domingo, 19 de junio de 2016

La vida no es un sueño: Cap. 10; Autora Chany

La Vida  no es un sueño
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 19 de Junio del 2016
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Capitulo 10
 Abuelita corazón
Autora: Chany

Después de desayunar llegó Gustavo con su familia y todo se relajó más, los hermanos se fueron a prender el fuego y Gabi atendía a los más chicos, mientras los más grandes jugaban arriba. 

  • Hola Ed, perdón la demora pero tú cuñada se pone a limpiar cada vez que quiero salir – Decía Juan entrando a la casa riendo de las mañas de su mujer.
  • No me gusta volver a casa y encontrar las cosas sucias – Respondía Marta con falsa indignación mientras cada uno llevaba a una de las mellizas en brazos.
  • Tranquilo Juan que ya estamos acostumbrados a tu “puntualidad” – Gustavo venía desde el patio acompañado de Edgar y del perfume del asado que sólo él sabía preparar como su padre.
  • Hola chicos ¿cómo están? ¿Ya se está alabando de puntual mi querido esposo? Si todos saben que si llegamos a tiempo es porque lo alisto al igual que hago con Antonella y Bastián, jajaja el único que se prepara sólo en casa es Rodrigo – Decía Gabriela que llevaba a Bastián de 3 años embarrado con el tomate que estaba comiendo.
  • Jajaja qué bueno que soy el anfitrión porque cada vez que salgo con Mateo vuelvo 10 veces por las cosas que me olvido, hace cuatro meses que no llegó a tiempo a ningún lado – Ed estaba feliz extrañaba las risas de sus hermanos y cuñadas, las bromas y el ruido infantil con que sus sobrinos llenaban la casa. Los hermanos pasaron al quincho para estar cómodos y vigilar la carne mientras la mujeres prepararan las ensaladas.
  • ¿Y los chicos? – Preguntó Juan al rato de estar conversando sobre trivialidades.
  • Rodrigo esta con Ignacio, hicieron buenas migas – Ed estaba contento con la amistad que se formaba entre los chicos, sobre todo porque después de los descalabros y las metidas de pata de ambos por fin veía a Ignacio relajado y contento, como debería ser un chico de su edad.
  • Si, eso es porque son casi de la misma edad – Agregó Gustavo en un tono que a Ed le sonó a reproche.
  • Sí, bueno… se ve que mi ex esposa tenía gustos fuera de lo común – contesto sin poder evitar el tono molesto en la voz y la actitud un poco más que áspera al coger las cosas que necesitaba y menos mal Gustavo se dio cuenta
  • Heu… no te vayas por ahí, que yo no lo decía por eso – Gustavo sacudida un tenedor parrillero delante de Ed quien se dio cuenta de que había malinterpretado el comentario, tal vez porque estaba sensible y sólo bajo la cabeza ante el disgusto de su hermano mayor, después de todo, por más en desacuerdo que estuviera, Gustavo no había dejado de ayudarlo con Ignacio.
  • Mejor nos calmamos que esto es un día para disfrutar en familia – Intervino Juan – ¿y Antonella?
  • Molestando a los chicos, quiere andar detrás de su hermano y el mocoso no tiene paciencia, con eso de la adolescencia me tiene hasta la coronilla – Decía Gustavo más calmado pero con pesar por su propio comentario.
  • Pero eso no tiene nada de  malo, yo también andaba detrás de ti cuando era chico y también te molestaba – Justificó Ed para que su hermano no se enoje con su ahijadito.
  • Si me acuerdo jajaja cuando empezaste a salir con Gabi que tenías que llevar a Ed de chaperón para que no se quede llorando. Jajajajaja – comento Juan recordando aquel evento
  • Grrr. Gracias por tus aportes Juan – Ed sabía que esos recuerdos eran el inicio para desempolvar el baúl de sus anécdotas y ser objeto de burla de sus hermanos el resto del día, por suerte la carne ya estaba y el almuerzo desvió toda la atención, Rodrigo y Nacho comieron casi sin respirar como si se tratare de trapiches, sólo para poder pedir permiso y volar escaleras arriba a seguir jugando con la consola
  • Sale más barato vestirlos que darles de comer! Arrasaron con todo los chicos – decía Marta
  • Es la edad justa donde comen como adultos pero tienen la dicha del metabolismo de un niño jajajaja ya quisiera yo poder comer así sin engordar – agregó Gabi que ya estaba acostumbrada a la manera de comer de su hijo
