Mis gemelos: Cap. 318; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 8 de Julio del 2020

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Capítulo 318
Doble ración

Autora: Marambra

• Ni hemos almorzado aun y ya estás de mal humor, ¡por Dios! – murmuro Rubén apenas vio a Clara que entraba a la casa cargando algunas bolsas que sí, se veían pesadas – te dije que me dieras media hora, pero tu te saliste sin decirme nada – le reclamo Rubén, creyendo que Clara lo dejo con la palabra en la boca, pero en realidad fue un malentendido ocurrido temprano en la mañana, cuando Clara le pidió que la llevara al mercado y él se entretuvo con el celular
• No seas mentiroso, te dije que tenía prisa y que Armando se ofreció llevarme a la ciudad, no tengo la culpa que por lo chocho que eres solo oigas lo que te conviene – se defendió, dejando una de las bolsas sobre la mesa para que Adela se haga cargo para luego acercarse a su marido y darle un beso – y no estoy enojada mi chuturubí, bueno… no contigo por lo menos sino con tus diablos – y Rubén frunció el ceño, ahora ¿qué se suponía que habían hecho?, apenas los habían visto en el desayuno y eso era hace tres horas pensó mirando con disimulo el reloj de la pared
• ¿Y ahora que han hecho? según tu – aquella pregunta destilaba una advertencia
• Me ofendes – respondió Clara pero Rubén tenía sus motivos

Hace algunas semanas Clara estuvo sobre la nuca de los chicos y según Rubén inicialmente por cosas que si merecían la pena supervisar como tener sus alcobas limpias o su ropa en su lugar, en cambio ahora empezaba a ser asfixiante según su percepción, pero Clara tenía sus razones, los chicos tuvieron un problema en el colegio y ella se había comprometido con la maestra que el viernes sin falta ambos le entregarían la tarea como Dios manda y no como lo hicieron ese día, es que ambos entregaron el mismo resumen, con las mismas palabras y ninguno quiso admitir cuál de ellos copio la tarea del otro; la maestra al ver que aquello no iba a terminar en buen puerto decidió darles una oportunidad a ambos y solo porque hasta ese momento no tenía queja de ninguno y porque además conocía a Clara de las muchas reuniones que se organizaban en la Cámara de Industria y Comercio como  esposas de los miembros activos, así que les dio una semana para poder entregar un nuevo resumen, pero esta vez de libros diferentes, lo que alivio enormemente el disgusto de mamá pero no el de los chicos, uno porque tenían que si o si hacer su trabajo y el otro porque no era justo hacer un nuevo resumen por culpa ajena y se trenzaron a golpes dentro de la movilidad haciendo enojar a su madre, porque increíblemente ambos creían tener la razón.

• Ve atrás, me toca ir delante – exigió Iván a Lex, era un trato… los viajes de ida Lex ocupaba el asiento del copiloto y al regreso iba atrás
• ¿Según quién?
• ¡Como que de quien!, es un trato que tenemos con papá – le recordó Iván de muy mal humor
• Pues mala suerte, no estamos con papá
• ¡Mierda!, ¿NO TE BASTA CON COPIAR MI RESUMEN? – grito antes de soltar el primer golpe a la cara de su hermano, es que Iván creía justificado su enojo y agresividad y estaba como se dice buscando tres pies al gato
• ¿Cuál tu resumen?, ¡SI NINOSKA TE PRESTO LOS RESUMENES DE SU HERMANA MAYOR! – y un golpe de respuesta voló de regreso
• SI, pero para que yo lo copiara NO TU
• Pero yo creí que lo ibas a modificar IDIOTA – y ese era el meollo de la cuestión

Ninguno de los dos había leído el libro, pero Iván a diferencia de Alexander por lo menos se preocupó de buscar un resumen hecho, con la firme intención de leerlo y hacer un resumen con sus propias palabras como solía hacerlo habitualmente, pero adolescente al fin y al cabo la flojera fue más grande que su intención y copio el resumen de Ninoska con errores ortográficos y todo, por su parte Alexander que siempre esperaba que Iván comparta el resumen de Nino como solía hacerlo, pues sin preguntar nada copio la tarea de igual manera, sin modificar nada en absoluto, enterándose ambos del asunto cuando la maestra los llevo a la dirección.

