El amor hace a una familia 2ª Temporada: Cap. 5; Autor Adan

El amor hace a una familia

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 15 deSeptiembre del 2017.

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Segunda temporada

Capitulo 5

Autor: Adán

Ya había pasado un mes de la ultima paliza que les dio papa a los dos diablillos que tenia, y los niños ya estaban de vacaciones pasando todos de grado, pese a que Adán reprobó una materia y tuvo que dar un examen extra lo mismo que Peter.

Pero ahora todos estaban entusiasmados con la idea de la visita de la abuela, Piccarda como todos los veranos se preparaba para ir a pasar unas semanas a casa de su hija ya que quería ver a sus nietos regalonearlos y consentirlos, les compro regalos como siempre y a Peter lo empezaba a tratar como su nieto que no lo hacía al principio pero en fin se preparaba para irse cuando recibe una visita tal vez no deseada…

Lunes 12 de julio de 1976

Rancho de Piccarda

Eran cerca de las 11 de la mañana y Piccarda ultimaba los detalles para su viaje, pocas cosas, pero quería dejar todo listo antes de ausentarse, estaba envolviendo los regalos para sus nietos, incluso el de Peter a quien había empezado a tratar como a su nieto desde que Juan le reclamara por la distinción que hacía, reprochándole que siendo madre ella trate diferente a un niño inocente, que se portaba como su ex marido, una comparación que no le gusto a Piccarda.

• Yo no soy como él, yo no estoy golpeando al niño – dijo a la defensiva
• No es necesario meter un puñete para dañar a un inocente – había sido su respuesta – y si vas a comprar juguetes solo para mis hijos biológicos, te ruego que no lo hagas – le dijo y alzo a Peter en sus brazos porque no dejaba de llorar mientras el pequeño Adán se acerco a Peter metiéndole en la boca el caramelo que chupaba y le daba el carrito que trajo Piccarda para él, pero Peter no quiso cogerlo y solo lloro apretándose en el cuello de Juan, sin entender porque la abuela no lo quería

Sin duda una dura lección que aprender, sobre todo cuando la siguiente visita fue la misma Lucia que le devolvió las galletas porque tampoco trajo nada para Peter, y se sorprendió, habían pasado como 5 años de aquello y desde entonces compraba todo doble para los muchachos, en esto estaba cuando alguien empezó a tocar el  timbre insistentemente ¿Quién podía ser a esta hora, tan inoportuna? se preguntaba así misma mientras se dirigía a abrir la puerta mirando su reloj, si no se apuraba perdería el bus.

• Piccarda… Al fin después de tantos años te veo – murmuro el hombre que estaba frente suyo…. Pedro
• ¿Tú? –  responde Piccarda frunciendo el ceño y volviéndose pálida de pronto como si hubiera visto un fantasma

Pedro era el ex esposo de Piccarda y el verdadero padre de Antonio, Ana  y Lucia que desapareció de la noche a la mañana hace ya 35 años atrás y le informaron a Piccarda que murió en campo de batalla, Pedro era contemporáneo de Piccarda militar de profesión, francés de nacimiento y como tal fue convocado a tomar parte de las tropas  de la coalición contra Hitler, corría el año de 1941 y ambos vivian aquel entonces en el sur de Francia donde el abuelo de Pedro tenía unos enormes viñedos, joven, altanero y con el alto sentido de patriotismo, el no dudo ni un momento en dejar a su mujer y alistarse en las tropas y ser declarado muerto en campo de batalla, motivo por el que la familia de Pedro  le dio la espalda a Picarda y migro de nuevo a Mexico. Ella nunca fue santo de la devoción de sus suegros, no querían que se case con un latina, así que le dieron la espalda en el pero momento de su vida, y ella orgullosa como era, cogió sus hijos y su ropa y regreso al lado de los suyos donde conoció a  Juan José, el hombre que sus  hijos y casi todo el mundo creía padre de los niños, abusivo y alcohólico cuya ley eran los puños tanto para Piccarda como para los niños…¿la razón?... simple, los niños no eran suyos sino de un supuesto rival que según Picarda estaba enterrado en algún campo fuera incluso de las fronteras francesas y ahora estaba aquí frente a frente haciendo que reviva dolorosos recuerdos, sobretodo que tuvo que lidiar sola con sus tres hijos,  Antonio estaba por cumplir los 5 años, Aña tenía cerca de 3 y Lucia 3 meses.

