Mis Gemelos: Cap. 258; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 10 de Enero del 2017

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Capítulo 258

Regalo de Año nuevo

Aburrido protocolo

Autora: Marambra

• Ven a la cama amor – dijo Clara mirando a Rubén que seguía parado en el pasillo con la luz prendida, apenas minutos antes la casa quedo en silencio pero parecía que algo lo estaba molestando
• Espera – dijo agudizando el oído
• Anda ya, estas queriendo ir a verlos – murmuro Clara adivinando sus pensamientos – y seguro ellos están esperando que vayas – agrego

Y a Rubén le falto pies para ir donde quería y ella lo vio avanzar con paso algo titubeando secuela de su AVC que cada vez era menos perceptible, y se quedo mirando a donde iba… ella lo sabía, siempre lo supo, no era algo que hiciera recientemente, Rubén desde que los chicos llenaran la casa con sus travesuras, sus malos modos, su mal humor, su risa, su llanto, sus gritos, su música, su todo, él cada noche sobre todo después de un castigo entraba a la habitación de sus hijos a ver como estaban, si estaban durmiendo se limitaba a besar sus frentes y acomodarles la ropa o la almohada y murmurar un te quiero antes de salir, pero si estaban despiertos charlaba un rato con ellos… obviamente la charla variaría según el propósito, a veces era solo curiosidad por los planes del día siguiente, otras era la reflexión, otras el consuelo y muchas era solo el querer oír un momento más la voz de sus muchachos hablando como loros de lo que sea.

Y hoy no era la excepción Rubén entro primero a la alcoba de Lex pero salió enseguida, al parecer el muchachito cayo rendido del sueño así que dirigió sus pasos donde estaba Iván y se quedo buen rato en él, seguro el mocoso estaba despierto a semejante hora, pero bueno Iván era noctambulo y solía salir como gato por el balcón a media noche sin que nadie lo sepa y se quedaba en la hamaca mirando la nada o se metía al agua, a veces Lex oía el chapoteo de la piscina y bajaba las gradas con un cuidado de ninja para no ser descubierto, cosa que papá siempre sabía porque tenía un oído especialmente fino y cuando los veía en la piscina se quedaba en el balcón mirándolos sin que ellos se den cuenta, esperando con el cinto en la mano que Iván suba a su alcoba usando el balcón obviamente trepando por el árbol, menos mal el chico nunca hizo el intento… por lo menos no mientras él vio sus salidas.

Clara, cansada de esperar se metió a la ducha a esa hora, pero no tenia sueño era solo el querer posar su cuerpo en la cama y estar recostada e hizo eso pensando en la fiesta que hubo en casa… más que fiesta fue una de las cenas mas lindas y amadas que hiciera nunca, había cuidado todos los detalles de su hogar para el gran momento que ya paso, la casa había sido decorada en un exquisito color azul y plateado como si hiciera juego con las canas de su marido y el océano de su mirada, no había un solo rincón que no tuviera un detalle navideño en esos tonos y había rogado que el tiempo sea amable con ella para poder cenar fuera, aunque Rubén había dejado claro desde un inicio que la cena era en el patio, bajo la jatata que hiciera trenzar exclusivamente para reuniones familiares grandes y se había dedicado a llenar de lucecitas navideñas todo el lugar y poner estrellas de belén en todas la macetas; Clara estaba realmente sorprendida por ese detalle de Rubén quien compro también un enorme árbol nuevo a juego con el mantel y los adornos para el patio y había hecho hacer una especie de urna de cristal para que el viento no arranque los adornos colgados, Adelita aquel día había puesto un mantel azul de fondo con otro tejido mano en hilo blanco encima y coloco desde temprano la cubertería y cristalería, todo estaba al mínimo de detalles, habían empezado a cocinar casi tres días antes.

