La vida no es un sueño: Cap. 28; Autora Chany

La Vida  no es un sueño

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 12 de Mayo del 2017 

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Capitulo 28

Búsqueda desesperada

Autora: Chany

La compañía  y apoyo de Ana y su predisposición para cuidar a Mateo habían sido de gran ayuda además del hecho de que al estar de vacaciones Ed disponía del tiempo que necesitaba para buscar a Nacho, desgraciadamente esa disponibilidad fue también contraproducente porque si bien podia buscarlo, el pensar continuamente en Ignacio y su paradero  hicieron de ese tiempo un eterno infierno a tal punto o de perder la cabeza, o tal vez ya estaba loco.

Edgar estaba perdiendo las esperanzas en vista de que hasta ahora pese a su gran esfuerzo no consiguió ni pistas de lo que le pudo suceder a su niño, así que iba a jugarse su última carta… como se suele decir el hombre iba a dar  su último manotazo de ahogado, se estaba por jugar el todo por el todo.

Y si eso fallaba, igual De todas maneras el tenia que seguir buscando por su cuenta, pero tenía que ordenar sus prioridades, ordenar sus ideas para saber por dónde andar, hasta el momento todo lo que vino haciendo no dio resultados, así que tenía que concentrarse y revisar lo que tenía entre manos, y lo que tenía entre manos era una sola palabra: Padres biológicos además del "te odio" que seguía doliendo cada vez que lo recordaba a pesar de haber pronunciado esas mismas palabras contra su propio padre en mas de una ocasión cuando tenía la edad de su hijo; en su momento no tuvo sentido, pero a medida que lo pensaba todo aquel despliegue de cosas sin sentido que balbuceaba estando ebrio el día que Mateo había dicho su primera palabra PAPA ni siquiera había sido PAPÁ... solo papa, quizás en esa frase se encierre el misterio, murmuraba para sí, dando un golpe a la bocina de la movilidad sin importarle la hora que era… 8 de la noche.

El día que Mateo dijera su primer palabra Nacho había salido sin avisar y cuando Ed se dio cuenta no pensó en que las cosas podían llegar tan lejos, pero cuando pasada la medianoche y su hijo no aparecía el hombre estaba que trepaba paredes, más preocupado que enojado a esas altura, pero el enojo volvió cuando Gastón lo llamo diciendo que Nacho estaba afuera de la fiesta donde él se encontraba y que además estaba en muy mal estado, por eso es que Edgar supuso erróneamente que Ignacio había estado bebiendo en aquella fiesta, cuando lo que lo que en realidad había pasado era que después de que Nacho pagara a unos chicos mayores para que le consigan una botella de ron que por cierto le supo horrible pero aun así se obligo a tomar con la idea de matar las penas, se había emborrachado a tal punto que termino tropezando en las gradas de un parque raspándose y golpeándose entero además de romper la botella en el proceso.

 Al menos solo habían sido pocos escalones, pero cuando se levantó lo que mas le preocupaba era que se había quedado sin su bebida. Nacho tenia en ese momento toda la intención de quedar inconsciente para no tener que pensar mas en todos los problemas que se desatarían en un futuro próximo a raíz de sus acciones del día, ya que en su afán por resolver las cosas, las había arruinado mandando todo al carajo, así que necesitaba volver a conseguir una botella de cualquier cosa que tuviera alcohol y fue así que termino en aquella fiesta que por “suerte" era la misma donde se encontraba Gasón que apenas lo vio llamo a su tío.

