Cardos y florecillas: Microcorto 5; Autora Nicole

Cardos y florecillas
一一一一一一一一一一一一一一一

Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.

Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 10 de Septiembre del 2018.

Etiquetas: M/f  -  F/m

一一一一一一一一一一一一一一一 
Capando clases

Quinta parte

Autora: Nicole

 Nota de autora: A lo mejor no es lo que esperaban, pero mi cabeza se inspiró en estas escenas, les prometo que pronto viene el plato fuerte, y será genial, el crimen no quedara impune, se los prometo. Comenten los que leen por fa que eso da muchas ideas. Por ahora los Correa no tienen alías, lo mismo que Mauro, ya pensare en algunos para próximos capítulos, no fue fácil ponérselos a Brian, Anderson, Pablo, Los gemelos Jaramillo son los que por ahora tienen ese Alias. Pensaré en el alias adecuado para los demás chicos de acuerdo a su personalidad.

Aclaro algo, Ryan y Anderson es el mismo, solo que es conocido más como Anderson, pero su novia Danna la mayor de las Cardona lo llama por su nombre de pila, otra cosa, todavía no sé si ponerle alías a las chicas que tienen el papel secundario en la historia, lo pensare luego, hago la aclaración con los personajes porque manejo muchos y para que no se pierdan.

Disculpen por la redundancia, es inevitable en algunos casos, pero trataré de ampliar el vocabulario. Un abrazo.

• Auuu, auuuauuuyaaaaayaaaa, dueeele, dueeeele mami soltame por favooor, por favooor – imploraba Navid, pataleando en el regazo de su madre
• PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP – la alpargata sonó seis veces seguidas en los pliegues del sardino que inútilmente intentaba huir
• Atrevido PLOP, PLOP, PLOP, descarado, PLOP, PLOP, PLOP irresponsable PLOP, PLOP, PLOP – está vez los azotes fueron en tandas de tres, con fuerza considerable y todos en la unión de los muslos con las nalgas, la señora no iba a castigar otra zona que no fuera esa, quería darle una lección memorable a su mocoso
• Auuu, auuuauuuuuuuuu mamá yaaaaa
• Quite las manos – se las apartó y siguió zurrándole las nalgas – PLOP, PLOP, PLOP…

Navid no paraba de quejarse con el final del culo rojo carmesí marcado por la chancla de suela de cabuya, como dolía y picaba la condenada. Charlie Ivan de espaldas en el rincón de aquella habitación, con los jeans y los calzoncillos en las rodillas esperando su turno, recordando cómo fueron pillados  ¿Cómo podían tener tan mala suerte? tantos lugares en Cali para salir a distraerse y su linda madrecita se le ocurría la maravillosa idea de ir a rumbear con su amiga precisamente al Salsaton Club Discoteca, que estaba solo a 0.2 kilómetros del Hotel dónde también estaban hospedados ellos.

¡No pues eso si es  mucha casualidad tan hijuemadre!, pensaba el menor de los Correa ¿Por qué rayos no se aparecía en  casa,  así  de  pronto  para ayudarnos  con las tareas del colegio?, cada que la necesitaban, su señora madre estaba fuera de Medellín; los pensamientos de Charlie iban y venían sin parar. Anderson había coronado una vuelta (negocio exitoso) y  junto a su hermano Pablo Emilio alias “El Géminis”, decidieron invitarlos  a Rumbear en la capital de la  salsa  con  cuatro chimbitas, una de dieciocho, otra de diecinueve y dos de veinte años aproximadamente, es que al “El Chef” como era conocido por su combo en la mayoría de los barrios de Medellín, le encantaban mayores, lo mismo que a los Correa, así  le llevaran solo un año de diferencia pues su novia Danna tenía diecisiete años,  aun así, sus padres son demasiado estrictos, Ryan pensó invitarla, arrepintiéndose para evitarle problemas con el señor Cardona, esa muchacha se le metió en lo más profundo de su corazón, que no quería perjudicarla manteniendo en secreto sus negocios, la gente con la que se relacionaba etc.

