El divino Divo: Cap.2; Coescrita: Gloria y Marambra

El Divino Divo

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 15 de Septiembre del 2016

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Capítulo 2

Autoras: Gloria y Marambra

• No, no, no, no y no…. NO VOY A HACERLO HE DICHO – decía Sebastián moviendo las manos arriba y abajo en signo de disconformidad, no sabía si estaba enojado, estupefacto, asombrado, soñando o en shock, es que no podía creer lo que estaba sucediendo, aquello simplemente era descabellado… “Ridículo” – NO PIENSO OBEDECER – dijo cruzándose de brazos tirándose al sofá en una teatral caída de indignado y sus padres que ya preveían una acción como esta, porque es lo quela psicóloga les había dicho que posiblemente sucedería, trataron de armarse de valor y conversar con su hijo, podía ser que hayan fallado tan malamente y haber criado a un niño mandón así como los que salen en el programa de Jo Frost la super niñera eso hicieron… pero no permitirán que su cachorro se eche a perder como parecía que estaba sucediendo; es que la famosa psicóloga les había cantado 4 verdades a la cara y la vergüenza los superaba, razón por la que estaban ahora mismo tomando esta decisión, ellos eran buenos padres y como buenos padres harían lo correcto
• Sebastián, amor, escúchame – dijo mamá que rápidamente se puso a su lado, pero no de su lado y le cogió la cara con cariño para calmar los ánimos
• NOOO, no voy a escucharte mamá – le dijo cogiendo sus muñecas para que no le toque la cara, digamos que estaba demasiado indignado para esta traición – esto es… eees… es RIDÍCULO – expresó, pero esta vez se paro y empezó a caminar de un lado a otro como un filosofo en fase pensante queriendo horadar en el piso un hueco de tanto caminar el mismo tramo, mientras sus padres permanecían sentados en silencio y sin pelear, y para variar uno al lado del otro en el mismo sofá, algo que no hacían desde hace décadas – esta es la idea más estúpida que les he oído decir en toda mi vida – se quejo– es ridículo, es una porquería – seguía buscando calificativos a la sugerencia de sus padre – Y NO VOY A IR ¡HE!... DEFINITIVAMENTE NO VOY A CEDER EN ESTO – dijo acompañando la frase con un cómico empuje de su puño al vacio
• Sebastián ya ¡basta hijo! – dijo papá a manera de advertenciayalgo molesto, es que desde que se sentaron supuestamente a charlar sobre los planes futuros, Sebastián no hizo otra cosa que negarse a todo – estas siendo intransigente muchacho – y eso sonó a amenaza, una amenaza que por lo visto a Sebastián le resbalaba porque rápidamente agrego
• ¿Y qué va a pasar?... ¿me vas a quitar mis legos? – tuvo la osadía de decir desafíate mirando fijamente a su padre, muy seguro de su reacción
• SEBASTIÁAAAN! – grito su madre indignada
• ¡QUÉEEEE! – también elevo la voz mirando a su madre como si le hubieran salido dos cabezas – ... él no puede hacer nada,ya no vive aquí – aseguro para espanto de su madre y indignación de su padre, no era ni una semana que llevaba fuera de casa y su hijo ya ¿había asumido cortar su derechos paternales por simple suposición? – además lo que ustedes me proponen es impensable – siguió con sus argumentos sin darse cuenta de lo que acababa de decir – ¡YO NO VOY A DEJAR EL COLE!, me gusta estar ahí – aseguro con determinación, no podían negar que su chico tenía carácter
• Si… como no, ¡perdiendo el tiempo! – agrego papá
