Naruto Carnavalero: Microcorto 1; Autora Nicole

Naruto Carnavalero

一一一一一一一一一一一一一一一

Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.

Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 6 de Marzo del 2020. 

一一一一一一一一一一一一一一一
¡¿Uma missão no carnaval?!

Sexta e sábado

Primera parte.

Autora: Nicole

Eran  las  cinco  de  la  mañana  de  un  día  normal  sí  se  le  puede llamar  así   y  un  grupo  de  ninjas  renegados  se  encontraba  en  el  salón  de   reuniones   de  su  guarida   porque  su  líder   había  decidido encargarles una misión muy, muy, muy lejos de dónde se encontraban ubicados.

• El objetivo es el de siempre,  atrapar a Naruto y cualquiera que quiera interferir debe ser eliminado de inmediato – declaró Pain parado en medio de todos – Ellos están en latino América ni idea que país, les toca averiguarlo a ustedes, pero deben saber que serán  días  festivos  por el carnaval así que sabrán que tienen que actuar con prudencia porque hay muchísima gente dónde sea que vayan.
• El carnaval siiiiiiiiiii a Tobi le encanta el carnaval – gritaba el buen-chico moviendo  rápido  los  brazos y   las piernas  al mismo tiempo.
• ¡Silencio Tobi! – lo regañó el líder.
• Viajar lejos es un gasto muy grande – se quejó Kakuzu cruzándose de brazos – Espero recibir una buena paga después que esto termine.
• ¡Joder! Solo piensas en el dinero – murmuro Zetsu negro.
• Tu no opines planta entrometida – replicó el tacaño.
• Ojalá te lo roben todo – siguió provocando, pero el mayor de la organización decidió ignorarlo.
• ¡No puedo esperar para hacer uso  de  mi  arte! – mencionó Deidara emocionado.
• Arte dice, será tonto este – dijo Sasori.
• ¡Es arte! – rebatió el rubio.
• ¡No lo es! – insistió el marionetista.
• ¡Que sí!
• ¡Que no!
• ¡Ya cállense los dos! – El líder-sama gritó desesperado haciendo que aquel par guardaran silencio inmediatamente.
• Como les decía tienen una misión que…
• Pero ¿Por qué tenemos que ir todos? – interrumpió Kisame.
• Yo no quiero ir,  ese tipo de festividades son un sacrilegio a Jashin-sama – menciono Hidan con el ceño fruncido.
• Me van a dejar terminar…
• Yo ni siquiera he abierto la boca – dijo Konan un poco incómoda.
• Vamos… lo cierto  es  que  nadie  te  tomaría  en  cuenta  sí  te pones bocona como este… – No  pudo  terminar  la  frase  porque  el  originario de  las  rocas  le  había  metido  un  buen  coscorrón  mientras  lo  fulminaba con la mirada.
• AU eso me dolió Deidara-sempai – dijo el enmascarado sobándose la cabeza.
• ¡Cállate Tobi! – volvió a repetirle el líder ya con una vena en la frente  y luego de  contar  mentalmente  agregó – Konan no lo decía por ti, si no por estos imbéciles.
• Oye, no te pases – reclamaron todos al mismo tiempo.
• Bueno ya,  tienen  una  misión  que  cumplir  y  todos  excepto  Konan deben  partir  en  lo  que  se  termina  está  reunión – ordenó él.
• Y yo  insisto en  que   celebrar  el  carnaval  es  una  falta  de  respeto  a Jashin-sama.
• Hidan no vas a celebrar, vas a trabajar – le aclaró Pain tratando de no volver a  perder  la  paciencia.
• Es lo mismo, estaré metido en el bullicio y ya con eso estoy profanando la presencia de Jashin, mejor hago una oración de arrepentimiento – el chico empezó a rezar con un  volumen de voz demasiado, el  líder  solo  suspiró  pasándose la mano por la cara.
• ¡Qué gran pérdida de tiempo tener que escuchar a este imbécil rendirle  culto  a  su  dios  inexistente! – murmuró Zetsu dominado por su lado oscuro.
• ¡Madre  mía  las  tonterías   que  tengo  que  soportar! – mencionó Sasori suspirando.
• Me esperaba algo así de Hidan,  pero esto ya es el colmo, cada día que pasa  tiene  la  cabeza  más  hueca  que  el  estómago  de  un  hambriento vacía por su jashin…  – dijo Kakuzu.
• Malditos  hijos  de  su  puta  madre  como  se  atreven  a  insultar  a  Jashin, ¡ateos de mierda! Los haré pagar muy caro  – replicó el religioso, que había  interrumpido sus oraciones  y  ahora  se  preparaba  para  írsele encima a sus colegas.
• Nada de pagar, ya suficiente tengo con este dichoso viajecito  – protestó Kakuzu.
• Tranquilízate Hidan, no podemos perder el tiempo discutiendo  – dijo Pain.
• Bueno está bien, me calmaré – respiró profundamente, luego los miró a todos con mucha seriedad – pero  el   primero  de  estos  idiotas  que  se  vuelva  a  burlar  de  Jashin  lo  lamentará.
• No  se  preocupe  por  eso  Hidan-san. Tobi  lo  comprende  porque  Tobi   también tiene amigos imaginarios – El religioso le lanzó una mirada asesina
• ¡¿Qué dijiste bastardo?!  Acabas de cavar tu tumba. Te voy a sacrificar en nombre de Jashin – Un aura maligna rodeo a Tobi que movió la cabeza hacia ambos lados como buscando la ayuda de alguno de sus sempais, pero al ver que ninguno se inmuto decidió arreglar su comentario.
• No se enoje Hidan-san, Tobi quiso decir que Jashin-sama es sagrado.