  • Hablando de los chicos, Ed ayer me llegó el expediente completo de Ignacio de su anterior escuela, lo necesitaba por los últimos acontecimientos y tuve que apurar los tramites – dijo tratando de que sonara como si no hubiera sido nada grave, para que Ed no lo sienta como reproche, ya había notado que su hermano estaba arisco con el tema pero era importante que supiera aquello, quería ir con cautela, aunque no estaba seguro de haberlo logrado y casi no lo creo
  • ¿Qué!... ¿tan mal esta? cuestionó Juan poniendo en palabras los pensamientos de Ed.
  • Tan mal y tan bien – respondió buscando la manera de explicar aquello que hasta para él era sorprendente, conociendo a Ignacio como lo conocía, claro que le daba el beneficio de la duda porque tampoco es que lo conozca de toda la vida – Es como si me mandarán los expedientes de dos chicos, es más, casi llamo a la escuela para ver que no haya un error – agrego prefiriendo decir aquello a decir que realmente lo hizo para comprobar que no se equivocaron – El expediente académico me sorprendió, Ignacio tiene un promedio de 9,85, ¿te imaginas eso? – le pregunto aun asombrado, tenía que admitir que el chico era brillante – y sólo porque no lo favorece la nota de gimnasia sino sería perfecto – y Ed sintió algo grato en el corazón: “orgullo”, no sabía porque, pero se sentía así y se imagino que su pequeño bebé, porque legalmente era suyo, haya heredado ese coeficiente intelectual o por lo menos el amor al estudio que tenia Ignacio, ¿¡quien lo iba a decir!? – La verdad me impresionó mucho el muchacho – tuvo que admitir Gustavo para gusto de Ed – y hable con sus profesores de química y lengua española que son los únicos que lo evaluaron el lunes y esta bastante adelantado en los temas, la verdad que es una lástima que tenga que esperar a que sus compañeros lleguen a su nivel
  • Y donde radica lo malo entonces – preguntaron Juan y Edgar, es que claro con un promedio como ese, ¿pues donde estaba el error?
  • En el expediente de su conducta – respondió Gustavo tras un suspiro y dando un sorbo largo a la bebida que tenía en la mano, no podía evitar manifestar su desagrado – tuvo problemas que van desde no respetar el uniforme, pasando por faltar el respeto a los profesores hasta cosas como daño en propiedad de la escuela – dijo haciendo una mueca de disgusto y Ed se quedo callado, eso es algo que ningún padre quiere oír, pero bueno – si hasta le prendió fuego a preceptoría arruinando archivos de notas cuando con eso el no tiene problemas – eso era los sorprendente de este asunto – sabes Ed, hizo cosas bastante graves que rozan la delincuencia y si no lo expulsaron es por sus notas y por los repentinos y generosos donativos de su padre después de cada trastada hecha – y aquello sonó a sutil advertencia, algo así como: tienes un pequeño delincuente en casa – y esto lo sé porque conozco al celador de la institución que me trajo los papeles, que me contó otras cosas además
  • ¿Tanto gana un juez como para “asegurar” que no expulsen a su hijo? – pregunto Juan
  • Uno oficialista sí – respondió Gustavo – pero además el tipo no es cualquiera, Moraga es uno de los herederos de Fleminton, es una empresa millonaria. Y la verdad que este dato me preocupa un poco, me hace pensar que en realidad no sabemos mucho del chico – eso era verdad y Ed lo sabía, no conocía casi nada del chico y su vida pasada y lo poco que sabía era algo en lo que no quería pensar como los cuernos que adornaban su cabeza hace unos meses.
  • Si… nos vamos conociendo de a poco – respondió Ed sin saber que más decir, no se arrepentía de tener a Ignacio ahí y no quería pensar mucho las cosas por temor a que de tanto “razonar” se termine arrepintiendo.
  • Espero que sepas lo que estás haciendo – Gustavo tenía la manía de cuestionar todo en especial las decisiones de Ed a quien todavía veía como el hermanito al cual cuidar, pero eso no era del agrado para el menor que estaba a punto de responderle una fresca a su hermano pero lo salvó la campaña

