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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 30 de Septiembre del 2016.
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Capitulo 4
“Poniendo límites"
Segunda parte
Autora: Mary C.
Aron se quedó profundamente
dormido, ese niño me daba mucha pena y ternura, solo esperaba que alguien lo
volteara a ver, fui con los demás Guías hablar de mi protegido, escuchar sus
consejos ya que no todos somos sabios ni sabemos todo de la vida.
- Saúl: Nicolás
- Nicolás: hola, ¿aun no terminas con tu protegido?
- Saúl: aun no
- Rafael: ¿No puedes? no me digas que ya piensas dejarlo… si tú crees que será lo mejor para él… deja que el destino corra según lo marcado
- Saúl: el niño no es el problema, el problema son los padres que no lo cuidan. Solo quiere que lo quieran o que sus padres lo cuiden.
- Rafael: hay veces que debe ser de esa forma para que las personas valoren lo que tenían
- Saúl: no le voy a dejar morir, es un buen niño, algo malcriado, pero es un buen niño
- Alfredo: tú no puedes tratar directamente con sus padres, tu tarea es con el niño, cuidarlo y aconsejarlo si se deja, busca la manera de que sus padres convivan más con él, pero no te inmiscuyas de más, llegado a un punto donde rebeles tu identidad a alguien que no sea el niño puedes perder lo que has logrado – dejar de ser un guía, vamos eso ya no sabía . Como podría hacer eso, decirles a los padres que su hijo moriría si no le hacían cambiar su rumbo, si no estaban con él para cuidarle.
- Nicolás: ¿sus padres no lo quieren?
- Saúl: si lo quieren, pero creen que dándole todo y pasándole todos sus berrinches le demuestras su cariño, que pagan su ausencia, lo quieren mucho, pero también quieren a su trabajo y tener la vida le lujos consiguieron
- Nicolás: ¿cuándo es su límite?
- Saúl: menos de dos semanas
- Nicolás: y porque no asustas a sus padres, que crean que él va a morir, así tú no te pones en riesgo, los padres aprenden a que su hijo los necesita y le cambias el destino, fácil – Nos quedamos viéndolo, no era mala idea… eso si funcionaba claro, además me tendría a mí para cuidarlo de que su vida no corriera peligro.
Y la oportunidad se vio a la vuelta de la esquina,
habría una fiesta de caridad en su gran mansión, a la que acudiría mucha gente,
aprovecharían el gran espacio que la vivienda ofrecía al aire libre para que
los adolescentes jugaran y un espacio para los chiquitos en inflables y esas
cosas.
Algunos de los jóvenes de entre 13 y 18 años
estaban más alejados, en las motos
pasando algunos obstáculos o tratando de hacer acrobacias y Aron obviamente no
dejo pasar el momento y monto su gran juguete. Me di modos y logre atraer a los
padres de Aron al lugar donde estaban los jóvenes jugando entre ellos, Aron;
después de todo no parecía peligroso lo que iba a hacer, no era una gran rampa
y tenía bastante espacio, era un juego de niños sin peligro aparente, Aron paso
la rampa dos veces la tercera la use a mi favor, los padres solo le veía con
una sonrisa por ver al niño divertirse.
Y cuando empezó
agarrar velocidad aprovechando que nadie podía verme en el lugar,
incluido Aron, le impulse mucho más de lo que el aparato podía dar por lo que
salió disparado y al momento de pasar la rampa Aron perdió el equilibrio y con
todo y moto salió volando estrellándose con el muro quedando debajo de la moto
y algunas cosa que cayeren encima, yo iba en la misma moto que Aron
protegiéndole en todo momento evitando que se hiera o se haga daño
irreparable, dejando solo algunos raspones
y un pequeño golpe en la cabeza que le dejaría un pequeño moretón, algo así
como para que saliera de ahí y dijera “miran estoy bien, no me paso nada”, pero
eso no era lo que quería así que lo deje inconsciente para que tanto hijo como
padres vieran el peligro de las cosas.
Yo seguí todo el tiempo con Aron protegiéndole de
que nada de lo pudiera seguir cayendo y le hiciera daño, pero observando en
todo momento a sus padres, a Ester la madre por poco le da un infarto, tanto
así que grito del susto, Marcos salió corriendo tirando una copa que tenía en
la mano, abriéndose paso, quitando las cosas que estaban encima del niño y
apartando la pesada moto.
