Amor sin barreras: Cap. 40; Autora Marambra

Amor sin barreras

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 24 de Agosto del 2018. 

Advertencia: Sexo gay

Escenas de sexo entre varones

si no te gusta pasa pagina, si la curiosidad te pica lee y disfruta

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Capitulo 40

Autora: Marambra

• Wou wou wou por Dios, por Dios, por Dios – gemía Gregory con los ojos cerrados dejándose llevar por las emociones mientras sus dedos se enredaban en la castaña mata del pelo de Anir, que como un travieso felino empezó a gatear sobre su cuerpo no sin antes pasar la punta de su lengua alrededor de su ombligo para luego deslizarse sobre su desnudo y esbelto abdomen, subiendo y subiendo sobre su pecho antes de adueñarse de su boca – no pares, no pares por favor – rogaba Greg temblando de frustración cuando Anir alzaba su lengua y el frio de la alcoba golpeaba en aquel minúsculo trozo de piel húmeda de saliva, privándolo momentáneamente del cálido aliento de su boca para volver a empezar… esto se estaba volviendo adictivo muy rápidamente   
• ¿Te gusta? – le pregunto Anir juguetón, clavando su mirada a sus labios, esbozando una sonrisa y relamiéndose a gusto,  lentamente como si anticipara saborear un delicioso bocado
• Oh siii siii ¡me encanta! Agggrr – gruño en respuesta Gregory, atrapando de nuevo el pelo de Anir entre sus dedos pero esta vez para apretarlos con fuerza, una fuerza equiparable al calor que nacía en sus entrañas como si de un violento fuego se tratara
• Y eso que aun recién estoy empezando muñeco – respondió Anir imperturbable, como si el tirón de pelo que le diera Greg era lo que esperaba como respuesta a sus actos y Gregory toco el cielo con las manos…

El sol empezaba a ponerse sobre el horizonte, Anir y Gregory habían salido del colegio y vuelto a casa en el autobús escolar, se habían sentado juntos y tomado de la mano a escondidas del mundo entrelazando sus dedos debajo de la mochila escolar, no se habían dicho absolutamente nada durante el viaje de regreso conscientes de que muchos los miraban, aunque en realidad solo era impresión suya y por esa misma suspicacia incluso se habían comportado agresivamente entre ellos cuando creyeron que algunos pares de curiosos ojos los miraron con sospecha… es que tenían que guardar las apariencias, no tanto por Gregory sino por Anir, él había insistido guardar un poco más el secreto y Greg no iba a arriesgar todo lo construido por no entender aquello y aunque no le gustaba mucho la idea de esconderse lo iba a hacer solo por Anir.

Desde que salió del closet increíblemente las cosas se le hicieron más fluidas, más fáciles de llevar no solo en casa sino también en el colegio, quizás porque se sentía liberado y hasta que no lo pensó detenidamente no se dio cuenta de cuánto pesaba aquello en su vida, ¡Dios! fue como quitarse un bloque de concreto que no sabía que llevaba sobre sus hombros, un peso que fue liberado en el momento justo que sus padres lo aceptaron como lo que era, podía jurar incluso que recién se sentía realmente protegido y arropado por su familia, cosa que no pasaba con Anir,  él aun no tenia aquello resuelto y solo contaba con el apoyo de Dóminic, pero no importaba mientras entre ellos las cosas estén sobre ruedas pensaba Gregory, dibujando una leve sonrisa en los labios concentrado en experimentar esas nuevas sensaciones que hábilmente Anir despertaba en su cuerpo.

Bendito Dios que había resuelto que ambos se abuenen aquel día que fue a verlo al hospital, había sido una suerte poder verlo a solas sin testigos y hablar sobre su situación y empezar su relación con todas las de la ley, algo que le permitía a él tener total libertad para acercarse a Anir cuando quisiera y viceversa, claro que en el colegio las cosas eran un poco más complicadas, por mucho que deseara hacer público su amor, la mirada angustiosa de Anir lo frenaba en seco y se conformaban con pequeños roces accidentales en el recreo, porque para colmo no compartían aula ni ninguna clase juntos que les dé el pretexto de conversar libremente o compartir tareas, así que sus encuentros amorosos en el colegio se limitaba a eso…. al recreo y a algunos viajes en autobús, aprovechando al máximo cuando tenían oportunidad.

