La vida no es un sueño: Cap. 20; Autora: Chany

La Vida  no es un sueño

Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ

Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.

Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 17 deOctubre del 2016

Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ

Capítulo 20

Compinches

Autora: Chany

• NOOO NO NO SI ME VOY A PORTAR BIEN – gritaba mientras daba vueltas alrededor de la mesa poniendo el traste lo más lejos posible de la mano agresora – NUNCA MÁS LO HAGO… LO JURO LO JUROOOO – decía juntando las manos en ruego casi corriendo marcha atrás
• HOO CLARO QUE NUNCA MAS, DE ESO ME VOY A ASEGURAR! –  sentenció y por fin le dio alcance – PLAF PLAF PLAF  –  sonaron y era solo la antesala de lo que sería una dinámica charla poto/mano “pro futuro”
• BUAAA! – lloro comenzando el espectáculo pero no porque aquellas tres invitaciones concisas que le enviaron para subir a su cuarto hayan dolido, sino porque ya conocía como continuaba aquello. Ya era sabido cómo iba a terminar desde el momento en que estaba en la calle cuando era horario escolar. Claro no era la primera vez que lo hacía pero si era la primera en la que lo pillaban, no debió probar nada nuevo. Perra suerte...

Una semana después del día de pesca la salida en familia se iba a repetir pero esta vez fue sin adolecentes. Es que con esa edad no podían pretender que los muchachos se limiten a planes familiares. Nacho había pedido permiso para ir al cine “con unos amigos”, Gastón tenía novia oficial y aprobada por Gabriela así que saldría con ella y Rodrigo y Adrián no iban a salir con puros viejos y niños pequeños así que optaron por unas horas en una sala de videojuegos.

Un domingo muy bueno para todos, en especial para Ignacio que se había pasado varias horas de su toque de queda pero como llamo a Ed para informar del retraso de la película y a pedir una extensión de horario porque se había hecho tarde cuando fueron a comer una pizza salió bien librado solo con aceptar que Edgar lo pase a buscar en vez de volverse solo. Haber aprendido a negociar era una de las cosa más útiles que le enseñó Paul a Edgar cuando de tratar con quinceañeros se trataba.

Lo único malo fue que la hora de dormir también se retrasó y al día siguiente la escuela se estaba volviendo una pesadilla. El calor sumado al sueño estaban haciendo que Ignacio considere viable lanzarse por la ventana del curso.

Pero como si de karma se tratara, sus titánicos esfuerzos por mantenerse despierto y encima poner atención a la clase se vieron recompensados con una maravillosa noticia.

• Los profesores de historia y de gimnasia de los varones no vienen hoy – dijo la preceptora – los que tengan autorización y quieran se pueden retirar el resto vaya a sacar juegos de biblioteca y vuelvan rápido que no los quiero molestando en el patio – advirtió y busco la planilla de los autorizados para salir fuera de horario del colegio

Aunque era tentador quedarse a molestar en la escuela y tal vez jugar dominó con Nadia que debía quedarse, Nacho tenía tanto sueño que no veía la hora de llegar de nuevo a su cama y escabullirse de Mateo que si lo veía de seguro no lo dejaba acostarse. Así que tomo sus cosas y siguió a la preceptora hasta el portón.

• Ignacio no tienes autorización – dijo la portera revisando la lista que Ana acababa de entregarle
• Pero yo estoy emancipado – dijo lo obvio – yo soy mi propio tutor y me puedo ir – aclaro indignado, pero la portera no le cedió el paso y en un segundo cambió su expresión como quien tiene que dar malas noticias, que era justo lo que iba a hacer
• No te puedo dejar salir. Son órdenes del director, mejor vas a hablar con él – aconsejó la señora y Nacho se giro en el acto sobre sus talones

Pero claro que hablarían con el director, quien se creía el mierda de Gustavo para retenerlo ahí. Que acaso no sabían qué significaba EMANCIPACIÓN. Él era legalmente un adulto y se lo dejaría bien claro, se juró a sí mismo entrando sin esperar presentaciones ni nada, con el paso decidido y el ceño fruncido.