El timbre de la casa empezó a sonar con insistencia y el dueño de casa sintió que su paz podía sufrir un nuevo arrebato, últimamente cuando ese sonido llegaba sin ser invitado de seguro traía malas noticias.
Mientras Nacho estaba de nuevo en su cuarto contando a Rodri lo sucedido ese día y los anteriores ya que no se veían desde el día de la pelea, claro que no relataba con muchos detalles, no iba a admitir los pormenores escabrosos. Después de almorzar los adultos se quedaron conversando y ellos aprovecharon para seguí jugando pero de repente se escucharon muchas voces en la planta baja.

Riiiinn. Ed fue a abrir pensando en que tal vez buscando un sonido más armonioso al timbre no sería tan molesto atender a quien buscaba, de todas maneras no le agradaban mucho las visitas inesperadas pero esta vez apenas abrió la puerta se llenó de alegría.

  • ¡¡ MAMÁ !! – grito Ed sorprendido con la inesperada llegada de su madre y su padre – mamita ¿como estas? que sorpresa!! Como no avisaron que venían – reprocho con cariño
  • Jajaja – rio la mujer cogiéndolo de las mejillas – hijo si avisábamos no sería sorpresa – Lucí era una mujer que de sólo verla daba paz y tenía un caminar lento por lo años – ¿Y los demás? – pregunto segura de pillar a sus hijos ahí, después de todo algunas cosas recordaba su madre, entre ellas que los sábados eran sagrados para los hermanos, y realmente fue acertado que reúnan de nuevo, sino se hubiese visto en un aprieto buscando un pretexto
  • En el quincho pasen… Hola papá ¡pasa! – dijo recibiendo las maletas saludando a su padre que venía detrás. Cuando Gustavo y Juan vieron a su madre parecían niños, cuatro años hacia que no la veían.
  • ¿Y mis nietos? – pregunto después de saludar a sus hijos, las nueras les presentaron a Mateo, las mellis y Bastián  a quienes no conocía pero dormían repartidos en dos cunas portátiles en el quincho para estar a la vista y Antonella hablaba a mil por hora contándole cosas sobre ellos.

Después de ver a los bebes decidieron que era hora de ingresar al interior de la estancia, total ya eran casi las seis y perecía que iba a llover y fue cuando se encontraron con Rodrigo y Nacho que bajaron atraídos por los ruidos.

