sábado, 9 de mayo de 2020

Covid - 19: No me importa el virus, me importa estar contigo (Naruto); Autora Nicole

Covid 19
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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 9 de Mayo del 2020. 
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No me importa el virus, me importa estar contigo
Autora: Nicole

N/A: Espero que disfruten de este episodio tanto como yo al escribirlo, me encanta hacer NaruSaku es mi pareja favorita junto con el ShikaIno (Acá no se menciona, pero sí me inspiro en un futuro volveré a escribir de ellos) siento que ambas parejas se complementan bien entre ellos es decir hechos el uno para el otro, así que de mi parte no leerán ningún NaruHina, NaruSara, NaruChiyo y esas cosas que son del demonio. Por otra parte también me encanta la relación de Iruka-sensei con Naruto para mi es su padre en todos los sentidos, siempre pendiente de él aunque sea un sobreprotector nivel dios algunas veces XD. Y recuerden chicos háganme saber que piensan en sus comentarios que de esa manera me motivan muchísimo, sin más quédense en casa y nos leemos.

Desde el inicio de la cuarentena Iruka-sensei había conversado con su hijo adoptivo sobre los peligros de salir a la calle, sin embargo el jovencito no sé lo tomo nada bien pues estaba acostumbrado a andar de aquí para allá, era muy activo en todo y está situación de verdad lo estaba desesperando, ya no sabía cómo controlarse porque no solo no podía reunirse con sus colegas, las misiones también habían sido canceladas y lo peor de todo su drama es que no podía ver a su novia, eso era lo que más furioso lo ponía.

  • ¡MIERDA, YA NO PUEDO SOPORTARLO, ME VOY A VOLVER LOCO! –  Exclamó mientras con mucha rabia pateaba el armario de su habitación. Cuando se cansó de eso bajo a la sala dónde estaba su padre viendo la tele tranquilamente.
  • No sé puede salir Naruto es muy peligroso, creí que ya lo tenías claro – Apagó el televisor y se puso de pie para prestar atención a su hijo.
  • Pero papá date cuenta, llevo más de dos meses encerrado, necesito ver la luz, hablar con mis amigos, saber cómo está Sakura-chan. ¡Entiéndeme!
  • No Naruto, entiende tú, esto no es un juego, además no eres el único que está en confinamiento, yo también quiero salir, pero no es posible ahora, así que hay que acostumbrarse, no nos queda de otra – Le dijo en tono serio.
  • ¡A mí no me importa este maldito virus, yo solo quiero salir y estar con mi novia! ¡¿Qué acaso no puedes entenderlo?! – terminó haciendo un mohín y de brazos cruzados.
  • Naruto Uzumaki – cada vez que lo llamaba por su nombre completo significaba que, o lo regañaba o le daba un par de azotes – Cuida ese lenguaje y más vale que hagas caso porque como hagas alguna tontería este – se tomó el cinturón de cuero con ambas manos – es el que va a tratar contigo, así que lo mejor para ti es que te comportes.
  • Pero papi solo la veré de lejitos, un momentito nada más, por favor, por favor déjame ir – insistió con las manos juntas a manera de ruego, llamando a Iruka “papi” como siempre solía hacer cuando quería conseguir algo, sí sonaba infantil para sus quince entrados años, pero eso era lo que menos le importaba. Naruto era tan espontaneo en su actuar que le valía lo que pensaran de él además esa palabrita le sirvió muchas veces para que Umino cediera ante algún capricho o bien para que terminara una zurra antes de tiempo, pero en esta ocasión ocurrió lo contrario.
  • No Naruto, no vas a salir, y esa es mi última palabra – anunció Umino.
  • ¡Siempre es lo mismo contigo! – replicó el Uzumaki y se retiró a su habitación.

