Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 29 de agosto del 2016
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Capítulo 239
Quien le hizo chichiu a mi hirpita
Autora:
Marambra
Logan había vuelto
a casa después de dos horas de ausencia y se quedo callado y pensativo, no
podía dejar de pensar y darle vueltas a las palabras del menor de sus gemelos: yo no lo vi como un abuelo ni como el
padre de Logan, lo vi simplemente como mi oportunidad para ser amado; realmente desaparecer y no volver por su
hijo fue la peor decisión de todas las que tomo erradamente, básicamente fue la
peor cagada que cometió y ahora tenía que aprender a vivir con eso.
- ¿Cariño? – murmuro Ginger sosteniendo en sus manos al pequeño Rubén que tenía ya cerca de un mes… es que entre lo que nació, su alta del hospital a la semana, su llegada a Warnes, el tremendo lio con los gemelos, la desaparición de uno de ellos y el AVC de su suegro, pues los días habían pasado en un suspiro – Logan… Logan, amor – volvió a decir acercándose a él sacando a Logan de su ensimismamiento, desde que llevaran a su padre al hospital cuando perdió la consciencia no lo había visto tan abatido hasta ahora – ¿qué sucede? – le pregunto frunciendo el ceño, era un hecho que algo había pasado con uno de los muchachos… su suegra Clara no había querido que vaya Logan a buscar a los gemelos porque sabía que Iván no iba a tomárselo nada bien, pero Logan había insistido en ir y tratar de hablar con él en vista a que papá despertó, teniendo un motivo común para celebrar y procurar hacer las paces con el muchacho antes de que su padre sea dado de alta, después de todo no todo estaba explicado, pero al parecer nada de eso había sucedido y seguro se pelearon, algo que realmente le daba pena porque Logan sufría mucho con el rechazo de su hijo – volviste a discutir con Iván? – le pregunto preocupada y dolida, el muchacho había dejado en claro que no quería saber nada de ella ni del bebé, a diferencia de Alexander que aun cuando le tenía reparos a ella, le gustaba la compañía del pequeñito y el niño empezaba a reconocerlo dentro de su círculo familiar
- No Ginger, ni siquiera he hablado con él – respondió con pesar, a este paso ya iba a jurar que el mundo confabulaba en contra suya – es más no me vio para nada – respondió con la verdad, porque Lex tuvo que inventarse una gran mentira para facilitar a Logan salir de aquel lugar antes de que le dé un ataque de sinceridad y arruine peor las cosas o comprometa la salud de su padre, Rubén no había querido verlo cuando despertó… o por lo menos eso había parecido aquel gran NO que grito apenas lo reconoció y se había puesto muy mal, razón por la que lo sedaron, y tenía la impresión que aquello fue la causa para que su padre no pueda hablar, el había oído a su padre en realidad balbucear algunas frases para calmar a Iván, lográndolo con un éxito increíble, razón por la que había decidido ya no luchar más contra aquello
- ¿Entonces?... ¿por qué estas tan triste? – quiso saber, sentándose a su lado ofreciendo el blanco pecho al pequeño que empezaba a fatigarse de hambre
- Por nada en particular Ginger – respondió con una lánguida sonrisa que Ginger empezó a relacionar con un profundo dolor, pero no dijo nada, ya lo averiguaría por su cuenta – en realidad, más bien me siento extrañamente en paz – dijo mirando a su bebé, acariciando su pequeña cabecita, pensando en sus gemelos, ¿era su impresión? o sus gemelos eran más grandes que Rubencito, o ¿era que él al tener 15 años los veía enormes?, y sin querer recordó el momento en que los tuvo en sus brazos…
Cuanto miedo había experimentado aquel
día, era un viernes, habían pasado dos meses desde que muriera María… su
pequeña y dulce María recordó de pronto Logan con la misma nostalgia de hace 15
años atrás y no pudo evitar sentir en su corazón aquella profunda ternura que
nunca más pudo volver a experimentar ni siquiera con Ginger que le había dado
un hijo no hace ni un mes atrás; es que hay recuerdos y sentimientos que se
atesoran bajo siete llaves al cuidado celoso de ojos curiosos o bocas
chismosas, y él supo guardarse muy bien lo que sintió con esa niña; ahora, casi
dieciséis años después viendo
su pasado con ojos de adulto se daba cuenta que tanto él como María no eran más
que niños, como aun lo eran sus gemelos, a sus ojos sus hijos eran niños en
todos los sentidos, a diferencia de los ojos de Rubén que los veía y trataba la
mayor parte del tiempo con el tacto que se debe tener ante un adolescente,
respetando sus sentimientos y dándoles el espacio que necesitaban, sin que eso
signifique que los deje a su libre albedrio y se desentienda de ellos, algo que
Logan tenía que aprender para bien no solo de los gemelos sino del nuevo niño
que tenía en sus brazos y empezaba a reclamar su atención.
