martes, 8 de agosto de 2017

El recuerdo: Cap. 7; Autora Chany

El recuerdo

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 8 de Agosto del 2017
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Capítulo 7
Tejiendo hilos
Autora: Chany
Cuando termine de hablar con Mila estaba algo aturdido. Papá le había mandado un mensaje diciendo que llegaba en cinco minutos y su novio había llegado unos momentos antes, pero ella le pidió que esperara en el auto para poder hablar conmigo a solas.

  • Me voy a acostar hasta que venga mi papá – le dije casi en estado de shock y me acosté tapándome hasta la cabeza sin esperar respuesta de su parte

Tenía mucho que procesar y en algún momento me dormí sin darme cuenta, ya eran casi las nueve de la noche, temprano teniendo en cuenta que era sábado pero había sido un día muy largo y todavía me dolía el golpe que me había dado contra la escalera en la casa de Ricardo y las costillas se me habían puesto moradas hasta esa hora.

  • ¿Se durmió? – escuche la voz de papá, aunque hablaba en secreto me despertó, pero decidí no moverme
  • Si, se acostó hace media hora y creo que se acaba de dormir – le respondió Mile.
  • Está Silvio afuera, recién lo saludé – dijo papá, me di cuenta que estaba incómodo.  El novio de Mila era un tipo de plata y eso hacía sentir mal a papá aunque Silvio jamás despreció nuestra casa ni a nosotros – no deberías hacerlo esperar tanto Mila, es un imán de asaltos estacionar ese auto en este barrio – eso era medio en broma medio en serio – yo puedo hacerme cargo de todo – le dijo y escuché como se abrazaban – gracias por todo
  • Ja! Gracias a ti – le respondió ella olvidándose que no querían despertarme – Jhonny y yo nunca vamos a terminar de agradecerte todo lo que hiciste por nosotros – y mi tía sollozó sentimental como siempre
  • No te pongas así, no quiero que estés cargando problemas porque tienes que estudiar – le recordó la importancia de sus estudios como siempre – yo voy a hablar con él en cuanto se despierte y después voy a llamar al abogado del padre de Miguel. Recién hablamos y dice que no tengo de que preocuparme
  • Eres un padre excelente,  claro que no tienes de que preocuparte – le confirmo Mila y se fueron afuera a seguir hablando por lo que no pude escuchar más.  Solo sé que Silvio se unió a la conversación porque se oían los murmullos de las tres voces y unas risas de vez en cuando.

Yo me quedé pensando en lo que había hablado con Milena. No podía dejar de preguntarme donde habría ido a parar si papá no me salvaba, a donde habría ido a parar si mi vida hubiera dependiendo de un hombre como Ricardo.

  • Ernesto fue a buscarme a la escuela ese día – me había dicho Mila – me dijo que mamá se había puesto mal pero yo no supe hasta tiempo después que el motivo era que ella había discutido con mi padre porque él quería correr a tu papá de la casa y le había dado una paliza – ella estaba enojada de solo recordar lo sucedido, me contó la historia con el ceño fruncido mientras se le humedecían los ojos, mirando a la nada como si estuviera reviviendo aquella época en su mente.
  • Casi no recuerdo nada de esa semana – confesó con una lágrima colgando de sus pestañas – después de que nos dijeron que mamá murió y que tú estabas en una incubadora todo paso rápido, solo recuerdo partes del funeral y el entierro y cómo Ernesto tuvo que cargar conmigo sin poder permitirse llorar con la idea de ser fuere para mi, sintiéndose culpable – apretó los labios y me miró unos segundos, no supe en que estaba pensando pero creí entender cuando ella comenzó a hablar de nuevo – No fue culpa de Ernesto – me dijo pasándose las manos por la cara y yo me sentí fatal porque había algo que me daba vueltas en la cabeza desde que Ricardo me había dicho como murió mi madre
  • Fue mi culpa – solté sintiendo como las palabras me daban la razón al pronunciarlas en voz alta – yo mate a mamá cuando nací – dije como confesando el crimen que sentía que había cometido sin permitirme llorar. No tenía derecho según yo
  • Pero que tonterías estás diciendo – me reclamó mi tía como si hubiera dicho una estupidez – aquí el culpable es Ricardo. Él sabía que mamá estaba delicada y armo un escándalo y casi te mata a ti también – me tomó por los hombros para que la mire mientras hablaba – el que menos culpa tuvo en todo esto fuiste tu – entonces me abrazó – eras un bebé muy frágil… y muy lindo también –  sonó triste primero pero después me miró sonriendo y me contagió su risa – eras tan bonito… ¿que habrá pasado? – se burló insinuando que ahora no era bonito y se rió
  • ¡He! sigo siendo lindo – le reclame fingiendo estar ofendido y reímos ambos por un rato

