jueves, 5 de enero de 2017

Hermanastros: Cap. 10; Autor Pablo

Hermanastros
一一一一一一一一一一一一一一一
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 5 de Enero del 2017.
一一一一一一一一一一一一一一一 
 Capitulo 10
Justicia por fin

Autor: Pablo

Marco:

Cuando llegó mi abuelo le conté todo, no me importó que la madre de mi papá (porque esa vieja ya no era abuela mía) no me haya dado permiso de salir del rincón, llevaba más de media hora parado ahí.
Ella ni siquiera había preguntado que paso antes de castigar a Isaac y no sabía lo que sus “angelitos” habían hecho, por eso no sabía qué cara poner ni dónde meterse cuando delante de ella hablé con mi abuelo. Como él no está engatusado como ella con el “encanto” de los gemelos me escucho y luego llamó a Isaac y nos encerró a los cuatro para hablar. Ver la cara que tenían Renzo y Gian no tenia precio y cuando mi abuelo les pregunto si mi abuela los había castigado se pusieron a gimotear.

  • Su mamá ¿los castigó o no por pelear? – repitió el abuelo
  • Fue su culpa, él empezó – le respondió Gian acusándome y juro que parecía que si lo miraban una vez más rompía en llanto
  • Nadie pelea sólo – cortó el abuelo – y además según sé Isaac no los golpeó y ustedes si – JA! Empezaba a disfrutar esto
  • Renzo le pegó ¡NO yo! – volvió a hablar, o mejor dicho a gritar Gian, yo no podía creer ¡que buen hermano! lo mando al paredón sin pensar donde queda la lealtad, pero bueno… mejor para nosotros, se acusan entre ellos y nos ahorran el trabajo
  • Hijo – dijo el abuelo y achico lo ojos mirándolo más de cerca – nos conocemos bien – dijo el abuelo como diciendo que no lo tomen por boludo – no vamos a jugar este jueguito, que yo sé bien como hacen las cosas los dos y el traje de corderito te queda muy chico – y termino de hablar con una ceja levantada y en un tono que más parecía amenaza – no alarguemos más las cosas que los dos saben cómo arreglo yo esté tipo de comportamiento – y yo estaba queriendo ver cómo era eso –  Vaya a traer el cinto y Renzo al rincón – ordeno

Mi abuelo hablo serio, daba miedo la verdad y eso que conmigo siempre fue muy bueno pero eso de tratarlos de usted cuando está enojado es horrible, lo sé porque mi papá también lo hace a veces.
Cuando mi papá me quiere pegar con el cinto yo hago un poco de escándalo la verdad y otro poco no es fingido, de verdad no me gusta que use esa cosa, no es un dolor insoportable pero ya es hora de que busque métodos más psicológicos ¿no? Como sea, si mi papá me mandara a traer un cinturón para zurrarme no voy ni borracho, en cambio Gian se puso a llorar en silencio y se fue a traerlo.
Cuando volvió confirme que ese chico estaba loco, eso que traía no era un cinto de esos para sostiene el pantalón, era una faja de cuero ancha, yo no sólo no la traía sino que directamente le prendía fuego, eso sí debe doler, creo que estaba especialmente diseñada para torturar.
El burro le entregó la cosa a mi abuelo y se quedo parado al lado de él esperando, mi abuelo lo acercó y comenzó a bajarle el pantalón, la verdad que en ese momento me daba un poco de pena verlo ahí  parado llorando pero se lo merecía, igual no me sentía cómodo mirando así que voltee la cabeza y vi que Tweety se estaba comiendo las uñas, eso no es algo que suela hacer por eso me di cuenta que estaba muy nervioso, le saque la mano de la boca y me miro preocupado, yo le dediqué una sonrisa para calmarlo, estaba seguro que el abuelo no lo iba a volver a castigar. De repente un ruido retumbo en toda la habitación seguido de un grito y casi por instinto gire a mirar.