• ¿Y eso que?… el cole es para eso – aseguro todo un tipito sin pensar en que su boca lo estaba metiendo en grandes líos por no dejar a sus neuronas actuar un segundo – además no tengo malas calificaciones y tampoco quejas de nadie – eso era muy cierto, pero tampoco era brillante, y de ese detalle se había encargado de abrirles los ojos esa vieja metiche
• CIERTO – dijo papá – pero son unas calificaciones MEDIOCRES y tu puedes más que eso
• Es que no quiero hacer MÁS que eso – chirrió entre dientes empezando a darle jaqueca
• Solo dale una oportunidad hijo – intervino mamá más benevolente,mientras Mauricio se puso a pensar en la forma de actuar de su mujer, ahora lo veía, estaba cometiendo los mismo errores que él y del que les hablo claramente la Licenciada Andrew  llegando a la conclusión de que esta no era la manera de enfocar las cosas con Sebastián, no tenían que pedirle ninguna opinión ni darle explicaciones de sus actos, ellos eran sus padres, el solo tenía que obedecer sin rechistar, algo que ahora mismo se daba cuenta, no se daría porque Sebastián estaba acostumbrado a no obedecer
• ¡NO!... no quiero darle una oportunidad a nada; además ¿para qué? – pregunto mirando fijamente a su madre – yo no hice nada malo, son ustedes los que andan peleando ¿y es a mí a quien quieren castigar? – pregunto y no estaba usando sus dotes teatrales, de verdad veía aquello como un castigo
• Nadie te está castigando – contesto su padre
• Y ¿qué crees que es ir a esa academia?... UN CASTIGO – volvió a afirmar pero esta vez gritando – y yo no hice nada maaaaalo… ustedes lo que quieren es deshacerse de mi mandándome a ese lugar – dijo todo dramático y aquellas palabras hicieron que Nora cambie de actitud, por primera vez veía a su hijo como lo describió la psicóloga, un muchacho inteligente en extremo y manipulador, y ahora estaba haciendo gala de aquello para salirse con la suya una vez más.
• Deja el teatro Sebastián, basta de manipularnos – agrego y Sebastián abrió la boca sorprendido e indignado
• ¿Qué… qué los estoy manipulaaando? – y abrió los ojos estupefacto – ¿de dónde sacas eso mamá?, es totalmente ofensivo – y puso cara de herido de muerte
• De la psicóloga – contesto su madre impávida – ¿de quién creías?
• ¿De la… de la psicóloga? – pregunto no enojado, sino sorprendido, él la había “conquistado”, la tenia segura – ¿de esa vieja fea? – agrego ahora que la identifico como la piedra en su camino – ¿pero cómo?, si yo la…
• ¿La tenías comiendo de tu mano? – pregunto su padre irónico, ¿qué era esto?, pensó Sebastián desconcertado, ¿un complot?, ¿que era todo esto?, se habían separado porque no se soportaban y ahora se unían para arruinar su vida?
• YO NO HE DICHO ESO – contesto Sebastián poniéndose de pronto rojo, una respuesta visceral que siempre delataba su vergüenza, que era lo única cosa que lo ponía así y sus padres lo sabían
• Pero lo estas pensando – agrego papá
• ESO NO ES CIERTO – reclamo con la voz sonando demasiado aguda
• Ya es suficiente Sebastián Smythe – se paró su madre para quedar delante de él – tu harás lo que nosotros te sugerimos
• ¿AHORA ME SUGIEREN? – protesto
• Sugerimos NO – dijo papá – lo que te ORDENEMOS –agrego enfadándose – porque somos tus padres y hacemos lo mejor para ti – dijo calmándose