Segundos después….

• Se  ve   al   buen-chico corriendo  estrepitosamente  con  el  albino detrás de él.
• ¡Maldito cara de piruleta, estás más que muerto! – no paraba de perseguir a su colega con la guadaña en la mano.
• Bien, en lo que ese par resuelve sus diferencias nosotros continuamos… – Siguió Pain dando las últimas indicaciones.
• Diez minutos más tarde…
• Ven inmediatamente Tobi-malnacido – gritó el Jashinista todavía persiguiendo al chico-bueno.
• No, no quiero. Hidan-san es malo con Tobi – se colocó  detrás  de  Deidara agarrándolo con fuerza.
• ¡Tobi suéltame hm! – El rubio trataba de quitárselo de encima  empujándolo hacia  el  religioso, pero el enmascarado se sujetó con mucha más fuerza de la capa de su compañero.
• Es que nunca podemos hablar con tranquilidad – dijo el Zetsu blanco – Parece una organización de enfermos mentales – opinó la parte oscura.
• Suficiente  ustedes   dos   o  paran  este   espectáculo  o   me  veré obligado a  sancionarlos  duramente.
• Esté  retrasado  mental  se  estaba  burlando  de  Jashin – gritó molesto el religioso mientras era sujetado por Kakuzu – Y tú suéltame, viejo de mierda.
• No hasta que te calmes, te estás comportando como un mocoso de tres años.
• Por favor Hidan-san no golpee a Tobi…

Pasaron dos largas horas hasta que el temperamento del jashinista se estabilizo y el líder-sama pudo  finalizar de  dar  las  últimas  órdenes.

