Sakura: Cap.1; Autora Nicole F/m

Sakura card captors

一一一一一一一一一一一一一一一

Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.

Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 6 de Febrero del 2018.

Etiqueta: F/m

一一一一一一一一一一一一一一一

Vacaciones de medio año.

Capítulo 1

Autora: Nicole

Nota: Esta es una historia que decidí escribir de mis personajes favoritos de este anime Shaoran y Sakura, espero sus comentarios porque ellos me ayudan a seguir, hare cada capítulo como si fuera el final para no dejarlo inconcluso, acepto críticas y halagos, trate de mantener la esencia de los personajes, espero les guste un beso.

Shaoran Li y Sakura Kinomoto van en cuarto de primaria ambos tienen diez años de edad y  ahora están en una relación amorosa, luego que Shaoran declarara su amor después de la última batalla que tuvieron juntos, Sakura aunque en un principio no tenía en claro sus sentimientos, puso su corazón en orden y también le confesó al niño que le encantaba, este ni corto ni perezoso le propuso en un restaurante que fuera su novia y la niña feliz acepto y  ahora  iban a tener las vacaciones de medio año decidiendo que las pasarían juntos, pero antes de estas fueron los exámenes una semana para ser exactos, ellos habían estudiado mucho para pasarlos, pero  Li  desde que llegó a Japón, el idioma siempre le dio mucho trabajo y  hoy  en  el último día del curso,  el profesor Terada repartió las evaluaciones y en todos salió bien, solo japonés había reprobado y eso lo tenía muy preocupado.

• ¡Rayos! – Exclamó Li al ver la pésima calificación que había obtenido en el examen de Japonés – No le puedo mostrar esto a mi madre  – añadió arrugando un poco su papel mientras le temblaban las manos, pero al ver que Sakura se acercaba disimuló y lo dobló en cuatro luego lo metió en el bolsillo de su pantalón
• Hola Shaoran, ¿Te puedo acompañar a tu casa? – preguntó la niña amablemente
• Eh… este… bueno está bien – dijo él y caminaron juntos
• ¿Qué sucede Shaoran? ¿Te noto preocupado? – dijo ella al ver que el muchacho se mantenía callado durante todo el camino
• No es nada, es solo que tengo un poco de dolor de cabeza, no te preocupes – respondió él
• No parece, te conozco bien – dijo acercándosele mucho
• Bue… bueno no, no  parece, pero es – iba a mentir de nuevo, pero decidió contar la verdad, Sakura aún lo ponía nervioso cada que se le acercaba de esa manera – Está bien tu ganas, mi madre llego hoy de Hong Kong y estoy preocupado porque reprobé el examen mira – y le paso el papel – No puedo mostrarle esta calificación tan baja a ella, cuando la vea va a… a matarme – terminó pensando imaginándose un montón de escenarios cada cual más terrible según su imaginación claro
• No lo puedo creer, pero si tú eres un chico muy inteligente – dijo ella sorprendida de ver 23 puntos sobre 100 como nota –  Tranquilo mi amor, debe haber una explicación para este resultado – dijo ella tan comprensiva con su chico
• Bueno aunque no lo creas me cuesta mucho el idioma japonés y la verdad no me dio tiempo de estudiar porque estaba ayudando a Meiling (su prima) a entrenar  – respondió algo avergonzado de ser  irresponsable y no ordenar sus horarios
• Pero Shaoran me hubieses dicho y te hubiera pasado las respuestas del examen sin que el profesor si diera cuenta
• No, ¿Cómo se te ocurre? Eso sería hacer trampa y sabes muy bien que no es correcto – dijo él serio y asustado de la idea
• Sí, tienes razón – ella le dio la razón

Y entre una y otra cosa por fin llegaron a casa de Shaoran, Sakura quiso irse ya pero la madre de Shaoran estaba e la puerta y la invito a pasar.

