viernes, 12 de mayo de 2017

Tonino: Cap. 19; Autora Marambra

Tonino
Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 12 de Mayo del 2017
Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
Capitulo 19
En el ojo del huracán
Autora: Marambra

  • Hiciste caer algo Anja – murmuro Oliver sin poder agacharse y alzar el sobre que mi hija hizo caer del álbum de fotos de su infancia cuando se dispuso a colocarlo en su lugar ya que tenía en brazos al bebé de Oliver cargándolo mientras sus padres se cambiaban de ropa
  • ¿Esto? – pregunto Anja tras coger el sobre que hizo caer…
  • Sí, eso – respondió Oliver haciendo carantoñas al bebecito arrancando risas del pequeño mientras Anja examinaba el sobre
  • El Landeskrankenhaus, San Johanns Spital – lee Anja con una impecable pronunciación llamando mi atención
  • A ver, préstame – aquello despertó mi curiosidad, no recordaba a ciencia cierta que era aquello
  • Aquí este papá, seguro son papeles de Tonino – respondió  ella muy segura sin dejar de mirar el sobre
  • ¿Por qué piensas eso? – le pregunto, el tono de voz que utilizo llamo mi atención tanto como el sobre
  • Porque tiene no solo el sello del hospital sino de la policía austriaca papá – sonríe mirando más de cerca el sello –  y que yo sepa, solo Tonino tenia líos con la poli – agrego sin dejar de reír – tu sabes, teníamos un hermanito gánster
  • ¡OYE! – chilló Tonino hecho el ofendido, acababa de oír lo dicho por su hermana queriendo quitarle el sobre, pero ella me lo entrego a mi rápidamente – ¡papáaaaaaaaaa! dile que no me llame gánster

Aquello fue como remontar a mi pasado, hubo una temporada que Tonino dejo de hablar con Anja porque se enojo con ella a raíz de aquel apelativo que le puso tras un incidente que protagonizo Tonino y que involucro a la policía, ya se imaginaran los apuros que viví ese entonces siendo yo jefe de la unidad de investigación cuando tuve que ir a sacarlo de allá y firmar un compromiso de buena conducta; pero eso les contare otro día ahora estoy interesado en el sobre que me dio mi hija…  y, sí,  efectivamente tiene el logo del hospital y de la policía de Austria y ya se dé que se trata, apenas lo vi algo hizo click en mi cabeza y el recuerdo me ha invadido, es el certificado médico de Mortiz avalado por la policía, en realidad se trataba de la primera prueba forense que teníamos en las manos desde que se descubriera el caso de la trata y tráfico de menores y que nos mostraba el grado de organización, articulación y peligrosidad que tenía esa red y lo que era peor… que aun seguían activos.
Prueba forense que menos mal Gerhard supo guardar apenas Tonino y Moritz fueron ingresados al hospital tras la supuesta travesura del colegio; Gerhard a medida que los fue revisando se dio cuenta que aquello no podía ser bajo ningún pretexto obra de una travesura aunque inicialmente se creyó que ambos estuvieron jugando y que Moritz resbalo y cayo, esa era una versión, la otra que manejaba el colegio por fuentes extraoficiales era que Tonino agredió a Moritz y lo hizo caer golpeando la nuca de ahí la pérdida de memoria; menos mal Gerhard meticuloso como era a medida que los fue examinando se dio cuenta al rato que aquello no tenía nada que ver con juegos bruscos e inmediatamente empezó a guardar toda la ropa y lo que los niños llevaban encima en bolsas especiales que la policía solía dejar en los hospitales en caso de sospecha de algo que necesite la intervención de la ley.
Ahora que lo pienso creo que Gerhard guardo aquello de pura corazonada, supongo debido al hecho de que Tonino estaba inmerso como víctima en el caso abierto de tráfico de menores en que estaban involucrados altos mandos jerárquicos de la política a los cuales se investigaba y atrajo la atención del público cuando se infiltro la información a los medios de comunicación, quienes realmente decidieron llevar aquello al grado de “cacería de brujas” no solo a los implicados como culpables sino a las víctimas; pero a lo que iba, Gerhard había guardado aquello cuidando el protocolo de victimas especiales sin saber lo que estaba haciendo en realidad y el valor que eso tendría a futuro, es que no fue hasta mucho después que todos se dieron cuenta que Moritz no sufrió aquella hemorragia cerebral por estar jugando en los árboles de la plaza, sino que fue víctima de un grado de violencia injustificado, lo que no me explico hasta ahora es como la gente tuvo la osadía de decir que el autor de aquello fue Tonino, no había nadie en el colegio e incluso entre mis vecinos cuando se supo el nombre del otro protagonista, que no dejara de afirmar que Tonino agredió a Moritz y que por eso Mortiz estaba en coma y Tonino solo tenía una miserable fractura de cubito en la mano izquierda.
Aun ahora que lo recuerdo después de tantos años, mi corazón se llena de indignación, ¿es que acaso nadie veía a Tonino como era en realidad?, eran tan pequeño y flaco como Moritz como para repartir aquella paliza, quebrar dos costillas, moretear las piernas y crear una hemorragia cerebral y solo salga con un brazo fracturado y ni un solo daño en los nudillos y menos sangre salpicada en la ropa…. Es que Moritz tuvo que escupir y toser sangre en algún momento de la golpiza, menos mal él único que dio la cara por Tonino desde un principio a parte de mi persona fue el Sr. Müller, aun recuerdo sus palabras en los medios de comunicación.

