Mi drama en pocos pasos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 8 de Agosto del 2017.
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Capítulo
dieciocho
Bésame mucho
Autora: Marambra
Habían pasado algo así como 4 meses desde que
Daniel me regalara a su papá, cuatro meses que mi depresión seguía conmigo como
una vieja gruñona a mi lado, sentándose antes que yo y amargando mi existencia
y empeorando de paso… muchos años después pude identificar la razón a
cabalidad, no solo eran los problemas imaginarios que tenia con mi madre, bueno
no eran imaginarios, eran reales, mi papuchi se había muerto, mi madre había
volcado toda su atención a mi hermano menor y a eso se sumo otra gran desgracia
que si soy sincero lo supe desde siempre en el fondo de mi corazón: que mi
querido tío Petre era eso, mi tío y nunca podría ser mi papá aunque mi primo
Daniel me lo había regalado, fue duro llegar a esa conclusión, pero era algo
que tarde o temprano saldría a relucir y yo como todo en la vida, tendría que
aprender como todo lo que estaba aprendiendo en la escuela, pero lo gracioso e irónico
es que aquella dura lección la aprendí nada menos que en el colegio, ¡vaya que mi
papito tenían razón!: el colegio es fuente de sabiduría y en mi caso no solo
fue el lugar donde aprendí a leer y escribir sino darme cuenta de que era un
simple huérfano o más que eso… ser consciente de lo que eso significaba
Y nadie necesito decírmelo, nadie tuvo que
sentarse a explicarme lo que estaba pasando, no fue una lección que mi señorita
había escrito en la pizarra, ni la lectura que nos hicieron antes de tocar la
campana, en todo caso fue un conocimiento que adquirí como seguro lo hicieron
en su momento Sócrates, Sófocles, Aristóteles
y demás dementes del mundo de la filosofía,
tras sentarme y asumir el papel más antiguo del mundo: el de observador
empedernido, y debo decirles que tuve todo el tiempo del mundo para
perfeccionar aquel arte, empezó un lunes cualquiera cuando la salud de mi
hermano fue empeorando, mi madre solía recogerme del colegio, claro que antes
lo hacía papá, esos fueron los días más felices y brillantes de mi vida y
seguro eran felices porque yo era un ignorante acabado… es que hay un viejo dicho
que pregona, que en el amor, en la salud y en la amistad, se es mas dichoso por
lo que se ignora que por lo que se conoce o llega a conocer, y yo ese tiempo no
conocía la palabra tristeza en toda su extensión, no sabía que era el dolor o
la pérdida, solo sabía que cuando papá estaba conmigo lo pasaba estupendamente
bien, y mi hora favorita era la salida del colegio… cuando él venía me alzaba
por los aires y me giraba como un molinete al viento, aún ahora puedo sentir la
brisa besar suavemente mis mejillas y la mano del viento despeinar mis
cabellos, tras eso me sentaba sobre sus grandes y cómodos hombros y
regresábamos al coche entre risas y alegrías y de pronto todo eso termino y empezó
a recogerme mi madre, hubo un cambio de papeles pero no fui consciente de eso
hasta que una mañana se olvido de mi…
Desde entonces habíamos estado en casa de
mis abuelos paternos, con el caos del próximo parto y la internación de mi
madre, el nacimiento de mi hermano, su enfermedad, sus constantes idas al
hospital de emergencia, pues más de uno venia a recogerme del cole, a veces era
mi abuelo o mi abuela, otras tía Rahela, la mas de las veces fue Flash o Daniel
y casi, casi siempre mi tío Petre, pero cuando mi hermanito empezó a
estabilizarse, a estar mejor mamá reasumió su natural papel y empezó a venir
ella y yo creí que todo estaba volviendo al curso natural de los hechos, creí que las cosas estaban empezando a
asentarse, ya no la veía llorar por los rincones así que creí que estábamos
entrando en una etapa de meseta, lo que ignoraba era que todo eso fue a pedido
de mi señorita, ella le había recomendado a mi madre no llorar delante de mí,
ignoraba que la habían convocado a un reunión especial que nada tenía que hacer