• ¿CUÁL LO MEJOOOR? – no estaba gritando, pero definitivamente estaba al borde de una pataleta, pero también se sentía dolido – lo que pasa es que ustedes como ya no están bajo el mismo techo como PERRO Y GATO CALLEJEROS PELEÁNDOSE… ME ATACAN A MIIII – dijo poniendo una mano al pecho señalándose – y ahora me quieren tener de su PUERQUITO – los acuso y sus padres se miraron uno al lado del otro dándose cuenta de la manera en que su hijo los veía realmente y no como se ocupo de maquillar con esa mascara de comprensión y madures que les había hecho creer: “perro y gato” les había dicho y nada fuera eso sino encima los catalogo de “callejeros” – pero quiero que les quede claro – agrego elevando un dedo en sentencia acusatoria – YO… NO… IRE… A ESE ESTÚPIDO COLEGIO – punteo para que quede claro – y MENOS para ponerme ese traje de PAYASO – agrego aventando de un manotazo el uniforme que sus padres acababan de comprar para que se pruebe y tras aquello se giro caliente hacia la puerta con la intención de dejar a sus padres con la palabra en la boca, pero papá fue mucho más rápido y lo cogió del  brazo, su primer impulso fue jalarle de la oreja pero como nunca antes le toco un pelo, como que no se sintió cómodo con aquel pensamiento, pero estaba decidido a que su hijo cambie de actitud
• Ve y alza lo que acabas de tirar Sebastián – dijo como primer punto – luego te disculpas con tu madre y te sientas con nosotros a conversar sin gritar, o te atienes a las consecuencias – dijo al azar, pensando rápidamente en amenazarlo con algo que le cause realmente temor como llevarlo como estudiante interno en el internado que tiene la academia Dalton, claro era algo que nunca se puso en plato de discusión pero que se toco en la reunión con la psicóloga
• NO – chillo girándose para darle la cara a su padre – NO voy a sentarme a oír estupideces – contesto mirando fijamente a su padre
• Te dije – repitió su padre con aparente calma – que alces lo que acabas de tirar, te disculpes con tu madre y te sientes A OÍR lo que tenemos que decir – si, papá cambio el tenor del pedido peligrosamente, solo que Sebastián no lo capto como advertencia sino como un reto
• Y yo HE dicho que NO LO HARE – y le dio la espalda a su padre
• Sebastián, estoy hablando contigo – agrego papá jalando el fino hilo de la calma
• Pero yo NO – nunca antes su hijo los había desafiado de esa manera
• Última oportunidad – dijo Mauricio jalando su brazo deteniendo su huida y a Sebastián se le cruzaron los cables
• Pues PÚDRETE – y fue basta su padre lo jalo de la oreja llevándolo hacia el sofá – ¡AUUCH!... QUE TE PAAASA – grito Sebastián sorprendió
• A TI ¿QUÉ TE PASA? PLOP PLOP PLOP – tres manotazos secos cayeron sobre el pantalón amortiguando el ruido y el picor y lo tumbo boca abajo sobre su regazo empezando a golpear su trasero delante de su madre… ¡horror! – plof plof plof
• DEEEEJA PAPÁAA… SUÉLTAMEEE, SUÉLTAME – forcejeaba con todas sus fuerzas
• ¡NO!... NO VOY A SOLTARTE, VOY A DARTE UNA PALIZA SEBASTIÁN – anuncio su padre cogiendo ya no más la liga del deportivo del muchacho – ALGO QUE DEBÍ HACER DESDE QUE EMPEZASTE A PORTARTE COMO UN PEQUEÑO TIRANO, HACIENDO LO QUE TE DA LA GANA – agrego su padre en medio de los gritos de Sebastián bajándole la ropa hasta medio muslo para pena del muchacho, a quien los colores se le subieron al techo
• NOOOOO, NOOOO, NOOO SUEEELTAAA DEGENERADO SUELTAME – pronto Sebastián iba a darse cuenta que no era bueno insultar a quien te bajo los calzones
• Plop plop Pplop plaf PLOP PLOP plaf plaf – y la mano de su padre empezó a hacer eco en el fondo blanco de sus muslos y el azul de su calzoncillo mientras le iba riñendo – a ti que te pasa plaf PLAF PLAF plaf – y las manos volaron al trasero para protegerse, pero su padre como si esperase aquello lo cogió de la muñeca, lo inmovilizo y en un magistral movimiento le bajo la ropa interior de un solo tirón

