domingo, 12 de junio de 2016

La vida no es un sueño: Cap. 9; Autora Chany

La Vida  no es un sueño
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 12 de Junio del 2016 
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Capitulo 9
 Cuando uno despierta
Autora: Chany

Dos días habían pasado demasiado lentos para Ed, el miércoles había sido un día de locos y desde entonces las cosas estaban aún más tensas que cuando Nacho había llegado a casa a vivir, el chico había dejado de ayudar en las tareas de limpieza y ni con los reiterados pedidos de Ed, movía un dedo por cumplir, en cambio respondía con monosílabos o simplemente levantando los hombros en un gesto que como decía el padre de Ed “eso y mandarme a la mierda es lo mismo” y en realidad esa era la clara intención de Ignacio. Ed andaba con los pelos de punta y ya le picaba la mano por “bajarle los humos” al mocoso y si no lo había hecho era porque habló con Ana; en un principio la idea de Ed era convencer al chico de disculparse con Ana por faltarle el respeto pero como no podía ni mantener dos palabras con él antes de que se escabullera o le lanzará miradas asesinas optó por disculparse él en su nombre y prometer unas prontas disculpas del adolescente, pues Ed seguía convencido que toda esa actitud tocapelotas era sólo una larga rabieta por orgulloso y que pronto recapacitaría y se daría cuenta de que disculparse con el profesor había sido la mejor opción.
Por otro lado Ignacio distaba años luz de darle la razón a Ed, es verdad que estaba poniendo bastante empeño en hacerle la vida a cuadritos al hombre, pero además de eso, había recapacitado muy bien sobre su situación actual y todo el jueguito de “la familia” del que venía participando y no estaba dispuesto a seguir con eso, había perdido los límites y se había confiado demasiado en un hombre que no conocía. Así que decidió que a partir de ese momento su relación con Ed sería estrictamente “profesional”, sólo hablarían lo necesario y él se encargaría de todo los cuidados de Mateo, ya había aprendido a cambiarle la ropa y Nancy le estaba enseñando a bañarlo, también sabía preparar el biberón y ya empezaba a identificar los distintos tipos de llanto de su hijo para saber que quería, así que en esos dos días no había dejado que Ed toque a Mateo a excepción del momento del cambio de pañal, acaparándolo a propósito, si Ed iba a imponer su estúpida voluntad por ser el dueño de la casa y tener el dinero, entonces él haría valer sus genes para marcar el territorio y claro aunque a Ed no le hacía ni pizca de gracia, trató de soportar con la esperanza de que, como le recomendó Ana, dándole su espacio evitaría más problemas y poco a poco las cosas se calmarían, pero su paciencia estaba llegando al límite y pronto estaría rebasada.
Ya era viernes en la tarde y al fin Ignacio escucho una de las cosas que Ed le pedía que haga, que complete las tareas de los días que llevaba suspendido así no tenía problemas al volver, claro Ed cantó victoria antes de tiempo creyendo que este era un paso a que las cosas se acomodasen de nuevo, pero eso no estaba en los planes del muchachito que salió de la casa con más ganas de ver a Nadia que de completar tareas.
Cuando llego con Nadia aprovechó para despejarse un rato y lo que se suponía era una visita relámpago para pedir carpetas se convirtieron en dos horas y media de hablar tonterías mas la media hora que demoro en volver y cuando llego a casa Ed estaba en la puerta con Mateo en brazos y con cara de perro que Nacho descifro de inmediato.


  • Te pedí que no te demoraras – le recordó enojado – es tarde y bien sabes que los viernes doy clases a las seis – agrego mirando su reloj – para eso es el cuadro de horarios en la cocina y la próxima lleva celular
  • Bueno, ya llegue ¿no?... no es para tanto – Dijo molesto tomando a Mateo para entrar a la casa.
  • Estos días te pásate cada regla de la lista que te di y ya me estoy cansando, mejor ¡no me busques! – le advirtió estorbándole el paso
  • Tus reglas me las paso por aquí – le respondió Nacho haciendo una seña obscena a tiempo que esquivaba a Ed al que le comenzó a hervir la sangre pero como estaba demasiado atrasado tuvo que tragarse la bronca y salir rumbo el trabajo.