  • Zass – sonó más fuerte y más grave que un cinto y lo siguió un grito que daba lástima
  • Awww!! – gritó y luego aplastó la cara en el colchón para ahogar el sonido

Recién ahí pude ver como estaba, la posición era extraña, no solo porque ya es grande como para que lo pongan en las rodillas sino porque no estaba de lado como hacen siempre, sino que estaba cruzado. Mi abuelo lo había apoyado sobre una pierna, la derecha porque él es zurdo y tenía el cuerpo de Gian atrapado bajo su brazo, como cuando te pillan de pie y te ponen bajo la axila pero sentado. Supongo que a mi abuelo le molestaba la panza para ponerlo "normal" aunque no es tan gordo, y por eso lo ponía así o tal vez porque así podía atraparle las piernas con su pierna izquierda, la verdad no se, pero lo que si se es que en esa posición el trasero de Gian quedaba casi de frente a donde estaba yo.
Cuando él gritó Isaac cerró los ojos fuerte pero mi reacción fue mirar a donde estaba mi abuelo, juro que no quería ver, a mi no me gustaría que me vean pero me asuste un poco y no lo pensé. Cuando la faja le dio el primer azote no tenía nada, creí que era más sonido y escándalo porque ni rosa se había puesto, pero cuando llego el segundo empezaron a cambiar las cosas.

  • ZAAASS – sonó esa cosa horrible otra vez y fue cuando el primer cintarazo empezó a tomar color
  • MMMMMMM – se escucho el grito ahogado del melliy el abuelo hizo otra pausa y yo deje de mirar, Gian no solo había gritado, solo le habían dado dos y ya estaba llorando, hasta me estaba arrepintiendo de haber hablado
  • ZAASSS – sonó otra vez y yo apreté los ojos, si el sonido me ponía la piel de gallina no quería ni imaginar como se sentía que te den con eso
  • No quiero ¡mas peleas! – dijo el abuelo apenas se dejo de escuchar otro grito ahogado de Gian – y va para los cuatro – agrego con la voz más ronca de lo normal y ninguno respondió, aunque supongo que él no esperaba respuestas porque siguió con lo suyo
  • ZAASSS – trono de nuevo esa cosa y esta vez el grito se oyó muy claro haciendo que todos volteemos a ver
  • HAAAAAAAA! PAPÁAAAA YA NOOOO – pidió y después se dedico a llorar mientras se sobaba

Gian tenía las nalgas rojas, pero todo rojo, no con marcas como deja un cinturón normal, aunque si tenía unas líneas finas donde la piel de había esponjado, creo que eran los bordes de esa cosa. Como sea su trasero daba pena al igual que su traza en general.
No me había dado cuenta que mientras miraba la escena había estado apretando los dientes, solo me di cuenta cuando sentí la mirada del abuelo sobre mí, me estaba viendo a los ojos sin ninguna expresión, pagaría por saber que estaba pensando. Aflojé los dientes porque me dio miedo que crea que lo miraba con odio, no quería ser el siguiente en su lista y después de unos segundos báje la cabeza, pero pude ver de reojo como el abuelo quitaba las manos de Gian, estaba por continuar.

  • ZAAAS – Volvió a rugir esa mierda y el grito y llanto de Gian casi se oyó al mismo tiempo
  • HAAAAAAAAAAA BUAAAAA – gritó con fuerza y después se volvió a ahogar, solo que esta vez en el pecho del abuelo

Cuando levante la vista el abuelo ya lo había hecho parar y le estaba subiendo el calzoncillo, Gian estaba llorando, no de bronca o fingido, era de verdad y daba pena. Y yo no era el único que se sentía mal porque cuando vi a mi hermano y me di cuenta de que estaba llorando y Renzo también que aunque no podía verlo porque el abuelo lo había puesto mirando a la pared se podía saber por como sus hombros se movían. Claro que los motivos no eran los mismos, Isaac es normalmente un llorón y seguramente se sentía culpable y Renzo seguro que estaba así porque él era el próximo.
Cuando fue el turno de Renzo fue peor, el no tuvo la delicadeza de ahogar sus gritos en la almohada, sino que parecía esforzarse por gritar mas, parecía que lo estaban despellejando, aunque teniendo en cuenta el pedazo de cuero endemoniado ese, tal vez si le estaba sacando un poco en pellejo.
Al final el abuelo los acostó en una cama para que duerman. El "lugar" que habían hecho para nosotros los abuelos y de la que me había hablado mi papá era solo que una de las camas que usaban los mellizos la dejaban para que compartan ellos y otra para que compartamos Tweety y yo. Así que fue más fácil para el abuelo atender a esos, mientras yo trataba de consolar a mi hermano que se había puesto a llorar como si fuera a él al que le habían pegado. Cuando los hijos de mi abuelo estuvieron dormidos él se fue y yo me quede hablando con Isaac.