Y ahora ambos estaban ajustando cuentas y tales fueron los gritos que llamaron la atención no solo de Clara que apuro sus pasos al estacionamiento sino de la misma maestra de Literatura que acompañaba a Clara a la movilidad porque se ofreció acercarla a la ciudad.

• Pero ¡qué demonios! – se quejó Clara

Estaba muerta de vergüenza no solo porque los gemelos se estaban portando como un par de matones en el garaje, sino porque oyó nítidamente lo que intrigaba a la maestra y antes de que los chicos sigan ventilando sus trapitos sucios al sol, decidió intervenir apurando sus pasos y jalando a los chicos de las orejas, pensando que de no estar a su lado Maritza, que así se llamaba la maestra de literatura hubiera hecho algo más radical, como soltar dos manotazos en el trasero de ambos.

• ¡Suficiente!... ¿pero qué les pasa? – pregunto a tiempo de torcer a gusto las orejas de ambos
• Auuu auu auu – se quejaron los dos, pero a diferencia de Iván que sí se dio cuenta de la presencia de la profesora y guardo silencio producto de la vergüenza, Alexander se puso a defender su causa
• Pero mamá, no es justo que tenga que volver a hacer esa tarea – rezongó con voz entrecortada por justo poner un chupete en la boca
• Por lo que acabamos de oír, ninguno de los dos hizo realmente nada de lo que les pedí – Alexander se giró como revotado ante la voz de su maestra, incendiando su rostro por la vergüenza que acababa de experimentar al ser descubierto
• Profesora – murmuro angustiado, sorteando su mirada entre ella y su madre, mientras Iván resignado subía a la movilidad, maldiciendo la actitud de su hermano, pensando que Dios le hizo una broma muy pesada al darle un gemelo tan dispar como el que tenía – usted no oyó nada, ¿bueno? – se apuró a decir para enojo de Clara quien no dudo en jalarle la oreja – auuuu maaa
• ¡Mejor te callas Alexander! – amonesto frunciendo el ceño sin querer mirar a Maritza, avergonzada también de los actos de su hijo
• Pero maaauu… auuuu – y como era de esperarse, su oreja pago de nuevo el pecado de su boca
• Ajjj ¡cállate tonto!, ¿que no ves que la profe puede cambiar de opinión y ponernos un cero? – y ese pensamiento también se le cruzo por la cabeza a Clara y miro a Maritza con gran incomodidad pero prefirió cortar de cuajo aquello
• ¡Basta!, no quiero oír nada más – advirtió Clara mientras le abría la puerta del copiloto a Maritza – pasa Maritza
• Pero y la tarea, no vamos a hacerla en vano ¿verdad? – Alexander no podía quedarse con la duda e Iván le dio un codazo para que se calle mientras su madre se giró como en el exorcista de lo mala que estaba
• Ustedes dos me hacen la tarea y punto, y si tienen un aplazo en la libreta, sabrán que le dicen a su padre, ahora silencio

Y a los chicos no les quedo otra que callarse reconociendo por primera vez que era contraproducente decir algo al respecto, aunque no pararon de insultarse por teléfono y recriminarse mediante whatsapp, mientras Clara casi se sintió obligada de dejar a la maestra en su casa aun cuando esto la desviaba totalmente de su ruta, sintiendo que era lo mínimo que podía hacer tras las burradas que hicieron los gemelos, claro pero sin mencionar ni por si acaso lo de la nueva oportunidad, antes muerta que volver a humillarse, pensó, pero la maestra tenía muy clara su postura para alivio de mamá.

• Muchas gracias Clara, fue un placer volver a verte – se despidió de mamá y luego se giró para ver a los chicos ante de bajar del carro – bueno chicos, el viernes espero sus nuevos resúmenes – dijo para alivio no solo de ellos sino también de su madre

Obviamente tras verse libres de la maestra, de camino ya a casa los chicos le rogaron a su madre que guardara silencio, cosa que ella acepto siempre y cuando hagan lo ella les ordene por lo que a los gemelos no les quedo otra que aceptar sus términos porque si ella abría la boca los dos estarían en graves problemas con su padre, aun así los chicos cometieron algunos deslices que rápidamente eran frenados por mamá, lo que hizo que Rubén sospeche no solo de Clara sino de los gemelos, llegando a la sabia conclusión de que su esposa sabía algo que él no, pero prefirió no mencionar nada a Clara confiando en su decisión y eso incluía respetar su negativa a que Alexander viaje con Iván y con él a Santa Cruz, cosa que no impidió que el chiquillo haga lo que quisiera.

