Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 07 de Mayo del 2016
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Capítulo 218
Manzana de la discordia
Autora: Marambra
Logan
se
quedo sin aliento, había corrido como un loco tras de su hijo cuando vio a Iván
alejarse rápidamente del potrero, más concretamente de la oficina de su padre a
la que él fue a husmear, tras un breve impulso de buscar a Rubén y dar la cara
tratando de hacer acopio de valor y de arreglar las cosas de una vez por todas;
y se quedo de piedra cuando vio a su padre azotar a Alexander por la misma
razón que lo había hecho él, el día anterior.
Una
escena que no solo vio él sino Iván, un Iván que parecía que sabía lo que iba a
pasar, si no era tonto, él supo entrever lo que su padre quería cuando lo mando
fuera en busca de Miguel, era un pretexto nada más…
- IVÁAAN ESPEEERA – grito tras atrapar del brazo a su hijo al filo de que salte el sunchal y se lastime, olvidándose por un momento de que su padre lo oiga y reconozca su voz
Iván
se giro para mirarlo de frente y se sorprendió de la traza de su padre, estaba
todo sucio como si estuviera haciendo algún trabajo pesado, lo que le llamo
poderosamente la atención porque hasta ahora le era imposible imaginar a Logan
haciendo un trabajo tan rudo y pesado como lo hacía Rubén a punto de encallecer
las manos y los dedos haciéndolas ásperas y duras al tacto, sin embargo ahí
estaba Logan con la espalda quemada, la frente perlada de sudor lo mismo que la
cara y el torso ahora desnudo, con el pelo castaño lleno de tierra y telarañas,
Logan estuvo limpiando la antigua vivienda a modo de matar el tiempo,
mascullando e imaginando su vida de no haber conocido a Henry.
Había
sido un impulso ir hasta allá justamente a raíz del recuerdo de todo lo que
Henry le había robado a los largo de todos esos años que se metió en su vida,
pensando en la esperanza de que al dar la cara y contarle a su padre la verdad
y terminar de una vez con toda esta carga que dolía pueda rehacer su
existencia, sobre todo ahora que Ginger se había comunicado con él para darle
la buena nueva… había nacido el pequeño Rubén y pesaba cerca de 4 kilos… ahora
más que nunca necesitaba solucionar su vida.
- Iván espera, espera por favor hijo – musito, una pequeñísima luz de esperanza se encendió en su corazón cuando Iván se detuvo – ¿quieres decirme que está pasando? – era obvio que preguntaba sobre lo que estaba sucediendo dentro de la oficina de Rubén, era un hecho que se trataba de una paliza, e Iván se giro justo para ver a Logan limpiándose la frente mientras el singular olor de su padre inundo sus fosas nasales, casi lo había olvidado y sin embargo ahora se embargaba de el recordando el dulce olor de su padre, el dulce olor de su dulce niñez, pensando ¿qué fue lo que paso?, ¿dónde quedo todo aquello?
- NO – Iván jalo el brazo con fuerza para ser soltado, no solo como respuesta a su obstinado orgullo, sino también a su corazón
- Iván, por favor – pidió bajando el tono de voz, sin llegar a ser una súplica, simplemente era cansancio, estaba cansado de luchar contra sus hijos y por ellos mismos
- Por favor ¿qué? – Iván estaba enfadado con él su mirada lo decía todo, sus ojos le gritaban que no tenía derechos sobre ellos, ni a reprenderlos, ni a decirles nada porque había renunciado a ellos el día que decidió jugar a hacerse el muerto y que era mejor que se marchara y trato de huir como siempre, maldiciendo la hora de haberse tardado en cumplir con la orden de su abuelo, pero es que tampoco quería estar lejos de ponerse rudas las cosas entre papá y Lex, después de todo nada parecía decir que Rubén iba a castigar a Lex por lo del día anterior, joder… un cabo suelto de toda esa mentira
- Iván – Logan volvió a atrapar su mano con firmeza e Iván tras mucho luchar contra sí mismo por liberarse de su presencia, decidió que era hora de hacerle sentir mal, que él no era tonto, que toda ese montaje de padre arrepentido no venia al caso y menos con él, es que Lex le conto lo que paso la noche anterior apenas se apagaron las luces