Me hacía falta reír, sentía que el aire no me llegaba a los pulmones y tenía algo atravesado en la garganta pero después de reír sin verdadera razón me sentí mejor.

  • No quiero que te sientas culpable por esto. Tu papá estuvo muchos años cargando una culpa que no era suya y no quiero que te pase lo mismo – me dijo en cuanto dejó de reír y yo asentí tratando de creer que yo no tenía la culpa. Al fin pude suspirar y seguir escuchando lo que había pasado
  • Mi papá dijo que Ricardo lo corrió cuando mamá murió – le dije esperando que ella confirme o niegue aquello
  • Lo echó antes, durante y después – me respondió y yo no entendí nada. Debió darse cuenta que no me valía su explicación y haciendo una mueca extraña reformuló la respuesta – la pelea fue porque Ricardo  lo quería echar de la casa – me explicó – pero cuando mamá se puso mal fueron al hospital a las apuradas y en cuanto se quedaron solos lo volvió a echar. Entonces Ernesto me fue a buscar a la escuela y me hizo de comer, me dijo que me cambiará el uniforme por una ropa más cómoda y me llevo a la clínica. Cuando llegamos Ricardo me recibió y volvió a correr a Ernesto pero él no se quería ir – hizo una pausa para tomar agua y me acerco el plato dejando claro que quería que termine de comer – ese día naciste y Ernesto te quería conocer pero mi padre no lo dejaba que se acerque y prohibió a los médicos dejar que él entrara a dónde estabas. Solo te podíamos ver a través de un cristal y apenas se te veía porque tenías cables y mangueras por todos lados, además de un pañal que te quedaba un poco grande porque eras pequeño, aunque casi naciste a terminó
  • No hay fotos de cuando nací ¿verdad? – pregunté porque en casa sólo habían fotos desde que yo tenía cuatro meses más o menos, había llegado a pensar que era adoptado cuando era chico porque era raro que papá nunca quiera hablar de mi madre y no haya pruebas de mi nacimiento, tan equivocado no estaba después de todo. Pero después de ver la foto en casa de Ricardo pensé que tal vez habían más fotos pero las tenía él
  • No era un momento en el que estuviéramos pensando en fotografías – respondió con una mueca forzada de sonrisa y me sentí estúpido por preguntar aquello – es que tu habías nacido pero mamá estaba grave, no podían mejorar su presión y un par de horas después falleció.
  • Lo lamento –  le dije cuando vi que se había puesto mal
  • Yo también – me respondió y volvió a acercar el plato para que termine mi comida – al menos pude despedirme de ella – me dijo como autoconsuelo y después se molestó. Ella era muy transparente en sus facciones – el pobre de Ernesto ni siquiera pudo hacerlo. Ese imbécil de Ricardo no lo dejo entrar a la sala velatoria. Eso jamás se lo voy a perdonar, lo llamó asesino y tu papá tuvo que pasar el sepelio en la puerta de la sala como un mendigo – dijo con rabia y yo odie un poco más a Ricardo – tu papá tenía diecisiete años nada más – se lamentó limpiándose la humedad de los ojos antes de que se conviertan en lágrimas – yo en ese entonces no sabía lo que había pasado y creía que él no quería entrar. Cuando yo me sentía muy mal él me llamaba afuera y me consolaba. Ricardo estaba tan ensimismado que no podía ni siquiera consolarme – dijo con rencor y me di cuenta que una parte de ella todavía quería a su papá y resentía su ausencia.

No sabía qué hacer porque en trece años solo me habían consolado a mí, jamás había tenido que consolar a nadie así que hice lo que pude dándole un abrazo.

