viernes, 2 de septiembre de 2016

Mis Gemelos: Cap. 240; Autora Marambra

Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 29 de agosto del 2016
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Capítulo 240
Responsable irresponsabilidad
Autora: Marambra

  • ¡HEY! LOGAN – dijo Ginger elevando un poco la voz para que Logan le preste atención – Logan te estoy hablando – repitió posando su mano en la cara interna de sus muslos con un toque inusual pero a su vez con una poderosa carga sexual


Y Logan tuvo que reprimir no el impulso sexual sino el recuerdo que aquella caricia despertó en su corazón, solo a María solía  permitirle tocar la cara interna de su rodilla y arrancarle “cosquillas”, sin embargo tuvieron que pasar años… casi quince para darse cuenta que no se trataba de un acto y menos de una respuesta inocente, más por el contrario aquellas famosas cosquillas no eran otra cosa que los primeros impulsos sexuales que despertaban sensaciones desconocidas en sus cuerpos… así había empezado todo, una charla con bromas de por medio, adivinanzas y luego casuales toqueteos, una mano por aquí, otra por allá luego un roce sobre las desnudas rodillas varoniles, flacas y quemadas por el sol, un roce que lo estremeció y gusto demasiado y su visible respuesta, la mirada penetrante que sin querer le regalo a María sellaron sus destinos, no necesitó decirle nada, ella leyó en su mirada lo que quería y se perdieron en medio de torpes besos, caricias cada vez más hambrientas con ese miedo de por medio, miedo y excitación por lo prohibido y el resultado, un par de gemelos que ahora mismo lo miraban con desconfianza

  • Logan te estoy hablando – repitió Ginger sentándose de pronto a su lado acariciando su piel como queriendo tener el poder de tocar su frente y leer sus pensamientos – ¿en qué piensas? – le pregunto apenas él la miro a los ojos como si se sorprendiera de verla ahí a su lado – están tan distraído… tan lejos de mí – agrego – ¿paso algo con tus hijos que no me lo quieres decir? quiso saber – o mejor dicho, ¿paso algo con Iván? – volvió a preguntar, suspicaz porque desde que llegara del hospital Logan estaba como fuera del mundo, desconectado, ella lo había estado observando y era claro que mentalmente estaba años luz, tanto así que ni siquiera se fijo en los pañales de Rubencito
  • No – se apuro a contestar mirándole triste – ni siquiera lo vi – mintió descaradamente, pero tampoco quería que Ginger supiera más de lo que ya sabía de su relación con Iván, es más ella le había sugerido que parecía que ambos   peleaban incluso por el aire que respiraban
  • Entonces que te tiene tan distraído que te olvidaste incluso de Bencito – comento revisando el pañal del bebé – ¡OH! VAMOS LOGAN – dijo enojada – no puedo creerlo – le recrimino bajando la voz ante el pequeño saltito de susto que dio el bebé – te dije que iba a preparar su mamadera y que le cambies el pañal  y no lo hiciste y ahora seguro esta todo escaldado – le reclamo muy enfadada, Rubencito tendía a escaldarse fácilmente porque su piel era demasiado delicada y empezó a quitarle el pañal mojado aliviando al bebé que se sintió realmente contento de no tener esa horrorosa cosa colgando entre sus piernecitas y si, estaba rojo, estaba empezando a tener rozaduras – ¿No te das cuenta que es un bebé y que tu tenias que cuidarlo? – le pregunto aun con el enfado en la voz y Logan se quedo tieso mirando el culito de su pequeño bebé todo rojo mientras Ginger empezó a meter al bebé a la pequeña bañera que tenían para emergencias como esa, lavándole el potito a su niño mientras lloraba y Ginger le decía palabras suavecitas mirando de reojo a Logan que se quedo absorto recordando similar escena con sus gemelos, pero a diferencia de Ginger, su papá no se limito a una mirada enojada o un reproche en la voz, le dio una paliza.

