lunes, 29 de agosto de 2016

La vida no es un sueño: Cap. 18; Autora Chany

La Vida  no es un sueño
Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 29 de Agosto del 2016
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Capítulo 18
Sangría a la vieja usanza
Autora: Chany

No había sentido tanta adrenalina y porque no decirlo… MIEDO, en su vida, ni cuando decidió saltar del trampolín de seis metros cuando tenía diez años. Reunir el valor necesario para pasar al lado de Paul que sostenía aquella varilla de sauce iba a ser todo un reto, eso sin mencionar evitar saltar sobre el idiota de Gastón otra vez.
Es que para joderlo más de lo que ya estaba el imbécil estaba ahí parado todo chulito mirando ramita del árbol y luego a él como diciendo “la que te espera”. Seguro Dios se había despertado sádico cuando se dedicó a crear aquel árbol maldito.
Será que el abuelo era capaz de… ¿de castigarlo con aquella cosa?... ¿será que era capaz de castigarlo? A la ¡mierda! pensó, las manos le sudaban pero no iba a quedar como un cobarde, menos con Gastón dibujando esa sonrisa burlesca en los labios. Bueno, al menos Adrián y Rodrigo no iban a ser testigos de su desdichado momento, que maldita suerte. Pensar que todo había empezado tan bien el día anterior, demasiado bien para que dure más tiempo.

  • ¿Ya está todo? – había preguntado el abuelo subiendo la mochila y la caña de pescar de Nacho a la caja de la camioneta
  • Claro – respondió confiado Ignacio mientras se despedía por enésima vez de Mateo, como no estar seguro si el abuelo le había redactado una detallada lista con todo lo necesario y lo había hecho revisar dos veces para estar seguros. Es que para pasar todo un fin de semana en el río era importante no olvidar nada y con cuatro adolescentes a cargo Paul prefería llevar de más y no de menos
  • Todavía no está todo! – interrumpió Ed y Nacho bajo los hombros arto ya, ¿qué más podía faltar? – van a volver tarde el domingo y Mateo puede esperar pero yo no – dijo y fue hasta el armario debajo de la escalera para sacar una caja enorme – feliz día del niño adelantado –  dijo y dejó la caja en el sofá para poder recibir a Mateo

No era ninguna sorpresa lo que había en la caja, pero aún así Nacho no pudo aguantar la prisa por verla con sus propios ojos. Realmente parecía un niño y como no parecerlo, Edgar se había pasado, en el buen sentido, una guitarra electroacústica Fender, definitivamente se había asesorado antes de comprarla.

  • Gracias, gracias de verdad – dijo sinceramente emocionado, sabía que a Edgar el dinero no le sobraba y por eso trataba de no pedir nada aunque el hombre le pregunté si necesitaba algo, de hecho además del uniforme para la escuela, desde que estaba ahí Ed sólo le había comprado unas zapatillas con las que andaba todo el día porque las que tenía cuando llegó se habían roto, y bueno también tenía algo de ropa nueva que la abuela le había regalado, pero esto, sabía que Edgar seguro la había tenido que sacar en cuotas de algún local – la voy a cuidar con mi vida – prometió con el corazón, ese era uno de los regalos más lindos que le habían hecho en la vida – gracias de verdad
  • No hay de que – apenas pudo articular, no imagino que entregarle aquel regalo lo iba a poner tan sensible, al punto de humedecerle los ojos
  • Hay hijo – interrumpió Luci – se te está haciendo grande el changuito – dijo acariciando el hombro de Edgar – como pasa el tiempo, si apenas fue ayer cuando te dimos tu ultimo  regalo del día del niño – recordó con detalles el momento – fue una guitarra también – aclaró y recién Edgar conectó con aquel recuerdo, era verdad, ese había sido su regalo, sólo que al contrario de Nacho, él si había pedido aquello, de hecho había vuelto locos a sus padres rogando que le compren el instrumento que al final nunca aprendió a tocar bien porque al poco tiempo otros intereses menos productivos llamaron su atención
  • ¿De verdad? – Nacho abrió los ojos sorprendido ante aquel detalle
  • Si – confirmaron a coro los tres adultos e Ignacio se sintió increíblemente mejor que antes al saber aquello, de alguna manera extraña aquella simple coincidencia lo hacía sentir más unido a esa familia, el que hayan seguido aquella costumbre de que a los quince años te daban tu ultimo y mejor regalo del día del niño lo hacía sentir parte de la tradición y parte de la familia

