Una verdad inquietante 11: Cap. 11; Autora Cath Blue Red

Una verdad inquietante

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 19 de Septiembre del 2016

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Capitulo 11

Las cosas cambian

Autora: Cath Blue Red

Todo el resto del día  mamá se dedicó a mimarme mucho, creo que tenía cargo de conciencia por haberme caído a correazos delante de toda la familia, pero nadie hizo ningún comentario al respecto. Yo estaba muy sorprendido, no sabía que mamá podía transformase en una furia, como las que vi en la película de Percy Jackson y el Ladrón del Rayo, definitivamente fue todo un descubrimiento, solo el Joe parecía tan asombrado como yo, pero a ninguno de los adultos pareció sorprenderles su reacción.

Por la noche papá y mamá entraron a mi habitación, sabía que no solo iban a darme las buenas noches, querían averiguar que pasó en la mañana, por qué reaccioné como un perro rabioso, aunque, una vez descubierto el secreto de mamá, supongo que no es de extrañar que al ser hijo de una furia yo me comporte como un perro rabioso jajajaja…..si les respondo eso me matan...jajajaja… no se lo digan por fa.

Bueno ya en serio, ellos fueron muy lindos y cuidadosos al preguntarme, la verdad fue mamá la que realizó todo el interrogatorio, papá se limitó a no se….darme seguridad?.