Ni siquiera se dio cuenta en qué momento
el pequeño paso de lo amorosos brazos de su madre a los suyos ni en qué momento
Ginger había abandonado la alcoba, pero estaba bien, podía lidiar con él… y eso
lo golpeo en la boca del estómago, podía lidiar con un bebé de apenas mes por
cumplir y no podía hacer nada al respecto con sus gemelos, era como si el
destino desde un inicio le dijera que no era apto para cuidar de ellos… e
irremediablemente pensó en el día que los trajo a casa y los profundos cambios
que tuvo que experimentar, los grandes reajustes que tuvo que hacer por el bien
de todos, sobre todo el suyo propio porque su padre dejo en claro lo que pensaba
al respecto de las nuevas obligaciones: NO HABÍA PRETEXTO… y ahora viendo el
pasado su padre tenía razón, fue tan duro aprender sus nuevas
responsabilidades, responsabilidades que nacieron el día que los gemelos
llegaron a la hacienda.
Aquel día su padre y su madre fueron a una
reunión del colegio, los hicieron llamar porque sus calificaciones habían
bajado horriblemente, se la pasaba languideciendo su pérdida distraído, mirando
la nada en las clases, no participaba de nada y se guardaba su opinión para su
almohada, pero papá ya estaba harto de aquello, Rubén había tenido toda la
paciencia del mundo, pero su hijo tenía espabilar como se suele decir, y no
había sido fácil ni para él ni para Clara, peor para Rubén porque tuvo que ser
él el encargado de reajustar a su hijo a su nueva condición, un reajuste que se
dio el día que dieron de alta a los gemelos, ese fue el peor día de su vida en
todo sentido aparte del día en que se llevaron el cadáver de María sin dejarlo
ni siquiera despedirse.
- Sube
Había ordenado su padre aquella mañana,
eran las 11 recordó haber salido al encuentro de sus padres tal cual estaba
vestido, con los pantaloncillos deportivos y la camisa del colegio, le tocaba
educación físico y se vio de pronto sorprendido por el regente del colegio que le anuncio que debía
recoger sus cosas porque sus padres habían venido a recogerlo, había caminado
con el estómago en un nudo, acababa de enterarse que el director los había
convocado a una reunión extraordinaria para ponerlos al tanto de sus avances y
la actitud agresiva que Logan había empezado a sembrar en su camino contra sus
compañeros, es que Logan hacia dos cosas… o se volvía una ostra o repartía
puñetes a quien se cruce en su camino.
Rubén por su parte había oído con
paciencia todas las quejas dadas de parte del establecimiento y aunque entendía
y entendían el resto (amigos, familia, maestros) que su hijo estaba atravesando
una difícil situación, no podía pasar por alto esta falta, no cuando había una
contra parte involucrada que pese a tener su cuota de culpa no justificaba las
acciones de Logan por lo que tendría que tomar medidas más extremas le guste o
no su hijo a Clara o a el mismo, solo que aquello tendría que esperar hasta que
llegaran a casa y eso solo después de recoger a los bebés del hospital.