Como correspondía Ed fue a buscarlo y con la ayuda de su sobrino logró meter al mocoso al asiento trasero del auto teniendo encima que luchar para quitarle una botella que traía en la mano, la cual acababa de robar de aquella fiesta y de la cual no se quería separar armando un escándalo horribl,e mientras maldecía al mundo a medias lenguas de tan ebrio que estaba. Fue entonces que Nacho comenzó a decir un montón de cosas que para Ed eran incoherencias que recién ahora cobraban sentido, y se estaciono en una plaza lejos de la bulla y de la gente, quería un momento para poder recordar la conversación que sostuvo con Ignacio cuando lo trajo de aquella fiesta presintiendo que ahí estaba el misterio de su desaparición…

• Fui a ver a Moraga – le había dicho llorando – queria respuestas, quiero respuestas, quiero saber quién es mi padre biológico y porqué me abandono

¡Moraga!… él era la clave, el tenía que saber donde estaba Ignacio y fue cuando todo se precipito, Edgar asimilada la idea de que Nacho estaba buscando a su padre biológico, decidió acosar prácticamente al Juez Moraga, el tío de Nacho preguntando dónde estaba el niño y  aunque el hombre lo había amenazado con llamar a la policía si se volvía a presentar en su casa u oficina otra vez el no iba a desistir en su intento, necesitaba saber que había pasado exactamente con Ignacio y el juez y averiguar si este sabía algo del paradero de Ignacio, pero ya llevaba mucho tiempo merodeando, llamando por teléfono, pidiendo citas e incluso irrumpiendo por la fuerza en aquel despacho y hasta ahora lo único que había conseguido es que el juez le diga tres palabras que lejos de calmarlo lo habían alterado mucho más porque significaba que él sabía donde estaba su hijo. pero que no le daba la gana de revelar el secreto

"Ignacio ya decidió" le había dicho por teléfono  cuando al fin le tomo la llamada. Eso que mierda significaba, ¿Ignacio habría vuelto a la casa de Moraga?¿acaso al fin se había encontrado con sus padres biológicos?¿donde carajos estaba su hijo? Era algo que no podía saber y la mentira que Juan le había dicho a Lucil sobre que Ignacio estaba en un internado solo le había traído mas problemas, porque cada vez que ella estaba Lucia preguntaba por su nieto y cuando no lo estaba ella recurría al diario que escribía por consejo del medico para ejercitar la mente y cuando leía el nombre de su nieto las preguntas comenzaban de nuevo, al parecer era imposible que la abuela se olvidara de su nieto y las preguntas de ella sobre los motivos para mandar a Nacho lejos solo conseguían desesperar mas a Edgar.

 Definitivamente estaba loco ¿pero que padre no lo estaría? Se cuestiono justificándose, las vacaciones casi terminaban y después de tanta búsqueda estaba de nuevo en el único lugar donde creía que iba a conseguir respuestas, a punto de cometer un crimen; porque era eso, entrar al despacho de un juez federal por una ventana todo era un crimen, seguramente invasión a propiedad privada y alguna otra cosa mas, realmente no sabia que tan grave era lo que estaba haciendo y tampoco le pediría asesoría a su padre o a Juan, total las consecuencias de sus actos eran lo que menos le importaba ahora, él necesitaba encontrar a su hijo, SU HIJO, porque lo que digan los genes y los papeles ahora no importaba, eran trivialidades a comparación del nudo que tenia en la garganta, el dolor que tenia en el pecho y el desvelo que se veía en sus ojos.

La idea de entrar por la ventana no había sido algo planeado en detalle, simplemente él se presentó como en otras ocasiones a pedir cita pero al igual que en otras ocasiones se lo negaron y con la frustración a flor de piel salió de la oficina llevándose por delante un cesto de basura de una patada. Claro que no pudo evitar pensar en cómo hubiera reaccionado él de ser Nacho el que patee aquella cosa, al igual que pensaba cada vez que veía algo o Mateo hacia algo, siempre pensando en que sería mejor de estar Nacho ahí, incluso preferiría estar renegando por alguna trastada  que haya hecho a extrañarlo de esa forma.

De todas maneras no pudo adentrarse más en sus pensamientos porque al guardia de seguridad del lugar no le dio gracia que tire en cesto con toda la basura que había adentro y le llamo la atención haciendo que Ed apure el paso para salir de ahí y se meta en el primer callejón que encontró para salir de la vista del guardia; es que sólo faltaba que se haga encarcelar por algo tan absurdo.