• ¿Entonces si iras a la guerra? – le pregunto Piccarda sentándose a su lado, inquieta
• Debo hacerlo amor…Es parte de mi trabajo como militar, sé que desde el nacimiento de Lucia que no nos vemos pero debo hacerlo – le respondió Pedro tomando de las manos a Piccarda
• Pero – y se que do callada, el miedo la paralizaba – esa guerra no tiene para cuando terminar – prefirió decir antes de siquiera mencionar que tenía miedo a que algo le pasara lejos de ella
• Ya verás que antes de nada todo se termina – prometió él besando sus manos – pero te escribiré cartas y como siempre estaremos en contacto – y le beso en la frente
• Está bien… pero prométeme que cuando termine la guerra dejaras de ser militar y vendrás a casa con nosotros – le pidió Piccarda con los ojos rojos ya de empezar a llorar
• Te lo prometo…

Al día siguiente Pedro y Piccarda se despidieron y por meses estuvieron enviándose cartas hasta que un día le informaron que Pedro había muerto en acción, pero la información fue errónea a Pedro lo tomaron detenido hasta que acabo la guerra fue liberado los primeros días de 1946 y ahora estaba ahí, 35 años después.

• ¿Qué haces aquí? ¿No que estabas muerto? – pregunto  Piccarda enojada, ya no sabía si alegrarse de que no estuviera muerto o querer de verdad que lo estuviera; lo que si tenía claro es que si Pedro no hubiera desaparecido se hubieran evitado muchas cosas
• No… Me detuvieron hasta que acabo la guerra, había ido a buscarte pero me dijeron que te marchaste, que no quisiste quedarte – contesto Pedro decepcionándose de la actitud de Piccarda al recibirlo, bueno obviamente no lo iba a recibir con los brazos abiertos después de 35 años
• Que me echaron querrás decir – aclaro y Pedro frunció el ceño – pero eso no importa ya, no creo que hayas estado 35 años buscándome – dijo con sorna – seguro también has rehecho tu vida con otra – agrego  Piccarda a punto de cerrar la puerta pero Pedro la detiene
• Bueno es verdad y tuve más hijos pero – no pudo decir más, fue interrumpido por Piccarda que el oír aquello se sintió muy enojada, fue como una puñalada
• ¡LARGO! – le grito a todo pulmón
• Pero no te pongas así déjame explicarte – le pidió Pedro pero Piccarda no quería saber nada
• ¡Largo que acá llamare a la policía! – lo amenazo y en eso se aparece Antonio que escucho los gritos
• ¡¿Quién es usted? – pregunto mirando al hombre que tenía delante, no se le hacía nada parecido, pero para Pedro fue diferente, era su hijo, su primogénito – ¡¿Qué es lo que quiere usted con mi madre?!... ¡SUÉLTELA – le ordeno al ver que Pedro no soltaba la mano de su madre – ¡DE EN PAZ A MI MADRE! – volvió a gritar acercándose peligrosamente muy enojado con los puños cerrados, la intención era clara
• Por favor vete – le pidió de nuevo Piccarda
• ¡DIJE QUE LA SUELTE! –  y ahora si Antonio levanto la mano apunto de calcarle un puñetazo
• ¡Antonio no! – lo atajo Piccarda agarrándolo del brazo y atrayéndolo hacia ella
• Está bien, ¡Calma! ya me largo – contesto Pedro retrocediendo unos pasos al ver que Antonio no tenía intención de bajar el puño
• Por favor hijo – le rogo Piccarda muy nerviosa – y tu también por favor ¡vete! – le ordeno a Pedro
• Está bien Piccarda  me marcho pero volveré y si es necesario arrodillarme y suplicar por tu perdón lo hare – prometió  Pedro como última palabra antes de marcharse
• ¿Quién era él? – pregunto Antonio frunciendo el ceño mirando a Piccarda

Y Piccarda solo guarda silencio y abrazando a su hijo, nunca pensó que volvería ver a Pedro, ¿porque había vuelto?.

Pedro