La vida no es un sueño: Cap. 15; Autora Chany

La Vida  no es un sueño

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 3 de Agosto del 2016

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C Tic tac, tic tac

la bomba va a estallar

Autora: Chany

Edgar quería castigar a Ignacio pero dejarlo una hora mirando a la pared, sobre todo cuando esa no había sido su intención era excesivo, por eso estaba pensando en una buena disculpa para el que seguramente sería un muy enojado adolescente, total, escribir dos hojas de aquella frase no debieron tomarle ni quince minutos, la idea era que sólo pase otros quince mirando a la pared, pero la llamada de la Universidad había demorado demasiado y encima ahora debía posponer lo que faltaba de la “charla” para cuando vuelva de la reunión. Maldita la hora en la que había aceptado ser asesor de la sociedad de alumnos.

Se había planteado por un momento pedirle a su padre que se disculpe con Ignacio de su parte y que le avise que después de cenar arreglarían las cuentas pero la pequeña charla de Paul lo hizo desistir.

• No puedo ser “el policía bueno”, si lo dejas hacer esos berrinches, tiene que aprender a afrontar las consecuencias por propia decisión – le había reclamado apenas lo vio entrar en la cocina, mientras Luci lo miraba con reproche sin decir nada; el castigo de silencio al que lo condenaba su madre en reclamo por hacer llorar a su nieto ya era casi un clásico desde que estaban en casa
• Es la primera vez papá – justificó apresuradamente
• Y por cómo actuaste no creo que sea la última – le reprochó, pero en un tono dulce, uno que Ed juraría que se acompañaba de una mirada de compasión como diciendo “lo que te espera”, mientras le ponía una mano en el hombro para que vea el error – estas a tiempo de que vea que los castigos son para beneficio de él... aunque todavía no pueda verlo al menos tiene que asumirlo
• Si papá…  – dijo suspirando a la vez  – tiene razón, creo que yo estaba tratando de esquivar el castigo tanto como él, sino esto seguro no pasaba – confesó al fin
• Sé que no es tarea grata, pero si adquiriste esa responsabilidad hay que asumir todo, lo bueno y lo malo, así dar el ejemplo para que él también lo haga.
• Uffff – suspiró de nuevo asistiendo con la cabeza – Voy a hablar con él – dijo rendido y subió maquinando la disculpa

Cuando abrió la puerta del cuarto se sintió aliviado de no encontrar lo que se había imaginado, pero también culpable. Había demorado tanto al teléfono y luego preparándose para salir olvidándose vergonzosamente del castigado que Nacho había hecho lo que le mandó, se puso en la  esquina hasta agotarse y finalmente se vistió y se acostó a dormir, o eso es lo que erróneamente pensaba, por eso no podía culparlo de dormirse después del terrible día que habían tenido.

• Nacho… Nacho – repitió esta vez sacudiéndolo con suavidad para no asustarlo
• ¿Mmmgg? – gimió mientras abría apenas los ojos dejando ver en ellos la rojez a la par de las marcas que había dejado el llanto en su rostro. Edgar casi se retracta de terminar con aquello, pero hacer eso sería como decirle a Ignacio que tenía carta libre para hacer tonterías y que con un escándalo se libraría de las consecuencias, así que hizo de tripas corazón y hablo casi sin mirar al chico para poder soltar lo que tenía que decir
• A las nueve bajas a cenar, yo ahora tengo que salir y cuando vuelva terminamos con lo que quedó pendiente – cuando Ignacio asimilo las palabras se encendió en él la furia y la rebeldía pero no pudo decir ni mu porque el idiota de Ed hablo y se fue, así que se quedo mascullando su rabia hasta la cena

La reunión fue de todos menos agradable y eso sumado a el sólo imaginar lo que le esperaba en casa lo hicieron flaquear en las decisiones. Talvez podría pedirle a Ignacio que le muestre la tarea que le dejo, regañarlo un poco y quitarle algún privilegio… Aunque después de pensarlo sinceramente no sabia que privilegios, Ignacio casi no tenia nada en la casa, el celular que tenia era del siglo pasado y no se desarmaba gracias a una cinta de electricista que lo envolvía, no tenia consola ni computadora, tampoco salía casi con sus amigos a los cuales no conocía si es que había alguno además, pensándolo bien, ni siquiera sabía si Ignacio tenía un pasatiempos.