Y fue justo el primer día en que los gemelitos vinieron a casa a vivir oficialmente como sus hijos… aquel día tras un almuerzo un poco tirante y la conversación de la tarde ENTRE Rubén y Logan cuando llego la cuenta de los gastos de salud dental de Mauricio, todo ellos Rubén, Clara, Logan y los bebés tuvieron su primera salida oficial como familia, se fueron a recoger los muebles que los abuelos habían mandado a hacer para los niños, fue un día muy ajetreado, habían encargado dos cunas de madera de quebracho para evitar sorpresas con las termitas y los turiros muy hermosas de color natural y pusieron una cuna en el dormitorio de Rubén y la otra en la de Logan, mamá había determinado que los nenes eran demasiado pequeñitos primero para dormir en la cuna solos y que era contraproducente que duerman con Logan porque el muchacho primero que dormía como un tronco y segundo que en caso de despertarse no era bueno que vaya al cole con cara de sueño y no atienda en clases, así que ella se haría cargo totalmente de ambos en el transcurso de la noche sobre todo para atenderlos con la leche y los pañales, y la cuna en la habitación de Logan era para que ellos estén con papá la mayor parte del tiempo y aunque los nenes pasaban mucho tiempo en su cama ya cuando empiecen a moverse seguro necesitarían los barrotes de la cuna.
También acomodaron una habitación grande entre las habitaciones de los papás y Logan que usaban antes de estudio por lo fresca que era y amplia a la cual mamá hizo pintar de color azul pastel y colocaron dos cómodas que ahora usaban los gemelos en sus habitaciones, un sillón mecedor y estantes con cosas de bebé, ellos no eran de decorar la habitación con motivos infantiles ni llenar el cuarto como un escaparate de tienda, colocaron todo funcional y a futuro, y las únicas modificaciones que hizo Rubén que se podrían considerar grandes eran que hizo colocar en el saloncito adosado al suyo donde miraban tele en familia un par de hamacas nuevas bien sujetas en argollas diseñadas para tal fin, para que los bebes duerman en ellas mientras el resto mira la tele o compartía buenos momentos familiares.
Todos estos detalles casi se llevaron gran parte de la tarde, pero lograron dejar todo listo en tiempo record, ya en la noche, a eso de las 7 sus padres llamaron a Logan a cenar, en realidad se sentaron con él para que cene, si algo tenían Rubén y Clara es que ellos se aseguraban de que Logan coma a sus horas cuando tenían que salir fuera sin su hijo, así que en aquella ocasión no fue diferente, sus padres lo llamaron como de costumbre y Logan bajo con ellos, Logan nunca ceno, almorzó o desayuno solo, para Rubén era sagrado respetar las horas de comida.

  • ¿Y donde están Iván y Alexander? – pregunto Rubén mirando a Logan fijamente con el ceño fruncido desconcertando a su hijo y a todos en realidad, porque hasta Clara se sorprendió con aquella pregunta, después de todo los bebés no iban a ir a ningún parte y no masticaban la cena
  • Están arriba papá – contesto Logan algo extrañado parándose en seco ante esa pregunta – dormidos en mi cama – respondió apurado
  • Pues vamos a traerlos hijo, no puedes dejar a los niños solos, son muy pequeñitos – respondió Rubén sirviendo el jugo de su hijo y llenando también sus copas, ellos solían acompañar a su hijo a cenar sentándose a su lado a conversar de cosas triviales o planes a futuros o a aconsejar a su hijo, pero nunca a reñirlo por algo malo que hizo, tenían la política de que la comida con el enfado no era buena para la digestión – Adelita – llamo a la muchacha, aquel entonces ella tenía 12 años y estaba en la escuela en la mañana y ayudaba en algunas cosas a su madrina en la tarde – puedes ir a ver un momentito a los gemelos mientras voy con Logan a traer los carritos? – le pregunto y la niña salió picada del comedor feliz de poder ver a los bebés, le parecían tan lindos y estaba impresionada de lo idénticos que eran… ojala ella tuviera una muñecas así pensaba desde su mente infantil, Adelita veía a los gemelos como juguetitos

Tras aquello Rubén trajo con Logan dos pares de carritos azules que se doblaban a antojo del usuario para llevar a los niños donde se quiera sin cargarlos, pero además se podían usar como cunas sin inconveniente por lo menos hasta el año de vida, y pusieron los carritos a ambos lados de Logan, muy cerca de Rubén, tras eso se fue con él a traer a los niños mientras mamá servía la cena de Logan.

