Hermanastros: Cap. 4; Autor Pablo

Hermanastros

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 30 de Septiembre del 2016.

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 Capitulo 4

Solo un mal día 

Autor: Pablo

Sergio:

Después de que lleve a Marco al escritorio, prácticamente a la fuerza y le baje los pantalones deportivos se agarró a su ropa interior como si de eso dependiera su vida.

• Nooo, asi no… ¡¡¡no sin ropaaa!!! – me exigió
• Tranquilo hijo yo no lo hago así… – la verdad su actitud me preocupo un poco, pensando en que se estaba ocultando algo pero me interrumpió y entendí lo que pasaba
• La la ul la última vez siiii – me dijo enojado como haciendo un reclamo. Así que trate de hablar calmado antes de desatar una guerra
• Mírame – le pedí y lo giré – la última vez fue con el cinto y aunque estaba enojado, y de eso ya hablamos, lo hice para no hacerte daño
• Si claro… y no querías que pase vergüenza y que me duela más – destilaba sarcasmo en su comentario
• No sé si tenga que darte explicaciones de cómo te castigo Marco – le dije con cansancio evidente, es que esta actitud iba llenándome de poco la vesícula – pero ya que crees que hago esto para humillante o lastimarte te aclaro que sólo lo hice porque necesitaba estar seguro de que no te daba sobre la quemadura de la estufa – y me miro como se mira al mentiroso más grande del mundo, pero claro, que idiota como se me ocurre castigarlo estando acabado de quemar, pero seguí con mis explicaciones – porque aunque no fue grave la piel queda sensible un cintarazo ahí te podría lastimar – y el dibujo una minúscula sonrisa sarcástica e hizo un ruido extraño en la boca, como un ja atorado entre los dientes – si me crees me alegro, sino algo estaré haciendo mal y tendré que prestar más atención para saber porque mi hijo cree semejantes cosas de mi – pero ni aun así cambio de actitud, en realidad aquello había logrado lastimarme, sé que no soy licenciado en psicología y que dejó que me saquen de quicio pero jamás lastimé a mis hijos, esperaba que eso sólo haya sido un intento de chantaje y no que realmente piense eso de mi – pero eso no va a evitar que te castigue por lo que hiciste así que ya basta de dar vueltas – anuncie y lo acomode de nuevo –  Nunca más a escapar – trate de mantener claro los mismos puntos para los dos – PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
• Mmm mmm – solo hacia un extraño ruido con la boca
• PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS ni a salir por la ventana, se podrían haber roto algo si caían, entendiste? – pregunte pero mi hijo se había propuesto no responder nada – PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
• ¡AYY!
• …PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS No quiero más mentiras – recomendé, empezando a cansarme, pero sin alivianar el trato, necesitaba que me responda – PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
• Au auuu yaa
• …PLAS PLAS PLAS
• grrr grrr YAAA…
• PLAS PLAS… Vas a hacer caso – recalque – PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
• snif…. Si…snif – por fin abrió la boca
• PLAS PLAS… si los mandó a ordenar ¡¡lo hacen!!
• si siii…
• PLAS PLAS PLAS

Cuando las cosas las hacen juntos trató de castigarlos más o menos de la misma manera, así que hasta ahora las cosas habían sido casi igual a excepción del escándalo previo al que ya me acostumbró mi hijo, donde grita, patalea y se resiste porque al parecer soy el hombre más injusto y cruel del mundo y la historia, pero lo que me respondió después me dejó totalmente descolocado… sé que mi hijo no perdió el sentido de autopreservación aunque a veces lo disimulé muy bien.