- ¿Qué quieres? – inquirió – ¿no te basta con lo de ayer? – pico enfadado – ¿no es suficiente con haber pegado a mi hermano por orillarlo como lo hiciste? – lo acuso – ¿como para que ahora vengas a ver como papá lo reprende por lo mismo de ayer? – declaro – o es que mamá te mando a ver lo que papá hará con Lex – dijo suspicaz, Iván estaba enojado también con su madre
- No metas a mamá en esto Iván, yo no creo que ella haya querido esto – respondió justo cuando se oyó el grito de Lex en la ventana, papá acababa de soltar un buen chirlo
- Pues no te creo, fíjate – mordió los dientes por no gritar y alarmar a su padre y montar peor escándalo, no estaba seguro de querer hacer eso además – por el contrario estarás más que contento como ella saltando de alegría – acusó y esta vez jalo el brazo y corrió como un poseso de vuelta a la casa grande; tampoco quería ir al potrero y buscar a Miguel y corrió maldiciendo a todos, sobre todo a sí mismo por sentir lo que sentía, esa ambivalencia de emociones dentro suyo… y es que Logan tenía la capacidad innata de alterarlo
Iván
se arrepintió de su decisión, estaba faltando a su palabra de no decirle nada a
su padre, pero estaba tan enojado por todo lo que estaba sucediendo que en un
impulso quiso desviar el paso del potrero a la cabaña donde Logan se quedaba y
esperarlo para discutir con él a esa hora… doce menos cuarto del medio día
sabiendo de antemano que nadie se entrometería porque a esa hora los peones
empezaban a desaparecer por arte de magia de la hacienda y se dispersaban en
las barracas a almorzar, refrescarse y tomar una siesta antes de volver a la
faena y en casa se llevaba el mismo
ritmo, porque era una infamia hacer algo entre las doce y las tres que era
cuando el sol curtía la tierra quemando la arena y marchitando la piel, solo
que el correría ese riesgo con tal de curtir la cara de su padre de un puñetazo,
que Dios lo ampare de semejante pecado, ya había lidiado con la culpa de dar
una pedrada a Rubén en un momento de locura temporal.
Y
Logan no quiso atajarlo, lo dejo marcharse viéndolo correr comiendo ansias y
levantando polvo, su hijo estaba enojado y él estaba como siempre sintiéndose
acorralado porque tenía que tomar una decisión, quizás era hora de dar la cara…
quizás no: ERA HORA, se dijo y camino decidido a hablar con su padre, a
contarle la verdad sobre todo ahora que había un nuevo Hansen en la familia,
uno que además llevaba el nombre de Rubén como un tributo al amor que sabía
ahora su padre sentía por él.
Pero
cuando llego a la puerta, los sollozos de Alexander lo frenaron en seco, los
sollozos y los cintazos que Rubén le regalara a Lex antes de aquel abrazo tan
sentido que también Rubén diera a su hijo y nuevamente se sintió como un
extraño… un extraño y un intruso además.
No
era nada bonito ser testigo de esto, de la reprimenda que Rubén le estaba dando
a su hijo por la misma razón que él lo hiciera, faltar el respeto a su madre,
como tampoco lo fue ser testigo de la tremenda bronca que tuvieron sus padres
noche antes, después de que Rubén por fin apagara la luz de la alcoba de los
chicos; y frunció el ceño recordando aquello, prácticamente se quedo acorralado
en la habitación de invitados, sin opción a abandonar la casa por mucho que
quería hacerlo.
Fue
una situación tan estresante y tan desagradable que sintió que su corazón se
salía por la boca, no supo ni en qué momento salió de aquella alcoba, solo
recordaba ver a Alexander correr al baño
tras que él lo castigara, ni supo siquiera que tiro su cinturón al pie de la
cama de su hijo en un momento de ofuscación, solo se dio cuenta de ello cuando
se acomodo la ropa e hizo memoria, rezando porque el artilugio aquel no sea
descubierto por su padre, porque Rubén para cuando todo termino, acababa de
llegar del potrero y él se vio obligado a dar
media vuelta cuando los pasos de Rubén se hicieron evidentes en las
gradas, pasos que se aceleraron al oír a su hijo llorar.