Sin saber hasta cuándo podría seguir escondiéndose, vivir una doble vida no era sencillo en estos momentos,  ni lo sería en el futuro. “Cocinero”  como  también  le  llamaban  había chateado con  ella  durante  toda   la semana   para saber de  ella, quien le  informo  sin dar tantos detalles  que en su casa  el  ambiente  era  tenso  entre sus hermanas y progenitores por lo que estaba angustiada, el muchacho no  preguntó más, pero sospechaba de su parcero” Esquizofrénico” como también llamaban al Brian por sus excentricidades y comportamiento errático que manifestaba en ocasiones;  se asemejaban a una persona con esa enfermedad. Anderson lo conocía tanto o más que a su propia novia, eran llaves desde niños.

Había escuchado que él y su hermanito habían planeado una rumba en casa de Marce, era claro que las Cardona también estaban metidas con ellos en la farra. “El Demonio” y “El Santo” (Gemelos Jaramillo) le prestaban plata, carro y de todo al “Vicioso” para que satisficiera sus placeres, pero luego tenía que pagar sus favores al patrón, nada era gratis en la vida y menos  en el ambiente de lo sucio e ilegal. De manera que mientras  Charlie Ivan reflexionaba  sobre  el suceso,   tenía la cara igual de roja que las flexuras de su hermano castigado, solo recordar cómo fueron avergonzados por Sofía delante de los parceros,  de la amiga de su madre  y de toda la gente en la discoteca que presenciaron parte del castigo. Nada más pillarlos infraganti, la señora no perdió el tiempo y les arrebato un vaso  de Vodka a “Doble Cara”, el hermano menor de Anderson y el otro se lo quitó a la chica pelirroja de diecinueve años; el primero mojó la cara de Navid que no demoro en reclamar.

• AHHHH Sofía ¿Vos te volviste loca pues? – gritó lo más fuerte que pudo, olvidándose con quien estaba tratando
• Silencio culicagado CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP  A mí no me llamás por el nombre CLAP, CLAP, CLAP, CLAP Irrespetuoso CLAP, CLAP – con maestría sacó de su cartera  el cepillo cuadrado con mango de madera y  lo  estampó sobre  los pantalones bermudas color blanco que el sardino traía puestos
• AU, AUU, AUUU, NO, NO, SOFIA, ACÁ NO,  NOOO,  ME ESTÁS HACIENDO QUEDAR MAL OME – el descarado siguió de insolente

La señora siguió regañando y pegando, en medio del alboroto su amiga se escabullo, total, no tenía velas en ese entierro. Los demás presenciaron todo con lujo de detalles. Todos con vergüenza ajena. Algo así como: ¡Pecaito con esos sardinos!

• TE DIJE  CLAP, CLAP QUE CERRÉS CLAP, CLAP  LA BOCA  CLAP, CLAP CÍNICO Y SINVERGUENZA CLAP, CLAP, CLAP – Navid intentaba esquivar, agachándose inconscientemente ruborizado con harta pena  aguantándose las ganas de llorar, ya que aunque tenía la ropa puesta, su madre lo zarandeaba como quería  golpeándole el sentadero con ganas y solo era el inicio de la larga tunda que le esperaba  apenas entraran a la pieza dónde se estaba quedando su progenitora – CAMINE  CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP – con esos  últimos  le  indicó que la esperara afuera del lugar nocturno; al peladito no le quedo de otra que salir en bombas pues su madre le dedicó una severa mirada de esas que más vale obedecer de una, para no empeorar las cosas – Y USTED – Charlie se quedó de piedra ante aquel llamado
• Mami perdón…  – fue lo único que salió de su boca…
• PERDÓN CLAP, CLAP, CLAP  PERDÓN CLAP, CLAP, CLAP  ES LO ÚNICO QUE SABE DECIR  CLAP, CLAP, CLAP  VOS  Y  TU   HERMANO  SON   UNOS INDECENTES CLAP, CLAP, CLAP  VENIR A DÁRSELAS DE GRANDES CLAP, CLAP, CLAP   CON ESTOS…  CLAP, CLAP, CLAP   CUANDO TIENEN  QUE  ESTAR  EN  CASA ESTUDIANDO CLAP, CLAP,  CLAP, CLAP   CLAP, CLAP, CLAP, CLAP – los últimos le sacaron las lágrimas y es que cada cepillazo iba con una fuerza increíble

