Naruto Carnavalero: Microcorto 3; Autora Nicole

Naruto Carnavalero 

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 6 de Marzo del 2020.

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Yo quiero agua porque ya yo me jumé

Yo quiero agua siento que me voy a caer…

Tercera parte

Autora: Nicole

Lunes de carnaval por la mañana en la ciudad de Panamá afuera del edificio dónde estaban quedándose…

• Esto es genial, ¿cómo me  veo  Naruto? – preguntó la peli-rosa que se había puesto un lindo traje de baño color rosado y un pantaloncito corto, arriba no llevaba nada más.
• ¡Estás hermosa! – exclamó babeándose. El llevaba un pantalón, gafas protectoras similares a las que usaba en la academia, chancletas playeras y el torso al descubierto.
• Ya cierra la boca tarado – Kiba le dio un manotazo en la espalda  mientras se reía a manera de mofa, el igual iba similar a su amigo, pero con una camiseta puesta.
• Miren lo que traigo chicos – apareció Choji de repente con una bolsa repleta de frituras.
• Ay no, no otra vez. Choji dame eso inmediatamente – fue tras él la Yamanaka que lucía muy sexy con su vestido de baño, short blanco y zapatillas doradas.
• Y aquí vamos de nuevo, que fastidio – mencionó el Nara con las manos metidas en los bolsillos.
• Chicos ya estoy listo – dijo el Hatake apareciendo de pronto con su libro plastificado en la mano.
• Sí, no puedo esperar para vivir está gran aventura, mi llama de la juventud arde  por  sentir  el  sabor  de  este  gran  carnaval – gritó Lee eufórico como siempre.
• Así se habla Lee – lo apoyo Maito Gai.
• Sí Gai-sensei,  esté día será genial, más genial que ayer, pero menos genial que mañana porque mañana…
• Es el cierre de este gran acontecimiento – terminó la frase Maito-Gai.

Una gota de agua apareció en la cabeza de todos los presentes.

• Patéticos – pensó Sasuke bajando la mirada.
• Y ya empezaron – se lamentaron Neji y Tenten al mismo tiempo.
• Hola a todos – dijeron Hinata y Shino también apareciendo de repente es que habían estado muy juntos desde que abordaron el vuelo.

Una hora más tarde…

Todos se instalaron en la cinta costera  frente a la tarima de espectáculos y un carro cisterna con un grupo de chicos que les arrojaban agua en abundancia por medio de una manguera. Los chicos de Konoha había comprado cinco neveras, una para cada grupo de tres y la otra para sus maestros;  en  las mismas  guardaban agua  fría y algunos refrescos, nada de licor porque estaban advertidos por los adultos a cargo  que  nadie debía emborracharse  aunque  el  Naruto tenía la  intención de  reclamar, se contuvo pensándoselo mejor;  tal vez  el  último  día  del carnaval podría salirse con la suya por lo que no le dio vueltas al asunto y siguió bailando al ritmo de reggae, dancehall, salsa, merengue y todos los ritmos caribeños que en el momento estaban sonando, después con una pistola de agua empezó a mojar cuanta femenina tenía al frente poniendo roja de los celos a su chica que le dio varios coscorrones por necio.

Luego de un rato no tan largo  pasó  el  desfile de princesas  con  los visitantes prestando atención a cada  detalle  mientras  los  antagonistas enfurecidos por el hecho que  habían  perdido  dos  vuelos; muy  desesperados sobre todo el pelirrojo que como lo había manifestado muchas veces odiaba tener que esperar.

Después de una eternidad finalmente llegaron, pero cuál fue su sorpresa que  no  encontraron a  los  de  la  aldea  de  la  hoja  en  la  ciudad  de Panamá, y  no  es  que  le  fueron  preguntando  a  cada citadino porque con tanta gente frecuentando el área aquello les hubiera tomado una eternidad, pero  sí  se  las  arreglaron  para  localizarlos  en   alguna  otra  región del país, y en menos de diez minutos dieron con la respuesta; estaban en  la  ciudad  de  Chitré  como  a  cuatro   horas  de   la  capital  sí  iban en  transporte,  por  lo que  aun con el reclamo del más tacaño del equipo decidieron tomar  otro  vuelo  ignorando las protestas del más tacaño del  equipo  pues  más  grande  era  el  afán  de  llegar, así  que  en  aproximadamente  una  hora  llegaron a su destino. Iniciaron  su búsqueda primero por todos los hoteles, pensiones y hostales sin conseguir rastro de ellos.

