Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 28 de Abril del 2016
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Capítulo 118
Bocaditos
Autora: Marambra
- TE LO DIJE, TE LO DIJE, ¡¡¡ELAY!!! ahora anda tu a verlos, yo no me voy a mover de mi cama, SABRÁS VOS LO QUE HACES – Clara estaba enfadada con su marido pero preocupada de sus hijos, sabía que tarde o temprano dolería la panza
- VAAAAAA, y que voy a hacer yo – refunfuño a su vez Rubén frustrado de ver a su mujer no hacer ni el más mínimo intento de moverse para ver a los gemelos que se quejaban de dolor de estómago
- Tu problema
- Mmm. LA MADRE SACRIFICADA – pincho por ese lado el muy sinvergüenza
- Aaaa NOOO señor, a mi NO me venís con tus chantajes de última hora, tu pa´que les diste de comer de tu plato si sabés que están con dieta, pa´que me joroben a mi no más – cuando Clara estaba enojada solía hablar con la jerga de su pueblo
- Que te cuesta hacerles un maaaaate? – la miro con cara de suplica
- Y que te cuesta a ti?
- Que estoy mirando el partido
Y Clara lo
fulmino con la mirada y enojada como estaba no tuvo más opción que levantarse a
ver a los gemelos y llamar a la enfermera para que les pongan un
antiespasmódico y omeprazol por vena, ante claro las quejas y quejumbros
erráticos de los gemelos..
- Estarás contento, hay que pincharlos – musito enojada al entrar a su habitación y llamarlo para que vaya a verlos
Y
Rubén sintió una punzada de remordimiento, todo fue su culpa, él desautorizo a
Clara y dejo que los chicos coman lo que quieran cuando estaban con dieta
estricta, y ahora tenía que sostenerlos para que los pinchen cuando estaban
llenos de piquetes por todo lado de los sueros, y mentalmente dio la razón a su
mujer, no era por mala ni por loca después de todo, era porque los amaba mucho
que a veces se ponía insoportable, caprichosa, exigente y les había cocinado
esa horrible comida de hospital con el afán fiero de evitarles el dolor de
ahora, solo que claro, se le ocurrió cocinar una delicia para él y los
muchachos no pudieron con su antojo y entre quejas teatreras para que el padre
los mime lograron que papá se ponga de su lado y les permitan comer lo que
querían y no debían y obviamente Rubén hizo justo eso, es que él ese día no
estaba para lidiar con las quejas de los chicos, él quería pasar página cuanto
antes y olvidar las imagines de ellos en el hospital enfermos, él quería verlos
con el habitual y voraz apetito de siempre que en su instinto básico de padre
le gritaba que estaban sanos, para él, solo los enfermos no querían comer… y
ese medio día pues eso paso
- Silencio aquí, no quiero una sola queja más – Clara estaba furiosa, era el medio día de aquel martes tras 3 días de internación de sus muchachos – NO ME HAGAN RENEGAR
Había
levantado un poco más la voz, y aquella frase vertida por Clara que denotaba enfado y mal humor se filtro en
los oídos de Rubén que llegaba un poco tarde a almorzar, estuvo toda la mañana
ocupado y no pudo ir a recoger a sus gemelitos al hospital, habían sido dados
de alta a media mañana con una larga lista de cuidados sobre todo para Lex quien
estuvo 24 horas en terapia intermedia, si, el día de la visita médica que Iván
creyó era el mismo de su internación no fue tal habían pasado 24 horas de estar
dormidos forzosamente claro, 24 horas que Rubén se martirizo pensando que los
pudo haber perdido, que pudo haber pasado algo, que se intoxicaban con arsénico
y morían de insuficiencia renal, que se pasaban a un coma irreversible por el
chistecito de las copas, pero interesantemente en vez de reaccionar furioso y
esperar que salgan del hospital y darles una buena tunda tras asegurarse que
estaban fuera de peligro, él, el siempre drástico papá era todo beso y mimos en
el hospital y no quería ni moverse de allá.
