuelo – padre, después de todo tenía mucha razón – yo nunca te hice faltar nada, desde que naciste nunca, jamás te hice faltar algo como para que ahora me salgas chueco… habiloso para triquiñuelas como esas, o estas muriendo de hambre para vender eso? – pregunto enojado – ¿dime? Dime delante de este señor – apunto al psicólogo – que no tienes ni para el pan de la mañana para que tengas que plantar esa mierda en mi casa, ¡VAMOS! ATRÉVETE A DECIRME QUE TE HAGO FALTAR ALGO COMO PARA QUE TE DEDIQUES AL NEGOCITO entrecomillo la frase – y complicarnos a todos la vida, para que luego la gente piense que yo cago plata por el narcotráfico – y Clara le apretó la mano y Rubén se calló mordiéndose la boca del enfado, mientras el psicólogo quería ver que hacia Lex ahora
  • Yo solo quería que ellos me hablaran de nuevo, que sean mis amigos – se justificó nuevamente, porque durante aquella entrevista que duro más de dos horas, cada quien tuvo tiempo de contar el problemas confrontando las caras de la verdad y de la mentira, pero tanto para su madre como para su padre aquello no era más que una simple escusa
  • ¡O SEA LA PALABRA DE UNA TROPA DE GRANDÍSIMOS MOCOSOS VALE MÁS QUE LA DE NOSOTROS!afirmaron al unísono tanto Rubén como Clara como revotados por un resorte ante la aclaración de su hijo – ¿¿¿LA ACEPTACIÓN DE UNA PUNTA DE PITILLEROS VALE MÁS QUE LA DE NOSOTROS??? – y Lex se quedó callado
  • ¿No vas a responder? – Empujo el psicólogo, Lex iba de decir algo y su padre le salió con otra sin respuesta
  • ¿POR QUÉ? – y claro Lex no respondió – ¿será porque nosotros no te ofrecemos una YEGUA PARA MONTARTE? – aquello le estaba picando la lengua desde que leyó el texto ese – ¿QUE CREES QUE ESTAS HACIENDO?...NO TE DAS CUENTA ACASO DE LO RUIN QUE LLEGA A SER ESA PERSONA QUE TE OFRECE A ALGUIEN PARA MONTARLA... ¿A CAMBIO DE QUE? – lo agarro del mentón – DIME, ¿A CAMBIO DE QUE?... ¿DE FUMARTE PORROS?... ¿DE PLANTARLO EN EL JARDÍN?, ¿Y MAÑANA QUE?... ¿MATAR A ALGUIEN? Y TODO PORQUE!... ¿POR MONTARTE UNA YEGUA??? – y se medió inclino sobre su asiento en una claro signo de pararse, pero al final no lo hizo aguantándose las ganas hasta casi el final y todo porque Clara le puso una mano sobre la suya, porque estaba seguro que de hacerlo no se mediría y le daría a Lex una tunda delante el loquerito aquel –  ¿CUANDO ME HAS OÍDO HABLAR O EXPRESARME ASÍ DE TU MADRE O DE CUALQUIER MUJER? – lo agarro del mentón girándole la cara para verle los ojos – AUNQUE ALGUNAS SE MEREZCAN TODOS LOS INSULTOS DE LA TIERRA
  • Papaaaa – gimió dolido, eran demasiados en contra suya – por favooor – ya las lagrimillas brillaban en las pestañas – discúlpame sé que la he cagado, sé que la he jodido toda pero no sigas enojado conmiiiiigo, por favoooor… – aquellas palabras venían a ser la única cosa sincera que su padre creyó llegar a oír hasta ahora desde que empezaran a confrontarse en aquella consulta
  • ¿y tú de verdad crees que esto se soluciona con una simple disculpa?– y espero que responda, pero aquella era una pregunta sin respuesta, algo así como el que calla otorga – ¡NO! ¿No es cierto?... no se soluciona con una disculpa, se soluciona con disciplina, con aprender normas, con aprende a respetar y respetarse con aprender a saber decir NO – y bajo la voz, él también se sentía afectado – con aprender a diferenciar quien TE AMA BIEN Y TU BIEN y quien quiere hundirte en el fango, algo que no voy a permitir y luego hizo una pausa sintiendo una opresión en el pecho – y como al parecer lo que hicimos contigo, los consejos que te damos, las normas que te imponemos, no son suficientes y no son lo suficientemente claras pues nos vemos en la obligación de corregir nuestro error – y le puso los manos sobre los hombros – y la única forma es dejarte internado aquí por un mes como mínimo hasta que nosotros estemos convencidos de que realmente fue una travesura y que cambiaste; mientras no suceda eso, tu permanecerás aquí hasta que los psicólogos lo dispongan…

