El amor hace a una familia 2º Temprada: Cap. 27; Autor Adán

El amor hace a una familia

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 21 de Mayo del 2018.

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Segunda temporada

Capitulo 26

Autor: Adán

Miércoles 21 de septiembre de 1977

Lucia no solo había decidido correr a Cinthia de la casa sino que estaba a punto de correr a Juan también, y aunque quisieron tapar las cosas, los menores empezaron a sospechar que algo pasaba con sus padres sobre todo Cat; en cuanto a Cinthia su objetivo ahora era ponerse en la buena con Fernando, sentía que estaba sola en esto sin el apoyo de sus padres a más del ánimo de su hermana menor que nada podía hacer para ayudarle a futuro.

• Fernando… – Cinthia se acerca a Fernando
• Diablita – Fernando mira a su novia
• Lo siento Fernando, me he portando de mala manera contigo, pero la verdad es que estoy muy nerviosa – le dijo Cinthia a su novio, aliviada de que quiera hablar con ella
• Yo también cometí un error al decirte eso, la verdad no lo siento así de que no seas la mujer de mi vida estaba asustado amor – se confiesa Fernando abrazándola
• Mi madre me corrió de la casa tengo mi tiempo contado allá nunca la había visto así – a raíz de aquella respuesta, Cinthia le confiesa su triste destino
• Ayy amor – suspiro Fernando – Estamos solos pero juntos en esto, mis padres tampoco quieren darme apoyo – le conto Fernando – pero se me ocurre que podríamos rentar un departamento chico pero no sé cuánto dinero tendremos 
• Debemos contar el dinero y averiguar los precios de los departamentos – responde Cinthia y en eso ambos suspiran y se abrazan

Mientras Juan y Pancho hablaban en el trabajo en la oficina de Juan.

• Ni siquiera recibió las flores compadre – le dice Juan hablando de la actitud de Lucia – La situación se ve muy mal compadre… No sé si esto tendrá solución
• ¿Sabes compadre? La cagaste con ganas y pues era obvio que eso no se arreglaría con un simple perdón y unas flores… Solo pues queda esperar – le respondió Pancho
• Lo sé compadre

Mientras Juan solo pone sus manos en la cara y las baja se echa hacia atrás y a su mente viene el recuerdo de cuando le pidió matrimonio a Lucia.

Año 1958… (3 meses antes del matrimonio)

Juan y Lucia se encontraban en el rio sentados observando el mar hablando sobre su relación.

• Ya llevamos exactamente 1 año y 9 meses de novios amor – sonrió una Lucia de unos 17 años feliz como toda adolescente
• Si amor – le responde Juan – y cada día te amo más, no me imagino la vida sin ti
• Gracias amor y gracias por estar conmigo… o sea tú con 24 años y trabajando ya deberías estar armando tu familia pero estás aquí con una adolescente muy enamorada de ti – Lucia pese a estar sonriendo tenía algo de tristeza porque se sentía insegura del amor de Juan
• Pues si he pensado en armar una familia – respondió Juan mirando a Lucia
• Ohh… ya veo – Lucia pensó realmente que Juan la dejaría pero nunca pensó lo que vendría después
• Armar una familia… pero contigo – y fue cuando Juan saco de su bolsillo una caja con un anillo y se puso de rodillas delante de ella – Lucia ¿Quieres casarte conmigo?
• Juan… – Lucia estaba tan sorprendida que no supo que decir
• He decidido que tú eres la mujer con quien quiero compartir mi vida hasta la muerte, la mujer con la que quiero tener hijos y vivir en la ciudad… Quiero liberarte del infierno en el que vives con tu padre – recalco Juan hablando de Juan José el padrastro de Lucia pero que ella y sus hermanos creían su padre, Piccarda nunca les hablo de la verdad bueno hasta que Pedro se apareció – acepas casarte conmigo
• Acepto… acepto, acepto Juan, Te amo y yo también quiero compartir mi vida hasta la muerte contigo y el hombre que quiero que sea el padre de mis hijos – respondió Lucia sonriendo y sellan su compromiso con un beso 
• Me haces el hombre mas feliz – le dijo alzándola y haciéndola girar como un molinete – Te amo tanto y te prometo que tan pronto como sea posible te sacare de esa casa y nos iremos a vivir a otra a la ciudad – Juan ya tenía pensado en que no quería quedarse en el campo y quería vivir a la ciudad, pero para eso debía conseguir dinero y aunque ya tenía ahorrado sabía que no sería suficiente, si era necesario pedir préstamos lo haría