De pronto se les prendió el foco; enterándose que había un espectáculo de disfraces en el parque principal, así que no perdieron el tiempo, aproximándose a dicho  encuentro; continuaron  con  la  persecución  en  medio del gentío y la algarabía, divididos en los mismos grupos como siempre acostumbraban,  pero Naruto por ningún lado.

• Mire Deidara-sempai manzanas acarameladas – dijo Tobi señalando un puesto dónde las vendían – ¡Cómpreme una! ¡Cómpreme una!... – exclamó varias veces mientras agitaba sus manos y  pies acelerado.
• ¡NO HM! No hay tiempo que perder.
• ¡Quiero una manzana! ¡Quiero una manzana! ¡Quiero una manzana! – insistió en lo mismo y empezó a azotar ambos pies contra el pavimento como niño pequeño.
• ¡Tobi compórtate! Me estás haciendo quedar mal – Le dijo tratando de estirar su paciencia, pero  al  peli-negro  le  dio  igual.
• ¡Quiero una manzana acaramelada! – Y  se  puso  a  llorar.
• ¡Demonios Tobi, ya cállate hm! – gritó molesto asustando a los presentes, pero el enmascarado seguía llorando y a Deidara le faltaba poco para explotar como su arte.
• O te callas o te hago – el artista no terminó la frase porque se había resbalado con una cáscara de guineo. Obito se moría de risa detrás de su máscara viendo a Deidara tirado en el piso.
• ¡Y  eso  es  lo  que  le  pasa  a  Deidara por  no  querer  comprarme una simple manzana je, je! – pensó el pelinegro está vez como Madara.
• ¡TOBI, TE MATO! – dijo poniéndose de pie.
• Sempai cálmese – decía  ahora  el   buen chico   retrocediendo   al   ver  a  un  furioso Deidara acercársele.

Luego de unos segundos,  se ve a Tobi corriendo con las manos alzadas al aire seguido de su sempai.

Los  otros  miembros  de   la  organización  no  habían avanzado mucho en la realización de la misión.

Cogieron a un desprevenido a Zetsu y lo pusieron dentro de un carro alegórico como decoración. Antes que saliera la reina,  Sasori empezó a discutir  con varios de los encargados  para  que  soltaran  a  su  compañero, que  no  era  ningún  tipo  adorno, pero no le pararon bolas.

Kisame e Itachi se metieron a un casino cerca del lugar porque creyeron ver a Naruto, pero lo que se  encontraron fue a un molesto Hidan que había perdido en todos los juegos y a un Kakuzu muy contento, él simplemente estaba feliz  por haber  ganado una buena suma de dinero.

• Esto no es de Jashin – ahora se lamentaba  el  albino acordándose de  su dios y también por haber perdido mucho dinero.
• Nunca pensé que podría ganar tanto, desde ahora me declaro fan del casino – decía Kakuzu mientras contaba el dinero. Sus compañeros se quedaron mirándolos perplejos con una gota de sudor al lado de la cabeza.

Pasó el día sin cumplir el objetivo, solo les quedaba  el martes, esa era la vencida, sí no lo hacían Pain los iba a exterminar como cucarachas pensaron cada uno imaginándose la escena, excepto el cara de paleta. Él pensó que su líder le regalaría dulces. Bueno Tobi  simplemente era Tobi.

1:00 pm en el parque Unión en el centro de la ciudad…

Se encontraban los jóvenes de  Konoha  en un área céntrica recibiendo mucha agua bailando al son que les pusieran frente a una de las tarimas de espectáculos, disfrutando del ambiente.

