Razones para amar
Resumen
Adam Hoffman un importante
empresario inglés, radicado en Venezuela, que prospero desde sus cimientos, es
el padre de una prole de 7 hijos entre niños y adolescentes, cinco de los
cuales son biológicos, dos de ellos mellizos, Diego y Amelia son fruto de su primer matrimonio con Amber
Miller de quien se divorcio después de dos tortuosos años de matrimonio y de
quienes obtuvo la custodia total tras demostrar que su madre no era capaz de
cuidar a sus hijos y no porque quedara gravemente afectada de salud tras aparatoso
accidente vivido años antes.
Los otros 3 niños Roy,
Alejandro y Lucia, son fruto de su segundo matrimonio con Elena, una bella
venezolana que le robo el corazón cuando él escapando del estrés que supuso su
divorcio con Amber vino de visita al famoso Salto del Ángel con un amigo y no regreso más a Europa, los otros dos
adolescentes, Juventino y Mara, hermanos biológicos entre sí, son hijos de una
amiga de Elena quien por cuestiones personales los abandono, prácticamente
obligando a Elena a asumir el papel de madre que lo hizo a mil amores pues
conocía a los niños desde el nacimiento como los conocía Adam.
Razones para amar, es
como dice su título, una historia donde sus personajes tan variados y tan
similares a la vez, tejen una trama donde el amor familiar esta por encima de
todo.
Capitulo 17
Autora: Dani
Esa tarde la niñera llegó sin Roy a la casa, cuando entró estaba muy asustada casi en pánico, es que como muchas no quería que la despidieran, sobre todo por algo que ella no había hecho.
- Mamáaaaaaaaaa
mamáaaaaaa – se escuchó desde la sala, Elena salió de la
cocina y vio los niños más pequeños, pero no a Roger
- ¿Dónde está
Roy? – pregunto a la niñera sin percatarse aún en su
rostro demasiado serio
- Señora no
estaba – respondió, comprendiendo que no podía hacer otra
cosa que decir lo que ocurrió – me dijeron en el colegio, que Roy dijo que su mamá lo
había ido a buscar y salió casi disparado apenas abrieron las puertas – Elena
sintió como se le cayó el cielo encima tomó, las llaves de su camioneta decidida
a salir
- No pierdas de
vista a los niños por favor, encárgate de bañarlos – recomendó
antes de escuchar cómo los niños se empezaron a quejar
- Noooooooo mami
no te vayas wuaaaaa – grito Alejandro zapateando
cuando la niñera lo tomó de la mano impidiéndole correr tras Elena, pero está
salió de la casa rápido sin mirar atrás.
Un
poco más tarde, Adam llegó del potrero y se encontró con los niños en pijama y
el cabello mojado de haberse dado un baño y Alejandro llorando a mares, por lo
visto no paro desde que su madre se fuera y se extrañó no ver a su esposa.
- ¿Qué paso? – pregunto
acercándose a Alejandro que no dejaba de llorar
- Se trata de
Roy señor, fui a buscarlo al colegio, pero no lo encontré, cuando pregunté por
él me dijeron que salió del cole diciendo que su mamá lo fue a buscar, cuando
se lo conté a la señora, ella tomó la camioneta y se fue a buscarlo – le
hizo un resumen mas o menos detallado de lo que paso, sin dejar claro de estar
asustada pensando si esto complicaba su trabajo
- Quédate con
ellos, la voy a llamar para ver si encontró a Roy, por favor no los dejes solo,
los mayores están de viaje – dijo antes de tomar las
llaves del carro y salir
Ya
en la autopista de ida al pueblo tuvo tiempo de procesar la información y un
sinfín de preocupaciones y escenarios a cual más descabellados le hicieron
preso y empezó a llamar desesperadamente a Elena por teléfono hasta que
contestó.
- ¡¿Dónde coño
estás?! – prácticamente ladró su enojo, molesto en un
principio porque Elena tardo mucho en contestar la llamada
- No me grites
por favor, que estoy de los nervios – respondió
Elena mirando entre la gente
- Es que no me
contestas, ¿dónde estás? – al final Adam capto la
angustia en la voz de su esposa
- Adam voy
manejando, te llamo apenas pueda, estoy manejando – volvió
a decir antes de cortar la comunicación sin permitir que Adam diga algo más.
Elena
tras recorrer varias calles aledañas al colegio sin éxito, decidió ir a la casa
de dos de los amigos más cercanos de Roy y en ninguno lo habían visto, trató de
comunicarse de nuevo por teléfono con Roy pero seguía apagado, ya a punto de ir
a la policía asustada y frustrada, recordó la película a la que él quería ir y
su padre se negó porque según él, la película no era adecuada para su edad, lo
malo era que ella había comprado entradas de antemano, así que se fue hasta el
lugar donde dicha película sería estrenada, en un centro comercial al que sus
hijos amaban ir, el corazón le bombeaba alocadamente, tenía un fuerte dolor de
cabeza y las manos le temblaban; cuando llegó al lugar se encaminó a la planta
alta y a lo lejos vio a su hijo rodeado del personal de seguridad del cine, así
que decidió apurarse.
- ¿Es usted la mamá
del niño? – pregunto uno de los guardias y ella asintió y
apenas el la vio, los ojitos de su hijo se iluminaron
- Si soy yo,
¿qué sucedió? – pregunto asustada
- Ingreso a la
sala, al parecer solo aprovechando la inexperiencia del nuevo empleado – y
señalo a un adolescente de unos 17 años
- Pero es que
tenía entradas para la película – se defendió el
muchacho
- Bueno si, a
veces pasa – agrego el guardia – el caso es que fue uno de los últimos al
salir del auditorio y nos pareció extraño, pensamos que estaba perdido y recién
nos ha confesado que vino solo, y estábamos tratando de averiguar el número de
su casa para poder llamar a sus padres – explicó el guardia
Elena
le explico a grandes rasgos lo sucedido, y el guardia decidió que era una
travesura más, total no hubo ningún daño a la propiedad.