• Hola, tú debes ser Sakura Kinomoto – dijo Yelan Li madre del chico – Shaoran me ha hablado mucho de ti – añadió sonriendo
• Sí, que bueno, me alegra saber eso – respondió la niña dulcemente
• Si, él no para de hablar de ti – comento la madre haciendo que el chico se ruborizara – bueno niños les preparé un delicioso pastel de fresas vengan a comer un poco – dijo la señora invitándolos a sentarse en el comedor – Hijo supe que hoy entregaron las calificaciones de los exámenes finales ¿Cómo les fue? – preguntó ella mientras servía el pastel
• A mí me fue muy bien en todo, solo en matemáticas fue que saque 75 puntos, pero es que no soy tan buena con los números – se justificó Sakura con una mano detrás de la cabeza en un intento de distraer a la madre de su amor
• Qué bueno, me alegro por ti Sakura – dijo la señora con una sonrisa – ¿Y tú Shaoran?
• ¿Yo que? – se atrevió a cuestionar olvidándose por completo con quien estaba hablando
• ¿Cómo dijiste?
• Discúlpeme madre – inmediatamente le habló con respeto como hacía siempre él – Esté verá yo saque 85 en matemáticas tenga – le pasó el examen, esperando que esa nota dulcifique el resto
• ¿Arte? ¿Música? ¿Deportes? ¿Ciencias? – Fue preguntando por el resto y el chiquillo le mostró todos los exámenes
• Muy bien… muy bien – dijo revisando cada uno – Pero hace falta uno – dijo ella
• ¿Cuál? Esos son todos madre – intento despistarla
• Si señora Li, esos son todos los exámenes – le ayudó Sakura
• ¡No señor! falta el de japonés ¿Dónde está el examen de Japonés? – volvió a preguntar la madre quien no estaba convencida con las respuestas de los niños
• Está bien madre, como ordené – suspiro resignado – solo le diré que tenga por favor consideración, mi intención nunca ha sido avergonzarla y siempre trato de dar lo mejor de mi aunque no siempre consiga los mejores resultados – añadió el muchacho ahora si pasándole el examen de japonés doblado en cuatro su madre lo desdobló, después le echó una ojeada; lo leyó detenidamente para luego exclamar:
• ¡Shaoran Li! ¿Qué significa esto?
• Madre puedo explicarle, mire yo no tuve tiempo de estudiar y se me dificulta mucho esta materia, pero le prometo que…
• ¡Silencio! No quiero escuchar nada más  – dijo ella dando un manotazo a la mesa dónde aún se encontraban los tres causando que ambos niños tragaran saliva – Serán veinte  azotes, sube inmediatamente a tu cuarto y espérame allí.
• Pero madre déjeme explicarle yo…
• Le dije que se calle y que suba, no voy a consentirte negligencias de ningún tipo, mi deber como madre es corregirte – dijo ella tajante y Shaoran ante la vergüenza que sentía al ser regañado delante de su novia quien estaba preocupada por su situación, se fue rápidamente a su cuarto a esperar por el castigo que su madre le daría
• Sakura espera aquí por favor, bajo enseguida – dijo la señora  a la niña, pero está a pesar de lo nerviosa que se había puesto decidió intervenir por su querido Shaoran como ella lo llamaba
• Señora Li por favor no castigue a Shaoran, él es un buen niño, es solo que por ayudar a su prima no tuvo tiempo de…
• Te pido el favor que no te metas en esto, yo sé lo que hago – respondió ella
• Pero…

Sakura se quedó con la palabra en la boca pues la señora subió al cuarto de su hijo

• ¡Bájate los pantalones! – ordeno la señora, apenas cruzó la puerta de aquella habitación sosteniendo en su mano derecha un regla de madera luego se acercó pausadamente hacia su hijo y lo miro fríamente de pies a cabeza – Agáchate – añadió ella y el niño solo se limitó a hacer lo que le pidieron y bajo sus pantalones junto con los calzoncillos hasta el inicio de los muslos, luego se tiró en la cama quedando casi de rodillas en el borde de la misma.