• Como le dije a tu hermano PLAS PLAS
• BUUUAA BBUUAAA
• PLAS
• Ahhhh…
• PLAS… Ahhhh…
• PLAS se pusieron  en riesgo sin necesidad PLAS PLAS
• Auuu….
• PLAS….
• Auuuu...
• PLAS…
• Ayyy… 
• PLAS todo lo que hicieron fue peligroso… ¿lo vas a volver a hacer?
• SII... haaa – realmente no esperaba tanta sinceridad de su parte, lo giré y o levanté del escritorio para verlo a los ojos
• ¿Cómo? – tal vez lo había oído mal
• Que si papá sii – me repitió molesto
• Si a que Marco – no podía contestarme que si lo iba a hacer de nuevo, aunque así fuera
• A lo que di … jis. ..te..e… snif – estaba congestionado pero parecía más rabioso que arrepentido
• Hijo… ¿que dije? – obviamente no esperaba que le pregunté y por la cara que puso sé que no me escucho ni una palabra, dejo el enojo de la lado y me miraba con los ojos abiertos a más no poder, como cuando era pequeño y lo encontraba comiéndose los cubos de caldo – ¿que estuve diciendo?, ¿porqué los castigue? – dudo unos momentos pero respondió
• ¿Por esca escaparnos pá? – me contestó casi como una pregunta
• ¿Y qué más? – inquirí pero no obtuve más respuesta – hijo necesito que seas sincero y respondas si escuchaste lo que dije.. es importante para mi saberlo
• Pero te vas a e..no…jaar cof cof – de repente le vino un ataque de tos y parecía que iba a llorar pero no, hasta ahora tenía los ojos rojos pero no había soltado una lágrima
• No hijo, te juro que no me enojo, solo quiero saber ¿me escuchaste? – le dije con el tono más dulce que pude
• No papá, no escuche pero te juro que no lo hago a propósito es que no puedo cuando me….eso – dijo bajando la mirada
• ¿Nunca? Ósea que ¿nunca escuchas lo que digo?...  ¡por Dios!, yo nunca me Di cuenta – no sabía qué decir, tenía que actuar con cuidado porque era una de las pocas veces que después de darle unas nalgadas no se alejaba de mi como si quemara y se metía bajo las sábanas para que nadie lo vea – yo cada vez que te castigo es para que recuerdes no volver a hacer lo que te llevo al castigo y no sirve si no me escuchas. Yo se que últimamente pierdo la paciencia Marco pero te prometo hacer mejor la cosas – de repente su cara de compungido cambio a sorpresa y no tenía rastros de haber querido llorar
• O sea que ¿ya no me vas a castigar nunca más? – me pregunto con una sonrisa picara
• Qué más quisieras hijo…pero no, saben bien cuáles son las reglas de la casa y de la vida…las acciones tienen consecuencias – no pretendía burlarme de pero es que me sale con eso y cambia su expresión tan de golpe que me recordó a sus berrinches de niño

El solía ser un niño muy caprichoso, demasiado a decir verdad, estaba acostumbrado a que para que no interrumpa en el trabajo de su madre y el mío le dábamos lo que quería y pasar tanto tiempo con niñeras o con los asistentes del estudio, o en las giras de su madre que siempre había alguien dispuesto a cumplir sus caprichos. Solo necesitaba llorar y tirarse al suelo para que todos corran a cumplir los pedidos y cuando conseguía lo que quería cortaba el berrinche de golpe y se levantaba como si no hubiera pasado nada, fue una lucha cortar ese comportamiento cuando vinimos a vivir los dos acá pero ahora me había hecho pensar que tal vez no lo había conseguido del todo.

• Pero voy a hablar contigo, con calma – seguí explicando –  aunque  para eso necesito que dejes tus escándalos… los castigos no los puedes evitar y ya estás grandecito como para que lo aceptes y lo enfrentes – ahí perdí su atención… se levantó de mi regazo y se metió a la cama tapado hasta la cabeza dándome la espalda

Sabía que no iba a lograr más así que sólo me quedé acariciando su espalda sobre la sábana, miré a Tweety y ya estaba dormido y me prometí ser más duro esta vez sin necesidad de una paliza memorable, así que los deje dormir hasta la cena y volví a hablar con ellos ya que estaban más receptivos y les quite sus privilegios por la próxima semana. Casi hasta la boda. Se lo tomaron bastante bien, no se si por resignación o porque estaban más concentrados revolviéndose en sus sillas.

Isaac:

La semana pasó muy lenta a esta alturas creo que prefiero el cinto que estar sin salir y sin tecnología, además de que tuvimos que ordenar el ático y estas dos semanas hacer las tres peores cosas que se pueden hacer… las tareas más frustrantes y repetitivas de una casa: lavar los platos, las ventanas y el baño, no creo que haya una persona cuerda en el mundo que disfrute haciendo eso. ¿Me equivoco?

Hoy teníamos que ir a que nos prueben los trajes, supongo que para que no nos "perdamos" en el camino nos trajo papá, no esperamos mucho hasta que salió un gordito algo amanerado, no tengo nada en contra de los gays a menos que te miren como si estuvieras hecho de helado o algo así, por suerte al que miraba así era a Marco y no a mí, nos medimos los trajes y todo estaba bien así que no tardamos... el único contratiempo fue que papá nos sacó un montón de fotos... parecía una de mis compañeras con el teléfono en la mano, fue muy gracioso verlo en ese plan.