• Bien, espero lo tengan todo muy claro – dijo Pain
• Más claro que el agua – asintió el hermano mayor de Sasuke – No tengo inconveniente en ir, pero  por  primera  vez   me   ha   picado   la  curiosidad  quisiera saber señor jefe ¿Qué podría pasar sí  por  alguna  razón  decidimos no seguir sus órdenes y cancelamos la misión? – preguntó Itachi tranquilamente con su habitual semblante inexpresivo.
• Los torturaré sin clemencia – dijo el líder con voz siniestra.
• ¡¿Qué quiere decir líder?! ¡Tobi no entiende! – preguntó primero y luego exclamó confundido con una mano detrás de la cabeza. 
• Significa que los encerraré en el cuarto oscuro y tú serás el primero – aseguró riéndose maléficamente.
• ¡No líder, no sea malo! ¡No encierre a Tobi ahí! ¡Tobi es un buen chico! – Exclamaba llorando escandalosamente.
• ¡Tobi de mierda, cállate llorón! – Le gritó Hidan pero Tobi no se calmaba.
• ¡Demonios! ¡Que alguien lo calle, me va a estallar la cabeza! – dijo Itachi tapándose los oídos.
• Ya basta pedazo de idiota o cierras la boca por las buenas o yo haré que lo hagas por las malas hm – Lo amenazó el rubio mientras con ambas manos lo ahorcaba.
• AUUU Deidara-sempai me hace daño – chilló más fuerte.
• ¡Suficiente Deidara suelta a tu compañero ahora! – exigió Pain.
• ¡No se me da la gana hm!
• ¿Ah sí? – preguntó irónico y luego le dijo – entonces  voy  a atarte con una  cadena  junto  con  Tobi. Terminando el jefe de pronunciarlo y el artista soltó a su kohai.
• Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii – se emocionó el enmascarado.
• No Líder no lo haga por favor, todo menos eso – ahora era el rubio que lloraba escandalosamente.
• ¡Lo que hay que aguantar! Bonita  la   hora  que   me   uní   a   este manicomio – mencionó Sasori suspirando.

Luego de dos largas semanas viajando, en el centro de la ciudad de Rio de Janeiro se encontraban los doce de Konoha con sus entrenadores.