Al llegar a casa Ed pensó en que talvez se pasó algún semáforo en rojo porque la verdad venía tan absorto en los pensamientos que no prestó atención al camino. Y ahora cargaba una culpa que le había caído como patada en el estómago. Era la primera vez que pensaba en los gustos de Ignacio y solo había sido tras el interés de castigarlo, se sintió miserable al darse cuanta que en realidad más allá de lo necesario no hablaba con el chico, habían sido más las zurras que las conversaciones relevantes. Además de la  confesión a medias que había hecho cuando cocinaron no habían hablado realmente, seguramente su madre que apenas llevaba un mes en casa sabia mas sobre sus gustos que él, ellos dos se la pasaban cuchicheando, y ese regalo que le dio ella semanas atrás le había gustado a juzgar por la cara que puso el chico aunque Ed no pudo ver de que se trataba porque Ignacio estaba enojado con él ese día. Definitivamente habían cosas que debían cambiar, su padre tenía razón, la responsabilidad venía en combo, tenía que interesarse más por Ignacio como persona, en conocerlo bien y no sólo “procurar que haga lo correcto”.

Se decidido por arreglar las cosas de la manera más diplomática posible. Tal vez dejarlo sin tv y un regaño bastaban pensó y se apresuró a entrar sabiendo que en casa la cena se servía puntual, una costumbre heredada en cada hermano. Una vez adentro casi se arrepiente de hacerlo, el ambiente estaba tenso y las caras de su padre y de Ignacio denotaban que algo había pasado o Estaba a punto de pasar.

• Buenas noches, provecho – dijo Ed cuando se sentaba y solo respondieron sus padres. Entonces Luci puso una mano sobre la mano de Nacho haciéndole un gesto, pidiendo que devuelva el saludo.
• Buenas noches… papá – respondió sin mirar, costándole esa última palabra como siempre.

Después de eso un malestar palpable duro toda la cena con un silencio que  solo se cortaba con el sonido de cubiertos contra platos y cuando todo acabó Ed pronunció las palabras que Nacho creyó erróneamente que ya habían pasado al olvido.

• Provecho – dijo después de limpiarse con una servilleta mientras se ponía de pie – yo después levantó la mesa ustedes si quieren vayan a descansar en un rato llevo a Mateo a su cuarto – le dijo a sus padres y luego se giró hacia el muchachito que a pesar del fastidio evidente fingía ser invisible – vamos Nacho nosotros tenemos algo pendiente – hablo mientras indicaba con la cabeza hacia la habitación. Pero Ignacio lejos de obedecer se levantó ofuscado
• ¿¿QUE!??, ¿¿QUE TE PASA?? NI CREAS QUE ME VAS A PONER UN DEDO ENCIMA –  gritó
• ¡IGNACIO! – intervino la abuela sorprendida por esa actitud – calma hijo, mejor has caso – rogó intentando calmar a su nieto y evitar que se sume más problemas
• NO ME CALMO UNA MIERDA ESTE.. ESTE IMBÉCIL ME QUIERE PEGAR – acusó señalando a Edgar poniéndose rojo de rabia ya que de aquello había algo que le molestaba más que todo y antes que lo interrumpan lo dejó claro – Y USTEDES SE METEN SOLO PARA HECHAR LEÑA AL FUEGO EN VEZ DE DEFENDERME – y ahí llego el reclamo que incluía al abuelo
• Ya es suficiente Ignacio no le vas a gritar a tu abuela – lo reto el abuelo alternando la mirada entre su nieto y su hijo como reclamándole que tome cartas en el asunto y reiterándole al mismo tiempo a Ed sólo con los ojos el reproche que le había hecho temprano.
• ¡Que no se metan! – casi amenazó entre dientes con rabia y los ojos abnegados en llanto y es que eso que acababa de decir lo sentía como cierto, estaba dolido por la tremenda traición de la que había sido víctima en manos de su abuelo cuando lo entregó a Ed para que lo castigue –  Si fuera Rodrigo sería diferente – declaró ahora si ya sin contener las lágrimas, totalmente convencido de aquello
• ¿Qué tiene que ver Rodrigo en esto? – dijo Ed recién saliendo de su mutismo y asombro por el comportamiento de Ignacio, sobre todo teniendo en cuanta que estaban los abuelos presentes. La conversación se estaba desvirtuando y otra vez era su padre el que ponía alto al comportamiento del mocosito
• Yo los trató igual Nacho, solo no me gusta que se porten mal – se defendió el abuelo
• ¡NO ES CIERTO! – replicó apretando los puños a los costados del cuerpo, frustrado y dolido porque a pesar de que los abuelos le decían que lo querían nunca sería como un nieto de verdad y él tenía la prueba – el domingo a él lo defendieron – susurró un poco avergonzado de reclamar igualdad siendo que él no era realmente su nieto.
• Yo no tengo favoritos – dijo el abuelo más conciliador acercándose lentamente, tal vez unos mimos aplicarían un poco a la fierecilla que era su nieto en ese momento, todo rojo y con la respiración agitada en una postura desafiante que no concordaba con las lágrimas que se le escapaban para ser limpiadas al instante por el puño de la camisa del uniforme que llevaba todo el día sin cambiarse, no concordaba tampoco con la poca fuerza de su voz ni con el argumento de su reclamo, cosa que para el abuelo era un claro ataque de celos producto de no saber cómo fueron realmente las cosas el domingo – Yo llegué tarde sino…. – dijo tratando de explicar pero Nacho supuso que ahora le darían tontas excusas o peor le dirían que él no era su nieto y que no reclame