• Que pasó en la mañana bebé para que reaccionaras así con tu abuela y conmigo? – preguntó mamá luego de que acostara en mi cama y yo pusiera mi cabeza en su brazo, papá permaneció de pie, agaché la cabeza porque me daba vergüenza decir que me llené de celos contra el Joe, no respondí
• Vamos cariño respóndeme, para evitarlo de ser posible y no llegaremos a estos extremos, odio castigarte así amor – en la mañana no parecía dispuesta a parar, menos mal que papá y el abuelo la detuvieron que si no seguro me mata – chiquito, cuando me altero, me vuelvo muy violenta y no puedo contenerme, pude hacerte daño cariño y eso no me lo perdonaría jamás, es por eso que siempre es tu papá el que se encarga de castigarte, él tiene la virtud de calmarse antes de castigarlos, vamos mi niño lindo respóndeme – prácticamente mamá estaba rogándome, yo no quise responderle en un inicio por vergüenza pero visto lo visto
• Bueno, yo… yo… me molestó el parecido que tiene el Joe con el abuelo, yo no me parezco a nadie aquí, y no se… – ya, se que es una total estupidez, pero no se porque aquel pequeño detalle me hizo pensar que quizás yo soy adoptado
• Sigue hablando amor, no te calles – dijo papá – necesitamos saber que pasó – agrego mi madre a dúo con él, en perfecta sincronía
• Tú,   tú dijiste “nuestros hijos” y eso me puso furioso, yo soy tu único hijo mamiii – sé que soné ridículo pero ni papá ni mamá se rieron
• Haber mi amor – dijo mamá cogiendo mis manos entre las suyas sin dejar de besar mis dedos – recuerda que el Joe en poco tiempo va a venir a vivir con nosotros y yo le prometí a Fabiola que el Joe será un hijo más para mí – como no olvidarme si papá me dio una paliza cuando me entere y yo me negué a aquello – se lo prometí a Joel, se lo prometí a tu padre también y lo más importante me lo prometí a mí misma – vaya, eso si era nuevo, no sabia que no se podía hacer promesas, bueno si, pero no de grande, se supone que de adulto ya no tienes que hacerte promesas por ejemplo yo me prometo que la próxima no me hago reñir pero igual no cumplo, igual me riñen e igual me porto mal – lo hice porque si fueras tú en lugar de Joel, me gustaría que Fabiola o quien sea te recibiera como hijo, sin distinción alguna. ¿Lo entiendes verdad? – uuuff, puesto así, cualquiera a mi  me no me gustaría que me trataran como a un apestado
• Si mami, claro que lo entiendo, pero no pude evitar sentirme mal por lo que dijiste – eso era cierto, porque mucho que uno entienda a veces el corazón es quisquilloso y celosito sin que tu cabeza tenga algo que ver en el asunto
• ¿Sabes cómo se llama eso verdad? – jo, ya iba a empezar con eso, ni fuera crío
• Si, mami claro que lo se – pero no soy suicida en negarme a responder, no después de la paliza que me dio, parecía una loca
• Muy bien, dímelo entonces – mmm que fiasco, ella y su psicología materna
• Maaaa – vaya, a veces no puedo controlar el timbre de mi voz y esa vez parecía pollo con moquillo, me sono horrible a mis oídos
• Vamos amor respóndeme
• UUUFFFFF……celos….son celos – que mas da, igual ella lo sabe y si no se lo digo se pondrá terca y estará todo el dia dándome lata con esto
• Si mi vida y no hay nada peor que eso – no estoy seguro con esa afirmación, es la primera vez que yo siento cosas de ese tipo – te traerá un montón de problemas si no aprendes a controlarte y ver las cosas en su verdadera dimensión – fácil para los grandes decir eso, no creo que ella viera las cosas con la dimensión de ahora cuando tenía mi edad… o quien sabe dicen que las chicas maduran mas antes – cuando sientas  celos, respira profundo, trata de no perder la calma, procura no ser grosero y por ningún motivo le faltes el respeto a nadie – de eso si me iba a asegurar no quiero que tenga motivos para volver a castigarme o mi padre  –  sé que no es fácil pero cariño de otra forma lo que sucedió esta mañana podría repetirse y yo no quiero que vuelva a suceder – lo que me temía, que fuera un motivo para el castigo, pero es un sentimiento que yo no puedo controlar, es algo que nace y esta ahí y estalla – eso no quiere decir que lo que les dije no sea en serio, no soporto la falta de respeto y mucho menos viniendo de un hijo mío, ¿bueno?
• Si mami, lo entiendo y te prometo que tratare de que no pase de nuevo – que mas puedo decir, no puedo discutir con ella, los celos son cosa seria, uno no lo maneja como dijo ella, por lo menos yo no lo se manejar como seguro los adultos lo hacen
• Muy bien mi chiquito – respondió mamá dándome un besito en la nariz, y levantándose de mi cama – te despediste ya de tus abuelos
• Si mami, el Joe y yo les dimos las buenas noches hace rato – le conté lo que hicimos ambos
• Hasta mañana entonces bebé
• Hasta mañana mami, hasta mañana papi
• Hasta mañana hijo – respondió papá dándome un beso en la frente y los dos salieron de mi habitación tomados de las manos como hacían cada noche

Pasaron como 10 minutos de que mis padres salieron de mi habitación cuando tomé conciencia que alguien estaba tocándome intermitentemente en el hombro, ya me estaba quedando dormido, era el Joe con cara de susto.