Es
más, les llevo un dvd para que vean pelis, su juego de play, una tele aparte,
radio, como si se fueran a quedar una eternidad y en la comida pues nada,
duraznos al jugo, gelatina de colores, heladito y todo lo que se les antojara y
el médico autorizara; en cambio Clara estaba realmente furiosa con ganas de
cocinarles el poto a ambos, porque para ella la frase estuvieron a punto de perderlos
denoto otra respuesta, más cruda, más visceral, más dolida, más íntima, más de
madre aunque no los haya parido ella como a su Logan, pero perderlos era perder
de nuevo a su hijo, por eso dolía más, por eso estaba enojada y ese enojo no
hacía más que gritarle a la cara su inutilidad, era reconocer la impotencia de
no poder hacer nada mientras ves a tu hijo al otro lado de una ventana a merced
de un grupo de desconocidos que metían y sacaban tubos por un orifico a otro,
era ver las agujas que se clavaban en un cuerpo que apenas estaba ahí
resistiéndose al daño causado, era ver como les quitaban al ropa y varios pares
de ojos miraban un cuerpo minado por un liquido nocivo que circulaba veloz
causando estragos sin importar el pudor o la vergüenza, era a fin de cuentas
como ver un trozo de carne a disposición de una jauría de hienas que se
disputaban la mejor parte.
Oír
frases como pincha aquí, aspira, aprieta más el vientre, trae esa sonda, esta
babeando, limpia esto, moja atrás, deja que orine, revisa la boca, revisa los
ojos, fíjate las uñas, golpea las rodillas, buscas los reflejos, no eran frases
simples sobre todo cuando aquellas frases eran vertidas por una voz ajena y
temblorosa del apuro y del estrés, ver a ese grupo de gente sudar la frente y tener
los ceños fruncidos, la boca apretada, el enojo a flor de piel, los disparates
largados sin miramiento alguno de la frustración porque lo que hacían parecía
no ser suficiente, el pitido de fondo de un pulsómetro, el goteo constante de
líquidos que iban y venían le gritaban, están en riesgo de muerte, y saber
que ese riesgo se lo habían provocado ellos mismos era lo que le enojaba, no
era igual que cuando nenes ambos ingresaron por neumonía, y siempre Lex más
delicado, mas días internado, pero verlos aquella noche de pronto hizo un nudo
su corazón rascando en su interior un privado pavor…
Era
la tragedia de su Logan tras el accidente de coche en aquella carretera, así
debió estar él pensó dentro suyo, con el cuerpo desnudo y quizás destrozado, y
nadie llorando por su desgracia al otro lado de la pared, sin nadie pidiendo
explicaciones de lo que paso, sin nadie rezando por su recuperación, sin nadie
muriendo de miedo por dentro… sin nadie que lo ame como lo amaron y sufrieron
sus padres, porque ellos no estaban ahí, eso mordía, laceraba, hería, mataba,
su hijo estuvo solo, completamente solo pese al montón de gente que seguro
hacia hasta lo imposible por alargar el poco más el aliento de vida que le
quedaba y tratar de revertir la tragedia… y ver aquellas manos sobre los
cuerpos de los gemelos dibujaron en su mente las muchas manos que seguro se
posaron sobre la piel de su hijo que inminentemente se enfriaba poco a poco,
con la cérea palidez adueñándose de su cara mientras perdía sangre.
Ante
esa abrumadora imagen sobrepuesta no pudo evitar en el hospital pensar si su
hijo habría gritado como gritaba Iván o estaba inerte como lo estaba Lex.. y
mil interrogantes se abrieron: ¿habrá llorado?, ¿se habría acordado de ella o
de papá?, ¿los habría llamado?, ¿nombrándolos siquiera en un susurro? ¿como
cuando nene muerto de miedo de las sombras de su cuarto, pero ahora ante las
sombras que la muerte en un lecho ajeno oliendo a enfermedad?, ¿habrá hecho las
paces con su pasado?, ¿habrá pedido perdón a Dios por no poder disculparse de
su pobre padre?, ¿habrá pensado y sufrido por sus hijos?... todas esas
interrogantes se juntaron, esos miedos que ocultaba en el fondo de su corazón
salieron, saltaron la verja de su razón y de poder habría roto el cristal de
los cubículos aquellos y sacudir a su Lex para que abra los ojos, para que
responda y no los deje ahí, sumados en el terror de perderlos o de Iván para
arrullarlo y calmar sus miedos…
Por
eso cuando los chicos abrieron los ojos aquella siguiente noche tras 24 horas
de dormir la rabia la mino entera y quiso darles una paliza en el mismo
hospital por el mal trago que paso con su marido solo que no pudo hacerlo y
tuvo que conformarse con una llamada de atención, cuando se quejaron ante el
pinchazo de vitamina B y mamá les regalo un sonoro palmetazo en el desnudo
trasero so pretexto de ayudarlos a darse la vuelta ante la sorpresa de la
enfermera que solo sonrió cuando respondió ante el quejido de los muchachos…..