- ¿Dónde está tu
teléfono? – preguntó Elena apenas pudo en voz baja y
demasiado tranquila, algo que hizo que Roy se asustará, ahora no quería que los
guardias se fueran, su mamá nunca actuaría así, ella lo zarandearía y gritaría
mientras lloraba y le daría varios azotes delante de todo el mundo.
- Mami se apagó
– dijo bajito mirándola a los ojos
- Dámelo – le
pidió Elena y Roy le entregó el teléfono y está apretó el botón de encendido, al
teléfono le quedaba un 20% de batería eso quiere decir que los ignoro
deliberadamente
– Muchas gracias señores por hacerlo esperar y no dejar que se fuera solo – dijo
con un nudo en la garganta y los guardias se despidieron y se fueron alejando.
- Mamiiiiii yo
te puedo explicar – Roy estaba asustado y entro casi en
pánico al verla darse la vuelta y empezar a caminar
- Si eso harás,
pero no aquí – dijo Elena
Y
sin mediar más palabra se encaminó al ascensor seguida por Roy que iba
siguiéndole los pasos bastante asustado, al llegar al estacionamiento abrió la
puerta del copiloto y tomando a Roy de la mano lo hizo caer de bocas en el asiento, ella puso su
mano en su espalda baja para que no se moviera y con la otra mano se quitó el
cinturón, como la camioneta era bastante alta los pies de Roy no llegaban al
piso del estacionamiento lo único que lo sostenía de no caerse era esa mano de
su madre.
- Mamiiiiiii
NOOOOOO WUAAAAAAAA NOOOOOOOOO MAMIIII WUAAAA – Elena
lo escucho llorar, pero sin apiadarse ni un poco soltó el primer cintazo con
bastante fuerza
- ZAAAAAASSSSSSSSSSS
– Roy se quedó sin aliento al sentir como aquel cinturón se
estrelló contra sus nalgas aún vestidas gracias a Dios – ZAAAAAASSSSSSSSSSS
- BUAAAAAAAAAAAAAA
BUAAAAAAAAAAAAAA MAMIIIIIII NOOOOOO NOOOOO MAMI NO LO VUELVO HACER – Roy
sentía aquella horrible picazón luego del cintazo y quería correr rascarse la
piel para aliviarlo, pero era fugaz el cintazo al final dejaba una horrible
sensación de ardor
- ZAAAAAASSSSSSSSSSS
- BUAAAAAAAAAAAAAA BUAAAAAAAAAA YA MAMI POR FAVOR PAOR FAVOR BUAAAAAAAA BUAAAAAAAAAA
Elena
lo dejo en esa posición mientras lloraba y ella por su parte no se había dado
cuenta que también estaba llorando, era la primera vez que alzaba un cinturón
para castigar a su niño y fue lo más doloroso que hizo; le dolía la cabeza no
dejaba de llorar y sentía un nudo horrible en el pecho, Roy seguía llorando a
todo pulmón lo que evitaba escuchar el llanto de su mamá, sentía el trasero
resentido y adolorido, Elena lo soltó y lo instó en sentarse y solo en ese momento que su mamá cerró la
puerta se dio cuenta que ella estaba llorando.
- Mamiiiiiii
looooooo sientoooo – se disculpó llorando a todo
pulmón
Elena
se sentó en el lado del conductor y se volteo hacia él y sin decir nada, con
lágrimas en los ojos le puso el cinturón de seguridad y antes de ponerse el de
ella, pegó la cabeza al volante y siguió llorando mostrándose humana,
mostrándose angustiada, y pensando que muchas veces los padres se sentía
superiores casi dioses al prevenir situaciones peligrosas para sus hijos sin
detenerse a pensar en las cosas que sus hijos quieren hacer; además sentía una
gran culpa por haber comprado esos boletos para la película y luego haber
permitido que Adam no diera su autorización para poder ir; pensando en eso
empezó a respirar profundo para calmarse, pues seguía escuchando a su hijo
llorar, abrió su bolso y vio que su hijo seguía observándola angustiado, Roy tenía
la cara llena de mocos y lágrimas y no hizo ni un solo intento de limpiarse, se
sentía culpable por ver llorando a su mamá, así que Elena sacó unas toallitas
húmedas que siempre tenía en el bolso y le limpio la cara sin decir nada y lo
ayudo a limpiarse la nariz.
- Mamiiiiiii lo
si sientoooiooooo – dijo antes de empezar a
llorar nuevamente
- Está bien pero
ya no llores – y le pasó una toallita nueva y él se
sonó la nariz nuevamente mientras
Elena se limpiaba sus propias lágrimas.
- Mami yo no lo
apagueeeee – hablo por fin gimoteando
- ¿Entonces? – preguntó
Elena escuchando atentamente
- Leo me ayudó a
poner el teléfono para que no recibiera llamadas, pero al llegar al cine iba a
llamar para avisarte, pero no quiso funcionar más BUAAAAAAAAAAAAAA yo estaba
asustado – dijo antes de llorar nuevamente
- Nosotras
también estábamos asustados y créeme que esto será un paseo en el parque cuando
por fin veas a tu papá – dijo Elena en forma de
advertencia y Roy sintió un nudo en la garganta.
Todo
el camino de regreso a casa fue escuchar llorar a Roy, ella no le dijo nada, ni
que guardara silencio, tampoco que no llorará; lo escucho llorar largo y
tendido y se dio cuenta que más que el dolor físico de los azotes era el dolor
emocional era mayor, al llegar a la casa lo estaban esperando los abuelos, los
hermanos pequeños y la niñera, los abuelos lo abrazaron y besaron apenas puso
un pie en la casa y eso lo hizo llorar nuevamente, Elena se le acercó a la
niñera.
- Fue al cine a
ver la película que Adam le prohibió, ¿te acuerdas? – le
preguntó a Ana
- Sí, yo pensé
que lo había olvidado… como no tocó el tema más después de que el señor se
irritó – dijo Ana, pues noto que aquella noche que Roy
pidió permiso Adam se negó en rotundo
- Por cierto
dónde está el señor – preguntó Elena por su esposo
- Casi lo olvido,
dijo que iría hablar con la mamá de uno de los amiguitos – respondió
Ana buscando en su teléfono
- Llámalo dile que venga que lo encontré
Pidió
Elena antes de acercarse a sus padres con el propósito de despedirlos, el dolor
de cabeza aún estaba presente.
