Seres Mágicos: Cap. 19; Autora Mary C.

Seres Mágicos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 17 de Abril del 2017

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Capitulo 19

El mejor consejo viene de un Alma

Octava parte

Autora: Mary C.

Nicolás:

Pasaron las horas de ver entrado al primer sitio, pero  pude   ver  a alguien, ya lo había visto pero no supe quién era. Terminando la sesión con uno de los guías fui con otro que nos enseñaría a como facilitar la búsqueda de información,  fue cuando vi a ese muchacho pero no estaba solo.

• Nicolás: tú ¿qué haces aquí? – le dije pues se supone que era un lugar donde los Guías iban a aprender, él no tenía nada que hacer en ese lugar
• Sebastián:  ¿¿yo?? a mí me trajeron, me obligaron a venir,  era eso a aguantar un sermón de tres días – dijo el muchacho
• Julio: ¿cual sermón de tres días?,  un día de estos de verdad te voy a dar un sermón de tres días a ver qué haces
• Sebastián:  quedarme sordo. Te la pasas regañándome – lo acuso pero al ver como Julio fruncía el ceño cambio de opinión – bueno ya… no es cierto, pero si algunas veces
• Nicolás: Julio ¿por qué este está aquí? – le dije enojado
• Julio: porque este es mi protegido y mi aprendiz
• Nicolás: ¿aprendiz? ¿Por qué? si él no es un Guía
• Julio: porque lo es, hay cosas que como guía tendrás que entender y hacer sin estar renegando… y los celos no son buenos – me dijo calmado y con esa mirada que te dice que estás haciendo niñerías
• Nicolás: no estoy renegando solo quería saber… y no son celos – conteste bajando la mirada
• Julio: pues no hay una respuesta, mejor presten atención a lo que les dicen sus mentores, Saúl estará contigo en algunos minutos, así  que ustedes siéntese
• Sebastián: ¿ porque  tengo que estar aquí?
• Julio: tú sabes porque,  así que calla y atender órdenes
• Sebastián: bien lo hare – dijo con cara de fastidio

Nos quedamos sentados por un rato,  yo solo veía a ese chico admito tenia celos, pero me tranquilice y seguí prestando atención, Saúl estuvo cerca, apenas terminamos,  salimos un poco a despejar la mente, estuvimos parte del días de un lado a otros conociendo otros guías, algunas horas después escuchamos al muchacho renegar y discutir con Julio.

• Sebastián:  pero ¿por qué no puedo ir?
• Julio: porque no
• Sebastián: pero mi hermano está mal
• Julio: estará bien
• Sebastián: pues déjame ir a verlo – dijo exigiendo
• Julio: que no,  entiende de una vez
• Sebastián: será un rato
• Julio: no, no puedes ir, te dejare ir después, ya que estés calmado y tranquilo
• Sebastián:  grrr iré con o sin tu permiso – dijo molesto

Desapareció y Julio a los pocos segundos también, paso como una media hora  para que ellos regresaran, el muchacho se sobaba el trasero y tenía los ojos un poco llorosos,  no entendía muy bien todo y eso que acababa de entrar en un lugar donde nos explicaron muchas cosas sobre espíritus y otras cosas, pero según  yo y según como nos acababan de decir y explicar  un espíritu no era igual que nosotros,  no sabía que también se les pudiera reprender.

• Nicolás: Saúl ¿por qué ese chico está aquí? Julio le ha reprendido ¿porque? A donde quería ir?
• Saúl: lo más seguro a ver alguno de sus hermanos, no sé porque realmente. Y si le reprendió fue por tratar de ir sin que se lo permitan
• Nicolás: pero no dijeron que un espíritu hacia lo que quería, porque no va y ya
• Saúl: porque no, es complicado – me dijo con una  expresión que me dio a entender que ni el sabia
• Nicolás: no sabes verdad?
• Saúl: no se toda su historia,  él es un espíritu pero se podría decir que es algo parecido a un guía, no lo es por completo pero se le permite ver a su familia, por ellos tienes que estar presente en los seminarios (clases),  Julio es el que sabe todo él,  es su mentor y guía, puedes preguntarle a él.
• Nicolás: y si le preguntas tú? digo tampoco sabes –  dije bajito pues no quería ir y solo preguntar además estaba el chico con él

Después de una hora el chico se fue acompañado de una Guía de apariencia  joven  de nombre Yaide, fue cuando se dio la oportunidad de  preguntarle a Julio algunas cosas.

