Microcorto: Micha
Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 21 de Noviembre del 2017
Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
“Mejor es represión manifiesta que amor oculto”
(proverbios 27.5)
Autora: Dany
El siguiente relato está inspirado en la historia original titulada Micha y la ley de Dios cuya autoría le corresponde a Marambra, es un relato que me gusta mucho y he decidido escribir este corto, espero que les guste a todos.
******
Ezequiel insto a Helen y a Engel a
conversar en la cocina lejos del niño y tomando un vaso de agua se sentó en uno
de los taburetes de la cocina y atrajo la muñeca de Helen y conversaron
largamente estando Engel un poco incómodo de la situación.
- ¿Qué fue lo que paso hija? – preguntó con amor Ezequiel a Helen
- Pasa que estoy molesta, Micha se está acostumbrado a responderme groseramente – dijo ella mirando a su esposo un poco mal humorada
- ¿Ahora qué te dijo? – pregunto Ezequiel perspicaz
- Le dije que necesitaba salir a conocer a los muchachos de la comunidad, que hacer amigos le haría bien y me respondió que no iba hacer amigos porque pronto se iría del pueblo con o sin nuestro consentimiento y que dejara de molestarlo que todo era nuestra culpa – Ezequiel conocía muy bien el miedo que tenía que Micha siguiera los pasos de su padre, ese era el gran temor de Helen y suyo propio y por eso era un poco más sobreprotector con el niño y más exigente
- Debemos corregirlo, no me gusta que tenga esas ideas alocadas de tomar sus cosas y escabullirse por las ventanas eso no está bien – dijo Ezequiel a Helen y observo como su hijo Engel apretó los maxilares como si no estuviera conforme con lo dicho o tuviera algo que decir y se lo guardara por no decir algo adecuado pero quería también que Engel le hablara y le diera su opinión aunque estuviera errado – ¿Tienes algo que decir? – pregunto Ezequiel a Engel y este levanto la vista que hasta el momento la tenía clavada en las manos para mirar a su padre a los ojos dudando si decirle lo que pensaba
- No es nada papá – dijo mirando la puerta
- Engel yo quiero saber tu opinión, conoces a Micha y el confía en ti – presiono un poco más Ezequiel
- Siento que están siendo muy duros con el – ya está ya lo dije pensó Engel, que nervios le producía tener que decirle a su padre que estaba equivocado, pero ni por asomo le diría que lo estaba, ¡no señor! no le temblaría la mano para ponerme en su sitio
- Nuestra manera de valorar a un hijo influye en como los criamos y el tiempo que invirtamos en ellos, de algún modo nuestro Dios tiene que alumbrar nuestros ojos al entendimiento – le dijo mirándolo seriamente – lee efesios 1,18 hijo para que entiendas el valor de los tesoros que él ha encomendado a nuestro cuidado – agrego olvidándose que Engel conocía la bíblica – un niño es un ser eterno, hecho a la imagen de Dios, conforme su semejanza. Y algún día, Dios querrá morar en este maravilloso niño que nos ha encomendado… yo no puedo dejar pasar que nuestro hijo se salga por la ventana con sus pertenecías con la idea descabellada de adentrase en la selva para huir buscando que le pase algo malo – dijo Ezequiel y a Engel todos los argumentos que tenía en la cabeza de que su padre era estricto e inflexible fueron echados por tierra, su padre tenía razón… pudo haberle pasado algo si se adentraba en la selva
- Tienes razón papá, lo siento – dijo Engel sonriéndole a su padre tímidamente y Ezequiel le devolvió la sonrisa, su niño no había cambiado nada, era el mismo muchacho de siempre y dio gracias a Dios porque los paganos con los que estuvo rodeado durante dos años no le cambiaron del todo
- El punto no es que me creas y me des la razón… el punto es que entiendas que todo lo que le damos a nuestros hijos sean besos o azotes son por su bien, ningún padre quiere el mal para su hijo – dijo a su hijo que asintió con la cabeza
- Vamos hablar con Micha – interrumpió Helen – tendrás que ser tú quien se encargue de este inconveniente no me gusta para nada su actitud tal vez Engel tiene razón y estamos presionando más de lo que debemos ya que él no nos entiende, no está acostumbrado a estar con nosotros pero no le podemos dejar pasar andar con esas ideas – dijo a Ezequiel y en esto último mirando a Engel pues sabía que no estaba de acuerdo con que corrigieran a Micha con unos buenos azotes, pero se los merecía pensaba Helen pues Micha la estaba haciendo renegar demasiado con su mala actitud
- Vamos querida – dijo Ezequiel a Helen dejándola pasar por delante de él para ir hablar con su pequeño hombrecito, Engel se hizo el loco y se quedó en la cocina él no iba a estar cuando castigaran a su sobrino se le hacía realmente incomodo
- ¿Estás molesto mi viejo? – pregunto Helen a su viejito como lo llamaba por cariño, pero ni tan viejito Ezequiel solo tenía cincuenta y tres años
- No, estoy deseando que el niño se comunique con nosotros y nos diga cómo se siente – dijo esperanzado
Pero
todo se fue al caño cuando entraron al estudio y Micha estaba sentado en el
sillón no de cara a la pared como se le ordeno y eso si molesto a Ezequiel pues
Micha estaba siendo más terco que una mula, no podía obedecer una simple orden
pero respiro profundo y le dio otra oportunidad de obedecer.