Naruto sacó su pistola llena de agua fría y otra vez comenzó a dispararle a cada mujer que  le  pasaba por el frente muerto de la risa por la reacción de cada una de ellas. En  una  ocasión  pasó  muy  cerca  de  él   una pelirroja mostrando más de lo debido y  él  ni  corto ni perezoso desperdició la oportunidad,  le lanzó un chorro en la tetas y luego otro en  las nalgas. Su novia no pudo más y le jaló la oreja con mucha más fuerza que la última vez.

• AUU ¿qué te pasa Sakura-chan? Estamos en el carnaval – reclamó con el ceño fruncido.
• ¡Compórtate! – fue lo único que hizo amenazándolo con el puño. Afortunadamente el adolescente hizo caso.

Mientras tanto  los  Akatsuki estaban metidos  en  medio  del  tumulto. Tobi de repente se les perdió.

Esta vez habían decidido permanecer todos juntos, pero el buen-chico se había encaramado  en  la tarima  principal de espectáculos porque escuchó al anunciador que iban a hacer un concurso de baile y esa noticia lo emocionó mucho por lo que no demoro en hacer su aparición en bermudas, zapatillas, torso desnudo y por supuesto su máscara, empezó a bailar muévete cruel para la izquierda y la derecha, luego el kuliquitaka, el pollito, morena ven,  rompe cintura, después  yeah, get low, shake ya tailfeather, hot in Here entre otras del mismo género,  de ahí saltó a break dance y no paso mucho y estaba bailando las diferentes cumbias y bailes populares de la región entre ellos el swing y el dulcecito. Finalizó con electrónica y la canción Ilarie, es la hora es la hora, es la hora de jugar.

En lo que el enmascarado gozaba al máximo, Sakura aprovechó para colocar bloqueador solar en la espalda de su chico mientras por el momento las mangueras estaban desactivadas. Después de eso sin que nadie se diera cuenta el Uzumaki sacó una botella de aguardiente que disfrazó muy bien y comenzó a beber mientras Gai retó a Kakashi,  lo  que consistía en ver quien era capaz de mojar a la mayor cantidad de gente posible con agua muy helada. Como era de esperarse el peli-plateado aceptó aquello y empezaron a aventar agua a todo el que se les cruzaba encima utilizando envases plásticos moviéndose de sector a sector.

Deidara y Sasori  se abalanzaron sobre Naruto que estaba en fuego es decir medio borracho, pero no lograron su cometido, ya que en el momento que creyeron que tenían al zorro, lo que abrazaron  fue una enfriadora,  y  de  la  nada  les  cayó  un  baldazo  de  agua  hirviendo.

• AHHHHHHHHHHHHHHHHH – gritaron los dos al mismo tiempo cuando el líquido hizo contacto con sus pieles.
• ¡Sorpresa! Acabo de inventar una nueva moda – pronunció  un  pálido chico esbozando una sonrisa falsa.
• ¡¿Sai, pero que demonios haces aquí?! – preguntó  la  peli-rosada  y  el par aprovechó el momento de distracción para  perderse  en  medio  de la  multitud, pero  sin  querer  se  habían  dispersado  del  grupo.
• Vine a disfrutar del carnaval – aseguró  mirándolos  a  todos,  sin quitar esa risa de mentira.
• Pero no puedes arrojar agua caliente, eso está prohibido – dijo la chica al ver a algunas personas molestas, ya que habían tomado parte de la estúpida idea sin sentido de aquel chico.
• Es que en el libro decía…
• Olvídate de los libros y aprende a seguir las reglas – lo reganó  la  Haruno perdiendo ya la paciencia.

La tarde transcurrió y los intentos de los criminales por coger a Naruto eran frustrados a cada paso que daban, siempre algo extraño pasaba.

En medio del desorden apareció el primer carro alegórico con su respectiva reina y princesas, seguido  venía   el  de   la  murga, abajo en las calles  la  gente  en  la  tuna  bailando  al  ritmo  del  tamborito, tocando instrumentos y cantando con su abanderado al frente.

Naruto jumado hasta la v….  se metió en la rumba que ahí se había formado. El Nara y compañía medio se dieron cuenta de la presencia de Deidara, Itachi, Hidan y Sasori, quienes habían vuelto al acecho, pero otra vez no pudieron hacer nada y  todo  por  culpa   del  Uchiha  que  se distrajo en averiguar qué estaba haciendo su hermano menor. 