En fin, con semejante comienzo del día como no estar de buen humor, es más, casi no le importaba que Gastón y Adrián estén en la camioneta sentados junto a él. En realidad al principio el iba sentado como copiloto de Paul pero el abuelo había insistido en sacarle una foto a sus cuatro muchachos junto a la camioneta antes de salir y cuando debieron volver a entrar Rodrigo había corrido para asegurarse el disputado puesto de adelante y aunque él intentó reclamar sin que suene a reclamo infantil alegando que ese era su lugar, la verdad es que igual se oyó infantil y el abuelo corto toda posible discusión con una respuesta más infantil todavía.

  • El que se fue a Sevilla perdió su silla – dijo y a Nacho no le quedo otra que viajar atrás con los otros dos. Al menos Adrián iba al medio y era el que menos mal le caía de los dos, más aún en ese viaje que iba dormido

Después de tres horas de camino llegaron al lugar y aunque Paul tuvo que ponerse un poco firme con el asunto logró que por las buenas todos descarguen las cosas, acomoden la carpa y junten leña antes de ir a armar las cañas, algo que había tenido la precaución de enseñarles días antes en casa.
Lo único que se podía calificar como percance fue que el encargado de llevar la carnada, según la división de responsabilidades que había dado el abuelo, era Rodrigo y él se había olvidado las lombrices, cosa que supieron después de buscar como locos y que el abuelo llame a Gustavo que recién entonces se percató del tarrito que había quedado sobre la mesita junto a la puerta. Suerte que el abuelo era pescador viejo y experimentado así que se fue hasta un ojo de agua a la orilla del río y junto sanguijuelas para usar en los anzuelos.
Hasta ahí todo iba perfecto, pero dos días con cuatro adolescentes sin que pase nada era una utopía, más si tenían en cuenta de que las cosas entre Ignacio y los cuñados de Gustavo estaban bastante tensas. No era nada personal, sólo cuestión de principios según Gastón, pero es que después de la dichosa pelea, Ed había ido a su casa, según él seguramente comandado por Ignacio a chismosear como había empezado todo el lío.
En realidad ni Edgar sabía bien que paso, sólo que habían hablado de su situación actual y de Mateo porque Nacho se cerró en banda a decir una palabra más de lo necesario, pero eso no lo sabían ni Rodrigo ni los hermanos Ferro así que astutamente con la experiencia de director de escuela, Gustavo terminó averiguando todo por la misma boca de los tres implicados, jugando el sucio juego de mentira por verdad, haciéndoles creer que sabía todo lo que había ocurrido hasta que terminaron pisándose solos. Al final la visita de Edgar a Gustavo derivó en una repasadita de la lección sobre el trasero de los dos hermanos remarcando que no debían mentir, es que cuando Gustavo pregunto en casa del abuelo según ellos la pelea la había empezado Ignacio. De paso también la segunda paliza sirvió de advertencia de no estar molestando a Nacho. Así que claro, como declaró Gastón, por principios le debían al pendejo una venganza, así aprendía a no ser tan llorón y andar con cuentos.
La idea y las armas de venganza cayeron en las manos de los dos adolescentes como por obra del destino, una fuerza del más allá les gritaba en silencio que pongan manos a la obra. Es que el abuelo por su edad y su espalda durmió en la camioneta sólo a cinco pasos de la carpa de los chicos, no iba a dejarlos sin vigilancia pero sí les daría la suficiente privacidad para conocerse. Así que los cuatro chicuelos dormirían en la misma tienda de campaña y eso se traducía en camino libre para la trastada.
Ya tenían la oportunidad para hacer algo en contra de Nacho, pero qué harían era el problema, no podían ser evidentes ya que sólo sería motivo para que en vez de Gustavo sea Gabi la que les ponga las manos encima y eso no era nada bueno, porque aunque Gustavo sea más enojón cuando a Gabi le llenaban la medida era menos peligroso nadar con tiburones que estar cerca de ella y ya había dejado una amenaza al respecto colgando sobre sus traseros, así que sí, tenían que ser muy inteligentes.