  • Por suerte papá es bueno consolando ¿no? – le dije y eso sirvió más que mi abrazo porque sonrió y levantó la cabeza respirando hondo para calmarse y no llorar
  • Si, es bueno en eso y tu también – me dijo y aunque creo que más bien se calmó para que yo no llorara, en ese momento me sentí útil – ahora termina esa comida de una vez que se está enfriando – me retó sin razón pero yo tenía hambre así que no me iba a poner a discutir
  • Entonces? – la anime a segur después de dar un bocado y ella me acarició la cabeza y siguió hablando
  • El tiempo cura muchas cosas y ahora sé que tal vez en esa época Ricardo no era malo sino que estaba perdido y muy triste, deprimido más bien – dijo reflexionando sola y aunque no estuve de acuerdo porque para mí Ricardo si era malo, en realidad no conocía la historia así que no dije nada – habían días en que no se levantaba y comenzó a beber – había tenido un compañero en el colegio ese año cuyos padres se separaron porque su papá era alcohólico y nos habíamos hecho muy amigos y me contaba cosas así que pude imaginar cómo había sido aquella época.
  • Papá seguía viviendo en casa de Ricardo? – pregunté porque Mila parecía no querer seguir hablando
  • Si, es que Ricardo andaba tan cambiado – y de repente agarró uno de los tenedores de plástico que llegaban en el pedido y lo apretó hasta doblarlo en dos y levantó la voz – todos habíamos perdido a mamá, pero ‘él era nuestro padre! Después de que mamá murió no le importamos ¡más! Solo Ernesto nos cuidaba, por eso no lo corría realmente – a pesar de ser hermanos biológicos nuestras historias eran muy diferentes. Mi madre había muerto y mi padre había dado todo por mí en cambio Mila había quedado huérfana y agradecí no haber tenido conciencia de eso
  • ¿Yo ya vivía con ustedes? – pregunté y Mila levantó una ceja como si no hubiera entendido – quiero decir si ya me habían dado de alta
  • Ha… si, solo una semana después de que murió mamá te llevamos a casa – me dijo – fue Ernesto el que te cuidaba, a veces yo también pero tu papá no quería que descuide el colegio… ya sabes cómo es con eso – dijo con una sonrisa de nostalgia a pesar de la tristeza de sus ojos. Y si, para papá los estudios son importantes – supongo que es así porque apenas pudo terminar el bachillerato – concluyó haciendo que me plantee más dudas.

Hasta ese día había creído que mi papá era un chico precoz que había embarazado a una fulana y después tuvo que trabajar pero ahora sabía que no era así quedaba aclarar exactamente como termine viviendo con Ernesto como mi padre y fue así exactamente como se lo pregunté a Mila y ella suspiró insistiendo con al plato que termine de comer y hablo.

  • Tu papá cumple años en Noviembre – me dijo como si yo no supiera – entonces cuando cumplió dieciocho dejó la escuela faltando un mes para graduarse y al día siguiente comenzó a trabajar. Papá un día lo corría de casa y lo trataba mal y otro día lo ignoraba como si no lo viera al igual que a nosotros, así que no le dijo nada por su decisión – algo de eso si sabía porque una vez a papá se le escapó decir que cuando yo era bebé él trabajaba y había terminado el bachillerato rindiendo libre las materias así que lo que más me llamó la atención era la naturalidad con la que Mila le había dicho papá a Ricardo sin darse cuenta –para eso tu ya tenías tres meses – me confirmo mis cuentas mentales – un día Ricardo salió ebrio en su auto y chocó, destrozó la vidriera de un negocio y lastimó a una persona
  • ¿Ricardo tenía una camioneta? – pregunté recordando la fotografía que había visto en casa de Ricardo esa mañana
  • Si, una verde – me  confirmó sin preguntar cómo lo sabía yo, estaba concentrada en su recuerdo – a él lo mandaron a prisión por dos años y a ti y a mí a un hogar de menores. Fue entonces cuando el padre de Miguel nos consiguió este terreno y le “prestó” el abogado a tu papá para que consiga la custodia de nosotros

Me sentí mal porque Muchas veces, cuando estaba enojado, había pensado mal de papá. Pensaba que era un idiota que no se había puesto condón y se quedó con un bebé que no quería y ahora sentía que le debía la vida, aun más que si fuera mi padre biológico. También me sentí mal por las veces que don Víctor, el papá de Miguel, me había invitado a su casa porque él y su esposa vivían solos, sus hijas mayores vivían en el extranjero y Miguel trabajaba en el mismo puesto que había trabajado su padre en la empresa donde mi papá también trabajada, así que la pareja de ancianos se aburrían y yo no había querido ir. Si no fuera por ese señor tal vez yo no podría haber vivido con mi papá, me dije que en la próxima oportunidad iría a verlos.