Habían matado para la ocasión patos, pollos y cerdo para la picana, hornearon roscas navideñas rellenas de crema y fruta de la temporada, mientras Rubén enfrió desde temprano la sidra, el champan, el vino y cuanta bebida pueda gustar a los invitados, Adela había hecho cocer refresco de pelón en ollas gigantes que metieron a los congeladores para tener la bebida lista para los chicos, iban a venir un montón de muchachos que no podían tomar más que un trago de sidra en el brindis y por eso ella quiso hacer refresco de pelón que era lo más suave y rico para combinar con la cena, desde temprano el olor a la picana inundo la hacienda perfumando el ambiente con el suculento aroma que contrastaba con la tierra mojada del breve aguacero de la tarde que refresco a vivos y a muertos; todo tenía preparado listo para cocer porque la invitación no era solo para la noche la invitación era abierta desde las 3 de la tarde.

Los primeros en llegar habían sido los rumanitos, Yhanku vino de la mano con su prometida y se encerró con ella y su padre y sus padrinos en la oficina del potrero para hablar de su compromiso algo que arranco al tata Arturo más de un par de lágrimas de la emoción y de la pena de perder a su hijo… a su tesoro…

• ¡Oh! tata – Yhanku había murmurado sin dudar en apretar a su abuelo en un abrazo de oso, ahora era él el oso de peluche que regalaba un beso y un abrazo de consuelo cuando la pena hacia un nudo en la garganta y no te dejaba hablar; cuantas veces estuvo en esa condición siendo niño pensó con nostalgia, soportando las burlas de la gente a causa del abandono de su padre y las habladurías en contra de su madre y cuantas su abuelo sin decir una sola palabra con solo ese gesto había calmado la tempestad de sus emociones y evitado el odio y el rencor – si no me estoy yendo a la guerra mi tata… solo me voy a casar – dijo en igual condición, con voz velada sin poder disimular una lágrima correr por sus mejillas, por más que quiera hacerse el fuerte y estar a la altura no podía, su compromiso, el hacer saber a su abuelo que sería padre hacia mas real la separación física que vivirá con los miembros de su hogar y eso dolía un poco, nunca había estado lejos de su abuelo por mas de dos semanas y siempre que se ausentaba era para quedarse en casa de don Rubén o ver a su abuela en Chochi, pero de ahí a una vida separada era para hacerle temblar las rodillas porque ahora sí, el cabeza de hogar seria él, las decisiones importantes las tendría que tomar él, pero de todo eso lo que más miedo le daba era que una vida dependería totalmente de sus actos y la idea de errar le parecía catastrofica
• No es de pena – agrego el tata limpiando los de pronto cansados ojos con un viejo pañuelo de hilo tan delgado que transparentaba todo, un artículo de lujo en el cofre de sus recuerdos, era el primer regalo que le comprara su esposa cuando se casaron y le bordo su nombre con hilo azul, el tata lo llevaba donde fuera como una promesa en el corazón – es de emoción mi´jo, de emoción… ¡ ¡AY! Tata Dios… vas a ser padre y aun te veo como un niño… como mi hirpita de siempre, puro hueso y eucalipto, con piernas de potro recién estrenado – decía mientras sus ojos dejaban de ver el rostro de su Yhanku cogida entre las manos y no tanto por el llanto que acudía a raudales, sino porque caprichos de la mente y del corazón su retina repetía el rostro desaliñado de pelo revuelto al viento, con ondas quemadas por el hambre más que por el sol, con aquellas costillitas de niño chico transparentándose bajo su piel de nácar y los piecitos sucios de tierra y bosta seca, con los dedos infestados de nihuas que dolían tanto y no dejaban jugar, los mocos chorreando y la ropa raída, así había pillado a su nieto llegadito de Puerto Suarez donde dejo a su madre y la tumba