Una verdad inquietante 12: Cap. 12; Autora Cath Blue Red

Una verdad inquietante

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 17 de Octubre del 2016

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Capitulo 12

Confesiones

Autora: Cath Blue Red

Pasaron como dos meses desde que los abuelos regresaron y la verdad su presencia nos ayudó mucho a integrarnos más con el Joe, todos los adultos se esforzaban mucho para no hacer distinciones entre nosotros, al inicio fue como que un poco forzado pero me imagino que con la práctica todo se volvió costumbre, además estoy seguro de que lo hicieron para evitar que mamá y yo protagonizáramos otra escena de terror.

El día sábado Papá y mamá como de costumbre madrugaron a hacer las compras en un mercado de productores que queda a 20 minutos de la casa, ellos salían a las ocho de la mañana después de dejar el desayuno preparado y regresaban cerca del medio día; como era fin de semana el Joe estaba con nosotros, así que nos quedamos solos me levanté como a eso de las 9h 30 de la mañana y eso solo porque tenía hambre, desayune solo pensando que el Joe estaría durmiendo y subí a buscarlo en su habitación para invitarlo a ir a jugar futbol ya que papá nos dio permiso de ir, pero su cama estaba vacía, lo busque por toda la casa y nada, así que antes de ir a la casa de los abuelos y hacerles pasar un susto, subí a la terraza y allí estaba el muy imbécil, sentado en una banca de madera junto a la pared de la azotea

Me acerque sigilosamente para pegarle un susto, y lo logre cuando estuve cerca di un salto felino y me use en frente suyo

• JOE – grité abriendo los brazos para hacerlo más dramático, del susto se le cayó el cigarrillo de la boca. Siii, el cigarrillo, estaba fumando en la casa, es muy valiente o un suicida, después del último encuentro con papá sobre ese tema, pensé que le había quedado muy claro lo de PROHIBIDO FUMAR – ESTAS FUMANDO! – grite con incredulidad
• SSSHHHHH cállate, quieres que te oigan?, nos meteremos en un problema – dijo mirando de un lado a otro – así que mejor cierra el pico – reclamó molesto
• Ningún ”nos” hermanito, tú estás fumando solito, así que no me metas en tus líos – le respondí molesto, ese “nos” no me gustó para nada
• No le dirás a papá, ¿verdad? – me suplicó poniendo ojitos de cachorro
• No, claro que no, no soy chismoso – le dije molesto aún
• Gracias Raul… de verdad eres un gran hermano – respondió con una sonrisa el Joe
• ¿Sabes lo que pasaría si papá te encuentra fumando verdad?
• Sí, claro que lo sé, pero entiéndeme Raúl, lo necesito – admitió con tristeza
• ¿Lo necesitas? ¿Por qué? – pregunté curioso
• Le queda muy poco a mi mamá – me dijo mirando al vacío mientras sus ojos se llenaban de lágrimas – ella es toda mi vida Raúl,  nadie me conoce como ella, nadie me entiende como ella, nadie me consuela como ella, nadie me reprende como ella, nadie me abraza como ella, nadie me espera como ella, nadie huele como ella, nadie sonríe como ella, nadie me ama como ella y está muriendo un poco cada día – me dijo con un nudo en la garganta y los ojos velados de tristeza – su mirada… su mirada se ilumina y sonríe al verme – dijo enjugándose una lágrima que se le escapo por el rabillo del ojo – está alegre hasta diría ¡feliz! mientras estoy con ella en su habitación en el hospital, se muestra fuerte, vital... y eso me duele porque no puedo hacer naaada, tengo que estar aquí en vez de estar con ella – gimoteo agachándose
• No sé qué decir Joe, lo siento – murmure dándole una abrazi
• Lo sé Raúl… pero  – se quedo callado – sé que está muriendo, muere un poquito cada día, muere ente mis ojos Raúl y yo aquí sentado como un idiota porque como te dije no puedo hacer nada, nada hermano

Admitió con amargura, mientras cerraba los ojos tratando de evitar que las lágrimas traicioneras bajaran ardientes por sus mejillas, se secó el rostro pasando una mano con rabia e impotencia, yo no sabía que decir, quizá era lo que necesitaba que solo lo escuchara en silencio, así que solo me senté a su lado y pasé mi brazo sobre sus hombros tratando de confortarlo, que sepa que estaba ahí para oírlo, para no sé qué… lo que él quiera, es que bueno yo tampoco tengo idea de que hacer, no sé cómo se consolar a nadie, pero parecía que Joe estaba cómodo con eso porque simplemente continuó.