Sofía estaba con la piedra afuera (con un colerón de padre y señor mío) que iba a romperles las nalgas a punta de alpargata apenas estuvieran ambos en la habitación del hotel, el cepillo fue su arma en aquel momento, siempre para desgracia de sus retoños tenía uno guardado en la cartera para tales menesteres, definitivamente no había lugar y ocasión  que no los tuviera que calentar,  ya fuera en casa de los tíos, dónde los abuelos o en la calle cuando se volaban sin permiso e iban a andar de vagos con los muchachos del barrio como ahora por ejemplo, ¡Que rabia tenía esa señora nada más verlos con ese par de delincuentes y encima medio borrachos! Navid por un lado con una chica de frente y otra detrás, sosteniendo el trago de vodka casi vació mientras le sacaba la lengua pícaramente a una de las muchachas quienes sabían que el chico era menor, pero este les inventó que tenía disque dieciséis entrados en lugar de catorce, él y su hermano mintieron diciendo que se veían más jóvenes gracias a la maravillosa genética de sus antepasados.

Las nenas sospecharon igual, pero les parecieron lindos los jovencitos, ellas no pensaban pasar más allá de la rumba. Charlie por su parte estaba con la rubia de dieciocho bailando muy cariñosos. Ver esa escena la saco de sus casillas, no comprendía como era posible que sus hijos que no alcanzaban los quince años estuvieran metidos en una discoteca, en otra ciudad; la cual no conocían, además salir con gente extraña, se imaginó lo peor, ah, pero ya hablaría seriamente con Oliver sobre el comportamiento de ese par, pensando porque no salieron como Camilo, su Camilo, un muchachito tan juicioso, educado y responsable que no le daba problemas, bueno eso era lo que ella pensaba de su angelito.

• AU, AUUU, AUUUUU YAAAAA MAMI, YAAAA ME PORTO BIEN, ME PORTO BIEN – al mocoso se le olvido que era un adolescente de trece años y se puso a gritar cual niño de cinco años en presencia de sus amigos y las hermosas caleñas que los acompañaban, moviéndose como si estuviera corriendo el maratón en círculos, a ver si al menos evitaba algún azotes, pero Sofía Aurora era conocedora del oficio  y  por  cada cepillazo que se libraba, le daba tres seguidos casi siempre en el mismo sitio
• CAMINE PARA LA PIEZA CLAP, CLAP, CLAP, CLAP  DESCARADO CLAP, CLAP, CLAP, CLAP – igual que Navid se fue más rápido de lo que canta un gallo a esperar junto a su hermano,   sabía que apenas llegaran a su destino, su madre les  iba a incendiar sus necios traseros
• Y USTEDES BUSQUEN OFICIO VAGABUNDOS – Increpo al parcito de traquetos, Pablo Emilio iba a soltar una grosería, pero su hermano lo detuvo; eso no era conveniente, era mejor que no sacara a relucir su otro yo en frente de la señora Tabares, eso podría perjudicarlo no solo a él sino a su persona – Escuchen con atención señoritas – advirtió ella haciendo una pausa – No les conviene salir que estos…  señores, les recomiendo que se aparten de ellos por su seguridad – fue lo último que dijo y salió para toparse con sus hijos; y de allí partieron para  el  hotel, eso no estaba en el pensamiento del menor; sino en el de ella, en la mente de la hermana de Sandra mientras seguía castigando la cola del incorregible  Navid que no paraba de berrear con ganas sin importarle que lo escuchara los vecinos o bien su hermanito. El adolescente estaba recibiendo una dura con la suela de cabuya, ahora no solo la parte baja del trasero estaba colorada, su madre repentinamente cambió de opinión y decidió pelar las nalgas completas, sus cachetes eran dos globos hinchados y aquello no parecía tener fin
• AGG, AGGG, AHHHGGGGG – Entre gemidos, no paraba de sorber sus mocos afligido y dolorido
• Que sea PLOP, PLOP, PLOP  la primera y última  PLOP, PLOP, PLOP  vez  PLOP, PLOP, PLOP  que vos  PLOP, PLOP, PLOP  volvés a salir de casa PLOP, PLOP, PLOP  sin permiso PLOP, PLOP, PLOP si lo pensás siquiera PLOP, PLOP, PLOP  te acabo a correazos PLOP, PLOP, PLOP  A mí me respetás mocoso grosero PLOP, PLOP, PLOP  para vos soy mamá, no Sofía ¡Alzado! PLOP, PLOP, PLOP
• Lo… lo… sien…toma… ma… mamita linda… me por… por… por… portare bien lo… lo… lo juro
• Más PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP  te vale –  con aquellas diez en el centro del culo termino el correctivo por el momento y lo puso de pie frente a ella, el sardino estaba desnudo de la cintura para abajo porque al inicio de la paliza, su mamita suspendió sus pies y le saco los bermudas junto con los interiores, para darle desde el principio a cola pelada como solía hacerlo la mayor parte del tiempo, y es que el culito de ese muchachito solito solicitaba el fuete (es decir que Navid es tan necio que no necesita decirlo para ser castigado)
• Me… me… duele – dijo el chico  todavía lloriqueando con una mano detrás de la cola, sobándose suavecito, pues aquella zona estaba ardiendo en llamas
• Eso es para que la próxima vez, te lo penses dos veces antes de pasarte de avión (listo) papito, cuando usted va yo ya vengo – le dijo mirándolo sería – y ve preparando esa cola porque a partir de mañana vas a recibir dos pelas diarias una al levantarte en la mañana con la correa  y otra antes de irte a la cama con el cepillo – esa noticia hizo que a Navid se le volvieran aguar los ojos como si quisiera empezar a berrear nuevamente
• Mami, me duele mucho el trasero, mami perdóname por favor, lo juro, no, no, no, lo vuel… vuelvo a ha… hacer
• Eso debiste haberlo pensado, ahora no hay tiempo para arrepentirse
• Mami… mami…
• Nada de mami… a la esquina y manos en la cabeza – reprendió  ella con voz autoritaria, pero su desobediente hijo no  se  movió y tuvo que darle  una sonora nalgada
• AUUUUUUUUU – las manos volaron automáticamente a la cola castigada
• A la esquina le dije, en bombas carajo y dejá de tocarte el sentadero que ya no tenés cuatro años
• Si señora – dijo todo asustado y se colocó donde le pidieron
• Charlie Ivan Correa Tabares venga inmediatamente – escuchar su nombre completo hizo que se le revolviera el estómago, con ganas de orinarse del verraco miedo que sentía en aquellos instantes, tragó saliva  y  a paso lento se acercó hasta donde su madre quien seguía sentada en la enorme cama de la habitación cubierta de cobijas blancas