Luego de planear durante varias horas del primer día la venganza perfecta y acordar cada detalle para que aquello sólo parezca un accidente, se reunieron con los demás para cenar lo que habían pescado durante el día supuestamente. Menos mal precavido Paul había llevado una conversadora con salchichas y arroz ya que si dependían del botín de pesca se morían de hambre dado que los muchachos impacientes se habían pasado la tarde moviendo las líneas de un lado a otro y cuando el calor los superó se metieron al río espantado cualquier posible presa con el alboroto, pero en fin, la idea era que se diviertan no hacer pesca deportiva.
Ya en la noche acosado por el calor de la carpa Ignacio no tubo mejor idea que quitarse la toda la ropa para descansar, total estaban en sacos de dormir individuales y nadie se daría cuenta. Lo que no sabía es que ese detalle sólo sumaría a las supuestas señales que el destino les daba a Adrián y Gastón para llevar a cabo su plan muy confiados en haber decidido meticulosamente cada paso.
Sabiendo que después de lo que planeaban hacer nadie más dormiría esperaron casi hasta el amanecer para abrir lentamente el saco de dormir de Ignacio sin poder evitar festejar la estúpida decisión de Nacho, así las sanguijuelas que estaban poniendo no tendrían ningún impedimento para adosarse a la piel del iluso mocoso. Total el tendría la culpa por dormir en cueros y  por dejar la lata de carnada cerca suyo al dormir.
Preparar todo sólo le tomó unos segundos, segundos en los que casi interrumpen el liviano sueño de Nacho solamente ya que Rodrigo se dormía patas y todo. Después sólo necesitaron acostarse a esperar no mucho tiempo para que una extraña sensación invada a Nacho y que descubra con los primeros rayos del sol como linterna, que tenía el cuerpo infestado de esos bichos y desesperado corra afuera de la carpa tratando de que los chupasangre se quiten de encima con el movimiento de su cuerpo, sacudiéndose, gritando y logrando despertar al abuelo.
Paul estaba algo desconcertado, se acababa de despertar con los gritos de su nieto y ahora lo veía saltar y dar vueltas totalmente desnudo en el frío y con la humedad del sereno. No entendía que pasaba, pero aunque los planes hayan estado muy bien hechos las facciones traicionaron a Gastón. Todos estaban asustados, Rodrigo porque al igual que el abuelo no entendía nada y Adrián porque ahora que veía los resultados de su broma ya no le parecía tan divertido. Pero Gastón no tenía preocupación, es más se reía a carcajada suelta de ver a Nacho montar terrible espectáculo.
El abuelo logró dar alcance al saltarín en cueros y se dio cuenta de lo que ocurría.

  • Me están picando! ME ESTAN PICANNDOO!! – gritaba el chico, más de la impresión porque aquello no dolía, mientras Paul lo sujetaba del antebrazo para sacar de inmediato una tarjeta de crédito y comenzó a quitar aquellos bichitos que se habían extendido a gusto sobre el cuerpo de su nieto

Tomó trabajo quitar cada una de las sanguijuelas pero al fin lo logró, incluso había logrado quitar aquella desgraciada que había llegado a tan delicado lugar haciendo a Nacho el chico mas desdichado y avergonzado, además de tener que soportar la primera palmada en el poto que le diera el abuelo. Es que ya la única sanguijuela que quedaba por quitar era aquella que se había prendido directamente del borde del testículo izquierdo de Nacho, justo ahí donde la piel comenzaba a oscurecerse y una vellosidad apenas más gruesa comenzaba a aparecer.
Aunque no había nadie más en el lugar y el abuelo lo había envuelto en una toalla y llevado aparte para tratar tan delicada situación e Ignacio no cabía en sí de la vergüenza.