de su esposa cuando las gentes del lugar empezaron con el chisme de que Narda había hecho volar al rumano por calentona queriendo regresar con Rubén – siempre serás mi hirpita, mi orgullo, tu sos mi mano derecha pero te entiendo mi´jo, te entiendo, ¿cómo no voy a entenderte si hasta la madera necesita clavo?, lo único que me da pena, es ¿quién me lo va a ver a mi Jacinto cuando yo no este? – pregunto con el miedo real en la voz, de pronto Arturo se sintió viejo y torpe a punto de ser bisabuelo y eso era aumentar tremendos años en su haber y lo que nunca antes lo acoquino de pronto le hizo fruncir el estómago de temor y no cualquiera, el temor de la muerte rondando su cabecera, el que de un momento a otro ya no esté para el menor de sus nietos, total los dos mayores trabajaban, Yhanku se graduaría en tres meses mas y Lorenzo a lo mucho en un año y medio, pero Jacinto recién iba a comenzar y no quería perderlo, porque morir es perder a quien amas… muchos piensan que al morir alguien solo el que queda vivo perdió algo, pero no es así el que fallece también pierde muchas cosas en el proceso, porque te vas sin llevar nada al vacio de la incertidumbre, a la idea del mas allá, a un vacio que nadie quiere mirar ni pensar, del que nadie sabe nada porque nadie regreso de aquel lugar para dar respuestas a todo lo que se supone, un Dios, un cielo, un infierno, un limbo, otra galaxia, otra tierra, el paraíso perdido o nunca hallado
• ¡Pero tata! – exclamo Yhanku cogiendo la cara de su abuelo en sus manos dibujando una enorme sonrisa por aquella declaración – ¡qué decís!... ¿cómo que quien?, yo me voy a hacer cargo de él y usté va a descansar de los trotes que le da ese tarechi, además mi tatita, el Jacinto ya está en la Universidá, toca a él seguir su camino, usté hizo mucho por nosotros cuando ni debía – agrego pensando en su padre sin poder como siempre comparar el abandono con la presencia de Rubén en su vida, en la juventud que compartía con su padre biológico, en el orden natural de las cosas de haber estado con ellos… no sería a su abuelo a quien tenga que confesar que embarazo a su chica y que se quiere casar, no sería a su abuelo a quien tenga que dar explicaciones como lo vino haciendo desde que era un niño, a quien tenía que mostrar las notas o el trasero desnudo, a quejarse de dolor o de hambre o a quien pedir tímidamente un regalo o un helado para aliviar el calor
• Debía ¡si!, como no ¿si sos mi sangre? – afirmo Arturo con renovado vigor, el poner en duda sus intenciones lo hizo reaccionar favorablemente alejando la tristeza que de pronto se adueño de él, tristeza y miedo además
• Por eso mismo tata, yo también voy a velar por él porque todos somos de la misma sangre – sonrió
• Que pavada está diciendo papá Arturo – dijo Rubén con ese amor y respeto de siempre – ¿que acaso ya está haciendo planes con la calavera? – pregunto abriendo un champan fino – si usté tiene años pa gastar y disfrutar aun… con un montón de experiencia además
• Experiencia? – pregunto Arturo – experiencia en que – quería saber
• ¡¿Cómo que en qué?¡ ….si por ahí las buenas gentes de malas lenguas me han dicho que usté es antiguo tirador de convento – no pudo evitar decir aquello, arrancando una carcajada sonora y sincera del flamante novio y el sonrojo de la novia que hasta ahora se  había limitado a callar y ver como se desarrollaba aquella charla cargada de emoción y miedo, de confianza y amor
• Rubén por Dios como se te ocurre decir eso – recrimino Clara pegando como siempre un puñetito en el brazo de su marido, feliz por todo, sin poder evitar reir de la reacción que tuvo Arturo ante esa declaración y la carcajada de su ahijado – mejor brindemos y serví de una vez que ese champan ya está por calentarse de nuevo
• Si, mejor…¡salud! – murmuro Rubén