- Hooo hola papá, mamita – saludo asustado de ver a su padre parado en la puerta del colegio esperando que salga, no tenía ni idea de que había regresado del viaje y estuvo confiado en que podía rogar a su madre de no decirle nada a papá, pero el destino hizo que Rubén regrese día antes de lo previsto y nada fuera eso, sino que la llamada la recibió él en el móvil, porque Clara estaba al fono hablando con el hospital confirmando que darían de alta a los gemelos
- Hola hijo – saludo su madre sin sonreír, con la cara triste mientras Rubén frunció el ceño y lo cogió de la nuca para encajarlo a la movilidad.
- Su... ¿sucedió algo? – pregunto de pronto angustiado de ver a papá en la puerta del cole, por una fracción de segundos pensó que su llegada no se debía al asunto del colegio, sino por algo relacionado con los bebés, porque a él pese a los líos en hora de recreo, no habían sido convocado a la dirección, pero eso era porque esta vez, el director decidió tocar el tema directamente con sus padres
- No hijo no sucede nada – contesto su madre
- Si – dijo papá – sucede que acabo de enterarme que volviste a pelar con un compañero al que fracturaste las raíces de los incisivos y ahora hay que hacerse cargo de los gastos médicos – y eso era cierto, papá había hablado con Osvaldo, el padre de Mauricio el muchacho con el que se peleo Logan y se había ofrecido voluntariamente a correr con el gasto de aquello, porque la idea del pago de aquello nació de su parte, porque analizando los eventos, había sido Mauricio quien soltó el primer golpe y provoco a Logan en todo sentido – así que tu y yo tendremos una seria conversación cuando regresemos a casa – advirtió tanto a Logan y a Clara ocasionando en ambos un apretón en el estómago – pero antes iremos al hospital
Y Logan bajo la mirada al piso, se sintió totalmente
miserable, se había olvidado que ese día tenían que recoger a sus bebés,
acababa de darse cuenta que empaño sin querer el día que debió ser motivo de
festejo, pero dentro de aquella tristeza encontró un rayo de luz, por lo menos
los bebés consolarían su soledad y su amargura; y durante ese viaje al
hospital, Logan se hizo un mundo de fantasías sobre su vida con los pequeños,
como todo adolescente idealizo su relación con ellos en una burbuja de
suposiciones altruistas donde se pinto como el padre perfecto, la antítesis de
su propio padre, por ejemplo él jamás lastimaría a sus hijos, no cuartaría sus
ilusiones, no sería opresor, dejaría que hagan lo que quisieran para que sean
felices y todo eso porque él como hijo sentía que su padre se había vuelto de
la noche a la mañana su carcelero, no le dejaba hacer nada, quería saber a todo
momento donde estaba, no le quitaba el ojo de encima, lo oprimía con todo eso
de las notas y según él no podía dar contento a su padre en ningún sentido, que
si su ropa, que si sus modos, que si peleaba, que si contestaba y muchas otras
cosas que desde su óptica fueron amargándolo más y más desde la muerte de
María… llego a la conclusión incluso que su padre era un egoísta y un envidioso
porque de pronto dejo de prestarle atención a él porque se había enamorado y
entonces desde que supo lo de María, papá había cambiado y no para bien, sino
para no dejarlo disfrutar del amor y la compañía de Marías, así que él no haría
eso, cuando sus hijos se enamorarian, el festejaría con los muchachos con
bombos y platillos, en resumidas cuentas él se convertiría en su héroe y se
aseguraría el amor inmortal de sus hijos, el eterno… el que no se rompe, porque
él oiría a sus hijos, los cuidaría con esmero y puro cariño, sin gritos sin
restricciones, sin opresión.
Pero como todos los sueños y sobre todo
los sueños adolescentes todo termino siendo eso: una utopía, ahora viendo en
retrospectiva se daba cuenta que aquello que pensó aquel día jurándose a si
mismo ser el padre perfecto no fue más que una tonta fantasía y que su padre
tenía toda la razón, ser padre era difícil, era una tarea titánica en la que se
cometían muchos errores y que a él le faltaba todo un mundo para llegar a ser
un padre con toda la extensión de la palabra, que tenía que aprender pero que
él le ayudaría y que estaría a su lado todo el tiempo que lo necesitara tanto
como si quería o no quería, porque lo amaba y quería su bien, obviamente ese
momento no lo sintió así, ese momento fue todo una tragedia.