- PLAF – y un ardorcito invadió a Iván
- Auuu que te pasa – se froto suavecito porque no podía mover la mano que llevaba una dolorosa bránula en el dorso de reventarse las venas de sus flexuras en el afán de desintoxicarlo
- Mejor te callas, que sabes muy bien que debería darte una buena huasca por salirse sin permiso donde no debían y darme semejante susto de muerte, agradece que tu padre no tiene problemas en el corazón que con tanta rabia mi pobre viejo estaría ya bajo tierra por las cagadas que se mandan ustedes – declaro Clara acomodando las almohadas para su enano
Tenía
toda la razón admitieron para sus adentros los gemelos y la misma enfermera, lo
chicos hicieron huevadas y eso que mamá no vio el video estrella de Lex y su
confesión de frustrado sexo con Marcela, Rubén no diría nada de eso a nadie,
menos a Clara sino se armaría un quilombo en la casa, y el solo deseaba
llevarse a sus enanos a descansar y mimarlos, ya que desde el miércoles su Lex
tenía que cumplir su condena, ya había salido la orden del juzgado de
resarcimiento social y le había tocado ir a un orfanato a ayudar a las monjas
con el cuidado de bebés hasta niños de 3 años a los que tenía que bañar,
cambiar, leer cuentos y demás.
Pero
ahora estaban en el comedor en su guerra privada… Clara era observadora y Rubén
también, tras el incidente se fijaron que Iván andaba un poco apagado y no
quería estar mucho rato con Lex, al parecer en la fiesta dichosa sucedió algo,
pensaba Clara y Rubén no le sacaba de su duda pues él sabía que Lex pillo a
Iván con Marcela en un beso de película pero algo más sucedió, algo que la amnesia de Lex
procuraba la paz en casa, es que el muchacho poco o nada recordaba del
incidente tras la tremenda farra que se mando y el médico aseguro que no tenía
importancia alguna que puede que recuerdo como no también, que eran los efectos
secundarios de la intoxicación vivida pero que no perjudicaban en nada su
desempeño futuro, y ahora estaban ahí, reunidos siendo mimados por Rubén para
fatiga y enojo de Clara…
- Abre la boca, abre la boca Lex, no estoy jugando tienes que comer – la lista de cuidados alimentarios era demasiado estricta para el gusto de Lex aun con su gastritis a causa de su incursión alcohólica y tras aquel lavado gástrico al que fue sometido, donde pues perdió incluso la flora intestinal y tenia diarreas ocasionales que irían mejorando poco a poco
- Maaaaa, no me guuuustaaaa – la voz quejumbrosa de su hijo respondió en una franca muestra no solo de disgusto sino de suplica, a lo que se sumo arcadas y tras aquello un buen palmetazo en el poto – Wacccc, aggg voy aaa vomitaaaar noooo quieeeroooo
- PLAF… usted me come todo, y no te me levantas de la mesa hasta vea ese plato vacio – Clara marco la sentencia en el trasero de Lex al que paro de la silla e inclino sobre la mesa sin bajarle el calzón, todavía – ahora, o te comes todo o te juro que te doy aquí mismo la paliza que me debes por irte a farrear PLAF
- AUUUU….Pero noooo quiiiieeerooooo, no me guuuustaaa, me duele el estóoomago – se quejaba, y de verdad dolía
Andaba
pachucho, ojeroso, con nauseas, arcadas habían sido 3 crudos días en el
hospital, y si pensó que durmiendo 24 horas se le quitaba la resaca no fue así,
estaba totalmente deshidratado del vómito provocado y de la lavativa intestinal
sufría de retorcijones y gases que torcían mucho la pancita, no sentía el sabor
de las cosas y su lengua estaba ahora mismo seca y rasposa, pero al parecer a
Clara nada le conmovía, ella andaba ardida de la patraña que se mandaron los
gemelos y lo que más le indignaba era que Rubén no haya hecho aun circular el
cinturón sobre el culo de los dos revoltoso, ES MÁS, LOS MIMABA EL MUY