- Ya que no te dio la gana de obedecer una simple orden, se me saca el pantalón y los calzoncillos los pone en la silla y se me queda mirando la pared – dijo molesto Ezequiel sin levantar la voz y Helen pidió a Dios que el niño obedeciera que ya estaba de líos hasta el cuello, pero lo que no esperaron fue la reacción de Micha
Para
Micha esa orden era escalofriante, el rostro se le tiño de un rojo carmesí y no
quería que el abuelo lo viera en cueros era demasiado vergonzoso para él y no
quería eso y al ver el rostro serio de su abuelo las lágrimas ganaron y empezó
a rogar como un niño pequeño sobre todo después de unas nalgadas.
- Plaf plaf plaf plaf
- No abuelo buaaaaaaaaa ya… ya no ya no mas – decía sobándose el trasero mientras lloraba e hipaba su abuelo le había dado unos buenos paletazos para que obedeciera
- Obedece y se va a mirar a la pared – dijo Ezequiel mirando a los ojos al niño, pues él pensaba que los ojos son las ventanas del alma y era mejor hablar para bien o para mal con el corazón de las otras personas y su polluelo no sería la excepción
- No abuelito shippp ya no, ya no shippp ya la abuela me pego – dijo tratando de negociar pero su abuelo estaba más serio que de costumbre y eso lo asustaba un poco
- ¿No vas a obedecer? – pregunto el abuelo en voz baja y entre más bajo hablaba el abuelo más intimidante se volvía
- Si shippp si obedezco – decía mientras sorbía la nariz, pero Ezequiel no vio al niño hacer el intento de quitarse el pantalón solo lo veía buscando algo en sus ojos para decidir qué hacer
- Micha cuento hasta tres y quiero el pantalón y el clip en la silla y a ti mirando la pared – dijo sin moverse, sin levantar la voz ni amenazar con el cinturón, solo observo al niño sobarse las manos con nerviosismo como hacia su padre Jacob cuando debían arreglar cuentas, estaba tan encantado fascinado con el parecido de su nieto con su hijo que era una maravilla, era como observar crecer a su pequeño nuevamente
- Abuelitoooooooo nooooooo shippp por favor no seas malito buaaaaaa ya no abuelito ya me duele shippppp buaaaaaaa porrrr favorrrrrrr – decía y lloraba asustado… Ezequiel lo que no entendía era la manía por llevar la contraria porque si el niño obedeciera lo dejaría mirando la pared un rato y luego conversarían, pero Micha tenía otros planes y era el ponerse en plan burro pues no se movía
- Uno – dijo Ezequiel mirando al niño y este se desabotono el pantalón y lo observo suplicando con la mirada, Ezequiel espero y el pantalón nada que se desprendió de su dueño
Helen
por su parte suspiraba su pequeño polluelo no obedecía y no sabía cómo ayudarlo
porque eso era una regla en casa, ni ella ni Ezequiel intervendrían en la
corrección que alguno decidiera de los niños de la casa sean hijos o nietos.
- Dos – dijo Ezequiel ya empezando a perder del todo la paciencia y sintió como el rostro se le calentaba de la molestia por no ser obedecido y Micha nada que trataba solo lloraba
Micha
trataba de sacarse el pantalón con todas sus fuerzas pero su integridad también
le gritaban que si se sacaba el pantalón su abuelito le haría chichiu en la
colita.