• Siempre fuimos mamá y yo, incluso cuando se casó con esa bestia, creo que por eso él me trataba mal – murmuro en voz baja levantando la vista del suelo para mirarme son una mueca de sonrisa triste dibujada en al cara – porque estaba celoso, además mi madre se negó a darle hijos, eso lo supe en la última de sus peleas por la forma de tratarme – agrego como recordando algo pues frunció su celo y le dio una calada profunda al cigarro como todo un profesional, aunque claro le vino un ataque de tos primero pero superado eso continuo –  mamá lo empujó para evitar que me siguiera pegando con su correa de cuero porque había llegado a casa cinco minutos tarde del colegio y esa bestia levantó la mano amenazando a mamá, ella le gritó ATRÉVETE, ATRÉVETE Y VAS PRESO….TE JURO POR MI HIJO QUE ESTO SE ACABA AQUÍ Y AHORA – apuesto a que hermano nunca en su vida borrara aquello de su mente, debe ser terrorífico vivir con alguien que no te quiere y busca cualquier cosa para herirte – …QUIERO QUE TE LARGUES DE MI CASA… NO VOY A PERMITIR QUE LO MALTRATES, NO MAS
• ME VOY, le respondió él muy ofendido, NI SIQUIERA FUISTE CAPAZ DE DARME UN HIJO, NO ME AMAS LO SUFICIENTE – Joe sin darse cuenta puso voz gruesa como imaginando a su padrastro, definitivamente era como si viviera una película
• POR SUPUESTO QUE NO, LA FORMA EN QUE HAS MALTRATADO A MI HIJO A HECHO QUE RECHACE TU AMOR, QUE ME ASQUEEE DE MI AMOR POR TI, JAMAS TE DARIA UN HIJO ME OYES JAMAS – y lo dicho… imito la voz de su madre haciendo más aguda la suya – …. Y bueno no pidieron seguir discutiendo porque llego la policía y esa fue la última vez que estuvo en casa, después de unos días le rogo y le suplico a mamá para regresar pero ella fue muy firme en su decisión, hasta ahora me siento un poco culpable, si yo no hubiese existido ella podría haber tenido una familia normal, como tú, como papá, habría sido feliz – me dijo volviendo de nuevo clavar la vista al suelo como si buscara algo en el piso, pero en realidad aplasto la colilla del cigarro con el pie, durante todo ese tiempo yo no había dicho ni una sola palabra, me limite a escucharlo y tratar de comprender lo que sentía, y creo que lo entiendo, sé que es mi turno de hablar.
• Bueno Joe, yo creo que ella es feliz porque te tiene… te ama y estoy seguro que te ama más que a nada en el mundo – le dije para levantarle un poco el animo a mi hermano – acaso no lo vez?... dejo a esa ¡bestia! por ti, te eligió a ti sobre su oportunidad de tener una familia convencional, eligió tu felicidad porque tú eres su felicidad – le dije y entonces me acorde lo que mi mamá siempre dice – es como dice mamá, si tú eres feliz yo soy feliz, seguro que tu madre siente lo mismo – creo que esas eran buenas palabras de consuelo – yo creo que tu mamá te dio todo lo que pudo con amor porque eres su mundo, solo renuncio a ti cuando supo que no tenía alternativa, pero no te abandono – le dije abrazándolo con cariño – se aseguró de dejarte con tu papa verdadero y con una familia que te quiere, sabes que papá te ama, mamá bueno tú la escuchaste, dijo nuestros hijos, los abuelos te adoran y yo no te voy a decir que te quiero pero estoy resignado – agregue sonriéndole y dándole un empujoncito mientras dejaba de abrazarlo y me sonrió como siempre
• Creo que tienes razón, pero a veces me siento muy triste y solo
• Pues debe ser normal que te sientas así de vez en cuando, pero cuando eso te pase puedes acudir a cualquier de nosotros que somo tu familia ahora y seguro sabremos consolarte, y los papá apuesto a que te mimarán hasta el hartazgo jajajaja total eres el chiquititito de la casa – le dijo en son de broma para
• No te burles – me dijo hecho el ofendido pero con una sonrisa que lo traicionaba, sabía que era verdad
• No me estoy burlando, es más… para que veas que te acolito me fumaré un cigarrillo contigo – medio bromee y medio dije en serio codeándolo
• ¡NO! – respondió con asombro
• Pues sí vamos apúrate antes de que lleguen los papás, debemos eliminar cualquier rastro que nos delate
• ¿Sabes lo que pasaría si papá te encuentra fumando verdad? – me hizo la misma pregunta burlándose de mí
• No molestes – le dije dándole un suave coscorrón mientras le sonreía
• AUCH – el Joe se llevó una mano a la cabeza y se frotó como le hubiese dolido, es un exagerado