• ¡Qué feliz me siento! ¡Por fin voy a gozar en grande! – Exclamó el ninja hiperactivo con mucho entusiasmo.
• Tranquilízate Dobe, solo es un carnaval, llevamos años haciendo lo mismo – mencionó el Uchiha.
• No es lo mismo, son lugares diferentes, es como sí mi rasengan y tu sharingan fueran iguales.
• Eso es diferente idiota y no estamos hablando de técnicas.
• Cómo sea, es  mi  primer carnaval  y  pienso divertirme al máximo, de verás – declaró saltando más eufórico.
• Para nosotros también lo es,  jamás hemos estado en  este  país – habló la peli-rosa.
• Sí, pero para mí es el primero en toda mi vida en cambio ustedes ya fueron a Venecia-Italia hace dos años, el año pasado a Bolivia, el anterior  a Ecuador – fue enumerando con los dedos  – Este  año  es  mí  oportunidad  de  divertirme  y  no  pienso  perder ni un minuto.
• ¡Así se habla Naruto, deja que el poder de la juventud  fluya en ti! – Expreso con pasión levantando su dedo pulgar, sonrisa amplia con brillo en los dientes.
• ¡Otra vez con lo mismo! No puedes dejar de mencionar tú adorado poder por una sola vez en tu vida – reclamó Neji hastiado de escuchar lo mismo una y otra vez de boca de su compañero.
• ¡No! Gai-sensei dice que cada experiencia va acompañada…
• Sí, sí Lee, ya lo sabemos – interrumpió Tenten – Pero solo queremos disfrutar y pasarlo genial sin tantas excentricidades…
• ¡¿A que te refieres con tantas excentricidades?! – preguntó inocentemente.
• A ese comportamiento tuyo sin mucho sentido… perdón Lee, pero tenía que decirlo.
• Porque sin sentido, sí yo solo estoy contento no veo nada malo en eso además el solo hecho de estar en  otro  continente  y  en  otro  país, es lo más emociónate que me ha pasado. Viviré cada minuto con pasión desmedida – cerró  su mano derecha en un puño mostrándolo al frente  con los ojos como fuego.
• ¡Es inútil! – ambos compañeros de Rock Lee bajaron la cabeza.
• El cejotas tiene razón, es hora de celebrar en grande – manifestó el Uzumaki decidido.
• Naruto tu siempre estás celebrando, no sé porque protestas tanto, si estuviste con nosotros en Ecuador  ¿o es que no te acuerdas? – intervino Ino.
• Solo seis horas, así que no cuenta. Por culpa de Iruka no pude divertirme, me sacó a rastras de la discoteca en la que estaba, todavía no sé quién demonios fue el soplón, pero el caso es que me sermoneo todo el camino y durante el vuelo, y eso que ni estaba tomado – mencionó Naruto cruzado de brazos torciendo la boca un poco sonrojado recordando la escena.
• Eso te paso por dejar evidencias, eres demasiado torpe – se burló Kiba uniéndose al dialogo.
• Ese no es el hecho. Naruto solo tenía catorce años y aquella vez  Iruka-sensei  estaba  muy  preocupado  buscándolo – corrigió el Aburame – Fuiste  irresponsable  porque  ni  siquiera  le  avisaste – lo acusó Shino con voz  firme  en  lo  que  acomodaba  sus  lentes.
• ¿Y que ganaba yo con eso? – replicó el Uzumaki – Solo intento pedirle permiso y no he dicho ni dos palabras y ya me lo está negando, me trata como un mocoso y yo ya estoy muy grande para eso.
• Es evidente que te falta mucho por madurar – aseguró el domador de insectos serio como siempre.
• No me interesa madurar, yo solo quiero divertirme – dijo el Uzumaki molesto Hinata lo noto y decidió intervenir.
• Shino-kun no… no se refería a eso… lo que quiso decir es que como menores de edad debemos siempre informar a nuestros padres o tutores a cargo para que estos no se preocupen.
• Así es, nos guste o no tenemos que rendir cuentas – aclaró el chico reservado poniéndose al lado de la Hyuga.
• Bueno lo importante es que ya estoy aquí y está vez nadie podrá evitar que disfrute como tengo planeado.
• ¡Qué bueno! Pero  algo  no  me  cuadra,  es  extraño  que  está  vez  Iruka-sensei no te haya puesto inconvenientes… – mencionó Ino pensativa conociendo lo estricto que era su antiguo sensei por lo menos se esperaba que estuviera acompañando a su alborotoso amigo.
• Porque no le comente nada – sonrió nervioso el muchacho con una mano detrás de la cabeza – pero no vayan de chismosos con Kakashi-sensei por favor – advirtió ahora el rubio, pero más parecía una súplica, él no quería problemas con su padre adoptivo.
• ¡NARUTOOO! ¡Porqué eres tan desconsiderado con Iruka-sensei! – La peli-rosada le metió un codazo en el estómago mientras lo retaba.
• ¡AU, Sakura-chan sigue igual de histérica, que digo igual ahora está más histérica! – pensó el chico sobándose – Le dije que estaba en una misión con Kakashi-sensei…
• ¡Mentiste – Exclamo la adolescente tirándole duro de la oreja derecha – Ahora mismo lo vas a llamar y  le  explicas  dónde  estamos  ¿Entendido? – lo soltó y le paso el celular.
• Es peor que Ino – pensó el Nara al lado de su chica.
• Pero Sakura-chan sí hago eso papá va a matarme – dijo todo asustado mientras se frotaba.
• Ay por favor Naruto. Iruka-sensei está bien lejos de aquí, así que toma y llámalo de una vez – insistió la jovencita.
• Pero…  – sudando y temblando nervioso.
• Hazlo… – lo amenazó mostrándole el puño.
• Vaya, eres más mandona que yo frentona – murmuró la Yamanaka.
• ¡Tú cierra la boca Ino-puerca! – Contratacó la Haruno fulminándola con la mirada.
• Oblígame – La reto la rubia enrabietando más a la muchacha.
• Mira estú…
• ¡¿Oigan chicos no quieren un poco?! ¡Esto está muy delicioso! – dijo el gordito apareciendo de  repente  con  un  plato  grande  lleno  de  croquetas de pollo.
• Choji por Dios eso es demasiado, sí sigues comiendo así  te  vas a enfermar del estómago – le decía la Yamanaka mientras trataba de arrebatarle el  plato  a  su compañero, había  dejado  de molestar  a Sakura un momento.

Los chicos siguieron conversando un rato más;  afortunadamente a la peli-rosada se le había olvidado el asunto de  su  chico cosa que le trajo el alma al cuerpo al hiperactivo rubio.

Luego de una larga hora,  decidieron  regresar al Hotel  dónde  están hospedados todos junto a Kakashi-sensei y  Maito-Gai porque tenían planeado celebrar el viernes y  sábado en Brasil y luego partirían el domingo en la madrugada para seguir la parranda en otro destino.