Aquella mañana apenas subió aprehensivo a
la movilidad de su padre, con la cara amoratada, el ojo entintándose, el pelo
parado y la camisa escolar toda sucia lleno de barro y pasto seco y el pantalón
escolar en la mochila con la rodilla hecha un girón, fueron directo al hospital
porque el médico daría el alta a los bebés al medio día; echando una mirada al
pasado sin duda fue el más hermoso día de su vida… ver a sus gemelos por fin,
fuera de la incubadora, sin tubos, sin monitores, sin respiradores y todo el
tiempo dormidos y verlos por primera vez en una cunita, con pañales, despiertos
ambos bostezando juntos y chupándose los deditos fue simplemente una
experiencia sublime y lo era mejor, que ahora podía abrazarlos por primera vez
desde que nacieran y no solo acariciarlos a través de los guates de goma que
había en la incubadora, ahora podía sentir realmente la suavidad de sus pieles
rosadas, el olor de sus cuerpitos, besar uno a uno sus diminutos deditos… ahora
podría ponerlos sobre su pecho desnudos como quería, como vio en una foto en el
internet, un padre tumbado en su lecho con su pequeño bebe dormidito sin nada,
sobre su pecho plano… eso era lo que quería hacer, y lo hizo, solo que aprendió
que los bebés no avisan cuando orinarse o hacerse caquita encima… como sea, el
ver a los niños, listos para irse a casa con la familia conmovió a los tres hasta la fibra
más intima de cada quien, al papá grande, a la mamá y al papá de alasitas,
tanto así que Rubén decidió ser indulgente con Logan.
Clara había vestido a sus nietos con
iguales prendas y los sacaron del hospital en brazos, Logan quería cargar a los
dos, pero no pudo, y tuvo que escoger, bueno en realidad Clara, ella levanto a
Iván en sus brazos y Rubén le enseño a su hijo como alzar al suyo sin
lastimarlo, tenerlo por primera vez en sus brazos fue tan divino que casi llora
de emoción, ahora recordaba cómo le temblaron las piernas de nervios y el
estomago se hizo una mariposa con vida propia, y no despego la vista de las
sillas cunas portátiles que su padre había comprado para los gemelos para
trasladarlos de un lugar a otro en la movilidad, incluso puso unas cortinas
semisombra en las ventanas para que la luz no de donde ellos estaban, recién
ahora apreciaba todos aquellos pequeños detalles que papá grande tenia con él y
con sus hijos, realmente tuvo que pasar 15 años para apreciar el gran amor que
su padre tuvo por él y por sus hijos… pero él había arruinado tanto todo que
dudaba que ahora su padre lo quisiera en casa, tremendo error; si Rubén lo veía
ahora o pudiera penetrar en su cerebro y ver o tocar u oír o masticar sus
pensamientos, seguro le volvería a dar la paliza que le dio aquella noche en
nombre de los gemelos…
Aquel día, tras llegar a la hacienda con
los gemelos y después de almorzar, su padre recibió un sobre a nombre de
Osvaldo Antelo, el padre de Mauricio el muchacho con el que se agarro a puñete
limpio en el patio del colegio y era la razón por la que estaba suspendido tres
días, Rubén apenas abrió el sobre llamo a Logan a la oficina; después de tantos
años recordaba aquel incidente y parecía que casi se veía a sí mismo tener que
dejar lo que estaba haciendo para ir al encuentro con su padre en su estudio,
recordó la sensación de angustia que empezaba a ser muy familiar en el estómago
cuando su padre merodeaba por sus alrededores, recordó sus piernas de gelatina
a medio cuajar, temblorosas y sus manos llenas de sudor que limpio en los
laterales del pantalón y como no, la saliva espesa en la boca que prácticamente
sello sus labios en un silencio que rayaba lo ominoso, pero ni modo, tuvo que
ir y hablar con papá.