Pasaron las horas con el chico de ojos azules cada vez más desesperado buscando la manera de escapar de las cuatro paredes, había entrenado mucho toda la mañana y parte de la tarde y ni eso le quitaba el aburrimiento, ya estaba peor que Shikamaru, pensaba sí seguía así un minuto más, iba a morirse. Pero lo que más mal lo tenía era que extrañaba tanto a su chica que haría cualquier cosa por verla aunque eso le trajera problemas con su padre, por Sakura era capaz de cualquier locura.
Naruto caminaba de un lado a otro mientras pensaba sí sería correcto ir o mejor hacerle caso a Iruka, estuvo pensando en esas dos opciones, la última vez que lo castigo estuvo varios días sin poder sentarse cómodamente.

  • Mejor hago caso porque papá siempre me pega con ganas – y sus manos se colocaron automáticamente en su trasero – Pero sí no veo a mi Sakura-chan podría olvidarse de mí y correr a los brazos del teme – se sentó en la cama negando con la cabeza en señal de preocupación – Pero y sí me marchó y papá se entera, él siempre busca la forma de averiguar dónde estoy metido – Volvió a pararse y luego se sentó de nuevo, pero está vez en el suelo, en postura de meditación – Bueno sí se entera y me pega, me pongo la crema que tengo por ahí guardada no sé dónde. Y sí… ¡Rayos, ya me duele el cerebro de tanto pensar!

Exclamó revolviéndose el cabello exasperado, y al final tuvo que escoger la opción que creyó era la más razonable, de manera que sin más dilación, se puso de pie, saltó por la ventana hacia el pavimento y de allí corrió emocionado a la casa del amor de su vida.
Veinticinco minutos más tarde…

  • Sakura-chan, soy yo mi amor, de verás – tocó la puerta principal de aquella residencia varias veces sin obtener respuesta – ¿Por qué demonios no me abre?, seguro regreso con el maldito bastardo y ahora está con él.  ¿Cómo pude ser tan idiota y pensar que me aceptaría como su novio? Claro, seguro solo quería burlarse de mí – decía molesto el adolescente y se dio la vuelta para marcharse, pero de repente la puerta se abrió.
  • Naruto ¿Qué diablos estás haciendo aquí? – preguntó la peli-rosa molesta, pensando ¿Por qué ese chico tenía que ser tan irresponsable y actuar siempre por impulso? La semana pasada habían conversado por chat en el grupo de whatsapp sobre el tema de la precaución, pero definitivamente al Uzumaki no le había entrado nada en esa cabeza hueca.
  • Vine a verte, te extraño mucho, pero ya me iba a ir porque como no abrías la puerta – Lo último lo dijo todo sentido.
  • No podemos estar en contacto hasta que pase toda esta situación, creí que había quedado claro la última vez que hablamos todos en el grupo ¿o es que quieres enfermarte?
  • No me importa, yo solo quiero abrazarte, besarte, sentirte cerca, me importa un demonio el virus ese, sí me muero hoy a tu lado juró que moriría feliz.
  • ¡Ay Naruto eres un inconsciente! – lo retó molesta mientras le jalaba la oreja con fuerza.
  • AUUU, Sakura suéltame, me lastimas – dijo dramático. ¿Por qué todos tenían que estarlo regañando siempre?, bueno tampoco es como sí no se lo buscara.
  • Te lo tienes bien merecido – le tiró con más fuerza antes de soltarlo
  • AUUUCHHHH, no me quieres, sí fuera Sasuke ya estuvieras pegada a él como chicle – no pudo evitar decirlo, y a Sakura se le escapó una risita con ese comentario – ¡¿Qué es tan gracioso?! – cuestionó mientras se sobaba la oreja, vaya esa chica tenía mucha fuerza.
  • ¡¿Estás celoso cariño?!
  • Sí, sí, estoy celoso, de verás  ¿y qué?, Por ti siempre lo estaré incluso de mi sombra porque te amo y búrlate todo lo que quieras – hizo un adorable puchero que a su chica le encantó.
  • Tranquilo, y no, no me estoy burlando, es que me encanta verte así, te ves tan lindo – Y Naruto se sonrojo mucho – Naruto-kun yo también te amo y por eso me preocupo por ti, por el momento no es bueno que salgamos de casa a menos que sea un asunto de urgencia – Le aclaro de forma gentil.
  • Pero para mí el verte no es de urgencia.
  • ¿Ah no? – preguntó ella perpleja.
  • Es de extrema urgencia, de verás – añadió el y sin darle tiempo a reaccionar la cogió de la cintura, atrayéndola hacía él y plantándole un apasionado beso. Se quedaron así por tres largos minutos pues la peli-rosa tampoco puso resistencia.
  • ¡Por kami, que rico besas Naruto-kun! – dijo la muchacha recuperando la respiración, el Uzumaki sonrió satisfecho como le gustaba que su novia lo llamará así.
  • Hacía tanto que no probaba esos labios tan deliciosos – suspiró el chico enamorado.
  • Creo que exageré un poquito, pasa y te sirvo una tacita de té con galletas y de repente más tarde podemos ver una peli y hacer cositas ricas, te tengo tantas ganas mi zorrito hermoso, sí supieras lo caliente que estoy en estos momentos, pero hoy será el día que me entregue a ti – las últimas frases las terminó pensando mordiéndose ligeramente el labio inferior, Naruto lo notó, sí en asuntos del amor no era un tarado. Había aprendido mucho con el sabio pervertido, sabía lo que la señorita quería y él también se moría de ganas, coronavirus o no, se fue con el pensamiento de mandar su inocencia de viaje.
  • Bueno sí me invitas, no tengo ningún problema –  sonrió ampliamente con las mejillas sonrojadas mientras pasaba a la sala.

