El amor hace a una familia, 2º Temporada: Cap. 2; Autor Adán

El amor hace a una familia

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 11 de Agosto del 2017.

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Segunda temporada

Capitulo 2

Autor:Adán

• Tienes razón hija, está en buenas manos – había murmurado Juan y a Lucia le atrapo la nostalgia, no pudo evitar recordar el momento mismo en que su hija mayor tomo a Adán en sus brazos por primera vez.

Mayo de 1968

Lucia estaba en su cuarto sentada en la cama con Adán en brazos y en eso entró Cinthia entusiasmada, conocería por fin a su hermanito, tenia curiosidad después del nacimiento de dos niñas de por medio.

• ¿Qué te parece? – le pregunto Lucia – tu primer hermano varón hija – agrego  mamá meciendo a Adán en sus brazos
• Quiero cargarlo mami – le pidió Cinthia sentándose en la cama y Lucia pone a Adán en las piernas de Cinthia a para que no lo haga caer mientras  le enseñaba a sostenerlo

Cinthia sonrío feliz y lo acarició con mucho cuidado,  era la primera vez que Cinthia cargaba a uno de sus hermanos, así después de un abrazo de Lucia, Cinthia se va a jugar con Eva afuera, se notaba el amor que le tuvo desde el momento que lo meció en sus brazos.

• Siempre lo ha mimado y querido mucho – murmuro Lucia a su marido hablando de la relación que tenia Cinthia con su hijo menor

En eso llega Eva después de estar todo el día sin aparecerse y se sienta como si nada.

• ¡Buenas tardes señorita! – le dice su madre con el ceño fruncido – ¿Se te olvido saludar? – Lucia estaba muy enojada por la hora que venía  llegando Eva, es que noche antes le pidió permiso para pasar la noche en una pijamada con amigas y no se apareció en todo este día
• Mamá te pedí permiso para ir a una pijamada – respondió Eva haciéndose un pan
• Pero ya son pasadas las 19:00 de la tarde – contesto Lucia mirando el reloj, era hora de hacer la cena – después tendremos una seria conversaciones sobre los horarios – le advirtió  Lucia, Eva ya tenía 14 años y se creía de 18 como para llegar cuando quiera, es que quería ser tratada como su hermana mayor que ya a sus 16 años se le concedió la gracia de no pedir permiso pero eso sí, avisar a donde iba, con quien y respetar la hora que su padre marcaba como límite de su regreso, en fin en eso suena el teléfono
• Cinthya contesta – le pidió su padre y Cinthia se apuro a contestar 
• Amor ¿No le dirás nada a Eva? – pregunto  Lucia frunciendo el ceño, ya que Juan estaba muy callado
• Yo le había dado permiso para quedarse cuando llamo, pero le dije que llamara a tu trabajo – le explico Juan –  ¿No te llamo? –  pregunto Juan también frunciendo el ceño
• No, no recibí ninguna llamada –  contesto Lucia mirando enojada a su hija, estaba segura que lo hizo a propósito 
• ¿Y de dónde te iba a llamar? – pregunto Eva enojada, de un tiempo a la fecha estaba muy rebelde y Lucia estaba a punto de decir algo pero interrumpe la mayor de sus hijas
• Mamá se me olvido decirte – le dijo Cinthia agarrando su cabello nerviosa – tengo que salir con unos amigos esta noche… ahora mismo, por fa – le ruega mirando a sus padres, Lucia miró a su marido, prefiere dejarle esa tarea a él
• Te quiero acá de vuelta antes de las 21:00 no quiero que te agarre el toque de queda – recomienda su padre
• Gracias papi – si la canija sabia como conquistar a su padre y sube a terminar de arreglarse

Tras eso llama a su hermana menor, Kosaki que era las más afín a Adán después de ella, porque Eva no es muy paciente y casi siempre termina peleando con él y el pequeño sobre las rodillas de su padre.

• Cherry después ¿puedes ir a ver a Adán si hizo los problemas que le di? – le pregunta, pintándose los labios
• Claro yo me ocupo – sonríe Kosaki mirando como su hermana retoca sus pestañas es toda una profesional
• Bueno gracias – sonríe Cinthia aliviada

No quería dejar a su hermano sin revisar su tarea y Kosaki era buena con lo números, como era de esperarse,  Kosaki fue al cuarto de Adán para revisar su terea antes de ir a cenar.

• ¿Cómo vas hermano? – pregunta Kosaki entrando al cuarto de Adán, ella es muy solemne con su hermano 
• Pues bien, ya termine – Adán le regala a su hermana una sonrisa radiante  tirándose  a su cama y Kosaki le va a revisar los problemas 
• Están bien por lo que veo – declara Kosaki dejando el cuaderno – pues ahí se termina, descansa que Cinthia salió con sus amigos – le avisa

Y baja de nuevo a la cocina a ayudar a su mama y a entregarle una cosa a su padre, al ver las tareas de su hermano se acordó de aquello, y no puede evitar oír la conversación que tienen sus padres, están hablando de  Adán y sus notas.

• Amor a mí también me apena que Adán no sea tan bueno para los estudios como lo son las chicas – murmura Lucia mirando a Juan
• ¿Y eso a que viene? –  Pregunta él frunciendo el ceño mirando a su esposa ya que el no dijo nada del tema
• Solo digo te vi muy molesto por ese tema –  responde ella
• Y como no, tiene que aplicarse, nadie de esta casa será un vago, les estamos dando la oportunidad que nosotros no tuvimos – murmura Juan, claro el solo completo la primaria al igual que Lucia y ninguno tuvo la oportunidad de cursar la  secundaria y no quería que sus hijos pasen las penurias que ellos buscando trabajo
• Lo sé pero no reniegues es solo un niño – suspira ella

Dándole un beso a su marido, y Kosaki se siente mal porque lo que tiene en la mano, no le va a alegrar la vida a sus padres, sobre todo a Juan, pero no podía esconder aquello, sino estaría metida ella más en un lio gordo.

• ¿Papi? – interrumpe a sus padres
• ¿Qué pasa pequeña? – sonríe papá
• Esto es para ti, me lo enviaron de la escuela – le dice y la cara de Juan se transforma a medida que leer aquella nota
• ¿Dónde está Peter? – pregunta enfadado pasándole la nota a Lucia quien mueve la cabeza con pena, ese chico pero
• Está jugando en casa de Javier papá – responde Kosaki con cara de culpa
• Pues ve a llamarlo y dile que estoy MUY enojado

Y claro Kosaki salió disparada cumpliendo lo recomendado, mientras Juan se encuentra en el dilema de no saber si cumplir o no su promesa: La próxima será el cinturón, pero parece que quien lo tiene claro es Lucia y le disipa las dudas con un beso.

• No reniegues Juan, todavía es un niño – le susurra frotando sus hombros
• Lo sé, pero ningún hijo mío se salta las clases y nos miente como lo hizo
• ¿Y qué harás?
• Pues lo de siempre… darle una buena nalguiza…