El más pequeño  se colocó sobre las faldas de su progenitora, tenía mucha pena; esa posición era muy vergonzosa para sus años, ya era un adolescente incluso más alto que su hermano, pero bueno era mejor que la paliza de pie que a veces su linda madre le daba con la correa. Sabía que en la semana que venía,  sus pobres  nalgas iban a vivir el infierno, ante aquel razonamiento maldijo mentalmente  preguntándose una y otra vez  de  la misma  manera  ¿Para qué miércoles le ponía cuidao a su loco hermanito? Ninguno de sus planes terminaba en buena cosa;  casi siempre quedaban  con  el  traste morado,  marcado sin poderse sentar bien por varias semanas. Se prometió no volver  a seguir a Navid en ninguna de sus ideas descabelladas por más emocionante que le pintara el destino. Si algo tenía Charlie era su capacidad de análisis,  que  libro  su  cola  de muchos líos, desgraciadamente este no era uno de esos casos y era hora de pagar el precio de la su insensatez.  Ya listo se  preparó  psicológicamente  para soportar estoico la zurra que en pocos segundos recibiría. Cerró los ojos y apretó el culito con anticipación, Sofía volvió a coger la alpargata y la estrello dieciséis veces en tandas de cuatro, primero en ambas nalgas y luego al centro, el niño mordió la camiseta para evitar chillar, lo  que  le funciono  solamente  al  principio, la señora Tabares continuo calentando el sentadero del menor de sus hijos enfocándose en los pliegues dando cuatro seguidos mientras lo cantaleteaba.