• Quiero que pidas permiso para los dos chicos este viernes en el colegio – dijo Rubén casualmente a la hora del almuerzo, sabía que el viernes el horario escolar era relativamente laxo – quiero llevarlos a Santa Cruz el jueves por la tarde
• El viernes tienen que entregar una tarea de literatura, así que no creo que viajen – respondió Clara mirando a ambos chicos sin más entrar en más detalles para alivio de ambos
• Pero yo ya termine mi relato y ya se lo presente a la profesora hoy en la mañana – respondió Iván tímidamente mirando con esperanza a su padre, Rubén sabía que Iván tenia puesto su corazón en ese viaje, que no era un viaje cualquiera, era el viaje que estuvo esperando desde hace un mes y papá estaba al tanto de eso
• Pero era para el viernes… ¡que sapo que eres! – declaro Alexander cruzándose de brazos mirando enojado a su hermano – traidor – murmuro entre dientes
• Oye, no llames de esa manera a tu hermano – Clara amonesto a Lex y Rubén lo miro fijamente para ver si había alguna cosa que él pueda decir a su favor o en contra
• Pero es cierto, la tarea es para el viernes
• Eso no me hace traidor, me hace cumplido – se defendió Iván dando a Lex un codazo al pasar, solo que sin calcular el largo brazo de su padre
• Ya… ya, sin pelear hombre – y claro papá le dio un golpecito en la nuca a manera de advertencia
• Pero es cierto – murmuro Iván
• Y no dije que no – le dio la razón
• ¿Y yo que? – pregunto Lex
• Tu nada... ¿ya terminaste el resumen? – pregunto papá
• No papá, yo aún tengo que leer el último capítulo pero es cortito y puedo hacerlo  
• Bueno entonces, cuando lo termines…
• Lo discutiremos después de almorzar – interrumpió Clara para evitar pasar un mal rato peleando con los alegatos de Lex, al final fue como mamá lo predijo, Alexander no viajo porque no termino la tarea

Y aunque estuvo malhumorado por quedare en casa, al final vio algunas ventajas de verse sin su hermano colado al lado o a papá merodeando por algún rincón y aunque mamá aun respiraba sobre su nuca, se contentó con la ilusión de poder burlar su vigilancia y aquella oportunidad se dio justo el mismo jueves que su padre y hermano viajaran y su madre lo dejara solo haciendo la famosa tarea  de literatura que milagrosamente había terminado apenas media hora después de que mamá cerrara su puerta.

Rubén había viajado con Iván a Santa Cruz por el asunto de las joyas empeñadas, las cuales no fueron tan fáciles de recuperar dado que Raquel había muerto, así que tuvieron que dejar todo el asunto en manos de un abogado, tardándose un mes para poder por fin tener una respuesta positiva y esa misma tarde iban a reunirse con el abogado y el padre de Rodrigo en el juzgado para firmar el documento de conformidad que le daba a Rubén la potestad de recoger dichas joyas sin el pago del capital debido a que había un seguro que cubría el monto del préstamo en caso de fallecimiento.

Logan y Ginger tampoco estaban en casa, ambos habían viajado a La Paz una semana antes para acudir a la embajada del Reino Unido no solo para adquirir la doble nacionalidad de Rubecito, sino también para enterarse sobre los avances de la investigación relacionada con el loco de Harry, que el mes anterior había enviado una carta donde lo amenazaba con raptar al bebé y dicha carta había llegado con el sello postal de Londres, por lo que la embajada se tomó aquello muy en serio, claro que en casa solo Ginger estaba al tanto, Logan no quería decir absolutamente nada de este asunto a su padre ni su madre, peor a los gemelos, sobre todo ahora que las cosas por fin empezaban a asentarse entre Iván y él.