Incluso ahora, este encuentro se podía calificar como un milagro… la suma de eventos fortuitos que propiciaron que ambos estén solos y no solo eso, sino que tengan la casa a disposición, claramente obra de la diosa Fortuna que decidió bendecirlos en nombre del amor.

• Tu teléfono esta parpadeando – murmuro Gregory muy serio en el autobús como si fuera algo casual cuando se dio cuenta que Anir se quedo mirando la ventana, ajeno al mundo, concentrado en acariciar los dedos de Greg por debajo de la mochila – anda contesta – le ordeno en voz baja y Anir cogió su móvil
• Es mamá – respondió entre dientes mirando a Greg de manera furtiva, ¡Dios! era tan paranoico que sintió su corazón paralizarse con aquella llamada
• Contesta Anir – sonrió Greg soltando sus dedos de manera suave y eso fue lo que hizo Anir, hablar con su madre en voz baja
• Mamá saldrá con mis hermanos al dentista, Dominic vendrá tarde pero no sé a qué hora, tiene entrenamiento – murmuro mirando expectante a Gregory

Sintiendo latir sus entrañas con un calor desconocido, como si su interior tuviera la mejor premonición de todas y no solo él sino también Gregory, quien saco su propio móvil y en vez de contestar en voz alta decidió enviarle un mensaje de texto a Anir para que nadie sospeche nada.

• Quiero estar contigo – escribió y clavo sus ojos a los de Anir, dejando en esa callada mirada toda la carga sexual que de pronto lo hizo preso, ese “estar contigo” se refería a eso justamente… la intimidad… el sexo
• Yo también – respondió rápidamente Anir atacado por toda la tensión sexual acumulada desde que se dieran un beso en el hospital, un beso a puertas cerradas mientras los pasos de las enfermeras y de los médicos resonaban por los pasillos a la hora de la visita
• Tu casa o la mía – era arriesgado pero igual si había alguien, ya  sabrían como salir del paso, total, toda esta temporada aprendieron a mentir, a ocultar sus verdaderas emociones y sentimientos, a confundir al público como dos camaleones tanto así que hasta Alán creyó que algo malo sucedió entre ambos
• Pero ¿y tu hermano? – pregunto Anir sin levantar la vista del móvil, colocándose los audífonos como si estuviera buscando música y no conversando con Gregory;  decidiendo con ello donde prefería estar
• Volverá en la mañana…

Y un pellizco de parte de Gregory en la pierna siempre por debajo de la mochila sello el pacto, había tiempo de sobra; Anir sabía que los padres de Gregory  fueron a casa de sus abuelos, pasarían el resto del día ayudándoles con las maletas y se quedarían a dormir con ellos porque debían llevarlos al aeropuerto en horas de la madrugada, Susana y Richard viajarían a Inglaterra por un mes a visitar a su hija y conocer al más pequeño de sus nietos, y tanto Lesly como Ralph considerando la tremenda distancias desde su casa al aeropuerto, decidieron hacerse cargo de llevarlos al aeropuerto y como iban a pernoctar fuera de casa, pusieron a Dexter al frente de la casa y al cuidado de Gregory, más un protocolo que otra cosa, los chicos eran independientes y sabían que podían confiar en ambos plenamente, pero en caso de que ocurra alguna remota eventualidad era mejor que las decisiones las tome Dexter.

Por su parte Dex pactó con Gregory un acuerdo de silencio entre hermanos, Greg podía hacer lo que quisiera, ir donde le dé la gana, traer a quien quiera a casa mientras no la destroce en tanto él iba a ir a una fiesta con su novia y volvería al día siguiente, con eso en mente Gregory y Anir creyeron sinceramente que esto que estaba pasando no eran solo coincidencias, era definitivamente la diosa fortuna que les guiñaba un ojo juguetonamente, ahora era solo cuestión de astucia para que nadie se entere; así que Anir bajo como siempre sobre su parada y camino el estrecho trecho que quedaba hasta la casa de Greg mirando a todos lados como cuidándose las espaldas, no vaya a ser que alguien lo vea y le chismee a su madre o padre, sobre todo considerando que muchos por no decir todo el cuerpo policial lo conocía y sabían que era hijo de Parker y Sara, es más, incluso su propio padre podía estar siguiéndolo y él sin darse cuenta, pero aun con ese miedo mordiéndole las entrañas camino decidido a casa de Gregory quien ya había llegado y dejado su mochila a un lado, y empezó a acomodar inconscientemente su cuarto… ¡su cama! porque como a Anir… el miedo, la anticipación, la sensación de lo prohibido le dieron un pistoletazo de adrenalina ante lo que iba a ocurrir… iba a pasar lo que tenía que pasar… iban a tener sexo.

