Una nueva vida: Cap. 3; Autora Candela

Una nueva vida

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 26 de Octubre del 2020

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Capítulo 3

Autora: Candela

Carolina

Han pasado 2 semanas desde el último accidente. Me desperté porque escuche a uno de mis hijos vomitar, mire la hora y eran las 7 am. De todos modos hora de despertarse, con algo de pereza me levante y fui a ver quién era, era Lucas que vomito en el medio del pasillo.

• ¡Luqui!... ven vamos al baño – Le dije mientras le guiaba al baño, se inclinó en la taza del inodoro y volvió a vomitar, mientras yo le hacía cariñitos en la espalda, cinco minutos después se levantó, estaba en poco pálido – Ven vamos abajo.
• No tengo hambre – me contesto aun nauseoso
• No pasa nada peque, pero si te voy a dar agua. Tenes que hidratante – le dije, el me siguió hasta la cocina.

Lucas tomo un poco de agua y le hice un té de manzanilla, no le gusta mucho pero le va a hacer bien. Le toqué la frente para comprobar su temperatura y estaba caliente así que fui a por el termómetro.

 

• Abre la boca Luqui – le pedí, menos mal el hizo lo que le pedí cuando sonó el pitido de que ya está, agarré el termómetro y vi que tenía 38,5°, bastante alto, asi que busque algo para la fiebre – Lu tomate esto que tienes fiebre – le di un vaso con agua y una pastilla de Ibuprofeno 600.
• Mami no me siento bien – me contesto en un tono cariñoso, siempre que está enfermo se pone así o después de un gran castigo.
• Ya lo sé mi niño, vamos a la cama – respondí  regalándole una sonrisa
• Mami ¿puede ser la tuya? – pregunto con ese aire mimoso que tenía de niño
• Claro que sí – le conteste, jamás pensé que me lo diría.

Cuando llegamos a mi cuarto eran casi las 7:25 am, le mandé un WhatsApp a Rocío y le dije que no iba a ir al trabajo que uno de mis hijos está enfermo, ella me dijo que no hay problema.

Fui a ver a Dani, si no tiene nada importante la dejo faltar hoy.

 

• Dani despierta – le dije cerca de su oído a mi niña cuando entre en su cuarto.
• Buen día mami.
• ¿Dani tienes algo importante hoy?
• Daniela: Si ma, tengo examen de matemática.
• Ok mi niña, cámbiate y baja a desayunar rápido que son las 7:35 – respondí mirando mi reloj, por lo visto tocaba llevarla al cole

Salí de su dormitorio a preparar su desayuno y el de su hermano mientras se vestía.

 

• Mami… ¿y Lucas? – pregunto apenas entro y ver el asiento vacío de su hermano
• En la cama no se siente bien.

Después de que ella desayunara le mande a buscar sus cosas para llevarla al colegio.

Al volver a casa después de dejar a Dani en el cole, subí a ver cómo seguía Lucas y me lo encontré vomitando otra vez, pero en el inodoro. Le hice masajitos en la espalda hasta que dejo de vomitar y se paró.

 

• Luqui ve a cambiarte que te llevo al hospital, acabas de vomitar otra vez y seguro el Ibuprofeno, todavía tienes fiebre.
• MMmgg… Si lo vomité, pero no pude evitarlo – respondió con los ojos llorosos y ganas de volver a vomitar
• Shh mi niño no pasa nada vamos al hospital.

Pedí un Uber hasta el hospital más cercano. Al llegar allí lo atendieron de inmediato, le tomaron la temperatura que seguía en 38°, había que bajarle la fiebre y como seguía vomitando la única opción era pincharle, así que la enfermera vino con una inyección.

 

• Nooo quiero – Lucas se quejó cuando vio la inyección
• Lo siento Lu pero es para que te baje la temperatura…  vomitaste el Ibuprofeno – trate de razonar con él
• Pero igual…  ¡no quiero! – grito empujándome, no con fuerza, pero si con intención
• Lucas ¡basta!, te lo van a poner quieras o no, por las buenas o por las malas.
• NO... i – y esta vez sí me empujo con más fuerza, lo que me avergonzó porque lo hizo delante de la enfermera
• Vuelvo en unos minutos – murmuro ella llevándose la medicación y cerrando la puerta tras suyo
• Gracias – respondí

Y apenas cerro tras suyo agarre a Lucas del brazo y le puse en mis rodillas, le baje el pantalón y me propine 5 azotes de mediana intensidad.