  • …¿Pero usted está consciente de lo que me está preguntando? – respondió con un pregunta la interrogante de uno de los periodistas que estaban como dije a la caza de cualquier noticia relacionada con el caso una vez que supieron que todo se inicio en el orfanato municipal – ¿conoce usted al otro implicado?, es un niño de apenas 12 años, la misma edad que el estudiante que está ingresado en el hospital que NO tiene la fuerza, la habilidad NI la malicia para causar semejante grado de dolor – dijo mirando a la carama muy enfadado de la sugerencia de que Tonino haya sido el agresor – en todo caso se sabrá la verdad cuando el pequeño despierte del coma – dijo queriendo librarse del acoso de los micrófonos a su rostro
  • ¿Y si nunca despierta?, seguirá afirmando que el otro muchacho es inocente? – se oyó otra voz al fondo
  • Si, seguiré afirmando aquello – respondió Müller categórico – en todo caso está manos de la policía y de la defensoría del menor, ellos se encargaran de encontrar la verdad
  • Pero se rumorea que el agresor es hijo de un policía – hasta es grado de disparate llego la cosa, casi me indigesto de solo oír aquello… pero era para preocuparse, yo estaba implicado en la investigación de la red de mafiosos esos
  • No creo que sea conveniente hacer ese tipo de sugerencias sin comprometer ni manchar el nombre de semejante institución señor, en todo caso no me compete a mi afirmar o negar aquello, pregúntele a la policía…