Afortunadamente sus colegas actuaron  rápido y lo sacaron de su despiste,  los  cuatro  se  ocultaron  inmediatamente; encaramándose  en   uno  de  los  grillos; cambiando   su   apariencia,  bailando  como  si  fueran princesas mientras eran bañados por grandes cantidades de  agua.  La cara de cada uno era para enmarcar se morían de la vergüenza sobre todo  Itachi y Sasori que iba a matar a Deidara en cuanto regresaran a la organización por empujarlos a hacer algo tan vergonzoso, pero era la única manera de no ser descubiertos. Por su parte Hidan solo le pedía a Jashin que lo perdonara por tal inmoralidad  y  Deidara, él simplemente se desquitaría con Tobi que en esos momentos  estaba  metido  en  medio de  la  tuna  bailando mientras sonaba la churuca que traía en la mano.

Pasaron las horas y al final los asesinos no cumplieron su cometido.

Hubo una ocasión cuando el religioso había bajado para hacer un último intento y atrapar al Jinchuriki, pero  en medio del gentío; tropezó con un tipo y perdió la cabeza  y antes que pudiera recuperarla alguien la pateó como si se tratara un balón de futbol y la misma se estrelló en un cristal cayendo luego en un saco lleno de latas. Afortunadamente estaba su camarada; el tacaño del grupo quien le sacó provechó a la situación; diciéndole que se la cosería con la condición que le pagará más tarde. Lleno de ira por el suceso y el comentario de su compañero, no tuvo más opción que aceptar y Kakuzu no demoro en lo que tenía que hacer.

Naruto estaba tomando sancocho en una fonda acompañado por sus amigos, tenían que bajarle esa juma a como diera lugar. Gai y Kakashi solo movían la cabeza en señal de desaprobación, ese niño ya estaba metido en muchos líos, y sí, a los chicos no les quedo de otra que ir de sapos y contar toda la verdad a los entrenadores. Esperando que cuando regresaran a Konoha, Iruka no matara al pobre muchacho que solo quería divertirse en grande. El Hatake se lo echó a la espalda y el jovencito no demoró en dormirse.

Llegaron al hotel, descansaron un rato, se vistieron y partieron. No celebrarían más carnaval en la noche. Todo había terminado.

Mientras tanto…

• Nos echaron tierra y volvieron a largarse, este es el fin – dijo dramáticamente Sasori.
• Me salvé que al menos pude recuperar algo de dinero – sonrió el avaro sacando un fajo de billetes que ganó en el casino –  además todavía me deben – miró serio al  jashinista que solo frunció el ceño disgustado porque su compañero siempre tenía que echárselo todo en cara.
• Es hora de regresar y explicar todo a  Pain – sugirió Itachi.
• Estamos más que muertos – dijo Kisame.
• Nos hará polvo, no quiero ni pensarlo – habló Zetsu blanco y su parte oscura estuvo de acuerdo.
• ¡Que Jashin-sama me salve! – Exclamó el religioso.
• ¡Deidara-sempai gané el concurso! – saltaba Tobi muy emocionado enseñando el premio – Me dieron diez mil dólares.
• Dame inmediatamente ese dinero – se le abalanzó Kakuzu con la intención de arrebatarle la plata al enmascarado, pero este fue más hábil y con un movimiento rápido no solo evitó que le robara, le quitó el fajo de billetes que antes había mostrado.
• ¡Tobi devuélveme mi dinero! – protestó el tacaño.
• ¡No quiero! ¡No quiero! ¡No quiero! – dijo con voz burlona alejándose.
• Ya nos tenemos que ir  – habló Itachi ignorando a sus colegas.
• ¡Antes, que Tobi me devuelva mi dinero!
• ¡Tobi no regresará nada! – hizo como cuando un niño que tiene muchos confites en su mano e intenta apartarlo del resto de manera egoísta – Ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón.
• Mejor  dalo  por  perdido – decretó  Kisame y Kakuzu se puso a llorar.
• Esto ha sido un desastre – pensó el Uchiha.