• ¡Oh Dios! – murmuro Greg cuando el timbre de la puerta penetro en su cerebro, se había quedado mirando su lecho con las almohadas repartidas en todo lo largo, se apuro a meter sus calzados y ropa sucia bajo la cama al fijarse que no trajo el cesto del cuarto de máquinas y camino hacia la puerta oliendo su ropa – wacala – gruño ante su propio olor – necesito darme un baño urgente – agrego mordiéndose el labio, pero no podía hacerlo todavía, tenía que atender la puerta y acerco el ojo por la mirilla y se fijo en el semblante preocupado de Anir – mierda, quizás se está desanimando – murmuro, pero no quiso pensar en nada nefasto… bueno en nada de nada en realidad, sea como sea que tengan que pasar la tarde la pasarían, se dijo a sí mismo, ya habrían tiempos mejores y con eso en mente abrió la puerta con apuro, pero nunca como el apuro de Anir
• Te amo – declaro el niño lanzándose sobre su boca, Gregory cerró la puerta rápidamente sintiendo los dientes de su chico morderle agudamente la piel y le devolvió el beso con la misma ferocidad caminando de retro, tropezando con lo primero que se interpuso en su camino… el sofá

Y se tiraron encima del mueble permaneciendo Gregory bajo Anir, quien se acostó prácticamente sobre el largo total de Greg y se abrazaron apasionadamente, besándose con afán y con apuro, como si tuvieran sed de besos y hambre de toqueteos y con el natural desarrollo de los eventos, bajo el influjo de la pasión, la curiosidad, las hormonas, la frustración acumulada por meses empezaron a manosearse dejando de lado las cursis caricias, dando rienda suelta a la salvaje sexualidad y una cosa llevo a la otra, pronto se vieron semidesnudos y necesitados de más, no podían darse por satisfechos, no aun… ¡no! cuando faltaba lo mejor.

Pero Gregory, de un momento a otro se sintió cohibido, no le gustaba el olor a sudor y el no pudo darse un baño en las duchas del colegio a la salida de la clase de gimnasia porque se había dejado en los casilleros su ropa interior y porque Anir le metió prisa para tomar juntos el autobús, necesitaba bañarse urgentemente, lo último que quería era que Anir sienta asco de su olor.