Nacho se quedo molesto, a pesar de que agradecía todo lo que Ed hacia por él nunca se había tomado muy bien eso de la autoridad, aunque antes no tenía opción, pero ahora el sabor de la libertad y tener de respaldo ese papel que decía que estaba emancipado lo tenían menos tolerante a las retadas, sobre todo si provenían del traidor y ver a Mateo dormir es sus brazos le hizo pensar en que ya era un padre, Ed lo había admitido, Mateo era SU hijo y no tenía porque soportar que lo traten como un crío menos delante de su bebé, a cada pensamiento su cabeza daba más vueltas, por un lado quería a Ed y sabía que necesitaba ayuda con su vida, pero por otro lado tenía miedo de lo que la ayuda de Ed signifique a futuro, ¿a quien le diría papá Mateo? ¿Cómo lo iba a respetar u obedecer si Ed lo seguía tratando como a un niño?, ¿hasta cuándo iba a durar esta “sociedad”?. Había mucho que aclarar y llevados por la rutina y las alegrías que les daba el bebé con cada nueva cosa que hacia y luego por todos los problemas nunca habían tocado esos temas y Mateo ya tenía casi cuatro meses.
Necesitaba despejar su mente así que puso a Mateo en el coche de bebe y salió a pasear. Era increíble la cantidad de gente que se giraba a verlo, y claro en el estado de paranoia que había desarrollado producto del problema escolar, pues realmente creía que lo veían para juzgarlo e iba haciéndose un mundo en la cabeza, preguntándose tontería y media… ¿tan extraño o malo era que saque a pasear a su bebé?, se preguntaba, ¿tan extraño o malo era QUE ÉL tenga un bebé?, llego a cuestionarse, y procuro caminar lo más rápido que pudo, la insistencia que creía tenía la gente de mirarlo comenzó a molestarlo realmente, ya estaba dispuesto a ser agresivo verbalmente hablando, pero menos mal cuando llegó a una plaza con juegos aquello cambio, las supuestas miradas cesaron y supuso que era porque la gente estaba ocupada viendo que hacían sus propios hijos así que se quedo ahí mucho más de lo habitual perdiendo la noción del tiempo.
Y todo a raíz de observar su entorno y comprarse, es que por primera vez veía la gran diferencia que tenia él frente a esos padres de familia, y con aquel análisis volvieron los pensamientos negativos, todas aquellas personas rondaban los treinta, en pareja la mayoría, disfrutando de un descanso del trabajo seguramente y a lo lejos pudo ver, del otro lado del parque una cancha de básquet donde un grupo de chicos de su edad más o menos jugaban despreocupados tonteando y vio el cochecito de su bebé, tal vez estaba haciendo realmente  mal las cosas, siendo mezquino, su hijo ya tenía un padre que le había dado el apellido y lo cuidaba bien, un padre como esos que estaban en el parque mientras que él era más parecido a los idiotas que se empujaban en la cancha, con razón ni Ed lo tomaba en serio y todos desconfiaban de su capacidad como padre, y como no, si no sólo no tenía empleo sino que ni siquiera tenía idea de que quería ser a futuro, había tantas cosas que le hubiera gustado hacer antes de tener un hijo y pensar en eso lo hizo sentir no solo culpable sino miserable; y luego se sintió peor cuando miro a Mateo que lo distrajo con un gorgoteo en voz alta, y se dio cuenta de que estaba ahí con su bebé pensando en lo que haría de su vida si no estuviera presente Mateo, y un gran hueco se formo en su pecho… creyendo realmente que era una pesadilla andante que ni con los pensamientos era buen padre, tal vez todos tenían razón y él no daba la talla, estaba ¡tan perdido!… pero por otro lado no podía estar sin su bebé, lo amaba, su vida no tenía sentido sin él y se quedo así quieto sin hacer nada mirando al vacio, de no ser por el llanto de Mateo que lo devolvió a la realidad.


