lunes, 3 de diciembre de 2018

Una familia cualquiera: Cap. 14; Autora Marambra

Una familia cualquiera
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 3 de DIciembre del 2018.
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Capitulo 14
Autora: Marambra

  • ¡No puedo creerlo! Claudio, NO puedo CREERLO – Nora se oía muy enojada y no tenía intención de dejar las cosas solo en manos de su marido, así que repetía aquella frase una y otra vez moviendo la cabeza, mirando a su hijo de pies a cabeza y mirando de paso el reloj de la pared para ver si aun tenía tiempo de tratar este asunto como quería… o sea con una paliza de su propia mano, pero al parecer no podía retrasar su salida más del tiempo necesario, aun así quería hacer mella en la cabeza de su hijo haciéndole saber lo decepcionada que se sentía, decepcionada y enojada – hubiera esperado esto de los mellizos ¿pero de ti? – pregunto incrédula por lo que acababa de contarle su marido, quien estaba también hecho una furia con este asunto, furia… menos mal papá tenía una reunión laboral que no podía posponer y tuvo que regresar de inmediato a su oficina después de tratar el feo asunto del colegio, pero que nada tenía que ver con Claudio, al parecer el muchacho tenía razón, papá no fue al colegio por una visita de cortesía
  • Maaami – musito Claudio empezando a sentirse no solo incomodo por estar aun en el pasillo donde todo el mundo podía oír que lo estaban reprendiendo sino también como un apestado porque su madre parecía no tener ganas de moverse de la puerta y tratar este asunto en la intimidad del hogar, en vez de eso estaba plantada en la puerta con aire acusatorio mirándolo de frente
  • ¡Nada de mami! – contesto Nora sopesando entre sus dedos la liviandad de la vara que sostenía en la diestra escondida tras la puerta – que estoy muy enojada contigo – afirmo
  • No hice nada – se atrevió a decir mirando de soslayo a sus vecinos bajar las gradas de uso común mientras murmuraban por lo  bajo a tiempo de mirarlo por el rabillo del ojo
  • A ¿sí?...– chillo Nora frunciendo el ceño peligrosamente
  • Pero es cierto mamá, no hice naaada – de verdad Claudio empezaba a tener un horrible dolor de cabeza con todo esto
  • ¿Y de nada te ¡han expulsado! entonces?, DE NADA – elevo la voz sintiendo lo mismo que Claudio… migraña
  • ¡QUE NO ME HAN EXPULSADO! – al final grito enojado
  • ¡No me grites! – sentencio su madre abriendo la puerta para por fin cederle el paso dándose cuenta de la hora, estaba atrasada ya
  • TE GRITO PORQUE TU ESTAS GRITANDO COMO UNA LOCA – y fue todo, Claudio perdió las formas y Nora también
  • RWAZ – y un horrible varillazo cayó en medio del flaco trasero que le hizo ver estrellas y gritar como un endemoniado
  • AHHHHHHH – dolió tanto y grito tanto hasta casi volverse morado por falta de aire, algo que asusto y avergonzó a Nora porque como era de esperarse las puertas de sus curiosos vecinos se abrieron de par en par sacando la cabeza con cautela para ver que estaba sucediendo, recibiendo la ominosa mirada de aquellos que entendieron lo que paso y fue cuando se percato que había subestimado su propia fuerza y seguro lastimó a su hijo
  • ¡Claudio! Hijo – susurro con ese tono maternal tan suyo, propio del susto y la preocupación, pero Claudio no estaba al tanto de eso, estaba inmerso en su dolor, aquel varazo acababa de condenar al infierno a su pequeño trasero – ¿estás bien? – pregunto mirando a su hijo jovencito hacer caras y derramar un par de lágrimas que le gritaron que sí,  que acababa de lastimarlo, así que quiso ayudarlo con la mochila del cole porque Claudio olvidándose de donde estaba, se había agachado y agarrado su trasero como se le fuera a caer algo de los bolsillos, dejando caer sus cuadernos
  • ¡No me toques! – contesto alejándose de la caricia de consuelo de su madre, estaba demasiado enojado para aceptar aquel toque como un pedido de perdón sobre entendido – ni siquiera hice nada en ¡el maldito colegio!, todo es culpa de esos CULOS – grito al final refiriéndose a los mellizos muy enfadado con ellos
  • ¡Claudio! – su madre también elevo la voz pero no al nivel suyo, pero en una clara advertencia, el chico podía estar todo lo molesto que quiera, pero no iba a permitirle decir palabrotas
  • ¡¿QUE?! – contesto de mala manera quitándole su mochila, Claudio definitivamente estaba en un punto de no retorno, acababan de sobrepasar su cuota de paciencia y amabilidad – ¿vas a lavarme la boca con jabón por decir la verdad y llamar a tus hijitos por lo que realmente son?
  • ¡Basta! – Nora a estas alturas ya tenía dolor de cabeza
  • ¡Eso debería decir yo!... ¡estoy harto!, siempre me culpan por tooodo – y antes de que sus lágrimas lo traicionen decidió correr escaleras abajo sin importar que alguien vea lo abatido que estaba
  • ¡CLAUUUDIO VUELVA ACÁ! – grito Nora tras suyo tirando dentro de la casa la maldita vara y cerrando por fuera, pero dando un consejo de conejo a Elías – y tu ¡NI! se te ocurra poner un pie fuera de la casa… ¡ESTAS CASTIGADO!
Y la puerta trono tras suyo mientras corría como pato en piso de porcelanato, resbalando, resbalando con el afán de dar alcance a su hijo pero sin existo, al final empezó a llamarlo por teléfono para decirle que vuelva a casa, que Elías estaba solo y que prepare el almuerzo para ambos porque su padre y ella llevarían a los mellizos al odontólogo después de clases y llegarían tarde, pero Claudio por primera vez muy enojado con su madre decidió ignorar todas sus llamadas apretando “rechazar llamada” en un acto de pura insolencia, algo que nunca hizo en el pasado.
Y Nora frustrada también y cada vez más fastidiada por los actos de su hijo, apurada por la hora decidió llamar a su marido dejando un enojado mensaje en el móvil, contándole a su manera el incidente con Claudio, obviando el hecho de que le dio un golpe con la vara sin medir su fuerza y lo peor, sin preguntar qué sucedió realmente para que lo suspendan de clase y hagan llamar a sus padres a una reunión de urgencia sea al finalizar la jornada o caso contrario a primera hora del lunes, sino no se le permitirá el ingreso a clases el resto de la semana, un lujo que Claudio no podía costearse es que hasta ese momento, ninguno supo a cabalidad lo que paso realmente en la clase de gimnasia.
Joseph por su parte tardo más de una hora en ponerse al tanto de aquella llamada y no se habría dado cuenta si no era porque tenía que avisarle a Nora que no podrían ir juntos al dentista y pedirle que reprograme la cita y como era de suponer tras oír el drama de su mujer, llamo a casa para hablar con el muchacho, llevándose un gran disgusto, Claudio no había regresado aún…