 

• Plas plas plas plas plas.
• Au oww ay...
• Vas a dejar que te inyecten de una o en casa te doy la versión completa – no quería hacerlo, pero no me quedo otra que usar la amenaza
• Mami que estoy enfermo – se quejó medio enojado
• Y la inyección es para que te sientas mejor.

Al poco rato volvió la enfermera y toco la puerta antes de entrar, un detalle muy amable de su parte.

 

• ¿Se puede pasar? – pregunto la enfermera
• Si, pase por favor – conteste mientras mi hijo me regalo una mirada gruñona
• Bien entonces…  bájate un poco el pantalón y el Bóxer para poder ponerte la inyección chico – le pidió ella haciendo caso omiso a sus muecas
• Maaami... – y la voz salió lastimera, pero no iba a ceder
• Has caso – Lucas hizo lo pedido bajando a penas ambas cosas, pero suficiente para la enfermera.
• Au...  – Se quejó cuando la aguja le pincho
• Listo la inyección ya entro, vístete y te sientas te voy a poner una intravenosa para pasarte suero, para que no te deshidrates

A Lucas se le llenaron los ojos de lágrimas lo que más odia son las agujas, pero sin decir nada se dejó poner la intravenosa.

Dos horas después ya estamos de vuelta a casa, menos mal Lucas ya no tenía fiebre ni vómito.

 

Lucas

 

Que día más terrible el mío, vomite dos veces y me pincharon también dos veces y ¡odio las agujas!

 

• Ma me voy a mi cuarto a dormir – le dije a mamá, realmente me sentía muy cansado
• Bueno ve cualquier cosa estoy acá – contesto entrando a la cocina

Yo no supe más, me cambié al pijama y me acosté en mi cama y me dormí de inmediato y muy profundamente, es que anoche no dormí como se supone, estuve dando vueltas fatigado y con calor.

Me despertó mamá.

• ¿Hola Luqui como te sientes? – me despertó mi madre bastante tiempo después
• Me duele el estómago.
• ¿Queres vomitar? – Me preguntó mamá, a lo que yo negué – ¿Tenes hambre? – me volvió a preguntar, y lo volví a negar – Ya va a pasar mi niño.
• Mami perdón – le dije y la abracé, sentí que se lo debía
• ¿Perdón porque mi niño?
• Por mi actitud las últimas semanas, ¿me perdonas?
• Mi niño claro que sí, es más ya estabas perdonado, es castigo y borrón y cuenta nueva – dijo ella como siempre y beso mi frente
• Te quiero ma.
• Yo más peque.

A la noche mamá me volvió a tomar la temperatura y tenía fiebre otra vez, 38º, no comí nada no tenía hambre lo que si tomé mucho líquido. Mamá volvió a entrar a mi cuarto con una inyección.

 

• Mamá nooo... No me pinches – le pedí tratando de esconderse, pero ella solo negó con la cabeza ante mi reacción
• Es para que te baje la fiebre más rápido, me dijo el médico que te atendió que si te sube la temperatura que al menos hoy y mañana te inyecté.
• ¡Que noooo! – grite asustado, odio las inyecciones, pero mamá me puso en su regazo, y me bajo el pantalón junto con el bóxer.
• Plas plas plas.
• AAu... Ay...
• ¡Quieto! voy a entrar con la aguja – fue decir eso y sentir el piquetazo
• Ay... Duele sácala snif... – rogué sin éxito
• Shh ya casi termino – termino de decir eso cuando ya no más saco la aguja, aunque yo seguí quejándome –  Shh mi niño ya paso shh…

Han pasado 3 días, sigo enfermo, pero mucho mejor que el primer día, por eso el lunes vuelvo recién a clase, tengo todo un fin de semana para aburrirme, recién es viernes y me encuentro solo en casa, mamá está trabajando y Dani está en el cole, la verdad es muy aburrido estar solo en casa y como sigo castigado no puedo hacer mucho, al menos tengo la tele.

A Dani la traerá la vecina de regreso a casa, que su hija es compañerita de mi hermana, por lo que estoy almorzando solo, aburrido y desganado, ojalá viniera alguien a acompañarme…

• RIIIINGGGGGG

Guau, parece que Dios se apiado de mi… mmm o puede ser el Diablo listo para tentar, quien sea tendrá que esperar, porque no puedo caminar demasiado rápido por el dolor de estómago que aún tengo.

                                                                                                  Continuara....