• Amor – murmuro Greg frenando el mordisqueo que Anir dibujada sobre su suave y plano tórax, desde que se quitaron la camisa del colegio y Anir abandono su boca, no hizo otra cosa que besar su pecho, lamerlo y chuparlo sin saber que aquel acto dejaría pequeños hematomas que no serian visibles hasta el siguiente día y durarían un buen tiempo; bueno ni él ni Gregory tenían la menor idea de que eso podría ser una complicación a futuro si no tenían cuidado de donde chupaban  – no… no… deja – gimió estremeciéndose, pero no podía seguir así, no como estaba todo sudoroso y seguro salado al gusto – deja un rato – le ordeno, cogiendo su cara de Anir entre sus manos y empujándolo suavemente a un lado para quitárselo de encima, es que además empezaba a pesar un poco, pero trato de sonreír consciente que de hacerlo con brusquedad Anir se podía llevar entre sus dientes su inflamado pezón que era lo que mordía, chupaba y lamía con entusiasmo
• ¿No te gusta? – pregunto Anir poniéndose rígido, pensando que quizás mal interpreto los gestos de Greg y no era esto lo que quería y automáticamente busco su arrugada camisa para cubrirse, sintiéndose vulnerable y expuesto, pero antes de que huya Gregory  lo atajo cogiendo su mano y entrelazando sus dedos en los suyos, llevando la mano de su amado a su boca besándole los dedos y lamiendo su palma tan lentamente que Anir sintió un escalofrío correrle la columna y apretar sus testículos haciendo que sufra una inusitada erección
• ¡Me encanta amor! – respondió lamiéndose los labios con hipnótica lentitud, casi en cámara lenta atrayendo los ojos de Anir a su boca y sonrío con una chispa de humor maliciosa en los ojos al darse cuenta de lo que le acababa de pasar a Anir, de pronto el Gregory el santo de siempre, el chico tranquilo e inocente desapareció y fue sustituido por uno totalmente salvaje y decidido, exigente y complaciente al mismo tiempo, uno que empezaba a descubrir el lado oscuro de su corazón
• ¿Entonces? – pregunto Anir mirándolo un poco incomodo tratando de cubrir su entrepierna
• Quiero bañarme contigo – declaró Greg olisqueando el cuello de Anir, pero éste no entendió aquello como una oportunidad de explorarse mutuamente, sino como que lo acusaban de oler feo
• Ya me bañe esta mañana – respondió oliéndose la axila como cuando le respondía a Sara, es que  él todavía estaba en esa etapa de: una vez al día es suficiente – y no estoy oliendo tan mal – agrego un poco avergonzado y enojado
• Pero yo sí, y estoy lleno de sudor – contesto Greg tocando sus axilas con los dedos, sintiéndolas mojadas y cerro las piernas al  hacerse consciente de la humedad que sentía en ella, pensando incomodo en el acre olor que seguro tendrían ahora mismo sus genitales, e hizo una mueca de disgusto – no quiero que me huelas de esa manera – declaro poniéndose de pie, recordando a su hermano hablar de lo bien que seguro olería las bragas de su chica esa noche, todo perfume y que él haría lo mismo ponerse colonia por si acaso
• A bueno, creí que lo decías por mi – sonrió Anir aceptando la mano extendida de Greg para ayudarlo a incorporarse antes de meterse a la ducha con él – además no hueles feo, Dominic si huele horrible después de jugar al futbol – agrego haciendo una mueca de disgusto con la boca, ajeno a que cualquiera que no fuera Gregory olería horrible para su nariz porque no estaba enamorado de otro que no sea él…

Y ambos se pararon semidesnudos y entraron a la ducha del dormitorio de Gregory, Anir se quedo mirando el lugar, era un baño no tan pequeño en tono azul pastel, con una gran ventana de vidrio esmerilado que permitía la entrada natural de la luz pero no de miradas curiosas ni ociosas, a un lado había un box de cristal que albergaba una gran ducha que se separaba de una tina con una graciosas patas de león en porcelana.

• ¿Tina o ducha? – pregunto Gregory
• Mmm ducha – respondió Anir casi, casi leyéndole el pensamiento a su chico, la ducha les daba la posibilidad de mirarse y tocarse completamente desnudos a diferencia de la tina donde el agua era un gran obstáculo en su primera vez
• Si, a mí también me gusta más la ducha – sonrió Gregory jalando a Anir muy cerca suyo, besándole la boca con una pasión tan salvaje que él mismo se asustó de sus instintos e instintivamente Anir se paró de puntillas para alcanzar mejor la boca de Greg mordisqueando sus labios con suavidad, cerrando los ojos como una dama en apuros… como vio en las películas antiguas en blanco y negro que alguna vez pasaban en el orfanato donde se crió, quitándose los calzados pisando sus talones
• Muack muack mmmuuukkk – sonaba la boca de Anir ahora completamente ocupada y los mismos ruidos salían de la boca de Gregory que también tiro a un lado  los calzados, apurado porque él quería algo más que unos cuantos besos
• Hora de desvestirnos – se atrevió a decir de pronto con una confianza inusual en él, interrumpiendo el  beso y no porque no le gustara, sino que le gustaba demasiado, por eso quería mirar a Anir desnudo y desnudarse completamente él y poder explorarse, mirarse… disfrutarse e ir hasta donde Dios lo quiera – prendamos la ducha – le dijo mientras se quitaba el pantalón quedándose con la ropa interior blanca, Anir lo observo mordiéndose una esquina de su labio inferior, observando a Gregory en paños menores, pensando si alguna vez lo imagino de esa manera – ¿no te vas a desvestir? – le pregunto robándole un beso fugaz que Anir no se lo esperaba
• Ammm… si claro – Anir estaba algo nervioso… vamos ¡muy nervioso!, pero decidido y empezó a desabrocharse el cinturón con mucha torpeza, era como si sus dedos estuvieran cargados de mantequilla derretida y todo se resbalara, ocasionando que Gregory sonría pero no solo eso, Gregory termino de desvestirse y Anir dejo de hacer lo suyo hipnotizado con el cuerpo de su flamante novio, ¡Dios! qué hermoso era y estiro la mano para poder tocarlo, quería sentir en su palma el calor y la textura del pene de Gregory, pero este no se lo permitió
• Primero lo primero – murmuro