  • El papá se va a enojar cuando sepa que hicimos enojar a los abuelos – me dijo y aunque tenía algo de razón me daba bronca que sea eso lo que le preocupe
  • No fue nuestra culpa – trate de calmarlo – además hasta que vuelva de viaje ya se le va a pasar el enojo, él tiene que estar de nuestro lado – se quedo callado seguramente no muy convencido de lo que yo le decía, se dio vuelta mirando a la pared y después de un rato susurro algo aunque no sé si para mí o solo hablando solo
  • De tu lado porque si eres su hijo – no supe como contestar a eso, no creía que mi hermano tuviera ese tipo de inseguridades, sino mas bien que estaba sensible en ese momento nada mas, así que hice de cuenta que no lo oí, no sé si estuve bien o no pero supe que mas hacer y nos dormimos

A la mañana siguiente me desperté porque Isaac me estaba sacudiendo, ya estaba vestido e higienizado y la cama de al lado estaba acomodada.

  • El abuelo dice que te levantes, ya está enojado porque te hablo muchas veces – me dijo asustado, yo no había escuchado que nadie me hablara – ¡vamos! – me dijo tirando de mi brazo y me levantó

Al final me levante y me vestí porque en esa casa no puedo solo levantarme en bóxer, pero cuando llegue a la cocina el abuelo me mando de nuevo al baño a lavarme la cara, los dientes y a peinarme y luego acomodar la cama mientras Isaac barría la mitad del cuarto, la otra mitad ya estaba barrida así que supuse que sus hijos ya habían hecho lo mismo. En fin, todo un ritual innecesario, podríamos acomodar después y no pensaba salir así que peinarme tampoco era urgente, pero al menos pude desayunar casi tranquilo, aunque en la misma mesa que los mellizos que se comportaban como sin nada con el abuelo, como si él nunca los hubiera castigado. Par de idiotas.

  • Me dijo tu abuelo que se pelearon – fue lo primero que dijo papá, ni hola, ni como estas, nada – por favor traten de mantener las cosas en paz – no sé cómo creía que eso era un buen comienzo si quería que yo lo escuche

Apenas termine de desayunar mi papá me llamo por teléfono, no a mi celular sino al de mi abuelo lo que se me hizo raro, lo más seguro es que el abuelo lo haya llamado para acusarnos y por eso él le pidió que le pase con mi hermano y después conmigo para reclamarnos.