- Mamá y papá
gracias por haber venido pero voy a subir a bañarlo ya Adam viene en camino,
Mañana voy y les cuento todo – dijo a modo de disculpas Y
estos se despidieron y se fueron a la hacienda vecina pues no querían ver la
explosión de mal humor de su yerno al llegar.
Elena
subió las escaleras con Roy y lo llevo al baño de su habitación, se tomó su
tiempo dpara bañarlo y revisar todo el cuerpo de su hijo y noto que no tenía
marcas de los correazos y pudo respirar
tranquila, estaba pensando que lo había lastimado y por eso lloro todo el
camino.
- Hijo, ¿nadie
tocó tu cuerpo ni se comportó de manera inapropiada contigo? – preguntó
en voz baja mirándolo a los ojos
- No mami yo
agarre un taxi desde la escuela – confeso mirando a su mamá
y sus ojos se inundaron en lágrimas nuevamente
- ¿Cómo hiciste para que el señor del taxi te llevará?
- Le dije que me
llevara al centro comercial que mi papá trabajaba allá y me estaba esperando – dijo
con la voz bajita
- ¿De dónde
sacaste dinero para el taxi? – siguió preguntando sin dejar
de bañarlo
- Los tenía
guardados mamá, del dinero que mi papá me da para la escuela – respondió
muy seguro mientras su mamá le ponía el pijama.
- Está mal decir
mentiras lo sabes, te hace alguien deshonesto y poco confiable – le
reprocho su madre en voz baja y Roy la escucho avergonzado – Solías ser un bebé muy dócil, ¿cuándo mi
bebé creció tanto? – le preguntó Elena y a Roy le dio sentimientos,
tenía aún un nudo en la garganta – Mira tus brazos tienes
huesos fuertes – le dijo Elena mientras le acariciaba los brazos – Cuando papá
vuelva a casa, quiero que te disculpes, él te estaba buscando y debe estar
preocupado – a Roy se le llenaron los ojos de lágrimas pero no dijo
nada solo asintió.
Adam
estacionó el carro y miro el árbol de moringa y se apresuró a tomar unas
cuantas ramitas aún verdes al entrar en su casa y se encontró a la niñera y a
la muchacha de limpieza.
- ¿Dónde está
Roy? – pregunto a las mujeres
- Está en el
segundo piso señor – dijeron
Este
subió las escaleras rápidamente e iba a entrar a la habitación de su hijo pero
no lo consiguió, pues cuando iba a su habitación está se abrió y salieron su
hijo y esposa, ella lo tenía tomado de la mano y Adam se acercó a ellos e
ignoró completamente a su esposa y se agacho a la altura de la vista de su hijo
y tomándole de una mano le dijo…
- Bajate los
pantalones – a lo que Roy volvió la mirada asustada a
Elena sin hacer nada y ella sin pensarlo desautorizó a Adam delante de Roy,
presionó la mano de Roy sin permitir ningún movimiento – ¿NO ME OÍSTE? BAJATE LOS PANTALONES – alzó
la voz de manera amenazante mirando a su hijo a los ojos y noto como este
desviaba la mirada para ver a su madre – ¿QUIEN TE ENSEÑÓ HACER ESO? – preguntó
agarrándolo de la barbilla para que lo mirara a los ojos – ¿CÓMO TE ATREVES A IR SOLO AL CINE SIN
DECIRLE A TUS PADRES? – Pregunto y otra pregunta sin respuestas – !Y APAGASTE
EL TELÉFONO! Yo te voy a enseñar a respetar – dijo levantando la
ramita y Elena se interpuso entre su esposo y su hijo –MUÉVETE
– le grito también Adam, que tampoco estaba contento con ella
- NO SEÑOR, TU
MUEVETE – le respondió Elena escondiendo a su hijo
detrás de ella
- ELENA NO ME
DESAUTORICES – le dijo Adam cómo advertencia
- ¿QUIERES
PEGARLE A MI HIJO?, ¿QUIÉN TE DIJO QUE PODÍAS HACERLO? ANTES DEBERIAS
PREGUNTARLE PORQUÉ LO HIZO – Elena estaba claramente molesta
- DEJAME EDUCAR
A MI HIJO – reclamo Adam nuevamente
- Yo fui quien
lo parió, ¿solo importa cómo te sientes tú? – pregunto indignada y
Adam al ver que ella iniciaría una pelea frente al niño dio un paso atrás y los
miró atentamente a ambos, al final les dio las espalda para dirigirse a su
oficina – NO
DEJARE QUE NADIE LE PONGA UN SOLO DEDO ENCIMA NI SIQUIERA TÚ
Volvió
a gritar Elena a sus espaldas, fuerte y claro y Adam simplemente no contestó
nada se encerró en su estudio muy enojado, más con Elena que con el niño por
desautorizarlo.
- NOOOOOOOOO
mamaaaaaaaa que hiciste BUAAAAAAAAAAAAAA – Roy
tuvo un ataque de llanto nuevamente
- No hijo, tú papá
no te va a pegar – le aseguro ella abrazándolo
- MIIIIII
PAPAAAAAA SE VA A ENOJAR MAS BUAAAAAAAA – empezó
a llorar con mucho sentimiento y Elena no pudo calmarlo así que lo encaminó a
su habitación con la esperanza de que se tranquilice – Papá solo estará bravo un rato, luego
podrás hablar con él y disculparte – le aseguro Elena y cometió el
segundo error del día
- NOOOOOOO, ME
DIJISTE QUE ME DISCULPARA Y NO ME DEJASTE HABLAR CON ÉL – le
reprochó Roy dolido
- Hijo tú papá
está un poco molesto no te iba a permitir hablar – cuestionó
Elena malamente y Roy se acostó boca abajo en la cama a llorar.