• ¿Mamá? – Logan había llegado justo esa misma tarde, sobre las 3 justamente, él y Ginger habían adelantado su vuelo gracias a que todo lo que fueron a hacer lo culminaron sin complicaciones, sobre todo lo referente a Harry que según la embajada, la policía en Londres tenía a Harry bajo vigilancia extrema y estaban a un paso en falso de agarrarlo con las manos en la masa, el resto solo era firmar algunos documentos a nombre del bebé para obtener su pasaporte – ¿mamá? – volvió a preguntar, esta vez abriendo la puerta de la sala, había oído el ruido del televisor y supuso que su madre estaba ahí, él sabía que su padre e Iván estaban en Santa Cruz
• ¡Papá! Que susto – Alexander se paró de un salto realmente asustado, es que se había quedado medio dormido en el sofá de la sala sin otra cosa que hacer más que aburrirse de apretar el disparador cambiando de un canal a otro sin encontrar nada que lo pueda entretener desde que terminara su tarea; tampoco había podido perder el tiempo chateando con alguien porque su madre le decomiso el móvil hace ya tres días y a diferencia de papá que guardaba el móvil en el ropero donde fácilmente podía sacar si lo quisiera, ella se llevó el teléfono en su cartera – ¿que no volvías el lunes? – pregunto acercándose ya no más para darle un beso y un abrazo a su padre – ¿me trajiste algo bonito? – agrego distraído buscando los bolsillos de su padre, como cuando era chico y papá siempre regresaba con una chocolatina escondida
• Si te traje algo pero no está en mi bolsillo – atajo papá cogiendo las manos curiosas de su hijo pero en el fondo feliz de que algunos viejos hábitos infantiles aún estén arraigados en el corazón de su hijo adolescente – te lo daré luego cuando desempaquemos, ¿dónde está mamá? – pregunto de nuevo bajando el volumen de la televisión, mientras Ginger que ya había entrado a la sala con el bebé en brazos, se acercó a Lex a darle un beso a manera de saludo
• Dijo que irían a la costurera, de ahí al supermercado, se fue con Adelita, su hermana y Armando, llevaron la camioneta de papá – y Logan frunció el ceño, eso solo significaba que su madre llegaría muy tarde, bien sabido era que cuando se iba de compras escoltada, significaba que sus compras no lo hacía en Warnes sino en Santa Cruz
• ¿Qué tal si le damos alcance? Igual en los centros comerciales hay patios de comida y almorzamos todos ahí – sugirió Ginger pensando en aprovechar además de comprar pañales para el bebé
• Yo ya almorcé, pero igual ¿me puedes traer una rica hamburguesa con papas fritas? – contesto Lex rechazando diplomáticamente la idea de ir a buscar a mamá, ¡Dios lo libre!, ir de compras con doña Clara era un calvario que duraba horas de horas y él no quería arrastrar cajas o bolsas en un día tan caluroso como aquel, él prefería de ser posible ir a nadar al rio
• ¿Estás seguro que no quieres venir con nosotros? – pregunto Logan pensando en pasar un gran momento familiar en Santa Cruz, total sabían que su padre y su otro pitufo estaban en la ciudad y con un poco de esfuerzo quizás podrían encontrarse todos en familia
• ¿Y arrastrar bolas y más bolsas?, no gracias, además mamá me dejo aquí en casa para “no renegar conmigo” – declaro convenientemente a tiempo de entrecomillar la frase, muy orgulloso de ser considerado un diablillo

Finalmente tras algunos tira y afloja entre él y su padre, Lex consiguió que lo dejaran en casa y no solo eso sino que le dieran permiso para ir a dar un paseo por los predios de la hacienda siempre y cuando no vaya al rio porque era peligroso ir solo; pero apenas su padre se perdió por el sendero conduciendo la camioneta familiar, Lex apuró sus pasos a su dormitorio con un único afán… ponerse su traje de baño y correr libre hacia ese pedacito de paraíso privado que su abuelo tuvo el lujo de adquirir cuando se hizo dueño de aquellas tierras, lo malo fue no contar con el factor sorpresa y dar por hecho que su madre estaría horas de horas haciendo compras, nada más lejos de la realidad, Clara había salido efectivamente con Adela, la hermana menor de ella y Armando pero se quedó en el pueblo porque iba recoger las nuevas cortinas de su dormitorio, mientras Adela y su hermana iban a Santa Cruz  a enviar una encomienda a su familia aprovechando que Armando tenía que encontrarse en Santa Cruz con el viejo Miguel para recoger el pedido de la nueva alambrada que iban a cambian en el lado oeste de la hacienda al regreso de Rubén.