  • ABUELITA… ¡hola! – dijo Rodri que tampoco la veía desde que era un niñito, y Nacho no sabía qué hacer. Con la alegría Ed no le había advertido, ni recordó que sus padres no sabían nada de la actual situación. La madre de Ed abrazo a Rodrigo y con total naturalidad a Nacho también, él no sabía qué hacer, sólo correspondió el saludo y miró a Ed sin entender nada
  • ¿Estos también son mis nietos? Que lindos ¿cómo se llaman? – dijo la mujer y Rodri contesto.
  • Yo soy Rodrigo abuela, el hijo de Gustavo – dijo sin sorprenderse que su abuela no lo reconozca y eso desconcertó más a Ignacio.
  • ¿Y tú eres el hijito de Ed no? Mira viejo uno de tus nietos sacó tus ojos y los de Edgarcito – le decía contenta a su esposo resaltando aquel rasgo tan similar, una irónica coincidencia y Nacho alucinaba como podía esta mujer no saber cuántos nietos tiene – ¿cómo te llamas?
  • He Na… he… Ignacio – todos miraban con cara de espanto y en ese momento Paul agarró a Edgar del brazo y lo apartó a la cocina.
  • ¿Ed quien es ese chico? – pregunto entre el enfado y la alegría de un nieto varón grande – Más vale que no me hayas estado escondiendo un nieto Edgar porque ahí si…
  • No es mi hijo papá – contesto Edgar – ese muchachito es el padre biológico de Mateo y está viviendo conmigo, me estoy haciendo cargo de él porque sus padres lo abandonaron – Ed soltó todo de una sola vez porque si paraba no sabía si sería capaz de enfrentar a su padre.
  • ¿En qué carajos estas metido? – pregunto de pronto asombrado – ¡MIERDA!... hay que alejar a tu mamá de ese chico antes que hable de más – y Paul salió de la cocina y disimuladamente mandó a los chicos arriba y convenció a sus nueras de salir a comprar con su esposa al mercado donde sabía que iban a demorar con el pretexto de conseguir ingredientes para una cena especial las mujeres conociendo la situación colaboraron
  • ¿¿Me están diciendo que ustedes dos sabían en lo que andaba su hermano y no fueron capaces de decir nada?? – Paul destilaba fuego cuando le contaron toda la historia que le estaban escondiendo.
  • Papá perdón pero no era algo que podíamos hablar por teléfono y sabíamos que estabas ocupado con mamá –  dijo Gustavo, de pronto el director, el abogado y el profesor no eran más que críos rindiendo cuentas a papá.
  • ESO SI QUE NO – dijo alzando una mano – no se te ocurra poner a tu madre de pretexto – advirtió aquel hombre canoso parándose en toda su estatura – ella lleva años enferma y eso nunca me impidió ocuparme de ustedes así que dejen la pendejada y me dicen ¿por qué carajo me esconden cosas como estas?
  • Yo se los pedí papá, somos adultos y ellos no se tienen que meter en mis cosas – dijo Ed ofendido de que su padre hable como si él fuera un mocoso al que los hermanos mayores tienen que cuidar.
  • ¿Adultos?... desde cuando los adultos esconden cosas como niños? – cuestiono su padre mirando fijamente a Edgar, como si quisiera hurgar en su alma  
  • No es eso – dijo Edgar – simplemente tome decisiones un poco precipitadas papi – contesto usando ese papi como en el viejos tiempos y Paul sonrió ante eso, le gustaba que sus hijos lo mimen un poco – no es falta de confianza o no, es simplemente que aun yo mismo no se qué terreno estoy pisando y sinceramente creí que no respetarían mis decisiones
  • No confundas Edgar, yo respeto tus decisiones, es más.. si hubieras tenido la decencia de no mentirme seguramente te hubiera ayudadoque soy abogado hijo, no peluquero algo de leyes se y todavía me acuerdo – agrego ofendido – pero lo que más me duele, es que no me tengas confianza… ¿o es que alguna vez te he fallado Edgar? – pregunto papá con voz cansada pero no aguanto la tentación e hizo lo que hacía cuando sus hijos eran críos y los estaba llamando la atención…jalarle la oreja pero esta vez con mayor fuerza que cuando era un niño
  • ¡Auuu papá!... está bien, está bien, lo siento usted tiene razón, perdón – Ed sentía que la oreja se le iba a desprender en cualquier momento, no recordaba una presión así desde que su papá lo sacó de esa fiesta prohibida a los 17 años. Por fin su padre lo soltó, se sobó con ganas, con la cara roja, al darse cuenta de su error y Juan, que hasta ese momento se había mantenido callado por prudencia, lo abrazó como cuando era pequeño y papá lo sonaba
  • Vamos a calmarnos, ¿si? – dijo de pronto su padre procurando no mirar a su hijo, vamos era su hijo y era adulto, le debía respeto también, no podía tratarlo así – pensaba quedarme acá porque Juan vive en departamento y son muchas escaleras para su madre y los ascensores le hacen mal y Gustavo tiene a sus dos cuñados en casa pero mejor busco un hotel hasta que arreglemos la casa que tienen unas filtraciones porque ya nos quedamos definitivamente –  la cara de los tres hermanos se iluminó por la noticia, pero a Ed no le gustó que se fueran a un hotel.
  • Se pueden quedar acá papá, tengo el cuarto de invitados en la planta baja y mamá conoce la casa, van a estar más cómodos.
  • Si papá en un hotel mamá se puede confundir y además no sabemos cuánto tiempo pueden tardar en arreglar todo el desperfecto – Agrego Juan.
  • Si… además, es un gasto innecesario. Además acá es más cómodo para que todos ayudemos con mamá y la veamos más, todos sabemos porque decidieron mudarse acá, la enfermedad de mamá ya lleva demasiados años – Dijo Gustavo poniéndose  un poco triste al pensar en eso.
  • Ed tu mamá sólo sabe que Estrella se fue – dijo girando a verlo mientras abrazabaa su hijo mayor al notar su tristeza – aunque a veces se le olvida y ahora cree que tienes dos hijos, si ese chico la contradice le puede hacer daño, no tiene que tener disgustos por favor
  • Yo voy a hablar con él pero por favor no se vayan de verdad los necesito acá – dijo Ed