• Ya papá!... sé que me queda muy bien el traje pero si sigues sacando fotos se termina la memoria – le dijo Marco
• Mal no te queda pero a mí me queda ¡mejor! – Le dije por molestar... es un presumido... en el buen sentido, o casi, pasa horas frente al espejo o en el baño y se saca más selfie que mi prima y creo q más desde que papá le dio permiso para ponerse el piercing en la oreja
• Es por la postura Marco se encorva – dijo mi papá mientras lo enderezaba con las manos
• ¡JO!. No lo negó... papá sabe a quién le queda mejor el traje jajajaja – papá también se rió, pero por alguna razón a Marco no le dio gracia... me miró con odio
• Eso es porque caminas como si tuvieras un palo metido en el ¡culo! – me gritó delante de todos, papá, el gordito y una señora y su hija que estaban esperando a que las atiendan, ya me había dicho otras veces lo mismo sólo que en tren de joda, nunca enojado  – claro, como él fue a tu misma escuela seguro está mejor educado que yo… – le dijo a papá y eso me dolió, sólo fui a la escuela militar un año, porque… bueno… no estaba en mis mejores tiempos y como sólo éramos mamá y yo ella creyó que era buena idea, cuando papá comenzó a salir con mi mamá la convenció de que estando juntos me podían “controlar”. Me da bronca que él diga eso cuando sabe que yo no quería ir a ese lugar, fue al primero que le conté – ni siquiera me importa cómo me queda este traje estúpido
• Marco tranquilo, hijo era una broma – dijo papá tratando de calmarlo – además ahora los dos van a la misma escuela y ahí les enseñan buenas cosas… además yo también los educo –papá puso su mejor cara de diplomático, odia los escándalos, aunque es muy conocido en el medio por su nombre muy pocos lo relacionan con su cara ya que es “el genio detrás de cámara” y no le gustan los reportajes y esas cosas, creo que esa vez que me sacó y me gritó delante de gente en el hospital la pasó peor él que yo, claro cuando se dio cuenta. Marco se metió al cambiador y se sacó el traje, yo hice lo mismo
• Marcos cuidado con los alfileres del traje – dijo el gordito tras la puerta vaivén, y mi hermano abrió de golpe y prácticamente gritó
• Marco sin "S" – y se metió de nuevo. La cara del gordito era de película, cuando salió del shock miro a mi papá con reproche y se fue a atender a la señora, mi papá se puso colorado de la  vergüenza y nos apresuró a salir

Sergio:

Desde temprano mi hijo había estado con esa mala actitud pero lo atribuí a que se había acostado tarde y levantado temprano así que me armé de paciencia pero cuando me di cuenta que tenía un escándalo de campeonato en puerta me apure a volver a la casa, después de todo Marco nunca se destacó por ser muy ubicado así que antes de llamar la atención decidí salir del local.

Camino a casa traté de arreglar las cosas con mi niño, sé que eso de la estética le anda preocupando últimamente y aunque no me gustaría darle muchas alas en ese tema, tampoco quiero sabotear su autoestima y se ve que mi comentario le hizo mal, después de todo aunque sean pocos se que le tiene celos a su hermano porque cree que me importa que Isaac sí haya ido a la escuela militarizada a la que tanto le insistí ir y no quiso. Realmente no me interesa, si bien me sirvió para encontrar cosas en común y como nexo para conocer más a mi hijo menor no hace que quiera o me enorgullezca más por uno o por otro.

• ¿Hijo pasa algo? Tienes mala cara desde hace días… te ves cansado también – agregue y la verdad es que acababa de darme cuenta de las ojeras que traía
• ¿Será desde que te importa una mierda mi intimidad y me pegaste por no medirme el traje cuando querías? – su tono fue demasiado altanero y sé que era solo para molestarme así que trate de calmar las cosas
• No quiero pelear – le advertí – sé que me equivoque el otro día, pero detesto que se peleen y perdí los estribos

Ya había perdido la cuenta la cantidad de veces que me había disculpado por mi reacción y él seguía con la misma actitud, supuestamente había quedado claro, cuando lo hablamos yo estuve más calmado, pero después de que se volvieron a escapar se pasaba sacándome en cara haberlo castigado el sábado como si lo del lunes no hubiera pasado. Sé que fui demasiado duro, los había buscado por horas preocupado y en vez de estar arrepentido me ataca e insulta gratuitamente a Amalia. Pero aun así no me justifique y acepte que me había pasado, porque siendo objetivos solo le di 23 con el cinto, 13 por escaparse y ahí hubiera quedado si no golpeaba a su hermano ni media hora después, pero él insistía en que habían sido más de cuarenta en total. 