Y cuarenta minutos después de que Logan y Ginger se marcharan de la casa mamá entro a la sala y ante el sospechoso silencio de la vivienda, Clara empezó a buscar a Alexander en todos los lugares previsibles pero al no encontrarlo decidió llamarlo por teléfono, fue ahí que se dio cuenta que dejo su móvil cargando en la cocina y tenía el del muchacho en su bolso; seguro tenía un millón de llamadas perdidas de Rubén pensó agobiada, con lo mucho que lo había fastidiado para que la llamara y le contara como les fue, se recriminaba así misma.

Y como lo sospechó, había un gran número de llamadas perdidas pero no de Rubén sino de Logan lo que le hizo fruncir el ceño, por lo general cuando pasaban algunos días sin verse, su hijo solía llamarlos siempre en la noche para preguntarles como estaban y encima hacerles un resumen completo de su día y si no contestaban rara vez insistía, por lo que ahora tantas llamadas perdidas solo podían significar una cosa: catástrofe, y persignándose como buena supersticiosa marco el número de su hijo

• Mamá, por fin – contesto Logan apenas vio el número de su madre en la pantalla – te he llamado tanto – dijo mientras estacionaba a un lado de la carretera
• Si, si… lo se hijo, por eso te llamo, ¿paso algo? – contesto nerviosa mirando fuera de la propiedad buscando a Alexander con la mirada porque hasta ese momento no oyó ningún ruido a su alrededor y eso la inquietaba, Alexander era un imán de problemas cuando estaba solo
• No mamá, cambiamos el vuelo – contesto Logan pero no tuvo tiempo de explicar más, su madre
• Espero que no sea tan tarde, sabes que no me gusta manejar de noche – respondió pensando que quería que vayan al aeropuerto
• No mami, no es  necesario que vengas, ya estamos en Santa Cruz, hemos llegado al medio día y Alexander nos dijo que estabas de camino a la ciudad para hacer compras en el supermercado y por eso te llamaba para que nos encontremos algún lugar y… – y fue interrumpido, quizás Lex estaba con ellos pensó Clara
• ¿Alexander está contigo? – pregunto
• No mamá, no quiso venir, pero seguro fue a dar una vuelta al potrero
• Más le vale que no, porque está castigado, tiene un montón de tareas que ponerse al día

Y con eso colgó sin querer y sin tiempo a despedirse, dejando a Logan con la impresión de que efectivamente estaba en Santa Cruz, así que le dejo un mensaje de texto indicándole donde estarían pensando en hacer algo todos juntos aprovechando las circunstancias, sin imaginar que mientras él escribía todo aquello, doña Clara se estaba armado de una delgada ramita de sauce antes de salir a buscar a su pequeño pata y perro pero dejó caer la rama cuando vio al caballo que solía montar Lex correr desbocado con destino a su jardín haciendo estragos con sus flores, menos mal Yhanku que acababa de llegar logro coger al potro antes de que este rompa algo más, era obvio que el animal estaba asustado, lo que altero a Clara quien imagino lo peor.

• ¡Ayyy Nooo!; ay nooo ¡algo le paso a Alexander! – grito asustada, pensando lo peor – seguro el caballo lo tiro, nadie saca a los carbones excepto los gemelo
• Calma madrina, seguro no es nada – dijo Yhanku con voz calmada aunque por dentro estuviera rezando que al choco no le haya pasado nada – mire ¿porque no se queda?, yo echare un vistazo a toda la hacienda y lo traeré de inmediato – le propuso viendo que Clara estaba alterada y no era para menos, un caballo desbocado solo significaban problemas
• No, mejor yo busco por este lado y tú por el otro y te llamo si lo pillo o me llamas – propuso nerviosa apretando su móvil y Yhanku entendió que nunca la convencería de quedarse, así que acepto su oferta y la condición de llamarse por teléfono si alguno de ellos lo encontraba antes