- Tres – dijo Ezequiel y le dio unos segundo para que el niño reaccionara pero este solo atino a levantar el pie y dejarlo caer varias veces por sentir la tensión del momento y ese zapateo fue lo que impulso a Ezequiel hacer lo que hizo ya que lo tomo como un berrinche
Helen
al ver que Ezequiel se quitó el cinturón se fue a la cocina, no quería terminar
llorando, ya estaba sobrepasada por lo sucedido y aunque se fue lo más rápido
que pudo igual escucho lo que pasaba.
- Zass si zass te zass digo que zassss te zassss quites zasss el zasss pantalón zassss te lo quitas zasss
- Auuuuuuuuuuu auuuuuu buaaa buaaaaa mamaaaaa quiero a mi maaaaaaaaa buaaaaaaaaa buaaaaaaaaa dueleeeeeeeeee muchooooooooooo dueleeeeeeee auuuuu auuuu duele muchooooo ya noooo massssssss no massssssss – grito el niño zapateando pues aunque su abuelo no le dio los cinturonazos con todas sus fuerzas tampoco fueron una caricia y sentía como le ardían las nalgas de lo marcadas que las debía de tener, pero Ezequiel por su parte le quito los pantalones al crio junto con el slip y lo dejo mirando la pared y noto que no fue duro, solo tenía unos cuantos marcas rojas que ya se iban borrando y dando paso a la rojez propia que duraría unas horas no mas
- Ahí te quedas con las manos a los costados, si veo que te sobas el traste vamos a tener problemas – dijo el abuelo molesto dejándolo ahí
Y se
marcho a la cocina donde estaba Helen con los ojos nublados por todo lo pasado
pues se escucharon los gritos en toda la casa y Engel abrazándola confortándola.
- Dios mío bendito, este niño es todo lo contrario a su padre a esa edad pero mi hijo ¿qué estaba haciendo con el niño para que no pueda obedecer una simple orden? – se quejó mirando el techo como si se quejara a Dios exactamente – padre dame toda la sabiduría necesaria para pastorear a mi pequeña oveja – dijo antes de entrar a la cocina pero Engel y Helen ya lo habían escuchado
- Padre debemos hablar de esto – dijo Engel llenándose de valentía apenas lo vio a Ezequiel cruzar la puerta mientras Helen por su parte le servía un vaso de agua a su viejo
- Engel hijo ahora no, estoy un poco alterado y no quiero discutir este asunto aun – dijo suspirando y hablando en voz baja aceptando el vaso de agua con mucho gusto y sonriendo a su esposa para que se calmara
- ¿Estás bien mi viejo te sientes bien? – pregunto acercándose y poniendo sus manos en sus hombros mirando el rostro de su viejo amor, de su compañero, de su esposo, de su hombre el que Dios había escogido para ella y sus padres claro
- Estoy alterado hija, es que no entiendo muchas cosas, aún no he meditado lo suficiente en compañía de mi Dios acerca de nuestro pequeño hijo – dijo Ezequiel a Helen
- Ese es el problema papá – dijo Engel en voz baja mirando el suelo en señal de obediencia y ambos padres lo miraron extrañados por lo dicho
- ¿De qué hablas? – pregunto Helen a su vástago
- ¿Me permiten decirles lo que pienso sin que se molesten? – respondió a su madre con una pregunta
- Claro hijo habla – lo insto a hablar Ezequiel
- Él no se siente amado ni aceptado papá y mamá
- Pero que tonterías dices hijo, eso no es cierto lo amamos – dijo Helen moviendo la cabeza en negación
- Yo sé que es un acto de amor y bondad desinteresado haber adoptado a Micha, pero el que se incorporara el apellido de mamá a su nombre es negar a su madre como suya es como si quisieran borrar que él era hijo de Jeruti y Jacob y eso lo hace sentir menospreciado y que ambos quieran que él los llame mamá y papá de tan solo dos años de la muerte de sus padres y seis meses de vivir con nosotros, hace que se sienta mal pues es como negar sus memorias y que él vivió con ambos… ellos lo cuidaron y malcriaron hasta donde la vida les llego – les dijo Engel y al ver a sus padres meditar sus palabras y ver a su madre negar con la cabeza lo hizo sentirse en problemas pues el faltar el respeto a sus padres era una línea muy fina que no estaba dispuesto a cruzar, su padre ya le demostró que aun tenia edad para recibir una azotaina y no quería una esté o no este Micha de por medio, pues a Micha el calentarían el culete lo normal y luego no se acordaría y a él en cambio su padre lo podía dejar incapaz de sentarse en días
- Yo nunca pensé que se podía sentir así – dijo con pesar Helen sintiéndose mal al instante, pues estaban lastimando al niño inconscientemente
- Yo entiendo a lo que te refieres Engel pero la agregación del apellido de tu madre era necesario pues la adopción así lo establece, son las reglas de esos mundanos y es nuestro nieto ¡nunca hemos negado eso! – dijo Ezequiel defendiéndose de eso, de negar a su hijo… Dios lo guarde si lo tenía muy presente en cada momento
- Papá es cierto lo que dices tienes razón yo solo les estoy dando mi punto de vista de cómo se debe de sentir el y piensa esto papá, cuando sales con Micha a las reuniones con los miembros de la iglesia y te preguntan quién es tu respondes que tu hijo y ahí niegas a Jacob… es solo mi punto de vista – dijo Engel a su padre
- Voy a cambiar eso si eso es lo que lo tiene tan rebelde – dijo Ezequiel y Engel le sonrió a su padre, pues aunque era un hombre achacado a la antigua era justo y cuando se equivocaba lo admitía cosa que muchos ancianos no permitían
Helen
y Ezequiel entraron hablar con Micha pero la rebeldía había regresado al
cuerpecito del niño.