con mi disciplina y desempeño, por eso nadie me aviso nada y ella acudió no para
una queja de mi sino para oír lo mal que lo estaba haciendo como madre conmigo;
yo no tenía idea que había un psicólogo en la escuela y que él hombre este que
charlaba conmigo algunos recreos revisaba los dibujos que hacíamos, según él
mis dibujitos eran funestos, plagados de tristeza y soledad y que mi madre tenía
que hacer el esfuerzo de darme seguridad; nunca me dijo nada verbalmente aunque
no creo que lo haya entendido a esa edad,
pero ahora que lo recuerdo mamá empezó a cuidar más de mi, venia en las
noches a querer leerme un cuento, a darme un beso a bañarme y cosas como esas,
pero habían sido tantos meses de esperar aquello que al final yo había tejido a
mi modo una barrera contra su amor, la esquivaba siempre que podía, me limpiaba
sus besos no porque estuviera cubierta de lápiz labial que me incomodara, sino
porque nunca más después del nacimiento de mi hermanito, me dio un beso en exclusiva,
en mi corazoncito herido y solitario creí eran besos que le sobraban y como ya
no podía dárselos a mi hermanos me los chantaba a mí para que no le moleste a
ella.
Y bueno seguro muchos se preguntan de dónde
saco tan descabellada idea… es que en mis tiernos años, cuando papá estaba vivo
y me abrazaba, solía lloverme de besos…
- ¡OH por Dios! Me inundo – solía gritar papá en un teatro que montaba para mi satisfacción – tengo una lluvia de besos para mi pajarito que si no dejo que salgan inundaran mi corazón y me moriré
Recuerdo que me alzaba en sus fuertes y
suaves brazos mientras yo reía y apretaba mi cuello mientras él tarareaba una canción…
conocen ese bolero que dice: Bésame, pues papá tarareaba aquello mientras besaba mi cabeza, mis ojos,
mi nariz mojada, mi cuello sudoroso de tanto jugar sin sentir asco de mi
pequeña fetidez, era un ritual que teníamos los dos, aquel entonces mamá
recuerdo que le dijo.
- ¿Porque tarareas eso?, si es una canción para chicas
- ¿Quién ha dicho eso? – pregunto mi padre frunciendo el ceño sin bajarme de sus brazos – es una canción que habla del amor y de lo que puede pasar mañana, no dice que es a una chica o un chico o a un niño – le contesto mirándome con una sonrisa y yo le pedí que me lo cante mientras me bañaba y papá me lo canto noche antes de que se muriera
Aquella noche envuelto en una enorme
toalla me tiro a su cama y empezó a secar mi cuerpo, y en cada pedacito de piel
mojada que pillaba me daba un beso tarareando aquello Bésame, bésame mucho, como si fuera esta
la noche la última vez, reí tanto, pero tanto con aquello porque al menor
descuido besaba mi cuello imprimiendo música, la música de ese bolero Bésame, bésame mucho que tengo miedo a
perderte, perderte después, ahora que lo pienso el que lo perdió fui yo, papá esa
muerto y está en el cielo donde no hay dolor ni miedo, en cambio yo me quede
aquí solito sin él y sin sus besos rechazando los que me daba mi madre porque
en mi inocencia realmente creía que los besos eran una lluvia que no se podía
dejar dentro y por eso porque ya no podía besar a mi hermano para no despertarlo
me besaba a mi porque no le quedaba otra
¡Como quisiera! tener a mi papa conmigo
como dice la canción Quiero
tenerte muy cerca mirarme en tus ojos verte junto a mí, piensa que tal vez
mañana yo ya estaré lejos muy lejos de aquí… si yo hubiera sabido que
mi papuchi se iba a morir al día siguiente, que ya no iba a mirarlo nunca más,
ni alegre ni triste ni enojado, que se iba a ir tan lejos donde yo no podía ir,
entonces hubiera hecho lo que me pidió… darle un beso, yo no entendía que papa
me estaba pidiendo un beso, él me besaba, besaba mi frente, mi cabeza mojada,
mi nariz sucia, mi boca llena de dulce, mis manos con tierra, mis dedos con
uñas mugres, mis pies cochinos de jugar, mi espala lastimada hasta mi trasero después
de bañarme y yo no… yo solo le daba un abrazo apretado, entregando mi cuello egoísta
para que el me dé un beso musical, pero nunca se me ocurrió darle un beso
primero o cantarle una canción.