  • Papá no empieces, son ellos los que no pueden estar en paz – le respondí y me fui al fondo porque no quería que nadie escuche
  • Pero son familia hijo, traten de llevarse bien – dijo como suplica, como si yo fuera el problemático – tu hermano dijo que iba a tratar de llevarse bien
  • Eso es porque tiene miedo que te enojes con él por llevarse mal con esos dos, pues tampoco ¡los soporta! – le dije para que sepa que si Isaac los aceptaba era por obligación
  • No hables por tu hermano, él ya arreglo las cosas con tu abuela y con los chicos y espero que hagas ¡lo mismo! – no podía obligarme!... era frustrante hablar con él
  • ¡No te entiendo! – le dije, me había hecho enojar desde sus primeras palabras – no sé porque te empeñas – miré para todos lados para asegurarme de que estaba solo – no te quería decir antes porque estaba Isaac y no quiero que piense que creo lo mismo de él porque no es así, Isaac es mi hermano... pero ellos son unos ¡agregados! – no estaba seguro de decírselo pero yo no me lo podía guardar mas y espere la respuesta
  • Escúchame bien porque no te lo voy a volver a repetir – dijo con una calma que me dio algo de miedo – NO LES VUELVAS A DECIR DE ESA FORMA! y agradece que no estoy ahí porque te hacia entender esto de otra manera – y si era para tener miedo, pero también me hizo enojar porque solo me daba la razón a lo que yo creía
  • Ya estoy harto que los defiendas ¡tanto! ¡Apenas los conoces! No sé de donde te salió tanto cariño – no eran sus hermanos ni se había criado con ellos
  • A mí no me hables ¡así! – dijo enojado y estuve tentado a colgarle la llamada – Te voy a hacer una pregunta – dijo y creo que fue curiosidad lo que hizo que no le corte – ¿Acaso no te acuerdas como fue cuando tus abuelos los adoptaron? – me dijo y no entendí a que iba la pregunta
  • ¿No sé qué tiene que ver!
  • ¡Te acuerdas o ¿no?! – me interrumpió
  • Ufff algo me acuerdo pero igual no se qué tiene que ver!
  • Escúchame bien y no quiero que lo que te voy a decir salga nunca de tu boca ¿entendiste? – anunció como si me fuera a decir un secreto y me resigne a que tendría que escucharlo así que me senté en una piedra grande que había al lado del árbol de mango del patio
  • Pero... – quise interrumpir, la verdad no tenía nada que decir solo tenia la esperanza de que me deje en paz con el tema
  • ¿Entendiste? – me repitió más insistente y no me quedo otra que responder
  • Yaaa papá, ¡si entendí! – que fastidió
  • Cuando ellos eran pequeños – empezó a relatar papá, que aburrido pensé ese momento –  cuatro o cinco años su padre los abandono, fue entonces que su madre fue a buscar trabajo en casa de los abuelos – bueno yo no recuerdo eso bien porque yo era chico – su padre los había dejado en la calle, volvió a su país con los ahorros que tenían dejando a esa mujer sin un peso y sin trabajo porque hasta entonces era ama de casa y sin casa porque alquilaban y el no había pagado desde un mes antes de marcharse – eso yo no lo sabía, ese tipo era una mierda – el día que llegaron, los niños tenían tres días de comer pan y dormir en la calle con la madre – eso me dio cosa, pensar en niños pequeños pasando por algo así, me dio un retorcijón en el estomago de solo imaginarlo – y fue por eso y porque la abuela necesitaba ayuda en la casa que la contratamos – luego hizo una pausa demasiado larga, una pausa que hacía que mi cabeza siga imaginando a los mellizos durmiendo en la calle – cuando los chicos tenían once años su madre murió, supongo que de eso si te acuerdas – siguió y para ese momento ya no estaba enojado
  • Si papá... si me acuerdo – respondí algo cohibido
  • En ese momento buscamos familia de ellos, los de defensa del menor encontraron a su padre y mientras tanto los abuelos estuvieron a cargo gracias a que doña Francisca les firmo un poder antes de morir – siguió sin pausa – supuestamente hasta que venga su padre por ellos
  • Ha – musite sin saber que mas decir
  • Después de perder a su madre los chicos estaban muy mal – el tono de voz de mi papá era extraño, casi estaba triste – casi no comían – agregó – pero cuando les dijeron que su padre volvería para buscarlos se pusieron felices, casi no se acordaban del hombre y tampoco sabían lo que les había hecho – me explicó, yo tampoco lo conocía pero ya odiaba al tipo – Una mañana mientras estabas en la escuela, fui a ayudar a los abuelos con los tramites y me quede con los mellizos – me explico y yo me acomode para oírlo con calma, al parecer esto iba para largo – ellos estaban muy ilusionados con ver a su padre, se habían inventado un trabajo y prácticamente una vida para justificar la ausencia de aquel hombre que en realidad no conocían y lo peor se había ilusionado con un futuro con él – si mi papá estaba buscando que me den pena lo había logrado, en algún punto me identifique con ellos por mi mamá, claro que ella no es tan mala como ese tipo – desgraciadamente o por suerte... no lo sé, este hombre no tenia las mismas ilusiones y cuando vino ni siquiera quiso ver a los chicos, sino vino directamente a hablar con los asistentes sociales para que los den en adopción – seguro ese tipo era un hijo de puta
  • Que hijo de puta – dije en voz alta sin darme cuanta y mi papá no me dijo nada por hablar así, supongo que él pensaba lo mismo
  • Mggg – dijo evitando reclamar por mis palabras – en fin cuando tus abuelos me contaron ya habían hablado con el padre de los mellizos para formalizar una adopción directa y me pidieron que cuide a los chicos otra vez – si pensó que iba decir algo pues le salió el tiro por la culata, no tenía intención de decir nada – ...hijo, si hubieras estado ahí entenderías porque quiero que se lleven bien, esos niños acababan de perder a su madre y ni un mes después su padre volvía a abandonarlos… estaban muy mal, más delgados, sin dormir y habían llorado mas de los que su cuerpo soportaba – ya eran la versión masculina de la Madre Teresa de Calcuta, todo sufrimiento pensé – fue entonces que yo les dije que iban a tener una familia, que yo iba a ser su hermano mayor y los iba a cuidar – eran palabras lindas pero después de que me habían dado pena esos dos y su historia, las palabras tan sentimentales de mi padre me sentaron algo mal – Marco sé que mi promesa no te compromete a ti a nada, pero te aseguro que solo quieren encajar – si seguro, como no es a él a quien hacen las trastadas – no te voy a negar que muchas veces son terribles, no soy tonto, pero eso es recién ahora, antes no se animaban a hacer renegar a los abuelos por miedo a que los devuelvan
  • Siempre fueron odiosos conmigo papá, no solo ahora – no tenía ganas de discutir pero tenía que dejar en claro que por mas pasado doloroso que tengan esos dos, no eran ningunos santos
  • ¡Ay hijo! Ellos te tienen celos así como tú a ellos – me hablo como si fuera un tonto, creo que se estaba riendo de mi
  • No son celos – le dije enojado, casi me convenció con su discurso de antes pero lo había arruinado todo
  • Bueno... no son celos, debo estar equivocado y era otro el niño que me reclamaba cuando yo hacia algo por los mellizos – dijo burlándose todavía
  • Pero no te reclamaba por celos! – ¿de verdad, se estaba burlando?
  • Entonces ¿por qué era? – me preguntó
  • Por... porque no son nada tuyo… ¡no es justo! yo soy tu hijo y siempre estás haciendo cosas para ¡ellos! – le reclame, eso era lo que me molestaba!
  • Yo no puedo hacer que me entiendas hijo pero yo no puedo hacerlos a un lado – que fácil para él, como no está en mis zapatos, como no es a él a quien fastidian, como no es él el que tiene que llevarse un castigo si algo sale mal con ese par – aunque no quieras creerlo si los quiero – eso me dolía mucho, me estaba restregando a la cara lo que sentía por ellos, creo que era mejor no enterarme de eso y seguir pensando que solo era una pantalla
  • No quiero oír mas – le dije y estuve a punto de cortar
  • Pero es un cariño muy diferente al que tengo por ti, porque tú eres mi hijo…. Isaac y tú son mis hijos y ellos mis hermanos, aunque lo niegues – me dijo y yo di un gruñido no muy convencido
  • Como quieras – dije
  • No hijo, no es como quiera, entiéndelo, ustedes son Mis hijos y ellos son mis hermanos… y eso no tiene punto de comparación…