Sábado bien temprano en la mañana luego de tomar un delicioso desayuno…

Los doce de la aldea de la hoja junto a los entrenadores iban caminando  por las avenidas de la ciudad disfrazados con la piel repleta de purpurina.  La peli-rosada se puso un traje blanco ceñido al cuerpo con bordes rojos alrededor de la cintura y el escote; el mismo estaba acompañado de unas largas medias de seda con  guantes  también del mismo color, su respectiva cofia, una enorme inyección en la mano y zapatos de tacón rojo. Naruto por  su  parte  iba  de  paciente  enfermo, una bata de color celeste que le llegaba a las rodillas, la venoclisis en su mano derecha y pantuflas grises.

El disfraz de Ino también era ajustado al cuerpo como el de Sakura, pero de color negro; con la diferencia que dejaba ver parte de su cintura y abdomen, su escote era mucho más pronunciado. Ella traía una máscara que le cubría desde la cabeza hasta los ojos, botas largas de tacón y un enorme látigo en las manos. Su chico  se  puso  unos  pantalones grises, la pretina del mismo mostraba el logo de Batman, guantes de color negro hasta más de la mitad de los brazos, con el torso y abdomen descubierto. Una capa que le colgaba desde el cuello cubriendo su espalda, la máscara y zapatos negros.

Shino  optó  por representar al hombre araña y su chica fue convencida para pintarse el cabello de rojo con la intensión de parecerse a  Mary Jane Watson.

Tenten era una tierna angelita, Neji el pequeño Gasparin, Rock Lee como Liu Kang y su maestro de Bruce Lee, Kiba de Scooby Doo, Choji como  Snorlax, Kakashi-sensei como el personaje  cara  de  fantasma  de  Scream y Sasuke como Anton Chigurh un psicópata de una novela. Escuchando música que iba desde samba,  axé  hasta  funk carioca.

En otro lado…

• Finalmente llegamos hm – dijo Deidara
• Siiiii Tobi es muy feliz.
• ¡¿Quién te preguntó idiota?! – Todos sabían la casi nula paciencia que tenía el rubio a su Kohai.
• Deidara-sempai no trate así a Tobi.
• Odio cuando se pone así – pensó Zetsu negro.
• No empiecen con idioteces,  a lo que vinimos. Deidara y Tobi se van por allá – el azabache señalo la izquierda – Zetsu y Sasori por la derecha. Kakazu e Hidan la siguiente calle y Kisame y yo la principal.
• ¿Cómo mierda vamos a encontrar al rubio escandoloso, la pelo de chicle y compañía en una ciudad tan grande? – protestó el religioso.
• ¡Cálmate! investigué todo muy bien y es más probable encontrarlos en estás tres calles – dijo convencido el Uchiha.
• Voy a confiar en ti, pero sí algo sale mal yo mismo te ofreceré en sacrificio a Jashin.
• Tobi tiene un mejor plan.
• Ni lo pienses hm, prefiero hacerle caso a la comadreja antes que a un desajustado.
• Bien, entonces vamos a trabajar – dijo Itachi rogando al cielo más no a Jashin, que sus colegas siguieran sus indicaciones al pie de la letra.

Unos minutos más tarde…

• Muy bien planta andante, tendrás que seguir mis indicaciones porque yo soy el que… AHHHHHHH – Gritó Sasori  mientras  caía  en  un  hueco profundo  que estaba en pleno centro de esa calle y él no se había percatado, ahora ni sus marionetas podían sacarlo estaba más atascado que los malos pasos que daba –  ¡Sácame de aquí!
• Este  está  más  torpe  que  Tobi – murmuró Zetsu negro – deberíamos ayudarlo – dijo la parte blanca. Que se ayude solo, voy a buscar al mocoso por mi cuenta.
• Oigan sáquenme de aquí – volvió a gritar Sasori, pero fue en vano. Zetsu se esfumó.

En la otra calle.