• ¿POR QUE NO PUEDO SALIR DE LA ESCUELA EN HORA LIBRE?! – Gritó más de lo necesario teniendo en cuenta que la oficina de Gustavo era bastante pequeña – NO NECESITO AUTORIZACIÓN!! – agrego y Gustavo salió de la sorpresa para llenarse de enojo. Estaba trabajando muy tranquilo y de repente entra el mocoso a gritarle. Pero antes de devolver el grito como le indicaba su instinto, respiro y habló con calma. Después de todo tener a una adolescente gritando en su oficina era más común de lo que le gustaría admitir
• Por qué no te calmas y me dices que pasa – dijo e invitó a Nacho a tomar asiento. Podía deducir a qué se debía el alboroto pero era mejor hacer hablar al chico
• Quiero irme a casa – dijo Nacho después de un suspiro – estamos libres y no me dejan salir – aclaro más calmado pero igual de enojado

Gustavo solo saco su celular y marcó el número de Edgar, pensando en cómo Ignacio se refería a la casa de su hermano con sentido de pertenencia. Ya había escuchado eso el último tiempo cuando invitaba a Rodrigo diciendo “vamos a mi casa” y le sorprendió que aquello no le molestaba como creía que le molestaría. Es más, la presencia de ese chico había levantado a Ed de la depresión en la que se había sumido meses atrás gracias a Estella. Tenía que admitir que por más dolores de cabeza que diera, Edgar lo veía con los mismos ojos que él veía a sus cinco niños, desde Gastón a Bastián.

• Para salir hace falta un permiso – respondió Gustavo y Nacho volvió a ofuscarse, pero que este tipo era idiota o qué? se preguntó y ya nomas puso las cosas en claro
• Yo NO necesito permiso – dijo sonando prepotente y parándose de la silla por si al directorsucho no le había quedado claro. Él se iba a retirar y nadie se podía oponer – yo me VOY – sentenció y Gustavo solo dijo unas palabras que acabaron con toda la decisión que tenía Nacho en ese momento
• Bueno… si Ed te da permiso yo no tengo problemas – hablo calmado, casi sonriendo por el arrebato de Nacho como si ya se lo hubiera esperado y  le entregó su celular a Nacho ya timbrando para que pida permiso. El muchacho se frenó en seco ante esas palabras y recibió el teléfono.
• Ah eso –  susurró cayendo en la cuenta de qué era lo que le decían y aceptando la condición. No era nada raro o malo. Estaba bien preguntar a Ed, se dijo a sí mismo, era lo lógico, pensó y se llevó el teléfono al oído
• Gustavo ¿pasó algo? – preguntó alarmado Ed al ver el nombre en su teléfono
• No… he soy yo –  aclaró – Llamaba para preguntar si... si puedo salir de la escuela porque estamos en hora libre – hablo un poco incómodo por tener que hacer eso frente a Gustavo pero qué más daba, no hizo falta que Gustavo pregunte cuál había sido la respuesta de Edgar porque la sonrisa que se dibujó en el rostro de Nacho lo decía todo – Gracias – dijo tímidamente antes de cortar – nos vemos – se despidió de Ed y entregó el teléfono al director, pero dos segundos antes de que lo tome en un movimiento rápido volvió a hablar por el móvil – no cortes, no cortes – pidió apresurado – puedo ir por el centro a comprar una pua para la guitarra, es que perdí la mía y hoy tengo clases – dijo y la respuesta de Ed lo dejo de muy buen humor – Gracias gracias nos vemos – se despidió más contento que la primera vez y devolvió el móvil – Si puedo – le informo a Gustavo como si no lo supiera y levanto la mochila que había tirado en el suelo para salir casi corriendo del lugar – chau tío – gritó desde la puerta y Gustavo quedó desarmado

Ignacio ya le había dicho tío, a él y a Juan pero siempre por obligación, porque estaba Lucí cerca; pero esta vez había sido tan natural que lo impactó… gratamente aunque le cuatro admitirlo.