Lo que Sebastián experimento fue indescriptible, en su vida su padre no lo había visto desnudo, bueno en el trozo de vida que él recordaba que era más o menos cuando entro a la escuela, olvidándose de todos esos años en que su padre lo había bañado, cambiado pañales, jugado en la playa sin nada más que la arena, porque lo de ahora esta experiencia era traumática y violenta para él y empezó a salir del trance cuando la mano de papá empezó a morder con fuerza la nalguiza que le estaba dando

• Plaf plaf plaf plaf plaf PLAF PLAFPLAF PLAF… lo único que haces es NO hacer nada plaf plaf PLAF plafplaf PLAF, pero eso se acaba Sebastián – anuncio su padre – porque de ahora en adelante VAS A ACATAR nuestras ORDENES señorcito – y reanudo la paliza – plaf plaf plaf PLAF PLAF plaf PLAF PLAF plaf
• Deeeja, DEEEJA, SUEEELTAME YAAA
• Y BASTA DE HACER EL VAGO – agrego papá recordando sus calificaciones y lo que le dijo la psicológica que Sebastián era muy inteligente pero flojo
• ME DA LA GANA DE SER COMO SOOOOY – grito enojado procurando soltar sus manos y jalando el cuerpo
• Pues mala decisión – contesto su padre reajustando su postura en sus rodillas – plaf plaf plaf plaf PLAF PLAF… como te dije, HARÁS LO QUE NOSOTROS TE DIGAMOS PORQUE NOSOTROS SABEMOS QUE ES LO MEJOR PARA TI plaf plaf plaf plaf plaf Y AHORA MISMO plaf plaf PLAF PLAF plaf IR A LA ACADEMIA ES LO MEJOR plaf plaf PLAF plaf plaf plaf CAMBIAR DE ACTITUD ES LO MEJOR plaf PLAF PLAF plaf plaf plaf plaf ESTUDIAR MÁS ES LO MEJOR plaf plaf plaf PLAF plaf plaf Y OBEDECER A TUS PADRES DEFINITIVAMENTE ES LO MEJOR plaf plaf PLAF PLAF plaf plaf plaf
• BUAAAA, AGGSS AAAHH AHH OOWW AOW

Y después de algunas nalgadas mas su padre lo puso de pie con la intención de consolarlo, después de todo Sebastián estaba llorando a lágrima viva, pues de todo lo que acaba de pasar lo que más le dolía a Sebastián era que no haya respetado su privacidad y que lo haya desnudado delante de su madre y con esa vergüenza añadida dio un manotazo a la silla y salió disparado como gacela a su habitación seguido por sus padres a quienes tiro la puerta en la cara gritando

• TE ODIO – y ese odio fue dirigido a su padre y luego clavo su venenosa mirada a su madre acusándola – Y A TI TAMBIÉN – es que Sebastián se sentía traicionado por parte de su madre, que en ningún momento hizo algo para defenderlo y Mauricio se sintió horrible, nunca había castigado a Sebastián y definitivamente esta no era la idea de disciplina que la psicóloga había sugerido
• YO… lo siento – dijo mirando a Nora sopesando los posibles conflictos que pudieran surgir con ella a partir de este evento y eso sin contar con la perdida de los derechos de visita o custodia compartida que quizás tengan que lidiar a futuro si se llegaran a divorciar del todo, porque ahora mismo estaban solo con separación de cuerpos sin presentar ningún papel ante un abogado de oficio – no sé porque lo hice – confeso saliendo del estupor de sus propios actos
• Porque se porto mal y necesitaba una paliza, ¿por qué más Mauricio? – contesto Nora poniéndole una mano sobre la suya y ambos se quedaron mirándose mutuamente, entendiendo que por primera vez en años, estaban trabajando en equipo y lo mejor por una causa común, el bienestar del chico – mira Mauricio – dijo Nora – sé que nunca lo discutimos y nunca vimos el castigo físico como una opción pero creo que Sebastián necesitaba una manito dura – dijo apretando la mano de su marido, era increíble que ambos estén ahí conversando sin gritar y en plan tan cariñoso – él necesita volver a vernos como padres con autoridad, le hemos dejado actuar como le ha dado la gana, así que tenemos que corregir nuestro error
• ¿Pero a qué precio Nora? – pregunto Mauricio – ya lo oíste ME odia
• No te odia, le dio una pataleta de niño malcriado porque no pudo salirse con la suya e hizo lo único que tiene a mano… un berrinche – Nora definitivamente lo tenía más claro que su marido – ya se le pasara – afirmo ella
• Y mientras tanto – agrego él con duda de que aquello se le vaya a pasar tan rápido a Sebastián, después de todo él actuó sin pensar y sin medir consecuencias y algo le decía que Sebastián se sentía traicionado, porque antes siempre discutían sus castigos y llegaban a un acuerdo, no es que lo dejara que el escoja, pero le explicaba la razón y lo que sucedería, en cambio ahora no, y pensando en eso se dio cuenta de un detalle, lo había no solo castigado delante de su madre, sino que lo desnudo delante de ella, vaya mierda la que se embarro
• Pues nada Mauricio – dijo tranquilamente Nora, de pronto viendo a su marido con otros ojos, con alguien con los pantalones bien puestos jejeje, nada como poner al mocoso en su lugar para sentir que aun estaba enamorada de su marido, esas cosas habían hecho que lo ame, su determinación, y ser leal a sus instintos –  esperar a que se acabe el drama, que no se va a pasar la noche llorando como una magdalena en su cuarto, segundo cuando se le pase la rabieta, nos sentaremos a conversar con él o mejor dicho dejar en claro que haga lo que haga, nosotros decidimos sobre su futuro, que ya está bien de teatritos y de manipulaciones 