Yelán levantó la regla y comenzó a zurrarle el trasero con bastante fuerza alternando entre una nalga y la otra, el jovencito desde el comienzo apretó los labios y se aferró a  las cobijas que cubrían su cama cerrando los puños fuertemente para mantenerse estoico y no llorar, su frente se fruncía por momentos mientras parpadeaba a cada nuevo reglazo, a medida que avanzaban los azotes él emitió algunos sonidos, pero sin llegar a quejarse escandalosamente, su madre decidió terminar en el numero dieciocho para suerte del chico que no dejo escapar una sola lágrima se aguantó todo como un varón.

• ¡Levántate! – hablo aun seria y el chiquillo lo hizo e inmediatamente se acomodó la ropa – ¿Tienes algo que decir? – preguntó ella
• No señora
• Estás castigado hasta nueva orden así que, ni se te ocurra salir de tu habitación ¿Me has entendido?
• Si señora – dijo y la madre salió en dirección a la sala dejando al chico solo en su cuarto
• ¡Qué vergüenza! ¿Ahora cómo demonios les explico a Sakura lo que paso acá? – se preguntó poniéndose rojo y sentándose de golpe en la cama – AU, AU UFFFF – Se paró sobándose ambas nalgas con las manos

Mientras en la sala Yelan volvió a ser la perfecta anfitriona

• ¿Cómo está Shaoran? – preguntó la muchachita al ver a la señora acercarse.
• Está bien, no te preocupes – dijo ella seria
• Bueno yo me voy, mi padre llamó – Era mentira, pero había mucha tensión en el ambiente.
• Bueno te acompaño hasta la puerta – dijo la señora y despidió a la niña.

Pasados veinte minutos Sakura ya en su casa.

• Hola Sakura ¿Cómo te fue con el mocoso? – Le preguntó Kero (Es el que protege el sello del libro de las cartas clow para quienes no vieron la serie)
• ¡Bien! y Shaoran no es ningún mocoso – le reclamó gritándole – él es un buen niño  – añadió ahora con la cabeza gacha,  dejando caer una lágrima de uno de sus verdes y hermosos ojos
• Sakura ¿qué te pasa? vamos no te pongas así – dijo Kero acercándose dando vueltas alrededor de la cabeza de la niña como buscando que lo mirara
• La mamá de Shaoran lo castigo – dijo finalmente
• ¿Y por eso te tienes que poner así? – dijo Kero serio
• Es que la madre de Shaoran es muy injusta, si vieras como lo trató y luego… – Sakura le contó todo a Kero
• Ya veo entonces ese chiquillo reprobó el examen. Pobre chiquillo  con lo severa que es su madre; bueno como él nos contó la vez pasada en casa de Tomoyo – Kero recordó lo que Li les había dicho sobre su madre y las tradiciones en Hong Kong
• Si, así es, quiero llamarlo me muero por saber cómo esta – dijo ella ansiosa
• Vamos Sakura habla con él mañana, ahorita el pobre ni sentarse bien puede menos va a tener ganas de conversar, se prudente por favor – le sugirió Kero
• Está bien tienes razón, mañana le hablo – dijo ella

Amaneció y la niña alegre y enérgica se ducho, vistió y desayuno, luego cogió el teléfono y llamo a su amor.

• Aló ¿Con quién desea hablar? – preguntó el cogiendo el teléfono aprovechando que su madre había salido con el mayordomo a hacer unas diligencias y le dejo una nota que ponía: no  vuelvo  hasta muy tarde en la noche
• Hola mi querido Shaoran  –  Contestó contentísima Sakura y es que solo escuchar aquella voz la ponía a mil
• Hola mi amor, ¿cómo estás? – dijo él feliz de escucharla también
• Genial, ¿Cómo te sientes? – preguntó ella
• Muy bien gracias por preguntar
• Que mal que te hayan castigado, yo que quería que pasáramos juntos estas vacaciones – dijo ella lamentándose
• No te preocupes princesa, yo te paso a buscar y vamos dónde tú quieras – dijo él decidido
• Pero y cómo vas a hacer, sí estás castigado – le dijo ella
• Tranquila preciosa, mi madre llega hasta muy tarde en la noche, tenemos todo el día para los dos – dijo el con una enorme sonrisa en los labios
• Bueno, pero me da miedo que algo pase y seas descubierto, es que tu mamá ayer estaba muy enojada – dijo ella nerviosa
• Te dije que te tranquilizaras, tengo todo bajo control, y no se hablé más paso a recogerte a las once y media – contesto tajante
• Está bien acá te espero – dijo ella enviándole un beso