Yhanku tomo el camino largo, cogiendo la dirección del caballo, mientras Clara siguió una corazonada y se fue al río, pero antes de que Yhanku siga caminando sin saber a donde más buscar, Iginio, un niño de unos 10 años corría agitado buscando al caballo de Lex, el potro al parecer se vino solo del río y estaba pastando cerca de los potreros, él estaba jugando con su hermano y sin querer había flechado al caballo asustándolo y tenía que retenerlo para no meterse en problemas con su padre.

• ¿Estás seguro que no estaba el choco cerca? – le pregunto con cautela
• Si, el choco está en el río, lo vimos con la goma que su papá le dijo que tirara a la basura…

Yhanku no entendió muy bien de que se trataba aquello pero prefirió despedirse del niño después de decirle que el caballo estaba bien, por su parte Clara iba en la misma dirección, acababa de enterarse también por uno de los trabajadores que Alexander estaba en las cachuelas del rio, pero que su ropa estaba en la playa al lado de las pozas porque el chico subía sin flojera rio arriba para bajar montado sobre una gran goma y fue decir eso y Clara endiablarse por dentro, se despidió de inmediato y apurándose a la playa llegando justo a tiempo, pero no solo para pillar al mocoso con la manos en la masa, sino para ser testigo de algo que pudo ser una catástrofe.

Alexander efectivamente estaba sobre un viejo neumático tratando de mantener el equilibrio mientras la corriente iba a gran velocidad rio abajo, Clara al ver aquello se apuró a acercarse a la playa y llamar su atención y hacer que el chico salga de inmediato del agua, pero antes de que pudiera hacer nada, Alexander resbalo de mala manera y el neumático al ser tan grande se dio la vuelta sobre él hundiéndolo dificultando que pueda salir a flote, dando un tremendo susto no solo a Clara sino a Yhanku que también llegaba a la playa y menos mal, porque en serio se hubiera ahogado.

• ¡DIOS MIIIIO, DIOS MIIIO! – empezó a chilla Clara, zapateando sobre la arena, sin saber que hacer – SE ESTA AHOGAAAANDO – agrego corriendo como mejor podía, menos mal Yhanku tomo el control y sin siquiera quitarse la ropa corrió lo más rápido que pudo y nado hasta llegar donde estaba Alexander, sacándolo del agua en medio de una gran conmoción

La ropa de Alexander quedo atrapada en la rama de un tronco hundido impidiendo que pueda salir a flote, Yhanku se había metido debajo del agua sintiéndose pesado con las botas de cuero y el viejo pantalón de drill que usaba para estar en el potrero, pero no podía hacer otra cosa, empezó a bucear a tientas considerando la turbidez típica de los ríos cálidos de la región, al final logro dar con el muchacho y entre tirón y tirón la ropa salió desprendida del cuerpo de Lex quedándose solo en calzoncillos, mientras Clara desesperada también se tiro al agua al ver que ninguno de los dos salía, en medio de un griterío poderoso, meno mal sus gritos llamaron la atención de uno de los trabajadores de Rubén que a esa hora solía darse un par de brazadas a la banda del río y corrió a prestar socorro cuando se dio cuenta que alguien estaba siendo arrastrado por la corriente, pero fue tirarse al agua y ver a Yhanku sacar a Lex de los cabellos para que pueda respirar, al final Clara y Narciso que así se llamaba el joven ayudaron a Yhanku y Lex salir del rio aun con el susto en la piel.