Elena
pasó un rato a su lado y al ver que no le permitía siquiera tocarlo lo dejó
solo en la habitación y fue a la habitación de sus otros dos niños pequeños que
ya estaban dormidos, bajo las escaleras y fue a calentar leche para darle a
Roy, cuando entró en la habitación de su hijo él seguía llorando.
- Vamos hacer
algo, tómate el vaso de leche y yo voy hablar con papá para que venga a dar un
beso de buenas noches y arroparte – le dijo Elena y este
se sentó y empezó a tomar la leche.
Elena
fue a la oficina de Adam y entró y este estaba tecleando algo en la computadora
ni siquiera levantó la vista para verla.
- ¿Podemos
hablar? – Pregunto
acercándose
- No hay nada de
qué hablar – contestó este y siguió en el trabajo que dejó
pendiente cuando salió a buscar el niño
- Adam por favor no seas infantil
- No soy
infantil estoy terminado un trabajo si ya terminaste te puedes ir – dijo
mirándola por primera vez
- ¿Puedes ir y darle
las buenas noches a tu hijo? – Lo intento nuevamente
- No puedo Elena
dale tú las buenas noches tú lo pariste – le
contestó y dio por terminado el tema
- Adam tiene
diez años. Por amor de Dios no puedes simplemente comportarte así, tu eres el
adulto – Elena empezó a sentirse ofendida
- Hace menos de
media hora me trataste como un maldito imbécil frente a tu hijo, discúlpame si
no quiero ir a darle un beso a tu hijo y arroparlo como si lo que hizo fue una
gracia – Adam entrelazó los dedos encima de sus piernas
mirándola fijamente.
- ¿Pero por qué
lo llamas mi hijo si es nuestro hijo? – Elena
empezó a caminar de aquí para allá en la oficina mientras Adam la observaba
- Porque tú lo
pariste – le contestó Adam tranquilamente, el
comentario le había dolido, si bien el no parió al muchacho se había desvelado
tanto como ella, había cambiado tantos pañales como ella sin contar que se
partía el lomo cada día por mantenerlo bien y que nada le faltará
- Amor por favor,
ya yo lo castigué – le dijo ella para aplacar el
enojo de su esposo
- ¿Lo reprendiste? – Preguntó Adam mirándola fijamente
- Si cuando estábamos en el estacionamiento del centro comercial
- ¿A ti quien te
dio el derecho a tocar al hijo al que he mantenido y por el que he velado
durante diez años? – preguntó
Adam y fue un golpe bajo para ella, pero sin dejarse inmutar
- Adam no voy a
discutir contigo por eso solo ve y habla con él – le
ordenó ella
- No lo voy
hacer, y es la última vez que intento corregirlo, tú verás que haces con tu
hijo – fue su respuesta y dio por terminada la
discusión, volviendo a su trabajo y Elena al dormitorio
Esa
noche Roy lloró hasta quedarse dormido el día siguiente se levantó con dolor de
cabeza y de muy mal humor, como era semana de elecciones no tenía clase pero sí
mucha tarea, a la hora del desayuno nada le apetecía y comió apenas, a media mañana
se había puesto a llorar por algo mínimo, Elena no quiso decirle nada, Adam
estaba escuchando todo desde la oficina pero tampoco intervino, a la hora del
almuerzo se rehusó a comer y le dijo a la muchacha que ayudaba a Elena que la
comida tenía mal sabor.
- ¿Qué te pasa?
– Le preguntó Elena
- Está chimba – dijo
enfurruñado tratando de llamar la atención de su padre, que si bien le hablaba
estaba molesto aún y lo trataba con cierta distancia
- Roy te vas a
comer todo, desde la mañana estás buscando lo que no se te ha perdido – le
advirtió Elena molesta y este se cruzó de brazos y no toco la comida, gesto que
también imitó Lucía y no quiso comer, Adam observo todo y se mantuvo en
silencio y antes de levantarse de la mesa Elena le dij – Adam recuerda que quedamos que ayudarías a
Roy con la tarea, así yo pongo a los más pequeños a realizar las que tienen
pendientes.
- Voy a estar en
la otra oficina – dijo Adam
- Noooooooo esa
oficina huele a mierda de vaca – le dijo Roy
recibiendo una mirada amenazante de su papá
- Eso es lo que
hay – le contesto Adam sin corregir la grosería y
Elena le lanzo una mirada de reproche a su esposo
- Pero PAPAAAAAA
siempre hacemos las tareas en casa – le recordó Roy a modo
de queja y cruzándose de brazos nuevamente.
- Puedes
hacerlas con tu mamá, yo tengo que entregar facturas y no tengo tiempo para
pelear contigo – respondió, levantándose y saliendo de la
casa
Aunque
Elena trato de lidiar con su malhumorado hijo al final lo mandó a bañar y se lo
mando a Adam; pidiéndole de ante mano que se comportará, que su papá resolviera
lo de la tarea y este llegó con los cuadernos y muy mala actitud, al principio
Adam le explicó que debía hacer y siguió en lo suyo hasta que Roy se cansó se
empezó a pasear por la oficina aburrido.
- Papá ¿me
ayudas? – pregunto a su padre mirándolo fijamente ya
que estaba tecleando sin detenerse siquiera a mirarlo
- Hijo ya te
dije que debías hacer – le contestó sin mirarlo y
siguió en lo suyo
- ¡Pero tú
siempre me ayudas! – Grito molesto levantando un
pie y dejándolo caer varias veces cosa que a Adam en especial le molestaba
- No grites;
tengo que adelantar algo del trabajo – le
dijo lo más calmado posible estaba decidido a no corregir a Roy con su mal
comportamiento por lo menos una semana para que Elena se disculpara por lo de
la noche anterior.
- Pero papá la
semana pasada me senté en tus piernas y me ayudaste hacer la tarea – gimoteó
Roy levantando el pie y dejándolo caer para dar más énfasis y Roy tenía razón
era demasiado consentidor con cada uno de sus hijos y les pasaba pequeñas
faltas de respeto y los consentía a más no poder pero debía ser firme cuando se
lo propone
- Si hijo pero estoy ocupado y tú pesas bastante, además tienes bastante tarea y necesito terminar esto hoy – le explicó Adam
- NO VOY HACER NINGUNA TAREA – grito antes de lanzarse al sofá de invitados y cruzarse de brazos
- No hagas nada entonces le dijo Adam y siguió trabajando
Roy
aburrió y nuevamente se levantó del mueble y fue hasta donde estaba su papá, a
su vez Adam no le prestó atención y Roy comenzó a abrir las gavetas detrás de
su papá y este respiró profundo, pero no dijo nada hasta que Roy empezó a
jalarle el brazo para llamar su atención.
