Amor sin barreras: Cap. 29; Autora Marambra

Amor sin barreras

一一一一一一一一一一一一一一一

Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.

Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 20 de Enero del 2018.

一一一一一一一一一一一一一一一
Capitulo 29

Autora: Marambra

Dominic se sentía avergonzado y no había querido ir a desayunar, pero mamá no iba a permitir que se vaya sin comer algo, tampoco Parker que viendo la hora decidió preparar una suculenta merienda para su hijo seguro de que Sara estaba consolándolo; si bien dijo que quería castigarlo tras la paliza que le dio él, ella no había tenido corazón ni para jalarle las orejas, vamos que recibir una paliza apenas abres los ojos no era muy bonito que digamos.

• Me has pegado muy feeeeo – se quejo por fin Dominic mientras volvía a gimotear
• Lo sé, pero no me voy a disculpar por eso hijo – contesto al final Parker dejando de mecerlo y mirándolo a la cara muy seriamente, aunque era una exageración de parte de Dominic que lo que le había dado no era ni la mitad de lo que pretendía – porque sabes muy bien que lo que hiciste estuvo muy  mal y yo no voy a permitir que ninguno de mis hijos se porte de esa manera – agrego como una advertencia – así que si tu vuelves a hacer una tontería como esta, ten por seguro que la paliza que te di hoy no será nada – Dominic bajo la mirada aun con los ojos cristalinos, aun con ganas de volver a llorar, lo que había pasado supero con gran margen su zona de confort haciéndolo tambalear – a ver dime de donde sacas esa tontería de ¿beber al estilo Escocés?, si yo fuera escocés moriría de vergüenza de solo pensar que así es como le gente mira mis raíces… como si fuéramos ¡alcohólicos! – y todo en la cabeza de Dominic hizo un click, los recuerdos volvieron de golpe, pero no aquellos que se olvidaran por efecto del trago en casa de Luka, sino aquellos que enterró de su pasado
• Papá decía eso…– murmuro en un hilo de voz mirando a Parker a los ojos reconociendo por primera vez que no tenía ningún lazo biológico con él, era como si por primera vez viera las diferencias que tenían, él tan pálido como un fantasma y Parker tan moreno como un chocolate y arrugo el entrecejo, era la primera vez en años que recordaba a su padre a tal punto que pudo ver nítidamente su rostro, no como en el pasado, manchas; Parker iba a decir algo pero algo lo hizo callar, quizás el semblante sin emoción algún de su hijo y supo que si lo interrumpía ahora rompería este momento de sinceridad y nunca conocería aquel secreto – beber como escocés – continuo soltando un par de lágrimas grandes como cristales brillantes – solía empujar el vaso cuando estaba borracho… –  y Parker contuvo la respiración confirmando sus pensamientos, aquellos niños nada tenían que hacer con los informes gubernamentales que tenia durmiendo entres sus documentos privados… Angus hijo de una prostituta que estaba viva en la cárcel y ahora Dominic, Dios ya le temblaban las piernas y trago saliva para darse ánimos

Dominic ajeno al gesto de su padre, empezó a relatar sin dejar de mirar a papá estudiando su rostro y sus reacciones inconscientemente y saber si era como el resto de padres que lo quisieron adoptar y en cuando sabían la verdad lo hacían a un lado creyendo que apenas crezca y empiece a beber seria como su padre… un alcohólico.