Logan
se apuro a perderse en la habitación de invitados justo frente a la habitación
de Lex, y observo a escondidas detrás de la cortina como papá tenso los hombros
y frunció el ceño ante los sollozos de su hijo y como apuro los pasos hacia él,
y sintió lo mismo que sentía ahora, esa punzada en el corazón de saber que cada
día que pasaba, que cada cosa que él hacía, solo hacía que pierda un poco más
el amor de su hijos. De eso podían dar fe, el consuelo que Lex busco de su
padre al abrir sus brazos de par en par, renovando el llanto con mayor ahínco,
no eran lágrimas de dolor las que
corrían por su cara, esa sensación había pasado, era un llanto de abandono, de
soledad… y lo supo reconocer porque al fin y al cabo era su padre, era el padre
de los gemelos, mal que bien los había cuidado hasta hace seis meses atrás;
cuándo hubiera querido ser él quien lo consuele, cuándo hubiera dado por ser el
dueño de ese abrazo que le dio a su padre, pero sus decisiones fueron las que
lo orillaron a esconderse como un ladrón y robar el momento con la mirada… como
ahora.
Y
como ahora Alexander callo, no quiso decirle a su abuelo que paso en realidad y
cuando parecía que iba a ser delatado, Clara giro el curso de los
acontecimientos de la noche previa, precipitando a Iván a una nueva mentira
- Se lo dices tú o se lo digo yo – amenazo Iván al ver que su hermano no quería abrir la boca, pese a la insistencia de Rubén de saber que era lo que había sucedido, mientras Clara miraba horrorizada la determinación en la mirada del menor de los gemelos, se notaba que a estas alturas a Iván poco le importaba lo que pueda suceder después, solo quería que la verdad salga a la luz, quizás era lo que todos querían y no se atrevían
- Decirme ¿qué? – pregunto Rubén pero nadie se atrevió a romper el silencio más allá de los sollozos de Alexander y obviamente perdió los estribos – CARAJO NO ESTOY JUGANDO, QUIERO SABER QUE MIERDA HA PASADO AQUÍ – grito mirando a Clara que tenía la cara llena de lágrimas y luego volcó su atención a Iván – ¡IVÁN! – no necesitaba decir nada más, la orden estaba implícita en el nombre del muchacho, lo que empujo a Clara a mentir, tenía que adelantarse a su hijo, porque a leguas se notaba que Iván estaba con ganas de soltar la lengua y que sea una réplica de Hiroshima
- Le di una paliza eso fue lo que paso – dijo Clara y papá creyó que era por lo del profesor, habían discutido rato antes sobre las clases extracurriculares y sobre la hora sobreañadida, cosa que nunca estuvo de acuerdo aunque todos creían que sí, porque eso fue lo que dijo Logan días antes del desastre
- HEMOS HABLADO AL RESPECTO CLARA, TE DIJE QUE YO IBA A MANEJAR ESTO, NO SE PARA QUE MIERDA TE QUEJAS CONMIGO Y ME PIDES QUE ME HAGA CARGO SI VAS A HACER LO QUE TE DA LA GANA – Rubén estaba como un peto de enojado, porque lo primero que recibió al llegar de su viaje no fue precisamente un beso o un abrazo, sino una retahíla de quejas a cual más sabrosa sobre su hijo esto o su hijo aquello, que le provocaron un horrible dolor de cabeza y antes de que siga discutiendo, Iván intervino
- La mama le pego – confirmó entres los sollozos lastimeros de su hermano que seguro ya dolían el abdomen – pero no por eso papá, si no por mi culpa
Y