- ¿Papá? – musito apenas cerró la puerta del despacho tras suyo, no queriendo que nadie vea lo que pasaba dentro, ya era vergonzoso que Adelita la ahijada de doña Rosa la señora que ayudaba a su madre en los quehaceres de la casa, haya sido testigo del jalón de orejas que le dio papá días atrás como para que ahora se entere de que se llevaría una paliza, pero bueno, no le quedaba otra
- Siéntate – ordeno su padre mirándolo avanzar con paso de caracol a su encuentro, pero aun cuando tenía un montón de cosas que hacer, su hijo era ahora mismo su prioridad – abre esto y lee – le dijo papá entregándole el sobre que le envió Osvaldo
- Paciente Mauricio Antelo – leyó y un nudo apretó su garganta, esto no era bueno
- Sigue – indico papá al ver que Logan se quedo callado queriendo poner el papel en la mesa y no tuvo otra que seguir
- Férula dental 1500 bs, Rx dental panorámica superior 550, honorarios médicos 430 bs, Rx de control 200 – aquello era el detalle de los gastos dentales de Mauricio, estaba metido en un buen lío
- ¿Sabes lo que es? – pregunto Rubén mirando fijamente a su hijo haciendo que se sienta diminuto
- Es una cuenta – respondió y bajo la mirada
- Exactamente Logan, es una cuenta de los gastos que él padre de Mauricio hizo hoy para que su hijo no pierda los dientes que TU rompiste esta mañana – y Logan se puso de pronto rojo para pasar luego a un pálido mortal – y que ahora tengo que reembolsar – apenas dijo eso Logan se hundió en su silla tan abatido que parecía que quería hundir no solo su trasero en el lomo de la silla donde estaba sentado sino que se abra y se lo trague, y se puso a pensar como un loco que seguro ahroa su padre le daría una paliza, pero su padre lo sorprendió con algo que nunca imagino ser posible… Indulgencia – Mírame Logan – ordenó papá en tono suave y Logan obedeció tímidamente – esta mañana estaba tan enojado que me prometí darte una paliza – dijo enfadado haciendo que Logan baje la mirada y su corazón se acelere, su padre sabia que se sentía mortificado así que decidió darle una tregua – pero no lo voy a hacer, vas a estar castigado por don fines de semana sin salidas y sin visitas de amigos – dijo y Logan levanto la vista esperanzado como en mucho tiempo no lo hizo
- Gracias papá – agrego y aun cuando tuvo el impulso de correr a su padre y abrazarlo, no lo hizo, hace como 8 meses que Logan no se dejaba abrazar por su padre o lo abrazaba él y ahora con los años por fin sabía la razón… orgullo, tonto y simple orgullo adolescente, y se levanto apurado por salir del paso y correr a su alcoba – no voy a salir a ninguna parte papá, no tengo planes además – agrego como diciendo, no será aburrido o me vale, pero su padre atajo su huida
- No he terminado aun Logan, así que vuelve a tu asiento y escucha con atención – recomendó y Logan de mala gana hizo lo que se le pidió
- Dime papá – agrego casi obligado por romper el silencio que se formo de repente, queriendo además distraer a su padre y sacárselo de encima, es que Rubén se había sentado apoyando su espalda cómodamente al espaldar del sillón giratorio observando sus facciones, sus movimientos como una fiera al acecho de su presa… cosa errada papá estaba contemplando sus facciones, sí, pero recordando como era su rostro de niño y que cosas había empezado a perder y a ganar desde que la pubertad se hiciera cargo de su cuerpoy de su mente
- No quiero más peleas en el colegio Logan – advirtió su padre por enésima vez
- Ya lo sé – respondió un poco irritado de pronto, inexplicablemente como todo crío de su edad, volviendo a pararse para salir de aquel lugar que empezo a sofocarlo