• ¡Deja de llorar como un maldito llorón! – solía gritarle Lean a su hijo después de que su mujer muriera junto al bebé al dar a luz a su hermano menor, el pobre hombre no pudo superarlo y se dedico a la bebida poniéndose violento con su único hijo sobreviviente, aquel entonces Dominic era bastante pequeño y se asustaba con facilidad cuando su padre llegaba ebrio y no entendía porque hacia aquello – bebe como un maldito escocés – repetía mientras chupaba el pico de la botella dando grandes sorbos – ¿quieres ver a mamá? – le preguntaba con maldad, sabiendo que Dominic lloraba por su madre en las noches, inicialmente aquello le rompía el corazón ya que no podía consolarlo, pero a medida que empezó a embrutecerse por el alcohol su llanto lo irritaba y muchas veces estuvo a punto de cruzar la raya entre solo gritarle y llegar a golpearlo – ¡bebe! entonces como yo y la verás como yo – aseguraba al calor de la alucinación etílica mientras caía desmayado de tanto beber, hasta que un mal día lo hizo

Aquel día se quedo solo encerrado en casa, no pudo salir a jugar a causa de la lluvia y su resfrió, su padre se había ido a trabajar a la fabrica, habían pasado como 6 meses de la muerte de su madre y Lean estaba tratando de rehacer su vida con la ayuda de las monjas de la parroquia a donde iba a hacer pequeños arreglos como favor cuando su mujer estaba viva y había cogido algo de cariño por las ancianas religiosas, ellas a cambio empezaron a cuidar de su hogar cuando notaron que el pobre hombre empezó a ir a la deriva, le llevaban comida y bañaban y vestían a Dominic y lo ayudaban con las tareas, nunca quisieron denunciarlo a las autoridades porque nunca vieron malos tratos físicos contra él, además creían fervientemente que en algún momento recapacitaría, así que ellas dejaban caer algunas palabras de aliento y cariño sin presión y sin crítica y tanto dio la gota de agua a la roca que al final dejo su huella y Lean empezó a salir de la depresión, en cambio Dominic empezó a deprimirse más y más.

El error de Lean fue desaparecer las fotos de su esposa para no empezar a beber, pero Dominic al verse privado de aquello en lo único que pillaba consuelo decidió buscar las fotos de su madre hurgando todos los rincones de la casa, encontrando una botella de whisky, la botella que su padre se había olvidado por completo de donde estaba y que había escondido en un momento de borrachera, era posible incluso que ni siquiera sea consciente de su existencia y fue cuando Dominic como poseído empezó a beber, recordando en su cerebro las palabras de su padre, ¿quieres ver a mamá? bebe como un maldito escocés, tenía apenas 7 años y con tres sorbos estaba tirado en el piso vomitando y delirando pero con fuerza de voluntad para seguir adelante, quería ver a su mamá, estar con ella y con eso en la cabeza siguió bebiendo y vomitando… era tan deprimente como el clima que reinaban en el ambiente un día mucho más gris y triste que de costumbre e incluso mas feo que el dia que enterraron a su madre…

• ¿Mamá?... ¿donde estas?... ¿Dónde estás? – preguntaba mientras de sorbo en sorbo caminaba tambaleándose queriendo agarrar lo que tenía delante o mejor dicho creía tener en su borrachera – ¿¿¿DONDE ESTAS??? MAAALA NO TE ESCOOONDAS JAJJAAA AJJJA – y como era de esperarse la risa lo hizo preso en un momento de desinhibición antes de empezar a llorar desconsolado y enroscado sobre su propio cuerpo sobre su propio vomito y orin

Ajeno a todo ahora, incluso a la lluvia tan fuerte que empezó a caer ocasionado que se genere corte la luz generalizado en el pequeño poblado donde vivía, arruinando el generador de la fábrica, tan ebrio estaba que ni se percato que no tenia luz, tampoco prendió el calefón y el frio empezó a adormecerlo; mientras en la fábrica se suspendió la jornada hasta nuevo aviso y los trabajadores empezaron a regresar a sus hogares hasta que el percance se solucione, entre ellos su padre; Lean agradeció aquello en silencio preocupado por su pequeño hijo, sabía que a Dominic la aterraban las tormentas y los lugares oscuros y esperaba que la luz no se haya ido de su vivienda, así que se apuro a volver, quería compensar el tiempo perdido y el daño hecho y cuando llego se encontró con un cuadro macabro, su hijo estaba tirado en un rincón con cuarta botella de whisky vacía y un charco de vómito, dejo caer las cosas que trajo, básicamente comida y cogiéndolo en brazos salió a la parroquia en pleno aguacero, las monjas lo dejaron pasar y atendieron al pequeño, una de ellas enfermera de oficio le puso suero usando el dispensario médico, instando a Lean a llevarlo al hospital porque Dominic no reaccionaba, estaba frio, pero él no quería que le quiten a su hijo, si se enteraban que él estuvo bebiendo seguro lo hacían, fue cuando decidieron llamar al médico que trabajaba ad honoren ayudando a las monjas y con suerte lograron superar la crisis quedándose esa noche a dormir en aquel consultorio.