Y se puso de rodillas delante de Anir, cogiendo decidido el cinturón de su pequeño amor, retirando a un lado sus manos de la hebilla  para hacerse cargo él, quitándoselo finalmente con el click característico que hizo que Anir cierre los ojos dubitativo entre detenerlo o dejar que Greg continúe, pero antes de que se decida, Gregory ya había eliminado el último obstáculo de su labor… sacar el botón del apretado ojal y ya, sin ninguna otra barrera en el camino tiro del pantalón y de la ropa interior de Anir violentamente dejándolo completamente desnudo de las rodillas para arriba; Anir contuvo la respiración e iba a protestar por la vulnerabilidad en que estaba, pero Gregory lo sorprendió una vez más cuando sintió su boca apoderarse de su pene y una de sus manos apretar sus testículos.

• ¿Qué haces? – pregunto Anir queriendo retroceder, pero Gregory lo cogió del culo, apoderándose de ambas nalgas antes de atreverse a engullir el juvenil falo de Anir, paladeando los resto del salobre orín, pensando que no le causaba el asco que creyó sentiría, alguna vez que imagino aquello o cuando vio por primera vez un video de porno gay… y con algo de torpeza empezó a mover la lengua y chupar por puro instinto – aggg ahhh mmmm – Anir empezó a gemir aun en contra de su voluntad, la vergüenza experimentada cuando Gregory le cogió el escroto se esfumó y se dejo llevar por aquella nuevas e insospechadas sensaciones; y estuvieron así por un buen momento, pero ninguno podía saber exactamente cuánto fue, y quien sabe cuánto tiempo más se hubieran quedado así, clavados en el piso de no ser por el miedo que le invadió a Anir – ¡me corro!... ¡me corro! Greg – declaro alejándose de Gregory, jalándole el pelo en dirección contraria a su pubis para que lo suelte y apenas se vio libre se cubrió con las manos manchándose con su propio semen, acababa de eyacular mientras un profundo rubor lo invadía, él había reconocido los signos de su propio cuerpo y sabía que esto iba a pasar y no quería que Gregory lo vea en esos afanes y menos hacerlo en su boca, eso hubiera sido horripilante – que asco – murmuro mirándose las manos limpiándoselas en el propio pecho antes que en su ropa, un atisbo de cordura le hizo darse cuenta que eso sería imprudente y miró expectante a su novio pero sin saber cómo actuar, pero Gregory simplemente sonrió mientras termino de desvestirse y se acerco a él para abrazarlo por detrás, cruzando sus brazos alrededor del cuello de Anir mientras mordisqueaba sus hombros, contento sin decir nada, no quería romper el hechizo, así como estaban podían quedarse por siempre – creo que necesito bañarme – murmuro Anir cuando sintió sobre la piel de sus nalgas el pene erecto de Gregory que muy al contrario de ponerlo nervioso lo alentó a devolverle el favor a su amado – pero antes… lo primero también – declaro dándose la vuelta robándole un beso antes de ponerse de rodillas, también quería practicar felación, pero Gregory no quiso
• NO, no hagas eso… no me he bañado – Gregory tenía una extraña obsesión con la limpieza sobre todo de su cuerpo y mientras le contestaba a Anir prendió la lucha
• Yo tampoco y eso no te impidió hacer lo que hiciste – lo acuso Anir cruzándose de brazos enfadado, descalzo pero aun con los calcetines y el pantalón enrollado en los tobillos
• Eso es diferente – Gregory alzo sus hombros y empujó suavemente a Anir sobre la tapa de la taza del baño para terminar de desvestirlo, fue tan erótico que parecía todo un experto en el tema, para hacerlo se había parado frente a Anir que yacía sentando sobre la tapa del baño y jalo uno de sus pies, quitándole el calcetín y  beso el dorso del pie de su chico, antes de jalar lentamente el botapie del pantalón para luego besar su pierna desnuda hasta sus rodillas – si estarías en la cama te besaría hasta llegar a tus bolas y me las comería – le dijo a Anir haciendo que el muchacho abra los ojos sorprendido de las palabras de Gregory, era la primera vez que le oía decir cosas tan crudas sin ser groseras, pero también por la imagen que su mente recreo imaginando como sería aquello – vamos – oyó decir a Gregory quien le extendió la mano con la palma hacia arriba para que lo coja como se le invitara a bailar en vez de ir a la ducha y el acepto encantado la bonita galantería