Antes de que el abuelo se acerque más Ignacio reaccionó malamente tironeando el mantel bordado que sólo se usaba cuando la abuela preparaba la mesa y arrastró todo lo que estaba encima, destruyendo platos vasos y todo lo demás provocando un estruendo seguido por un silencio sepulcral cuando Nacho cayó en la cuenta de lo que acababa de hacer y los demás se congelaron del susto y después de unos segundos que parecieron eternos, de manera sincronizada estallaron, Edgar a gritar y Mateo, que dormía en el cuarto de los abuelos, a llorar.

• TE ¡PASASTE! – gritó Ed y en dos zancadas estuvo al lado de Nacho para agarrarlo de la oreja que para el colmo seguía sentida por la perforación que atravesaba el lóbulo y el cartílago, los dos lugares por donde iba y venía el pirsing que lo había metido en el lío destapando sus mentiras – SI ESTABAS BUSCANDO QUE TE DE UNA PALIZA YA LA CONSEGUISTE – le dijo retorciendo un poco más la oreja descartando toda intención de dejar en castigo en la suspensión de privilegios
• Aaauuuggg – Nacho se quejo poniéndose rojo y agarró con las manos la mano de Ed tratando de mantenerla cerca de su cabeza para evitar quedarse sin oreja

Edgar ya estaba harto del escándalo y comenzó a tirar directamente de la oreja del mocoso para llevarlo a la habitación y acabar con aquello. Luego como un balde de agua fría le llegó a oídos el llanto de Mateo y se frenó en seco para ver a su padre que cargaba a Mateo. Paul le hizo un gesto como diciendo que él se encargaba y se fue de nuevo al cuarto de invitados. Al final Ed se convenció de que tenía que resolver primero el asunto con Nacho.Y se giro a verlo sintiéndose culpable, la idea de que sus padres se queden en casa era para evitarle problemas a su madre y desde que llegaron no habían parado de darles disgustos.

A pesar de saber en teoría lo que debía hacer cuando quedaron solos Ed miro por unos segundos a Nacho preguntándose porque carajos había reaccionado así, no estaba seguro de que hubiera sido lo correcto decirle cuando empezó la discusión que en realidad no pensaba ponerle un dedo encima, pero de todas formas con semejante reacción tampoco pudo planteárselo antes. Así que reuniendo fuerzas y viendo que Nacho había dejado de forcejear cambio la oreja por el codo para llevar al chico.