Al día siguiente que despertó Dominic con un tremendo dolor de cabeza, papá se lo llevo a casa después de que las monjas le hicieran comer a ambos un nutrido caldo de ave y le dieran una tarta de manzana, queriendo sobornarlo con aquello y hacerse con la verdad, pero Dominic no quiso hablar por miedo y por vergüenza quedándose en completo silencio, regresando a casa con su padre cuando ya no hubo más pretexto para quedarse, solo la recomendación del médico, de no dejar botellas al alcance del pequeño y que de enterarse de algo similar, él mismo llamaría a las autoridades para quitarle la custodia del menor; eso asusto mucho a Dominic quien no quería imaginarse su vida sin su padre, ya había perdido a mamá, no quería perder a papá.

• Perdóname papito – dijo apenas llegaron a casa, Lean no sabía qué hacer, no iba a decirle nada sintiéndose culpable, pero aquellas palabras le hicieron reflexionar, el chico estaba consciente de lo que hizo – no volveré a suceder…
• Claro que no volverá a pasar, porque tu no volverás a beber Dominic, ni a hurgar nada que no sea tuyo – respondió Lean cogiéndolo del brazo y llevándolo al pie de su cama, sentándose él en el borde – ¡casi mueres! – grito en un momento de rabia haciendo que Dominic llore – y ni se te ocurra llorar que aun no he terminado contigo – le advirtió cogiéndolo de las manos sacudiéndolo un poco, lastimándolo sin darse cuenta y asustando al pequeño – eres un niño… UN NIÑO… ¿a qué niño viste tu beber? – pregunto y Dominic abrió los ojos como platos, el nunca había visto a nadie de su edad BORRACHO – ¡exacto a nadie! – respondió su padre en su lugar, como si le leyera el pensamiento –  porque las bebidas son para los adultos y yo no pienso tener un pequeño vicioso, borracho en casa, ¡no! cuando tengo que salir a trabajar para pagar la renta, mandarte al colegio, cuidar tu salud, ¡mantenernos! – dijo con tal letalidad que Dominic se sintió como el peor criminal que lo único que atino a hacer fue llorar – ¿qué crees que pensaría tu madre de esto? – preguntó, pero no pensando en Dominic sino en él, en su fracaso como padre, pero Dominic sintió como si una horrible daga le atravesara el corazón y se lo partiera en dos sin matarlo, sin quitarle la vida sino para que sienta vergüenza y se encogió sobre si llorando ahora si con pena, tragando sus mocos – si llora, ¡llora!... porque mamá se sentiría decepcionada y enojada – agrego pensando que quizá ese remordimiento que vio en su mirada lo persuada de dejar de hacer tonterías y si eso no funcionada quizás la paliza que iba a darle, fue cuando lo coloco sobre su rodillas y le bajo la ropa
• Nuuu papiiito nuuuu aggss agssss agss – empezó a llorar con todo su corazoncito dolorido del remordimiento, pero papá tenía otros planes, Lean no era un hombre violento cuando estaba sobrio, en circunstancias normales, antes de  la muerte de su mujer, nunca fue malo y muy pocas veces puso a su diablillo sobre sus rodillas, y nunca paso de cinco o seis bofetadas en el trasero, pero esta vez la iba a dar hasta que crea que era conveniente – no lo vuelvo a haaacer, no lo haaago papi, deeeeja, deja por favooor – suplicaba asustado  por la torpeza de los actos de su padre, por la violencia en que le quito el pantaloncillo, no como antes cuando mamá vivía que nunca le gritaba y lo hacia sentar en su regazo explicándole porque lo iba a castigar, no, ahora parecía que estaba muy enojado con él