A las once y media llegó Li cumpliendo su promesa como siempre hacía, él era un niño muy maduro, serio, decidido,  independiente  y  responsable cualidades que enamoraron a Sakura. Así que allí  teníamos  al  pequeño de cabello castaño y grandes ojos marrones tocando el timbre de la casa de Sakura sosteniendo en su mano  derecha un enorme ramo de flores de cerezo y caja de bombones con relleno de dulce de leche en forma de corazón.

• ¿Qué rayos haces tú aquí? – le abrió la puerta Touya hermano mayor de la pequeña Sakura
• Vine a buscar a Sakura – dijo él mirándolo serio no le caía muy bien el cuñadito – vamos a salir a dar una vuelta
• ¿Así? No me digas – dijo con algo de sarcasmo para fastidiar al intruso – y ¿Con permiso de quién – añadió aquel adolescente cuestionándolo
• Con permiso de nadie, yo la invité y punto – respondió sin pelos en la lengua
• Eres un mocoso altanero – dijo molesto por las respuestas atrevidas de aquel chiquillo de apenas diez años – Te advierto una cosa, no intentes hacerle nada a mi hermana, que te quede claro niñito, ella tiene quien la defienda – dijo el joven
• ¡Yo no soy ningún mocoso – le grito – Además, jamás le haría nada a Sakura y ya deja de estar provocando si no quieres que te de tu merecido
• Cuando quieras chiquillo
• ¿A quién demonios llamas chiquillo eh? – Shaoran ya estaba enrabietándose
• A ti, no veo ningún otro chiquillo de diez años por aquí – dijo el muchacho burlándose
• Te salvas porque tengo ocupadas las manos, si no ya te daba tu merecido – le dijo porque ahora cargaba la caja de bombones en la mano izquierda
• ¡Ya cierra la boca! Yo no peleo con mocosos
• Hermano deja en paz a Shaoran – salió en su defensa Sakura ya arreglada para salir, Li al verla se sonrojo mucho, estaba realmente soñada como diría su amiga Tomoyo.
• Él fue quien comenzó a faltarme el respeto – se defendió el hermano mayor de Sakura
• ¿Es cierto eso Shaoran? – preguntó ella seria
• No es cierto yo solo le dije que vine a buscarte para salir y él fue quien empezó a molestarme apenas llegue.
• Hermano como puedes ser tan…_
• Ya está bien sal con este chiquillo, pero no te tardes, te quiero aquí antes de las ocho monstruo – dijo finalmente revolviéndole el cabello a su pequeña hermana
• Grrrr yo no soy ningún monstruo – chillo pateándole la pantorrilla
• ¡AUU! – se quejó de dolor sobándose, eres una bestia
• Vámonos Shaoran – dijo cogiendo a su chico de la muñeca derecha
• Sakura espera – Shaoran la detuvo, ya ambos estaban en la avenida
• Si dime
• Ten, son para ti – dijo él chico dándole el ramo de rosas y los bombones
• Gracias amor son realmente lindas – dijo ella dándole un piquito en los labios
• Tu hermano a veces es insoportable, parece que nunca le caeré bien, aunque yo tampoco puedo decir que me agrade – dijo Li
• Pues sí, es que él es muy celoso, pero no es malo ya te darás cuenta cuando lo conozcas mejor – dijo ella con una sincera sonrisa
• Bueno pues, ya veremos – dijo el niño no muy convencido –¿A dónde quieres ir? – preguntó
• Bueno vamos a comer, ¿te parece? – le preguntó ella
• Sí, claro, tus deseos son órdenes mi princesa – dijo él ¿Qué quieres comer?
• Pues me gustaría comer fideos con mariscos – dijo ella alegre como siempre
• Está bien, vayamos al restaurante aquel – él señalo el sitio donde iban a probar aquel platillo – hacen unos que son riquísimos – añadió
• Genial, vamos entonces – y ambos fueron aquel lugar para comer
