Covid 19
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 9 de Mayo del 2020.
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No me importa el virus, me importa estar contigo
No me importa el virus, me importa estar contigo
Autora: Nicole
N/A: Espero que disfruten de
este episodio tanto como yo al escribirlo, me encanta hacer NaruSaku es mi
pareja favorita junto con el ShikaIno (Acá no se menciona, pero sí me inspiro
en un futuro volveré a escribir de ellos) siento que ambas parejas se
complementan bien entre ellos es decir hechos el uno para el otro, así que de
mi parte no leerán ningún NaruHina, NaruSara, NaruChiyo y esas cosas que son
del demonio. Por otra parte también me encanta la relación de Iruka-sensei con
Naruto para mi es su padre en todos los sentidos, siempre pendiente de él
aunque sea un sobreprotector nivel dios algunas veces XD. Y recuerden chicos
háganme saber que piensan en sus comentarios que de esa manera me motivan muchísimo,
sin más quédense en casa y nos leemos.
Desde el inicio de la cuarentena Iruka-sensei
había conversado con su hijo adoptivo sobre los peligros de salir a la calle,
sin embargo el jovencito no sé lo tomo nada bien pues estaba acostumbrado a
andar de aquí para allá, era muy activo en todo y está situación de verdad lo
estaba desesperando, ya no sabía cómo controlarse porque no solo no podía
reunirse con sus colegas, las misiones también habían sido canceladas y lo peor
de todo su drama es que no podía ver a su novia, eso era lo que más furioso lo
ponía.
- ¡MIERDA, YA NO PUEDO
SOPORTARLO, ME VOY A VOLVER LOCO! – Exclamó
mientras con mucha rabia pateaba el armario de su habitación. Cuando se cansó
de eso bajo a la sala dónde estaba su padre viendo la tele tranquilamente.
- No sé puede salir Naruto
es muy peligroso, creí que ya lo tenías claro – Apagó
el televisor y se puso de pie para prestar atención a su hijo.
- Pero papá date cuenta, llevo más de dos meses encerrado, necesito ver la luz, hablar con mis amigos, saber cómo está Sakura-chan. ¡Entiéndeme!
- No Naruto, entiende tú,
esto no es un juego, además no eres el único que está en confinamiento, yo
también quiero salir, pero no es posible ahora, así que hay que acostumbrarse,
no nos queda de otra – Le dijo en tono serio.
- ¡A mí no me importa este
maldito virus, yo solo quiero salir y estar con mi novia! ¡¿Qué acaso no puedes
entenderlo?! – terminó haciendo un mohín y de brazos
cruzados.
- Naruto Uzumaki – cada
vez que lo llamaba por su nombre completo significaba que, o lo regañaba o le
daba un par de azotes – Cuida ese lenguaje y más vale que hagas caso porque
como hagas alguna tontería este – se tomó el cinturón de cuero con
ambas manos –
es el que va a tratar contigo, así que lo mejor para ti es que te comportes.
- Pero papi solo la veré
de lejitos, un momentito nada más, por favor, por favor déjame ir –
insistió con las manos juntas a manera de ruego, llamando a Iruka “papi” como
siempre solía hacer cuando quería conseguir algo, sí sonaba infantil para sus
quince entrados años, pero eso era lo que menos le importaba. Naruto era tan
espontaneo en su actuar que le valía lo que pensaran de él además esa palabrita
le sirvió muchas veces para que Umino cediera ante algún capricho o bien para
que terminara una zurra antes de tiempo, pero en esta ocasión ocurrió lo
contrario.
- No Naruto, no vas a
salir, y esa es mi última palabra – anunció Umino.
- ¡Siempre es lo mismo
contigo! – replicó el Uzumaki y se retiró a su
habitación.
Pasaron
las horas con el chico de ojos azules cada vez más desesperado buscando la
manera de escapar de las cuatro paredes, había entrenado mucho toda la mañana y
parte de la tarde y ni eso le quitaba el aburrimiento, ya estaba peor que
Shikamaru, pensaba sí seguía así un minuto más, iba a morirse. Pero lo que más
mal lo tenía era que extrañaba tanto a su chica que haría cualquier cosa por
verla aunque eso le trajera problemas con su padre, por Sakura era capaz de
cualquier locura.