Tras eso yo apague el televisor, esto me estaba superando con creces y llegándome al copete, ya era una semana de todo aquello y yo no había logrado arrancar ni una sola palabra de la boca de Tonino pese a la paliza dada, obviamente la paliza de las que les hablo fue cuando dieron de alta a Tonino y  mucho antes de que se sospeche de que aquello no fue una travesura sino una agresión en toda regla; aun recuerdo el momento en que salí corriendo de la comisaria apenas me llamaron del hospital con el corazón en un puñete porque inicialmente me dijeron que era mi hijo el que se había caído del  árbol y que tenía una hemorragia cerebral y que iba ser ingresado al quirófano y se requería que firme mi consentimiento para lograr aquello, estaba tan mal, temblando y para colmo sin poder comunicarme con Oliver que estaba más distraído e imbuido en la famosa misa de semana santa que estar atento al teléfono.
Recuerdo que uno de mis compañeros de patrulla se dio cuenta de lo que me estaba pasando… vamos que no podía abrir ni la puerta de mi movilidad y fue cuando él se ofreció llevarme en la patrulla, hasta el día de hoy agradezco aquello pues al encender la sirena policial pudimos saltarnos señalizaciones y demás y llegar en tiempo record al hospital que como siempre en casos como ese de total emergencia, siempre me ha parecido descomunal porque nunca podía encontrar lo que buscaba y a quien buscaba y como ya era casi costumbre cada que aparecía en el nosocomio por una emergencia sea de mis hijos o sea por casos relacionados con la policía como baleados, accidentados o demás yo solo atine a llamar a Gerhard… él era mi ancla en aquel horrible lugar.
No recuerdo cuando tiempo lo estuve buscando, solo sé que fui de un lado para otro y puse a la recepcionista en un verdadero aprieto para que ubique a Gerhard, claro no era nunca su intención hacerse el loco, él había firmado el consentimiento a nombre mío para que ingresen a Tonino al quirófano y el hagan una reducción limpia del brazo, solo sé que apareció a mi lado en algún momento.

  • ¡Calma Ian! – me dijo elevando la voz apareciendo justo tras mío  – sígueme, Tonino está durmiendo – me informo mientras caminaba a paso rápido como era su costumbre en los pasillos del hospital – ya le han reducido la fractura del brazo, solo tienes que poner tu nombre y firma al lado de la mía para validar el consentimiento pre anestésico, sino estaré en un problema legal – agrego medida que el ascensor empezó a subir, mi hijo estaba en el tercer piso y no me di cuenta hasta que llegamos

No sé como describir la sensación que viví ese momento, me quede consternado, realmente consternado, Tonino estaba inconsciente en realidad, la palidez de su rostro no me gusto para nada, pero es un factor común cuando la gente ingresa a quirófano… ahora lo sé, nada tiene que ver la enfermedad sino la experiencia dentro de aquel lugar e imagino las sustancias que te meten al cuerpo para imitar una pequeña muerte de la que no te enteras nada ni permite que recuerdes nada una vez que regresar al mundo de los vivos, y me atrevo a afirmar aquello por la forma en que Tonino dormía, no era su manera habitual, estaba tumbado sin almohada con los parpados semicerrados dejando entre ver el blanco de sus escleras sin hacer ni un solo movimiento con los ojos como cuando soñaba, su respiración era apenas perceptible, su boca estaba entreabierta y marchita, recuerdo que me acerque para tocarlo y lo sentí frío, de verdad parecía que se había muerto, entonces pensé en el otro niño y se me hizo un nudo en el pecho, Moritz no tenía a nadie a su lado que vele por él.