El tiempo corrió con los dos tortolitos abrazados en la sala de la casa, ya habían comido la merienda, hablado, mucho más Naruto, él habla por mil, los chicos continuaban abrazaditos, dándose miraditas seductoras, mimitos, besitos, sin prestar ni la más atención a la película que tenían al frente hasta que una hora más tarde…

  • ¿Cuántas veces tengo que repetirte las cosas? –  apareció un enojado Iruka con la correa de cuero enrollada en la mano derecha. Naruto al verlo se frunció en su sitio, sin saber qué hacer del susto. El jovencito sabía que su padre haría cualquier cosa por protegerlo y también sabía que a la hora de corregirlo tampoco no le temblaba la mano, pero realmente lo que lo tenía nervioso no era las razones que tenía Iruka para estar casi a metro y medio de distancia de él y Sakura, a lo mejor, ni siquiera la buena tunda acompañada de un buen sermón que le esperaba por desobediente, era el hecho de recibir una paliza enfrente de su chica, eso sí que sería lo más vergonzoso que pudiese pasarle en su corta vida.
  • Papá que estás haciendo aquí, ¿que no se supone que deberías estar en casa? – Sonrió todavía nervioso con la cara llena de gotitas de sudor, separándose de su chica ante la mirada atónita de ella, que no sabía tampoco que hacer, decir o cómo reaccionar.
  • ¿Qué, qué hago aquí? Creo que esa no es la pregunta correcta Naruto – y sin perder el tiempo avanzó con la intención de agarrar al muchacho.
  • No… no papá espera… espera, déjame al menos que te explique – se paró torpemente del asiento tropezando con una mesita pequeña que tenía al lado llevándose consigo la lámpara de noche. Sakura seguía pasmada en su sitio.
  • Te advertí desde el inicio de la cuarentena lo que pasaría si no seguías las reglas, así que no hay nada que tengas que explicarme, me queda claro que contigo no otra manera de hacerte entender las cosas – Dicho eso, empezó a soltarle unos buenos correazos en las pantorrillas y la mitad de los muslos.
  • No por favor, aquí no, lo siento, de verás – dijo el chico medio revolcándose en el piso, ya que a pesar de conservar sus pantalones de entrenamiento, que casi siempre llevaba puestos, el cuero se había ensañado con su piel, así que sin quitar las manos del área afectada, se levantó como pudo.
  • ¡Y más lo vas a sentir! – aseguró Umino decidido soltando dos más que Naruto intento brincarse inútilmente y tuvo que morderse los labios para evitar chillar mientras sus ojos se estaban tornando húmedos mucho más por la humillación que el dolor, vamos que el ninja número uno había estado expuesto a los entrenamientos y misiones más rigurosas, un par de azotes no deberían afectarle tanto, además para su padre aquello solo era el principio de la azotaina.
  • ¡Papi, perdóname! ¡No volverá a pasar! – suplicó el chico de ojos azules con marcas de zorro en la cara y en un momento de desesperación al notar que su padre no iba a ceder tan fácil, trató de correrse, pero Iruka fue más rápido y lo agarró fuertemente de la muñeca haciendo un poco de presión.
  • Yo me aseguraré que no vuelva a pasar – y le marcó cinco recios cuerazos en el final de las nalgas – ZAS zas zas ZAS ZAS
  • YA, YA, YAHHH – a cada uno dio un brinquito y Sakura seguía atónita ahí sin levantarse, solo mirando la escena.