- ¿POR FALTA DE TRAGUITO SERÁ? – contesto sarcástica la mamá – Hay que ir chupar hasta perder el juicio no ve?, hay que ir a meterse una manguera en el poto y abrir el barrilito de cerveza para no perder el tiempo en abrir latas o botellas – y Lex se sonrojo ante el comentario sarcástico de mamá, a él le metieron una manguera para sacar la cerveza más bien – hay que meterse alcohol hasta quemar el hígado y no solo desinfectarlo….¡Calladito! ahora… yo no lo mande a chupar, que me viene aquí con que: me duele el estómago, no quiero no me gusta – lo mal imito sosteniendo la cuchara en el aire frente a la cerrada boca de Lex que no quería abrirla por nada – anda, abre la boca – y Lex alejaba la cara a un lado masticando aire que tenía la boca vacía – abre la boca Lex, no te lo voy a volver a repetir
- PEROOO NO QUIIIIEEEEEROOOO HUAC – le dio una arcada ruidosa y los ojos se aguaron ahí mismo, no era un teatro, de verdad le dolía la panza y tenia nauseas, pero Clara estaba más que convencida que era un montaje y enojada como estaba lo paro de golpe y le bajo el pantalón ahí mismo y alzando su diabólica paletita le sonó el trasero como un tambor tensado que se oyó hasta el baño donde Rubén se lavaba las manos para ir al comedor con su familia, y papá cerró los ojos moviendo la cabeza pero al oír el grito que dio Lex tampoco se quedo impasible, su hijo no necesitaba una paliza, necesitaba mimitos para rabia de Clara
- CLAP CLAP CLAP NO ME VAS A VENIR AQUÍ CON TONTERÍAS LEX, NO TE ME VAS A MOVER HASTA QUE TERMINES DE COMER CLAP CLAP CLAP – y lo sentó de golpe sin subirle la ropa del todo
- Auuuuuu maaala, auuuu auuu – coloco sus manos para protegerse
- QUE LE HACES – Rubén se encamino hacia su hijo para abrazarlo – anda golpéate vos el trasero carajo, no ves que esta apenas y vas a venir a pegármelo abusiva – empezó a frotarle la espalda y besar su cabeza, Clara alucino con eso – ya paso, ya paso – consolaba y malcriaba al mismo tiempo, eso era malcriar para Clara que se enojo mucho más si se podía mientras el otro aprovecho el pánico para zafarse de la comida
- Paaaapi, papi – se quejo Lex abrazándose al cuerpo de su padre como una boa antes de estrangular a su presa y comérsela, hundiendo su cara en el pecho de papá para ahogar su llanto, estaba cansado, debilitado
- A la mierda carajo, hay que premiarlo a este grandísimo cunumi después de la que se ha mandado con este otro mocoso – contesto Clara enfadada mientras sin aguantar más que Iván este también dándole vueltas a la asquerosa comida le jalo la patilla hasta casi levantarlo de la silla, estaba enfadada – ¿Y tú qué esperas para terminar la sopa?
- Auuuuuchhhh maaaaala – se levanto de la silla y corrió detrás de su padre quien abriendo el brazo hacia atrás lo atrapo y lo pego a su pecho como a Lex para besarle también la cabeza
- Ya, ya, ya sin llorar pues, ahora a sentarse y comer ¿si?
Los
insto a volver a sus sitios mientras Adelita entraba con una jarra de zumo de
fruta, maracuyá recién licuado con cubitos de hielo flotando encima mientras de
la cocina se escapaba el olor a la carne cocinada a la brasa lentamente y los
chicos imaginaron que Adela y mamá cocinaron yuca o hicieron arroz batido con
queso y leche, y ensalada multicolor con ese juguito de tomate y cebolla que se
desprende al incorporar la sal y el aceite, ellos querían comer eso, pero en
vez del manjar aquel, tenían delante suyo una asquerosa sopa blanca de hospital
con pollo desmenuzado y unos cuantos tristes arroces flotando como piedritas blancas
en el fondo, sin mucha sal y de segundo una papilla de verduras astringentes
camote (boniato o batata) y pescado al vapor, un asco y en vez del deliciosos
refresquito de fruta estaban con una jarra de suero de rehidratación y a un
lado un vaso de agua con sabor ácido que era según el médico bacterias
liofilizadas para restablecer su flora intestinal, en resumidas cuentas bichos
microscópicos intestinales flotando en agua listas para ser digeridas por ellos
- O no tienen hambre – se le ocurrió agregar para enfado de Clara que parecía una araña a punto de subirse al techo y rascar las paredes
- Teneeemos, pero nos duele la panza – contestaron ambos con una sincronía pero única y pocas veces degustada por ambos padres, iniciaron y terminaron la frase con la misma intensidad sin alargar un decibel mas
- De hambre pues, de eso les duele, que se van a hartar con esta agua que llamas sopa – Rubén le riño encima alzando en la cuchara la sopa de Lex para vaciarla de alguna altura mirando caer algunos arroces y papitas menudas, para luego saborear la comida con sus hijos