• PLOP, PLOP, PLOP, PLOP Muy bonito PLOP, PLOP, PLOP, PLOP el señorito dándoselas de importante eh PLOP, PLOP, PLOP, PLOP ¿Qué dijo? PLOP, PLOP, PLOP, PLOP  ¿la cucha  no  se  va  a enterar verdad? PLOP, PLOP, PLOP, PLOP  pues ahoritica  PLOP, PLOP, PLOP, PLOP vas a  aprender PLOP, PLOP, PLOP, PLOP una lección  PLOP, PLOP, PLOP, PLOP  que recordarás PLOP, PLOP, PLOP, PLOP  el resto de tu vida PLOP, PLOP, PLOP, PLOP.
• AU, AU, AUAUAAUBUUUAAAAAAAAA YO… YO NO, NO, NO  SOY… ASIIII PER… PERDÓN  BUAAAAAAAA  – sudoroso con la nariz llena de mocos,  suplico a su madre que lo soltara, tenía ya todas las nalgas rojo escarlata con los típicos tatuajes de la suela de cabuya, aquello era terrible, primero un picor, luego dolor aguado hasta escocerle a rabiar, es que cada azote era certero y cargado de fuego, ya no valía morder la camiseta, meter las manos, agitar los pies o cualquier intento de tirarse al piso para evitar que su mami  siguiera, ese último  pensamiento paso por su cabecita, pero se arrepintió, hacer eso era una buena con la correa, su madre detestaba los berrinches. Algunos culicagados solían hacer eso a sus padres, Navid muchas veces se ganó unos  buenos  correazos, incluso varazos por hacer sus pataletas. Charlie reconsideró su situación, llegando a la conclusión, que pues  ni modo tocaba  aceptar  como un varoncito  que  era  la muenda completica.
• Nada PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, de perdón señor PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP, PLOP – Ese  grupo  fue  a  parar de nuevo en la unión de sentadero y los muslos, Charlie gimió cual cordero degollado, claro le estaban arrancando la piel con ese instrumento de tortura, o al menos eso era lo que el adolescente pensaba. En medio pataleo sus pantalones y calzoncillo quedaron enrollados en los tobillos,  su madre  levantó sus piernas tal como lo hizo con Navid y le quitó todo dejándolo pelado de la cintura  para abajo.
• Cumpla PLOP, PLOP, PLOP con sus obligaciones PLOP, PLOP, PLOP culicagado PLOP, PLOP, PLOP – Con esas últimas terminó el castigo por esa noche, espero que  el  jovencito  se  calmara;  era  un mar de lágrimas, fue muy dura la paliza, pero era la única forma de hacerlos entender. Cuando el llanto se convirtió en sollozos, lo hizo parar, e inmediatamente  le informó que recibiría dos tundas diarias por una semana de día y de noche  y lo ubicó en una esquina de la habitación, a ella le dolía la mano, zurrar dos culos no era fácil, así que estiro las mismas y se metió a la ducha

Mientras tanto en el barrio el Pedro, centro de  Medellin  Brian Alexis  seguía explicando a su hermano sus planes, era fundamental que Mauro copiara en su cabecita todo el asunto del robo en cuestión cualquier equivocación o embarrada podía costarles caro y “Vicioso” no quería correr riesgos, así que se aseguraría que Mauro la cogiera de una, también quería quitarle presión y nerviosismo que su cara reflejaba y era normal, era la primera vez que robaría, pero al menos se sentía en confianza con su hermano mayor a quien siempre veía seguro de sí, admiraba mucho esa cualidad  en él y no era que el sardino no tuviera miedo de vez en cuando  como cualquier mortal, pero se controlaba mucho, el miedo solo servía para arruinar todo, había que disminuirlo como sea. Siempre “Esquizofrénico”  pensaba de esa manera, lo que lo llevaba a lanzase con osadía, a perseguir lo que quería aun siendo en el ámbito de lo bajo, ruin, sucio e ilegal. En lo que ambos  adolescentes  seguían dando rienda a  sus  instintos delictivos,  en casa de la familia Piedrahita, un enojado Alexander llevaba cogida de la mano a Paola, Camilo estaba sentado en los sillones de  sala,   pues  su  tíole informó  que no se moviera;  cuando terminara con la atrevida de su hija, iba a llamar a Oliver para que viniera por él, pero primero le explicaría que estaba haciendo su niño, lo mentiroso que era y otras cositas más. El señor Piedrahita se metió a la pieza  con la sardina, la sentó en la cama y salió, estaba muy enfadado; todo lo que los padres de esas niñas le habían contado, no era para menos, tomo varios vasos de agua, una pastilla calmante, pero no se le pasaba, y debía tranquilizarse  para tratar con su niña, no quería castigarla en ese estado, temía que se le fuera la mano, pero luego profundizo en el mismo asunto,  cómo era posible que su pequeña de apenas catorce años se dejara manosear por ese…  ¡miércoles! Tenía ganas de ahorcar al tal Adbiel alías Santo que de eso no tenía nada.