Naruto
caminaba de un lado a otro mientras pensaba sí sería correcto ir o mejor
hacerle caso a Iruka, estuvo pensando en esas dos opciones, la última vez que
lo castigo estuvo varios días sin poder sentarse cómodamente.
- Mejor hago caso porque
papá siempre me pega con ganas – y sus manos se colocaron
automáticamente en su trasero – Pero sí no veo a mi Sakura-chan podría olvidarse de mí
y correr a los brazos del teme – se sentó en la cama negando con la
cabeza en señal de preocupación – Pero y sí me marchó y papá se entera, él siempre busca
la forma de averiguar dónde estoy metido – Volvió a pararse y luego
se sentó de nuevo, pero está vez en el suelo, en postura de meditación – Bueno sí se
entera y me pega, me pongo la crema que tengo por ahí guardada no sé dónde. Y
sí… ¡Rayos, ya me duele el cerebro de tanto pensar!
Exclamó
revolviéndose el cabello exasperado, y al final tuvo que escoger la opción que
creyó era la más razonable, de manera que sin más dilación, se puso de pie,
saltó por la ventana hacia el pavimento y de allí corrió emocionado a la casa
del amor de su vida.
Veinticinco
minutos más tarde…
- Sakura-chan, soy yo mi
amor, de verás – tocó la puerta principal de aquella
residencia varias veces sin obtener respuesta – ¿Por qué demonios no me abre?, seguro
regreso con el maldito bastardo y ahora está con él. ¿Cómo pude ser tan idiota y pensar que me
aceptaría como su novio? Claro, seguro solo quería burlarse de mí – decía
molesto el adolescente y se dio la vuelta para marcharse, pero de repente la
puerta se abrió.
- Naruto ¿Qué diablos
estás haciendo aquí? – preguntó la peli-rosa molesta,
pensando ¿Por qué ese chico tenía que ser tan irresponsable y actuar siempre
por impulso? La semana pasada habían conversado por chat en el grupo de
whatsapp sobre el tema de la precaución, pero definitivamente al Uzumaki no le
había entrado nada en esa cabeza hueca.
- Vine a verte, te extraño
mucho, pero ya me iba a ir porque como no abrías la puerta – Lo
último lo dijo todo sentido.
- No podemos estar en contacto hasta que pase toda esta situación, creí que había quedado claro la última vez que hablamos todos en el grupo ¿o es que quieres enfermarte?
- No me importa, yo solo quiero abrazarte, besarte, sentirte cerca, me importa un demonio el virus ese, sí me muero hoy a tu lado juró que moriría feliz.
- ¡Ay Naruto eres un
inconsciente! – lo retó molesta mientras le jalaba la oreja
con fuerza.
- AUUU, Sakura suéltame,
me lastimas – dijo dramático. ¿Por qué todos tenían que
estarlo regañando siempre?, bueno tampoco es como sí no se lo buscara.
- Te lo tienes bien
merecido – le tiró con más fuerza antes de soltarlo
- AUUUCHHHH, no me
quieres, sí fuera Sasuke ya estuvieras pegada a él como chicle – no
pudo evitar decirlo, y a Sakura se le escapó una risita con ese comentario – ¡¿Qué es tan
gracioso?! – cuestionó mientras se sobaba la oreja, vaya esa chica
tenía mucha fuerza.
- ¡¿Estás celoso cariño?!
- Sí, sí, estoy celoso, de
verás ¿y qué?, Por ti siempre lo estaré
incluso de mi sombra porque te amo y búrlate todo lo que quieras – hizo
un adorable puchero que a su chica le encantó.
- Tranquilo, y no, no me
estoy burlando, es que me encanta verte así, te ves tan lindo – Y
Naruto se sonrojo mucho – Naruto-kun yo también te amo y por eso me preocupo por
ti, por el momento no es bueno que salgamos de casa a menos que sea un asunto
de urgencia – Le aclaro de forma gentil.