Cuando al fin estuvo seguro de que el guardia sólo llegó a la puerta del recinto se calmó, pero fue recién que se dio cuenta de que el callejón daba justamente a las ventanas de las oficinas y la de Moraga quedaba en el primer piso por lo que escalar era una opción viable dentro de la poca cordura que tenía en ese momento, con tal de saber algo de su hijo.haria cualquier cosa que este a su alcance y esa ventana era el único obstáculo entre la Nacho y él, esta  vez no iba a permitir que Moraga se haga el de la vista gorda

Y Como si la suerte estuviera de su lado por primer a vez en tanto tiempo, logró llegar sin romperse la cresta para encontrarse un ventanal de 1,5 por 1,5 totalmente abierto y una oficina desierta. Definitivamente era su día de suerte y para no desperdiciarla se lanzó al éxito entrando de un salto y comenzando a revólver papeles cajones y estantes para encontrar algún indicio del parader de Nacho, estaba seguro de que ese tipo sabía donde estaba su hijo. Pero como todo últimamente tenía que terminar para la mierda…

• ¿Qué hace usted aquí? – reclamo Moraga sorprendido, había entrado solo a su despacho y encontró a Ed revolviendo cajones – voy a llamar a los guardias – anunció innecesariamente, sin terminar siquiera de cerrar la puerta de la oficina pero esas palabras le dieron tiempo a Ed para acercarse y cerrar la puerta él mismo
• Noo – espetó en voz muy baja – usted no va a llamar a nadie y no va a salir de aquí hasta que me diga donde esta Ignacio – ni el mismo Ed podía creer lo que estaba haciendo, casi estaba secuestrando y amenazando a este tipo, un maldito juez que podía meterlo de cabeza a la cárcel – necesito saber donde está –  agregó tratando de suavizar el tono porque aunque estaba hablando en secreto se había oído terriblemente amenazador
• Yo no voy a darle ninguna explicación, en todo caso, soy yo quien quiere saber ¡qué diablos quiere con mi hijo! y por qué no deja de acosarme – respondió Moraga soltándose de Edgar pero sin llamar a nadie, quería llegar al meollo del asunto – él no es su problema y no tiene porque estar preguntando por Ignacio – jamás habían cruzado tantas palabras, Moraga hablo con una seriedad que helo a Ed, y es que todo lo dicho por aquel hombre planteaban cosas muy complicadas. Había sonado por un momento a una acusación, que un hombre adulto esté averiguando sobre un muchachito de 15 con el cual no tenía ningún parentesco, sonaba muy feo a varios niveles. Pero él si tenía un justificante
• No es su hijo – de repente se olvido de que no quería ser escuchado – es el mío – aseguro desconcertando por fracción de segundos a al juez – y necesito saber que está bien – y solo decir aquello quebró la voz de Ed, la desesperación era demasiada para poder sobrellevarla – ya no puedo mas – se sinceró –  necesito saber que está bien donde sea que este, poder decirle aunque sea una vez que quise ser un buen padre y que Mateo lo ama – aseguro sin poder decir que él lo amaba, no quería arriesgarse a ser mal interpretado – y aunque él decida no volver, yo no le voy a mentir a su bebe sobre su origen y que…. No sé solo abrazarlo – de repente Ed parecía haber olvidado con quien estaba, su corazón empezó a vomitar su dolor, a decir todo eso que no se había animado a pensar, a confesar todo lo que no podía decir a su familia para no causar más dolor del necesario, a liberar toda esa angustia que le aprisionaba el pecho y él mantenía convencido de que aquel dolor era un justo castigo por su dejadez, por su cobardia – juro que si él es feliz donde esté… yo… yo no voy a interferir – ésta promesa no era para Moraga, era para sí mismo, sería su último sacrificio con tal de dejar la incertidumbre que lo estaba matando
