lunes, 12 de noviembre de 2018

Aventuras de Ranm Saotome: Cap. 9; Autora Nicole

Aventuras en la vida de Ranma Saotome y sus amigos
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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 12 de Noviembre del 2018.
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  Capítulo 9
Mentiras, chantajes, celos, confusiones y decepciones amorosas

Autora; Nicole
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  • ¡Demonios! ¡¿Quién puede soportar a esa chica?! – Se preguntó el muchacho, metiéndose al cuarto de baño – ¡Maldito el día que a mi padre se le ocurrió comprometerme con ella! es una odiosa, ni siquiera sabe cocinar, pretender que me coma su mugroso pastel – pensaba dentro de la tina – ¡Que hambre tengo! – Exclamó ahora saliendo, se vistió rápidamente, llegando a la cocina, preguntó a Kasumi por algo de comer, pero está le informó que no quedaba nada del almuerzo

Ranma se había acostado a dormir varias horas, solo se levantó para cepillarse los dientes y volvió a la cama hasta que Akane entró con el dichoso biscocho de chocolate a amargarle el resto de la tarde, por  el  momento  jovencito no tenía nada en el estómago.

  • No te preocupes, iré dónde Ukyo a comer algo – mencionó al ver que la hermana mayor de Akane se disponía a cocinar
  • Está bien, te esperamos para la cena  – dijo ella

El chico iba dispuesto a marcharse  cuando su padre le hablo, apareciendo en el umbral de la cocina.

  • ¿A dónde crees que vas Ranma?
  • Voy a salir, ¿Cuál es el problema?
  • Con permiso  – menciono la mayor de las Tendo, retirándose de allí
  • Eso ya lo sé, pero quiero saber a qué lugar  – Genma se cruzó de brazos –  Recuerda que desde ahora tienes que informarme a dónde y con quien vas a estar, las reglas han cambiado, creí habértelo dejado muy claro esta mañana
  • Sí, pero tampoco tienes que estarme cuidando como si fuera un MALDITO MOCOSO DE DIEZ AÑOS  – Ranma frunció el ceño y adopto la misma postura que su padre
  • No me levantes la voz, que no somos iguales  – le advirtió – Y me vas diciendo de una vez a dónde pretender ir
  • Voy dónde Ukyo a comer, ¡Muero de hambre! –  le informó  –  CONTENTO ¿Ahora si me puedo retirar o el señor tiene algo más que decir? –  no pudo evitar sonar sarcástico
  • Está bien… puedes ir, pero te quiero aquí antes de las nueve de la noche, voy a hacer una excepción, pero todavía estás castigado
  • Ya no estés dándotelas de padre responsable que no te queda – murmuro dándole la espada, pero antes que pudiera avanzar Genma lo tomo fuerte del brazo y le soltó tres fuertes manotazos, que dejaron perplejo al jovencito quien no se quejó, pero llevo ambas manos para frotarse, aquello no fueron precisamente caricias
  • PLAF PLAF PLAF No me vuelvas a contestar de esa manera, estoy siendo muy benevolente contigo, pero te estás pasando de la raya – El muchacho no dijo nada, ni se disculpó siquiera

El señor no esperaba que lo hiciera, sabía lo terco y orgulloso que era su único hijo y que este repentino cambio no lo iba a asimilar de buenas a primeras. El joven lo miro serió y se salió de la cocina hasta la puerta principal del Dojo y de allí al U-Chan; restaurante de Okonomiyaki de su amiga.
Akane por su parte se colocó ropa de ejercicios y salió a trotar por las calles de Nerima mientras Ryoga caminaba sin rumbo fijo por la misma acera que ella.