- Micha ¿por qué estas molesto hijo?... háblame – pregunto Helen tomando las mejillas del niño con ternura y este la rechazo apartándose
- Como si te importara – le contesto y Engel se asustó por la reacción de su padre, su padre era muy paciente y tenia paciencia pero lo que nunca le permitía a nadie absolutamente a nadie era tratar mal a Helen pues era una mujer dulce, amorosa dada con todos y no le parecía que a mujeres así se las deba estar tratando mal
- A no… eso si que no, a tu abuela la respetas que nadie la va a venir a tratar mal ni pasarse de listo eso no te lo permito – dijo Ezequiel molesto tomando al niño del brazo y zarandeándolo un poco, estaba harto de la falta de respeto
- Ella tiene la culpa de todo – dijo con rebeldía en la voz, pues cuando su abuelo lo dejo meditando el ardor de las nalgas se convirtió en dolor y la mansedumbre se convirtió en rebeldía y de las buenas
- No señorito, su abuela no tiene la culpa de sus groserías ni malos modos, pero eso te lo quito yo así sea lo último que haga – dijo tumbando al niño en sus piernas y dándole de azotes, Engel se salió del despacho para darles privacidad pues tampoco quería estar en medio de eso
- Plasss plasss plasss plassss plassss
- Auuuuuuuu unooooo abuelo ya me pegasteeeee yaaaa no no auuuuuu
- Plasss plasss plasss plasss plasss
- Ya no lo hago mas perdón perdón abuuaaaaaaaaa buaaaaaaaaa buaa
- Plasss plasss plasss plasss plasss
- Auuuuuu me dueleeeeee me dueleeeeee abuelo buauuaaaaaa buaaaa me dueleeeee mucho
- Por eso no hay que ser grosero con la abuela, ni desobediente ni andar saltando por la ventana para hacer cualquier disparate – dijo Ezequiel alzando al niño que estaba tendido en sus piernas sobándose el trasero sin ningún pudor pues el ardor era horrible
- Loooo sientoooo mu mu ship muchooooo buaaaa buaaaaaa
- Ya no llores mas, mi hijito bello – dijo Helen sentándose en el sofá y pasándolo a sus brazos
- Es que ustedes no me quiereennnnn por esoooo me pegannnnn buaaaaaaa buaaaaaaa ship buaaaaaa yooooo no soyyy como ustedes me quieroooo ir con mi abuelaaaaaaaa buaaaaa – dijo llorando sentidamente abrazado a la abuela
- Micha no digas eso nosotros somos tus padres esta es tu familia – dijo la abuela tratando de acercarse y eso fue como hacer clik en la cabeza del niño y empezó a llorar y gritar descontrolado pues por ahí muy lejos de Manitoba hay un dicho que dice el que no toma consejo no llega a viejo y la abuela al decir que era la mamá presiono el detonador
- Noooo NO ERES MI MADRE… no lo eres buaaaaaaaaa buaaaaaaaaaa MI MADRE ME AMABA BUAAAAAAAAA me quiero ir a ship buuaaaaa – decía y pataleaba mientras le daban arcadas por la acumulación de saliva
Estaba
entrando en un ataque de ansiedad mareándose y vomitando todo lo que tenía en
el estómago, Helen lo sostuvo mientras este vaciaba todo lo que tenía en la
pancita y Engel se dispuso a buscarle agua pues había entrado cuando la abuela
lo abrazo; Ezequiel miraba a su pequeño nieto hecho un manojo de nervios
hipando y llorando molesto pero el ataque de ansiedad no se le pasaba si no que
empeoraba, Micha empezó a sentir dormidas las manos y un dolor fuerte en el
estómago, el llanto no cesaba si no que empeoraba, así que Ezequiel cargo al
niño y lo llevo al baño junto con Helen y sacándole la camisa que era lo único
que tenia de ropa lo metieron a la tina y ambos empezaron a echar agua al
cuerpo del niño que hipaba y lloraba el llanto no cesaba y estos preocupados ya
de la situación siguieron en lo suyo echando agua al cuerpo del niño y solo
Helen lo calmo al cantarle una alabanza que solía cantarle Jacob el padre de mi
micha de pequeño mientras lo arrullaba para que durmiera una alabanza que
también Helen le canto a cada uno de sus hijos para dormir era un cantico
religioso que le encantaba por el parecido a una nana.