• Nooo, no, alto, ya te dije que no voy a dejar que me pegues idiota – y Nacho cayendo en la cuenta de que por más resistencia que haga Edgar lo estaba venciendo se agarró de las escaleras para ganar algo de ventaja
• PLAF es plaf sufi PLAF ciente PLAF carajo – advirtió Ed coronando sus palabras con chirlos nada suaves sobre el pantalón de pijama que no hacia juego con la camisa. Y así logró que las manos del rebelde vuelen de la barandilla de la escalera para convertirse en escudo de próximas agresiones, facilitando así las intenciones del hombre
• Aggg NOO  au aaa nooo papá noo –  se quejó y el corazón de Ed se detuvo por segundos, aquella palabra que venía escuchando cargada de fastidio por la obligación de ser pronunciada o que Ignacio decía entre susurros a sabiendas que la abuela lo escuchaba pero con vergüenza de pronunciarla, ahora había sonado auténtica

Entonces Ed levantó la vista, tal vez estaba su madre y Nacho se había vuelto bueno fingiendo pero no había nadie. Tal vez fuera error o tristemente sólo evocó en el chico malos ratos con su padre que era lo peor que podía pasar, pues por lo poco que sabía ese hombre era una bestia. Sea como sea no tubo más tiempo de reflexionar y aunque así fuera no podía sacarse las dudas preguntando porque aquel pensamiento que duro apenas unos segundos sirvieron para que el mocoso apunte de nuevo a la barandilla y antes de que tenga que volver a una lucha Edgar lo arrastró al cuarto.

Ni bien entraron comenzó una dinámica que de no ser por los gritos y las expresiones de los rostros serían una buena estampa de un padre y un hijo jugando. Claro que no era el caso porque lo que pasaba era que apenas pudo  librarse Ignacio se subió a los muebles saltando de uno a otro como si el suelo fuera de lava escapando de las manos de Edgar que daba vueltas sobre la alfombra de Rolling Stone que según Ed estaba guardada en una caja con sus cosas de la Universidad en el garaje y o su madre o el mismo Ignacio habían tomado para ambientar un poco el cuarto que además del póster de los Vengadores que pusiera el muchachito el primer día, no había tenido más cambios que la conviertan en un espacio personal, como si Nacho no hubiera querido identificarse con el lugar.  

Como sea, además de frustrante las cosas no iban para mayores hasta que Edgar logró arrinconar a Ignacio en el escritorio atajando su huida como si pudiera predecir sus movimientos llevando al chico a tal grado de desesperación que terminó atentando con la edición Larousse del diccionario enciclopédico de 1824 páginas que más que patear empujó con la planta de los pies directo sobre la virilidad de su cazador.

• AAGGHHH! – había soltado Edgar y a Ignacio casi se le salen los ojos, solo había querido alejar a Ed… en realidad ya no sabía que había querido hacer, pero eso de seguro no era
• No no no no no – empezó a repetir frenético sin saber cómo deshacer la cagada que se había mandado y de un salto llego al lado de Edgar – ya baje… ya bajeee – le decía empezando a gimotear del miedo queriendo que Ed confirme que había hecho caso a bajarse como le había pedido el hombre desde que entraron y el comenzó a huir de Edgar y el cepillo que sacó del baño cuando estaban de camino al cuarto – ya bajeeej ggh – siguió repitiendo mientras se animaba a tirar de la ropa de Ed tratando de incorporarlo como diciendo “no fue para tanto” más bien rogando que eso sea cierto. Tal vez debió rogar otra cosa

En ese momento entró Paul que aunque estaba intentando con todas sus fuerzas mantenerse al margen, necesitaba habla con Ed, lo que no se imagino es que primero tendría que levantar a su hijo del suelo.

• ¿Qué paso? – pregunto alarmado dándose cuenta al instante qué le dolía a su hijo y sólo tuvo que sumar dos más dos y confirmar con la cara de su nieto – ¿estás bien?
• Ajum – asintió Ed sin moverse
• Escucha – dijo ayudándolo a hacer unas sentadillas para el dolor – a tu madre le está subiendo la presión me voy a llevarla al hospital – hablo serio y Ed se quedo sin aire
• Yo… yo los acompaño papá – se ofreció pero al comprobar que Ed no estaba tan mal Paul rechazó la ayuda
• No, no es grave, sólo esta agitada y ahora no creo que tu compañía sea de ayuda – dijo sin querer reprocharle pero no podía mentir Luci estaba enojada con su hijo – yo me voy y me llevo Mateo. Este ambiente no le hace bien y ahora esta asustado… ustedes arreglen sus cosas ya vengo – dijo y salió de ahí llevándose el auto de Ed que tenía puesta la sillita de bebé sin dar más pie a discusión.
• MIERDA  PERO QUE CARAJO TE PASA MOCOSO – dijo de repente Ed como volviendo a la vida después de la interrupción, es más si hubiera tenido tiempo Nacho lo comparaba con la típica imagen de los muertos saliendo de las tumbas – ESTA VA A SER LA ULTIMA VEZ QUE ME FALTAS EL RESPETO, LA ULTIMA TE ESCAPAS DE UN CASTIGO Y LA ULTIMA QUE HACES SEMEJANTE ESCÁNDALO O DEJO DE LLAMARME ÉDGAR