  • Bueno hijo – dijo el mayor un poco harto de no poder avanzar con el asunto – Si quieres yo no te miro pero te la tienes que quitar sólo – le explicó el abuelo que ya llevaba rato tratando de convencer a Nacho de que lo dejé quitársela – vamos!... es importante que te la quites –  alentaba viendo que Nacho abría la toalla suficiente como para contemplar su problema pero no hacia ni el amague por hacer o lo que debía, sólo miraba con aprehensión y volvía a taparse con la toalla – vamos si no puedes lo hago yo – se ofreció otra vez cansado de esperar una decisión y al final lleno su cuota de paciencia. Es que además no era bueno que ese bicho pase más tiempo en ese lugar porque ya estaba muy grande, así que sin más tiró un poco de Nacho para pararlo delante de donde se había sentado él y con voz firme le dijo a Nacho que se quede quieto que ya era hora de sacar aquel bicho – Quieto que ya te di tiempo y no podemos esperar más – dijo firme y quitó las manos y la toalla del camino para ayudar al muchacho con ese asunto
  • No, no abuelo – se volvió a acobardar Nacho tapándose – No la toquemos, no la toquemos que ya se va aa salir solaa – y con aquello trataba más de convencerse a sí mismo, pero Paul sabía que eso no iba a pasar, al menos no ahora
  • No Ignacio ya deja el escándalo sólo son unos segundos y no duele – dijo Paul tratando de convencer a Nacho pero es que el dolor no era el problema sino la vergüenza de que sea el abuelo quien tenga que ayudarlo y el no poder hacerlo sólo porque le daban una impresión horrible esos bichos. Dicho sea de paso, esa era la razón por la que no había pescado nada, nunca había puesto carnada al anzuelo porque no podía agarrar las sanguijuelas, incluso las lombrices le daban un miedo irracional, pero estos bichos eran definitivamente peor y NO quería que nadie sepa
  • No no no, abuelo ya lo hago yo – pidió otra vez apartándose, pero ya había tenido varias oportunidades y no lo había hecho así que Paul no iba a perder tiempo otra vez
  • NO, y ya quédate quieto – sentencio firme, pero eso evitó la mini batalla de manos donde el abuelo buscaba despejar el área y Nacho cubrirla – PLAF – sonó un solo azote sobre la nalga derecha de Ignacio dejando la marca perfecta de la palma del abuelo que cansado ya había levantado la parte de atrás de la toalla sólo lo necesario para atestar aquel palmetazo
  • HA! – soñó un grito ahogado y Nacho quedó como estatua, no se esperaba aquello. Entonces como si nada hubiera pasado Paul le quitó por fin la última sanguijuela
  • Listo  –  dijo arrojando aquel bicho  y se paró del tronco caído donde se había sentado – ya pasó – declaró levantando un poco el mentón de Ignacio para que deje de ver al piso y le dio un corto abrazo de consuelo, le limpió la cara y terminó de limpiar y cubrir las heridas que tardarían en dejar de sangrar, diecisiete mordeduras en total, había quedado parchado por todo el frente de su cuerpo

Después Paul paso un brazo por sobre los hombros del chico para llevarlo de nuevo junto a los demás y ahí poder averiguar qué había sucedido, aunque algunas ideas ya tenía sobre a quién preguntar.
Ni bien llegaron no hizo falta interrogar a nadie y aunque Ignacio seguía tan avergonzado por lo sucedido que ni se había puesto a pensar que era una broma, el culpable se descubrió sólo porque a pesar de acordar descubrirse pasado un tiempo, cuando ya no haya queja que valga así Nacho sabía a que atenerse y de paso poder disfrutar de reírse en su cara, Gastón no pudo aguantar para regodearse y apenas Nacho se alejó del abuelo para poder vestirse él se acercó con disimulo para susurrar cerca del otro.