Después de dos semanas de vuelta a Konoha…

Iruka repartía azotes a diestra y siniestra por todo el culo del rubio alborotoso, en las dos nalgas de arriba abajo;  primero en una y luego la otra en tandas de diez o doce azotes y también al centro. 

• YAAAAHHHHHHHHHHH NO… NO… ME VOLVEREEE A IIIRRRR SIIN PERMISOO – y aquel grito acompañado de una sincera promesa se le escapo al  rubio cuando ya no pudo soportarlo más y es que aunque su papá estaba usando solo su mano había mezclado chakra desde el inicio para  que  el  chico  recordara  su  lección  un  buen  par  de  días, así  que  en  esos  momentos Naruto no  hacía  más  que  estremecerse  en  las  rodillas de  Umino con el trasero rojo candente.

Iruka lo  sostuvo  con  fuerza,  elevó una pierna  para  que  el  culo del chico quedara  más  arriba y  se  quitó  la  correa; el Uzumaki palideció  al  darse cuenta de las intenciones de su tutor y  empezó  a  rogar  de  todas las  formas  posibles  que  no  lo  hiciera, pero Umino simplemente no le prestó atención;  sabía que el chico se lo tenía bien merecido, sin embargo  para  que  no  sufriera  tanto  lo  hizo  lo  más  rápido  que pudo; le marcó dieciséis buenos correazos, al  terminar  lo puso de pie, el adolescente se apresuró en acomodarse la ropa,  llorando mucho y ruborizado  hasta  las  orejas, frotándose las nalgas con cuidado  mientras seguía disculpándose arrepentido por haber preocupado a Iruka, quien  lo sermoneo otro largo rato, y en medio de  los  regaños  le  decía  que  agradeciera  a  Kakashi por vigilarlo e intervenir para que la tunda no fuera tan dura.

• ¡Vaya sí esta no fue dura, no quiero imaginarme como sería una realmente severa! – Pensaba Naruto con la cara llena de lágrimas y mocos.

Iruka  gentilmente  lo  limpió con un  pañuelo  dándole  luego  su  abrazo de consuelo acompañado de un beso en la frente;  él amaba a ese chiquillo loco, pero a veces tenía que ser estricto con él para evitar que se descarrilara, así que no  dudo en  colocarlo  en  un  rincón  de  su habitación por  una  hora  y  salió  a  preparar  algo  para comer.

En otra  parte  del  planeta…

Todos los miembros de la organización partieron en el primer vuelo que encontraron hasta su destino.

Después de muchas horas de viaje…

• Sabía que eran una bola de inútiles, pero esto ya sobrepaso los límites, quedan todos despedidos y tienen veinte minutos para salir de aquí sino serán masacrados de la peor manera – afirmó el líder.
• Maldito hijo de puta, Jashin-sama  te  castigara  por  esto – dijo  Hidan mostrando una vez su falta de modales y respeto,  al líder no le agrado para nada sus maneras, pero evito una confrontación, total ya no tendría que aguantarlo más.
• Esto me  pasa  por  trabajar con gente incompetente, primero  está  planta  bipolar – señalo a Zetsu y siguió protestando – luego el idiota de Deidara, una comadreja obsesionada con su hermanito, el  fanático religioso – protestaba  Sasori.
• Muérete estúpida marioneta – replicó la parte oscura de Zetsu – pero si  fuiste tú quien cometió la mayor cantidad de errores, ya me tienes las pelotas hinchadas – añadió la parte blanca perdiendo la paciencia.
• Eres un malagradecido Sasori, no me vuelvas a dirigir la palabra en tu vida – dijo el rubio todo sentido.
• No me vas a sacar de mis casillas con tu absurdo comentario – mencionó Itachi impasible.
• Vete a la mierda puto pinocho – dijo Hidan mostrándole el dedo medio.
• No es  mi  culpa  que  ustedes  no hayan seguido mis instrucciones al pie de la letra y que sean tan lerdos hasta para las cosas más simples – volvió a hablar el Uchiha con total tranquilidad.
• En primer lugar fue un error ponerte de líder, y estoy de acuerdo con Sasori desde  que  tu  hermanito el vengador está cerca, te olvidas de lo que te rodea – intervino Kisame mirándolo serio, era de las pocas veces que criticaba a su compañero,  luego   dirigió   su  mirada  a  Pain – Y en segundo lugar  le  dije a usted ex–líder que  no  era necesario que nos mandara a todos.
• Por su culpa estoy quebrado, en  vez  de  perder  el  tiempo  persiguiendo  en vano a ese mocoso,  hubiera preferido una misión que involucrara algún tipo de robo – se quejó Kakuzu.
• Que tiene que hacer un ninja tan genial como yo, trabajando al lado de un  subnormal como Tobi hm.
• Pero a Tobi le gusta trabajar con Deidara-sempai.
• A mí no, eres una molestia hm – replicó el rubio.
• Ya basta no quiero escuchar una sola palabra más, están despedidos y nada me hará cambiar de opinión – se mantuvo el líder tajante.
• Tobi lo quiere mucho líder-sama. Tobi es un buen chico – Todos incluyendo el líder se le quedaron mirando desconcertados, definitivamente era un subnormal.