  • ¿Y el otro niño? – murmure mirando a Gerhard mientras acariciaba el rostro de Tonino, esperando que despierte
  • Esta aún en quirófano Ian – me respondió y cerró la puerta de la habitación una vez que se marcho la enfermera, de la que no me había dado cuenta hasta ese momento – quiero… quiero hablarte de un asunto delicado – murmuró y yo me dije, que tipo, como quiere hablarme de algo delicado en un  momento como este?, pero parecía que Gerhard leyó mis pensamiento y agrego – tienen que ver con Tonino y el otro muchachito – eso me alerto y desvié mi atención hacia él
  • ¿Qué sucede? – pregunte
  • Esto no es un accidente Ian, te doy mi cabeza – me dijo con total convicción
  • A que te refieres – quise saber, la sola idea de que había algo oculto me hizo estremecer
  • Los paramédicos dicen que aparentemente se han caído de un árbol, pero Tonino no tenia humedad en la ropa, ni golpes que sugieran algo así, ni un solo rasguño si te fijas bien, y la fractura que tiene es como si alguien le hubiera torcido el brazo hasta rompérselo – y yo cambie mi semblante, queria ver su brazo pero estaba vendado – no había marcar excepto una equimosis y la deformidad, para otros es un simple golpe, pero no para mí – me dijo y tenía que darle razón, Gerhard es uno de los mejores médicos de emergencias del San Johanns Spital
  • ¿Crees que alguien les hizo esto? – pregunte alarmado, volviendo a mirar a mi hijo, la sola idea de que alguien lo lastime calo mi ser
  • Si lo creo Ian – me aseguro como si hablara de medicina, él es un hombre cauto y pocas veces se anima a dar por hecho algunas cosas y esta era una de esas – y no tienes idea de cómo está el otro niño, tiene rojeces en todo el cuerpo y te doy  mi cabeza que si despierta confirmara mis sospechas… que los han atacado, que Dios me perdone, pero ¿no tendrá que ver con tus investigaciones? – pregunto en un susurro como si temiera decir aquello en voz alta, eso me hizo pensar en el alcance de los problemas a los que me estaba enfrentando
  • ¿Dónde están las cosas de los chicos? – pregunte pensando en que tenía que salir de dudas y sabía por experiencia que la ropa o los objetos personales de las víctimas, pueden arrojar a la luz mucha información de sus atacantes
  • Las coloque en bolsas de seguridad para enviártelas – me respondió sorprendiéndome con aquello – mira… veo tanta cosa aquí que ya no se qué pensar – se justifico como si yo lo estuviera cuestionando – quizás son solo imaginaciones mías – agrego dando un suspiro – además no tuve oportunidad de hablar del asunto con Tonino pese a que estaba consciente a causa del dolor que sentía, pero yo preferí  guardar aquello por si acaso… es… es una corazonada, una tontería mía, quizás no sea nada – murmuro como si tuviera la necesidad de explicarse
  • No, no me parecer una tontería Gerhard, yo tampoco veo lesiones que me hagan pensar que mi hijo se haya caído del árbol, no hay raspones en las manos, mínimamente debería tener eso, pero mira – le mostré las palmas intactas de Tonino, realmente era para sospechar, a no ser que se cayera como un saco de patatas, pero igual tendría un chinchón en la cabeza cosa que no había, eso me hizo tomar la decisión – voy a llamar a uno de mis compañeros y pedirle que vengan a recoger las prendas y las ingresaremos por la vía legal, solo así descartaremos una agresión de terceros…