  • Pon tus manos de esta manera le dijo con voz suave, explicándole lo que debía hacer para cargar a los bebés – ahora acércalo a tu cuerpo, ¡sin miedo hijo!, sin miedo – aconsejo sonriendo por dentro de la forma en que Logan cogía al pequeño Lex, como si fuera a romperse y pensó en la primera vez que el tuvo en sus manos a Hans y luego a él… a Logan y reconoció que por muchos hijos que uno tenga la sensación de fragilidad es siempre la misma y el miedo a lastimarlo es innato
  • Es que parece que se va a resbalar – murmuró Logan asustado de lo liviano que era el bebé y de la forma tan gelatinosa que tenía de moverse, de un lado a otro y la cabecita bailando
  • Es que tienes que ponerlo así – dijo papá mostrándole la forma de coger al nene y como acercarlo a su pecho, como sujetar su espalda, como coger su cabecita diminuta y como mecerlo suavemente – y tienes que hablarles hijo, ellos tienen que saber que estas ahí y reconocer tu voz, es importante que sepan que estas con ellos
  • Pero papi, ¿acaso entienden? – pregunto Logan mirando uno a uno las gradas, bajando como si fuera un anciano por el miedo que le invadía de tropezar y caer
  • Por supuesto que entiendes Logan, no son juguetes ni animalitos – dijo Rubén mientras besaba la frente de Iván que había abierto sus ojitos y miraba curioso a la segura borrosa silueta del rostro de su abuelo – ellos reconocen desde vientre la voz de la madre y del padre – le informo – ¿no ve mi pequeño caballerete? – le pregunto al bebecito que respondió con un enorme bostezo antes de volver a cerrar sus ojitos de sueño
  • Pero yo no estuve con ellos – dijo Logan con pena al enterarse de eso, mirando fijamente a Lex que seguía durmiendo como un lirón diminuto… cosa que aun hacia, era un dormilón de campeonato
  • Por eso mismo Logan, ellos deben aprender a conocer tu voz y la voz de todos en la casa dijo pensando en todos los que vivían bajo el mismo techo – así sabrán que son amados, protegidos y que son importantes

Y con eso terminaron las primeras instrucciones sobre el manejo a los bebés y lo acompañaron a cenar bebiendo un juguito o picando un poco de ensalada, después de mucho tiempo la cena no fue un funeral de caras largas y malos modos o gestos desagradables,  Logan y Rubén parecían que habían conectaron entre sí y ambos conversaban amenamente de todo mientras miraban de rato en rato a los nenes dormir, hasta que termino de cenar, tras aquello volvieron a subir a los nenes a la habitación de Logan y mamá le cambio los pañales a los dos niños, enseñándole a Logan a hacerlo, ya le habían explicado ambos en la tarde como hacerlo, pero mamá iba corrigiendo pequeñas fallas con paciencia hasta que finalmente se marcharon no sin antes una última recomendación.