- Pero para mí el verte no es de urgencia.
- ¿Ah no? – preguntó
ella perpleja.
- Es de extrema urgencia,
de verás – añadió el y sin darle tiempo a reaccionar
la cogió de la cintura, atrayéndola hacía él y plantándole un apasionado beso.
Se quedaron así por tres largos minutos pues la peli-rosa tampoco puso
resistencia.
- ¡Por kami, que rico
besas Naruto-kun! – dijo la muchacha recuperando la
respiración, el Uzumaki sonrió satisfecho como le gustaba que su novia lo
llamará así.
- Hacía tanto que no
probaba esos labios tan deliciosos – suspiró el chico
enamorado.
- Creo que exageré un
poquito, pasa y te sirvo una tacita de té con galletas y de repente más tarde
podemos ver una peli y hacer cositas ricas, te tengo tantas ganas mi zorrito
hermoso, sí supieras lo caliente que estoy en estos momentos, pero hoy será el
día que me entregue a ti – las últimas frases las terminó
pensando mordiéndose ligeramente el labio inferior, Naruto lo notó, sí en
asuntos del amor no era un tarado. Había aprendido mucho con el sabio
pervertido, sabía lo que la señorita quería y él también se moría de ganas,
coronavirus o no, se fue con el pensamiento de mandar su inocencia de viaje.
- Bueno sí me invitas, no
tengo ningún problema – sonrió
ampliamente con las mejillas sonrojadas mientras pasaba a la sala.
El
tiempo corrió con los dos tortolitos abrazados en la sala de la casa, ya habían
comido la merienda, hablado, mucho más Naruto, él habla por mil, los chicos
continuaban abrazaditos, dándose miraditas seductoras, mimitos, besitos, sin
prestar ni la más atención a la película que tenían al frente hasta que una
hora más tarde…
- ¿Cuántas veces tengo que
repetirte las cosas? – apareció
un enojado Iruka con la correa de cuero enrollada en la mano derecha. Naruto al
verlo se frunció en su sitio, sin saber qué hacer del susto. El jovencito sabía
que su padre haría cualquier cosa por protegerlo y también sabía que a la hora
de corregirlo tampoco no le temblaba la mano, pero realmente lo que lo tenía
nervioso no era las razones que tenía Iruka para estar casi a metro y medio de
distancia de él y Sakura, a lo mejor, ni siquiera la buena tunda acompañada de
un buen sermón que le esperaba por desobediente, era el hecho de recibir una
paliza enfrente de su chica, eso sí que sería lo más vergonzoso que pudiese
pasarle en su corta vida.
- Papá que estás haciendo
aquí, ¿que no se supone que deberías estar en casa? – Sonrió
todavía nervioso con la cara llena de gotitas de sudor, separándose de su chica
ante la mirada atónita de ella, que no sabía tampoco que hacer, decir o cómo
reaccionar.
- ¿Qué, qué hago aquí?
Creo que esa no es la pregunta correcta Naruto – y
sin perder el tiempo avanzó con la intención de agarrar al muchacho.
- No… no papá espera…
espera, déjame al menos que te explique – se paró torpemente
del asiento tropezando con una mesita pequeña que tenía al lado llevándose
consigo la lámpara de noche. Sakura seguía pasmada en su sitio.
- Te advertí desde el
inicio de la cuarentena lo que pasaría si no seguías las reglas, así que no hay
nada que tengas que explicarme, me queda claro que contigo no otra manera de
hacerte entender las cosas – Dicho eso, empezó a
soltarle unos buenos correazos en las pantorrillas y la mitad de los muslos.
- No por favor, aquí no,
lo siento, de verás – dijo el chico medio revolcándose en el
piso, ya que a pesar de conservar sus pantalones de entrenamiento, que casi
siempre llevaba puestos, el cuero se había ensañado con su piel, así que sin
quitar las manos del área afectada, se levantó como pudo.
- ¡Y más lo vas a sentir!