  • ¿Qué te pasa bebé? – Le dijo mientras lo revisaba, había que cambiar el pañal, pero él aun no sabía hacerlo, le daba miedo lastimarlo o que se le caiga y ya casi era hora de la leche –  ¡oh! nooo… Ya casi es hora de tu leche – recién miró a su alrededor, el cielo estaba oscuro y en la plaza no había nadie, eran casi las diez. Apuro el paso para volver, llevaba casi cuatro horas afuera y otra vez había salido sin celular.
  • ¿Dónde estaban, te das cuenta de la hora que es? – decía Ed mientras agarraba a Mateo sacándolo del coche para abrasarlo posesivamente mientras caminaba escaleras arriba para cambiarlo – irresponsable, no son horas para sacarlo, hace frío
  • ¡¡BUENO!! Se me paso la hora ¡¡perdóoooon!! – Dijo Nacho pero no con arrepentimiento sino con fastidio y altanería, mientras lo  seguía al cuarto de Mateo, le molestaba verse retado otra vez frente a su hijo
  • A mí no me hables así, y te vas a tu cuarto! – se giro para decírselo en la cara pero el chico ni se movía, es más lo miraba desafiante – ¡AHORA!
  • NOO, YA ESTOY ARTO DE QUE ME TRATES COMO A UN NIÑO
  • Te dije ya demasiadas veces que no me gustan los gritos.
  • ME IMPORTA UN CARAJO LO QUE TE GUSTA O NO…. YA ME TIENES CANSADO
  • Se terminó mocoso ya estoy harto de esa actitud – Edgar dejó al bebé en la cuna y tomó a Ignacio, lo arrastró hasta la mecedora, lo inclino sobre el respaldo y se saco uno de los zapatos de suela que usaba para ir a trabajar y comenzó a repartir los azotes. Fue más la impresión que el dolor, después de todo el chico estaba acostumbrado a palizas peores y tal vez eso, sumado al enojo y la confusión que traía de haber estado pensando todo el día es que Nacho reaccionó como nunca hasta ahora ZAS ZAS gggg –  se resistía a quedarse quieto, no pensaba dejarse castigar – ZAS ZAS
  • NOOO suelta
  • ZAS – si decía que no dolía era una mentira, eso ya estaba empezando a picar y la sangre se le agolpaba en la cabeza por la posición, había quedado casi colgando de la mecedora sin poder poner los pies en el suelo haciendo imposible intentar pararse mientras Ed seguía en lo suyo.

Desde donde estaba Nacho vio la cuna, ahí estaba su hijo escuchando como él se llevaba una paliza por contestón, era la primera vez que su hijo estaba en la misma habitación mientras lo zurraban y se lleno de rabia, se propuso no llorar no sería la primera vez que aguantaba estoico pero las lagrimas salieron igual, se sentía humillado e impotente.

  • ZAS ZAS...
  • MIERDAA – chillo enojado queriendo pararse, pero lamano de Ed sobre su espalda le impedía hacer aquello
  • Zas zas zas ZAS ZAS ZAS zas zas
  • Yaaa basta, quiero que ME SUEELTES
  • Zas zas zas
  • AGGJSSS ESTOY HARTO DE ESTO YO NO SOY TU HIJO Y MATEO ES MI HIJO NO TUYO! – grito justo antes de girar la cabeza y alcanzar con sus dientes el brazo de su captor lo que le permitió zafarse de su agarre.