  • Bueno Logan ya nos vamos – dijeron ambos padres antes de cerrar la puerta – estaremos en dos horas – dijo su madre – este es el numero del restaurante donde iremos a cenar – Rubén le dio un numero apuntado en un papel dejándolo sobre su mesita de noche  – si sucede algo nos llamas inmediatamente, de todos modos estamos con el móvil encima – agrego
  • Ya lo sé – contesto Logan de pronto irritado, no entendía porque tenían que irse y dejarlo esa noche solo y Rubén detecto el cambio en su voz, Logan había estado varios días atrás saliendo a jugar pelota en la cancha cerca de la casa con algunos amigos de las haciendas vecinas, pero ahora estaba castigado
  • Entonces sabes que estás castigado dos semanas Logan – dijo papá calmadamente
  • Dijiste fines de semana – agrego cruzándose de brazos
  • Pero bueno ¿qué te sucede a ti? – contesto frunciendo el ceño – creo que hemos hablado esta tarde, así que no quiero reclamos Logan – aconsejo, recordándole las condiciones de aquel indulto – te vas a quedar a cuidar a los niños por dos horas
  • ¿Pero por qué?, ¿por qué tengo que quedarme solito con ellos?, ¿acaso no puede quedarse la señora Rosita? – pregunto algo asustado, una aprehensión que tenía mamá también, pero Rubén había insistido y Rosa ya iba a volver en cuestión de minutos, acababa de llamarle para decirle que estaba ya a tres cuadras de la casa, pero Rubén no quería que Logan sepa aquello, tenía que aprender a hacerse cargo de los niños
  • Porque son tu hijos, Logan – había respondido papá sin enojo pero con una firmeza aplastante, lo que fue como un puñete en la boca del estómago para Logan – son tu responsabilidad ahora hijo – agrego y Logan se puso blanco del susto – tardaremos dos horas máximo y Rosa estará en unos minutos, así que no sufras, ella te ayuda con los bebes si lo necesitas, ya le pedimos ese favor – al final fue él quien termino diciéndole aquello y Logan creyó que su padre solo estaba salvando el tiempo que tarde Rosa en volver
  • Entonces cuando ella llegue puedo salir un ratito papá – le pregunto mirándolo esperanzado
  • No Logan, tu no me sales de la casa – contesto estirando la paciencia
  • Por favor – y Rubén se sorprendió, por lo general Logan soltaba un enojo y se marchaba pero al parecer estaba probando una nueva técnica – desde mañana me quedo a cumplir el castigo, si quieres una semana más – dijo con voz suplicante mirando a su madre para que interceda por él, de no ser por esa mirada Rubén hubiera creído que lo estaba por sobornar – hoy es el último partido, soy el capitán del equipo y no puedo fallar papá, es un compromiso – dijo
  • No Logan, Iván y Alexander son ahora tu compromiso y tu responsabilidad – le respondió su padre sin alterarse y sin subir la voz, no quería pelear por cada cosa que aparezca, total entendía a su hijo de pronto estaba atado de pies y  mano, porque una cosa era la ilusión de un niño en casa y una panza que crece y no te molesta y otra un charango que se activa solo el rato menos pensado y paraliza tu mundo… si en un adulto era a veces chocante porque no tienes practicas, peor para un adolescente, pero tarde o temprano tenía que aprender y Logan debía aprender a ser responsable, era su derecho y obligación – y aun si no estuvieras castigado igual te quedarías con los niños – agrego su padre explicándole su actual situación – porque ya no estás solo Logan, no eres tú no más, tienes dos hijos, y tienes que aprender a ver tus prioridades – dijo con calma sin enfadarse, sin perder los estribos cogiéndole los hombros con cariño – y de aquí en adelante, tu mayor prioridad por no decir única y exclusivamente, son los niños, incluso encima de tus tareas en ocasiones excepcionales – prefirió acotar aquello para que no se haga una idea equivocada al respecto – así que ahora mismo no puedes salir y menos dejar a los niños sin vigilancia Logan, ya tendrás otros partidos y demás más adelante y cuando no estés castigado, nosotros con gusto nos quedaremos con los niños para que vayas a donde quieras ir y continúes una vida normal – dijo papá tranquilamente – El mundo no se acaba por perder un partido de futbol hijo – agrego en última instancia de la misma manera, con la voz calmada e incluso con una sonrisa tierna

Y quizás fue eso lo que marco el destino, quizás si su padre le hubiera reñido, si hubiera levantado la voz, o amenazado las cosas hubieran sido diferentes, pero no… Logan tras aquellas palabras de su padre, solo atino a bajar la mirada enfadado pero sin decir nada más, no queriendo gritar para que los bebés no despierten y sus padres se enojen o lo que era peor, que se queden en casa y el no tenga chance de salir, porque eso fue lo que hizo, durante ese tiempo que su padre gasto saliva explicándole las cosas que valían la pena redundar, el maquino una pequeña fuga, total, los gemelos dormían la mayor parte del tiempo, de eso se había dado cuenta en horas de la tarde, así que apenas Rosa regrese e saldría de la casa a hurtadillas pidiéndole el favor a ella, tardaría solo media hora, nada más, lo que duraba el primer tiempo y si podía rogaría por la hora completa, seguro de que la vieja mujer lo entendería, total era su favorito, ella lo había cuidado de pequeño así que tenían afinidad y ella lo consentía en todo cuando podía.
Pero como dicen, el camino al infierno esta hecho de buenas intenciones y cuando el diablo tiene que meter mano, no hay agua bendita que valga, y la tentación se presento ahí en su puerta vestida de volados y trenzas largas con lazos rojos, Adelita había venido a ver a los bebés con permiso de su abuela Rosa, quien bien intencionada a su vez, la dejo ir pensando que era más fácil que la chiquilla este al lado de los gemelos por si acaso el señorito necesite su ayuda, ella podía venir corriendo a llamarla; y fue la excusa perfecta y más perfecto no podía salir para Logan, que después de oír las explicaciones de la niña, no dudo en dejarla pasar e invitarla que se tire al sofá y coma chocolates, dulces o galletas que tenía en una fuente o las pipocas y que si quería ver la tele no había problema, solo que él iba a salir a comprar galletitas para los gemelos… eso mismo, galletas especiales para los bebés a la farmacia del pueblo a 5 cuadras de la hacienda en la plaza.
Obviamente Adelita se quedo encantada con todo el soborno encima y los dos gemelitos…. y si hubo una pizca de remordimiento en la conciencia de Logan, no lo supo ese instante pero ahora sí, había estado saliéndose ya contento pero en el umbral se dio la vuelta, se acerco a los dos bebés y les beso la frente con sumo cuidado, como si besara una flor de caramelo que se rompería, murmurando…