- BASTA – gritó
Adam molesto y Roy se lo quedó mirando
- PAPAAAAAA
ayúdame – volvió a pedir Roy jalando del brazo de su
padre nuevamente, a lo que Adam lo tomó del antebrazo y levantándose de su
escritorio lo encaminó afuera de la oficina y lo dejo afuera cerrando la puerta
dentro, Adam no contó con que Roy le daría patadas a la puerta para que lo
dejara entrar, Adam se levantó se desabrochó la correa y le abrió la puerta y
en cuanto entró se dio cuenta de la correa en la mano de su papá y sintió una
punzada en el estómago.
- Te voy a
enseñar a obedecer, porque tú no conoces límites, y eso te lo voy a enseñar en
este momento – le dijo Adam y apuntando a una zona en
el piso cerca de sus manos
- Ven aquí y bájate los pantalones – ordenó
- Nooo papá… disculpame
- Ven y bájate los pantalones, es una orden simple
- NOOOOOOO – se atrevió a gritar a su padre
- Te voy a dar
cinco correazos más por cada vez que te pida que obedezcas y si tengo que irte
a buscar van hacer cinco más y te voy hacer contar y agradecer – le
advirtió sentándose nuevamente observando el nerviosismo de su hijo –
- UNO – Adam
no tenía tiempo para estar peleando con su retoño necesitaba mandar un informe,
pero aún quedaba tiempo, vio cómo su hijo se debatía si correr llorar o
obedecer – DOS
– siguió contando y su hijo hizo un berrinche
- PAPI YA VA
SHIP ESCÚCHAMEEEEEE SHIP – sorbía por la nariz y a su
vez zapateaba en el lugar que estaba de pura frustración
- Te escucho
jovencito – Adam se cruzó de brazos sin dejar de verlo
- PAPI es que nooooo
seeeeee – dijo por fin y soltando unos lagrimones que
le bañaban las mejillas
- ¿Que no sabes?
– pregunto Adam
- BUAAAAAAAA No
me sé portar bien – Adam vio cómo su hijo se
empezó a pellizcar las cutículas y se dio cuenta del estrés en el que se estaba
debatiendo, así que se levantó sin más amenaza y lo tomó del antebrazo y lo
guío al mueble de invitados amplio que tenía en la oficina, se sentó y lo situó
justo frente a él.
- Yo te voy a
enseñar a portar bien – le dijo Adam tratando de ser
un consuelo y sonó como amenaza – Roger Hoffman Montalvo bájate los pantalones – le
dijo Adam dándole una oportunidad de obedecer y mirándolo a los ojos fijamente
- PAPIIIIIIII – chillo
Roy haciendo una mueca de puro estrés, el muchachito aquel no sabía que era
peor, si su papá contando hasta tres antes de sonarlo o llamarlo por su nombre
y apellido
- Simple y
sencillo hijo solo una orden a la vez – le
siguió diciendo Adam, su hijo cargaba una franela blanca y unos shorts de
bluyín y chancletas
- PEROOOOOOOOO
PAPIIIIIIII – se volvió a quejar
- Lo hacemos a
mi modo entonces – dijo Adam tomando el cinturón que había
dejado en el mueble
- NO NO PAPIYA
VAAAAAAAA YA VAAAA – por fin se llevo las manos
al botón de su shorts, bajándose estos
hasta media pierna y Adam lo ayudó a quitárselo por completo y poniéndole sobre
el mueble
- Tus boxer no
se han portado mal – murmuro papá y Roy soltó un
gemido gutural poniéndose rojo de la vergüenza por la orden implícita – Te dije que
te iba a enseñar a obedecer y te estoy ayudando – Adam respondió con
un poco de ironía sabiendo de antemano la vergüenza que esto generaba
- CON EL BOXER –
pidió pero su padre negó con la cabeza
- Fuera boxer – dijo Adam
tranquilamente como si hablara de la hora
Roy
se bajó el boxer por fin, sintiendo todo el estrés del día anterior y su padre
lo miraba fijamente a los ojos no había movido su vista de lugar y eso lo tenía
tremendamente intimidado, su padre solía ser un hombre bastante amoroso y
paciente con él, pero cuando estaba molesto no había manera de cambiarlo de
opinión. Adam tomó a su hijo del antebrazo y lo tendió en sus piernas
- ZAAAAAASSSSSS
- Auuuii papiiiiii
- ZAAAAAASSSSSSS
- Yaaaaaaa me duele
- ZAAAAAASSSSSSS
- Shippooo
PAPAAAAAA me dueeeleeeee WUAAAAAAAAAAA – si,
papá le había dado tres correazos de los cuales habían picado como un demonio,
pero no tenían la misma fuerza con las que le pegó su mamá un día antes pero
igual dolían
- ZAAAAAASSSSSS ESO PASA POR
NO OBEDECER, TE PIDIERON QUE HICIERAS LA TAREA
- WUAAAAAAAA ayayayyyyyyyyy ayayayyyyy
- ZAAAAAASSSSSS
- NOOOOOO MAS PAPIIIIII WUAAAAAAAA NOOOIO MAS –
- Adam se quedó quieto un momento dejándolo llorar y dándole un respiro, pero eso no era todo, le había prometido diez correazos de los cuales le había dado cinco.
- TE HACE FALTA OBEDECER A LA PRIMERA, TIENES QUE ENTENDER QUE ERES UN NIÑO Y MI HIJO ADEMÁS DE TODO, NO PUEDES IR POR LA VIDA HACIENDO LO QUE QUE TE DA LA GANA ZAASSSS
- WUAAAAAAAAA
YAYA PAPIIII YA NO LO VUELVO HACER – se llevó una de las
manos a las nalgas que las sentía calientes y trato de rascarse y Adam le quitó
la mano para que no se lastimara.
