Hermanastros: Cap. 1; Autor: Pablo

Hermanastros

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 1 de Septiembre del 2016.

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 Capitulo 1

Pésimo comienzo

Autor: Pablo

Marcos:

Si alguien cree que una zurra con la mano casi de hierro de papá, con el cinto, con una vara o con cualquier objeto contundente es el peor dolor que se puede sentir en el culo es porque no sabe nada... prefiero hasta que me inyecten antes de experimentar la tortura a la que me condenó mi dulce hermanito menor.

Generalmente nos llevamos muy bien, ya nos acostumbramos, incluso algunos creen que somos hermanos de sangre. No es que nos parecemos, es más, además de tener ojos color miel y pelo rubio no podríamos ser más diferentes, tengo 16 y él 14 y es casi de mí altura, no es que él sea muy alto, sino que tengo la desgracia de la genética de mi madre, (supuestamente es que no me llegó el estirón), lo que justifica él que me derribara tan fácilmente además de que me tomo desprevenido.

Desde que su mamá y mi papá decidieron vivir juntos hace un año y algo más perdí mi privacidad, porqué me tocó ceder la mitad de mi cuarto al recién llegado y no es que me moleste, como ya lo dije nos llevamos muy bien. Pero justo la noche vieja había tenido unos pequeños problemas personales en el baño... no sé cómo expresarlo... tenía que salir con una chica que de verdad me gustaba mucho y ya llevábamos tiempo mandándonos whats app un par de besos y tres fotos de sus tetas y pensábamos pasar la primera noche del año juntos y ya tenía permiso hasta sin toque de queda y un amigo me recomendó “descargar tenciones” antes de la cita para ir más relajado, pero justo ese día el verano se tomó licencia y hacía un frío horrible,  y preferí arreglar ese asunto en el baño, pero las cosas se complicaron cuando Amalia tocó la puerta porque me estaba tardando y todos tenían que preparase.

• Marco… ¡que te dormiste hijo! – me dijo golpeando con los nudillos la puerta, justo cuando yo…he… en fin me interrumpió
• Ya ¡salgo! – le dije molesto pero la voz no me acompañó porque soné como una maldita flauta

Después de eso decidí llevar mi asunto pendiente a mi santuario ya que Tweety había salido, pero el desgraciado no podía ser más inoportuno para llegar a casa y entró al cuarto de golpe... lo admito no me lo tome de la mejor manera pero era mi segundo intento fallido y era frustrante además de que ya tenía la hora encima.

• ¿Qué haces? – me pregunto abriendo grande los ojos, que fea situación, se había dado cuenta perfectamente lo que yo estaba haciendo porque aunque me tape, en mi apuro tire el teléfono haciendo que se desconecten los auriculares y la asiática del video quedó gimiendo a todo volumen
• ¡FUERA! – le grité... debió irse, yo estaba avergonzado al menos me quería vestir dignamente. Trate de quitar el video con miedo de que Amalia o mi papá escuchen pero no pude
• Jaja… nooo – se apresuró Isaac y levantó mi celular – hermano estás enfermo – dijo riéndose y revisando mis archivos, yo trate de alzarlo antes pero decidí envolverme con la toalla primero perdiendo valioso tiempo – NUNCA VI TANTO PORNO – grito el idiota como si estuviéramos solos en la casa. Yo no tenía tanto además, casi no tengo de esos vídeos sólo que Adolfo me había dado su tarjeta de memoria porque el tenía una más grande y bueno, él si tenía mucho, yo sólo los iba a ver y borrarlos, de verdad
• Dame eso – deje entre dientes y comenzó a alejarse mientras yo trataba de quitarle el móvil – no seas idiota – quise agarrarlo pero se me escabullo, es que yo sólo tenía una mano libre, con la otra sostenía la toalla
• Es que ¡en serio! – dijo y se paró sobre su cama – ¿qué te pasa? –  siguió riéndose y saltando para que no lo agarre –  Jajaja
• Ya basta dame eso – esto era frustrante, no era así de pesado en general y no tenía motivos, yo a él no lo molestaba – ya dámelo
• ¡Oh! ¿qué pasa? – pregunto saltando de un lado al otro – tanta paja te pone lento jajaja
• No estoy jugando dame eso! – ya estaba cansado así que tire la toalla y logre alcanzarlo, pero a él y no al teléfono porque estiraba la mano lejos de mí y seguía molestando
• ¿Lo quieres? Lo que quiere? – se burlaba entonces le apreté un poco la mano – Ay no no no no perdón, perdón lo siento – dijo y me devolvió el teléfono para que lo suelte
• Ahora ¡FUERA! – después de lo que hizo no podía esperar a que lo trate bien o quiera estar con él así que lo corrí y se enojó; ahora que lo pienso algo de razón llevaba al fin y al cabo era también su cuarto, sólo que eso no lo pensé en ese momento
• No me voy – dijo sentándose en su cama mientras se sobaba la mano – este también es mi cuarto
• Me quiero cambiar no seas pesado – le reclame pero sólo me contestó con una seña de fuck you – ha no seas pendejo. Me quiero cambiar así que vete fuera
• Noo, no me voy – me dijo – además que te haces, si siempre te cambias como si nada – eso era cierto, es que somos varones y casi de la misma edad además estamos en el mismo equipo en la escuela y ya nos habíamos visto mil veces, pero yo ahora estaba enojado. De todas formas ya estaba harto pero no quería pelear tampoco así que trate por las buenas
• Por favor me quiero cambiar sólo – le pedí que se fuera indicando la puerta pero no se movió – ya ¡por favor! – le dije y tire un poco de su mano para que se levante pero se puso en peso muerto. Ya se estaba pasando el pendejo así que tire más fuerte y ahí se fue todo al carajo, en vez de irse se puso a pelear

Empezó empujándome para que lo deje y yo lo insulte, después no recuerdo con detalles que paso pero empezamos a forcejear y a mi se me callo la toalla de nuevo.