Y Mauricio la miro fijamente, pensando en que no podía darse el lujo de perder a esa mujer, no podía permitir que se aleje de su lado… tenía que reconquistarla y tenía que tener a su hijo bajo su brazo, Sebastián estaba entrando en una edad muy difícil y no iba a permitir que su niño amado se pierda en el camino por una bobería como la de pelearse, tenía que cambiar esa imagen que su hijo llevaba de ambos… gatos y perros callejeros les había dicho ¡¡¡AUUCHH!, eso dolía el orgullo, pero bueno es lo que les había dicho la psicóloga y de pronto recordó todo aquello.

Recordó lo incomoda que se hizo la espera envueltos Nora y él en un silencio que empezó a molestar los oídos en aquella sala de espera a la que fueron a parar cuando Nora decidió que Sebastián necesitaba ayuda para enfrentar la separación de ambos.

Total ambos decidieron que tenían que tomar las riendas en el camino de Sebastián y que mejor que ir a un psicólogo, si bien Mauricio no estuvo de acuerdo, había dejado las cosas en manos de Nora quien no se lo pensó dos veces y concertó una cita con una prestigiosa psicóloga que se la recomendaron, aunque internamente estaba aterrada, no quería que su hijo se alborote, total Sebastián no tenia porque sufrir las cosas que hacían mal ellos, pero la verdadera razón era que temía que aquella mujer, una desconocida, los catalogue realmente de MALOS PADRES, pero aun así había que hacer frente a los fantasmas.

Pero cuando Sebastián supo que sus padres lo iban a llevar a un psicólogo casi puso el grito en el cielo, pero luego recapacitó y preparó su mejor rutina cual actor preparándose para su gran papel en Brodway, si podía engañar a sus padres que lo conocían desde que nació, entonces a un psicólogo que ni siquiera lo conocía podría darlo vuelta a su voluntad, es más ya se imaginaba  a sus padres con un certificado de “Malos Padres” firmado por el dichoso psicólogo.

Nora intentaba mantenerse estoica aunque podía ver como su vida se caía a pedazos, todo lo que tenía ahora era su hijo y ya que no pudo con un matrimonio se iba a enfocar en ser una buena madre, aunque no sabía muy bien cómo. Ella había quedado embarazada cuando era adolescente del primer hombre del que se enamoró perdidamente Mauricio Smythe, sus familias pusieron el grito en el cielo, los Smythe más que nadie con dolor sintió el rechazo de la madre de Mauricio “esa niña es una aprovechada” fue lo más suave que escucho pero en los peores momentos es donde se cimienta el amor verdadero   eso creía Nora, fue cuando ella estaba totalmente desesperada entre los reproches de sus padres y los ataques de los padres de Mauricio que su príncipe azul la tomo de la mano y se la llevo.