- ES LA PRIMERA Y ÚNICA VEZ QUE VAS A PATEAR LAS PUERTAS ZAAAASSS
- AYAYAYYYYY PAPIIIIII ME DUELE YAAAAAA PAPI YAAAAAAA LOOOOO SIENTO NUNCA MASS
- ZAAAASSS
- WUAAAAAAAAAAA NOOOOOOOOO papi
- No vas a volver a faltar el respeto a nadie que esté a nuestro servicio en la casa, !entendido! si te sirven piedras al vapor, usted se las come y si tienes algún problema lo habla con su mamá a solas, no permito que nadie falte al respeto a mis trabajadores.
- WUAAAAAAAAAAA
PAPIIIIII yo noooooo yo no le falte respeto a nadieeeeeeee – Siguió llorando a todo
pulmón
- ZAAAASSS
- WUAAAAAAAAAAA NOOOOOOOOO ya NOOOOOOOOO ya NOOOOOOOOO
- ¡Desde esta mañana estás poniéndole pegas a las comidas que te hicieron con amor, rezongando y quejándote, TE VAS A DISCULPAR, ESO NO ESTÁ PERMITIDO!
- Siiiiii papiiiiii yo me disculpó
- ZAAAASSS
- GUAAAAAAAAA
YAAAAA PAPIIIIII YAAAAA – Dijo levantándose de las
piernas de su papá y llevando las manos atrás y frotándose con fuerza, Adam lo
dejó quedarse de pie frente a él y fue cuando su hijo se empezó a quejar.
- PAPIIIIIIIII
SHIPPP ME PEGASTE MUY DURO – lo acuso molesto y levantó
un dedo a apuntando a su papá y entrecerró los ojos mirándolo aunque esto a
Adam le pareció gracioso no se sonrió para no darle señales contradictorias a
su hijo.
- BAJA ESE DEDO
ATREVIDO – le dijo mirándolo fijamente y Roy apenas
papá habló puso las manos a ambos lados de su cuerpo él; cuando eres un niño
privilegiado y mimado te crees con el poder de juzgar a tus padres y eso Adam
lo entendía
- WUAAAAAAAAAAA me me pegasteeeee muy feo wuaaaaaaaaa
- No puedes
apuntarme con el dedo te he dicho muchas veces que eso no está bien y no me
gusta – Roy dejó de mirar a papá a los ojos para mirar al
piso avergonzado y noto que estaba desnudo, se llevó las manos rápidamente a
las joyas familiares para cubrirse se había olvidado que no tenía ropa, empezó
a llorar sentidamente a los que su papá lo sentó a su lado en el sillón y lo
abrazó y dejó llorar mientras lo miraba –Eso pasa cuando no hacemos caso – dijo Adam
en voz baja mientras le repartía besos en la cabeza – No puedes apuntarle a papá cuando estás con el
culito rojo y al aire – la
voz de Adam cambio del reproche al consuelo en forma de juego pero al ver la
mirada que le lanzó su hijo se puso serio
- NOOOOOOOO PAPIIII NO ES JUEGO shipp – dijo sorbiendo por la nariz
- No estoy
jugando contigo lo digo en serio – siguió bromeando con
él pues Roy tenía la mala costumbre de enfatizar lo que decía apuntando con el
índice a las personas.
- Me pagaste muy duro – murmuró bajito casi inaudible
- Tu comportamiento deja mucho que desear
- Me pegaste con
esa cosa – y apunto el cinturón como si su papá no se
hubiese dado cuenta o si no hubiese estado en el lugar de los hechos
- Estás
castigado por haberte ido sin permiso al cine y no haber contestado el
teléfono, no tienes permiso de salir de casa, de la escuela a la casa, no tienes
permiso de ir donde los abuelos a menos que vayas con mamá o conmigo, cero
teléfono por dos semanas y si te escucho quejarte o intentar negociar por el
teléfono te quemo el culo antes de dormir – le
dijo Adam poniendo cara sería nuevamente
- Pero ya mi mamá
me pegó con la correa – dijo Roy haciendo un puchero
y nublando los ojos nuevamente en lágrimas
- Estás
castigado señorito y no quiero hablar más del tema – su
hijo se echó a llorar nuevamente, Adam lo ayudó a vestir y apenas salieron de
la oficina vieron a tres de los peones que Adam mandó a llamar para llamar sus
atenciones
Roy
noto que esos hombres habían escuchando la paliza que su papá le dio, para más
bochorno su padre le indico que se sentará mientras hablaba con aquellos
hombres a los que conocía y siempre bromeaba con ellos, pero está vez no los
saludo solo miro el piso, Adam reprendió verbalmente a los hombres que había
mandado a llamar y estos bajaron la vista mientras esté los regañaba.
- Octavio no
quiero más impuntualidades en el trabajo haz llegado tarde siete veces el
último mes, te he pagado puntual durante todo este tiempo y eso mismo espero a
la hora de trabajar, las vaca se ordeñan a una hora en específico y tú lo sabes
bien – le dijo Adam aquel hombre joven
- Sí patrón no
volverá a pasar, patrón discúlpeme es que tengo el niño recién nacido en la
casa y ese carajito no nos deja dormir en la noche y cuando por fin se queda
dormido paso de largo – dijo el muchacho
- Yo entiendo, por eso te llamé para hablar y no he descontado ni un solo dolar de tu sueldo ahora a tu trabajo
- Si señor – dijo
el hombre marchándose a su trabajo
- Israel no eres
ningún niño – le
dijo al joven muchacho de dieciocho años que trabajaba a su cargo esas
vacaciones –
tu padre ha trabajado conmigo por diez
años, creo que no es necesario una paliza para que entiendas que debes acatar
las órdenes del capataz a la primera – le dijo Adam al muchacho y
este sin querer abrió los ojos sorprendido miró a Adam y luego a Roy y cuando
sus miradas se encontraron Roy se removió incómodo donde estaba.