salió venteando de ahí a su alcoba logrando distraer a su padre de discutir con
Clara, cerrando la puerta, no quería hablar con nadie y se quedo mirando por la
ventana imaginando tener alas y volar, lejos al otro lado del mundo, para que
nadie lo vea, sorteando caminos solitarios para no toparse con nadie…
Y
su mentirilla surtió efecto su madre abandono la alcoba de Lex y papá que quedo
a consolar a su hermano que ahora mismo necesitaba eso, el consuelo de su
padre, mientras Logan se vio obligado a observar aquello, el abrazo dulce que
le dio Rubén a su hijo, la lluvia de besos que se derramó en su frente, los
mismos que siguieron hasta la hora de la cena, pero luego de eso Rubén y Clara
sostuvieron una bronca a toda regla en medio de reclamos y discordias…
- ¿CREES QUE NO SÉ QUE LO QUE ESTA PASANDO? – grito Rubén en su despacho a puerta cerrada, el tenia la impresión de que Iván se echo la culpa solo para que ellos no discutan, así que quería saber que paso y ambos se ensartaron en un lucha verbal que los chicos no oyeron porque se quedaron dormidos, eran las 10 de la noche, pero los ánimos de Rubén distaba mucho de calmarse, el hombre estaba más que caldeado – ¿CREES QUE NO ME DOY CUENTA DE NADA CLARA?, ¿POR QUIEN ME TOMAS?... ¿POR UN COJUDO? – y agarro a Clara del brazo apretando lo justo para que Clara se lo piense antes de decir alguna barbaridad, su marido estaba enojado
- ¿DE QUE ESTAS HABLANDO? – Clara se paro frente suyo haciendo acopio de valor
- DE ESTA MENTIRA DE QUE IVÁN PELEO CON ALEXANDER – eso no le cocía a él ni en olla de presión, vamos que Iván estaba consolando al hermano y el hermano se dejaba querer – Y EL RESTO DE LO QUE USTEDES ME ESTÁN OCULTANDO… SOBRE TODO TU – Clara se quedo callada palideciendo ante esa afirmación – ¿CREES QUE NO ME DOY CUENTA QUE ME ESTAS OCULTANDO ALGO?... Y LO PEOR, ESTAS ENSEÑANDO A MIS HIJOS A MENTIRME – afirmo y Clara se ruborizo entera
- QUE TE PASA, COMO PUEDES DECIRME ESO… QUE LES ENSEÑO A MENTIR – vaya y lo estaba haciendo lo de nuevo, estaba mintiendo de nuevo y como toda una maestra
- Lo haces – afirmo rendido ya de todo, dejándose caer en su sillón mirando el techo atando cabos – no sé cómo, pero lo haces Clara, es… es la tensión en el ambiente, las miradas que se dan entre ustedes – explicaba – hoy mismo – dijo moviendo su mano en el vacio – yo se que algo ha sucedido en casa y algo grande, pero no entre Iván y Lex, sino entre tú y él – y Clara abrió los ojos sorprendida de su capacidad deductiva – ¡que!, ¿crees que soy un estúpido como para no darme cuenta?... ¿por quién me estas tomando Clara?, Sabes? Naci de noche mujer, pero no anoche precisamente – y sostuvo su mirada sin parpadear para sondear en la consciencia de su esposa
- Estas hablando por demás – trato Clara de desviar la charla
- No, no lo hago, tu y los chicos están con los ánimos caldeados y no de ahora sino de días ya, y para colmo andas llorando por los rincones, secreteándote con Adela – la acuso – ¿qué es?, ja quiero saberlo – le cogió del mentón para mirarla fijamente – ¿es Raquel de nuevo? – pregunto sinceramente preocupado por Iván – o es Marcela que ha vuelto a incordiar en mis hijos – pregunto afligido, esperando una respuesta – ¿por qué no me lo quiere decir?, ¿por qué me evades?, ¿no tienes confianza en mí?