Paul aceptó de buena gana, después de todo vino a ver a sus hijos y a disfrutar de sus nietos, así que dejó aquel asunto en manos de Ed, total, era él quien tenía que hablar con Ignacio al respecto, charla que se sostuvo en el despacho después de que se lo presentó.


  • Mi mamá tiene mal de Alzheimer por eso no sabe quiénes son sus nietos, así como es probable que en un rato te confunda conmigo o a mí con mi padre… esta enfermedad les da un promedio de diez años de vida desde que comienza y mi madre lleva seis ya – los ojos de Ed se llenaban de lágrimas a medida que hablaba – lo importante en este momento es que no se la contradiga y así evitar ponerla nerviosa o que se deprima, por eso necesito que si ella cree que eres su nieto la llames abuela, si ella te confunde conmigo la llames mamá y si te pregunta quién eres no le digas la verdad porque puede ser muy doloroso para ella y le sube la presión, ¿lo entiendes?
  • Ó sea ¿qué le tengo que decir abuela? – pregunto Nacho como si a Ed se le hubiera zafado un tornillo – ¡No Ed!, tus hermanos ya me miran mal por vivir acá… si hago eso va a ser peor
  • Lo entienden Ignacio – respondió – esto también es importante para ellos… se trata de nuestra madreagrego como una suplica
  • ¡Oh!... “lo entienden” – como de costumbre la poca habilidad de Ed para hablar con aquel muchacho hizo que tergiverse sus palabras – y como les importa a tus hermanos, ahora tengo que jugar a la familia feliz mientras que hasta el almuerzo me hacían sentir que sobraba – y Nacho estaba convencido de aquello, no le agradaba estar en el ojo del huracán y el que la familia de Ed se la pase murmurando a sus espaldas, o preguntándole como era vivir con él cuando creían que no les oía, era desagradable, además con todo lo vivido en el colegio y las fricciones con Gustavo que siempre dejo en patente que no era de su agrado, el se sentía que sobraba, así que no iba a ser parte de una farsa solo porque eso era lo que se esperaba de él –… paso
  • Esto no es un juego mocoso egoísta – estallo Edgar de la nada, no había necesidad de ser tan quisquilloso, pero el hecho de que este su padre y él aún en algunas esferas se sienta juzgado hizo que tome el camino errado – de verdad esto es  importante para mí – declaro – …no puedo creer que seas tan desagradecido.
  • ¿QUÉ SOY UN MALAGRADECIDO? – estallo la pólvora – pues para tu información, YO NO SOY el único que se beneficiaba con que yo viva acá, los dos sabemos que estoy en tu casa sólo para que no me lleve a Mateo, si mi presencia molesta me llevo a MI HIJO y listo, no tengo porque seguirle el juego a una vieja loca –  apenas terminó de pronunciar esas palabras Nacho se arrepintió, pero ya era tarde y el daño estaba hecho, maldita bocota que lo traicionaba cuando estaba enojado o nervioso, en su arrepentimiento pudoo ver como la cara del hombre se desfiguraba. Ed no había sentido tanto enojo en su vida, esto era algo que no iba a pasar por alto
  • Te aguante demasiadas cosas Ignacio, pero nunca voy a soportar que hables así de mi madre – Nacho sentía que a cada palabra Ed se volvía más grande y antes de poder correr en dirección contraria como le indicaba su cerebro se vio apresado contra el escritorio con la mano de Ed en la espalda mientras con la otra mano le bajaba los pantalones que sin intención arrastraron también la ropa interior. Ed se dio cuenta de que estaba siendo violento y sin soltarlo respiro profundo tres veces y tomó del paragüero una pequeña maderita – yo de verdad te quiero… tanto como a Mateo, pero jamás voy a permitir que hablen así de mi madre
  • Está bien Ed, perdón de verdad se me escapó, no fue mi intención – decía tratando de levantarse
  • Nunca es tu intención Ignacio pero no es la primera vez que dices cosas hirientes, tienes que aprender que las palabras que decimos tienen efecto en las personas y nos debemos hacer cargo de lo que decimos tanto como de lo que hacemos – respiro un par de veces más y notó que Nacho se había resignado al castigo porque dejó de oponer resistencia pero había comenzado a sollozar.