• Alexander controláte ome – se repetía una y otra vez cuando voló hasta la cocina, Juan Camilo que lo vio, se extrañó mucho pues su tío era estricto sí, pero nunca lo vio enojado
• ¡Juemadre! Como me quito está piedra. A estos culicagados uno le da la mano y se cogen el pie – se refirió al exceso de confianza, con los varones se había pasado los últimos años, lo tomaban por su parce en vez de padre y la niña iba por lo mismo, las palabras de Carlos Mauricio y Carmen hacían eco en su cabeza, que sí, era hora de hacerse respetar, que sí  mano dura con esos muchachos, que a esos mocosos les hacía falta mucha verbena.

Además ambos padres  le  metieron miedo; que  si no hacía algo principalmente con Brian y Mauro, la policía se iba a encargar, mencionaron nombres de malas compañías con quienes andan sus hijos. Alexander reflexiono un poco más relajado y recordó sus años adolescentes y de juventud temprana y como sus dos padres lo castigaban a él y a sus hermanos por las malas acciones que cometían, sus severos progenitores, que con una mirada lo controlaban.

Era cierto que cometió errores cuando se casó con Sandra,  de hecho uno de los responsables que al Brian lo vuelva loco el aguardientico y toda clase de bebida alcohólica  era él;  le enseño a tomar desde los doce años, cómo se arrepiente de ese mal ejemplo, ahora él es abstemio, pero su hijo un vicioso como lo conocen en el barrio, lo que si no le cabe en la cabeza es que ese mocoso este fumando marihuana, eso sí no sabe de quien lo saco o dónde lo aprendió, lo mismo los instintos delictivos porque aunque él no lo había pillado en una situación comprometedora, la gente comentaba muchas cosas además la plática que traía, así como las motos y carros dónde salía a hacer sus vulticas, siempre con la misma excusa que andaba trabajando eventualmente o que se había ganado el chance,  eso parecía más carreta que otra cosa, pero ya averiguaría porque como dice un viejo dicho, cuando el río suena es porque piedras trae y Mauricio le había salido igualitico, pero como no, sí se la pasaba con “El Géminis” nada bueno podía aprender;  iba siguiendo los mismos pasos que su hermano, juntándose con gente de mala calaña. La cabeza le daba mil vueltas, no quería ver a sus hijos encanados (en la cárcel) eran solo unos niños, ninguno de los dos alcanzaba los dieciocho, se cogía la cabeza con las manos clara muestra de desespero, pensó en llamar a Sandra, pero no lo hizo, no quería preocuparla, mejor encargarse de corregir él y luego contar lo que ocurrió a ella, consigo calmarse un poco y fue hasta el cuarto dónde lo esperaba Paola llorosa todavía.

• Eh Ave María… ¿Es que no va a dejar de llorar? – Pensó al verla  con ese semblante, le causo ternura, maldijo en su mente, era tan difícil castigarla siempre ponía resistencia, no era fácil; ella era  la más sensible de sus tres hijos y no es porque fuera mujer, habían chicas rebeldes como Marcela o Jessica por ejemplo;  quienes  solían ser contestonas con sus padres, pero Paolita era una muchacha buena en el fondo, bastante dócil a diferencia de sus hijos varones  que tenían malos modos aprendidos en la calle. Su princesita como él la llamaba la mayor parte del tiempo, casi no la  tenía que corregir, de eso se encargaba Sandra quien tampoco solía pelarla muy a menudo.  ¡Eh Ave María, que dilema tenía el señor Piedrahita! Con Brian, Mauro y los hermanos Correa no tenía inconveniente en calentarlos cada que era  necesario, así le dieran lidia, al final siempre era más fácil todo

Ahora por muy  incómodo que  le resultara castigar  a su  princesa,  era el momento de ponerse serio sino quería que su hija se saliera del carril, llego la hora  de ser el padre que corrige y no el que consiente, solo porque es su única hija, así que meditando la situación, decidió darle un escarmiento a la sardina.