A partir de ahí se fue envolviendo el hilo de conexiones que nos faltaba para seguir adelante con las investigaciones, pero no fue porque Tonino nos contara lo que sucedió apenas despertó de la anestesia, ni el laboratorio pudo darme una respuesta, solo huellas extrañas en la ropa y los objetos que podían ser de cualquiera, sino porque estas sospechas las confirmo Moritz una semana después de que lo operaran y saliera de terapia intensiva, tiempo que nos tuvo a todos en ascuas, tiempo suficiente para desviar la atención de la población en mi hijo por la cantidad de rumores que se empezaron a propagar como pólvora primero dentro del colegio y luego  fuera de sus paredes, acusaciones que  ponían a mi hijo en el ojo del huracán y le colgaban en el pecho el cartel de matón.
Pero de todo eso lo que más me molestaba no era que los rumores impliquen a Tonino como agresor de Moritz porque yo sabía que no era cierto, sino que  mi hijo se niegue a decirme nada en absoluto porque si bien Moritz descarto a Tonino como agresor, no supo decirme quienes fueron, y cuando insistí en eso Moritz me sugirió que le preguntara a Tonino, que quizás él si sabia quienes eran, que no recordaba muy bien; esa era sin lugar a dudas una respuesta ambivalente producto quizás del golpe, o realmente porque no los conocía, así que quien debía confiar en la palabra de Tonino, pero mi hijo todo el tiempo me daba esquinazo con aquello…. quizás no tendría que insistir tanto, creer en su palabra pero como no hacerlo si mi pequeño empezó a cambiar de actitud, además ni siquiera me dijo nada, él, el testigo clave, el que estuvo consciente en todo momento, el que llamo a la ambulancia para socorrer a Moritz (de eso me entere mucho tiempo después como casi todo lo que los padres se enteran… al último cuando los problemas abundan), al que acusaban en el colegio de ser un matón, el que fue objeto de miramientos y rumores no quiso abrir la boca; ahora me doy cuenta mucho más claramente que aquel entonces; mi hijo tenía miedo.
No era que me estaba desafiando, tampoco era que le gustaba la etiqueta que se gano y ni a palos iba a borrar de un plumazo la fama que aquello supuso, era algo más profundo que no se amino a contarme hasta mucho tiempo después, y yo fui un completo idiota porque yo no vi mas allá de mis narices, estaba enojado porque acusen a Tonino de las lesiones de Moritz y que no se defienda, vamos que los más lógico era aquello que llore, que reclame, que busque mi apoyo, que grite con fuerza MENTIRA, pero él no hizo eso… él se quedo callado y como dice el viejo dicho, el que calla otorga, termino otorgando un montón de cosas incluso su trasero para la paliza que le di cuando salió del hospital, pero ojo no fue porque se enfermara ni le operaran, ni siquiera porque se saltara el colegio en horas de clase, o porque pille cigarros en su bolso, algo que hasta ahora no sé de donde mierda salió porque él no olía a cigarro, o porque hayamos perdido el viaje al lago y tengamos que quedarnos en casa hasta que  fue dado de alta, cosa que sucedió justo al retorno de clases, solo que Tonino no ingreso al colegio de inmediato, lo hizo a la semana de todo aquello cuando el traumatólogo cambio la férula y nos dio luz verde para ir al cole, claro que con restricciones debido a su lesión…

  • ¡Tonino!... estoy hablando contigo hijo – le dije por cuarta vez aquella primera noche que paso en casa después de salir del hospital, estaba totalmente cambiado, era como si no fuera mi hijo, era prácticamente un desconocido – baja a cenar, tu plato está servido y la tía nos espera – agregue y baje al comedor

La verdad es que estaba con bastante hambre después del duro trabajo que tuve en la oficina y el trajín de recogerlo del hospital y quería comer y descansar un poco, mi hermana había cocinado su plato favorito a fin de sacarlo de su mal humor, mal humor a raíz de la recomendación del médico, que tenía que permanecer mínimo una semana y que luego hablarían, cualquiera diría que estaría contento de no ir al cole, pero no, el estaba deseando volver; termine de cambiarme y asearme y me fui directo a la planta baja creyendo que yo era el único que faltaba, pero apenas entre me di cuenta que Tonino ni asomo la cabeza en el comedor, no había saludado a nadie desde que llegáramos y apenas me contestaba con monosílabos a las preguntas que le hacía.

  • ¿Y Tonino? – me pregunto Laura creyendo que yo vendría con él, había hecho pizza para celebrar el regreso de Tonino y estaba a punto de servir y no era la única que estaba deseando cenar rápido, mis otros dos hijos estaban en las mismas, Anja quería ver una película, Oliver quería repasar una lección antes de dormir y Laura quería ir al hospital para quedarse la primera noche con Moritz, con tanto jaleo pues ella se intereso en el otro herido y fue amor a primera vista, ambos se quisieron como madre e hijo, supongo que la soledad mutua los atrajo como abejas a la miel, y encajaron emocionalmente como dos fichas de un puzle 
  • ¿No ha bajado aún? – respondí sentándome en el comedor
  • No, creíamos que venias con él papá – dijo Oliver estirando un trozo de queso que su pizza
  • Llamalo por favor, estoy agotado – le pedí y fue Anja la que fue buscarlo
  • Yo lo llamo papá, de todos modos tengo que cerrar mis persianas

Intervino ella, toda contenta, dándome un beso en la mejilla, pero tardo mas en subir que en bajar y no bajo con el rostro risueño como cuando subió, no, mi hija traía una cara de enfado y asombro que todos sacamos la misma conclusión… Tonino hizo algo, bueno es que mi hijo aun estaba aprendiendo a controlar su boca y al parecer el altercado vivido hacia poco había golpeado algo dentro suyo, pero eso no le daba derecho a portarse como lo estaba haciendo, fue un día muy agotador para todos no solo para él.