• Que se les ofrece – el mesero se acercó a la mesa
• Yo quiero fideos con mariscos – dijo ella
• ¿Y el jovencito que va a ordenar?
• A mí me trae un Dim Sum por favor – Comida cantonesa liviana contiene combinaciones de carne, marisco, vegetales y frutas
• ¿Algo para tomar?
• A mí un jugo de frutas.
• ¿Y usted jovencito?
• Lo mismo que ella
• En seguida le traemos sus pedidos – dijo el chico mesero retirando la carta
• Como me gusta estar contigo, me encantas – dijo ella sonriéndole
• Tú a mí también – dijo el muchacho acomodándose en aquella silla, llevaba ya varios minutos en lo mismo desde que llegaron, pero su chica se acababa de dar cuenta, Sakura seguía siendo tan distraída
• ¿Te duelo mucho al sentarte? – preguntó ella con algo de curiosidad
• Eh… este… –  se puso algo nervioso y ruborizo en un instante
• No te sientas apenado conmigo, soy tu novia, confía en mí, no le diré a nadie lo que paso
• Bueno sí, me incomoda un poco al sentarme, pero ya pasará, no te preocupes – dijo sin dejar de moverse en su asiento
• Espera aquí, ya vuelvo – ella se levantó de su silla
• ¿A dónde vas? – preguntó él confundido
• Ya volví – regresó con un gran cojín  – A ver mi querido Shaoran levántate – le indicó ella
• Pero…
• ¡Levántate por favor! – El chico le hizo caso y ella colocó el almohadón en su asiento – Ahora sí, ya te puedes sentar – anunció ella y el chiquillo así lo hizo – ¿Cómo se siente ahora?
• Más cómodo – dijo el tímidamente – Gracias mi amor – añadió dándole un tierno besito en los labios
• Sus órdenes jóvenes – dijo el mesero colocando ambos platos en la mesa con sus respectivas bebidas – Buen apetito – dijo y se marchó dejando al par de tortolitos solitos
• ¡Muero de hambre! ¡Se ve delicioso, muchas gracias por la comida! – Exclamó Sakura quien empezó a devorar la comida
• Yo también ¡Muero de hambre! ¡Muchas gracias por la comida! – Shaoran hizo lo mismo y en segundos ambos limpiaron los platos, llegó la cuenta y el chico pago todo en efectivo y se retiraron del lugar
• Shaoran ¿esa no es tu madre? – le preguntó Sakura ya en la avenida  al ver a la señora aproximarse junto con el mayordomo ya que, el carro en el que andaban lo habían estacionado en un esquina de la calle porque Yelan le entró curiosidad de revisar una tienda de artesanías chinas que estaba justo en esa calle. Li por su parte, intento disimular su miedo y esconderse, pero demasiado tarde su madre ya lo había visto.
• ¿Quién te autorizó a salir de tu habitación? ¿A dónde vas? – cuestionó la madre con voz de mando
• Yo iba a acompañar a Sakura hasta su casa – respondió él con tranquilidad
• ¡Vuelve a casa! y cumple primero con tus responsabilidades, deberías estar estudiando japonés en vez de perder el tiempo en tonterías y sí tienes que salir me pides permiso, no olvides que estás castigado – le recordó su señora madre
• Pero yo…
• Pero nada, sube al auto inmediatamente – le ordenó – Y tú también Sakura  – añadió y ambos hicieron lo que le pidieron
• Eres muy desobediente, pero ya te enseño yo a respetar las ordenes que yo te doy – dijo ella todavía molesta, Li no decía nada, solo pensaba en la paliza que le esperaba a penas llegaran a la casa
• No te preocupes Shaoran pase lo que pase todo estará bien – le dijo bajito Sakura al oído cogiéndole de la mano
• Gracias Sakura

Shaoron  le sonrió y en unos minutos ya estaba la niña en su casa y él en la suya, habia llegado la hora de pagar su falta.