Bueno no tan textual pero algo así Mauricio le pidió matrimonio aunque apenas habían cumplido los 18 añitos aún recordaba sus palabras “Que todos se vayan a la mierda, Te amo Nora cásate Conmigo”.

Al principio no fue nada fácil, Mauricio rechazo la ayuda de sus padres y la de los padres de Nora, ellos solos iban a formar una familia, dejo sus estudios y se puso a trabajar, Nora también se concentró en buscar algo que hacer en casa, cuidaba niños, vendía dulces para fiestas, en fin al llegar al fin del día ambos estaban cansadísimos pero eran felices fueron sus mejores años.

Mauricio miraba a Nora con nostalgia como la iba a extrañar, aunque Nora ya no le creyera, ella había sido su única mujer, por eso le dolió cuando Nora la mujer de su vida lo acuso de que la engañaba, pero si él se mataba trabajando desde el principio de su matrimonio él trabajaba, luego trabajaba y estudiaba para luego volver a trabajar, lo irónico era que cuando no tenían mucho eran muy felices y ahora que por fin habían triunfado tenían su casa  un muy buen pasar todo eran peleas para finalizar en la separación.

Como sea cada cual divagaba en sus pensamientos y una cosa llevo a la otra, Nora que era una mujer muy activa no soportó estar más sentada así que se paró a husmear por la consulta leyendo los folletos mirando los cuadros y algo le llamo la atención, en un inicio creyó que era un artículo sobre arquitectura por la imponencia del edificio retratado, pero luego se dio cuenta de que se trataba de una entrevista al director de un prestigioso colegio, “ La Academia Dalton”, recordó que Nora quiso comentar algo con él ese momento, pero se vieron interrumpidos por el sonido de la puerta abrirse, y ambos  por fin fueron llamados a la consulta viendo como Sebastián salía de la sala muy serio, él se quedó en la salita de espera y ellos pasaron, ambos parecían niños a punto de ser castigados.

Era la psicóloga, la Licenciada Mauren Figueroa una señora de edad con cara de amabilidad que les ofreció asiento apenas ingresaron al estudio, luego de las respectivas presentaciones  y tras despachar a Sebastián a la sala de espera, total lo que tenai que tratar era con sus padre.

• ¡Son muy jóvenes! – dijo la Señora algo divertida, sonriéndoles
• Si nos casamos cuando recién cumplimos 18 años – contesto Nora que fue la decidió tomar la parte dura de la entrevista, cosa que a Mauricio no le molesto, total era su idea no suya
• Bueno pues – dijo Mauren cogiendo un cuadernillo de notas en los que apunto los detalles más relevantes de la entrevista con Sebastián – Voy a ser muy sincera con ustedes Señores Smythe – dijo en tono solemne – Sebastián es un chico muy inteligente – Nora y Mauricio no sabían que pensar – Creo que le faltan desafíos, por eso los problemas en el colegio, aprende muy rápido y se aburre, por otro lado está muy consciente de su inteligencia por lo que tampoco se esfuerza, es hijo único y no tiene competencia – Nora y Mauricio se mantenían en silencio – Con respecto a su separación – dijo haciendo un carrapeó y  mirándolos fijamente para estudiar sus reacciones, y los noto tensos como cualquier otro padre, esperando que estalle la bomba –  él ya la tiene muy bien asumida, es más, cree que el divorcio es un hecho inminente del cual sacar ventaja – y eso si tomo por sorpresa a ambos – los está manipulando lo que es normal en los chicos de hoy en día.
• ¿Cómo dice? – pregunto Mauricio alucinado, él mínimamente creyó que la mujer esta les diría que su hijo estaba triste, no aquello
• No entiendo… – dijo Nora.

La Psicóloga acostumbrada a esa reacción intentó ser más clara y les explico paso a paso todo lo que habían conversando con Sebastián pero al ver las caras de duda que llevaban ambos, decidió que deberían probar su teoría no complaciendo a su hijo para que ellos se convenzan de lo que estaba hablando.

Y vaya que se convencieron, solo que nunca pensaron que acabarían con Sebastián siendo castigado por primera vez en su vida.