• Julio: su hermano tuvo un pequeño problema pero está bien, su vida no corre peligro alguno
• Saúl: ¿porque no le dejaste ir esta vez?
• Julio: él puede ver a su familia, puede estar con ellos pero no puede estar con ellos todo el tiempo, es un espirito no se pueden romper las reglas de la vida y la muerte así sin más,  hay límites y reglas y no las puede romper o ir como le plazca o estar todo el día con ellos a lo mucho puede verles dos o tres veces por mes y algunas horas y según la situación se le permite ir
• Saúl: si permanece más tiempo que puede pasar?
• Julio: tendríamos que recoger su alma.
• Saúl: y ¿por qué no lo han hecho?, ¿por qué se le dio la oportunidad de permanecer entre los dos mundos?
• Julio: su muerte tuvo muchas ataduras tanto de él como de su padre. Hubo algunas situaciones en las que su familia necesitaba a alguien que los guaira y se le dio la oportunidad a Sebastián, hay reglas que se rompieron  porque se supone que como guías no tenemos que serlo de alguien cercano a nosotros, esto es por la atadura de los recuerdos, claro hay ocasiones en que podemos romperlas
• Saúl: como lo de tu nieto??
• Julio: si, como el caso de mi nieto, y eso es porque de alguna forma él no tenía un apego a mí, aunque la oportunidad se dio y puede ver a dos de mis hijos y ellos me pudieron ver, cosa que no se permite – dijo entre comillas usando sus dedos como referencia – con los años van a ir aprendiendo que pueden y que no pueden hacer, que reglas deben  seguir al pie de la letra y cuales son menos importantes. En el caso de Sebastián es una forma de darle una oportunidad a él y a su padre
• Nicolás: entiendo… y ¿qué paso con él?
• Julio: … se le dio la oportunidad de ser el guía de su familia. Sebastián  intercedió en algunas ocasiones, es un Guía sin serlo, pero igual es un protegido
•  Nicolás: Alfredo dijo que pronto se tendría que ir, porque?
• Julio: se podría decir que ya casi termino su misión
• Nicolás: y porque no se va ya? – no es que lo corriera
• Julio: porque aun no es el momento, será pronto, pero hoy no
• Nicolás: cuántos años tienes conociéndole?
• Julio: casi nueve años

Nueve años era ya mucho tiempo, Julio no siempre estaba con él pero si lo frecuentaba,  era Yaide la que estaba más pendiente del chico, creo que le daban menos trabajos a ella pues tenía un protegido de muchos años del que tenía que hacerse cargo de que no rompiera las reglas, entendí un poco la historia de ese chico, al otro día estuvo con nosotros casi todo el día pues estaba al cuidado de Julio ya que Yaide tenía trabajo.

• Nicolás: Julio ¿él te tiene que ayudar? – le dije pues Julio seguía con protegidos
• Julio: no, el solo  tiene que atender órdenes
• Sebastián:  aagg también te he ayudado
• Julio: si y casi haces que uno de mis protegidos le dé un infarto – dijo enojado
• Sebastián:  no aguantan nada jejeje… ni me reproches que tú también te reíste
• Julio: arrr – dijo rojo no sabía si de vergüenza o por enojo
• Nicolás: ¿qué hiciste? – eso era increíble saber que Julio riera de alguna broma era de admirar
• Sebastián: una bromita de nada y eso fue hace 5 años ya perdóname no
• Saúl: no podemos estar haciendo bromas  – dijo serio y eso era cierto pues teníamos un trabajo y no era el divertirnos de los demás
• Sebastián:  yo no soy un Guía,  soy un espíritu, no lo puedo evitar sabes,  morí joven aún tengo ese impulso juguetón – Dijo con una gran sonrisa
• Nicolás: y que paso? que hiciste?
• Julio: no se den ideas, y si le vas a contar también le puedes decir como termino tu trasero  – dijo con toda la calma del mundo pero con una mirada de advertencia
• Sebastián:  aa que mal genio tienes

Sebastián: 

Ya estaba algo enfadado no me había dejado ir a ver a mi hermano sabía que no estaba mal pero no me gustaba que me prohibiera ir a verlos.