  • ¿Así que no querías que te molestemos? Eso es para que aprendas a no ser llorón – y esas palabras lo decidan todo. Nacho ni lo pensó y cuando apenas tenía unos boxers puestos saltó sobre Gastón derribándolo y se trenzaron en una pelea que más parecía de perro, donde ambos se revolcaban y repartían golpes intentando hacerse verdadero daño
  • Basta… sepárense – gritó el abuelo sin conseguir nada hasta que al final logró tomar de la patilla a Gastón que están encima del otro para poner distancia entre ambos por un momento y fue cuando Rodrigo y Adrián aprovecharon para ayudar sujetando a los luchadores
  • AHWWW!! – pegó el alarido Gastón al sentir el jalón – ABUELO! –  chillo sorprendido, es que el abuelo nunca se enojaba así y menos se iba a las manos
  • ¡BASTA CARAJO! Que abuelo ni que nada – gritó agitado logrando que ambos muchachos dejen de forcejear – ¿que no oyen?.. usted – le dijo a Nacho – vaya a vestirse! – y apenas escucho eso el aludido salió disparado a vestirse y acto seguido Paul tomó a Gastón para revisar los daños que se habían provocado, unos rapones producto de haberse revolcado nada más
  • Ahora Gastón – dijo una vez que termino de limpiar los raspones, menos mal cargaba siempre el botiquín en la camioneta –  ¿que paso? – preguntó aprovechando que Ignacio tardaba más de lo necesario en vestirse
  • ÉL ME PEGÓ DE LA NADA! – grito Gastón frunciendo el ceño – está loco – señaló acusando hacia la dirección de Ignacio
  • Sin insultar ni gritar quiero que me digas que paso desde el principio – Paul no era muy paciente tampoco, de hecho si hubieran sido sus hijos apenas los separó les habría dado una paliza a cada uno fiel a su dicho “ nadie pelea solo”
  • Esta bien, yo fui a la carpa y cuando me acerqué el me pegó – Gastón puso su mejor cara de cachorro mostrando la mejilla apenas con una marca rosa del golpe. Ahora se lamentaba no haber esperado para burlarse como acordaron pero ya era tarde, sólo le quedaba fingir inocencia y que sea la palabra de uno contra la del otro
  • Muy bien – Se resignó Paul sabiendo que de parte del chico no obtendría más información – quiero que vayas hasta el árbol donde me senté ayer y me traigas una rama – dijo calmado y al muchacho casi le rozaba la quijada en la tierra de lo abierta que le quedo la boca ante aquel pedido, gracias al cielo cerca de casa no habían de esos árboles, pero no significa que no sepa para que se usaban las varillas de sauce – ahora – apuro levantando la voz un poco y al chico no le quedo otra que obedecer tratando de convencerse a sí mismo que el abuelo no usaría aquello contra él

Una vez que estuvo de vuelta Paul tomó la vara y con una seña invito a Gastón a seguirlo. Camino hasta donde estaban Rodrigo y Adrián que como no tenían vela en este entierro se habían sentado tranquilos a desayunar y les pidió que no se acerquen al río y siguió camino a la carpa.
Ignacio llevaba demasiado tiempo “vistiéndose” y con la luz del sol en contra se podía ver perfectamente por la sombra que sólo estaba sentado y que no había vuelto porque no quería.

  • Ignacio fuera de la carpa – ordeno Paul haciendo que Nacho de un salto del susto y saque la cabeza por la entrada para ver – tenemos que hablar – dijo mientras hacía con el dedo la misma seña de le había hecho a Gastón para que lo siga. Esa orden tácita no dejaba margen a la desobediencia así que ambos adolescentes lo siguieron bien de cerca hasta un claro en el monte. Cuando el abuelo se detuvo recién Nacho reparó en lo que Paul traía en la mano, esa cosa amenazaba de sólo verla así que no dudo en dejar una distancia más que prudencial entre él y Paul – Nacho, él dice que el primer golpe lo diste tu. ¿eso es cierto? – preguntó apenas se giró al llegar al lugar, pero Nacho no respondía – Es verdad? – reiteró y esta vez obtuvo un asentimiento con la cabeza por parte del chico – ven acá – ordenó el hombre señalando un punto en el suelo demasiado cerca de él y un mundo de sensaciones invadió al chico haciéndole muy difícil cumplir esa orden, más aún cuando veía la satisfacción que provocaba su guerra interior en Gastón