Y jamás, jamás Nacho se imagino ver a ese tipo tan enojado, parecía otro y siendo sinceros casi se caga en los calzones. La imagen que no creyó ver jamás estaba ahí delante de sus ojos y no había nada que pudiera hacer para frenarla. Edgar se estaba sacando el cinturón casi en cámara lenta y dejando colgar el cuero acomodo a Nacho bajo el brazo en una prensa entre su mano y su cadera, dejándolo comprobar en segundos que no había nada que pueda hacer para cubrirse.

• NOOO  – grito como en película de terror desgarrado la garganta y empezó a zapatear en el lugar – eso lastima eso lastima –   siguió alarmado tratando de soltarse quedando colgado por segundos en esa desdichada posición.
• No lástima! – declaró Edgar sacudiéndolo un  poco en el lugar para descargar la tensión en el forcejeo porque aunque creía muy poco probable llega a lastimar, un cinturón tan grueso podría hacer daño si no tenia cuidado así que aprovechó la ventaja de movimiento para doblar el cinto, esconde la hebilla y bajar el pantalón de Nacho.
• Eso lastima, por favor nooo, eso lastimaa – siguió repitiendo frenéticamente el chico y Ed vio que tratar de convencerlo hablando no iba a hacer más que empeorar las cosas porque además Nacho estaba más allá de escuchar cualquier explicación, así que soltó el primer correazo. Si de verdad creía que lo iba a lastimar o era actuación después de esto Nacho entendería que aquello no lastimaba.
• Zasss ZASS ¡quieto! – dijo estampado el cinturón de lado a lado sobre las nalgas logrando que Ignacio se calle al  instante mientras el dolor subía por su columna y luego de un momento responda con un gemido que a Ed le recordó más al de un perrito recién nacido que a un chico seguido por un lastimero llanto casi inaudible.

Edgar aprovecho la momentánea docilidad y arrastró a Nacho a la cama para ponerlo en sus rodilla dejando el cinturón, ya no lo iba a necesitar. Una vez estuvo acomodado pudo notar que efectivamente no lo había lastimado, no es que lo haya dudado pero mejor confirmar. Sólo tenía dos franjas que recién se estaban marcando con un ligero relieve, nada que no se quite en un par de horas; así que más calmado se dio a la tarea de dejar claro que habían cosas que no iba a tolerar y que nada tenían que ver con el castigo adeudado.

• PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF en esta casa se acabaron las faltas de respeto – declaró mientras Nacho seguía respondiendo a las nalgadas sólo con más gemidos de cachorro – a los adultos se los respeta PLAF PLAF plaf  Y con mayor razón a tus abuelos – siguió e Ignacio respondió con más de lo mismo resbalándose de las piernas de Ed que sólo lo acomodo, no podía decir que se estaba tratando de escapar porque al parecer no era a propósito así que apretó el agarre y siguió en lo suyo – PLAF plaf ¿entendiste?
• Siii rrrggaa – respondió y un ronquido salió junto a la respuesta tragándose los mocos para permanecer otra vez en silencio, el susto por el golpe con el libro y de ver a Ed con el cinturón todavía no lo dejaban en paz.