Por un momento no supo qué hacer, pero las palabras de Ignacio, el insulto a su madre resonaron en su cabeza haciéndolo rabiar, había sido el colmo.

  • CLAP CLAP CLAP CLAP – empezó a sonar con fuerza, Ed se había propuesto reprenderlo y cogió lo que más tenía a mano un delgado zócalo de madera que se había desprendido de un mueble antiguo que media entre 30 cm y 6 de ancho, fino de 4 mm de espesor, era una regla como otra cualquiera solo que más ancha – clap clap CLAP CLACP
  • Ayyy nooo perdón… peeerdooon – Nacho lloro ya desde un inicio y aunque procuro aguantar estoico y no gritar delante de todos, no pudo hacerlo y lo que más le dolía fue que a Ed no le importo que tuvieran visitas
  • CLAP CLAP CLAP – volvieron a caer y Nacho pego un grito sonoro que estremeció a todos
  • AAAHHHGGGGGGG Yaaa, de verdad perdón peeerdooon voy a ayudar lo prometoo…  – dijo Nacho y Ed decidió tirar aquella cosa a un lado y usar solo su mano
  • Plaf plaf plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf plaf  PLAF PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf – por alguna razón Edgar no daba tregua en esto
  • wuuaa – las nalgas de Ignacio ya estaban cubiertas de un tono rosa intenso bastante uniforme porque Ed repartía los golpes por todo el trasero lo que impedía al chico saber donde iba a caer la siguiente. Ya estaba llorando todo rojo y sudado, le ardía el trasero pero más le dolía saber que había lastimado a Ed y que lo que había dicho era muy bajo, él no era tan imbécil para hablar así de una pobre mujer enferma y sin embargo lo había hecho – Cof cof cof  ya por favor Ed perdón de verdad lo siento bwuuaa
  • plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF
  • YA YA NOOOO YA NOOOO – Aquello dolía sabía que esta vez no sólo sería una molestia por una hora, aquella paliza era de esas que uno siente por días y recuerda por siempre
  • plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF llegaron incesantes
  • ya.. lo auu lo siento gghh perdón ffffu pero ya basta…
  • En ese momento la puerta del despacho se abrió y se escucho de fondo a Juan gritar “no mamá” pero Luci no se detuvo, entró decidida al despacho y cerró detrás de ella.
  • ¿Qué pasa acá Ed? Porque le estás pegando así a mi nietito?, parece que te estás vengando – Dijo enfadada, y no era que ella supiera algo u oyera, pero esa sola palabra le dio a entender a Edgar que esta vez se le fue la mano
  • ¡Mamá! Es… es que se portó mal – dijo Ed mientras soltaba a Nacho quien se apuró a subirse la ropa por vergüenza y se arrincono contra la biblioteca a llorar tapándose la cara humillado, de verdad que tenía que salir de aquella casa lo más pronto, lo único que lo atajaba era Mateo
  • Nada justifica abusar de tu posición – dijo elevando un dedo hundiendo a su hijo en su vergüenza – Por Dios Edgar, mira como le dejaste – dijo apartando su hijo y yendo al encuentro de Ignacio y lo abrazó, Nacho se sentía tan mal por lo que había dicho que respondió abrazando a la señora por su necesidad de consuelo, Ignacio sentía que el mundo lo aplastaba, nada de lo que hacía parecía ser del contento de la gente, y se perdió en el cálido regazo de aquella mujer que a pesar de ser de su misma estatura se veía más grande por la pinta de pollito mojado que traía el chico en ese momento.
  • Perdoon yo no quise decir eesoo bwuuaa perdón – decía mientras Luci lo llevaba al sofá y lo sentaba en su falda acurrucándolo en un abrazo.