Como hacía frío teníamos la estufa eléctrica encendida y pasó lo predecible... de un empujón me tiró sobre la estufa con la mala suerte que caí sentado sobre las parrillas quemándome todo el trasero, por suerte se desenchufo con la caída pero el dolor fue insoportable... tanto que ni me di cuenta cuando me levanto su mamá, de que estaba totalmente en pelotas. Supongo que ya venía en camino atraída por los gritos porque apenas me caí ella me levantó.

Después me metió al baño de nuevo para mojarme y vi a mi papá en la puerta del baño, estaba a sin calzado y tenía la camisa a medio prender aún, supongo que por eso no había parado la pelea antes, después de ver y preguntar qué había pasado corrió a terminar de vestirse y Amalia me puso una bata y me llevaron así al hospital.

En la guardia casi no había nadie, seguramente todos estaban preparando la mesa para la cena. Amalia se fue a llenar las formas para que me atiendan porque mi papá siempre lo hacía mal cuando estaba nervioso y él se quedo con nosotros. Lo primero que hizo fue sentar a Isaac en una banca y empezó con su brote de histeria paternal.

• ¿Cómo se te ocurre? – le grito nomas sentarlo, que la sala de espera no esté llena no significaba que no nos de vergüenza que haga eso delante de los que estaban ahí, además mi papá no era de los escándalos públicos, de hecho los detestaba, lo que pensándolo bien sólo empeoraba las cosas porque significaba que estaba cagado de bronca – ¿te parece bonito? – dijo acercándose más y de repente zas llegó el tirón de patillas, es que decía que tirar las orejas era peligroso por no sé que del oído, QUE CONSIDERADO

Tweety se puso rojo y aguanto como nunca pero después me dedicó una mirada de auxilio, la pelea entre nosotros no había sido la gran cosa como para seguir enojados, al fin y al cabo lo de la estufa fue mala suerte así que me tragué todo el orgullo y con mi mejor cara de dolor llamé a mi papá.

• Paaa me ¡dueeeele! – le dije y seguro me veía ridículo pero si no lo alejaba de mi hermano se lo comía vivo, es que nunca peleamos así que eso de irnos a las manos le debió parecer muy grave
• En casa vamos a arreglar – dijo al final y por fin lo dejo y se acercó a abrazarme
• Fue un accidente – le dije como para que se ablande pero no respondió, uff ya que… mi hermano estaba bien condenado y como que porque apenas volvimos a casa papá arreglo las cuentas con Isaac...
• ¡Adentro! – le dijo mi papá y Amalia se quedo conmigo mientras ellos pasaron a mi habitación. Yo mire a Amalia para preguntarle con la mirada si ella no iba a intervenir y ella lo entendió
• No estuvo bien empujarte así – me dijo
• Fue una pelea… fuimos los dos – no era que yo quería hacer fila para que mi papá me faje a mi también pero tal vez ella lograba que se apiaden de él, pero Amalia sólo torció la boca y me dijo
• Ya te llevaste lo tuyo – No estaba muy convencida, no debe ser bonito que le estén por pegar a su hijo y saber que a mí no me iban a hacer nada

Mi papa le dio con el cinto 5 o 6 veces, no las conté, sólo me quedé afuera de mi cuarto en bata tratando de esquivar la mirada de Amalia.

• NO NOOO NO PAPI – se oyó apenas papá cerró la puerta – FUE UN ACCIDENTE!  
• Zazz... – y ahí sólo en primero, suerte que se había puesto un jean porque con los pantalones de tela duele más
• AJJJHHH – chillo y luego todo fue un griterío en medio de una tunda
• Zazz...
• noooo 
• Zazz...
• aishh ya paa
• Zazz...
• ya  papi DUEEELEEE
• Zazz... – mi papá debió estar muy enojado porque no decía nada sólo se oía el cinto y a mi hermano que a esta altura ya lloraba
• BUUAAAA... fue un ¡¡accidente!!

Me sentí mal porque creo que en realidad fue más culpa mía que suya pero él era tan escandaloso en general que realmente no sé si le dieron tan fuerte como se escuchó, además al último bajo la voz y al menos le dio sobre el pantalón por cómo se escuchó, así que me convencí de que no fue tan malo.

Papá estuvo un rato con él porque es medio llorón pero después salieron casi como si nada y nos pedimos disculpas y nos tragamos medio sermón sobre peleas entre hermanos, digo medio porque Amalia interrumpió para poder cenar, por suerte la interrupción fue antes de que nos interroguen sobre cómo había empezado todo. Tweety siguió un rato enojado conmigo porque lo castigaron “por mi culpa” como siempre pero de a poco se le pasó.

La cena fue de pie para mí y aunque él se podía sentar no estaba muy cómodo, yo me quede en bata y antes del brindis ya nos habíamos perdonado todo y los restos de su enojo se esfumaron... por supuesto mi cita se canceló al igual que todas mis actividades después de eso porque no podía usar pantalón.

A la noche los dos dormimos boca abajo mientras todos vivían la primera noche del año, en ese momento si odiaba un poco a mi hermano pero no tanto como cuando me llego una foto de Sofi casi desnuda que decía “esto te perdiste hoy” y el asunto que no había logrado atender entre mis piernas comenzó requerir atención pero yo no podía estar recostado ni de costado, finalmente me dormí sabiendo que me lo tendría que aguantar.

Grrrrr…¡Maldito año nuevo!.