Sin Dios
nada somos en el mundo
Sin Dios
nada podemos hacer
Ni las
hojas de los árboles se mueven
Si no es
por su gran poder
Más
contigo Señor es la victoria,
Contigo
la victoria yo tendré,
Pues tu
sangre vertiste en el calvario
Y tu
gloria yo he de ver.
- Es ere el cantico preferido de tu padre a tu edad él solía hacerme cantar todas las noches antes de dormir esa alabanza por el – dijo acariciando las mejillas del niño que lloraba en silencio mientras Ezequiel permanecía impasible y Helen pasaba una esponja por su cuerpo bañando a su pequeño
- Yo no quiero vivir aquí, soy diferente – soltó por fin su miedo y reanudo el llanto lastimero haciendo que Helen lo abrazara y besara en todo el rostro
- No eres diferente, eres tan parecido a tu padre nuestro niño, tan parecido a tu abuelo a tu tío no tienes nada de que temer mi hijo hermoso – dijo y Micha empezó a llorar de nuevo, su abuela no lo entendía, él no quería otra padre y otra madre, solo quería que lo amaran tan hermosamente como lo hacían sus padres
- Buaaaaaaaaaa Tu no me entiendes buaaaaaaaa no lo haces buaaaaaaa – reanudo el llanto sentidamente pues era de tristeza de soledad de sentirse desamparado de no sentirse amado
- Enséñanos que quieres, no lo sabemos hijo… cada hijo es un aprendizaje distinto, háblanos no llores – dijo por fin Ezequiel que se quedó absorto sumido en sus pensamientos acercándose y Micha sintió que era aquí o nunca
- Yo no quiero ser su hijo – dijo viendo como el rostro de su abuelo se contrajo
- Que insinúas Micha ¿Qué nos quieres decir? – pregunto el abuelo pues aunque estaba preocupado no iba a permitir que su nieto siquiera insinuara en que lo dejara en una de esas casas de huérfanos o irse con su otra abuela eso ni pensarlo Helen lloraba tristemente pues sentía que perdía a Jacob nuevamente
- Yo quiero que ustedes me acepten como soy – dijo el niño suspirando
- Ya te amamos tal y como eres mi amor – dijo la abuela acariciado sus mejillas y besándolas
- Vamos termina de bañarte para que duermas un poco necesitas descansar ¿puedo confiar en ti en que no saldrás nuevamente por la ventana? – pregunto el abuelo haciendo que el niño se ruborizara
- No lo haré abuelo – dijo el niño y Ezequiel saco todo el aire de su pulmones se acercó y le beso la frente
- Confió en ti – le dijo antes de salirse del cuarto de baño dejando al niño solo con Helen mientras esta lo ayudaba a salir de aquella gran bañera de roble envuelto en una toalla
- Te amamos mucho Micha a veces podemos ser estrictos pero eso no quita el amor que sentimos por ti, eres el legado de nuestro primogénito y nuestro legado propio por eso te cuidamos y atesoramos como la niña de nuestros ojos – dijo parafraseando un salmos y besando al niño en la frente
- Abuela – dijo tomándola de la mano
- ¿Que mi vida? – pregunto mirándolo con ternura
- Mi padre también me cantaba ese cantico antes de dormir y otros más – dijo sonriéndole pues noto como su abuela lloraba al cantar recordado a su papá
- Ya los cantaras para mí luego – le dijo Helen mientras sonreía e instaba a acotarse mientras lo arrullaba en sus brazos y besaba su frente pues micha se acostó pero abrazo a su abuela poniendo la cabeza en su pecho escuchando los latidos de su corazón y ella también se acostó a su lado mientras le murmuraba palabras de amor y le decía cuanto lo amaba ese abrazo la hizo entender que no era que no los quisiera era que quería más amor más atención y más mimos y la abuela se los daría todos y pensando en eso al ver que ya estaba dormido se levantó y al ver la puerta hay estaba su Viejito mirándola con nostalgia y tristeza pensando en Jacob se acercó a él y lo beso en los labios y lo abrazo fuerte y le murmuro en el hombro que todo estaría bien pues ella era mucho más baja que él y este lo sonrió confiado en que así seria.