  • Ya vengo, pórtense bien con Adelita – y el beso reboto de Iván a Lex que se movió como una pequeña ardillita, ajeno a la travesura de su diminuto padre – los quiero mucho – les sonrió acariciando sus deditos y sonriendo embelesado, que perfectos que eran pensaba aquel entonces como ahora – si lloran Adelita tu les das la mamadera – aconsejo… lo que hace la inmadurez, en el lapso solo de 7 horas había visto a su madre satisfacer los caprichos de los gemelos con mamadera, sin percatarse en el resto, el cambio de pañales, alzarlos para votar gases, arrullarlos para duerman, no, el solo se quedo con la mamadera como remedio para todos los males del mundo de sus infantes
  • ¿No vas a tardar verdad? – le pregunto Adelita, de pronto asustada tocando los deditos de Iván sin que se despierte, contemplándolos como se contempla a una muñeca inalcanzable pero que te la prestan un ratito para el antojo – no se alzarlos y tengo miedo que lloren y no poder hacerlo – Adelita se justifico ante él, porque su abuela le había recomendado de que si algo no sabía debía avisar para no pasar malos ratos y él tuvo la osadía de enseñarle a alzarlos tal como su padre le había explicado a él haciéndole practicar un rato antes de salir con la almohada… todo un maestro
  • Noooo, Adelita, voy y vuelvo, será solo media hora – dijo mirando su reloj sin saber si ella entendía la hora o no – entre lo que voy y vuelvo se hará media hora o un poquito más, pero muy poquito

Cosa que ya no importaba, él logro salir sin tomar la previsión de decirle nada a Rosa y confiar en su media hora de honor y volver, con suerte nada pasaría… que va nada iba a pasar se dijo, son solo dos bebes que no gatean, además estaban dormidos y se marcho dejando al mando a una niña de apenas 12 años sin remordimiento alguno, y como todo bebé mientras duermen la calma reina apenas uno despertó se abrió la caja de pandora, Adelita no pudo callarlo, había alzado a Alexander el mas temperamental y llorón de los dos gemelos que escupía la mamadera justo una hora después de que Logan salga y justo quince minutos antes de que Rubén y Clara regresen antes de lo previsto, habían cancelado la cena a última hora por problemas de salud del socio y ellos no dudaron en regresar inquietos por su hijo y los niños, pillando a Adelita totalmente colapsada, llorando junto a los dos niños, sin moverse de sus lados, uno al lado del otro mientras procuraba darles leche y les cantaba nanas, si no hubiera sido por el llanto desconsolado de los niños, la escena hubiera sido muy tierna… una niña de 12 años, con el vestido tejido a mano en hilo colar rojo con grandes vuelos en la falda que al girar parecía una flor que flotara, su piel morena resaltaba sus rasgos en aquel vestido, que parecia contrastar con la negrura de su pelo espeso trenzando en dos enorme trenzas laterales sujetas con un moño del mismo color y que se acercaba con cuidado a las caras de los bebes murmurando.