– aseguró
Umino decidido soltando dos más que Naruto intento brincarse inútilmente y tuvo
que morderse los labios para evitar chillar mientras sus ojos se estaban
tornando húmedos mucho más por la humillación que el dolor, vamos que el ninja
número uno había estado expuesto a los entrenamientos y misiones más rigurosas,
un par de azotes no deberían afectarle tanto, además para su padre aquello solo
era el principio de la azotaina.
- ¡Papi, perdóname! ¡No
volverá a pasar! – suplicó el chico de ojos azules con marcas
de zorro en la cara y en un momento de desesperación al notar que su padre no
iba a ceder tan fácil, trató de correrse, pero Iruka fue más rápido y lo agarró
fuertemente de la muñeca haciendo un poco de presión.
- Yo me aseguraré que no
vuelva a pasar – y le marcó cinco recios cuerazos en el
final de las nalgas – ZAS zas zas ZAS ZAS
- YA, YA, YAHHH – a
cada uno dio un brinquito y Sakura seguía atónita ahí sin levantarse, solo
mirando la escena.
- Hasta pronto Sakura,
salúdame a tus padres y disculpa por llegar a tu casa de esta manera, pero no
puedo permitir que este muchachito – ahora le jaló la oreja con
fuerza, la misma que le había jalado su noviecita, el chico no pudo evitar
dejar escapar un grito, por lo duro que sintió el tirón, su padre decidió dejar
de torturarlo y lo liberó – haga lo que se le da la gana y mucho menos que se ponga
en riesgo él y a los demás, espero que comprendas y cooperes también, no creo
que tenga que hablar con tus padres para contar contigo ¿o sí?
- No, no, para nada
Iruka-sensei – se apresuró a contestar con las manos
juntas y cerradas cerca de su pecho un gesto que solía hacer a menudo cuando
era más pequeña
– le prometo que por mi parte esto no volverá a ocurrir, de verdad se lo juro –
terminó haciendo una referencia de respeto.
- Bien eso era lo que quería escuchar, nos vemos
Se
despidió y le indicó a Naruto que también lo hiciera, el joven hizo lo que le
ordenaron con la cara completamente roja.
Ya
en el apartamento que compartían ambos.
- Cuando doy una orden se
cumple PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS – y la mano de Iruka sonó en
el final del culo del rubio desobediente que mordía el cojín del sofá con
fuerza – Te
advertí lo que pasaría, pero las cosas te entran por una oreja y te salen por
la otra PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS,
PLAS, PLAS, PLAS, PLAS – Naruto
simplemente se revolvía, agitando sus pies con fuerza, arqueando la espalda por
momentos, rogando mentalmente que Umino terminará el castigo, pero aquello
estaba lejos de suceder – y encima sales sin protección PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS – y
esa tanda volvió a caer en las flexuras del muchacho que ya tenía esa parte de
la retaguardia bien caliente y aunque intentó aguantarse la tunda estoico, le
fue muy difícil, y comenzó a dejar caer sus primeras lágrimas mientras papá
seguía en su labor, ahora mezclando chackra en los azotes – Debería
cumplir mi promesa y usar algo más que mi mano, para que entres en razón PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS – Decía
para pánico del muchachito y continuo azotando ahora en el centro, el chico
apretó el culito involuntariamente e intento zafarse, pero su padre no lo dejó,
lo acomodó mejor, de modo que el trasero quedará más levantado, luego le apresó
las piernas con las de él para evitar que se moviera y aplicó otra tanda en el
mismo sitio – PLAS,
PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS,PLAS, PLAS – Naruto lloraba
a moco tendido haciendo sus acostumbradas promesas de buen comportamiento, pero
Umino no se inmuto
- YAAA YAAA PAAAPI YAA, LO JUURO NO LO VUELVO A HACER PERO YAAA DUEEEELE MUCHO
- PLAS, PLAS, PLAS, PLAS,
PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS,PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS,
PLAS, PLAS, PLAS – y con aquellas veinte dio por terminado el
castigo
Pensaba
darle unos cuantos con la paleta de madera, pero viendo como le puso el culo,
todo rojo candente, y el muchacho todavía llorando desconsoladamente con la
cabeza hundida en el almohadón decidió dejar las cosas así, eso sí le aseguro
que de volver a portarse tan irresponsable como lo hizo, le daba una su buena
cuera sin miramientos.