• Ya sé que no lo harás Dominic, pero esto no es por lo que no haras sino por lo que hiciste, muchas veces te dije que NO SE  HURGAN las cosas de papá – y nunca pensó en las cosas que le decía estando ebrio – plaf plaf PLAF PLAF PLAF
• Auuu buuu aaagg – Dominic empezó a quejarse desde el inicio pese a que papá ni siquiera le estaba dando fuerte
• PLAF plaf PLAF plaf PLAF PLAF plaf plaf PLAF PLAF plaf plaf plaf PLAF PLAF – Lean continuo con su tarea aumentando la fuerza de sus nalgadas, pese a que Dominic prácticamente parecía correr una maratón sobre su rodillas despotricando patadas al aire y queriendo cubrirse – plaf plaf plaf ¡RETIRA LAS MANOS DOMINIC! – ordeno papás pero Dom no hizo caso – PLAF PLAF PLAF – y tres más fuertes llegaron a sus muslos y siguió castigando sus delgadas piernecitas, sino obedecía sus piernas pagarían el precio – plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF
• Buaaa buaaa BUAAA – y él pequeño llevaba sus manos como mariposas de un lado a otro queriendo cubrirse sin existo
• ESTO ES PARA QUE APRENDAS A NO BEBER, ¡ERES UN NIÑO... ¡UN NIÑO POR DIOS! – chillo Lean volviendo a acomodar a su hijo sobre su regazo atrapando sus manitas en su espalda volviendo a azotarlo, pero esta vez en las flexuras, sabía que no aguantaría más, tenia le piel de su niño tan roja como su pelo, además lloraba con todo su corazón
• PLAF plaf plaf PLAF PLAF plaf plaf plaf PLAF PLAF – esas dolían mas y esas hicieron que el corazón de Dominic se vacié en un acto de sinceridad cruda y propia de la infancia y la inocencia
• Yo quería ver a mamá, YO SOLO QUERÍA VER A MI MAMÁ, QUIERO ESTAR CON MI MAMÁ BUAAAA – y Lean se quedo con el manotazo en el aire al oír aquello y como si de un corto circuito se tratara el recuerdo confuso de su propia voz lo hizo preso, ¿quieres ver a mamá? le había dicho y sintió que el mundo se le partía, giro a su hijo y lo apretó a su pecho arrullándolo como si tuviera meses y no años, llorando sobre él sobrecogido de la confesión, él había empujado a su niño a eso, lo había orillado a eso, no tenia perdón de Dios ni de su difunta esposa – lo siiieeento, lo siiiento – Dominic se deshacía en disculpas tapándose la cara avergonzado
• NOO hijo, nooo – aseguro Lean con los ojos llenos de lágrimas, haciendo a un lado las manos de su hijo para mirarlo, lo que hizo a Dominic sentirse peor, su padre estaba llorando por su culpa, solo lo había visto llorar cuando mamá murió en el hospital – yo lo siento,  yo tengo la cuuuulpa – se disculpo
• Nuuu yo te hice llorar porque soy un vicioso – respondió Dominic abrazando y besando a su padre en toda su inocencia
• No mi amor, no eres tú, soy yo… soy yo el vicioso, yo soy el alcohólico – murmuro en voz baja avergonzado de eso, aquello fue como un revés para él – pero voy a cambiar, promesa, promesa no te voy a fallar
• Mamá me prometió que no se moriría y se murió buaaa es mi cuuuulpa