Ignacio estaba rojo y sudado por el forcejeo y el enojo y sus ojos estaban llenos de lágrimas pero en ese momento Ed no lo noto, estaba tan enojado, furioso, que sólo reaccionó. Se sacó el cinturón dispuesto a enseñarle a ese mocoso que debía respetarlo pero en cuanto se acercó para volver a colocar a Nacho en la misma posición que tenía antes noto en el crío la mirada, una mirada de terror absoluto, ni siquiera lo estaba mirando a él sino que miraba el cinto como quien mira a un viejo enemigo, con una mezcla de rencor y dolor y Ed lo entendió. Mientras lo observaba y pensaba en la situación, su cuerpo había seguido en automático tomando el brazo del chico que se dejo guiar en un acto de total sumisión casi anormal, era como si el también estuviera en automático entonces lo soltó.
El chico estaba totalmente paralizado parado frente a un Edgar que apenas caía en la cuenta de lo acababa de pasar, el chico le había dado un mordisco terrible, no sangraba, pero tenía un perfecto molde de los dientes en un bajo relieve violeta y entonces se dio cuenta de su error, había reaccionado al calor del momento con actos violentos que sólo llevaron a más actos violentos. Eso no había sido un castigo, sino una lucha sin sentido y ahora tenía en frente a un adolescente que empezaba a espabilarse dejando el miedo del momento y que ahora lo miraba enojado y desafiante y no tenía ni idea de cómo lidiar con eso.
Pensó en las palabras pronunciadas por el chico, aunque eran verdades lo habían lastimado, sabía que él era el adulto, el que debía mantener la compostura pero habían sido tres horas horribles las que paso sin saber de sus niños… (vaya mierda bonito momento para darse cuenta que en la ecuación entraba Ignacio), llamando en vano al celular de Ignacio y entrando en pánico cuando cayó la noche y el frío y no había rastros de ellos, como cualquier padre pensó lo peor pero el verlo llegar tan campante y que encima sea altanero hicieron que el miedo se convierta  en enojo. Ahora más calmado sólo quedaban los rastros del susto vivido y el dolor por las palabras pronunciadas con odio por el muchachito que bufaba delante suyo.
Así que haciendo acopio de todo su autocontrol resistió las ganas de llorar que también tenía y las ganas de pedirle perdón a Nacho, no porque no quiera aceptar su error sino porque no era el momento. Debía calmar las cosas y hablar bien los dos para no enviar mensajes confusos al niño, después de todo el que Ed se equivocara no borraba que Nacho haya desobedecido, saltado su toque de queda, caminado por la calle a una hora peligrosa con un bebe, tomando frio y encima sea tan altanero y atrevido al volver. Pero por ahora era mejor que las cosas se enfríen para el bien de ambos.


  • Es verdad Mateo es tu hijo y si te importa déjame que hay que atenderlo, necesita otro pañal y es hora de su leche y los gritos no le vienen nada bien – y recién el también pensaba en eso pero no desde la óptica de Nacho –  También es verdad que no eres mi hijo así que si no me vas a obedecer e ir a tu cuarto por la buenas, puedes hacer lo que te dé la gana, no voy a pelear más. La cena esta en el horno, ahora, permiso – la voz de Ed estaba tomada, se palpaba el dolor y el cansancio, tal vez sonó más áspero de lo que hubiese querido pero no podía ocultar todo lo que sentía y cuando se calló esquivo a Nacho y se fue a atender al bebé
  • ¡Claro! para que pelear si ya ganaste, querías que todos vean que soy mal padre, que no doy la talla. Se supone que me ibas a ayudar y a la primera me traicionas
  • Oye… oye – dijo Ed sorprendido – No sé qué tiene que ver con esto, pero ya..
  • JA! CLARO ahora ¡no sabes! – realmente estaba indignado, a veces los adultos son una mierda pensaba – primero vas y hablas por demás con esa… esa mujer – dijo refiriéndose a Ana – y luego fuiste y me vendiste con el profesor, me obligase a disculparme y darle la razón para quedar bien. NO TE IMPORTÓ lo que yo sentía, SINO poder demostrar que eres mejor QUE YOOO
  • Yo sólo quería convencerte de hacer las cosas bien – se defendió Ed aun convencido de aquello – ERA LO QUE TENIAS QUE HACER
  • NO ME CONVENCISTE ME OBLIGASTE A HACER LO QUE ¡TU QUERÍAS! – eso era cierto, Ed no lo había visto de esa manera pero no podía negarlo ahora que Nacho le planteaba los hechos – Si me hubieras dicho que le pida Perdón a ese idiota para que me dejen en paz, hasta habría sonado más convincente, pero tú de verdad creías que la culpa la tuve yo… CLARO como lo que dijo es algo que tu también crees entonces estabas de acuerdo – y Nacho había pensado en eso detenidamente, no era algo que decía al calor del momento o por justificarse – pero una cosa que te quede claro Edgar, YO HE RENUNCIADO A TODO POR MATEO, A TODO… YO NO SOY UN IRRESPONSABLE – grito es que de verdad le dolía que Edgar lo haya obligado, siendo que demostró que era capaz de renunciar a todo por su hijo, había renunciado a sus padres, que aunque sean lo que sean eran sus padres, había renunciado a una vida de lujos, a una habitación más grande que la sala y la cocina de Ed juntas, tenía su propio carro aunque aún no tenía permiso ya su padre se lo había regalado, tenía una membrecía en el club de Hierba Buena, uno de los lugares más lujosos, renunció a sus amigos y a su cara educación, renunció a su herencia y lo que más le dolía, a sus hermanitas, con la esperanza de que cuando sean mayores lo entiendan y le permitan ser parte de sus vidas; unas malditas disculpas no eran ningún sacrificio, solamente quería sentir el apoyo de Ed o al menos que sea capaz de disculparse de frente por hablar con Ana, pero Ed no hizo nada de eso, sólo lo juzgo y lo trató como a un mocoso idiota.
  • Pero yo te defendí – se excusó Ed pensando en que momento la conversación empezó a tratarse de aquello
  • Si claro – dijo con ironía – por eso jamás te disculpaste conmigo por abrir la boca – cada que se acordaba de eso se amargaba un poco mas – de que me sirve que me defiendas si realmente no lo sientes, ni que yo fuera tan idiota para no entender que lo del puñetazo se podía complicar y que era mejor darle a ese tipo por su lado como a los locos, lo que me molesta es…. – no podía decirle que sólo quería que lo apoyen y le digan que todo iba a estar bien, que necesitaba a Ed de su lado y sentir que por más idioteces que haga Ed aún estaría ahí, porque además de su hijo él era todo lo que le quedaba, la única persona con quien podía contar y que ya no lo quería como rival, sobretodo porque no creía que pudiera ganarle de ser así, ya estaba demostrado a cualquiera que le pregunté diría que de seguro Ed era mejor padre – te odio, si no estuvieras tu en la mivida y la vida de Matero ¡NADIE me compararía! TE ODIO! – gritó al final cuando las lágrimas ya no tenían de donde sostenerse y resbalaron por sus mejillas y antes que Edgar pueda responder Ignacio tomó un cubo de madera en cuyos lados había fotos de Mateo, un portarretratos muy original que al comprarlo Ed jamás se hubiera imaginado tenerlo tan cerca y menos de esa manera, lo esquivo por un pelo, salvándose de lo que sería un terrible hematoma y tal vez algunos puntos. Cuando recuperó el equilibrio tras su demostración de reflejos Nacho ya no estaba, sólo unos pasos y un terrible portazo anunciaron que al menos no había salido de la casa.