  • Ya guaguitay, ya… ya – decía con tanto amor en sus palabras mientras su cara se lleno de lágrimas asustada tanto o más que los niños… definitivamente mucho mas, porque en su pequeño corazón temía que el patroncito se enoje con ella por no saberlos cuidar – ya guaguitay no llores pues, el duende te va a oír, y va a querer robarte tu lechita y te jalara tu piecito – le decía besando el pie desnudo de Iván que de tanto pataleo logro quitarse las diminutas medias blancas mientras de fondo se oía ese peculiar llanto agudo de los bebés que lo oyes desde lejos, ambos bebes estaban rojos transpirando tanto, mojado de sudor infantil, impregnado la alcoba con ese peculiar olor a inocencia que te recuerda lo indefensos que son los niños, indefensos y sagrados – ya va a venir tu tata – les decía a ambos – le vamos a avisar que ese tu papá no te llevo a la feria – dijo a modo de charla con las criaturas, queriendo con su voz distraerse ella misma del llanto de ambos, no queriendo moverse por instinto, creyendo que si los dejaba algo malo les pasaría a los niños y seria culpa suya y de nadie más
  • ¡Adelita! – dijeron Clara y Rubén alarmados, el llanto de los gemelos había absorbido tanto el oído de Adela que ni siquiera oyó el motor de la movilidad de don Rubén, asustando a la muchacha y al mismo tiempo aliviándola, por fin alguien vino
  • Ña Clariiita, no puedo hacer que se caaaallen – se quejo llorando apenada, viendo como la mujer alzaba a Lex con una delicadeza digna de un Oscar y a Rubén hacer lo mismo con Iván quienes automáticamente callaron y se limitaron a hacer pucheros con la boca, los bebés habían llorando mucho porque sus ojos estaban hinchados, rojos y gemían quejosos y sabidos de que alguien por fin estaba ya con ellos para atenderlos
  • Ya Adelita gracias – dijo Rubén buscando con la mirada a su hijo sin señales del muchacho – y ¿Logan?, fue a buscar a tu madrina? – quiso saber mientras observaba como la niña se limpiaba los ojos con los antebrazos y le entrego un pañuelo desechable
  • No, el Logan se ha ido a comprar galletitas para los gemelos a la plaza del pueblo – y su padre vio negro
  • ¿A aa la plaza? – pregunto queriendo creer que sus oídos le engañaron
  • Si don Rubén, me dijo que las galletas especiales para los bebes solo vendían en la farmacia de la plaza – y era un hecho que era una gran mentira porque en la Plaza no había  farmacias sino a sus alrededores
  • ¿A qué hora fue eso Adelita – le dijo Clara abrazando a la niña, conmovida por su pena – y no llores no les paso nada a los bebés, solo están mojados – dijo Clara que había metido el dedo en el pañal sin importarle la sorpresa, y vaya sorpresa, los bebés estaban llenos de caquita incómodos, mojados y querían atención de inmediato
  • No lo sé, cuando empezó la peli de Aladino – y papa se fijo en la tele, Logan había puesto el DVD hace una hora exactamente dándose cuenta de la maquinación de Logan, iba a darle una reverenda paliza al mocoso
  • ¿Y no volvió desde ese rato? – pregunto Clara también enfadada
  • No ña Clarita, me dijo que coma pipocas y dulces, me regalo sus galletas y me dijo que no me moviera por eso no le busque a mi  abuelita – explico sola los hechos
  • ¿Y él te llamo? – quiso saber Rubén, cuanta más información mejor
  • No, mi abuelita me dijo que venga a acompañar a Logan para cuidar a los bebés y que yo le llame si necesitaba algo para que los niños no se queden solitos, que era peligroso dejarlos solos y yo le hice caso, por eso vine y por eso no me fui a buscarla a mi mamá Rosa – explico trayendo comedida un pañal limpio para Iván mientras Rubén le quitaba el sucio y Clara limpiaba a Lex que aun sollozaba como si se quejara a su abuela – y ellos han llorando tanto y yo no pude alzarlos – agrego queriendo llorar de nuevo, es mas tenía los ojos con dos lagrimones enormes en la punta de sus pestañas negras
  • Ya Adelita, no es culpa tuya niña – dijo Rubén limpiándole la nariz a la pequeña de largas trenzas negras – y gracias por cuidar de ellos – agrego para que no siguiera llorando, regalándole un enorme billete de 50 bs – te lo has ganado, para tus golosinas y galletas – dijo con un guiño en el ojo – sino era por ti algo pudo pasarles – comento pensando en que eso era cierto – ahora ve a ver a tu abuela Adelita, nosotros nos haremos cargo – le dijo con calma a la niña y sonriéndole para que no piense que la corría – y toma, llévate todas esas películas para verlas en la cama – y comedido le entrego 10 cajas de películas de niños que Logan tenía en su poder y que ocasionalmente veía, cuando su corazón buscaba la nostalgia de su pequeña infancia y despacho a la niña con una caricia sobre su rostro y se quedo mirando la ventana con vista a la puerta y calle en espera de su hijo.








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