De todas maneras no iba a seguir disculpándome por eso, ni mucho menos dejar que lo use para chantajearme ya había estado demasiado tiempo distante de mí y a pesar de la adolescencia y el hecho de que se vuelve reticentes a las muestras de cariño yo agradecía que cuando estaba de buen humor solía ser bastante cariñoso conmigo y extrañaba eso.

• Ya pasó una semana hijo ¿cuánto tiempo más vas a estar así?
• ASHH Estoy bien no pasa nada... – pero lo que dijo se escuchó más bien como un “me pasa de todo y si alguien se acerca lo muerdo”

No quería llegar así a casa a que se encierre en su cuarto y que todo sea una lucha el resto del día, así que les propuse ir a comer algo, total Amalia almorzaba con mi hermana que la estaba ayudando con los preparativos de la boda así que solo éramos tres, fuimos a Randy… un lugar horrible y ruidoso que por alguna razón es el favorito de mis hijos, pero la comida no fue lo que yo esperaba. Marco seguía irritable, trató mal al mozo que nos atendió y todavía no tengo claro el motivo pero comenzó a pelear con su hermano así que ya era el segundo lugar del que tenía que salir apurado para evitar una vergüenza.

• ¡Ya basta! Los dos… suban al auto voy a pagar la cuenta y vamos a casa – les dije apretando los dientes y entendieron el mensaje porque salieron casi corriendo del lugar. Al final salir a comer no funcionó y camino a casa fue peor
• Estas en mi lado... ¡SAL! – comenzó Marco, no sé si se propuso hartarme hoy o no es consciente, pero ya había poco hilo en mi carrete y después de varias advertencias mías y patadas que iban y venían en el asiento trasero pare el auto
• ¡YA BASTA! no son animales por Dios – les dije mientras desde mi lugar trataba de separarlos pero era difícil ver dónde empezaba uno y comenzaba el otro, puse las manos entre los dos y uno me mordió tan fuerte que me dejó los dientes en bajo relieve – aaaa…  –  grite porque la verdad había dolido  – se terminó – me baje del auto y abrí la puerta de atrás a la izquierda y saque Isaac del brazo, no tuve que hacer fuerza porque nunca fue de ponerse difícil y eso me sirvió para calmarme – no quiero más peleas entre ustedes! – le dije a tiempo que le daba cinco palmadas   
• Plaf
• Auuuu
• plaf
• Nooo 
• plaf
• No papi
• plaf plaf
• Me porto bien – no le di fuerte en realidad solo era un llamado de atención pero por supuesto las lágrimas le caían desde que lo saque del auto así que lo abrace
• No mas peleas – repetí y lo lleve al asiento del acompañante para evitar futuras peleas y volví atrás por Marco, que además del genio que llevaba todo el día siempre fue más rebelde para los castigos así que forcejeó para salir del auto y cuando por fin estuvo a mi lado se sentó en el suelo a gritar
• ¡No es justooo!... él empezó pasándose  a mi ¡lado! – me dijo, de verdad que me estaba esforzando para estar tranquilo pero ese comportamiento no era normal para un chico de dieciséis años y eso me estaba crispando. Intenté levantarlo pero justo en ese momento pasó un vehículo así que para evitarnos una vergüenza lo dejé hasta que no hubo nadie e intenté levantarlo del brazo otra vez pero estaba en peso muerto, no sé qué diablos le pasaba, estaba actuando exageradamente infantil
• ¿Necesita ayuda? – a este auto no lo vimos venir… como si el piso estaría hirviendo, mi hijo se levantó y se pegó a mi pecho a esconder la cara
• Se… se marea en auto – le contesté para que nos dejen solos
• Hay un hospital a 3 km – me indicó
• Solo necesita aire – le respondí y el hombre asintió no muy convencido y se fue, aproveche la posición y le si 5 nalgadas por las que no se quejó – no mas peleas – le dije y trate de acariciarle la cabeza pero como siempre busco estar lo más lejos posible de mi y se metió al auto

El resto del camino fue como siempre después de un castigo, Isaac lloraba como si acabara de morir su gato con toda la tristeza del mundo encima y Marco tenía la jeta por el suelo y yo sabía que al llegar a casa tendría al primero tras mío como cachorro abandonado tratando “agradarme” y al segundo rehuyendo. 

Eran grandes para andar dándoles palmadas así que trataba en general de castigarlos con otras alternativas pero ahora me habían hecho perder la paciencia y sabía que el resto del día no iba a ser agradable. Lo que nunca imaginé es qué tan malo sería. Apenas llegue a la entrada vi la limusina de mal gusto ploteada con estrellas y Roky escrito en letras leopardo. Un día de mierda acababa de empezar.