Me ha costado mucho, mucho aprender a
vivir con ellos, sobre todo cuando nadie más me canto nada parecido a eso, sobre
todo cuando mi madre nunca más me dio un beso en exclusiva, los besos que me
daba me parecían forzados, no eran como esos besos que yo observaba en mi
compañeros del cole, llenos de amor y de alegría, a los míos y a los de mi
madre les faltaba algo… no sé lo que era, aun ahora no logro saber que era lo
que le faltaba, no puedo decir que no era amor, quizás simplemente le faltaba
mi confianza, quizás solo era eso, dejar de lado mi egoísmo infantil y aprender
a compartir al único padre vivo que me quedaba, y entender que su mundo no era
fácil para ella estando sola con dos niños chicos, uno deprimido y difícil y el
otro bebé y enfermizo, que suerte perra la de mi pobre madre, tener un hijo egoísta
y ruin como yo.
Que mala a ella le haces regalo y a mi me haces estrujar el corazón con esta historia. Yo me ahogo pero no de besos sino de dolor esperando ver un rallito de luz en esta historia. Ya quiero leerlo.
ResponderEliminarNo me acordaba que había comenzado con mousse la historia pero feliz cumple a Dunkan que a mousse ya le dije jajaa
Cuando ese niño va a descansar se le nota a mil leguas que ya está en una muy grande depresión y se siente muy desplazado la mamá lo está pasando mal pero tiene que ponerse las pilas con el niño
ResponderEliminarNo sabía que cumplía un año
Felicidades
Mi corazon se ha partido, que triste... tienes que darle un final super feliz, no puede seguir asi.
ResponderEliminarFeliz cumpleaños Mousse y que bonito regalo te han hecho.
Ginebra
Que triste me supo este capitulo, como puede ser que tanto dolor albergue. Tienes que hacer algo por el y su mamá no pueden seguir asi, no es justo :(
ResponderEliminarOlivia
Que ternura de niño lo amo aunque este capitulo se me fue entre las manos de lo cortito que es T.T
ResponderEliminarLa madre tiene que empezar a razonar la situación, que hasta los profesores se den cuenta antes que ella solo de muestra el fracaso que esta teniendo la mujer... no la culpo tiene otro hijo que ocupa de ella, es mas pequeño y esta enfermito pero media hora que le dedicara al pequeño creo que con eso el niño la llevaría menos de perder. Es una linda y triste historia que me encanta amo a ese pequeño.
Maryc
Y pensar que mi pequeño cumplio un año de nacido y su mama todavia no es capaz de quererlo por si mismo TT_TT, me da mucha pena y espero que aprenda a amar a su hijo...la soledad es triste vaya qeu si y mas para mi pobre pequeño TT_TT
ResponderEliminarEs un niño tan pequeño como puede tener tanto dolor en su corazón... es tan triste :(
ResponderEliminaru.u pobre pequeño que pena por todo lo que pasa!!
ResponderEliminarMe dan ganas de meterle un par de bofetadas a esa mujer para que se entere que tiene dos y no un solo hijo!!
Que terrible pobre niño
ResponderEliminarLindo regalo 📦