  • Ryoga  ¿tú también por aquí? –  preguntó  al verlo caminar desorientado como siempre
  • Aka… Akane – se giró y se quedó embobado a penas  escucho su voz  – ¿Qué estás haciendo por la calle tres…?  –  preguntó extrañado de verla supuestamente cerca de dónde él creía que estaba ubicada su casa.
  • ¿De qué estás hablando Ryoga? – Lo miro confundida –  Estamos en la calle siete  – añadió ella
  • Comprendo – el chico eternamente perdido cerró los ojos, dándose cuenta que había vuelto cerca dónde vivía su prometida oficial – Es que no sé cómo llegar a mi casa
  • ¿Cómo? – Una gota de agua apareció en la cabeza de Akane –  Bueno no te preocupes yo te puedo acompañar
  • ¡Gracias Akane, eres tan amable! – Exclamó él mirando hacia un lado, juntando sus dedos índices, sin saber más nada que decir
  • Por nada Ryoga, tu sabes que somos amigos  – dijo ella con una sincera sonrisa
  • Akane – murmuro mientras caminaban
  • ¿Dime?
  • Bueno es que… yo quería… ver si… tu y yo…
  • ¿Qué pasa Ryoga?
  • Te gustaría tomarte un helado conmigo, antes que me lleves a mi casa – se atrevió por fin
  • Si, con gusto acepto tu invitación – y se fueron a la heladería de Tanaka en la calle central
  • Mientras tanto…
  • ¡Vaya Ranma tienes mucho apetito! – comentó la jovencita Kuonji al momento que colocaba  en  el  plato otro okonomiyaki de calamar a su amado – ¿Vas a querer otro?
  • Si, otro por favor, no tuve tiempo de desayunar ni de almorzar – confesó
  • Con gusto, tu sabes que estoy para servirte cariño – dijo ella poniéndose manos a la obra

Ranma Saotome seguía devorando la comida en aquel restaurante, Ryoga Hibiki conversaba con la menor de las Tendo, ella en medio de la plática declaró todo lo que le había ocurrido en el día.

  • Ese Ranma es un canalla, pero me va a oír ¡¿Cómo se atreve a ofenderte de esa manera?! – apretó los puños con fuerza –  No te preocupes Akane yo me encargaré que te pida disculpas
  • Ryoga no quiero que te pelees con él, ustedes en el fondo son buenos amigos, solo quise desahogarme, pero no debí meterte en mis problemas – se paró del asiento con la intención de alejarse, pero el muchacho la detuvo
  • No te vayas – él también se levantó y la agarró por el antebrazo – Prometo que no voy a irme a los golpes con él, solo hablaremos  – le dijo sinceramente – Te acompañaré hasta tu casa
  • Creí que irías a la tuya
  • Después, primero quiero hablar con Saotome
  • De acuerdo

Acepto y partieron rumbo a casa de Saotome.

  • Hola mamá ya volví – dijo Mousse apareciendo de pronto en la casa dónde estaba alquilado
  • Hijo que bueno, que ya estés en casa, me tuviste tan preocupada – la señora le hablaba a una planta creyendo que era su hijo
  • Mamá estoy acá, colócate las gafas por favor – ella lo hizo y prosiguió
  • Hijo ¡Cuéntame! ¿Ya hablaste con la bisabuela sobre tu boda con Shampoo?
  • Si mamá, todo está casi listo. Tú no te preocupes – le aseguro dándole un beso y le terminó de ayudar a desempacar la ropa

Por otro lado en el Dojo Tendo estaban Cologne y su bisnieta esperando al yerno sentadas ambas a la mesa cada una con una taza de café, ya llevaban alrededor de cuarentaicinco minutos, Kasumi como siempre en la cocina, Genma y Soun jugando ajedrez, Nabiki al darse cuenta que ese par llegaron, bajo para enterarse de todos los detalles y buscar formas de sacarle ventaja a la situación. Akane apareció junto con Ryoga en la entrada principal, caminaron en dirección a los presentes e inmediatamente su semblante tranquilo cambió por uno agrio, seis minutos más tarde aparece el heredero de la dinastía Saotome y se queda sorprendido al verlos a todos reunidos, tragando saliva al percatarse de la presencia de esas locas.