  • Pero, cuando salió de prisión Ricardo no vino a buscarnos? – pregunté dándome cuenta de que era extraño de que haya esperado tantos años para acercarse en vez de mirarme desde lejos como hacía siempre
  • Si nos buscó – dijo haciendo una mueca de fastidio – la custodia de Ernesto era temporal así que cuando salió tuvimos que ir con él – y Mila volvió a insistir acercándome el plato como si yo pudiera comer con lo que me estaba contando
  • Ya no tengo hambre – respondí a su odioso gesto
  • Tienes que comer – no fue una sugerencia y me molestó que insista con algo tan tonto en un momento así
  • No me jodas! – le reclame empujando el plato – quiero hablar y no tengo hambre – le explique – AUUUUU – me queje. Me había agarrado la oreja cuando estaba desprevenido
  • No me hables así y mejor haces caso o le digo a tu papá – me retó con su amenaza habitual
  • No me puedes hacer así – me enojé – eres mi hermana mayor nada más –  le dije porque si ya sabía la verdad no me podía tratar así ni retarme
  • Mira Jonathan más vale que me bajes el tonto porque por años fui tu tía,  me comporte como tal, te cuide e incluso te cambie los pañales así que no va a cambiar nada entre nosotros – me dijo apretando la mandíbula, parecía que se estaba conteniendo de darme un sopapo así que me asusté. Es que solo faltaba que diga “yo soy tu tía” al mejor estilo Darth Vader – Entendido?
  • Si tía – les respondí y prácticamente engullí la comida. Es que en realidad si tenía hambre… eso que me dio cagazo hacerla enojar.


8 comentarios:

  1. Me da una bronca que lo dejes ahí en lo mas interesante, te pasas Chany, me das como gotero esto, jajajajja
    Pero que buena esta la trama, se van resolviendo los misterios, me da una rabia enorme que un padre tenga que ahcer eso con sus hijos, pero como todo, nadie sabe como uno reacciona hasta que esta frente a una situacion similar, pero duele que un padre rechace a un hijo por una confusión y no le de la oportunidad de hablar, pero eso desnuda lo que realmente siente dentro, una homofobia que quizás tenga que ver con su modo de crianza, y se cerro tanto que no es capaz de ver mas allá y prefirió su orgullo a su amor de padre.
    No te tardes

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  2. Chany eres mala ya me quedan uñas para morder que hizo ese infeliz

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  3. Que gracia la del niño, querer tratarla como hermana a conveniencia a su "Tia" jajajajja, pobre pequeño le han bajado los humos de una sacudida, es que cuando los parientes empiezan a hablar de pañales ya estamos mal, empiezan a sacar vergonzosos trapos al sol, jeje
    Me encanta Chany, por favor no tardes.

    Olivia

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  4. jajajaja se quería pasar de listo con la Tía jajajaja
    Uuufff que coraje me da ese Ricardo por todo lo que le hizo pasar a sus hijos!!
    Chany como va el siguiente capítulo??

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  5. Me encanta esta historia. los personajes y como se va narrando todo. Me dio risita el jalón de oreja que le Mila al pobre chico pero fue la única cosa que funciono para que terminara de comer.

    Ernesto fue y es un gran padre saco adelante a sus hermanos por sus propios medios, no cualquiera hace eso asi que todo un super papá.
    Espero el próximo capitulo :)
    Maryc

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  6. mas te vale continuar y que no le gane la custodia ya??? mira q esta tia me encanto y mas el padre del chico no el donante de esperma ¬¬

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  7. Despues de leer la historia desde los ojos de la tia-hermana aun pienso que Ricardo es una bestia, él no era el único que sufrio la muerte de su esposa sus hijos también sufrieron la muerte de su madre.
    Ernesto no puede perder la custodia de Jhonny.

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  8. Erina
    Pd.:Olvide poner mi nombre XD

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