Es que el otro jovencito estaba plenamente confiado en que el abuelo había creído su palabra y no sólo castigaría a Nacho sino que le había dado asientos de palco para la ocasión.
Y Paul apenas tuvo a Nacho a su alcance comenzó a limpiarle la ceja poniendo la vara bajo su axila. No había podido revisar a su nieto y Nacho no se veía tan bien como Gastón, es que Nacho era más chico, más bajo y no había tenido la ventaja de la distancia para lanzar los golpes de boxeo que había aprendido, como en aquella ocasión que peleó con Luis en el colegio, esta vez se habían enredado como en casa de los abuelos, solo que con más tiempo para golpearse y Nacho estaba perdiendo, los resultados estaban a la vista.
El abuelo se tomó su tiempo, igual que hizo con el otro, de revisar cada raspón mientras Gastón rodaba los ojos molesto por no tener la acción que esperaba pero el fastidio se convirtió en miedo cuando apenas terminó de guardar las cosas el botiquín que ninguno vio hasta que fue necesario por ir estar mirando la rama y preguntó.

  • ¿Y porque golpeaste a Gastón? – pero ninguno contestó, sólo se miraban entre ellos, Gastón suplicando mentalmente que el llorón este haya aprendido que no era bueno andar de chismoso y Nacho debatiéndose si hablar o no, ya sabía que lo tenían por quejica y eso era algo que no quería – ¿no van a contestar? – apresuró quitando la mirada penetrante de Nacho para alternarla entre los dos jovencitos pero nada, entonces aclaro algo que le venía molestando – decir la verdad no es lo mismo que ser chismoso. Siempre que lo que digas sea verdad, sea bueno y útil es importante que lo digas – dijo mirando a Nacho a  los ojos y sujetándole los hombros para que deje de mirar a Gastón
  • No creo que sea bueno – la verdad los códigos por los que se regía los había aprendido entre chicos y ser un chismoso era imperdonable
  • Encubrir cosas no es bueno, menos entre familia – escuchar eso de la familia animó un poco a Nacho – además no creo que Gastón quiera parecer cobarde y no aceptar lo que hizo ¿verdad? – pregunto esta vez mirando al aludido, ya aclarado con Ignacio que defenderse y decir la verdad no era ser chismoso no era necesario seguir presionando,  después de todo era mejor que Gastón admita su culpa por si sólo
  • No soy cobarde – respondió enojado frunciendo el ceño – yo sólo le hice una broma, pero él es un LLORÓN y vino a pegarme
  • Bueno, nada justifica irse a los golpes – aclaró mirando a Nacho que ya iba a comenzar un debate por el insulto – PERO – siguió volviéndose a Gastón – hay bromas y bromas. No quiero bromas pesadas entre ustedes, menos si son con malas intenciones, ya eres bastante mayorcito como para no medir las consecuencias, el pudo ser alérgico o caerse al río por el susto – y mientras hablaba llevo a Nacho del brazo hasta donde estaba Gastón para tenerlos juntos – ahora tu – señaló a Gastón – te disculpas por la broma y tu – dijo esta vez a Ignacio  – te disculpas por recurrir a los golpes. Y nosotros – dijo esta vez sacando la varilla de sauce de debajo de su brazo para blandirla delante de los jovenes que pusieron los ojos como huevos fritos de la impresión – esperamos que sea muy sincera la disculpa – y casi sincronizados los mocosos tragaron grueso y se miraron
  • Perdón por la broma… no pensé que te ibas a espantar tanto – se apresuró a decir Gastón, no quería ni pensar en que el abuelo sea capaz de cumplir la amenaza implícita, nunca lo había castigado y no quería que empiece ahora, menos delante de ese pendejo, pero claro, también aprovechó la oportunidad para resaltar disimuladamente el miedo que había demostrado Nacho. De todas formas había sonado  sincero y ahora le tocaba a Nacho
  • Pe… ufff perdón por reaccionar así – había sonado menos sincero, es que no tenía la mínima intención de disculparse, pero no quedaba otra, por alguna razón como regla universal es más fácil desobedecer a los padres que a los abuelos. De todas formas no había sido tan difícil eso de disculparse lo malo es que eso no era todo
  • Bien ahora los dos están castigados  –  eso no se lo esperaban, el abuelo estaba muy calmado, no se lo veía molesto,  era como si eso del castigo fuera broma. Que clase de castigo les podía dar ahí se preguntaron, seguro los dejaba sin pescar o algo así – a los dos los quiero abrazados acá, van a aprender a no pelearse