Ed se quedo de pie repasando   mentalmente las palabras del chico y se sintió un idiota, era verdad, lo había obligado, es más, recordando lo sucedido ese día, se dio cuenta que jamás habló con el chico de lo que había pasado, dejando a la imaginación de un chico enojado todos los pormenores que recién ahora se daban cuenta que si importaban.
Mientras terminaba de cambiar Mateo otra palabra llegó a su mente “COMPARAR” habían sido demasiadas las palabras que Ignacio dijo en referencia a que se sentía inferior a Ed y peor aún, inseguro en su rol como padre y eso era sólo culpa suya, pero es que él aún no estaba del todo dispuesto a renunciar a Mateo como su hijo, al final se quedo toda la noche pensando y aunque se acostó en la cama no pudo conciliar el sueño, al menos cuando el sol había salido, sobre las ocho de la mañana, ya sabía que debía hacer, hablar con Nacho como debió hacer desde un principio y arreglar al menos los malos entendidos sobre su intención, ya que los sentimientos y la confianza del chico sería algo que tendría que volver a ganar.
En la otra habitación Ignacio se sentía terrible, tampoco había dormido nada, había creído que después de arrojarle aquel portarretratos a Ed este saldría hecho un toro a darle otra paliza, por eso había procurado al menos no estar en la misma habitación que Mateo pero Ed nunca llego. Ahora estaba seguro que había arruinado todo con la única persona que creía que todavía no estaba para desecharse como lo hicieron sus padres y Estella, que todavía tenía salvación, al final la culpa y la soledad se apoderaron de sus pensamientos, un nudo se apoderó de su garganta y el dolor de su cabeza y cuerpo. No podía dejar de sentirse en deuda con ese hombre que ahora a las ocho de mañana estaba cambiando los pañales y alimentando a su hijo y que seguramente ya se había dado cuenta de que vivir juntos era imposible esperando a que él se levante para decirle que abandone su casa y así poder quedarse con Mateo, total ningún juez le concedería la tenencia para dársela a él. Mierda, no sabía si debía odiarlo, quererlo, agradecerle o insultarlo y pensando en esto en algún momento se quedo dormido.