Lo mejor para su ahijado pensó al abrir aquella botella, su ahijado a quien se sentía vinculado por un amor que iba mas allá de la amistad creada con su abuelo, sino del anhelo de querer haber tenido un hijo como él, no es que estuviera descontento del suyo, su Logan era suyo en muchos aspectos y ajeno al mismo tiempo, es que esa barrera que se formo con el tiempo hacia difícil algunas cosas, las hacía y los hizo y eso tenían que superarlo de a poco; con Yhanku en cambio su vinculo iba más allá del lazo biológico porque entre ellos se tejió lo emocional y sentimental en un momento de necesidad mutua y silenciosa… Rubén que busco inconscientemente un hijo que este a su lado y comparta su mundo y sus pequeñeces y un muchacho que busco un padre tan recto y tan leal como lo era Rubén, el destino había creado entre ellos el lazo paterno filial emotivo, muy distinto al que creo Yhanku con su abuelo… donde Arturo era el padre físico y real que ajustaba las tuercas cuando debía sin que eso signifique no amar y ser cariñoso, pero Rubén era el padre ilusión que consolaba y mimaba en secreto, el que malcriaba a escondidas regalándole lo que quería y nunca podría obtener de su abuelo debido a sus restricciones, algo que no habría extrañado de estar Narda presente como madre al 100 %.

• Noooo, ¿pero qué carajos decís Rubén? – contesto riendo de pronto Arturo al darse cuenta del chiste que Rubén se gasto a sus costillas pero más que eso, de lo sentimental que se puso, en otros tiempos se hubiera marchado a lamer sus heridas o disfrutar su alegría sin decir nada a nadie, pero Rubén era el hijo que no tuvo y quiso siempre y era su familia en muchos aspectos por no decir todos – yo voy a vivir hasta mascar agua – agrego cogiendo la fina copa que Rubén le entregara sintiendo en su nariz la exquisitez de la bebida que iba a probar – tengo que ver a mis chichilos con el título en la mano y con el primer sueldo en el bolsillo y entonces si podre coquetearle a la muerte que la Lila no me hace caso – rio dando a entender que estuvo y quizás aun estaba interesado en la mamá grande de Warnes
• Pero seguringo no le ofreció su riquito como a las chicas del convento tata – se atrevió a decir Yhanku, de pronto relajado ante la idea de que en unos meses más seria tratado como adulto y que podría hacer ese tipo de bromas delante de todos sin temor a nada
• Cuidadingo Yhanku, que usté aun no tiene aro en la mano pa estar hablando de esas cosas y menos a su tata y mientras el tata cura no bendiga eso, usté todavía esta bajo mi ala y mi ley … que yo sabre que hacer en los conventos – dijo serio Arturo confundiendo a todos por el cambio de humor y luego como si disfrutara de ver la cara pálida de susto de su nieto pego una carcajada de esas que contagian hasta a un muerto – ya, cerrá el pico mocoso alzao… que aunringa se te entran las moscas y te cagan dentro – dijo cogiendo la cara de su nieto entre sus manos calcando un beso limpio de enojos en la frente, dando un respiro a todos… ¡cuando amaba a ese chico!

Tras aquello Clara y los demás se relajaron, le avisarían a Narda en cuanto llegue para la cena, ella no quiso venir desde temprano porque había decidido hacer algo para llevar a manera de agradecimiento por todos los años que ayudo Rubén y Clara a su familia, no era que presintiera algo, era simplemente que Narda encontró la paz en su corazón, y no fue solo ella la que trajo algo a casa de los Hansen, Mikel y Miranda compraron un hermoso porta retrato de plata en forma de corazón para la pareja, además llevo el postre, había hecho flan de tres leches y helado de canela casero que llevo turrilito y todo, Mikel no dijo nada, era el capricho de su  mujer mientras Ethan compro también un regalo para los gemelos, un juego de futbol para Wii, consejo de Nathan que estaba al tanto de los gustos de sus hermanos y hacia de espía para que Papá cumpla lo que Noel no podía, jejej.

Finalmente todos estaban en casa para las 4 de la tarde, Rubén tenia la sonrisa de oreja a oreja y presento a su familia toda al estimado Dr. Ethan Van Lauder y su padre el distinguido Mikel Van Lauder y  ellos a su vez a toda su prole.