A los veinte minutos  como  lo  anunció  su  ex-líder  cada quien por su cuenta  abandonó la organización. Sasori se fue a New York, Itachi regreso a vivir con su tonto hermanito, Kisame al océano Pacífico, Zetsu a un invernadero, Hidan se  ubicaba  en  el  claro  de  un  bosque  de  un  lugar  muy  alejado  para  encontrarse  con  su  Jashin; haciendo sus  rituales de adoración, esperando  por  la   aparición  de  alguna  víctima para  ofrecerla  en  sacrificio  a  su  dios.

Por su parte Kakuzu  estaba  en  un  remoto  sitio  del  Universo,  se  hizo  pasar  por  limosnero; y durante  todo el  día  pedía  dinero  mientras tanto  Tobi…, bueno él… él simplemente seguía siendo un buen chico…

Un  lunes  muy  por  la  tarde  en  algún  lugar  en  la aldea de las rocas…

• Que solo me siento  aunque  me la  pasaba discutiendo con  Sasori-no danna al menos tenía con quien conversar – suspiró el rubio y no se dio cuenta cuando alguien le lanzó un balde con agua fría.
• AHHHHHHHHH con un demonio ¿Quién mierda me hizo esto? – reclamó el artista todo empapado dándose la vuelta y viendo una silueta conocida, una vena apareció de pronto en su frente al reconocer esa insoportable presencia.
• ¡Hola sempai! – sonrió cínicamente detrás de su máscara, pensando que era momento de divertirse nuevamente  a  costillas  del  rubio.
• ¡Maldito Tobi! ¡¿Qué haces aquí hm?!
• Me clavó en el pensamiento el puñal de su mirada, voy ardiendo de pasión… yo quiero agua… agua… agua… agua… agua… agua… agua… agua… agua…  que yo quiero agua, agua… ahógame el agua, agua… ven tírame agua, agua… me muero por agua, agua… que me echen agua, agua… no quiero paraguas, agua… empápame agua, agua… roséame de agua jajajai… – El enmascarado cantaba mientras bailaba  y  le lanzaba agua a su compañero a borbotones  está  vez  haciendo uso de una enorme manguera que había conectado a un grifo en el patio delantero de la casa dónde se estaba quedando por el momento Deidara.
• ¡Tobi el carnaval ya paso hm! – le dijo lanzándole una mirada amenazante a su Kohai.
• Tobi  quiere  agua… agua… agua… – insistió.
• ¡Para ya! – exclamó cada vez más irritado el artista. El enmascarado hizo caso mismo y siguió mojando a su sempai mientras cantaba cada vez más animado.
• Y como era de esperarse la mecha corta  de  Deidara se agotó y terminó haciendo arte a su kohai.
• AHHHHHHHHHHHH SEEEMPAAAAIIIIIII – se escuchó el grito de Tobi  mientras  salía  volando  encima  del  humo  que  se  formó  producto  de la explosión.

N/A: Espero que lo hayan gozado tanto como yo este especial de carnavales, nos leemos…