Si eso era broma era de muy mal gusto pensó Nacho, pero Gastón ya conocía ese método, ahora sabía de donde había sacado esas ideas Gustavo, así que sabía que la orden era muy en serio y después de un debate interno donde recordó lo que pasaba cuando Gustavo daba la misma orden y él se revelaba decidió tragarse su orgullo y obedecer. Pero Ignacio no tenía los mismos planes así que cuando Gastón se acercó él lo empujó para alejarlo.

  • ¿Fuera que te pasa? – increpó mientras empujaba, Nacho se había sentido invadido y todavía no procesaba la orden del abuelo
  • Nacho! – retó el abuelo y lo agarró del brazo  – están castigados los dos así que a hacer caso si no me quieren ver enojado – dijo y los acercó pero Nacho se volvió a alejar
  • No quiero esto… es estúpido, no lo voy a abrazar – se plantó decidido, es que eso daba vergüenza. Lo que no tuvo en cuenta es que las pocas cuotas de paciencia eran hereditarias al parecer
  • RAZZZ – sonó la vara del demonio y no fue hasta segundos después que Nacho se dio cuenta que el había sido el blanco, justo cuando un ardor subió desde su pantorrilla erizándole cada vello del la espalda hasta llegarle al cerebro, malditos pantalones de pescador, debió ponerse también las botas
  • Ahhgggģempezó con un grito que luego ahogó – aishhh
  • No lo voy a repetir – dijo Paul molesto esta vez frunciendo el ceño y lo volvió a acercar a donde estaba Gastón mientras Nacho zapateaba para ahuyentar el dolor y con un poco de resistencia cedió al impulso del abuelo
  • Ya… no seas idiota nos vas a meter en líos – le susurró Gastón al oído y acortó la distancia para el abrazo
  • Quince minutos – anunció el abuelo estremeciendo a Nacho, era la primera vez que lo veía así de enojado
  • Odio esto – dijo Nacho pensando en voz alta después de dos incómodos minutos
  • Claro, por eso es un castigo – las cosas que hay que escuchar, pensaba Gastón mientras respondía – pero si te molesta vamos y se lo decimos al abuelo  – agregó en tono sarcástico lo suficientemente bajo para que Paul a cinco metros no escuche
  • Gggrrr – fue la respuesta de Nacho, encima este idiota se burlaba
  • No sé de que te quejas al menos vives con el tío Ed – Gastón y Adrián llamaba tíos a los hermanos de Gustavo de cariño y porque había aprendido cuándo le enseñaban a Rodrigo – él no es jodido como Gustavo – agregó y Nacho levantó una ceja, estaban hablando del mismo Edgar?
  • Que no va a ser jodido, me cuestiona hasta de lo que cago – exageró
  • Seguro es mejor que Gustavo, él nos pone una hora para leer por día y después nos pregunta –  se quejó y Nacho pensó en que eso no era tan malo, el leía más tiempo por gusto aunque Ed no se metía en eso. De hecho mientras los platos estén limpios podía hacer lo que quería. Pensándolo bien
  • Que fastidio
  • Sii – afirmó con vehemencia – pero son buena gente… digo… Gustavo no tendría porque soportarnos en su casa y aún así nos trata como si fuéramos sus hijos. Fue él quien nos busco y nos llevo a su casa cuando nos peleamos con la mujer de mi papá y después se peleó con él cuando nos fue a buscar y nosotros no quisimos volver – saber esto hizo que Nacho se sienta un poco identificado con los tíos de Rodrigo, todos estaban en el club de los “agregados” de la familia.
  • Bueno ya pasaron los quince minutos  – anunció acercándose Paul – espero que no vuelvan a pelear – estaba otra vez de buen humor aparentemente y lo confirmó abrazando a los chicos – ya pasó ahora a disfrutar y lo de la pelea queda acá no quiero ni a Edgar ni a Gustavo de metiches  – dijo dejando entender que no los iba a acusar y los soltó para volver donde estaban los demás.
  •  Esta bien – respondieron a coro agradecidos, sobre todo Gastón
  • Más vale que no le digas a nadie que nos tuvimos que abrazar porque ahí si te rompo los dientes – amenazó Gastón retrasándose, pera que no oiga el abuelo
  • Lo mismo digo – respondió Nacho pero tanto uno como el otro amenazaron, como dijo Gastón, por principios