Cuando Nacho llegó a medio camino entre la oficina y el portón se dio cuenta de la metida de pata de llamar tío a Gustavo… bah! Ya se lo había dicho qué más daba. Pensó al final y salió de la escuela.

Hace tiempo que quería una púa nueva, no había perdido la anterior pero en el centro había un local de música que tenía unas muy elaboradas. Específicamente había una que le encantaba, tenía la forma del logo de Rolling Stone que venía con una cadena que permitía usarla de collar para no perderla. Tenía que aprovechar para comprarla ahora que había ahorrado una semana el dinero que Ed le daba para comprar algo de comer para los recreos.

Estaba llegando muy contento al local de música, casi sintiéndose dueño de la púa cuando un ruido de cristales rompiéndose lo aturdió y lo dejó clavado en su sitio del susto. Solo unos segundos después un grupo de diez chicos salió corriendo despavoridos de una galería comercial con uniformes de colegio, diferente del suyo.

Al principio no reacciono pero algunos chicos corrieron en su dirección y pudo reconocer a Adrián encabezando el grupo. Casi por instinto lo atrapó antes de que gire en la esquina donde venían policías atraídos por el ruido y lo metió a tirones a un bar que fue el lugar que tenían más cerca.

• Heu ¿que paso? – preguntó Nacho mientras lo empujaba dentro de los aseos del lugar y lo ponía en frente suyo para hablar. Seguro los policías ya habían atrapado a algunos y no podían salir de ahí o reconocerían al chico por el uniforme
• Mierda mierda… ya la cague! – exclamó Adrián sin mirarlo, cagado de miedo y en shock por lo ocurrido
• Adrián qué pasó? – preguntó Nacho mas serio y sujetando al más chico por los brazos, con un ligero sacudón para que reaccione. Si levantaba la voz algunos camarero podía escucharlos y si los sacaban de ahí caían en la boca del lobo
•  Yoo… yo no fui – dijo con la voz quebrada, si lo presionaba seguro lloraba pensó Nacho y dada las circunstancias no era lo mejor
• Ok – respondió Nacho pretendiendo sonar tranquilizador –  tenemos que salir de acá – dijo tratando de organizar sus ideas
• Nooo –  suplico Adrián con cara de espanto – si me atrapa la policía mi hermana me mata – hablo con tanta vehemencia que Nacho lo tomo casi literal
• Esta... está bien – dijo Nacho desesperado y Luego le tapó los labios a Adrián para que deje de decir incoherencias fruto de los nervios, porque había empezado a tartamudear – déjame pensar –  pidió y cerró los ojos buscando una solución en su cerebro y después de unos segundos la tenía  – ya sé – anunció contento y soltó a Adrián que al fin pudo suspirar… ojala no lo hubiera hecho   – ¿estás borracho? – preguntó Nacho casi confirmando en vez de preguntar. Acababa de darse cuenta cuando el Hugo a alcohol le dio en la cara

Ignacio dedicó unos segundos a ver la traza del otro. Ojos rojos y vidriosos, sonrojado y con una ligera falta de equilibrio. Definitivamente este chico estaba hasta las pelotas y decidió no esperar una respuesta.  Sacó de la mochila su uniforme de gimnasia que estaba impecable porque no tuvo esa clase y se la dio a Adrián, era una talla más grande pero no le quedaba tan mal. Así que salieron de la cafetería y vieron que los policías no habían alcanzado a ninguno de los chicos y aunque uno de los agentes codeo a otro para que los vieran, otro los hizo notar que el uniforme no encajaba y no los molestaron.

Sin la preciada púa Nacho llego a casa con un invitado inesperado, mierda! Quien lo mandaba a meterse en líos ajenos! En fin… hizo entrar a Adrián que parecía sobrio pero de a ratos llorisqueaba o se tambaleaba y en silencio lo dejo en la cocina para realizar una inspección. Estaba de suerte, Nancy había salido, seguramente a llevar a Mateo a visitar a los abuelos que pasaban su primera semana en su casa recién remodelada y eso le daba tiempo de hacerle un café al idiota de Adrián a ver si se despabilaba y decidía que hacer con él.