  • ¿Qué te dijo? – le pregunte directamente, no pregunte que te hizo porque intuía que fue algo verbal, total nadie oyó ruidos ni gritos ni nada por el estilo
  • Nada papá, olvídalo – dijo mi hija mirando el plato, se notaba que estaba afectada
  • NO, no, aquí no es olvídalo, algo te dijo que te puso de malas ¿que fue? – le dije, pero Anja se negó a decir nada, quedándose callada, fue cuando decidí cortar la tontería del menor de mis enanos – ¡TONINO! – grite con ese tono inconfundible que destila en cada silaba el enojo que tenia encima, mis hijos me miraron asustados, casi nunca me oían gritar de esa manera y si ellos se asustaron incluida Laura imagínense Tonino, pues apareció tímidamente por el umbral a la velocidad que sus pies le permitían.. el grito había surtido efecto – ¿Y? – le dije con el ceño fruncido parado donde estaba en el mismo umbral
  • Ya estoy aquí para cenar – me contesto recuperando la compostura, queriendo pasar por mi lado y sentarse en su sitio como si nada hubiera pasado, pero yo no lo deje, lo cogí del brazo sano sin hacer mucha fuerza pero con firmeza para que no ande con la tontería de querer dejarle plantado
  • Qué fue lo que le dijiste a tu hermana – sonó más a orden que a pregunta y me miro desconcertado para luego mirar con enojo a mi hija, llenándose de coraje cuando ella se limpio los ojos, realmente Anja estaba dolida
  • Si ya te lo dijo la chismosa para que quieras que repita – me dijo todo bravucón cruzándose de brazos y mirándome a la cara todavía el sinvergüenza… como les dije, me cambiaron al hijo apenas salió del quirófano
  • Pues quiero oírlo de tu boca guapito, ¿qué te parece? – le dije usando el mismo sarcasmo suyo, creí que se negaría, que no sé… se invente cualquier tontería, la verdad yo le hubiera creído porque mi hija no iba a hablar, ella no se quejaba de nada; pero lo que son las cosas me grito a la cara lo que le dijo a su hermana y no podía creerlo, definitivo me cambiaron al hijo, pero no a uno ajeno, sino al que era en sus peores momentos
  • Pues le dije… ¡deja de joderme puta!, ¿qué te parece? – agrego parándose todo gallito, no sé lo que se le habría pasado por la cabeza para ser tan ingratamente sincero, de verdad creo que se le cruzaron los cables y su instinto suicida floreció, porque eso realmente me pico como si me picara un escorpión y cogí a Tonino antes de que pegue la carrera al piso superior y lo gire sobre mi cadera y de un tirón le baje la ropa interior, ahora no era mi intención avergonzarlo ni humillarlo, fue una de esas cosas que a veces los padres no medimos, y yo realmente estaba enfadado y sorprendido y no me medí en darle aquella paliza, vamos no lo había flagelado ni nada por el estilo, pero creo que Tonino de todas los castigos que le di, seguro recuerde esa por mucho sobre los otros y me atrevo a jurar que ni en su lecho de muerte se olvidara de ese episodio
  • PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF – si, lo admito empecé duro e iba a terminar igual, total no iba a usar nada que no sea mi mano, ni tampoco iba a prologarme una eternidad, solo quería dejar claro mi punto de vista sobre el respeto a las mujeres, además estábamos ambos parados y en un momento de esos me di cuenta que mi hermana y mis dos hijos tenían el trasero de su hermano en un perfecto panorama, lo que hizo que me dé la vuelta y Tonino quede de cara a ellos, creo que eso fue peor porque lloro mucho más – plaf plaf plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf
  • BUAAAAA YAAAA – grito jalando con su mano derecha el ruedo de mi camisa y zapateando, es que no di tregua a nada, fue realmente una ráfaga de palmetazos que tiñeron de rojo sus mejillas inferiores
  • PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf – segui un buen rato sin decir nada – NO VOY A PREGUNTARTE plaf plaf plaf plaf DONDE APRENDISTE A DECIR ESO – recalque porque era cierto, lo aprendió en la calle antes de que venga a vivir conmigo – SINO CUANDO TE OLVIDASTE DE LO QUE plaf plaf plaf plaf palf TE RECOMENDÉ Y ENSEÑÉ – agregue y lo solté ayudándolo a ponerse erguido sobre sus pies, subiéndole los bóxer de un tirón y empujándolo suavemente hacia el interior del comedor para disculparse de su hermana
  • BUAAA AAGGG AGG AGG – lloraba como si le faltara el aire, estaba alterado, pero aun así iba a disculparse de su hermana, aunque sea a la fuerza y de boca para afuera
  • ¡Ahora DISCÚLPATE de tu hermana! – ordené en un tono que no admitía discusión alguna, menos mal Tonino se dio por enterado, aunque sospecho que era más por querer desaparecer que por otra cosa
  • Per dooo naaame Anja – sollozo con el hipo en la garganta
  • Te perdono – respondió Anja llorando, muy sentimental como era, apurada en que Tonino pase el mal trago
  • Ve a tu habitación Tonino, en un momento estaré contigo para ayudarte con el pijama – le dije y le falto pies para desaparecer