  • Hasta pronto Sakura, salúdame a tus padres y disculpa por llegar a tu casa de esta manera, pero no puedo permitir que este muchachito – ahora le jaló la oreja con fuerza, la misma que le había jalado su noviecita, el chico no pudo evitar dejar escapar un grito, por lo duro que sintió el tirón, su padre decidió dejar de torturarlo y lo liberó – haga lo que se le da la gana y mucho menos que se ponga en riesgo él y a los demás, espero que comprendas y cooperes también, no creo que tenga que hablar con tus padres para contar contigo ¿o sí?
  • No, no, para nada Iruka-sensei – se apresuró a contestar con las manos juntas y cerradas cerca de su pecho un gesto que solía hacer a menudo cuando era más pequeña – le prometo que por mi parte esto no volverá a ocurrir, de verdad se lo juro – terminó haciendo una referencia de respeto.
  • Bien eso era lo que quería escuchar, nos vemos

Se despidió y le indicó a Naruto que también lo hiciera, el joven hizo lo que le ordenaron con la cara completamente roja.
Ya en el apartamento que compartían ambos.

  • Cuando doy una orden se cumple  PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS –  y la mano de Iruka sonó en el final del culo del rubio desobediente que mordía el cojín del sofá con fuerza – Te advertí lo que pasaría, pero las cosas te entran por una oreja y te salen por la otra PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS Naruto simplemente se revolvía, agitando sus pies con fuerza, arqueando la espalda por momentos, rogando mentalmente que Umino terminará el castigo, pero aquello estaba lejos de suceder – y encima sales sin protección PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS – y esa tanda volvió a caer en las flexuras del muchacho que ya tenía esa parte de la retaguardia bien caliente y aunque intentó aguantarse la tunda estoico, le fue muy difícil, y comenzó a dejar caer sus primeras lágrimas mientras papá seguía en su labor, ahora mezclando chackra en los azotes  Debería cumplir mi promesa y usar algo más que mi mano, para que entres en razón PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS – Decía para pánico del muchachito y continuo azotando ahora en el centro, el chico apretó el culito involuntariamente e intento zafarse, pero su padre no lo dejó, lo acomodó mejor, de modo que el trasero quedará más levantado, luego le apresó las piernas con las de él para evitar que se moviera y aplicó otra tanda en el mismo sitio – PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS,PLAS, PLAS – Naruto lloraba a moco tendido haciendo sus acostumbradas promesas de buen comportamiento, pero Umino no se inmuto
  • YAAA YAAA PAAAPI YAA, LO JUURO NO LO VUELVO A HACER PERO YAAA DUEEEELE MUCHO
  • PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS,PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS – y con aquellas veinte dio por terminado el castigo

Pensaba darle unos cuantos con la paleta de madera, pero viendo como le puso el culo, todo rojo candente, y el muchacho todavía llorando desconsoladamente con la cabeza hundida en el almohadón decidió dejar las cosas así, eso sí le aseguro que de volver a portarse tan irresponsable como lo hizo, le daba una su buena cuera sin miramientos.