Con las cosas en paz pudieron disfrutar de un desayuno ameno e incluso se dieron el gusto de bromear de lo sucedido acordando decir que aquello sólo había sido un accidente para evitar más líos y después tuvieron que regresar, los anticoagulantes de las sanguijuelas tardaban horas o días en salir del sistema así que era mejor volver y cambiar los vendajes de Nacho y evitar una infección.

Quitando el chirlo que le calco el abuelo, la vergüenza por lo del bicho en la entrepierna y el varazo, había sido un excelente viaje, ahora a volver con Mateito…esperaría con ansias la próxima pesca.


9 comentarios:

  1. Bueno se habran dado cuenta del nuevo formato, no es una cosa que sea oficial, pero de verdad quisiera su opinion al respecto, creo que a veces la monotonia del color puede aburrir por eso lo puse de colores, ahora claro que si no les gusta me avisan asi pondreo todo como antes.

    Fuera de eso, pues que ME PARECIO INJUSTO EL ABUELO jajajajja espero que Gaston y al bribon de su hermano los ajusten porque de ellos fue la idea y la victima se lleva un varazo por fastidiarse?, y la mentira no es castigada?... nooo JUSTICIA, JUSTICIA, JUSTICIA

    HE DICHO

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  2. Jajaja no se si apoyo la moción de marambra, pero una retadita aunque sea a Adrián eso si jeje. Me gustan estos chicos, creo q nacho hará buenos amigos aunque no tan pronto. Excelente capítulo.

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  3. Jajaja no se si apoyo la moción de marambra, pero una retadita aunque sea a Adrián eso si jeje. Me gustan estos chicos, creo q nacho hará buenos amigos aunque no tan pronto. Excelente capítulo.

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  4. Esto es INJUSTICIA, PROTESTO SEÑOR JUEZ!!!! Cómo es que la víctima sale doblemente victimizada. Tiene derecho a ofenderse y defenderse!!!! Se lleva chirlo y varazo y todo el cuerpo comido. Eso pasa de broma es jugar con la salud. Dónde queda en las reglas familiares eso de respetar la salud? Acá a Nachito lo pusieron en peligro y por varios días mientras actúe el anticuagulante de los asquerosos bichos. No es él quien debiera llevarse una paliza. Chany me parece queel auelo no mide con la misma vara las travesuras. Quiero reparación. Y encima pide el abuelo omitir detalles a la familia? Vamos x donde se mire eso es mentira. Ese Gastón me huele mal y el abuelo aquí PULGAR ABAJO!!!!
    Está muy linda tu historia.
    Besos
    Graciela

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  5. Jajjaa cuanto pedido de justicia... aun (y lo digo de manera literal) nada esta escrito, asi que todo puede pasar.

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  6. Tiene que pasar Chany, tiene que pasar.
    Me uno al pedido del pueblo, JUSTICIA PARA NACHO


    SALUDITOS MONICA

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  7. Jajaja...
    Como decir que no... Si las chicas tienen razón!!...
    Pobre Nacho!!...
    Qué tal si alguna de esas heridas se le infecta??.. El sufriendo y los otros naranjas!!.. Mm no pues no se vale!!
    Que buen capítulo!!...

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  8. Claro como digo Ed es una gran persona, con todo y detallitos. :)

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