• COOOOFFF COOF COOF…. AGGGG AGGG – a Lex le dio un horrible ataque de tos por toda el agua tragada y pasó un buen minuto o más antes recuperar por completo su respiración
• Por favor respira, ¡respira! – pedía Yhanku golpeando su espalda para que Alexander empiece a respirar adecuadamente; él también estaba recuperando el aliento de a poco, y como Clara también estaba con el Amén en la boca porque en el ataque de pánico que le dio a Lex, en su desesperación por salir a flote casi ahoga a Yhanku – ¿estás mejor? – pregunto una última vez, cuando Alexander por fin pudo respirar
• Casi me ahogo… ¡que susto! – reconoció poniendo su palma abierta sobre su pecho desnudo, como si aún le doliera respirar, la corriente le había arrancado la polera y el traje de baño, menos mal él solía usar el bañador encima de un slip ajustado porque no le gustaba que la arena se le pegue a la piel – y Yhanku – murmuro un poco conmocionado aún, pero recuperándose casi de inmediato como si lo que acabara de pasarle fuera un tropezón y se acercó a Yhanku ajeno al shock de su madre y del susto privado que Yhanku experimento tras poder dar la primera bocanada de aire sin jadear; para darle nada menos que un puñete en la espalda, en un acto muy propio de confianza – ¡eres un crack! chango
• Alexander – medio tosió Yhanku en tono de advertencia, pero no porque estuviera enojado sino porque él desde donde estaba pudo ver el cambio en las facciones de Clara y no necesitaba ser un adivino para saber que su madrina salto del miedo al renovado enojo, pero Lex siguió en lo suyo, palmeando a Yhanku en la espalda, al parecer incluso sin percatarse que solo vestía un ajustado slip que dejo de ser blanco para lucir totalmente terroso
• No, en serio te digo Yhanku – hablo con total sinceridad y una seriedad pocas veces vista en el semblante de Lex – si no fuera por ti no vivo para contarlo
• Leeeex – Yhanku no sabía cómo llamar su atención para que se calle, que ahí donde ambos estaban, doña Clara estaba más que atenta a sus palabras y sabe Dios cómo iba a reaccionar – ¿dónde está tu ropa? – susurro cambiando de táctica, pero fue peor, la boca sin filtro de Alexander se soltó sin necesidad de cuerda mientras buscaba su ropa
• No sé,  cuando el agua empezó jalarme que me quito la polera, no sé qué paso, las otras veces no…  – y Clara achico los ojos como si recién se percatara de aquel detalles y sintió una punzada en el pecho, ¿y si Yhanku no llegaba a tiempo?, se pregunto, pero dejo que Lex siguiera hablando o mejor dicho enredándose en sus diabluras – me he tragado tanta agua que seguro ahora tengo un montón bichos en el estómago – y Yhanku hizo una mueca pensando cómo podía este crio hablar de aquello como si fuera una aventura, ¡podía haber muerto! – por eso digo que eres mejor que aquaman, apuesto a que sabes algunos trucos que me puedes enseñar – le aseguro acerándose girándose hacia la playa para coger sus sandalias cuando ya no más sintió un dolor horrible en el trasero y las piernas, mamá se había armado con una delgada varita húmeda que la corriente tiro a la playa
• Rwas rwas rwas
• Auuu buaaa MAMAAAAAAAAAA – salto de un lado a otro queriendo escapar, pero Clara fue más rápida y lo cogio del brazo y siguió azotándolo mientras lo obligaba a caminar a la casa
• ¿Quién te ha dicho que salgas de la casa ja?, RWASS rwas Rwas Rwas
• BUaaaa maami YA YA YA
• Te dije que hagas tu tarea RWASS rwas Rwas Rwas
• No no no – volvió a brincar como un pequeño diablillo
• Espera no más que le cuente a tu padre cuando llegue – Y Alexander se abrazó a ella, no quería que le diga nada de nada a su padre
• No mamita, ese va a enojar buaaaaaaaaa y me va a pegaaaar – lloro
• Pues bien hecho si eso pasa – le riño enojada todavía, pero tirando la ramita a un lado – casi te matas por desobediente, si no hubiera estado Yhanku estaría buscando tu cadáver río abajo ahorita mismo – y se puso a llorar sorprendiendo a Alexander
• Ya madrina, cálmese… menos mal no pasó nada y su chichilo seguro no pisa el río solo de nuevo, ¿verdad Lex? – le pregunto mirándolo fijamente esperando una respuesta

Y Alexander se apuró a prometer hasta la luna con tal de calmar a su madre, cualquier cosa mientras ella no abra la boca y le cuente a papá lo sucedido, pero no iba a ser necesario, Rubén igual se enteraría pero no por mamá sino por otro pajarito chismosito, jejje.