• ¿Pero qué mierda le pasa?... No sé qué ideas se hizo o qué clase de hombre creerá usted que soy yo o que le habrá dicho Ignacio para que venga usted a indagar cosas que no le incumben – por primera vez desde aquella primera ocasión del juicio en contra de Estella cuando vio a los ojos a ese hombre, Ed pudo ver sentimientos en su mirada, por primera vez veía en los ojos de “el juez” la humanidad latente, por primera vez se pregunto qué pasaba por la mete de Moraga – cometí muchos errores, algunos que no tienen solución y ahora tengo que vivir con ellos, pero no soy un maldito miserable tampoco – y la mirada de Ed fue tal, que reprocho esa afirmación con tanta vehemencia que Moraga tuvo que aclarar al instante un pequeño gran detalle – Ignacio no es mi hijo, pero yo lo quise casi como tal, aun cuando su presencia me recordaba a diario al hijo que perdí – esa era toda una revelación que dejo a Ed momentáneamente paralizado, ni es sus mas locas pesadillas hubiera imaginado que el juez perdió un hijo quizá de la edad de Nacho –  Siempre quise lo mejor para él aunque él no quiso creerme y cuando conoció la verdad las cosas terminaron de derrumbarse y cometí error tras error, aun así lo sigo queriendo, fui yo quien lo alimento, vistió, cuido y amo desde que me lo entregaron y aún cuando no pude cumplir como padre porque él mismo me desconoció como tal, intente ser el tío que en realidad soy, pero solo logre cometer más errores – mientras decía todo aquello que también para el juez fue una catarsis emocional, Moraga fue acercándose a su despacho caminando como si llevara al mundo en los hombros y se sentó casi dejándose caer en su lugar e invito con un gesto a Ed a hacer lo mismo en las sillas frente a su escritorio y Ed casi como autómata obedeció, mientras procesaba las palabras que escuchaba – cuando descubrí lo que estaba pasando con Ignacio y… y esa mujer fue tarde y tuve miedo, me asusto el daño que le habían hecho frente a mis ojos y me asustó el futuro – confeso, básicamente todo se resumió a ese detalle, al hecho de que Nacho ya no era un niño, que ya había aprendido a manejarse como hombre por lo menos en el aspecto sexual, a la vergüenza de nunca haberle dicho nada al respecto que evite esa catástrofe – Y cuando decidió ir a buscar a ese bebé creí que era un capricho, que trataba de castigarme y que si lo dejaba solo uno o dos días, el miedo y la realidad lo traerían de nuevo a casa para poder arreglar las cosas y que todo sea como antes – esas apalabra asustaron a Ed, porque el hombre no le estaba confesando cosas banales, le estaba diciendo que tenía la intención de ser su padre, y ¿si Ignacio volvió con él? –  Pero ya ves… me equivoque y le di la emancipación creyendo que no estaba preparado para afrontar la vida solo y perdí a mi hijo en una prueba que yo mismo puse… jugué con fuego y me queme – la amargura en la voz de ese hombre se podía palpar y Ed no sabía si es que era un número fingido o aquel sujeto era aun más estúpido que él – Jamás habría dejado que Ignacio viva con alguien a quien yo considere peligroso y por eso lo investigue a usted y a toda su familia – por Dios este tipo era alguien de cuidado pensó Edgar al oír aquella confesión, lo habían mandado a investigar, incluso lo estuvieron siguiendo, quizás hasta pusieron cámaras ocultas y él ni enterado, que confiado que era, pero apenas regrese a casa buscaría el número de alguna empresa de detectives para que busquen cámaras y micrófonos ocultos… por si acaso – …aun así inicie los trámites para revocar la emancipación y acabar con toda esta locura, pero a pesar de mis influencias las cosas no eran tan sencillas e Ignacio no me daba un motivo para acelerar aquel proceso y fue peor cuando vi que él era feliz contigo – confeso aquello sintiendo un sinfín de cosas dentro suyo, sentimientos peleados porque quiera o no, Nacho era como un hijo, pero no era SU hijo – Se que cree que soy un desalmado, que soy un hombre que no quería ni a su propio hijo pero los diez meses que estuvo con usted fueron el mayor sacrificio que tuve que hacer y casi destruye a mi familia – de repente Moraga se quedó en silencio, parecía querer decir algo más pero no lograba articularlo