  • Buenas tardes, familia Torrejón – contesto Elías fastidiado por el hambre que tenía, y su estomago empezaba a gruñir por comida
  • Elías, soy papá – contesto Joseph frotándose los ojos, estaba bastante cansado y aun no había almorzado tampoco
  • Hola papá – respondió Elías bajando los pies de la cama de su padre a manera de reflejo inconsciente, a sus padre no les gustaba que se suban a su cama con los calzados puestos – tengo hambre, dijiste que vendrías a recogerme para ir a almorzar y ya son más las 2 de la tarde y te has olvidado de mi – le recordó haciendo sentir mal a Joseph es que cuando regreso con él a casa y se hizo cargo del asunto le prometió que todo estaba perdonado, y que saliendo del trabajo lo recogería para ir a almorzar a su lugar favorito, ese había sido su plan antes de que lo convoquen a una reunión de emergencia y obviamente antes del lio con Claudio
  • Hola hijo, lo siento – se disculpo rápidamente – tuve una reunión de emergencia – le dijo mirando su reloj, vaya era cierto, eran casi las tres en realidad, con razón tengo hambre pensó el hombre volviendo al asunto – ¿esta Claudio en casa? – le pregunto dando un gran bostezo
  • No, no lo vi desde esta mañana – respondió dando un mordisco a su galleta – ¿vas a venir a recogerme?, quiero comer algo
  • Si hijo vístete que vendré a recogerte e iremos a comer japonés – sabía que el chico adoraba la comida japonesa y aunque lo había castigado no podía evitar mimar a su consentido, después de todo rara vez se metía en problemas
  • YUUUUPIIII – grito Elías dando saltitos en la cama de papá
  • No grites Elías me haces doler el oído
  • Es que estoy emocionado – respondió con ese acento de niño que aun tenía
  • Ya hijo, ya… ahora te dejo, voy a llamar a tu madre
  • Gracias papi, te quiero mucho – se despidió y colgó el teléfono apurado en ir a bañarse
Mientras su padre saboreaba aquella ultima infantil frase, miro momentáneamente la nada pensando en que momento su adorado hijo menor se metió en problemas en el colegio aun ahora le parecía totalmente irreal, todavía no daba crédito a la queja del director y de no ser porque Elías mismo confirmo lo sucedido hubiera jurado que aquel reclamo era una calumnia.
Se suponía que ese día no iría a la oficina porque había solicitado libre a cuenta de vacaciones con el afán de relajarse y llevar a toda la familia a almorzar y luego llevar a los mellizos junto con su esposa al odontólogo, ambos chicos iban aplazando la cita por miedo a que les digan que tenían caries, luego cenar e ir al cine; pero sus planes se vinieron abajo cuando a primera hora lo citaron a una reunión y almuerzo con los ejecutivos de una empresa de informática largamente esperada y que por fin aceptaron reunirse con ellos cerca del medio día por lo que esa reunión entraba a la categoría de emergencia, empeorando todo cuando el director del colegio se puso en contacto con él a la hora del recreo, citándolo de inmediato para recoger a su hijo menor por estar expulsado.
De no estar con el semáforo en rojo Joseph hubiera frenado en seco después de oír aquello…