- Marcos: LLAMEN A UNA AMBULANCIA – grito desesperado – hijo, hijo, peque, peque contéstame hijo, contesta – le rogaba sin dejar de coger su mano y acariciar su rostro, con miedo a tocarlo
A los pocos segundos llego Ester que igual que el
padre estaban desesperados viendo a su hijo inconsciente con un golpe en la
cabeza. Ambos padres se fueron en la ambulancia ninguno dejaría a su único hijo
irse solo, solo les veía y me preguntaba cómo no ponían más atención a su hijo,
esperando que con eso pudieran entender un poco más, pero no se los pondría tan
fácil, les haría pasar un mal trago para que la lección quedara clara para
todos.
A los médicos les parecía que no había sido tan
fuerte el accidente pero el niño no despertaba y no reaccionaba y creyeron que
moriría cuando sus aparatos marcaban que el corazón había dejado de latir,
parecía que el golpe en la cabeza podía ver dañado algo, lo cierto es que no,
era yo el que jugaba con todas sus aparatos desconectando y conectando las
maquinas que marcaban su pulso y el que no le dejaba despertar, dos días le
deje en ese estado inconsciente, ese tiempo lo utilice para que descansara como
era debido ya que la mayor parte del tiempo se la pasaba jugando hasta muy
tarde y no dormía lo que ocupaba y de paso les daba un muy buen susto a esos
padres.
Tenía una máscara de oxígeno, no estaba intubado.
Esos dos días ni Marcos ni Rita se apartaron de su lado, si acaso algunas
escasas horas para ir a darse un baño. Los dos padres estaban sentados en el
amplio cuarto, Ester acariciándole el
cabello y Marcos contemplándole dormí, creo que eso sería suficiente. Aron
empezó a despertar como si recién se despertara de un muy buen sueño, viendo a
sus padres cercas, se asustó cuando
recordó lo que paso, viendo si le
faltaba algo, pero no, estaba bien y ni
siquiera se sentía herido o lastimado.
- Rita: mi bebe, mi niño por fin, como estas, no, no hables corazón, trata de descansa mi niño
- Marcos: mi muchachito cómo te sientes? Que susto nos diste hijo
- Aron: mamá, papá, que paso?
- Marcos: te estrellaste con la moto, y te lastimaste, tienes casi tres días inconscientes, tu pudimos perder hijo
- Aron: ¿días? Pero que hacen aquí, tenían que viajas el, el
- Marcos: el viernes… hijo ya es sábado
- Aron: supongo que les arruines sus planes
- Rita: eso no importa, lo que importa es que estas vivo, te pudiste matar en esa cosa
- Aron: no me mate y si me mataba a ustedes que les importa.
- Marcos: ¿Como que qué nos importa?, nos importa mucho porque eres nuestro hijo, que hacemos si algo te pasa – dijo confundido por la respuesta se sus hijo
- Aron: seguir viviendo como siempre – decía con los ojos inundados de lágrimas
- Rita: no, si tú murieras nosotros no podríamos seguir viviendo
- Aron: lo dudo mu-cho. Yo nun-ca les e importado – dijo llorando
- Marcos: claro que sí, trabajamos como burros para que lo puedas tener todo, para que no te falte nada como nosotros algún día nos faltó
- Aron: y de que me sirve si siempre estoy solo buaaaaa, buaaaaa mejor estar muerto buaaa – Ambos padres se aferraron al niño Ester lloraba al ver a su hijo así, y Marcos se guardaba todas sus lágrimas tenía los ojos llorosos pero tenía que ser el fuerte de la familia
- Marcos: te prometo que nunca más vas a estar solo hijo, te lo prometo
- Aron: mentiroso buaa, siempre me dejan solo
- Marcos: te prometo que nunca más hijo
- Rita: te prometo que cuando papá se vaya a trabajar yo me quedare
- Aron: ¿y tu trabajo?
- Rita: ya no, no voy a trabajar me quedare contigo
- Marcos: y yo tratare de no viajar tanto y pasar más tiempo contigo
- Aron: lo prometen sfhiii
- Rita: lo prometemos mi niño, nunca vuelvas a decir que prefieres estar muerto eso nos destroza.
Solo me quede un rato más viendo la escena, su
destino ya había cambiado y me retire. Después de unas semanas fui a verlo
trataba de procurar a mis protegidos por lo menos una visita más, y asegurarme
de que estuvieran bien, pude sonreír al ver que las cosas cambiaran para bien y topándome con una
muy particular escena…
El sábado fui temprano a verle, viendo que tanto había cambiado su vida… era el día en que si no cambiaba las cosas
corría el riesgo de morir, así que era
un día especial para mí y solo por prevención estuve con él, estaba en su gran
casa montado en la moto de cuatro llantas paseando por todo el lugar, moví la
cabeza un poco sin entender porque le hacían dejado la moto después de lo que
paso, el mocoso tenía 13 años, nada tenía que estar haciendo montando en
eso. Como media hora después de que se subió a ese aparato pude ver a su padre
acercarse.