Aquello era una clara sentencia de muerte…. Un mes lejos de casa, lejos de los suyos en un lugar desconocido, ajeno a sus costumbres y sus comodidades… y el corazón empezó a acelerarse y el pulso se le lleno hasta en los pulpejos, podría jurar que sus dedos latían, la boca se le cerro y casi la garganta, respiraba con dificultad, estaba frente a un inminente ataque de pánico y lo sabía, las paredes del consultorio aquel empezaban a cerrarse lo mismo que sus cuerdas bucales, quería gritar, quería suplicar, quería levantarse de aquella silla y abrir la puerta de ese habitáculo y no podía, era como si se hubiese quedado pegado al asiento aquel, con el cuerpo tremendamente pesado y solo veía gesticular a su padre y su madre firmando papeles y papeles delante suyo sin que se den cuenta del shock en que estaba, pues en mala hora su garganta le jugó una mala, muy mala pasada y de algún rincón de su cuerpo o de su alma quizás le salió la voz cuando aquel par de guardias entraron por una puerta camuflada y lo agarraron de los brazos, reduciéndolo como un pequeño delincuente y empezaron a llevarlo a rastras a lo largo de un pasillo blanco e interminable y empezó a gritar, a pedir perdón, a pedir clemencia ante la impasibilidad de sus padres que solo apretaron la mano del psicólogo como si cerraran un mafioso trato.

  • NOOOOOOOOOO PAPAAAAAAAAAAA – su voz se rompió en el eco de aquel pasillo ensordeciendo sus tímpanos – POR FAVOOOOOR, POR FAVOOOOOR, DÉJENME SALIIIIR – sus pies patinaban en las baldosas blancas de aquel lugar que olía a lúgubre viendo a sus padres hacerse pequeñitos enla distancia pues dejaron las puertas del pasillo abiertas de par en par  – DÉJENME SALIIIIIR, NO ME DEEEEEJEN NO ME DEJEEEEEEN, PAAAAPAAAAAAAAAAAAAA PAPAAAAAAAA………. CREEEME NO VOY A VOLVER A HACERTE RENEGAAAAR, NO VOY A VOLVER A PORTARMEEE MAAAAAL, POR FAVOOOR, CREEEEME, CREEEME

Y seguía gritando, seguía llorando, el sudor resbalada su frente, su voz se rasgaba, sus manos estaban mojadas como todo su cuerpo, estaba bañado en un charco de sudor y el estrés relajo sus esfínteres llegando incluso a orinarse, algo totalmente bochornoso, sintió el calor del orín escurrirse por su pantalón y mojar sus calzados, ¡qué sensación más desagradable!, el calor que emanaba el líquido aquel expelido por su cuerpo le supo extraño, incómodo y humillante humedeciendo la piel de su pubis y abdomen bajo.

  • AAHHHHHH AHHHH IVAAAAN, SAALVAAAAMEE, IVAAAAAANNN, PAPAAAAAAAA, PERDOOOOOON, PERDOOOOON
  • BUUUUUMMMMM – sonó la puerta y una luz resplandeciente le cegó los ojos, se desmayó. O eso creyó él
  • SHUUUUUU, SHUUUUU, CALMA MI HIJO, CAAAALMA, ES UN MAL SUEÑO, MI PRINCIPITO, ES UN MAL SUEÑO – y lo abrazo posesivamente, besando su sudorosa frente, humedeciendo su rostro con un poco de agua vertida a una polera tirada en el suelo, al parecer Alexander no estaba soñando sino viviendo una horrible pesadilla

Rubén se despertó con los gritos y se llevó un susto de muerte, abrir la puerta y verlo sentado gritando acelero sus pasos, Alexander acababa de tener una angustiante experiencia nocturna… que tenía mucho que ver con su amenaza, pero aún no lo sabía, solo sabía que tenía que calmarlo