- HE DICHO QUE TE SIENTES – Rubén se vio obligado a levantar la voz y Logan no tuvo más remedio que hacer caso… – no he terminado de hablar – volvió a decir – como te decía, no quiero más peleas en el colegio pero no solo eso – y Logan se vio obligado a mirar a su padre a los ojos – quiero que te pongas las pilas en el cole, quiero que tu calificaciones mejoren de aquí en adelante – puntualizo golpeteando la mesa con el índice – NO MAS QUEJAS DE NADA… no quiero oír a nadie en el colegio diciendo que tu trabajo es deficiente, que su notas son pésimas, que no haces el esfuerzo por participar en clases, que te la pasas todo el día volando y que vas a calentar al asiento ¿me estas entendiendo Logan? – pregunto cogiéndole el mentón porque para eso, Rubén se acerco a su hijo para tener contacto físico con él, sentar presencia, hacerle entender que estaba ahí no solo para reñirle sino para darle un voto de confianza
- Si papá, entendí – respondió azorado y triste, era feo oir a todos quejarse, pero peor que eso era saber que tu provocaste esas quejas
- Bueno pues entonces, estamos empezando de cero hijo, sin amenazas, sin discutir, sin pelear, ¿y sabes por qué? Logan – le dijo poniendo sus manos enormes sobre los hombros de su muchacho y Logan mordió su boca con afán, estaba nervioso
- No papá no lo sé – decidió ser sincero
- Por tus bebés – agrego Rubén, y Logan se quedo sorprendido y su padre se dio cuenta por el leve parpadeo que dio su hijo – hoy recogimos a los bebés y ellos necesitan que tu te pongas las pilas, porque son tu responsabilidad – le explico – eso no quiere decir que yo te obligue a ir a trabajar ni nada por el estilo – eso tenía que quedar bien claro entre los dos – tu único trabajo como siempre ha sido son traerme buenas notas del colegio, nada más – volvió a decir lo que sierpe decía cada que empezaba el año escolar y desde hace un año cada que había alguna queja del cole – necesito que te centres porque tú tienes que entrar a la universidad cuando toque y sacar una profesión – dijo – ¡una buena profesión! con notas sobresalientes y abrirte oportunidades en el camino porque son tus hijitos – dijo apuntando a la puerta como señalando imaginariamente a los bebés, pensando que tal vez con ellos presentes en su vida, su hijo cambie de actitud – dependerán a futuro única y exclusivamente de ti, porque tú eres su padre... ¿estamos siendo claros?
…Aquella palabras resonaron en su cerebro
como una campanada, y se puso a pensar que aquella
tarde pensó altruista que eso no debería ser nada difícil, y que
le mostraría a su padre que era incluso mejor que él, pero los años, la
experiencia que tenia ahora le dieron la razón al viejo Rubén, ser padre era
una difícil tarea que se iba perfeccionando día a día desde el momento mismo de
la concepción de un hijo, dándose cuenta que él desde entonces lo hizo mal y no
necesito una vida semana para demostrar a su padre que era un desastre, ya
aquella primera noche había debutado como un desastroso principiante y su debut
estuvo acompañado de una orquesta de cinturonazos que hasta el día de hoy
recordaba…
cuidado con lo que deseas dicen, yo quería leer mas y ahora me quede mas anciosa que antes.
ResponderEliminarComo llega uno a entender las meteduras de pata cuando en capítulos como este se ve como aun sin comprender a su padre ni tener la madurez para hacerlo Logan se vio de pronto con la obligación de llenar unos zapatos que le quedaban enormes aún. Muy buen capi pero igual quiero mas.
Pobre Logan..debe ser super dificil ser padre siendo adolescente...dificil para todos...tenaz. Los dos Caps excelentes amiga
ResponderEliminarUn abrazo
Pobre Logan la esta pasando fatal!!...
ResponderEliminarOjalá que Ivan ya deje su berrinche aun lado!!...
Porque sé que le hizo mucho daño a sus hijos!!.. Pero Ivan como se atreve a juzgarlo si igual lo esta asiendo sufrir con su indiferencia.. Eso no lo hace alguien que te quiere!!!..