• Sube a tu habitación – dijo la madre a su hijo, este último lo hizo sin rechistar, la señora Li dentro de la habitación le indico al chico que se bajara la ropa tal como la última vez que lo castigo, el muchacho así lo hizo y se colocó otra vez en la cama a esperar el primer azote con la regla de madera que utilizaba su madre para corregirlo.
•  ¡CLAP! – sonó el  primero en el centro del trasero y los ojos del  pequeño se tornaron húmedos – ¡CLAP! – El segundo llego al mismo sitio haciendo que Shaoran frunciera levemente el ceño mientras la respiración le aumentaba, el chico procuró mantener la boca cerrada mordiéndose fuertemente sus labios  para evitar llorar – ¡CLAP! ¡clap! ¡clap!, ¡CLAP! ¡CLAP! ¡clap! – Tres fuertes reglazos en una nalga, luego tres en la otra cayeron sin piedad en la piel desnuda que a estas alturas estaba bien colorada, el chiquillo hizo un esfuerzo enorme para aguantar el dolor de aquello; apretó el almohadón que tenía cerca, pero no pudo evitar dejar escapar un par de lágrimas que recorrieron el rabillo de ojo hasta la comisura de los labios – ¡clap! ¡clap! ¡clap! ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP – Seis seguidas sin descanso cayeron ahora en el final de la cola, Shaoran lloraba bajito deseando mentalmente que su madre parara de pegarle – ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP!, ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! – Las seis últimas otra vez en los pliegues, el chico sentía a estas altura sus nalgas incendiadas, definitivamente ahora sí tendría que usar un cojín para sentarse por un buen par de semanas, su madre le volvió a indicar que se parará, Li lo hizo y se acomodó sus ropas rápidamente
• ¡Márchate a la cocina! Hoy vas a ayudar a la gente del servicio con la cena – le dijo ella seria, él niño respiró entrecortado por última vez, limpio sus ojos con el dorso de la mano y se fue a hacer lo que le pidieron

La cena transcurrió normal, él pequeño Shaoran comía sentado sobre un cojín mullido, terminando de comer su madre lo mando a dormir, llegando a su habitación empezó a patear todo lo que tenía a su alrededor y a tirar las cobijas de su cama al piso, estaba en un estado de furia total y como tenía la puerta entre abierta Wei, su mayordomo lo pillo golpeando los almohadones y el colchón de la cama con ambos puños hasta que se cansó y agotado se acostó, el señor Wang exclamó sorprendido:

• Dios mío, vaya temperamento, se parece tanto a la señora Li, como se nota que lleva su sangre
• ¡Ojo con acusar a nadie! – le advirtió el chico al notar la presencia de su mayordomo
• Ay Dios mío bendito  – dijo en mandarín – Amenazarme a mí, que le he cambiado mil veces los pañales

Dijo está vez sin formalismos pues él siempre lo trataba como joven Shaoran, es decir con mucho respeto, pero esa desconfianza no le gusto para nada, así que dejo al chico solo en sus pensamientos, pasados un buen par de minutos el niño recibió un mensaje de su amor

• Hola mi querido Shaoran, espero que estés bien, mañana iré a visitarte a tu casa, te quiero mucho – escribió la chica
• Hola mi amor, estoy bien, solo algo cansado, pero bien, sigo castigado, pero te esperaré, ahora sí que no sé hasta cuanto tiempo este sin salir, te amo preciosa – le escribió y le envió un montón de emoticones con corazoncitos y besos.
• Yo también mi príncipe – ella también lo despidió con gran beso que Li contemplo por un buen par de minutos hasta que cayo rendido en sueño.