• Paola venga por favor – le pidió con forma relajada para no asustarla
• Papi prometo que no lo vuelvo a hacer, pero no me castigués por fis papito – empezó a suplicar como solía hacer siempre para librarse del castigo entendiendo que su padre casi siempre era más flexible con ella
• Paola le hable pues, no haga las cosas más difíciles – le dijo serio
• Ya voy pues, pero no me pegués tan fuerte
• Venga de una vez – repitió, la muchachita se paró de la cama y se aproximó hasta dónde su padre que estaba ya sentado en una silla, el señor Piedrahita, no demoró en colocarla en su regazo
• Noooo papacito así noooooooo – los colores se le subieron a la cara, nada más darse cuenta que  Alex le subió la falda e ignorando su protesta, comenzó a nalguearla  solo  con  su  mano  sobre  la  tanga  que cargaba puesta
• PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS – la mano de Alexander sonó  diez  veces  de  forma  continua en los pliegues, dejándole la cola de un color rojo pálido, con los primeros ya sintió los efectos de estar casi con la cola pelada en el regazo de su padre, la bendita tanguita no cubría nada; mejor se hubiera puesto un panty normal o cachetero
• AU, AU, AUUUU papi ya no, no más – empezó a moverse desesperadamente tratando de escapar, pero su padre le dijo que apenas habían comenzado y que colaborara, que ella solita se había ganado esa pela a pulso
• PLAS, PLAS, PLAS, PLAS… PLAS, PLAS, PLAS, PLAS… PLAS, PLAS, PLAS, PLAS – Doce buenas nalgadas se marcaron nuevamente en el final de la cola, la peladita empezó a mendigar, derramando sus primeras lágrimas, era solo mano, pero su papito la tenía pesada, con eso tenía para no sentarse cómoda por lo menos un par de días
• AU, AYYYY AYYYAAAAAAAA PAPI YAAAAA ME… ME… DUE…DUELE – Cada vez se quejaba más fuerte, sin importarle que en la sala de la casa estuviera el primo Camilo escuchado sus gritos
• PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS – calcó diez en el cachete izquierdo – PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS – luego diez en el derecho
• AY AYAYAABUAAAAAAAAAAA – Paola chillaba cual magdalena con el trasero bien caliente
• No  PLAS, PLAS, PLAS quiero, PLAS, PLAS, PLAS  saber PLAS, PLAS  que vuelva PLAS, PLAS a faltar al colegio PLAS, PLAS, PLAS  por irse de farra PLAS, PLAS, PLAS  entendió señorita  PLAS, PLAS,  PLAS, PLAS, PLAS
• Si señor si… ya no me pegués más pro… prometo que… que… me… me portaré… me portaré jui… juiciosa… lo prometo – no paraba de llorar, intentando levantarse, pero su progenitor la detuvo de una  e  informo que el  correctivo  no había terminado;  le iba a dar ocho correazos para que aprendiera bien la lección – Papi no, no, ya aprendí lo… lo ju… juro… no… te…  voy a… a… men… mentir nunca más… ni… ni voy a faltar a cla… clases, ni voy… a… a dejar que nin… ningún chi… chico me vuel… va… a mano… a manosear, pero con la correa, con… con… la correa no… por… favor…  – le suplicó, chilló, volvió a rogar  de todas formas posibles, pero su padre no le paró bolas, sin perder el  tiempo,  se sacó la correa;  la  dobló en dos, tiro de su nena  colocándola  por  segunda  vez en sus  rodillas, ella intento salir huyendo lo que  fue imposible, tal como su cucho  prometió  los ocho  correazos besaron su retaguardia, uno detrás de otro. Alex lo hizo lo más rápido que pudo para que la niña no sufriera tanto, pero aun así gimió desconsoladamente como si la vida se le fuera en ello su padre sobo su espalda y su cabello húmedo por el sudor, finalmente le acomodó la falda y levanto dándole un abrazo
• Ya mija… ya pasó.
• Me… me… me portaré bien.
• Si, lo sé mi amor – dijo dándole un beso y saliendo en dirección a la sala