• Deberíamos disfrazarnos para no levantar sospechas  – sugirió el jachinista.
• No  voy  a  gastar  el   poco   dinero   que  me  queda  en  comprar  unos inútiles  trapos – refunfuñó el avaro.
• ¡Tacaño de mierda!
• ¡Respeta mocoso, que soy mayor que tú! – reclamo el hombre mayor, que manía tenía su compañero de proferir insultos y agregó – Además ni siquiera es necesario, nuestra apariencia es mejor que cualquier disfraz.
• Por esta vez, te doy la razón viejo, somos originales – sonrió el albino y de repente se dio cuenta de algo importante – Mira ahí está el jinchuriki, es mi oportunidad
• Espera un momento – advirtió Kakuzu, pero el  más  joven  hizo  caso omiso.
• Te tengo – agarró por la espalda a quien él pensó que era Naruto.
• ¡AUXILIO POLICIA! – exclamó aquel hombre desesperado –¡Maldito, tú no eres Naruto! – dijo molesto el religioso soltándolo bruscamente y largándose de ahí en un santiamén.
• Te lo dije pedazo de idiota, pero siempre actúas sin pensar – lo regañó su compañero.

Por otro lado…

• Es Inútil, no encuentro a  ese  mocoso por ninguna parte – suspiro hastiado Kisame.
• Tranquilízate, no llevamos ni una hora en esto – dijo el Uchiha – espera un momento.
• ¿Qué pasa Itachi? – preguntó confundido Kisame.
• ¿Ese no es…? Sí, lo sabía,  es  mi tonto hermano menor, es momento de aclarar las cosas con él.
• Espera Itachi creo que estás equivocado – Le dijo el hombre con apariencia de tiburón, pero el Uchiha no le hizo caso y se dirigió apresurado dónde estaba la persona que lucía como su hermano.
• Ven  aquí  estúpido hermano menor, no puedes matarme, eres débil porque te falta suficiente ¡Odio! – jaló con poca gentileza la muñeca de  la persona y en cuanto giro y quedaron frente a frente se dio cuenta de su error; no era Sasuke, se trataba de una mujer con aspecto andrógino, la chica gritó espantada y al muchacho no le quedo de otra que disculparse inmediatamente y salir huyendo de ahí.

Con Tobi y Deidara.

• ¡Tobi! ¡¿Qué demonios estás haciendo hm?!
• Esto es muy divertido. Tobi sabe bailar samba sempai – gritó el enmascarado contento bailando en medio del gentío.
• Regresa aquí inmediatamente idiota, tenemos que trabajar – fue el rubio con la intención de sacar al su loco compañero de dónde estaba cuando de repente  fue jalado por un chico algo afeminado.
• ¡Hola amiga bienvenida! – exclamó aquel joven, el artista se giró molesto y le gritó:
• ¡SOY HOMBRE HM!
• No importa, eres muy lindo – el tipo no pudo evitarlo y  le plantó un beso, lo que enfureció más  al artista que no demoró en hacerlo explotar con su arte, vamos no fue una gran explosión simplemente le quemo el cabello y parte de la cara.
• ¡Ven acá imbécil! – Se acercó a Tobi  jalándolo  por  la parte  de  atrás  del cuello de su túnica, y lo iba arrastrando por la calle.

Cayó la noche y los chicos decidieron ver las escuelas de samba; tenían boletos para entrar al sambodromo, ya que los habían conseguido con anticipación. Se ubicaron en un lugar céntrico, de modo que pudieron apreciar todo con lujo de detalles.

Los miembros de Akatsuki no pudieron encontrarlos en toda la noche  pues   nunca  se  pusieron   de   acuerdo  para  ejecutar   lo   supuestamente planeado, y es que hasta para  las cosas más simples terminaban armando un lio.

Se  la  pasaron todo el  rato  peleando y discutiendo tonterías por lo que cada quien por su cuenta  se  regresó al hotel dónde estaban hospedados para hacerlo mejor el siguiente día,  pero  el  sábado  pasó  lo  mismo, tanto en el carnaval de las calles como en el festival de las escuelas. Definitivamente  fue  un  desastre  el  cumplimiento  de  su  misión y como era de esperarse  se  les  fueron las horas, luego el día y también  Naruto  porque se voló juntó  a  sus amigos hasta Colombia a seguir el jolgorio.