  • Ya está mi chiquito ya está, el papi ya no te va a castigar más – aseguro ella besando su frente y fulminando con la mirada a Edgar – acá está la abuela para hacerte mimitos ¿si?  – las palabras tan dulces de esa mujer hicieron sentir más miserable a Nacho provocando que se aferre a su cuello y esconda la cara en la curvatura de éste con el hombro.
  • Perdón – Murmuró, pero era una disculpa a ella, no a ED, Ed se había pasado esta vez
  • Esta todo perdonado corazón pero ya no llores que la abuela se pone triste – le dijo sin poder ella aguantar una lágrima y Ed se sintió gusano, su intento de que su madre no sienta mal se fue al carajo – y tranquilo mi rey, que el papá ya no está enojado, verdad ¿Ed? – dijo mirando a Ed de una forma que no permitía otra respuesta que no sea si… pero con todo Ed se sintió mal por lo que acababa de hacer, si no era porque su madre intervenía, no podría decir que iba a parar porque no era su intención y eso lo asusto, sin querer acababa de romper una regla sagrada para él, el no abusar y Nacho bien podía acusarlo de abuso
  • Si…ya está Nacho ya paso – atino a decir acercándose a él, pero siendo sutilmente rechazado por Nacho – lo siento – agrego con sinceridad una vez que Nacho se separo de la abuela para ir a pasar sin querer y sin gustar a los brazos de Edgar que de verdad le fue a dar un abrazo, y si Ignacio no lo empujo y cogió sus cosas para irse fue por la mirada ilusa de aquella dama
  • No, no lo sientes – respondió Nacho entre dientes y sonrió al ver acercarse de nuevo a esa dulce mujer
  • Eso es mi hermoso – le dijo la abuela acariciando su rostro y apretando sus mejillas – solamente espero que no se repita y que cumplas con lo que le dijiste a papá ¿si? – dijo acercándose para acariciar el trozo de espalda que el abrazo de Edgar dejo libre.
  • Está bien snif de verdad no va a volver a pasar – juro Nacho entre hipos sin rechazar el abrazo que le había dado de nuevo su nueva abuela. Después de todo tenía que aprovechar, nunca había tenido una ya que las madres de sus padres habían fallecido antes de que el naciera y nunca nadie lo había defendido en una paliza – y voy a ayudaar – agrego mirando a Edgar
  • Bueno, entonces todo bien – volvió a sonreír Luci – ahora voy a ver a tu abuelo, que debe estar volviéndose loco de no encontrarme, es un exagerado – agrego y dejo a Nacho y Edgar solos
  • De verdad lo siento – dijo Edgar cogiendo del brazo a Nacho que estaba más que dispuesto a irse a su alcoba, no tenía sentido estar ahí siendo el objeto de críticas de todos los perfectos familiares de Edgar – y gracias – agrego
  • No lo hago por ti, lo hago por ella – contesto Nacho haciéndose a un lado, esquivándolo lo mejor que podía
  • Esto no es sólo por Mateo, me gustaría que te saques esa idea de la cabeza – aclaro Ed pero a pesar de que Nacho no quería hablar con él y Nacho sin darse la vuelta y pese que esas palabras le hacían sentir bien, no pudo darle la cara, pero respondió lo que sentía
  • Te equivocas Edgar, todo es por Mateo – dijo dando a entender que haría lo que sea por su bebé y abrió la puerta, Ed no insistió más, no podía hablar estando ahí su madre,
  • ¿Ya no Fue malo el papá? – pregunto Luci volviendo a entrar a esa estancia ajena a la corriente de humores negros que había ahí, sin poder resistirse a hacerle mimitos a Nacho y un asentimiento con la cabeza fue lo único con que respondió Nacho, acompañando el movimiento con un suspiro entrecortado, todavía con el rostro dolido pero dejándose llevar por la abuela a las escaleras.