  • Ya paso hijo – le dijo mientras le acariciaba el cabello y la espalda diez minutos después de terminar de reprenderlo
  • Me duele mucho – menciono el jovencito sollozando un poco.
  • Así debe ser, espero no tener que usar la correa –  mencionó Iruka y el Uzumaki se retorció un poco porque sí había algo a lo que le temía era al cinturón  Bueno ya, vamos a que te acuestes un rato – lo ayudo a pararse y con cuidado le subió los interiores que era lo único que mantenía enredado en los tobillos.
  • Lo siento papá, no quería…
  • Ya tranquilo hijo, todo perdonado, lo sostuvo de los hombros, le dio un beso en la frente y lo envolvió en un cálido abrazo – Naruto recogió sus pantalones y se fue a su cuarto a acostarse un rato.

Una hora más tarde su celular no dejaba de sonar y como siempre no sabía dónde lo había puesto, desordenó en un instante toda su habitación, bueno tampoco es que estaba en perfecto orden, pero de igual forma halló lo que buscaba debajo de su cama, lo revisó y eran un montón de llamadas perdidas de su chica, intentó marcarle, pero que mala leche que no tenía saldo en el teléfono y no podía ir a comprar una tarjeta porque tenía prohibido salir, así que solo le quedaba chatearle a su prometida un montón de veces hasta que la señorita se dignara en responderle y eso fue lo que hizo.

“Sakura-chan mi amor llámame”  20:00
“Te extraño tanto mi princesita hermosa” 20:01
“No te puedo llamar porque no tengo saldo y papá me tiene preso, ya sabes cómo es de exagerado” 20:10
“Sí quieres puedes venir a visitarme, me siento solito y aburrido” 20:12
“¿Qué estás haciendo preciosa?”  20:14
“Bebe linda no sabes las ganas que te tengo” 20:16
“Naruto ha eliminado el mensaje” 20:17
“Bebecita quiero comerte a besos” 20:19
“TE AMO” 20:20
“¿Crees que tus papás me acepten?” 20:24
“Y sí no me aceptan que se vayan a la mierda” 20:30
“Naruto ha eliminado el mensaje” 20:31
“Me encantaría que me visitaras, pero ven solo en ropa interior y zapatos de tacón rojo ¿Qué dices belleza?” 20:34
“Naruto ha eliminado el mensaje” 20:35
“TE AMO TANTO” 20:36
“Sakuraaaaa” 20:50
“Préstame atención por lo menos, ni siquiera me dejas en visto, no se vale de verás” 21:00
“Dime algo, ¡que te cuesta!” 21:10
“¿Vas a venir sí o no?” 21:15
Naruto se acostó bocabajo resignado a no hablar con su Sakura-chan por lo menos por esa noche cuando de repente le sonó el tono de mensaje.

Perdóname mi zorrito hermoso, no pude responderte los mensajes porque estaba haciendo el aseo, ya sabes con lo del virus, tenemos que limpiar más a menudo, yo también te amo, mi rubio hermoso, mis padres llegan mañana estaban en casa de una tía, pero fueron protegidos con sus mascarillas, guantes y demás, ya sabes todo lo que hay que usar y que tu ni siquiera te colocaste para venir a verme.
Uzumaki lo leyó enseguida y como siempre contesto inmediatamente.

“Por favor llámame, quiero escuchar tu voz” 21:40
El teléfono sonó y el rubio hiperactivo no demoró en atender la llamada.