Abel tenía ya casi los 21 años y en un juego de la escuela se había lastimado el brazo pues otro le golpeo con fuerza, golpe que fue intencional y eso me enojaba mucho,  lo llevaron al hospital por una posible fractura, nunca me dejan ir si estaba molesto o enojado decían que mi energía negativo podía dar problemas. La mayor parte del tiempo estaba con Yaide que era la que estaba casi al 100 por ciento conmigo. Yo no siempre podía viajar solo al mundo de los vivos y eran ellos los que me ayudaban  a que mi familia me viera,  también lo podía hacer por mi propia cuenta pero eso me dejaba muy agotado. Los primeros años solo mi padre y mis tres hermanos me pudieron ver,  con el tiempo también lo hizo Katy la esposa de papá una mujer muy buena que les había ayudado mucho,  a la cual papá tardara lo suyo para actuar y pedirle matrimonio tenía un temor a la palabra “matrimonio” como si fuera a perder a otro hijo.

Después lo pudo hacer Giovanna  la novia y ahora mujer de Marcos pues estaban formando ya su propia familia tenían una  bebe,  la pequeña Ania ella me podía ver sin necesidad de que estuviera físicamente… bueno espiritualmente Yaide me dijo que era porque los infantes son más receptivos algunas veces y era el caso de mi sobrina, con el tiempo también pude apareces frente a las novias de Abel y Alex, las cuales en su momento casi les da algo, no fue mi intención asustarlas.

Si no estaba con Yaide aprendiendo algo nuevo o ayudándole un poco, estaba viendo a mi familia o viendo a la pequeña de la familia todo estaba muy bien en casa  hasta que alguien acusara a mi padre de ser un ladrón y lo llevaran detenido.

Nicolás

Tenía algunos semanas de conoces a Sebastián, al principio no me caí muy bien… bueno todavía no me cae del todo bien, hacia unos días en la casa de Sebastián empezaron a surgir problemas fuertes y  Julio me había encargado que lo vigilara, él no tenía permitido ir al mundo de los vivos pero todos estaban muy ocupado para estar pendientes de él y yo sin nada que hacer en esa semana tenía que ser quien lo mantuviera vigilado.

• Nicolás: no creo que sea buena idea
• Sebastián:  no te dije que vinieras
• Nicolás: no debes meterte  en problemas
• Sebastián:  ya con Julio tengo suficiente, no necesito otra mamá detrás de mí, además no es de tu incumbencia niño –dijo molesto como si el fuera hombre en el buen sentido claro los dos morimos muy jovencitos
• Nicolás: ggrrrr no debes hacer esto… si se enteran te van a castigar
• Sebastián:  no voy a dejar que metan a la cárcel a mi papá,  él no tiene la culpa de nada, no hizo nada malo, son esas personas las culpables y no voy a dejar  que se salgan con la suya
• Nicolás: pero Julio dijo que no podías meterte en esto, que tu papá estaría bien
• Sebastián:  si bien, unos meses en prisión no le van a afectar   en nada
• Nicolás: sabes que,  haz lo que quieras.

Aun no tenía en mis mejores ideas a ese chico, él hacia lo que quería y tampoco me agradaba mucho, yo no podía ir y estar con mis hermanos cuando se lastimaban, cuando  mi hermanito menor se había fracturado su bracito por estar de travieso yo solo le vi de lejos y ellos no sabían que estaba ahí,  simplemente no podía aparecer había algo que me lo impedía, pero el si podía hacerlo y había veces en las que ni Yaide,  ni Julio se enteraban, no me metería en problemas por él, así que me fui.

Lo deje un par de horas Julio tenía trabajo así como Yaide y Saúl, se supone que yo estaba  en un receso y Saúl me encargo que lo mantuviera vigilado  así que  con más renegadoras termine yendo a donde Sebastián.