Y Edgar se quedo pensando en ese detalle… jamás había visto a Ignacio en un plan tan infantil, ahí estaba el mocosos que decía ser grande y sacaba a relucir su emancipación cada vez que podía. Y sin querer tenía una sonrisa de bobo en la cara, enternecido por aquella imagen, dándose cuenta de una cosa, eso era todo lo que necesitaba Nacho, cariño y un poquito de mano dura, pero sobre todo cariño, todo el que se le pueda dar.

Después de eso Luci llevo a Nacho a su cuarto y arropo para que descanse hasta la cena y mimo a Rodrigo para que no se ponga celoso, es que al suponer que era hijo de Edgar, Nacho sería como él y sonrió al  recordar a Ed de pequeño, cuando era su Cachito que tenía que hacer mucho esfuerzo para que sus hijos no sientan que hacia preferencias, y supuso que lo mismo sucedería con sus nietos, por suerte Rodrigo tenía muy buen corazón y no le molestaba dejar a Nacho disfrutar de su abuela, total Ignacio era su amigo y él sabía mejor que Ed por todo lo que el chico había pasado.






En esta ocasión quiero agradecer realmente a Marambra, ya que a pesar de que siempre eta dándome una mano y se toma el trabajo de leer lo que le envío y corregir algunos errores ortográficos o de reacción, o en alguna ocasión cuando lo que escribi no es precisamente lo que expresar y no se entiende, JEJE pero esta vez su ayuda fue UN POCO MAS ALLÁ y me ayudo a resolver un par de situaciones en la que Ed y yo perdimos los papeles. Convirtiendo este texto en lo que considero mi primer COESCRITO YA QUE LA MITAD DE LOS CRÉDITOS LE PERTENECEN.

Y Angélica, quiero agradecerte directamente la ayuda y el compartir los conocimientos que la experiencia de escritora te dieron, ya que en esto soy nueva y tus consejos fueron de mucha ayuda, ya lo dije en otra ocasión, pero cabe repetir que fueron tus GEMELOS los que me adentraron en el mundo de la lectura en línea y en cierta manera me inspiraron a escribir, igual tu talento el cual siempre admire.
Por Ultimo espero que este capítulo cumpla las expectativas.


Gracias por leerme.

3 comentarios:

  1. La agradecida soy yo...

    Ha sido y es aun y espero siga siéndolo, muy grato el tenerte como escritora en este blog aún bebé.
    Es tu talento, es tu imaginación que a veces despierta a la mía y pues yo encantada de poder ayudarte en esos pequeños detalles para que tu relato se vea como tiene que ser... agradable a la vista como un niño recién bañado.
    Fuera de eso, este capitulo me ha movido el piso, sin querer la familia de Ed esta involucrándose e involucrando a Ignacio a una experiencia familiar común y corriente, con sus altibajos y sus alegrías como también tristezas y de ambas partes aprenden y se fortalecen.

    En espera de lo que nos depara el futuro.

    UN abrazo Chany y no es nada el darte una manito, yo tengo una ley particular:

    Ignorante no es el que no sabe leer o escribir, sino el que sabiendo no enseña


    Marambra

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  2. Pues felicitaciones a las dos, les quedolindo, es mas que obvie que Nacho necesita muuuuucho amor y comprension

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  3. Grr ahora si se estaba pasando Ed... Lo bueno que la abuelita lo defendió!!
    Les quedó increíble chicas!!!

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