Aquel día se pasaron hablando de muchas imaginando incluso como serian sus hijos, dándose cuenta que muchas de las cosas que soñó se hicieron realidad, pero la realidad también suele golpear duro y ahora mismo su realidad no era agradable,  casi no daba una en el trabajo estaba mal por su situación y Lucia no estaba mejor que él pero tampoco le quedó otra que ir a trabajar, no podía darse el lujo de pedir libre de nuevo, por otro lado pensó que el trabajo le ayudaría a despejarse, aun  no sabía que tenía que hacer, no había decidido nada en realidad.

Pero una cosa si era clara, basto un pequeño momento de arrebato para tirar todo por lo borda, Juan claro ya en sus ideas se sentía mal, pero Lucia estaba llevando las cosas a otro nivel al parecer basto un golpe para que Lucia perdiera la confianza, el amor y el cariño a Juan, se sentía decepcionada de él, pues Lucia lo amaba mucho, fue su primer amor y el verdadero y se ilusiono mucho con él aunque sea machista, medio bruto y todo pero nunca en la vida pensó que Juan le pegaría.

El día pasa igual hasta que Lucia llega a casa, cuelga su abrigo y entra a su cuarto donde es esperada por Adán que le tiene un obsequio.

• Hijo ¿Qué pasa? – preguntó Lucia dejando unos documentos ya que tuvo que traerse algo de trabajo a casa para recompensar los 2 días que no fue a trabajar y está era la época donde más había que trabajar
• Mamá… Te quería dar algo – respondió Adán y de su espalda saca un papel y se lo entrega a Lucia con un mensaje “te amo mami eres la mejor del mundo” y Lucia sonríe realmente feliz abrazando a Adán con cariño, se sintió reconfortada por su hijito
• Tú y tus hermanos son lo mejor que tengo en la vida hijo – le respondió a Lucia sonriendo
• Mamá… Yo no quiero ser como mi papá – Responde Adán recordando que Juan le pego a Lucia, casi estaba traumado con eso vamos que solo tenía 9 años  – ¿qué va a pasar ahora? – le pregunto porque había empezado a darse cuenta que no estaban durmiendo juntos
• Nada mi amor, tú no te preocupes que son cosas de grandes – le responde ella dando un suspiro, tenía que tomar una decisión, sus hijos no podían estar en esa incertidumbre  

Mientras hablan Cinthia va al patio donde está Piccarda, necesita de la ayuda de su abuela, su sentimiento de desamparado respecto a sus padres es grande, Juan no tiene ni idea de que Lucia ha corrido a la mayor de sus niñas a la calle por el hecho de estar embarazada.

• Abuela – Cinthia llamó la atención de Piccarda y se sienta a su lado
• Diablita hija – responde Piccarda con una sonrisa
• Bueno como sabes… mamá me corrió de casa, yo ya hable con Fernando y quedamos en que juntaríamos dinero entre los 2 para arrendar un departamento y pues yo no tengo mucho efectivo ahora abuela, y había pensado en que como mi mamá rechazo el sobre que le diste… ¿Podrías dármelo? A mi… – preguntó Diablita con algo de vergüenza nunca había pedido dinero a nadie y ahora se veía en tan penosa situación
• Bueno mi niña de que doy ese sobre te lo doy, pero tu mamá lo puede necesitar, de todas formas hablare con ella e intentare convencerla de que no te corra – prometió Piccarda a su nieta, ella no quería que su nieta salga de la casa solo por esto, pero no podía decir nada, no era su casa
• Gracias abuela – aquella promesa le dio a Cinthia algo de esperanza, de alguna manera creí que su abuela podría abogar por ella