• ¿Qué pasó? – volvió a preguntar una vez que Adrián parecía más cuerdo, taladrándolo con la mirada
• Yoo… yo me escape del colegio – confesó y bajo la mirada se había mandado la peor cagada de su historia

Esa mañana había entrado al colegio y todo estaba en calma, demasiada calma para su gusto. Ya había faltado a clases otras veces, pero faltado, lo que era muy diferente a escapar. Solo que esta vez la tentación llegó demasiado tarde como para decidir no entrar y unos amigos lo habían invitado a pasar un rato en la casa de otro ya que sus padres no estaban y tenía una botella de Fernet esperando a ser degustada y claro, la curiosidad pudo mas y con el cuerpo cargado de adrenalina y pensando en que podían volver a entrar antes de que alguien note su ausencia se largo de la escuela.

Una botella resulto demasiado para nueve mocosos de primer año y al cabo de una hora alguien tubo la brillante idea de ir al centro y retarse a hacer idioteces hasta que alguien propuso robar un juego de una tienda y el mas ebrio de todos estrelló una roca en la vidriera sin consultar a nadie y fue cuando Nacho entro en escena.

Después de escuchar atentamente la historia Nacho pensó dos cosas. Primero que aquello era increíblemente parecido a como sucedieron las cosas cuando pescaron el sostén de la vecina pero cuando el idiota era otro, sonaba muy mal e irracional. Segundo, que escapar de la escuela no sonaba tan mal y menos si él no había roto el vidrio aquel y aunque lo de beber si era jodido no era algo que debía saberse. Por alguna razón sentía que debía ayudar a Adrián porque de seguro mínimo le arrancaban la piel del culo a tiras si se enteraban Gabi y Gustavo.

Después de pensar las cosas en frío hablo.

• Si en tu escuela no sabían que te habías escapado seguro la Policía ya fue a averiguar quién falto hoy o quien salió temprano o se escapo para tener sospechosos – dijo sin pausas y Adrián abrió los ojos grandes del terror de sentirse descubierto, pero no pudo hacer más que abrir la boca porque Nacho siguió con voz de experto  – si son muchos estas de suerte – declaró y Adrián se aferro a un milagro. Ese día dos cursos tenían libre y el se escabulló con ellos ya que varios de sus amigos ni siquiera habían entrado ese día. Ventaja de las escuelas públicas, con tantos alumnos y tan poco personal nadie llama a casa a ver porque no fuiste al colegio a menos que sean demasiadas faltas
• Éramos muchos  – dijo de pronto ilusionado por librarse – no me van a culpar! – dijo emocionado creyendo que ya era libre
• Pero seguro ya llamaron a tu casa para saber porque faltaste – dijo Nacho arruinando la prematura burbuja de felicidad del chico – Aunque supongo que ella te hubiera llamado para saber donde estas si fuera así – agrego para animar al muchacho pero el efecto fue todo lo contrario cuando de golpe se le vino el mundo encima  Adrián al recordar que había puesto el móvil en silencio
• Ya sé que te escapaste del colegio. Si no estás en casa ahora te voy a dar una paliza que vas a recordar hasta que tengas 80 – decía el mensaje más aceptable de los siete que tenia y no quería ni escuchar los mensajes de voz o pensar que le habría dicho Gabi de atender las casi veinte llamadas perdidas. Estaba condenado, muy condenado, pensó y antes de poder decidir nada las lágrimas se agolparon en sus ojos y se puso a llorar
• Me van a matar – se quejo lastimosamente mientras las lágrimas le caían sin control

Mierda! pensó Nacho y se sintió muy incómodo. Eran hombres, los hombres no debían llorar, se dijo haciendo eco de las palabras del juez… al menos no con los amigos, cedió recordando sus lamentables estancias en las rodillas de Ed. Bueno en ocasiones estaba permitido, se dijo al final. Aunque toda la empatía no lo hacía sentir más cómodo, sobre todo porque no tenía ni puta idea de cómo calmarlo, si hasta le estaba contando trabajo no llorar a él.