  • Buen día Nacho – Ed fue a despertar al chico, nunca lo había hecho, no hacía falta ya que era muy responsable a la hora de despertar y se notaba que tenía el sueño liviano, el susurro lo despertó y Edgar pudo verle los ojos enrojecidos – no cenaste anoche y pensé que podías tener hambre – siguió mientras se sentaba en la cama. Ignacio no sabía qué hacer, porque ese hombre tenía que ser tan bueno, lo lógico sería que no le dirija la palabra o que le hable mal, después de todo la charla de la noche previa terminó con un proyectil que ni siquiera se quedo a ver si lo había golpeado, pero no, él estaba preocupado porque no había cenado. El chico estaba boca abajo, había dormido así por obvias razones y Ed comenzó a acariciarle la cabeza – perdón, anoche estaba nervioso, pensé que les había pasado algo… se que reaccione agresivo pero de verdad estaba asustado y que me faltes el respeto no ayudó… ¿Estás bien? – pregunto Ed mirándolo fijamente
  • Si… estoy bien – respondió para finalmente agregar después de mucho meditarlo – em…yo también reaccione mal, es que… perdón, tal vez me pasé
  • Si bastante pero no hay problema – dijo, después de todo el muchacho se disculpaba por su actuar, cuando él hasta el momento no lo había hecho y ¿cuánto tiempo ya paso?, ¿una semana?, pues una vergüenza – lo… lo único que te pido es que no me grites ni me faltes el respeto por favor, es algo que ya hablamos ¿no?
  • Si lo sé es que, ayer estaba enojado… pero no vuelve a pasar es… es que hay cosas de las que no hablamos y me gustaría aclarar sobre Mateo –  Ed suspiro antes de hablar
  • Si, bueno – dijo frotándose el rostro – supuse que llegaría el momento, pero antes hay algo que tengo que decirte – si iban a hablar y aclarar el panorama, mejor tarde que nunca, si tenían que empezar de cero, tenía que ser sin sospechas ni rencores – yo… yo quiero que me perdones por hablar de tu paternidad con Ana, debí suponer que al ser tu preceptora te podría traer repercusiones en la escuela y debí ser más prudente al hablar con alguien a quien apenas conozco, pero de verdad no fue con mala intención, fue algo que solo sucedió – Nacho sabia que aquello era verdad, después de todo se lo dijo Nadia – Es más, ese día entendí que hay un lugar que no puedo ocupar y no podre nunca, TU eres el padre biológico de Mateo y no hay nada que yo pueda hacer para cambiarlo, pero lo amo como si fuera mío, tú no sabes cómo lo espere, y por ese amor que le tengo los voy a ayudar, porque yo no quiero que te alejes de él porque te necesita – le dijo cogiéndolo de los hombros para que le preste atención y lo sienta realmente – Pero no estoy dispuesto a permitir que me trates mal, las reglas siguen siendo las mismas y es necesario que así como yo voy a tratar de encontrar mi lugar en esta ecuación tú hagas lo mismo, porque no puedes gritarme como anoche, que Mateo es tu hijo y luego enfadarte si alguien más lo sabe, independientemente de lo que digan u opinen esas personas
  • No es tan fácil Edgar, y no es que me enfade si alguien lo sabe, ese no es el tema y tú lo sabes – dijo Nacho – fuiste tú quien dejo en MIS manos él que yo hable o no de la paternidad de Mateo en el colegio y ambos convenimos que esto quedaba entre nosotros, y fuiste el primero en hablar de eso con Ana y haya pasado lo que haya pasado luego, tu podías ponerme sobre aviso o pedirle a ella que sea discreta – diga lo que diga Edgar quedaba claro que Nacho no lo creería, porque Ignacio tenía razón, fue él quien dejo en sus manos la libertad de hablar de la verdadera relación que los vinculaba, él debió ser más discreto