• ¿Y ahora pretende que yo crea que es un padre abnegado que cometió un error? – de repente a Ed todo el discurso no le sonó a arrepentimiento real sino a un anuncio de que su tiempo había llegado a su fin y que por el “arrepentimiento”  ese hombre le iba a quitar todo – Ignacio no se fue enfadado a la casa de un amigo, él se emancipo y vivió casi un año en mi casa, ¿que se supone que debo hacer? Ha?.... Felicitarlo por al fin pudo pensar las cosas y creer que MI Nacho volverá a su casa por ¿propia voluntad?...  ¿Tengo que creer que ahora usted va a ser un buen padre y va a cuidar a Nacho y…y… a Mateo también? – solo imaginarse aquello le dio terror, si quizo contestar Moraga, pero el solo nombrar al bebé inclino la balanza al otro lado
• No, no es lo que quiero que crea… usted no está entendiendo, lo que le estoy diciendo es que aún con todo el cariño que siento por Ignacio, la verdad es que no puedo lograr que ocupe un lugar que en mi corazón ocupa mi verdadero hijo – respondió con rabia Moraga, rabia porque su hijo estaba muerto, rabia porque tuvo que criar a Ignacio, rabia porque Ignacio no le permitió ser su padre… no era fácil abrirse a un extraño y hablar de cosas tan intimas y dolorosas – que aunque yo quiera lo mejor para el muchacho, sinceramente no puedo amarlo incondicionalmente como debería hacerlo un padre y que Dios me perdone, pero no puedo lidiar con eso, no puedo quererlo incondicionalmente porque no es mi hijo y porque Ignacio tiene lo que yo no un hijo.. un bebé – esta vez Moraga hablo casi con reproche y con dolor haciendo que a los ojos de Edgar, la actitud de padre desolado había quedado atrás, dejando a Ed desconcertado, ¿qué mierda quería ese tipo entonces? se pregunto mientras se ponía de pie como acababa de hacer el otro – sé que esto me convierte en el malo de la película, pero es la verdad, jamás quise tener a Ignacio en casa y si lo acepté fue porque no podía dejar que el hijo de mi hermana quedara en las manos del sistema donde decenas de huérfanos que no tienen la suerte de ser adoptados y pasan de instituto en instituto hasta la mayoría de edad desamparados volviendo al sistema en calidad de delincuentes, yo no podía hacer aquello, se lo prometí a mi hermana, hice lo mejor que pude, pero no fue suficiente para ninguno de los dos…  ¿que se suponía debía hacer? – los ojos de Moraga estaban rojos, casi como si estuviera por llorar pero no derramo una sola lagrima y de repente volvió a cambiar el tono de su voz como si nada hubiera pasado y se sentó otra vez – ahora quiero saber exactamente ¿qué quiere usted con Ignacio?
• Yo quiero a Ignacio a mi lado y para eso quiero que usted llene las formas para ingresar al sistema y calificar para realizar una adopción – contestó Ed entregándole un sobre, resumiendo así el tiempo que paso llenando formas y formas, estudios médicos y psicológicos, auditorias sobre su situación económica un sinfín de requisitos… las únicas actividades que había hecho además de buscar a Nacho como un condenado – y si le quitó la emancipación voy a pelear, lo voy a denunciar y hacer un circo en los medios si es necesario – amenazó ya sin delicadeza, la búsqueda le había dado tiempo de pensar en muchas posibilidades y entre ellas averiguar que podía pasar si Nacho tenia la emancipación revocada, que que Moraga seguía fungiendo de padre hasta que renuncie por propia voluntad, pero parecía que era demasiado tarde
• Ya revocaron su emancipación pero no quiso venir conmigo – aclaró desviando apenas la mirada a una repisa detrás de él y sacando una carpeta pero sin soltarla aun
• ¿Y donde esta entonces? 

Parecía que por fin había encontrado una respuesta…