  • ¿Cómo? – pregunto frunciendo el ceño controlando el semáforo, tenia treinta segundos para tomar aquella llamada
  • ¿Señor Joseph Torrejon? – respondió el director  creyendo que se equivoco de persona – ¿puede oírme?
  • Sí, sí, le oigo perfectamente, perdón solo que no entendí lo que me dijo – al final opto por fingir que no oyó el mensaje debido a una interferencia – estoy en la carretera y no logre oír todo – agrego, lo que hizo que el director del colegio se breve
  • Bueno no lo distraigo más, solo quiero comunicarle que uno de sus hijos esta expulsado y tiene que apersonarse al establecimiento para recogerlo y firmar un compromiso – y Joseph inmediatamente pensó que se trataba de uno de los mellizos, preferentemente Bernardo
  • Imagino que es Bernardo – contesto Joseph casi resignado – ¿Qué hizo esta vez? – agrego
  • Me temo que esta vez no se trata de los mellizos, sino de su hijo Elías – le explico mientras oía un claxon de movilidad en el fondo, así que decidió acortar aquella llamada – y no puedo entrar en detalles por teléfono, así que lo espero en la dirección del colegio porque Elías no quiere hablar sobre el incidente – concluyo y Joseph entendió que el director estaba dando por terminada la charla
  • Lo entiendo, lo veré en cuanto pueda… hasta luego
Con aquello en medio y viendo la hora decidió cambiar de rumbo regresando sobre sus pasos para ir al colegio de sus hijos y recoger a Elías, no tenía sentido tener al muchacho plantado en las bancas del pasillo de la dirección sin hacer nada y por el contrario ser objeto de burlas, además estaba seguro que su pequeño hijo le contaría lo que realmente paso y se aclararía todo y no pasaría de un tonto mal entendido, después de todo era Elías, su niño; solo que ese día recordaría de mala manera que no era bueno dar por sentado algunas cosas sobre todo en lo que se refiere a sus hijos.

  • Nora – murmuro apenas su mujer atendió la llamada – si,  no… no no pude atender tu llamada más antes porque estábamos en plena presentación – le explico mientras guardaba cerraba su maletín – ¿qué ha ocurrido? – bueno, ya sabía que Claudio había discutido con ella y prácticamente huyo de su compañía, pero considerando la hora que era, imaginaba que para esas alturas Nora tenga todo bajo control y que su primogénito le haya contado a su madre que fue lo que realmente sucedió para que lo suspendan de clases – ¿cómo? – aquella frase broto de su boca con la misma incredulidad de la mañana, y tuvo la misma sensación… un deja vu; mientras su esposa preocupada más que enojada le explico que Claudio no había vuelto aun y que su teléfono la mandaba al buzón de mensajes, imaginando que algo malo le paso a su hijo pero sin mencionar el varillazo dado, quizás por remordimiento o porque sinceramente no creyó aquello relevante o simplemente por el hecho de que los mellizos estaban dándose de codazos en el dentista distrayéndola de todo, así que Joseph al oír que su mujer por lo  bajo andaba retando a los mellizos decidió cortar la llamada y hacerse cargo por su cuenta, siempre podía haber una agenda escondida con números telefónicos de sus amigos en el dormitorio de su hijo, se dijo a sí mismo – ya, no te preocupes yo voy a llamarlo y sino preguntaremos a sus amigos – y con eso dio por finalizada la llamada
Y se quedo con el móvil en la mano pensando que hacer y tras fijarse la hora llamo primero a casa para ver si Claudio ya estaba en ella, pero cuando Elías le dijo que no llego, marco el móvil de su hijo sin obtener respuesta hasta la cuarta llamada, algo que enojo a Joseph.