Pero con todo Edgar necesitaba dejar todo claro, no sólo el crío tenia sentimientos, el también se sentía herido enojado y desilusionado con la actitud de Ignacio, por ese chico estaba dispuesto a ceder tiempo con Mateo, a tragarse su orgullo magullado por las cornamenta que adornaron  sus sienes, incluso había cedido su anhelada paternidad, porque aquel gesto que Nacho vio como traición si bien fue desatinado porque habló delante de quien no debía y sin tomar precauciones como el informarle a Ana la delicadeza de esa información, había sido también un reconocimiento a Ignacio como padre de Mateo, fue ceder en esa guerra silenciosa y pasivo - agresiva por la paternidad del bebé, fue un paso muy duro que Ed dio en vista que a pesar de sus brotes adolescentes el muchacho demostraba verdadero amor y compromiso con la paternidad, pero toparse de nuevo con la huida las rabietas la violencia lo dejaron pensando en que tal vez Nacho no estaba listo para aquello, cosa obvia pues solo tenía 15 años, menos si no sabía aceptar la ayuda por eso ahora le daría a Ignacio tiempo para calmarse y demostrar que sería capaz de permitir ser ayudado de nuevo y aceptar lo bueno y lo malo de la paternidad porque no importa que tan responsable y capaz sea, siempre se podría topar con comentarios hirientes, mal intencionados, mal sonantes y no debía dejar que aquello le afecte y el estaba dispuesto a ayudarlo.


  • SI, tienes razón, pero como te dije hace un rato Ignacio, fue algo que se me escapo de las manos, no soy perfecto ni nada por el estilo – agrego con una amarga sonrisa – pero fuera de eso, también te quiero pedir disculpas por cómo actúe en la reunión – era un poco tarde para aquello, pero más valía tarde que nunca – es cierto que no te apoye y no hable bien contigo pero la verdad llevaba dos días sin comer ni dormir – y Nacho se lo quedo mirando, no porque lo acusara sino porque recién se daba cuenta de ello – sé que es una pobre excusa y no me justifica pero es verdad, nunca pensé que me afectaría tanto no encontrarte en casa… fue un duro golpe para mí – dijo sorprendiéndose de sus propias palabras, pero más que las palabras de sus sentimientos, en el fono quería a Ignacio, lo quería como a un hijo – sé que no lo dejo patente pero de verdad te aprecio… como a un hijo – aquella declaración tomó por sorpresa a Nacho, todas las disculpas y palabras lo desafiaron totalmente, jamás, nunca un adulto se había disculpado con él y si no fuera que aquello se estaba poniendo demasiado azucarero para su gusto tal vez hubiera saltado a los brazos de Ed en busca de un abrazo – y no estaba pensando bien las cosas…
  • Está bien Ed y … gracias, bueno… por la ayuda, por… la disculpa… bueno… básicamente por todo – dijo Nacho con un corto abrazo agregando – ¿qué te parece si olvidamos todo y empezamos de cero? – e interrumpió el abrazo, si seguían en plan nenasas hablando se sentimientos acabaría llorando y ya había cubierto su cuota. Pero al separarse, Ed lo atrapó en un abrazo de todas maneras – ok Ed todo bien – dijo separando el abrazo, pero lo que siguió no se lo esperaba
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  • AUUU
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  • ¡YAAAA¡ ¿que te pasa?, ¿por qué me pegas? – pregunto indignado, ese ataque llego sin aviso justo en el centro de sus asentaderas y nada delicados por cierto.
  • Eso es por escapar – y ahora si le dio un fuerte abrazo y despeino su pelo – ahora si qué tal si… ¿Cómo dijiste? ¿olvidamos todo? Arriba, vienen todos a comer, deben estar por llegar – dijo más animado pero Nacho se puso serio de nuevo antes de tomar el brazo de Ed para que no se vaya.
  • Una cosa más – dijo Nacho de pronto frunciendo el ceño recordando lo que tenía en mente – no me gusta que me pegues estando en el mismo lugar que Mateo, me hace sentir un inútil – se animó a reclamar en un susurro y Ed se quedo de piedra y recordó el día anterior
  • Yo no me di cuenta, te juro que no fue a propósito, lo siento de veras – dijo cuando recupero el aliento, ahora entendía la reacción del muchacho; sabía que Nacho se sentía mal por sacar así a Mateo y llegar tarde, sabía que le dolía no cumplir o errar en el cuidado de Mateo, si un día se atormentó por horas sólo por no prepara bien la leche y por más enfadado que este, era raro que no haya aceptado el castigo te aseguro que eso no se va a repetir, pero por favor ya no hagas cosas que los pongan a ambos riesgo
  • Yo no lo voy a volver a hacer, de verdad que esto tampoco fue a propósito – agrego
  • Bueno pues, entonces, es hora de que te arregles tenemos visita familiar – dijo sonriendo
  • ¿Viene Rodrigo ahora? pregunto para ya por fin terminar de una vez aquella conversación.
  • Si, todos vienen, así que arriba, vamos a desayunar y aprovechamos los segundos de paz que nos quedan