Pero ¿cómo explicar a su niño lo que había pasado?, no era fácil lo único que atino a hacer Lean fue arrullarlo hasta que se calmo por completo, y se durmió a su lado hasta que fue hora de cenar; después de ese incidente Lean busco ayuda para mejorar su calidad de vida, pues aun tenia altibajos depresivos y la tentación de beber era tan grande que le temblaban las manos, pero miraba a su hijo y se controlaba, buscaba otra salida, así paso un año más o menos mejorando día a día, parecía que el futuro les sonreía a ambos tanto así que estaban deseando que le paguen su finiquito e irse de nuevo a Irlanda, a su tierra natal, desgraciadamente el destino tenía otros planes y su padre murió en una explosión en la fabrica justo al mes de cumplirse un año de la muerte de su esposa, y al no haber familiares del niño termino en un orfanato en Escocia, hasta unos meses atrás…

Parker había oído el relato sin interrumpirle nada, imaginando todas aquellas escenas con horror, sin atreverse a preguntar ni cuantos años tenía…

• Mi... mi papá era un alcohólico – aseguro mirando a Parker con horror, como si acabara de descubrir que él era un leproso, un paria y quiso salir  huyendo, pero Parker, fino en reflejos lo cogió en brazos, apretándolo a su pecho sin soltarlo, no quería soltarlo
• No mi amor – dijo papá con voz suave como un arrullo – tu padre no era alcohólico ni tu tampoco un vicioso, tu padre solo estuvo deprimido e hizo todo lo que estuvo en sus manos por cuidarte y se merece todo el amor que se que le tienes y debes sentirte orgulloso de eso, de tus raíces hijo, tu padre era un luchador….
• AGGGS AGSSS – y Dominic se hizo pequeño en el pecho de su nuevo papá, llorando como nunca, había soñado con este momento, con decir la verdad y que no lo vean como a un gusano y ahí estaba oyendo exactamente lo que quería, que alguien le diga que su padre fue bueno – no pude despedirme de él, nunca pude verlo, nunca pude veeerlo – lloro
• ¿Sabes donde lo enterraron? – pregunto Parker asaltándole un pensamiento y Dominic negó con la cabeza, era tan pequeño aquel entonces que no presto atención a esos fúnebres detalles
• Nooo, yo solo tenía siete años… perdón
• Shuuuu hijo, no hay nada que perdonar – limpio Parker sus ojos azules con los dedos y sonó su nariz con un pañuelo – pero ¿sabes su nombre completo verdad? – pregunto como una casualidad, no le diría sus planes aun para no ilusionarlo
• Lean Dominic Dunn – contesto sin pensar en nada
• Un nombre que inspira respeto – murmuro pensando en comunicarse con algunos amigos de la INTERPOL a ver si podían hacerle esta gauchada que nada tenía que hacer con cuestiones laborales – oh hijo, ya no llores, que te quedaras con los ojos como focos y no querrás que en clase te pregunten qué paso – y eso fue suficiente para que Dominic se calme y lo mire enojado, pero era mejor eso que su tristeza, la verdad es que Parker no sabía cómo lidiar con un niño que lloraba por cosas que no tenían nada que hacer con una paliza, a él las palabras de consuelo se le torcían y era torpe con sus modos
• ¿Quieres que entre a clases así? – preguntó indignado Dominic
• No hijo, no, tu y yo nos iremos a comer un buen desayuno americano, que tú no has probado bocado desde ayer tarde – contesto Parker abriendo la puerta de la vagoneta – ahora espérame, iré a pedir permiso para ti, sino tendrás falta y no querrás que mamá te jale las orejas por faltarte

Y por primera vez en toda la mañana, Dominic dibujo una enorme sonrisa, la sonrisa que papá quería ver siempre en su angelical y pecosa cara de diablillo alborotado.