- Ya paso hijo – le
dijo mientras le acariciaba el cabello y la espalda diez minutos después de
terminar de reprenderlo
- Me duele mucho – menciono
el jovencito sollozando un poco.
- Así debe ser, espero no
tener que usar la correa – mencionó
Iruka y el Uzumaki se retorció un poco porque sí había algo a lo que le temía
era al cinturón –
Bueno ya, vamos a que te acuestes un
rato – lo ayudo a pararse y con cuidado le subió los interiores que era
lo único que mantenía enredado en los tobillos.
- Lo siento papá, no quería…
- Ya tranquilo hijo, todo
perdonado, lo sostuvo de los hombros, le dio un beso en la frente y lo envolvió
en un cálido abrazo – Naruto recogió sus pantalones y se fue
a su cuarto a acostarse un rato.
Una
hora más tarde su celular no dejaba de sonar y como siempre no sabía dónde lo
había puesto, desordenó en un instante toda su habitación, bueno tampoco es que
estaba en perfecto orden, pero de igual forma halló lo que buscaba debajo de su
cama, lo revisó y eran un montón de llamadas perdidas de su chica, intentó
marcarle, pero que mala leche que no tenía saldo en el teléfono y no podía ir a
comprar una tarjeta porque tenía prohibido salir, así que solo le quedaba
chatearle a su prometida un montón de veces hasta que la señorita se dignara en
responderle y eso fue lo que hizo.
“Sakura-chan
mi amor llámame” 20:00
“Te
extraño tanto mi princesita hermosa” 20:01
“No
te puedo llamar porque no tengo saldo y papá me tiene preso, ya sabes cómo es
de exagerado” 20:10
“Sí
quieres puedes venir a visitarme, me siento solito y aburrido” 20:12
“¿Qué
estás haciendo preciosa?” 20:14
“Bebe
linda no sabes las ganas que te tengo” 20:16
“Naruto
ha eliminado el mensaje” 20:17
“Bebecita
quiero comerte a besos” 20:19
“TE
AMO” 20:20
“¿Crees
que tus papás me acepten?” 20:24
“Y
sí no me aceptan que se vayan a la mierda” 20:30
“Naruto
ha eliminado el mensaje” 20:31
“Me
encantaría que me visitaras, pero ven solo en ropa interior y zapatos de tacón
rojo ¿Qué dices belleza?” 20:34
“Naruto
ha eliminado el mensaje” 20:35
“TE
AMO TANTO” 20:36
“Sakuraaaaa”
20:50
“Préstame
atención por lo menos, ni siquiera me dejas en visto, no se vale de verás”
21:00
“Dime
algo, ¡que te cuesta!” 21:10
“¿Vas
a venir sí o no?” 21:15
Naruto
se acostó bocabajo resignado a no hablar con su Sakura-chan por lo menos por
esa noche cuando de repente le sonó el tono de mensaje.
Perdóname
mi zorrito hermoso, no pude responderte los mensajes porque estaba haciendo el
aseo, ya sabes con lo del virus, tenemos que limpiar más a menudo, yo también
te amo, mi rubio hermoso, mis padres llegan mañana estaban en casa de una tía,
pero fueron protegidos con sus mascarillas, guantes y demás, ya sabes todo lo
que hay que usar y que tu ni siquiera te colocaste para venir a verme.
Uzumaki
lo leyó enseguida y como siempre contesto inmediatamente.
“Por
favor llámame, quiero escuchar tu voz” 21:40
El
teléfono sonó y el rubio hiperactivo no demoró en atender la llamada.
- Hola Naruto-kun
- Hola Sakura-chan
- Mi amor ¿Cómo te terminó de ir con Iruka-sensei?