  • Ho hola papi – saludo Claudio con un nudo en el estómago cuando se fijo la hora, eran las 3 de la tarde ya y no se había dado cuanta del tiempo, se distrajo en un centro comercial y se quedo sentado sin hacer nada excepto ignorar a su madre, pero cuando vio el numero de su padre en el identificador y el número de llamadas perdidas de él se asusto, hasta él sabía que no era  bueno ignorar las llamadas de papá peor después de un asunto como el suyo
  • ¿Y? – contesto su padre muy enojado – ¿se puede saber donde estas y dónde tenías que estar? – Joseph estaba impaciente mientras tomaba la curva que lo llevaba directamente a casa – Claudio, estoy hablando contigo – agrego tras lo que le pareció un silencio demasiado prolongado para pensar una simple respuesta de parte de su hijo – ¿dónde estás?
  • En el centro comercial – murmuro cerrando los ojos, pensando que su padre empezaría a gritar en su oído, pero papá tras un lapso silencioso contesto
  • Tienes 5 minutos para estar en casa – y colgó
Y Claudio supo que aquello solo significaba una cosa, iba a llevarse una buena paliza cuando llegue a casa y su padre no lo decepciono, apenas cruzo la puerta fue conducido a su dormitorio a cinturonazo limpio.
                         
  • Zas zas ZAS
  • AUUU ¡papaaa! – grito Claudio haciendo caer la mochila y eso que apenas se cerró la puerta tras suyo, había pegando su trasero a la pared en un intento de protegerse de su padre y tener la oportunidad de explicarse
  • ¿Qué te dije esta mañana cuando hable contigo? – le pregunto recordándole la conversación que tuvieron cuando le notificaron que estaba suspendido el resto de la clase y él tuvo la oportunidad de tener unas palabras con su hijo – Zas zas zas, ¡te estoy preguntando! – repitió tras dejar caer su cinturón tres veces más a tiempo de llevarlo a su dormitorio para terminar de tratar como debía este asunto, mientas Elías observaba sorprendido y asustado la escena, había estado esperando la llegada de su padre para ir a comer juntos y una gran duda le salto en su corazón
  • Auuuu paaa – se quejo antes de contestar apurado – a casa, A CASA
  • ¡Exacto a casa!
Después de eso Elías fue testigo de la paliza que le dio papá su amado hermano mayor, metiéndose a su dormitorio en un intento de aislar el horrible ruido que hacía la mano de su padre sobre lo que claramente se podía adivinar era el trasero desnudo de Claudio, pero lo que más le tenía intrigado era saber que sucedió, seguro algo grande se dijo, por eso papá paso directo a la acción

  • BUAAAAA PAPAAAA – grito cuando su padre dejo caer una tanda de fuertes nalgadas aun con la ropa interior cubriendo su desnudes, privilegio que papá casi siempre concedía a Claudio por su edad, pero en esta oportunidad era solo un preámbulo de lo que tenía en mente, darle 18 con el cepillo
  • Plof plof plof PLOF PLOF PLOF plof plof plof – sonaban secos los azotes sobre los bóxer
  • DEEEJA PAPA, DEEEJA – se defendía considerando injusto el castigo, creyendo que su padre estaba enfadado por el lio del colegio – NO HICE NAAADA, BUAAA ES INJUUUUSTO
  • PLOF PLOF PLOF ¡QUE INJUSTO NI QUE! PPLOF PLOF PLOF – seguía sonándolo aumentando la fuerza de las nalgadas
  • Auuuu auuu auuuu – lloro Claudio intentando llevar sus manos atrás y protegerse
  • Plof plof plof TU TENIAS QUE VENIR DIRECTO A CASA AL MEDIO DÍA plof plof plof plof NO IRTE DE PASEO AL CENTRO COMERCIAL  A PASEAR – y con eso le bajo la ropa interior y le propino un cepillazo de inauguración sin fijarse en la marca que dejo la vara – CLAP
  • AHHHH PAPAAA DUEELE – grito llevando una de sus manos atrás y fue cuando su padre se dio cuenta de la huella dejada por su madre
  • Y esto? – pregunto sorprendió frunciendo el ceño mientras veía como Claudio apretó el trasero con fuerza mientras lloraba, esperando una respuesta
  • Pregúntale a la loca de mamáaaa
Contesto, justo cuando su madre abrió la puerta…



4 comentarios:

  1. Pobre Claudio siempre sale mal parado por los mellizos espero que cuando se enteren le de una disculpa porque la mamá lo acusó pero no contó su delito
    Un besito siguela pronto

    Terry

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  2. Pobre claudio :( salio mal parado por culpa de sus hermanos.

    Me gustan tus historias marambra <3

    Lali

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  3. Hola Marambra por fin recupere mi cuenta, no podía dejar comentarios por culpa de mi correo, pero ya estoy de regreso y estoy muy contenta con todas las historias y ahora esta de nuevo Claudio.
    Pobre siempre paga las culpas de los hermanos, esperemos pero que todo se arregle.
    Olivia

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  4. Pobre Cláudio no fue justo que lo castigaran tanto!!
    Espero que el resto cobre lo que si les corresponde!!
    El papá primero debió preguntar antes de shingarse a su hijo!!
    Muy buen capítulo me gustó mucho!!!

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