• Seguro te va mejor si no se entera que tomaste y lo del vidrio  ¡no? – dijo como consuelo – escaparse no es tan malo – y se decidió a levantarse de su silla y sobarle un poco la espalda a Adrián que estaba sentado en una banqueta casi desplomado sobre la encimera abrazado a la taza de café
• ¿No le vas a contar que tomé? – pregunto de manera lastimera sin sacar el rostro de entre los brazos
• No –  confirmo Nacho
• Igual va a… snif… pensar que rompí el vidrio si le preguntan los policías – siguió y ya no se contuvo mas  – me van a pegaaar – dijo de tal forma que daba pena

Nacho detuvo un momento la mano con la que pretendía reconfortarlo sintiéndose de pronto mas incomodo si se podía.Claro que el sabia del tema y los métodos de disciplina de la familia, pero jamás había hablado de eso con nadie, tampoco le apetecía hacerlo la verdad, pero tampoco podía solo ignorarlo. Abrasarlo esta fuera de discusión, eso solo pondría las cosas mas “raras”.

Siempre había querido un hermano o al menos un mejor amigo con quien poder hablar de todo, talvez Adrián estaba acostumbrado porque vivía con Gastón y Rodrigo pero él no. Aunque si fingía que ese chico era su hermano las cosas no serían tan incómodas, por eso Nacho decidió por retomar el movimiento de su mano dando palmadas de a ratos y a hablar.

• Bueno… una paliza no es el fin del mundo tampoco ¿no? – y se sentó al lado para estar más cómodo y porque ya llevaba rato de pie  – al final pasa y … – estaba pensando que mas decir cuando Adrián lo interrumpió
• Eso dices porque vives con el tío Ed – le reclamo. Ed era el tío joven y buena onda hasta hace bien poco y no lo imaginaba castigando a nadie
• Pero él también se enoja – confeso mirando para otro lado esquivando el contacto visual aunque Adrián no había levantado la cabeza del mármol – y… el día que nos conocimos por ejemplo y pelemos en la casa de los abuelos se enojo mucho y… él… –  esto le costaba horrores
• No hace falta que inventes –  corto con fastidio – si sabemos que no te hizo nada porque discutieron y te encerraste en el baño – le dijo levantando la cabeza y limpiándose las lágrimas que se le habían escapado. Y claro a Nacho le ardió el orgullo, hablar de eso era horrible pero quería hacer sentir bien al pendejo este para que encima lo trate de mentiroso
• Si me pegó –  dijo enojado  – y todo por culpa de ustedes que empezaron a molestar y encima como me encerré en el baño después tuve un lio de la mierda y me fue peor – término resoplando pero mas descargado y luego se dio cuenta que había acojonado a Adrián y que la idea era calmarlo – UFFG! – soltó el aire casi gruñendo al final y se fue hacia la frutera para sacar dos manzanas y le lanzo una a Adrián – igual se dé que se trata – dijo dando una exagerada mordida a la fruta y siguió hablando con la boca llena  –  y no es para tanto, pero cuanto más te tardes en volver es peor
• Si es para tanto –  rebatió el menor bajando la cabeza de nuevo – si se enteran que yo estaba con los que rompieron el vidrio me van a dar una paliza y no voy a ver la luz del día en un año – dijo imaginándose aquello. No sabia que era peor pero las dos casa juntas eran inaceptable. Igual seguro su hermana iba a atacar con todo su arsenal de castigos, esta era por lejos la peor cagada que se había mandado

Nacho sabía que era una exageración pero entendía que Adrián quiera evitarlo, él en su lugar tampoco querría volver a casa, pero no estar en el lugar del condenado daba un poco mas de valor.