- No señor no es
necesario una paliza – respondió tragando grueso y
mirando a su padre que es el capataz del que estaban hablando y el que había
puesto las quejas al jefe.
- ¿Qué piensas?
– Le preguntó Adam al capataz y mano derecha con una mirada
llena de complicidad
- Este chabalo
er carrizo e otro que merece una pela – dijo
poniendo los ojos en blanco y haciendo que Roy se encogiera sobre sus hombros,
listo estaba confirmado habían escuchado a su papá reprendiéndolo
- Nos van a
matar de la rabia un día de estos – dijo a su vez Adam
mirando a Roy y suspirando
- Pero jefe Mañana me vengo con el sacachispas
- PAPAAA – murmuró
Israel para que su papá dejara de hablar lo estaba avergonzado
- PAPÁ Nada, me
haces calentar y te ajusto las presillas delante de los otros trabajadores ya
está bueno de hacer del tonto – dijo el hombre molesto y
para el buen entendedor pocas palabras ajustar las presillas era una paliza
segura
- No estaba
enterado que tenías un sacachispas, mi suegro también tiene uno – dijo
Adam a su vez ignorando lo que el hombre había dicho
- Pues patrón
para ser sincero yo no quería tener uno precisamente para eso, pero ya que
tengo a este y otros dos más en plena edad de la mula me tocó hasta guindarlo
de un clavo en la sala como recordatorio – dijo
el hombre para vergüenza de su hijo que se puso rojo como un tómate maduro
- Yo no tengo
uno porque Elena considera que es muy agresivo para usar sobre los muchachos – respondió Adam
- Ah no la mamá de este sinvergüenza también pegó el grito al cielo cuando lo estrene y vio la pintura que le hice, pero ya que no entienden cómo la gente que entiendan como las mulas
- Voy a
necesitar uno – Adam bromeó mirando a su capataz con
suspicacias y luego mirando a su hijo que levantó la vista a su padre
sorprendido –
Si, lo voy a considerar se me escapa el ganado a menudo – el capataz
estaba enterado de la pequeña fuga y ambos asintieron – Voy a llevarle este niño a su madre
vuelvo enseguida
- Listo patrón, nosotros volvemos al trabajo
Adam
tomó de la mano a su hijo y lo encaminó a la casa sin decir nada.
- ¿Es broma
verdad? – Roy estaba asustado
- ¿Qué cosa
hijo? – pregunto Adam haciéndose el que no entendía
- ¿Vas a comprar
un rebenque para pegarnos? – preguntó su hijo con los
ojos como platos
- No lo voy a
comprar – dijo Adam y vio a su hijo suspirar – Lo voy hacer
– agregó y Roy se soltó de su mano y lo miro serio
- Le voy a decir a mi mami que nos piensas pegar con esa cosa lo amenazó
Y entró
corriendo a la casa para acusarlo con su mamá, Elena estaba sentada en el
mueble y los niños sentados en el piso sobre la alfombra coloreando unos
dibujos y Roy entró corriendo y se lanzó en sus brazos.
- PAPÁ NOS QUIERE PEGAR CON UN SACACHISPAS – grito sin esperar que su padre entre a la casa
- ¿Cómo así? – Preguntó
Elena mirando a su hijo y luego a su esposo y noto que Roy tenía la cara roja
al igual que los ojos la nariz y la boca ligeramente hinchada no pasaba
desapercibido que había estado llorando
- Si dijo que lo
iba hacer – acusó Roy lanzando una mirada a su padre de
advertencia estaba con su mamá y se sentía invencible
- ¿Adam eso es
verdad? – Preguntó Elena seriamente
- Si es verdad –
le contestó Adam encogiéndose de hombros restándole
importancia al asunto
- Adam ya
hablamos de eso – le dijo Elena en voz baja.
- Si cariño ya
hablamos de eso mucho tiempo, antes de
que me desautorizaras – respondió Adam y esta abrió
la boca para contestar y la cerró nuevamente resoplando
- Mi papá me
pegó – dijo Roy haciendo un puchero y Adam puso los
ojos en blanco esto era increíble pensó y Elena volteo a mirarlo como una leona,
pero sin decir nada dio vuelta a Roy dejándolo de espaldas a ella y empezó a
desabrochar el shorts de su hijo y lo bajó con todo y bóxer para verle el
trasero dejándole todo a la vista, pero como era normal entre los hermanos menores
estar en cueros los pequeños no le prestaron atención
- Adam yo te
dije que ya lo había castigado por irse sin permiso – dijo
ella en voz baja sin intentar iniciar una discusión y volvió a mirar el trasero
de su hijo todo rojo y con rectángulos
- Yo no lo
castigue por escaparse, ¿verdad hijo? – pregunto Adam
- No – dijo Roy mirando el piso y antes de que Elena dijera algo Lucia su hija de tres años se levantó del piso y dijo
- NOOOO ANA NO
ENTRES LE VAS A VER EL GUSANITO A MI EMANO – dijo
alarmada y Roy se llevó las manos adelante para cubrirse Ana apenas venía
saliendo de la cocina estaba lejos aún y de la cocina a la sala de estar no se
veía bien pero de la sala de estar a la entrada de la cocina si
- Mamiiiiiii
dile que no se llama gusanito ya te dije que se llama pilin Lucia – la
corrigió Alejandro sacándole una sonrisa a Adam
- Ana dame un
momento que estoy hablando con Adam y los niños, te llamo apenas terminé – le
dijo Elena para tener privacidad a la hora de hablar con los niños
- Si señora – contesto
Ana entrando a la cocina nuevamente
- Alejandro no
se llama pilin se llama pene – lo corrigió Elena mientras
subía la ropa de Roy
- Viste, viste
el gusanito de llama pepe – Lucia daba saltos con el
entusiasmo que solo se puede tener a los tres años, haciendo reír a sus padres
- No se llama
pepe gordita se llama pene – la corrigió Adam y se le
acercó para darle un beso en la mejilla y sentarse en el mueble que estaba
frente a Elena y Roy
- ¿Papi y las
pelotitas? – preguntó Lucía entrecerrando los ojos
- Se llaman
bolas jajajajaja – Alejandro no pudo evitar una tremenda
carcajada, haciendo que todos se rieran menos mamá
- Mi amor no se
llaman bolas – Elena estaba entrando en terreno
minado, Alejandro tenía respuesta para todo
- Claro que sí,
porque cuando tú nos bañas dices vamos a lavarle las bolitas a mi niño – la
acuso Alejandro
- Si papi, pero
no quiere decir que se llamen bolas se llaman testículos – y
ya no más escucho la carcajada de Lucia.