• ¡OH mi estimado! – dijo Rubén apretando como siempre la mano casi hasta romper los huesos de su contrincante, pero a diferencia de muchos que hacían una mueca de dolor, Ethan apretó con igual presión la diestra de Rubén – cuanto me alegra doctorcito que acepte mi humilde invitación – dijo inclinando la cabeza – pase, pase… está en su casa – dijo abriendo del todo las puertas de la entrada principal revelando la magnífica vista de la hacienda desde el patio delantero, el enorme salón que daba al patio de atrás y que conducía a un enrome salón con piso de ladrillo paiba y rodeado de una fantástica celosía arabesca de hierro forjado que seguramente con la luz del sol dibujaba caprichos en el suelo – quiero presentarle a alguien muy importante para mi – dijo conduciendo a Ethan hasta donde estaba Arturo – mi padre Arturo Lopez – dijo y Tano frunció el ceño, haciendo memoria con el apellido de aquel hombre – mi padre de corazón – aclaro Rubén ante el desconcierto en la cara de Tano – el me ha “adoptado” cuando llegue de Alemania como una guacha, por allá…. por los ochenta creo, cuando Santa Cruz era un pueblo grande todavía – recordó
• Ethan por favor don Rubén, que usted es contemporáneo de mi padre y me hace sentir mal que me llame doctor o me ustee – contesto Tano relajado con aquel hombre que fue un verdadero quebradero de cabeza mientras estuvo internado – un placer conocerlo señor Arturo – devolvió el saludo y agrego la cortesía ya no mas – yo aquí les quiero  presentar formalmente a mi padre el Dr. Mikel Van Luader, el si es Dr. – bromeo poniendo su enorme mano en el hombro de papá – papá el señor Rubén Hansen, creo tuviste la oportunidad de conocerlo antes y el señor Arturo López, padre de don Rubén – aquel fue todo un detalle de su parte y se gano la simpatía inmediata del tata Arturo, que si algo lo enfadaba era la pretensión de la gente, pero por lo visto Rubén sabía muy bien escoger sus amistades
• ¡Rubén! – exclamo Mikel, feliz de ver a Rubén, ellos habían hecho buenos migas en el hospital y en la consulta privada a la que acudió Rubén para buscar su cuidado – por fin pude aceptar tu invitación y disfrutar de tu compañía, un placer conocerlo señor Arturo – dijo apretando la mano con igual fortaleza y sonriendo con sinceridad – les presento a mi esposa Miranda
• Hola un placer…

Y así entre beso y  beso la gente se fue conociendo, Rubén presento a Clara y los gemelos, el tata Arturo a sus tres muchachos además de la novia cuyos padres se unirían horas más tarde porque Yhanku y ella habían pedido a Rubén el favor de ser anfitriones neutrales para explicar la razón de su boda precipitada para un par de meses más adelante, cosa que todos estuvieron de acuerdo, y tras aquella introducción de familias y coincidencias todos empezaron a mezclarse y buscar su lugar, obviamente la tarea era al parecer más fácil para los adultos que para los chicos pues ellos tenían en común a Rubén no solo como anfitrión sino como amigo, además que poseía el don de las gentes como se suele decir y hacia fluir rápidamente la charla entre todos los invitados.

Cosa que no era muy fácil para los menores, los hijos de Ethan se habían quedado pegados a la cintura de papá y no por gusto precisamente que de haber estado en un hotel ellos habrían ido por ahí a buscar su vida, pero en una casa ajena como que la timidez los hizo preso, la timidez y la amenaza de Tano… es más parecía que todos los muchachos tenían la misma advertencia: Portarse bien; menos mal Rubén se dio cuenta que los niños no deben estar metidos entre los adultos y menos oyendo charlas de viejos, así que llamo a sus gemelos para hacerse cargo del asunto… y vaya que lo hicieron.