- Marcos: Aron te dije que no te quería ver en eso
- Aron: pero papá no es peligroso – en cuando Aron se detuvo Marcos se acercó y lo bajo
- Marcos: te dije que te quería lejos de esto hijo.
- Aron: no es peligroso papá – repitió con esa pose de adolescente que quiere salirse con la suya
- Marcos: que te dije de volver a subir?
- Aron: ¡OOOH! NO ES JUUUSTO – chillo cuando su padre lo bajo de aquella moto quitándole la llave y guardándola en su bolsillo trasero de su pantalón – no es justo, tú me la diste, no me la puedes quitar… fue por mi cumpleaños, fue por mi cumpleaños – zapateaba enojado haciendo tremendo berrinche
- Marcos: te dije que no te quería ver en esto – Y apenas termino la frase y como si tuviera cinco años le bajo pantalón y calzoncillos y se lo llevo a nalgadas hasta la casa – PASSSS, PASSSS, PASSS PASSSS, PASSSS, PASSS
- Aron: no, no papá, no buaaa
- Marcos: PASSSS, PASSSS, PASSS PASSSS, PASSSS, PASSS
- Aron: no es justo papá es mía
- Marcos: PASS, PASS pass pass passs PASSSS, PASSSS, pass pass passs PASSS pass pass passs, PASSS PASSSS, pass pass passs – su padre se estaba dedicando impecable sobre su trasero – ya está bueno de berrinches Aron, basta ya, nada de ser malcriado, te prometí que todo iba a cambiar y eso también incluía el color de tu trasero cada vez que hicieras una rabieta – dijo sujetándolo firmemente del brazo, mientras Aron metía las manos en la espalda para protegerse – PASS, PASS pass pass passs PASSSS, PASSSS, pass pass passs PASSS pass pass passs, PASSS PASSSS, pass pass passs
- Aron: buaaa, ya, no puedes, buaaa
Definitivamente eso dolería, parecía que se caería
por la ropa enredada en los pies pero su padre no lo dejo caer y lo arreo a
nalgadas hasta su cuarto; y me di cuenta que todo en esta casa había cambiado.
Me puse a indagar un poco, parecía que antes no le castigaban por el mismo
hecho de que nunca estaban con él y era una forma de pagar su falta, sin
represiones y con costosos regalos. Cuando supe que ya por fin había terminado
de reprenderle subí al cuarto, Marcos estaba con Aron acostado junto a él niño
que aun lloraba sobándose su trasero, estaba ya sin la ropa y con un color rojo
bastante llamativo.
- Marcos: no te quiero ver en esa cosa ni en ninguna otra hijo – le dijo con voz suave acariciándolo – no quiero perderte – dijo con algo temor en la voz – aunque me odies prefiero eso a perderte
- Aron: me dolió buuaaaagguaaa.
- Marcos: tenía que dolerte, una fractura duele más – dijo regañando un poco
- Aron: buaaashiff quiero a mi mamá
- Marcos: tu mamá regresa en una hora
- Aron: ella dijo que ya no me iba a dejar
- Marcos: hijo, tu mamá fue a una consulta médica para revisar que todo esté bien en sus pulmones
- Aron: shhiii va a estar bien?
- Marcos: si, pero tenía que hacerse esos estudio para descartar algo malo, vas a ver qué va a estar bien
- Aron: ¿porque no fuiste con ella? – dijo secándose la cara
- Marcos: para estar contigo un rato, además no fue sola Aurora fue acompañarla
- Aron: shiiff me duele mi trasero
- Marcos: ya, ya
- Aron: noo.
- Marcos: oye si esta misma mano fue la que se estampo en esas nalguitas
- Aron: shiii yo solito puedo, además, que tal si después me vuelves a pegar, esa mano es muy pesada
- Marcos: jajajaja, si es algo pesada, pero ya no te voy a castigar
- Aron: eso dices ahora pero es la tercera vez que me suenan en la semana, eso no me gusta
- Marcos: dijimos que se haría un cambio en esta casa
- Aron: pero porque cambiar el color de mi trasero el que culpa tiene
- Marcos: aaac te quiero mucho… Anda duerme un rato – dijo tapándole con la sabana – yo me quedo aquí contigo hasta que te duermas
- Aron: ¿¿no te vas a ir a trabajar??
- Marcos: me voy en la noche.
- Aron: ¿y cuándo vas a regresar?
- Marcos: en dos días, pero mamá se quedara contigo así que se bueno y cuídala
- Aron: yo la voy a cuidar – le dijo con una sonrisa
Mi trabajo con este niño había terminado, me
gustaba cuando terminaban de esa forma, mis protegidos alegres, y bueno este
pequeño estaba contento a pesar de tener el trasero colorado.
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