Los invitados comenzaron a llegar y el almuerzo paso casi, casi sin inconvenientes pero una vez más la delicada estabilidad lograda fue interrumpida y Ed estaba pensando seriamente en arrancar de cuajo el timbre de la casa.


5 comentarios:

  1. Creo que mi pequeño Ignacio esta muy confundido, y Ed bueno, hace lo que puede, total es dificil lidiar con un hijo adolescente, y debe ser peor con uno ajeno, que ademas te recuerda que te pusieron cuernos jejejej

    Ahora esperemos ver quien ha llegado a casa y si mejorara o empeorara las cosas en esta familia disfuncional

    Marambra

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  2. Chany,por primera vez veo que hay un gesto mas de papá en Ed hacia Ignacio y me ha agradado muchísimo,yo opino que cuando un adulto pide disculpas es tan notable como cuando lo hace un menor pues se tiende a esperar que los adultos nos creemos dueños de la razón y cuando reconocemos que no siempre la tenemos nos hace mejores y mas humanos ,así que muy bien por Ed.
    En cuanto a Nacho lamentablemente le sale por los poros lo niño que es aún al margen de las capacidades biológicas,y sus tremendas ganas de hacerse ver como un "grande".Me parece bien que intente cuidar de el bebé lo mejor que puede,se le ven las ganas y el empeño que le pone al asunto, mas el jugar con un bebé ,hacerle dormir,preparar la leche o bañarle dista mucho de ser un "padre" con el verdadero significado de la palabra.
    Aquí yo me voy imaginando que las grandes ganas que tenía Ed de convertirse en papá ,las está sintiendo mas con Nacho que con el bebito pues de lo contrario no delegaría el rol al jovencito.
    Tal vez me estoy enredando un poco con las muchas ideas que cruzan en mi mente pero lo cierto de toda esta historia es que a medida que pasa el tiempo la trama se está poniendo mejor,y ahora puedo ver sentimientos mas claros en sus protagonistas,por ahora me ha gustado que hayan aclarado sus diferencias y partan con el cuaderno en limpio,¿cuanto les durará? no lo se,pero si se que Ed está en casa con "dos"niños muy necesitados de papá.
    Nuevamente has dejado ver algo de la vida pasada del chico,muchas cosas materiales y nada de afecto pero ¿por qué?,que tanto tendrá que saber Ed sobre la vida anterior de su niño para así poder entenderlo mejor y llegar a cubrir todos aquellos agujeros en el alma tan necesitada de este jovencito?
    ¡Tengo una gran curiosidad! ojalá y en algún momento nos des mas pistas,pero por ahora,gracias!...y disculpa por toda mi palabrería!
    Saludos, Keny

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  3. Siempre es un placer para mi leer los comentarios, aveces no se que responder además de GRACIAS ya que a pesar de que escribo porque me gusta y para aprender cada día un poco más, la verdadera inspiración es el saber que eso que uno hace le sirve a alguien más, aunque sea para pasar un buen rato, que al fin y al cabo es a lo que nos invita el blog y más alegra aún saber que agrada al punto de tomarse unos momentos para dejar una impresión tan significativa como lo es un comentario. Así que en resumidas cuentas querida Keni no te disculpo por tanta palabrería, sino más bien agradezco al igual que a todas aquellas personas que se toman un momento para leer lo que escribo.
    De verdad MUCHAS GRACIAS!

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  4. En verdad a Egar le sta constando bastante hacer de padre de Nacho ero realmente se esfuerza y eso es importante, los dos estan apadtandose, por que carino ya existe y eso siempre es bueno

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  5. Este capi me encantoooo
    Muchos sentimientos!! Que bueno que ambos se pusieron a hablar!!
    Jajaja se lo nalgueo primero y ya después borrón y cuenta nueva!!... Jajaja ese Ed se pasa!!

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