De inmediato sacó una cajetilla de cigarrillos que estaba escondido un espacio que había entre las paredes adosabas de la casa de junto, un muy buen escondite.

• ¡Oye!... te puedo preguntar algo? – le pregunté mientras empezábamos a fumar
• Si claro Raúl lo que sea
• Cuando nos peleamos con los trogloditas hermanos de Sandra, y papá iba a castigarte tu querías irte de la casa, ¿que pasó?
• Jajajaja, nada – respondió con una mirada pícara
• ¿Nada? ¿Y te ríes? – insistí curioso
• Esta bien, esta bien te lo voy a decir, pero no te ofendas ¿bueno? – vaya, este niño me sorprende, yo solo asentí
• Papá me dijo que debería haberte escuchado, que tú conoces a la gente de este lugar, que debo escucharte, que cuando me dices algo es por mi bien y algunas idioteces típicas de papá, así que me cansé, y le dije
• “Que pena no ser tan perfecto como tu hijito Raúl, seguro te avergüenzas de mi, así que mejor me largo” – imito a mi papá o quiso imatarlo, pero la voz de papá es mas gruesa –  y bueno salí hecho un cohete antes de que se repusiera de la sorpresa e intentara sujetarme, deberías haber visto su cara jajajaja, y bueno ya sabes como terminó – dijo haciendo un puchero y dejando de reir
• Jajaja claro que lo sé jajajaja eres loco Joe
• No te rías, no es gracioso, papá pega duro – protestó haciendo una mueca de fastidio
• No tan duro como mamá – respondí dejando de reír y haciendo una mueca de dolor
• ¿De verdad? – preguntó el Joe con cara de susto
• De verdad, mamá nunca me había pegado, pero luego de lo que paso te juro que no vuelvo a faltarle el respeto en mi vida, prefiero dos palizas de papá a una sola de mamá
• Tanto asi?
• Si, así que hermanito tú también ya estás advertido, cuidadito con mama
• Luciana no tiene derecho a pegarme, no es mi mamá – dijo el Joe sin sonar muy convecido
• No importa lo que tu creas Joe, mamá te tratará igual que a mí para tu suerte o tu desgracia jajajaja
• Jajajaja, si creo que tienes razón. Raúl que te molestó la semana anterior cuando bajamos a ver a los abuelos, te pusiste como loco
• Muy bien te lo voy a decir, pero no te ofendas bueno? – respondí lo mismo que me dijo cuando el que preguntó fui yo
• Trato hecho
• Estaba celoso – le dije de un tirón, agachando la cabeza, me avergonzaba admitirlo
• ¿Celoso de qué? – preguntó extrañado
• De ti
• ¿Qué? – pregunto sorprendido frunciendo el ceño – pero ¿Por qué?-
• Los abuelos estaban super fascinados contigo y luego mamá dijo… –  no pude completar la frase así que el Joe lo hizo por mí
• “Nuestros hijos”, ¿es eso verdad? te molestó que me incluyera
• NO, si…. si, es absurdo no lo tomes a mal por favor, es solo que antes era yo solo y ahora estás tú también
• Sí, creo que me pasaría lo mismo si yo estuviera en tu lugar –  y encendimos el tercer cigarrillo de la tarde, cuando en eso se escuchó una voz justo detrás de nosotros
• Mis niños – dijo con ternura, el Joe tiró el cigarrillo al piso y lo aplastó con el pié yo lo lance hacia el patio, pero ya era tarde
• ¡FUMANDO!... ¡ESTAN FUMANDO! ¿CARAJO QUE LES PASA A USTEDES DOS? 

Mire a Joe una fracción de segundos para leer en sus lo mismo que formulaba mi cerebro… ¡estamos muertos!