Tras aquello el resto nos quedamos a cenar una amarga cena por cierto pero en fin, creo que todos hicieron pasar el trozo de pizza como si se comiera un pedazo de ladrillo con clavos raspando la garganta, nadie tuvo animo siquiera de hablar y yo particularmente quería desaparecer, así que apenas termine el vaso de agua que me sirvió mi hermana me encerré un rato en mi despacho.

  • Estaré un rato en mi despacho – anuncie levantándome de la mesa viendo el alivio en la cara de mi hijos – estaba muy rica la pizza Laura muchas gracias – murmuré dejando la servilleta sobre la mesa
  • No te preocupes llevare un trozo de pizza a Tonino – dijo ella sonriéndome de forma forzada
  • No, yo lo hago solo prepárele un pedazo cuando termines, yo se lo subiré – comente y salí de la cocina, escapé en realidad

Después de un buen rato, me fui a la cocina mi hermana había puesto un buen trozo de la pizza de tres quesos para mi hijo con un enorme vaso de jugo de frutillas que tanto le gustan en una bandeja, con aquello en la mano me fui a su dormitorio y como le había indicado lo ayude con el pijama, no le dije nada, no era el momento… él seguía llorando con ese llanto bajito de pena y sin querer mirarme a la cara, estaba avergonzado y supongo que enojado, y me retire de la alcoba apenas acerque la mesa auxiliar hacia su cama cortando la pizza en trozos pequeños para que pueda comerlos sin dificultad por no tener las dos manos habilitadas; pero Tonino no comió, se tumbo de lado y me dio la espalda y en poco tiempo se quedo dormido.
Laura como había previsto fue al hospital a pasar la noche con Moritz, la primera de toda su vida juntos como madre e hijo, ella le había prometido que vendría a leerle el libro que les había recomendado la maestra de lengua y se quedaría a dormir con él para ayudarlo y no tenga miedo de estar en un lugar solitario, es que Moritz le confeso, que nunca en su vida durmió solo en una habitación tan grande; después de que se marchara mi hermana yo me quede en la sala a revisar unos papeles de la comisaria y Anja subió sigilosa al piso de arriba, al final ni miro la película que tanto quería, por la dirección de sus pasos supe que entro al cuarto de Tonino y preferí no intervenir, ya tendría una charla larga con él al día siguiente con más calma, que ahora mismo estaba todavía enfadado, pero eso no evito que sea curioso y subí a mi alcoba, desde ahí siempre podría enterarme de alguna cosita por lo menos.