• ¿Que pasa Joe, que quieres? – mi hermano estaba un poco rato, no solo porque me despertara sino porque me miraba con ojos asustados
• Nada, solo, saber si estás bien – contesto y eso me causo asombro, ¿porque no tendría que estar bien?
• Si, claro que estoy bien – le respondí sentándome para charlar con él y sacarlo de dudas – ¿por qué lo preguntas? – dije aun sin estar totalmente consiente
• Porque te pego tu mamá – fruncí el ceño, no lo comprendía muy bien
• Aaahhhh eso – le dije mientas le hacía un ladito en mi cama para volver a acostarnos, yo estaba cansado
• Si, eso –  respondió mientras se acostaba
• Joe, no te voy a mentir – le dije dando un bostezo grande – es la primera vez que mamá me castiga así – y eso era cierto, me pego como si no hubiera mañana, por lo menos a mi me lo pareció ese rato, era como si mama se hubiera ido y fuera otra persona ahora que lo pienso bien –  no se midió para nada y me dio mucho miedo de que no se detuviera, por suerte papá y el abuelo intervinieron – dije pensando en eso, creyendo que bastaría
• ¿Si, pero que hubiese pasado si ellos no estaban? – jo, eso no lo había pensado
• Nada Joe, mamá no me haría daño – me vi obligado a decirle, es que lo me dijo me hizo dudar y mi corazón se viera obligado a defender a mi madre pese a todo
• Pues eso no me pareció en la mañana – bien, ahí estaba… él estaba poniendo palabras a mis pensamientos, cuando me estaba pegando pensé eso… que me estaba haciendo daño, ella que juro nunca lastimarme y sin embargo ahí iba su enojo – no te enojes por lo que voy a decir pero me recordó a mi padrastro
• ¿Qué? – la comparación fue muy fuerte, Joe decía que su padrastro era un desquiciado, incluso mi madre comento eso con papá en una charla que oí ocasionalmente sin querer, cuando le conté a papá que Joe tenia miedo de que lo castigue y supongo que ellos no tienes secretos
• ¡SI! – aseguro m hermano muy serio, casi con miedo en la mirada – él decía que  me castigaba “así” para que no olvide “nunca” como debo comportarme – comento con aspereza en la voz, con rabia contenida – que así jamás tendría que volver a castigarme por eso
• Él era un enfermo, un sádico – me vi en la obligación de afirmar para que no compare a mi madre con ese tipo, bastante sorprendido y algo molesto que compare a mi mamá con esa bestia, pero bueno, son sus traumas
• Lo sé, pero tuve miedo al ver como Luciana te castigaba con rabia – me dijo mirando los ojos al suelo – era como ver a mi padrastro con ropa de mujer y sin querer lo compare con papá – me dijo mordiendo los labios –  papá nunca lo hace así, no sé, me siento más seguro con él, y sabes una cosa? Y no te enojes pero yo no quiero que sea Luciana la que me castigue si hago algo mal –  me confesó con los ojos llenos de lágrimas
• No te preocupes por eso, es papá el que se encarga de esos menesteres y no creas que fue tan terrible, no tengo ni un solo moretón y bueno solo se pueden ver unas líneas un poquito rojas, seguro que para mañana ya ni se notan – le dije a modo de consuelo, pero era verdad se notaba muy poco
• ¿De verdad? – pregunto aun dudando
• Confía en mí hermanito – le dije golpeando su hombro con el mío a manera de confidencia –  además si haces algo que realmente altere a mamá hasta el punto de no esperar que papá llegue a casa, yo estaré cerca para mantener a raya a la fiera, aunque muera en  intento... jajaja
• No es gracioso Raúl – se quejó el Joe haciéndose a un lado enojado conmigo y entonces lo abrace, no era momento para bromas, Joe realmente tenía miedo, quizás era mejor que hable con papá al respecto, no quiero que Joe tenga miedo de mi madre
• No te preocupes hermanito, aquí estarás a salvo, te prometo que nadie nunca abusará de ti – lo dije con toda sinceridad y creo que él lo notó
• Gracias Raúl – contesto devolviéndome el abrazo
• No tienes por qué darlas para eso están los hermanos mayores – le dijo con orgullo recientemente descubierto, era bonito sentir que pese a todo hay alguien a quien pueda decirle eso y se sienta feliz y en paz, eso debe sentir papa cuando me consuela
• ¿Raúl? – musito en voz bajita en mi hombro, porque no habíamos roto el abrazo
• Si
• ¿Puedo dormir aquí? – me pregunto un poco avergonzado, quizás pensaría que yo me reiría o algo por el estilo –  no quiero estar solo?
• Claro mocoso, total esta cama es de dos plazas, cabemos los dos perfectamente

A la mañana siguiente los abuelos nos dieron una gran noticia habían concretado la compra de la casa que estaba en  venta detrás de la nuestra y se regresarían a vivir permanentemente en el país, por un instante pensé que lo hacían por estar más con el Joe pero luego me di cuenta que llegaron antes de saber de él así que mis celos se calmaron sin ningún incidente, por suerte.