Y como que lo hizo, Piccarda apenas hablo con su nieta se fue a buscar a su hija y se chocan de frente en el salón, curiosamente Lucia también la estaba buscando para contarle su decisión.

• Mamá ya decidí lo que voy a hacer – dijo Lucia sentándose en el sofá, lo había pensado cuidadosamente
• ¿Qué decidiste? – le pregunto Piccarda
• Correré a Juan de la casa mamá – responde Lucia segura de su decisión, Piccarda se quedó callada momentáneamente sin saber que decir, al final hace lo que tiene que hacer, apoyar a su hija
• Bueno hija – murmuro – te apoyo siempre, pero la pregunta correcta es… ¿estás segura? – le dijo con calma, palmeando su mano como cuando era niña – y lo pregunto porque quizás puede ser que de enojada lo digas y después no quiero que te arrepientas y sufras – Piccarda está preocupada por su hija
• Si mamá estoy segura… Y no estoy enojada… Estoy decepcionada de Juan… Me decepciono mucho y perdió mi confianza, el cariño es solo por nuestros hijos – responde Lucia decidida
• Bueno hija veo que estás segura, ¿quieres que lleve al parque a los niños para que no estén presentes en cuanto corras a Juan y puedas hablarlo con ellos en otro momento? – dijo con cuidado Piccarda escogiendo sus palabras
• Si mamá, mejor – respondió Lucia, ella no había pensando en sus hijos hasta ese momento
• Oye hija otra cosa… ¿por qué no dejas que Cinthia se quede y no se vaya? Es tu hija y te necesita ahora más que nunca –le dijo queriendo reflexionarla, pero Lucia está decidida también al respecto
• Porque la amo hago esto mamá, quiero que madure y se haga responsable – le respondió Lucia y a Piccarda no le dio más opción
• Bueno hija

Y con eso Piccarda va adentro a decirle a los niños que saldrán de paseo al parque y se l lleva a todos los menores, mientras Cinthia y Eva estaban fuera, Cinthia porque tenía que verse con Fernando y Eva salía a estudiar con unas amigas.

A los pocos minutos llegó Juan decidido a arreglar las cosas con Lucia, no podían seguir en ese ritmo, no era bueno para ninguno.

• Lucia… – musito acercándose a ella, tenía ganas de abrazarla y besarla, pero no lo hizo porque Lucia se esquivo de él –  Yo no sé cómo se pide perdón en estos casos… es primera vez que pasa, perdóname por favor sabes que te amo – le rogo Juan, realmente arrepentido
• Juan… Alguien que ama no golpea y no le grita a su mujer – respondió Lucia ordenando la ropa sin ni siquiera mirar a Juan
• Lo sé… y me arrepiento, sabes lo mucho que te amo – volvió a decir Juan algo nervioso
• Tú me amabas – corto Lucía –  pero no me amabas como yo te amaba a ti – lo acuso Lucia cerrando el guardarropas y es cuando decide que era mejor no alargar la situación – mira a Juan  – le dijo al fin girándose para mirarlo  –  quiero que te varas de la casa, tienes hasta el viernes para encontrar donde quedarte… si encuentras lugar bien y si no pues mala suerte

Sentencio Lucia saliendo de la habitación sin darle la oportunidad a Juan de decir algo dejando a Juan solo que de la impresión, lo único que atino a hacer, fue sentarse en la cama abatido y con ganas de llorar, al parecer su matrimonio se acababa de terminar…