  • Lo siento Aaaanja – oí la vos lastimera de Tonino mientras con gusto se dejaba abrazar por mi hija
  • Ya Tonino, no llores – consoló mi hija, limpiándole los ojos y abrazándolo con mucho cariño, acariciando la cabeza de su hermano
  • Yo no sé porque lo diiiije – farfulló aun lloroso – estoy tan… tan
  • ¿Enojado? – pregunto de pronto Oliver, no me había dado cuenta que ambos estaban ahí con él
  • SIIII – volvió a llorar – tengo raaaabia – declaro

Y yo quería saber porque, pero fui un tonto me precipite y no permití que siguiera hablando con sus hermanos, quizás de haberlo hecho me hubiera ahorrado tantos sustos y malos ratos es mas quizás nunca hubiéramos salido de Austria, pero me dolía ver en ese estado a mi hijo que decidí intervenir.

  • Ya Tonino, ya paso amor, ya paso – le dije abriendo mis brazos para abrazarlo, aun dudando si aceptaría aquello, pero Tonino acepto mi consuelo, se paro y abrió el brazo que podía mover pues el otro estaba escayolado en un pañoleta para evitar el peo
  • Paaapi – murmuro quejumbroso más de lo habitual de cuando se enfermaba, pero no me di cuenta de aquello

Me limite a sacarlo de aquella alcoba en brazos y me lo lleve a mi dormitorio, con la esperanza de que se sincere conmigo, pero aparte de disculparse por la ofensa a su hermana, no abrió el pico para nada más y se limito a acurrucarse a mi lado muy pegadito, como si quisiera que lo protegiera, en realidad era aquello, era una llamada de auxilio que tarde en descifrar.




(Para complacer a Mica que se que lee con atención las historias, no pondré bombacha ni calzón por muy musical que suene el relato, jeje, Gracias por tus palabras Mica, me gustó que opines)….

6 comentarios:

  1. Uuuff pobre Tonino!! Me dio penita lo que le pasó!!
    Pero que grosero fue con su hermana que bueno que lo castigaran por decir algo así!!
    Tonino cambió pero los métodos de Papá nop jajsja

    ResponderEliminar
  2. Si no fuera xq conozco el final estaría volviéndome loca xq encuentre y encierren a todos esos hdp que explotaban niños y los maltrataba.
    Igual no estoy muy tranquila xq quiero MAAASS

    ResponderEliminar
  3. Pobre Tonino me dio ternura, cuando ya parecia que las cosas se asentaban.
    Oye Chany como es eso que sabes el final?.... eso no se vale, todos queremos saber como es aquello, no puede ser que tu sola tengas información privilegiada... (me refiero a los detalles, porque imagino a que te refieres a que en el presente, el esta feliz) jjj
    Un abrazo Marambra, me gusto mucho la historia. pero no te retrases en la actualizacion.

    Ginebra

    ResponderEliminar
  4. Pobre niño, pero se lo busco, estar ahí diciendo palabrotas, jjjj
    Actualiza rapido por favor, que se esta poniendo interesante esta historia

    ResponderEliminar
  5. Estoy deseando que Laura se lleve a Mortiz a casa y ver como conviven los 4 adolescentes, sera una interesante dinámica.
    Y claro saber que fue lo que paso para que decidan dejar Austria.
    Detalles Marambra, detalles, jejej

    ResponderEliminar
  6. Yo también quiero que Moritz salga del hospital y aclare el mal entendido, quiero saber que paso.

    Regina

    ResponderEliminar