Sólo tres veces su padre le había dado con aquello, él era más de usar las manos pero no se medía y cuando las cagadas que se mandaba eran públicas como las del colegio se le escapaban uno que otro golpe de puño, nunca en el rostro. Pero esas veces que el juez tomó el cinturón le había sacado sangre como cuando descubrió sus andadas con Estrella y de ahí el temor, no sabía que aquello podía doler menos, aún así no era grata la experiencia. Nacho admitía que la había cagado, si se arrepentía de como acabaron las cosas con los abuelos pero no por eso estaba menos enojado. ¿Para qué le hicieron creer que era un nieto más si luego iban a hacer diferencias?, se cuestionaba sin ver que sólo por vivir con ellos se podría creer que existía un trato preferencial hacia él, al menos más mimos por parte de la abuela. Pero en esos momentos no estaba para ser objetivo. Ahora el tema con Ed era peor, según él. Ya lo había castigado y después lo estuvo provocando hasta que tuvo un motivo para castigarlo, si se sentía culpable pero no le daría el gusto a Ed.

• PLAF plaf PLAF PLAFPLAFPLAF a partir de ahora vas aceptas tú castigo sin escándalos – y en ese momento el chico estuvo seguro que Ed era idiota, nadie de buena gana se deja zurrar, el no era masoquista así que Ed se podía ir a la mierda, y como no era masoquista respondió
• Esta bieen – Y no pudo evitar suplicar ya que hablar le había aflojado las intenciones de permanecer digno – AUU Ghrrr ya.. Ya entendí
• Bien eso espero – dijo Ed algo molesto porque Nacho respondiera de mala manera aún en la posición en la que se encontraba pero no podía hacer más que levantarlo porque el golpe del libro seguía pasando factura y no soportaba más la posición y Nacho aprovecho que Edgar aflojo el agarre y se levantó de inmediato, subiéndose la ropa y apartando el rostro para que no lo viera llorar – ya está Nacho, todo esto lo podíamos evitar si no hacías escándalo –  le dijo para que reflexione mientras se acercaba con la intención de darle un abrazo, porque a pesar de lo torpe de su consuelo su mocoso solía aceptarlo
• Si ya terminaste quiero estar sólo – dijo esquivando el abrazo sin mirarlo
• No, no terminamos, esto fue por el escándalo pero aún falta lo de la porquería que te hiciste en la oreja y la droga
• ¿¿Queee?? Noo – chillo Nacho con los ojos desorbitados – ya noo…. no me puedes pegar más – rogó yendo en reversa, no es que estuviera magullado pero esta porquería ya le había arruinado todo el día y solo quería estar sólo y sobre todo no verle la cara al exagerado de Edgar
• Sabes yo no te iba a castigar así, te estaba por dejar sin tv y a pedir las hojas que escribiste nada más, todo ese berrinche fue innecesario
• JAA claro – le respondió incrédulo sentándose en la cama lo que le dio a Ed la pauta de que no había sido para tanto – porque no mejor me dejas de romper las bolas y te vas a ver a "tu madre" que esta en el hospital y lo traes a Mateo que por tu culpa no lo vi en todo el día
• ¿Cómo? – Edgar casi se atraganta, por un lado todo eso era cierto, aunque no era culpa suya que el mocoso haga tontería y media pero si tenía que ir a ver a su madre y traer a Mateo. Otra porque había relegado a Luci de abuela a sólo “tu madre” y otra porque ni podía entender porque el cambio tan feo en la actitud de Ignacio. Que si bien temprano había salido corriendo no estaba tan arisco y conteston sino más bien buscando protección, no era nada que una paliza y unos mimos no curen pero esta vez no sabía cómo abordarlo – Mejor dame las hojas que escribiste, el cable del televisor y vas bajando el tono porque ya colmaste mi paciencia y si quiero ir a ver como esta tú abuela y traer a Mateo – el tono firmé y la seriedad de Ed hicieron recular al gallo de pelea que poseía a Ignacio y que le pida las iba a que de idiota no escribió fue peor
• No las hice... y no es mi abuela – murmuró y aunque Ed quiso reclamar algo en el tono que uso Nacho le hizo retroceder dos pasos, tenía razón no era su abuela y si el seguía presionando bien podía olvidarse de que Nacho actúe como el nieto de Lucia, aun así su lengua le gano
• Pero bueno, ¿cómo se supone que tengo que actuar? Carajo… te di la oportunidad después no digas que no – declaro frustrado – ya no se qué hacer contigo – dijo girándose para no saltar encima de Nacho – No soportaría que te pase algo malo, hay enfermedades muy graves que te puedes contagiar por algo tan tonto como hacerte una perforación
• Bueno si no sabes que hacer mejor me dejas sólo

Dijo Nacho dolido y luego de una mini guerra de miradas donde Ignacio hacía patente su enojo y Ed su agotamiento, el adulto se retiró y Nacho cerró la puerta con toda la fuerza que pudo haciendo temblar los cristales de toda la casa.