- Están imaginando cosas Rubén – Clara aparto la vista, no tenía cara para mirar a su marido
- ¡AJ CARAJO!, AHORA RESULTA QUE TENGO ALUCINACIONES – grito Rubén
- YO NO HE DICHO ESO… estas inventándote cosas… NO SAQUES LA COSAS DE QUICIO – Clara decidió defenderse, no le gustaba la forma en que su marido estaba escudriñando
- ¿QUE YO SACO LAS COSAS DE QUICIO? – le pregunto empequeñeciendo los ojos – pues para que lo sepas yo no soy la que se anda quejando de todo y de nada – aseguro enfadado
- ¿QUIÉN SE ESTA QUEJANDO? – tuvo la osadía de preguntar
- CÓMO QUE QUIEN SE ESTÁ QUEJANDO, TU PUES, TU – apunto en su dirección – NO HAY UN SOLO DÍA DE PAZ, TODAS SON QUEJAS Y QUEJAS Y QUEJAS – grito – PERECE QUE TE ABURRES NO SE SI CON LOS CHICOS O CONMIGO – Y Clara lo miro alucinada
- ME ESTAS OFENDIENDO
- PUES ME IMPORTA UN CARAJO CLARA, ESTOY HARTO DE LO MISMO, QUE SI HAN DORMIDO, QUE SI HACEN LAS TAREAS, QUE SI COMEN O NO COMEN … O SI CAGAN – empezó a numerar – yo no sé lo que pretendes Clara, pero córtalo ya, que para mí es agobiante apenas llegar tener que escuchar quejas de lo que hacen o dejan de hacer metiendo calda para que los reprenda
- Como te inventas – Clara se acerco a Rubén decidida a enfrentarlo
- Y NO FUE LO QUE PASO ESTA TARDE? – le refresco la memoria de la discusión que tuvieron y de todas las quejas sobre Alexander y que mínimo le dé una paliza por flojo, por respondón, por malcriado, por ocioso por todo los defectos habidos y por haber que tenia Lex en su mollera – O ES QUE TE HAS OLVIDADO… y a última hora me pillo con que castigaste a Lex dizque por pelear con su hermano
- Pero es lo que ha pasado, lo reprendí por eso si hasta Iván lo ha confirmado – argumentó
- DÉJALO CLARO, DÉJALO AHÍ… SERA COMO TU DIGAS – y abrió la puerta de su oficina, no quería oír nada mas
- COMO QUE LO DEJE, ¿ME ESTAS LLAMANDO MENTIROSA? – achico los ojos indignada
- YO NO DIJE ESO – y bien que lo insinuó
- SABES QUE? ME IMPORTA UN BLEDO SI ME CREES O NO – respondió Clara ardida, necesitaba marear al a perdiz
- PUES QUE TE IMPORTE, PORQUE YO VOY A IR AL FONDO DE ESTE ASUNTO… Y VAMOS A TENER UNA SEÑORA BRONCA TU Y YO SI ME LLEGO A ENTERAR QUE NO HUBO TAL PELEA ENTRE LOS CHICOS – ese era el anuncio de una catástrofe a escala mundial
- Y PORQUE TENDRÍAMOS QUE PELEAR
- PORQUE NO ME GUSTA LA IDEA DE QUE ME MIENTAS A LA CARA Y MENOS QUE MIS HIJOS LO SEPAN Y SE ANDEN CONFABULANDO A MIS ESPALDAS COMO SI YO FUERA UN PELOTUDO AL QUE LE PUEDEN VER LAS CANILLAS – tronó
Tras
aquello abandono el despacho y se fue al jardín, tirándose en una de las
tumbonas tratando de calmarse, mientras Logan acababa de regresar por la puerta
de la cocina y se escabullo de nuevo al segundo piso, esperando largo rato para
poder hacer lo que tenia: hablar con Alexander, oportunidad que se dio casi dos
horas después cuando Rubén se fue a dormir con algunas piezas armadas en su
cabeza, por lo menos ya sabía que Lex se llevo una paliza pero no por pelear
con Iván, sino por faltar al respeto a su
madre, y para llegar a eso había acorralado a Adela en la lavandería y
no necesito presionar demasiado, Adela sabia a que venía Rubén, así que
prefirió contarle que Lex falto el respeto su madre con actos y palabras donde a
puntito estuvo de darle un puñete y que Iván desvió la mano a la ventana
rompiéndola tras una acalorada pelea de
la que ignoraba la razón, pero que no sabía que mas paso… solo que encontró a
Lex llorando tras la paliza ganada, y eso fue suficiente para él… aunque
suficiente no era la palabra exacta para definir aquello, ¿por qué había
mentido Clara?, ¿qué le costaba decir simplemente desde un inicio que Alexander
le falto al respeto?, no importaba el porqué o la razón que tuviera el muchacho
para hacer eso, era su madre y no había justificación en el mundo para
semejante acción, pero por ahora era suficiente, ya arreglaría cuentas con su
hijo.
Mientras
tanto Logan había vuelto a la alcoba de Lex y se metió en su baño por si acaso
su padre regrese y lo hizo, Rubén se quedo mirando al pequeño demonio que
dormía ajeno a las medidas que papá tomaría al día siguiente…
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