• No se va a enterar – dijo Nacho retomando su pose firme  – le vamos a decir que estabas conmigo – Adrián alucinaba, no estaba ni cerca de salir librado pero ya tenía un peso menos y ver las intenciones de Nacho le subían un poco el ánimo
• Gustavo sabe a qué hora salí y eso te da una coartada y yo voy a ser testigo – siguió planificando serio Ignacio con lenguaje técnico y todo
• ¿De verdad? – preguntó, es que todavía no se convencía, aunque Nacho había sido amable en varias ocasiones, uno no suele ayudar a alguien que te pone sanguijuelas encima. Tal vez eso de ser familia cambiaba un poco las cosas.  Eso quedo claro cuando en respuesta Nacho asintió pero luego le extendió la mano como cuando pides algo – ¡me vas a COBRAR! –  grito indignado ante el gesto. Yá! Era demasiado bueno para ser verdad
• No estúpido – Nacho frunció el ceño, ¡que clase de persona creían que era! – quiero tu teléfono –  y Adrián puso cara de intriga  – así llamamos primero – arrebató el móvil de la mano del otro que todavía seguía leyendo de a ratos los mensajes de Gabiy empezó a caminar al salón para sentarse en el sofá – si solo vamos no nos van a dejar explicar y seguro la tía…va…digo… tu hermana va a estar enojada y..
• No me molesta que le digas tía aunque no esté la abuela – corto Adrián sentándose también – en realidad ninguno es pariente mío tampoco – dijo levantando los hombros restándole importancia – son buena gente y en mis trece años fueron más familia que los parientes de mi mamá y mi papá y yo creo que eso es lo que cuenta no? – concluyó mirando a Nacho que tenia la boca abierta y estaba duro como estatua. Como no había respuesta agregó – a Rodrigo tampoco le molesta, nosotros somos como hermanos y los otros son bebes así que solo quedas tu para hacer como de primo – dijo sonriendo y Nacho por fin sonrió
• Está bien… somos como primos pero esta me la debes, yo quería dormir no pasarme la mañana salvándote el culo – dijo en broma pero anotando mentalmente a quien podía acudir cuando se meta en un lio, es mas ya contaba con alguien seguro para que lo ayude con el pequeño SECRETO que tenia ahora mismo en su cuarto, pensó. Pero primero lo primero, se dijo a si mismo y busco entre los contactos a Gabriela – no está – dijo mostrando el teléfono en la letra G
• No, es que… esta aquí – dijo buscando en la letra M el contacto que decía Mami – es que, así le decimos de cariño –  explico un tanto avergonzado
• Si… bueno, igual es mas como tu mamá no? – trato de demostrar que entendía la situación y es que la verdad entendía bien, aunque no podía admitirlo ni decirle a nadie la verdad es que le encantaría que toda la charada de que Edgar es su padre sea cierta –  ahora shhh que voy a llamar – y apenas descolgaron no lo dejaron hablar
• ¿Donde estas mocoso? Hace dos horas que me quiero comunicar. Te juro que cuando llegues a casa te voy a….
• Hola soy Nacho – interrumpió algo cohibido, Gabi daba miedo hablando con un enojo contenido en la voz y con calma fingida que ponía los pelos de punta
• ¿Ignacio?  ¿Qué paso? ¿Adrián esta bien? –  pregunto apresurada de pronto sin rastros de enojo, solo quedaba preocupación
• Si, si tranquila él está bien, está conmigo.
• Y ¿por qué no llama él? – pregunto confundida y un poco molesta imaginando la respuesta
• Es que… ya vamos para ahí, no te enojes. Hay una explicación para todo ¿si? – y ante el silencio del otro lado de la línea se animo a pedir  – Solo necesito que prometas que nos vas a escuchar
• Mira Nacho, los quiero acá ¡ya! – dijo enojada pero más calmada- y te advierto que voy a decirle todo a tu papá
• Yo ¡no me escapé! –  se defendió pasando por alto que dijeron papá y no Ed, la fuerza de la costumbre. Lo que mas le llamo la atención de lo que le dijo Gabi fue que encima ahora  lo metan en líos, aunque Ed sabía que salió con permiso tampoco quería que piensen mal de él
• ¿Dónde están? – preguntó recién reparando en el detalle, enterarse de que Adrián se había escapado porque la escuela necesitaba decirle a la Policía quienes eran los sospechosos de romper una vidriera y robar ocho celulares de una casa de tecnologías no era grato. Robo del que Adrián no sabía nada porque fue el primero en salir corriendo.
• En mi casa – dijo Nacho y antes que Gabi interrumpa vio la oportunidad de explicarse mejor y que las cosas se vayan enfriando – yo hoy salí temprano de clases y él
• Y él se escapó para hacer ESTUPIDECES! – interrumpió Gabriela furiosa de solo imaginarse a su hermanito en malos pasos. Porque aquello de los celulares no era una travesura era delito