- JAJAJA SE
LLAMAN PESPICULOS JAJAJAJA – grito en un ataque de risa
que hizo reír a su papá que le celebraba todas las locuras que decía y a sus
hermanos
- Bueno ya basta
– Elena frunció el ceño para dar a entender que hablaba en
serio, pero tuvo que esperar hasta que los cuatro dejarán de reírse
- Lucia y
Alejandro vayan a tomar agua y le dicen a Ana que les de galletas que voy
hablar con papá y su hermano – al final Elena entendió que
con ellos presentes nunca podría conversar y
mientras los niños salían, Adam tenía una ligera sonrisa pensando que
Lucía siempre le sacaba tantas carcajadas con su sentido del humor y esa manía
que tenía de reírse de todo; Elena a su vez estaba sería no compartía como
todos le celebraban a Lucía las cosas que decía por ser la más chiquita.
- ¿Por qué papá
te pegó? – le preguntó Elena a Roy abordando el tema en
cuestión
- Mami es que no
hice la tarea – contesto sinceramente Roy mirando el
piso y escucho como su mamá respiraba profundo.
- ¿Qué más? – instó en cambio Adam
- Me comporte
mal con la muchacha que cocina – respondió de nuevo Roy
mirando el piso y frunciendo el ceño – es que !a mí me gusta más cuando tú cocinas!
- ¿Qué más? – siguió
preguntando Adam y mirando a su esposa cuyas facciones se ponían cada vez más
serias
- Abrí las
gavetas de mi papá porque estaba aburrido y él me sacó de la oficina y pateé la
puerta, pateé la puerta hasta que me abrió – confeso
su falta sin omitir nada y miro a su mamá con los ojos como plato
- PLASSSS PLASSSSS
- Conchale te
dije que te comportaras no que joda muchacho el coño, no puedes estar haciendo
de las tuyas todo el tiempo carajito PLASSSS PLASSSSS – le regaló cuatro
azotes bastante fuertes reviviéndole el dolor de los correazos
- Auuuii NOOOOOOOO mamiiiiiii auuuii
- PLASSSS
- Auuuii
NOOOOOOOO – grito Roy cubriéndose con las manos
- Vaya a
disculparse con su papá malcriado – dijo Elena
empujándolo y Roy se abrazó de su papá y este le devolvió el abrazo.
- Lo siento papi
– se disculpó abrazando a su papá y depositando un beso en
su mejilla
- Estás
disculpado carajito – Adam se apartó un poco para
mirarlo a la cara y devolviéndole el beso y limpiándose una lágrima que bajo
solitaria por su mejilla
- Está castigado
por lo del cine, no puedes ir a ningún lado, ni donde el abuelo y nada de teléfono
por dos semanas – sentencio Elena, mirando a su marido,
como diciendo no siempre festejo sus travesuras
Adam iba a decir algo al respecto, pero sonó su teléfono, eran sus hijos adolescentes, quienes ahora mismo estaban viajando con el tío Mario, hermano de Elena quien fiel a su promesa cada tarde los llamaba para comunicarles cómo se estaban comportando los chicos y lo que habían hecho durante el día.
Mi querida Dani, muchas gracias por insistir en volver al blog, perdon por el retraso en la publicación, perdi la clave del mismo y olvide como se manejaba internamente, pero ahora saldados esos inconvenientes, aqui te publico el relato que tan cariñosamente compartiste conmigo para deleite de los quizas ya casi inexistentes lectores. Pero aun así, pocos pero de calidad espero les guste.
ResponderEliminarA mi particularmente me ha encantado, es más volvi a leer desde el capitulo 1 para entrar en sintonía con los personajes, de los cuales tenia algunos vacios, pero ahora con todos al día yo, si aun quieres publicar esta tu hermosa historia, se que disfrutare mucho leyendote de nuevo y editando tu obra.
Con inmenso cariño...
Marambra
Querida Marambra, amo que el blog este nuevamente al día amo cada una de las historias no podía darme por vencida 🥺 seguiré escribiendo para el blog que fue quien me dio la oportunidad desde un inicio, un abrazo grande Dani
EliminarQue bonito capitulo, que bueno que vuelvas a escribir Dani. Ya extrañaba también a estos bebés.
ResponderEliminarActualiza pronto.
Sofia
Hola sofi, gracias, intentaré escribir lo más que pueda estos días, estoy feliz de volver
EliminarQue buen capítulo y lo mejor bastante largo y sustancioso. Me lo leí de una, pero pobre Roy se llevó una buena tunda con la correa de parte de su papá y todo por malcriado🤦🏻♀️, la verdad aún con el pesar que sentí por él, es totalmente merecida, aunque al principio me cayó mal Adam por como le habló a Elena con altanería (pensé, que también le debería tocar una azotaina a él, quizás disciplina doméstica😡🤬👿😅😂🤣) y como llegó con el niño a querer sonárselo sin darle tiempo a explicarse y todavía con las ramitas esas, esa vaina no es de Dios😬
ResponderEliminarY me quedé con ganas de leer una buena pela a ese tal Israel, tengo el presentimiento que es mas terco que una mula y bien malportado que debe ser y con 18 años ufff da para imaginárselo en esas...😈😍 Buscaré el sacahispas por San google Lol.
Adoré el conchale carajito (muchachito) er coño, muy venezolano. Adoro las historias con acentos❤️😍🥰
Nicol te extrañe en todo este tiempo 🥹 extraño tus historias espero te animes a escribir nuevamente 😅 es que se me sale lo venezolana 🤭
EliminarMe había leído tu historia antes hasta hoy me gusto mucho, espero sigas actualizando
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