No fueron las palabras más cursis que me dedico mi papá pero estaban cerca de serlo, aunque tal vez funcionaron porque decidí llevarme bien con ese par, al menos mientras este en casa de los abuelos. Tenía que admitir que lo que dijo mi papá antes de despedirse era verdad, no me gustaría que alguien tratara de agregado a mi hermano.

8 comentarios:

  1. Wow! Bueno a mi ya me convenció y perdone a los mellizos jaja

    ResponderEliminar
  2. Pues perdonar a los melli no hay lío, lo que no me cuece es que el papá solo presiona a Marco, vamos, que si alguien te lo repite mas de tres veces algo, hay que parar las orejas, parece que se pone solo de lado de los hermanos y deja de ser padre y eso no es bueno, si sabe que su hijo tiene celos ¿porque no pararse a meditar y hacer algo que quite esos celos?.
    Y así como recomienda y pide y ruega y amenaza a Marco e Isaac para que tengan consideración de los mellizos, ¿porque no sentarse con sus padres y sus hermanos y hablar sobre lo que le molesta a sus propios vástagos y encontrar un punto común de solución?, así evita malos ratos y resentimientos futuros.
    Es que alguien tiene que dar la cara por ellos jejej

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como me decia mi madre cuando daaba la cara por mis hermmanos."ya salto, la defensora de pobres, desamparados y ausentes" jajaja.
      Paciencia que todo a su tiempo.

      Eliminar
  3. Chany, es que el tiempo transcurre y todo puede pasarle a ese par de culitos inocentes mientras el ciego de su padre sigue con el trauma que seguro ya superaron los mellizos.
    Tiene que hacer algo para que su hijo no se sienta inseguro de su amor.

    ResponderEliminar
  4. AAAAAAAAAAAA que penita por los mellizos, realmente dura infancia, pero ahora estan bien con unos padres y hermano que los quiere.
    Aún así aplaudo al abuelo, fue justo lo que no puedo decir de la abuela consentidora, tanto amor sin limites es enfermizo.
    Chany, esperare el nuevo capitulo con paciencia.

    Lara

    ResponderEliminar
  5. Eeehh ya no me siento tan bien por pedir venganza...
    La señora me sigue cayendo mal pero el abuelito es muy estricto!!
    Que buen capi Chany!!

    ResponderEliminar
  6. Hola Chany, disculpa mi ausencia please, la universidad me tiene bastante ahogado. Me encantó el capítulo, aunque si me dieron lástima los mellizos. La paliza fue muy fuerte, pero sobre todo su pasado. Eso que mencionas de que al principio no se atrevían ni siquiera a hacer una travesura por miedo a que los abandonaran...

    ResponderEliminar
  7. La abuela de los chicos me sigue cayendo gorda, una persona muy injusta y ciega. Pero el Abuelo hizo su papel y se gano un ligar en mi admiración, aun por muy malo que lo pasaran eso chicos no les da derecho a abusar de su poder... porque claro que tienen poder porque se proclaman hijos de y hermano de...

    ResponderEliminar