Ambos tras un gemido al unísono cuando un chorro de agua fría cayó sobre sus pieles como templando sus nervios, se besaron largamente mientras la temperatura del agua viraba a más templada y no interrumpieron aquel beso hasta tener la cara completamente empapada, fue cuando Gregory cogió el champú que usaba y quiso ponerlo sobre el pelo de Anir, pero este se lo impidió y con una buena razón…

• No, mi padre se dará cuenta, tiene un olfato de sabueso, solo me enjuagare con agua
• Bueno, pero yo si me quiero bañar – suspiro Gregory empezando a frotar su pelo mientras cerraba sus ojos

Fue cuando Anir aprovecho para explorar a gusto el cuerpo de su chico, cogió el bote de jaboncillo líquido y vacio una generosa cantidad sobre sus manos y empezó a deslizarlo sobre el cuerpo de Greg mientras buscaba con la mirada la esponja de baño, Gregory automáticamente dejo caer sus manos a ambos lados y cerró los ojos disfrutando de las atenciones que le daba Anir.

El muchacho le obligo a abrir los ojos y lo beso intensamente en la boca tragando incluso restos de champú y sin dejar de besarlo empezó a frotar su pelo, metiendo sus dedos en el cuero cabelludo de su amado, siempre quiso enredar sus dedos en el cabello de su caballero, pero siempre se negó aquel gusto por puro miedo, sin embargo ahora tenía total acceso a su cuerpo entero y pensando en eso interrumpió el beso cogió la esponja cargándola de nuevo con jabón liquido y empezó a deslizarla sobre la piel de Gregory, recorriendo todo su cuerpo depositando  pequeños piquitos mientras lo aseaba volcando un particular  interés sobre su sexo, cargo jaboncillo en su mano y la llevo al pubis, frotando el rubio vello con algo de violencia, retrajo el prepucio y empezó a juguetear con el retrayendo y cubriendo el glande con aquella porción de delicada piel, riendo pícaramente al fijarse en los cambios que sufría la expresión de Greg, soplo incluso en la uretra y deslizo su pulpejo para dibujar su contorno, antes de arañar con suavidad el surco  balano haciendo temblar a su amante.

• Wou wou wou no pares, no pares, no pares nene – declaró Gregory cerrando los ojos y parándose de puntillas y abriendo la boca como si quisiera gritar, sintiendo todos sus poros erizarse antes de que una descarga eléctrica lo hiciera preso suspendiendo sus testículos, contrayendo su bolsa escrotal empezando a erectarse – aaah ahhhgg – gemía cada vez más agitado, Anir alentando por los gemidos de Gregory y sin dejar de tocarlo, atrapo el pene de su chico en toda su mano izquierda para apretarlo sin dejar de acariciar la punta del mismo, jalándolo hacia su cuerpo para morder su boca de forma posesiva entre la agresividad y la timidez, mientras su mano derecha sin darse cuenta se deslizo hacia sus glúteos con una sola intención: penetrarlo, y lo hizo… deslizo los dedos entre las nalgas flacas de Gregory y empezó a juguetear con su entrada con leves caricias como mariposas aleteando por primera vez hasta que lo ensarto cogiendo por sorpresa a Gregory quien tan excitado como estaba, pego un grito de sorpresa y de dolor pero al mismo tiempo eyaculo sin control
• AHHHHHAAAAHHHHHHHHHHHHHHH

Y el grito resonó en toda la casa, retumbando en sus propios oídos, traspirando copiosamente pese al agua de la ducha que caía sobre su piel… con el corazón latiendo a mil por hora como un caballo desbocado,  sintiendo girar todo su mundo y su vida pasar delante de sus ojos… como si se fuera a morir pero de felicidad.