  • ¡¿Qué demonios hacen ustedes aquí?! – fue lo único que salió de su boca
  • Ranma has deshonrado a mi bisnieta y como lo mandan las reglas en China, tendrás que casarte con ella inmediatamente – anunció Cologne
  • Necesito que me expliques que significa todo lo que acabo de escuchar – dijo Soun levantándose, dejando el juego de mesa de lado,  se acercó al muchacho, mirándolo fijamente
  • ¡Todo este asunto es un maldito malentendido! – el mozalbete retrocedió un par de pasos, al notar el aura azul rodear el cuerpo de su querido suegro
  • Ranma creí haberte dicho que la única mujer que va a ser tu esposa, se llama Akane Tendo – intervino el padre
  • Tu mejor cállate, que solo sirves para meterme en problemas – lo fulmino con la mirada, y  es  que el muchacho no se equivocaba, su padre había cometido muchos errores, quizás lo único asertivo era haber dedicado catorce años de su vida para hacer de su hijo un prodigio en artes marciales
  • Puse mi confianza en ti y mira como me pagas – Soun seguía indignado
  • Señor Tendo, no me mire como si fuera un depravado
  • Después de enterarme de esta situación, no puedo verte de otra manera, nos has faltado el respeto de la manera más ruin
  • Ya le dije, que todo es un malentendido. Soy completamente inocente
  • Malentendido o no, tendrás que cumplir con el reglamento –  insistió la anciana
  • No tengo porque hacerlo, ella fue quien mintió – se defendió Ranma – Vamos Shampoo, diles de una vez que embrujaste la comida que me ofreciste para que te hiciera mi mujer –  añadió él, pero la China ni se inmuto siguió sorbiendo su té como si nada mientras Akane se estaba poniendo cada vez más y más furiosa
  • ¡Ranma eres un cínico!, ¡¿Cómo te atreves a engañar a Akane de esa manera?! – el chico/cerdo cogió a su amigo por el cuello de la camisa
  • Tú no te metas en esto Ryoga, ni siquiera sabes cómo pasaron las cosas – le apartó la mano con brusquedad
  • ¡¿Qué más quieres que sepa eh?! Sea como sea;  está  claro  que  te acostaste con Shampoo ¡Eres un miserable! – gruño el chico de ojos marrones haciendo crujir sus nudillos – Tendrás tu castigo, yo me encargaré de eso, así que prepárate – se colocó en posición de combate
  • Cuando quieras. ¡No te tengo miedo! – Ranma cambió de opinión e  hizo lo mismo que su rival, le iba a dar gusto
  • Esto se pone interesante – pensó Sasuke escondido en los arbustos – ¡le contaré todo a mi amo y señor! – Declaró confiado
  • Así que aquí estabas – habló la mediana de las Tendo sonriendo maliciosamente al descubrir al ninja de la familia Tatewaki espiando
  • Señorita no me delate por favor, por favor, hago lo que usted me pida, pero no me delate, se lo suplico – expresó casi arrodillado con las manos juntas
  • Sesenta mil yenes – dijo extendiendo su mano
  • De acuerdo – empezó a buscar entre sus bolsillos, sacó un fajo de billetes y se los dio
  • Así me gusta – mencionó y se retiró
  • Me volví a quedar sin dinero ¡Que desgracia! – Bajó la cabeza lamentándose
  • No te atrevas a lastimar a mi Ranma – la chica china se colocó en medio, luego se le pegó como chicle
  • ¡TU DEJA DE TOCARME…! – ella no quiso apartarse de él
  • ¡HASTA AQUÍ LLEGO NUESTRO COMPROMISO! – Akane le puso un balde de sombrero y se retiró a su habitación
  • AKANE ESPERA – se soltó de la China, caminando por el pasillo hacia el cuarto de su prometida
  • Airen – se fue ella detrás
  • Saotome vamos a pelear – el chico eternamente perdido los siguió
  • Ranma, tenemos que hablar – continuó también el padre de Akane
  • Lo mismo digo – habló el progenitor del muchacho
  • Ya casi está la cena – anunció Kasumi desde la cocina


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