- SIII – contestaron los dos metiendo calda – además eso está feo papi, a ver proba, no tiene ni sal, no tiene sabor – dijo Lex alzando su cuchara metiéndola a la boca de su padre para que no piense que se inventaba y Rubén puso cara de asco total
- La mamá no nos deja ni tomar jugo de naranja, solo quiere que tomemos agua– agrego Iván – queremos comer lo que tú vas a comer paaaa
- Pero es que no pueden, están con dieta – soltó la servilleta sobre la mesa exasperada sirviendo la comida a su marido
- ¡¡¡¡Ags!!!!, esto esta horrible – Rubén acababa de hacer pasar la comida – además que me los va alimentar esta cosa, no tiene ni color, de verla no más yo mismo me enfermo; que coman lo que quieran
- No pueden comer grasas, ni carnes rojas aun, ni frutas acidas – reclamo Clara
- ¡¡¡VAAAAA!!!... vos exageras que les va a hacer pues, un pedacito de carne – desautorizó Rubén empecinado en que sus hijos coman sano, según él, esa dieta blanca era pobre en nutrientes para el par de muchachos que tenía ahí que necesitaban hasta un poco de grasa porque estaban en plena etapa de crecimiento – Adelita tráeme dos platos más ¿si? y ese puré de camote o mejor un poco de arroz batido con queso que se que hiciste mujer – le sonrió
Ella
siempre se lo hacía eso apartito por si el caballero no se hartaba o venia
alguna visita inesperada y la cara de los chicos era un fabula infantil de
felicidad, se sentaron mimosos a lado de papa con un hambre de galgos y una sed
de camellos y se vaciaron casi media jarra de fruta y se devoraron la carne del
plato de su padre sin esperar que llegue la suya, y Rubén pues nada, disfrutaba
con eso y les cortaba las carnecitas jugosas con sangrecita dentro y les iba
metiendo a la boca a ambos muchachos como si fueran niños pequeños
- OYE, OYE, no puedes ensaladas crudas – Clara atajo el bocado a Lex, no podía hacer nada, a Rubén se le metió a la cabeza que coman, y aunque rabiando dejo que lo hagan, ya se vengaría cuando les duela algo – Con calma, con calma les va a dar un atracón, mañosos después dicen que están con dolor de panza
- Pero de verdad nos dolía la barriga
- De hambre si ya lo he dicho, pero esto es mucho mejor verdad? – agrego mientras el mismo degustaba con ganas y miraba a los chicos con cariño y placer de verlos comer con gusto
- Esto si esta rico mami – sonrieron ambos felices
- MMM, que les duela no más la barriga, que les duela, no me van a venir a molestar a mí, van a ir directito donde su padre
- Calla bruja, eso estas queriendo…se les da un mate y punto, y si no quieres hacerlo tú, Adelita me ayudara – agrego para rabia de Clara y los chicos se rieron en su cara
Al
final Clara hizo a un lado su furia y se sentó a comer, después de todo era
placentero ver que los chicos tenían hambre era signo de que estaban en plena
recuperación, ahora si se ponían mal por estar con gastritis, se las tendría
que arreglar Rubén en eso no daría su brazo a torcer y ella aprovecharía de
decir VES TE LO DIJE, triunfante así que simplemente se sentó a disfrutar del
almuerzo, solo que a las 5 de la tarde ambos muchachos estaban con dolor en el
vientre y retorcijones
- Maaaaamiiiii MAAAMIII auuuu auuu, me duele mucho el estoooomago – gritaba Lex del baño
- ¿NO VAS A IR? – pregunto Rubén
- NOOO
- MAAAAAAAAAAAA – grito más fuerte Lex y Clara no se movió y tuvo que ir Rubén para nada más volver con cara de preocupación y antes de que abra la boca Clara le dijo
- Te lo dije, te lo dije Rubén – pero maestro de las salidas a última hora, uso su siempre estratégica estocada
- Ags, tanto escándalo haces de una huevadita que gran cosa es pues darles un mate, aburrida – se enfado él no más sin siquiera moverse, pero sin dejar de mimar a Lex en la distancia – YAAA LEXITO, AHORA VA LA MAMA, ESTA PONIÉNDOSE SUS CHINELAS – y el muy impávido simplemente cambio de canal para seguir mirando los deportes al ver a Clara ir por el…total, ella sabía siempre lo que hacia
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