Nacho se dio cuenta por el tono y las palabras que Gabriela estaba bien enterada del asunto del vidrio roto y negarlo era lo peor que podía hacer, así que con la experiencia que tenia de cuando se dedicaba a sacar canas verdes Moraga opto por lo más acertado a la hora de mentir, hacerse el idiota.

• No fue tan grave solo jugamos videojuegos – se quejó y Gabriela supuso que no sabían nada del incidente del centro
• ¿Y estuvieron ahí toda la mañana? – pregunto para confirmar
• No tooda la mañana, si fue a la primer hora de clases, en verdad – dijo fingiendo no darse cuenta de por donde venia la pregunta de Gabi y ella se dio por satisfecha. Sabia que su hermanito no era un delincuente
• Está bien. Están cerca así que en cinco minutos los quiero acá – dijo teniendo en cuenta que tenían que recorrer seis cuadras no muy largas
• Está bien – respondió Nacho con su mejor voz de perrito regañado, pero con una sonrisa de oreja a oreja. Gabriela se había creído todo y no iba a dudar de que ellos no tenían nada que ver en el problema del centro – ya esta! – vitoreo Nacho cuando colgó  – Pero si dice algo del problema del centro es mejor que finjas no saber nada y poner cara de sorpresa cuando te cuenten – aconsejó y salieron rumbo a casa
• Porque no tienes tu uniforme – fue lo primero que dijo Gabriela al abrir la puerta y Adrián se puso blanco del susto. Se había olvidado tontamente de la ropa
• Tomamos café y se derramo encima – se apresuró a explicar Nacho que entraba detrás de Adrián
• Y porque estabas tomando café? – hizo otra pregunta mientras con un ligero empujoncito termino de hacer entrar a los chicos para cerrar la puerta, todo mientras miraba a su hermanito, que por cierto no era aficionado de esa bebida amargar segunda él mismo
• Queríamos probar el nuevo café de Ed – se apresuró Nacho de nuevo a responder porque el silencio de Adrián era demasiado elocuente

Todo aquellos le daba muy mala espina a Gabi. Adrián no solía mentir, no porque sea un santo sino porque lo hacia muy mal y ella lo conocía muy bien, lo que llevaba a que cada intento de engaño por parte del chico termine por hacerla enfadar mas a ella y Dios sabe que eso era lo último que quería Adrián.

En fin,  la cosa era sospechosa. Tener a Nacho dando las explicaciones,  el uniforme y la excusa del café no cuadraban. Pero no se le paso por la cabeza que en realidad su bebe haya estado con los maleantes que rompieron aquel local par robar, NO. Mas bien pensó en que de verdad habían ido a casa de Ed y alguna macana se habían mandado estropeando el uniforme. De todas maneras no le gustaba que sea Ignacio quien de las explicaciones y lo dejo bien claro.

• Mira Nacho, tus explicaciones se las das a tu papá,  ahora quiero que sea Adrián quien responda –  dijo dejando bien claro a Nacho porque Adrián decía preferir rendir cuentas a Gustavo. Gabi daba miedo cuando no estaba con su habitual mirada tierna, amable y maternal – entendido? –  preguntó y Nacho asintió algo nervioso

Gabi respiro profundo una vez y luego clavo su mirada penetrante en el cordero a medio degollar que era su hermano en ese momento y una justificada rabia volvió a invadirla al recordar la llamada del colegio para ver porque su retoño no estaba en clases y el compromiso de ponerse en contacto con la escuela cuando haya averiguadoel paradero del chico. Dudaba mucho que si alguno de los padres descubrías que su hijo estaba implicado en el atraco llamara para delatar a su vástago. Pero ella al saber dónde estaba su niño de inmediato llamo a la directora para aclarar las cosas. No podía simplemente desentenderse del tema, primero porque cuidaba y quería mucho a su hermanito y segundo porque conocía personalmente a la directora que era también colega de su esposo.