- Bien, bien – dijo
el chico sintiendo el calor subirle hasta las orejas – ya sabes nada del otro mundo para un
ninja tan genial como yo, ni siquiera me duele, de verás.
- ¿Seguro? – dudo ella un momento.
- Sí mi amor,
completamente, de verás – dijo él, pero solo fue de boca para
afuera como se suele decir, para quedar
bien con alguien, en este caso su novia porque su mano corrió a sobarse su
lastimada retaguardia.
- NARUTO APAGA ESE
TELEFONO Y ACUESTATE A DORMIR, YA ES MUY TARDE PARA ESTAR DESPIERTO – Gritó Umino desde el
cuarto de baño que estaba al lado del de Naruto.
- Creo que tu papá se
volvió a enojar contigo – mencionó
ella.
- Naaah, tu ni te preocupes, estás haciendo teatro, ya sabes siempre es tan exagerado, ni que fueran las 3:00, apenas son las 22:15 horas.
- NARUTO, TE HABLE…
- Bueno ¿qué te parece si
hablamos mañana? – sugirió amablemente para evitarle
problemas.
- ¡AHG PUTA MIERDA! – exclamó
fastidiado y su novia quedó boquiabierta al otro lado del móvil jamás lo había
escuchado decir esas palabrotas – Está bien todo sea para que IRUKA NO ME JODA.
- ¿Qué dijiste jovencito?
– Su
padre había entrado sigilosamente sin que este se diera cuenta y ahora lo había
cogido con la guardia baja, vamos habilidades de un experto shinobi.
- Papi, lo siento – Pronunció
con un hilo de voz en lo que se daba la vuelta, la cara del adolescente era un
poema y ni tiempo le dio de cerrar la llamada.
- Creo que voy a tener que
lavarle la boquita con jabón a cierta personita – dijo
Umino tomando a su hijo del brazo haciendo que soltara el celular y lo dejará
caer en el colchón
- No, no papi por favor no
te atrevas a hacerlo, juró que no lo repito más, me portaré bien, haré caso a
la primera lo prometo – imploraba el chiquillo mientras era sacado
a rastras de la habitación en dirección al baño.
- Halo Naruto… Naruto… ¿Sigues ahí?... En fin, mañana te llamo, chao – terminó diciendo y cerró su teléfono.
Pobre Naruto, para un ninja como él esto tuvo que ser muy duro y eso que ni se entero que su amada chica oyó la reteada del papá, jajajja.
ResponderEliminarGracias por tu colaboración, disfrute de este relato.
Marambra
Amiga que buen capítulo de Naruto jajaja pobre que oso le hicieron pasar enfrente de la novia!!
ResponderEliminarPero bien ganado ese castigo!!
Que niño tan irresponsable porque como se le ocurre salir sin ninguna protección!!
Amina hermosa que bueno que andas bien inspirada y nos regalas estos capis!!
Pero no me voy a cansar de pedir a mis favoritos que son los futbolistas porfis 🙏🙏 jajajaja
Gracias por sus palabras chiquillas, me alegro que les haya gustado por ahí tengo más ideas para escribir de Naruto y sus amigos, es que con este chico hay para harto escribir de verás lol. Y a mi me encanta mucho su personalidad con él todo fluye por eso es que he andado inspirada como ven.
ResponderEliminarGracias por lo de hermosa Estrellita y pues los jugadores espero que vean la luz pronto, lo que pasa es que tengo un relato por ahí en borrador, pero la inspiración se va y vuelve y luego sé va, aparte me he vuelto demasiado exigente con mis escritos, ya sabes aveces manejo tantos personajes y diálogos y pues quiero conservar la escencia de los mismos.
Por lo pronto me alegro que puedas disfrutar de estos cortos. Un abrazo a las dos chicas.
Me gusto tu corto
ResponderEliminarGracias Terry, espero pronto leer algo de Toño o de Chus nuevamente.
EliminarMe gusto tu corto te quedo buenisimo
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegro que te haya gustado, he estado inspirada con este chico y sus amigos. Amo este anime!
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