  • Hola Naruto-kun
  • Hola Sakura-chan
  • Mi amor ¿Cómo te terminó de ir con Iruka-sensei?
  • Bien, bien – dijo el chico sintiendo el calor subirle hasta las orejas – ya sabes nada del otro mundo para un ninja tan genial como yo, ni siquiera me duele, de verás.
  • ¿Seguro? –  dudo ella un momento.
  • Sí mi amor, completamente, de verás – dijo él, pero solo fue de boca para afuera como se suele decir,  para quedar bien con alguien, en este caso su novia porque su mano corrió a sobarse su lastimada retaguardia.
  • NARUTO APAGA ESE TELEFONO Y ACUESTATE A DORMIR, YA ES MUY TARDE PARA ESTAR DESPIERTO  Gritó Umino desde el cuarto de baño que estaba al lado del de Naruto.
  • Creo que tu papá se volvió a enojar contigo –  mencionó ella.
  • Naaah, tu ni te preocupes, estás haciendo teatro, ya sabes  siempre es tan exagerado, ni que fueran las 3:00, apenas son las 22:15 horas.
  • NARUTO, TE HABLE…
  • Bueno ¿qué te parece si hablamos mañana? – sugirió amablemente para evitarle problemas.
  • ¡AHG PUTA MIERDA! – exclamó fastidiado y su novia quedó boquiabierta al otro lado del móvil jamás lo había escuchado decir esas palabrotas – Está bien todo sea para que IRUKA NO ME JODA.
  • ¿Qué dijiste jovencito? – Su padre había entrado sigilosamente sin que este se diera cuenta y ahora lo había cogido con la guardia baja, vamos habilidades de un experto shinobi.
  • Papi, lo siento – Pronunció con un hilo de voz en lo que se daba la vuelta, la cara del adolescente era un poema y ni tiempo le dio de cerrar la llamada.
  • Creo que voy a tener que lavarle la boquita con jabón a cierta personita – dijo Umino tomando a su hijo del brazo haciendo que soltara el celular y lo dejará caer en el colchón
  • No, no papi por favor no te atrevas a hacerlo, juró que no lo repito más, me portaré bien, haré caso a la primera lo prometo – imploraba el chiquillo mientras era sacado a rastras de la habitación en dirección al baño.
  • Halo Naruto… Naruto…  ¿Sigues ahí?... En fin, mañana te llamo, chao – terminó diciendo y cerró su teléfono.    

7 comentarios:

  1. Pobre Naruto, para un ninja como él esto tuvo que ser muy duro y eso que ni se entero que su amada chica oyó la reteada del papá, jajajja.
    Gracias por tu colaboración, disfrute de este relato.

    Marambra

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  2. Amiga que buen capítulo de Naruto jajaja pobre que oso le hicieron pasar enfrente de la novia!!
    Pero bien ganado ese castigo!!
    Que niño tan irresponsable porque como se le ocurre salir sin ninguna protección!!
    Amina hermosa que bueno que andas bien inspirada y nos regalas estos capis!!
    Pero no me voy a cansar de pedir a mis favoritos que son los futbolistas porfis 🙏🙏 jajajaja

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  3. Gracias por sus palabras chiquillas, me alegro que les haya gustado por ahí tengo más ideas para escribir de Naruto y sus amigos, es que con este chico hay para harto escribir de verás lol. Y a mi me encanta mucho su personalidad con él todo fluye por eso es que he andado inspirada como ven.
    Gracias por lo de hermosa Estrellita y pues los jugadores espero que vean la luz pronto, lo que pasa es que tengo un relato por ahí en borrador, pero la inspiración se va y vuelve y luego sé va, aparte me he vuelto demasiado exigente con mis escritos, ya sabes aveces manejo tantos personajes y diálogos y pues quiero conservar la escencia de los mismos.
    Por lo pronto me alegro que puedas disfrutar de estos cortos. Un abrazo a las dos chicas.

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  4. Respuestas
    1. Gracias Terry, espero pronto leer algo de Toño o de Chus nuevamente.

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  5. Me gusto tu corto te quedo buenisimo

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    1. Muchas gracias, me alegro que te haya gustado, he estado inspirada con este chico y sus amigos. Amo este anime!

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