• ¿Cómo esta mamá? – pregunto agitado Ed apenas dio con la habitación a la que lo habían mandado, fue fácil encontrarla porque su padre estaba en la puerta.
• Bien hijo, sólo estaba nerviosa, ahora está descansando – dijo abriendo la puerta del cuarto para que su hijo confirme sus palabras – ¿y cómo esta mi nieto? – pregunto meciendo a Mateo en brazos
• Phhuuu… está enojado papá, como más, la verdad que no se si hice bien en castigarlo creo que ahora me odia
• Jajaja – fue la respuesta de Paul seguido de un movimiento de cabeza como diciéndose “las cosas que hay que oír ” –  ay hijo el que se debería olvidar de cómo era ser adolescente soy yo no tu, es casi una obligación para los chicos hacerse los duros o que creías que lo ibas a castigar y se te iba a colgar del cuello a llorar y a pedir que le sobes el poto y le hagas sana sana jajaja si se tiene que guardar algo de orgullo – dijo y le hizo señas palmeando la banca que había en el pasillo para que ambos se sienten
• No es gracioso papá de verdad casi no me dejo ni hablar, prácticamente me hecho del cuarto – dijo dejándose caer molesto de que su padre no lo tome en serio y la cara de Paul cambio al escuchar aquello
• Bueno pues eso no debiste permitirle, una cosa es que no acepte el consuelo o este enojado y otra que no te escuche o te falte el respeto – reflexiono su padre – Si no te pones firme lo vas a confundir, no puedes castigarlo por faltar el respeto una vez y dejar que lo haga otra – papá le estaba mostrando su error –  Además si estaba al menos algo arrepentido entonces aún no vio su error, esas cosas se hablan… tiene que estar bien claro por qué se merece el castigo y también lo tienes que escuchar porque nada raro… y esta celoso también
• Ajj entonces no sólo es que sienta que estoy haciendo todo mal sino que ya está confirmado – dijo poniendo la cabeza entre las manos, se sentía perdido y desesperado, ¿en qué momento pensó que podría ayudar a Ignacio si no tenía ni idea de lo que estaba haciendo?, tal vez y terminaba echando a perder al chico
• No hay que ahogarse en un vaso de agua – le dijo Paul que aunque no podía seguir el hilo de los pensamientos de su hijo la pinta de abatido lo decía todo. Estaba perdido. Así que tomó el rostro de su hijo con la mano, que tenía libre de Mateo, para que lo vea a los ojos – no hay un manual para ser padre y ese es precisamente el rol que estas cumpliendo con Ignacio y cuanto antes lo asuman mejor. Puede que no sea para siempre, no lo sé, pero lo que si se es que ambos se tienen cariño. Hijo nadie acepta una convivencia en estas circunstancias si no se aprecia  un mínimo al menos y en el caso de ustedes creo que va más allá de la simple tolerancia. Entonces ya es hora que dejes de castigarlo por que es lo que se debe hacer y lo hagas para que el aprenda de sus errores y porque quieres lo mejor para él
• Pero si lo hago por eso – se defendió sintiendo que su padre cuestionaba sus motivos.
• ¿Pero él lo sabe? – cuestionó y el silencio respondió claramente – Hijo... no hay recetas pero si hay cosas que no deben cambiar cuando castigas a un muchachito – esa también era otra lección que Ed tenía que aprender – Tiene que quedar claro el motivo, tiene que quedar claro que no lo haces tú porque quieres sino que se lo ganó él  Y sobre todo tiene que quedar claro que al final hay perdón, una nueva oportunidad y que el cariño sigue incondicional – Ed se quedo pensando en las palabras de su padre, ufff tenia muchas cosas que aprender, reconoció – Y aunque no quieran el consuelo o se hagan los duros tienen que saber que no vas a renunciar y salir de la casa como si fuera un caso perdido. Así que hijo, no tienes nada que hacer acá…

Y entonces se dio cuenta que la había cagado...