Me hiciste llorar tanto! En serio he sufrido con este corto, que no lo parece parece más bien un capitulo de marambra, lo has hecho genial. Que difícil situación para micha a veces creo que la única solución es que engel se lo lleve. Me has recordado esta historia, voy a leerla de nuevo. DanY te felicito, he disfrutado mucho tu relato
ResponderEliminarDaniela te quedo muy bien el corto, aunque mas que corto parecia un camino alternativo para la historia ya que la retomaste de donde habia quedado. Que bueno volver a leer de este personaje que tan malamente quedo al fondo del cajon de Marambra, es un recordatorio y un pedido mas que explisito para que lo retome.
ResponderEliminarMe gusto mucho la manera de escribir que tenés y me gustaria verte con algun original, seria interesante y nos ayudaria a conocerte mas como escritora. Espero que sigas escribiendo xq de echo ya te abriste camino como un miembro mas del blog.
Gracias pablito no sabes lo que significa para mi <3
ResponderEliminargracias lunita es la primera vez que hago un corto trate de que mi relato se pareciera al de marambra hasta donde pude ella tambien ayudo y nooooo micha no se debe de ir con Engel, Ezequiel y Helen lo aman MUCHOOOOOO que alagazo que parezca escrito por marambra lunita :)
ResponderEliminarSI parece un capitulo alternativo y eso de empujar a la abuela me hizo recuerdo a lo que Hizo Alexander en la historia de los gemelos, se nota que ha hecho un esfuerzo grande por hacer coincidir la historia con la original.
ResponderEliminarEs bien escrito y definitivamente creo que deberías escribir una historia propia.
Olivia
gracias Oli intentaré con mi historia estoy en eso vamos a ver que sale muchas gracias <3
EliminarBueno yo también me sumo a la presión, escribe una historia propia, lo haces muy bien y me sentí alagada de leer a uno de mis personajes a través de tus ojos.
ResponderEliminarMArambra
Estuvo muy lindo lo que escribiste!!
ResponderEliminarLa verdad tuve que hacer mucha memoria porque ya ni recordaba esta historia!!
Que pena me da Micha y que estrictos con él!!
Yo soy católica pero gracias a Dios no vivo en una comunidad así!! Sería horrible!!
Daniela, yo también me sumo a quienes te echan porras para que te animes a más y nos sorprendas con tu propia historia ¡lo hiciste muy bien!
ResponderEliminarY me hiciste recordar esta historia que ya había empezado a olvidar y que, desde un principio, me intrigó MUCHÍSIMO.
Es que me pasa algo muy particular con la historia de Micha... siento que me saca de mi zona de confort y me expone a replantearme cosas un tanto más complejas que las habituales... Va más allá de pensar si el padre/tutor/Encargado se equivocó acá o se excedió un poco allá, o si aquel chiquillo se merece unos buenos azotes, o si creo en cambio que necesita más amor y comprensión... Sí, todo eso está presente, pero también me abre preguntas del orden político y moral, me obliga a tratar de entender las diferencias culturales, me fuerza a tomar una posición sobre que considero o dejo de considerar un trato abusivo para una criatura ¿el límite está en la intensidad de la paliza? ¿en violentar su forma de ser? ¿no pasa eso último en todas las crianzas aunque en las sociedades occidentales nos suela unir un criterio más o menos común sobre qué es o deja de ser incorrecto? Quizás no pueda considerarse abusivo absolutamente nada de los relatado porque esos abuelos en definitiva lo aman y no quieren dañarlo, de eso no hay dudas, pero ¿eso alcanza? ¿es ese el límite?
La verdad, yo no lo sé. Y por eso esta historia me atrapó desde el principio. Ojalá en algún momento Marambra decida seguirla.
Besos y gracias!!