• Sebastián:  ¿que haces aquí?
• Nicolás: metiéndome  en problemas de a gratis
• Sebastián:  si fuera tu mamá no la ayudarías?
• Nicolás: no puedo hacerlo aunque quiera – le dije enojado
• Sebastián:  ¿pero si lo pudieras hacer?
• Nicolás: si, si lo haría – le dije viendo al piso, si lo pudiera hacer si lo haría
• Sebastián:  yo lo puedo hacer, y lo voy hacer,  no me importa lo que pase
• Nicolás: eres tonto – le dije sin insulto pero aclarando lo que pensaba
• Sebastián:  ¿me vas ayudar?
• Nicolás: si, si está bien,  aunque no puedo hacer mucho
• Sebastián:  con que no vayas corriendo con Julio me basta

El padre de Sebastián estaba detenido pues creían que había robado un  dinero en la empresa en la que trabajaba, ya estaba en una celda pero aun no era procesado como tal pues aún estaban juntando las pruebas,   la mayoría pruebas falsas que estaban en su contra. Sus hermanos ya estaban grandes el más chico tenía 18 años el otro de 20 y otro de 23 que ya era padre pues tenía una niñita de algunos meses de nacida, la situación estaba muy tensa en esa casa pues el sostén emocional era el padre si bien ya todos sus hijos eran grandes aún estaban muy aferrados a él.

Entramos  en la empresa en la que trabajaba el padre de Sebastián buscando pruebas que ayudaran en el caso y claro que encontramos y muchas,  un socio minoritario  del dueño había sacado mucho dinero más de lo que le correspondía pero para que nadie se entera había hecho las transacciones como perdidas usando las cuantas de Tobías y él estaba muy campante caminando como si nada pasara pues él tenía dinero invertido y según se veía  afectado,  estaba llevando muy bien su papel pues es el que había acusado de primera mano al señor Tobías del robo, vamos que se hablaban de millones y no creo que le cupiera ese dinero en los bolsillos, sí que era injusto lo que estaban haciendo y no le diera  remordimiento llevar a un hombre a prisión por obtener dinero para su beneficio.

No nos pudimos quedar mucho tiempo pues regresamos antes de que se dieran cuenta, pero apenas tuvimos otro rato libre regresamos estábamos en el despacho del hombre que había sacado el dinero, hablaba por teléfono con alguien  diciendo que no le importaba que tenían que recuperar el dinero y sino pues que lo dejaron los años que fuera necesario en prisión.

• Sebastián:  este infeliz, me las vas a pagar – dijo enojado
• Nicolás: ¿qué piensas hacer?
• Sebastián:  solo mira

No podía evitar sonreír  vaya que los fantasmas cuando querían podían hacer muchas cosas, pues hizo que la silla de ruedas en la que estaba rodara con el encima y se estampara  de frente con la pared dejando bastante roja su frente pero hizo una cara tan chistosa que me moría de risa.

• Nicolás: jajajajaja
• Sebastián:  ves te dije que podía hacer muchas cosas
• Nicolás: genial ¿quieres que te ayude?
• Sebastián:  no, a un no, si usas tus dones los demás se van a enterar
• Nicolás: mmm pero Julio también se puede enterar de lo que estás haciendo
• Sebastián:  no, porque no soy su protegido como tal, soy un espíritu, los espíritus somos libres de cierto modo,  es por eso que la mayor parte del tiempo no me dejan solo, solo si estuviera en peligro acudirían, pero no lo estoy
• Nicolás: entiendo, y que piensas hacer ahora?

Pues el señor estaba agarrándose la cabeza confundido viendo a todo lados.

• Sebastián:  crees  que con un susto se pueda morir?
• Nicolás: no sé, ¿quieres  que muera? – le dije preocupado
• Sebastián:  mmm… no, no se… supongo que no – dijo pensándoselo mucho y no muy convencido
• Nicolás: pues entonces solo dale un buen susto, pero no exageres
• Sebastián:  bien

Y fue una escena de película papeles volando, cosas que se caían y eran arrojadas y para finalizar con palabras que se escribían que decían mentiroso,  el señor salió despavorido del lugar y nosotros nos moríamos de la risa hasta que apareció Saúl.

• Saúl: me pueden decir que hacen aquí? – dijo enojado
• Nicolás: aaa como sabias donde estaba
• Saúl: porque vengo buscándote desde hace quince minutos, vean  nada mas este lugar, a ti Julio te dio órdenes
• Sebastián:  le vas a decir?
• Saúl: sí, tengo que, lo siento, andando
• Sebastián:  pero mi papá es inocente
• Saúl: lo sé
• Sebastián:  y entonces? – dijo enojado
• Saúl: está prohibido meternos en la vida de los vivos, no lo podemos hacer si no es un protegido, las cosas tienes que seguir un curso, sé que quieres ayudarle pero más que ayudar pues empeorar  las cosas. Vamos.