  • Calma cielo – le susurraba al oído, preocupado, el de los terrores nocturnos ocasionales era Iván, no Lex, que paso con su hijo?, pensaba dándose cuenta que el muchacho se orino en la cama, mientras Lex temblaba en su abrazo aun abriendo y cerrando los ojos enfocando su habitación, y reconoció su ropa, y a su padre en pijamas, estaba en casa, nadie lo llevo a ninguna parte
  • Noooo me lleeevas allaaaa, por favoooor, por favoooor, de verdad no voy a volverte a hacer renegar, no voy a  volver a portarme mal… –  alzo sus rojos ojos mirando a su padre asustado

Y Rubén y Clara lo mecieron en su regazo, Alexander tenía los ojos hinchados de tanto llorar, definitivamente había sido un día horrible y Lex volvió a abrazarse a su padre

  • No voy… no voy AGS AGS AGS – gemía consternado de lo sucedido –  no voy a volver a buscarlos, lo juro, pero no me llevas allá – rogo asustado como una ardilla y su padre entendió que el muchacho no dormiría ni se calmaría si no le decía algo
  • Escúchame Alexander… vamos a ir al médico, haremos unos laboratorios, nos entrevistaremos con un psicólogo – y a Lex todo aquello era revivir el mal sueño que tuvo, es que fue tan real, tan real para él que definitivamente no necesitaba curtir cuero autentico para ser curtidor de pieles, suficiente fue una cuerina – pero NO VOY A DEJARTE ALLÁ, trabajaremos lo que se necesite juntos bueno? Como con Iván – lo calmo y Lex dejo por fin escurrir las últimas gotas de su llanto enfocando la puerta viendo a su par ahí parado con los ojos soñolientos siendo besado por mamá, que también se acercó a él
  • ¿Que paso porque gritaste? – hablo Iván frotándose los ojos mirado la cara fúnebre de su hermano, todo mojado, sudado pero fue interrumpido por su madre que decidió aclara un asunto con Lex
  • No haremos nada contra tu voluntad – se acercó a abrazar a Iván que bostezaba y bostezaba – pero debes colaborar – y a Lex eso le pareció demás, el estaba dispuesto a todo con tal de que no lo encierren –  ¿no quiero más mentiras entendido? Ni llamar a esos chicos – y él se hundió en el hueco del abrazo de su padre que le acariciaba la espalda, y por fin mamá se sentó a su lado y le acaricio la cara besándosela – hoy el papi se ha puesto muy mal por renegar Alexander – y su padre le hizo un gesto de callarla que logro ver Alexander sintiendo una punzada de remordimiento en su corazón – así que como dijo papá vamos a trabajar juntos y tu deberás ganarte la confianza de nosotros nuevamente porque por mi parte aún está en pie el internarte – agrego mamá, creyó que era necesario hacer aquella aclaración, y un infantil puchero se dibujó en su boca – ¿Entendido? – y le apretó los cachetes del muchacho como cuando era un bebe
  • Sin llorar ¿ya? Mira que has inundado tu cama – le dijo papá sacándole la casada del pijama que estaba ya no empapado de sudor y algo de orín instándolo a ir al baño a cambiarse, mientras Iván quería ya volver a la cama; madrugar no le gustaba y debía volver a los potreros muy temprano
  • Me voy tengo mucho sueño – dijo rascándose la espalda
  • ¿Te quedas conmigo? le pregunto Lex quitándose el mojado pijama delante de todos, por alguna extraña razón le daba miedo quedarse solo y volver a soñar con aquel lugar
  • Bueno – hundió los hombros como si hablara de cualquier cosa sin importancia, pero luego mirando  las sabanas mojadas agrego – pero dormiremos en la litera – y Lex lo miro extrañado sin entender que se había orinado pese a cambiarse – pues no sé si te diste cuenta pero creo que inundaste tu cama con algo que no quiero averiguar pero supongo que te has hecho pis

Contesto jalando la litera de bajo su cama mientras mamá sacaba un par de sabanas para que se acuesten y apagaron la luz, solo que Rubén se quedó largo rato todavía parado en el quicio de la puerta observando con la tenue luz que se filtraba del pasillo a aquella alcoba a sus gemelos cerrar los ojos de cansancio y por fin empezar a dormir, una extraña paz lo invadió, en el fondo de su corazón sabía que su monito escarmentó solito sus malas acciones…


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