• ¡Gregory!... GREGORY hijo despierta – Ralph prendió la luz de la habitación de su hijo, alarmado por el grito que acababa de dar, pero no solo él sino también Dexter quien entro a la habitación y jalo las mantas de su hermano para ver si no le paso algo malo al verlo moverse con espasmódicos tirones
• ¡Oh Dios! esto es el colmo – dijo en voz alta mirando a su padre y volviendo a posar los ojos sobre su hermano que yacía a medio desnudar en su cama con su pijama envuelta en el tobillo y la casaca de dormir atorada en un brazo
• Shuuu hijo – susurro su padre a sentándose a su lado ayudándolo a vestirse, cubriéndole la cintura con la sábana sin percatarse de  nada en particular que solo el hecho de que a su hijo al parecer le hizo calor
• ¿Qué ha pasado? – murmuro Gregory que se despertó cuando la luz se prendió, sintiéndose mareado, mirando a su padre desconcertado y asustado por lo que acababa de pasar, tocándose su cuerpo y palpando su alrededor como si buscara algo que estuvo a su lado y ahora se había perdido, parpadeando pesadamente sin darse cuenta que estaba sin ropa
• Creo que tuviste una pesadilla – respondió su padre, antes muerto que decirle lo que sospechaba
• OH noooo, me he orinado – murmuro al tocar el borde de su casaca de dormir
• Que orinado ni que ocho cuartos… ¡has eyaculado! – contesto Dexter cambiando a último minuto lo que iba a decir, porque en realidad enojado porque lo despierte en vano, quería contestarle con una grosería como: tuviste un polvo y disparaste chorros, sin importarle como se pueda sentir Gregory al respecto
• ¡Dexter! – amonesto su padre horrorizado por su crudeza – ¡qué te pasa hombre! – agrego viendo lo rojo que se puso Gregory de vergüenza, ya tendría una palabras con él cuando amanezca
• Pero es cierto… – se defendió Dexter pero sin poder morderse la lengua – tu  inocente pollito acaba de tener un sueño húmedo  y todos tenemos que enterarnos, ¡justo! cuando estamos durmiendo… – agrego medio enojado, seguro de que ahora se le quitaría el sueño por culpa del feto de su hermano
• Papá yo – murmuro Greg queriendo justificar lo injustificable, avergonzado por las palabras de su hermano
• No pasa nada hijo, le pasa a cualquiera – murmuro Ralph ayudándolo a meterse a la cama tras quitar la sabana de arriba, ya mañana cambiaban todo, pensó – duerme ¿sí?, es tarde – y tras darle un beso en la frente lo dejo solo con sus pensamientos, no podía quedarse a charlar de nada como cuando le daba pesadillas porque no era necesario, segundo tenía que madrugar y tercero apostaría cualquier cosa a que Greg ni muerto hablaría del tema

En realidad, Gregory se sentía a la deriva, no podía creer que lo que paso hace unos minutos,  solo haya sido un sueño… pero ¡era tan real!, tan real que aun le parecía sentir las manos de Anir sobre su cuerpo, ¡diablos! se notaba a leguas que estaba tan necesitado, tan urgido… tan hambriento que su cuerpo había enloquecido, tenía que ponerle un alto a esto, tenía que hacer algo y urgente, tenía que procurar volver a ver a Anir y besarlo… bueno eso y no pegarse a ver porno gay en el móvil a la hora de acostarse, cuando todos en casa pensaban que estaba durmiendo plácidamente como un angelito  inocente.

• ¡Mierda! y ahora ¿cómo se supone que voy a verlos a la cara mañana por la mañana? – se pregunto recordando las palabras de su hermano y la mirada de su padre, tirándose de espaldas sobre su cama, abochornado, mirando la oscuridad del techo, bostezando adormilado de cansancio, fantaseando con Anir, imaginando que flotaba como un ángel volviendo a su encuentro, tocándole su mejilla y sonriendo… un momento, un momento ¿esto era su imaginación o era un sueño?

Bueno, lo que Dios quiera, después de todo para Gregory era bueno dormir, imaginar… soñar, aunque vuelva a mojar sus sábanas en el proceso.

Este capítulo está dedicado a una gran lectora que ama el yaoi condimentado o como lo  llaman en el mundillo: "con mucho lemon"; sé que no se acerca ni por si acaso, pero igual quise complacerte por lo menos con este intento, espero te guste…

Marambra