• ¿Y bien? – dijo manos en jarra llamando la atención de Adrián que miraba al piso – ¿qué hacías fuera de la escuela? – preguntó y Adriancito trago saliva como si tratara de pasar un puñado de clavos
• Yoo – sabía que era lo que debías decir pero ahora le parecía una excusa muy pobre,  no había poder humano que lo salve de la que se había ganado. Y para aumentar la presión Gabi levantó las cejas demostrando impaciencia y demandando la respuesta – estaba aburrido y me fui a casa del tío Ed – eligió muy mal sus palabras.  Dudaba que existieran palabras correctas para decir eso pero seguramente estas estaban entre las peores opciones
• Así que como el señor se aburría decidió salir del colegio! – afirmo Gabi y Adrián odio ese momento. Odiaba cuando Gabi lo usteaba, eso era pela segura – ¿es así? – preguntó y el estrés venció el poco estoicismo de Adrián que derramó sus primeros lagrimones

Mierda! Pensó Nacho sintiendo pena del mocoso. Tan guapo para liarla y ahora moqueaba. No era mucho lo que podía hacer pero la historia de estar ahí rindiendo cuentas a alguien que no es tu padre sino a alguien que tubo la decencia o lastima o lo que sea de hacerse cargo de ti lo hacían sentir empatía. Después de todo era casi lo mismo que le pasaba a él con Ed y en realidad también con el juez ya que sus padres biológicos solo eran unos irresponsables que la embarraron y luego dejaron el muerto para que alguien mas lo cargue. Sacudió la cabeza porque no era momento de ponerse en plan “todo me pasa a mi” eso era algo que odiaba así que volvió su atención a Gabi que para ese momento había agarrado la oreja de Adrián para estrujarla a gusto ante la falta de respuesta.

• AIIII AIII NUUUU!! – Se quejo el agredido poniéndose rojo y hablando sin separar los dientes
• ¿QUE TE HIZO PENSAR QUE PODÍAS SALIR DE LA ESCUELA?! – gritó Gabi puntualizando cada silaba con un jalón mas.
• ¡Fue mi idea! – dijo Nacho después de meditar hasta donde era útil su intervención y hasta donde saldría salpicado. Pero aunque no era conveniente esperaba que al menos sirva de algo – hoy salía temprano de clases así que le pedí que se salga para estrenar un juego que me regalo el abuelo – aquello tenía un porcentaje de verdad, el abuelo le había regalado unos juegos, uno a cada nieto y Nacho aun no lo había usado. Solo que el motivo era porque él no tenia consola sino que jugaba cuando Rodrigo llevaba la suya. Detalle que por suerte Gabi paso por alto.
• Mira Nacho – dijo Gabi con calma fingida mientras se acercaba peligrosamente a Nacho

Él no podía creer como esa mujer que era casi de su estatura podía ser tan intimidante. Peor cuando lo tomo del brazo. Si a ella se le rallaba a capota y le cruzaba la cara o algo peor él no iba a dejarse, se dijo a si mismo. Aunque en realidad era una promesa vacía,  sabia que solo podría cubrirse porque jamás le levantaría la mano a una mujer. Por suerte nada pasó. Ella solo necesito unas palabras para dejarlo calladito.

• Adrián no tiene dos años, sabe hablar bien y sabe que no tenía que salir de la escuela a menos que el edificio se caiga y no era el caso. Así que cualquier excusa es insuficiente –  mierda que era dura de roer pensó Nacho – solo quiero tener en claro y sobre todo que a él le quede claro porque lo voy a castigar

Claro después de semejantes palabras Nacho perdió todas las ganas de ser defensor de pobres y desamparados. Solo le quedaba el conformar a su héroe interior apaleado con el consuelo de que seguro la paliza era peor si Gabi se enteraba que el “niño” había bebido y se había ido al centro a hacer estupideces, y rogar que no salir salpicado él también en este lío.