viernes, 30 de septiembre de 2016

Dear... ¿Daddy?: Cap. 3; Autora Marambra

“Dear… ¿Daddy?”
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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 30 de Septiembre del 2016.
Etiqueta: A/a (adulto mayor, adulto joven)
Advertencia: Spank homo
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Capítulo 3
Autora: Marambra

Lautaro apenas cerró la puerta tras que Rodrigo y Gustav se marcharan, encamino sus pasos a su recamara donde encontró a Gilbert vestido con un holgado pantalón deportivo y nada menos que con un pequeño bolso de ropa, lo elemental para abandonar su vergüenza, es que después de oír a Gustav contándole a Lautaro lo ocurrido con Lucio en ese hotel hace dos meses atrás, no tenía cara para enfrentarlo, podía poner sus manos al fuego de que Lautaro no le creería su versión… vamos ¿cómo lo haría si Rodrigo y Gustav estaban convencidos de que se acostó con Lucio?, mmm bueno más Gustav que Rodrigo que casi era lo mismo, Gus solía convencer a Rodrigo de imposibles pensó haciendo una mueca de enfado.

  • ¿Y se puede saber a dónde vas? – pregunto Lautaro ocultando la sorpresa que se llevo al ver a Gilbert con su ropa en la mano con la intención clara de abandonarlo y sabía perfectamente que era por Lucio, porque intuía que Gilbert como siempre que tenía la maldita manía de oír conversaciones ajenas, seguro oyó su charla con Rodrigo detrás de la puerta… a veces no parecía un hombre, sino un mocoso, pensó enojado
  • Por ahí – respondió desafiante una vez superado el susto
  • ¿A si? – contesto irónico Lautaro – pues que yo sepa no te “mande” por ahí – agrego apoyándose en el umbral de la puerta con los brazos cruzados, ocultando el cinturón que aun tenía en la mano, lo había doblado tal cual doblaba sus cinturones para guardarlos en el ropero – te mande a la cama – recalco sin perder la compostura, mirando a Gilbert fijamente como si quisiera taladrarlo con los ojos
  • Pues no soy un niño – reclamo mirando de frente a Lautaro pero sin atreverse a gritar y ante el silencio de Lautaro recalco – ¡no soy un puto niño!

Y torció el hocico como solía decir Lautaro cuando ponía esa cara de enfado e indignado digna de un Óscar, pero esta vez no era por enojo sino por vergüenza y por temor además, pero un temor no por la reacción física de Lautaro, muy dentro suyo sabía que pese a la paliza que le había dado… la primera en su vida de pareja además, no fue un acto violento que le dejase inconsciente y por tanto tema por su vida; Lautaro no había hecho otra cosa que su padre de haber vivido con ellos… pero aun así fue un momento muy embarazoso, casi, casi la peor vergüenza de su vida, tanto así que estaba seguro de que ya no podría ni mirar la cara de Lucio en 100 años… maldito Lucio, ojala y nunca lo hubiera conocido, meditaba… pero el maldito era tan endemoniadamente hermoso y encima de eso alegre, no como Lautaro que a veces parecía tener un palo de golf metido en el culo en vez de una verga, agrego con malicia de la mala…

  • ¿Donde lo conociste? – pregunto de pronto Lautaro – y esta vez quiero la verdad Gilbert – agrego y Gilbert trago saliva, y empezó a morderse el labio – ¿Dónde conociste a Lucio? – repitió

…Gilbert había empezado a frecuentar un moderno y concurrido local, el Sky Bar en la azotea del Hotel Axel en Barcelona, a pocas cuadras de las oficinas de Lautaro, un local que conoció por medio de Román un joven que trabajada para Rodrigo y que una tarde de aquellas que se encontraron en la parada del metro lo invito a tomar una copa en dicho lugar aprovechando un evento en el local, fue ahí donde conoció a Lucio, un joven de 18 años de edad recientemente independizado de su hogar y de sus aparentemente modernos padres, quienes laxos con el estilo de vida del muchacho estaban de acuerdo con que Lucio se tome un año sabático para explorar la vida y los placeres de su edad antes de embarcarse en la responsabilidad de ingresar a la universidad, y como había concluido el bachillerato con excelentes calificaciones, le habían regalado un pequeño departamento donde vivir a pierna suelta, ellos la pagarían el costo de alimentación y ropa el resto tenía que generarlo él, así que decidió trabajar en lo que ese momento le apetecía que fue ser camarero de un club alterne.
De ahí salto a ser caballero de compañía que por casualidades del destino conoció a Lautaro, pero no porque Lautaro pagase sus servicios, sino que el joven coincidió en una cena de festejo de la empresa a la acudió como secretario personal de un tipo de 57 años, que lo llevaba de un lado a otro como un muñeco y que se conformaba con hacerle algunos toqueteos al chico a raíz de su impotencia secundaria a su diabetes, y fue en esa reunión que Lucio se aficiono de Lautaro al que vio solo y sin anillo en el dedo, además que de todos los hombres maduros del local Lautaro estaba bajo su óptica: Punto caramelo.
Con el tiempo Gilbert y Lucio congeniaron y sin querer habían planeado tender una trampa al hombre del que Lucio se había enamorado perdidamente y que resulto ser nada menos que Lautaro, queda decir que ambos ignoraban ese detalle hasta que un día Lucio vio a Gilbert con Lautaro en una discoteca donde fueron a bailar celebrando el cumpleaños de un amigo en común… inicialmente no le dijo nada y fue cuando planeo destruir su relación, e hizo que Lautaro vaya con engaños al hotel Axel pensando que se trataba de Gilbert, pues la administración llamo diciéndole que tenía una reserva en el hotel y cuando Lautaro acudió, se encontró con Lucio en pelotas queriendo tener sexo, Lautaro salió disparado de aquel local y se dio de frente con Mariano, la pareja de Lucio que sospechando de las infidelidades del muchacho lo siguió y se armo la grande, al final Lucio aclaro todo para vergüenza suya y Mariano haciendo uso de la habitación del hotel, le dio una reverenda paliza a Lucio como si fuera un mocoso y termino la relación, Lucio sin saber que hacer llamo ese mismo día a Gilbert y le conto todo lo sucedido sin pelos en la lengua en medio de un llanto inconsolable, sellando entre ambos una fuerte y leal amistad.
Obviamente Gilbert nunca menciono nada a Lautaro de lo ocurrido ni este tampoco saco el tema a la luz, por temor a la reacción del otro, y con el paso del tiempo dejando atrás los amores frustrados Lucio y Gilbert se convirtieron en uña y mugre y como era de esperar el espíritu aventurero de Lucio pudo más que la sensatez de Gilbert y pronto ambos se vieron involucrados en un sinfín de tonterías propias de dos adolescentes, resintiendo obviamente los estudios de Gilbert lo que le trajo problemas cada vez mas grandes con Lautaro.
Es que éste, tras fungir de tutor era convocado cada vez a reuniones extraordinarias al colegio de Gilbert siempre con la misma queja, que Gilbert no estaba apretando el estudio y que sus notas habían bajado, fue cuando harto de lo mismo, justamente una semana antes había decido frenar los pies de su muñeco.

  • ¡VENÍ ACÁ! – le había dicho con ese acento suyo muy propio de su país y que brotaba a borbotones cuando el enojo lo cogía de La cintura y ahora mismo estaba muy “caliente– ¿qué carajos pasa contigo?, ¿qué es lo que tenés? – le pregunto mostrándole la libreta con las notas parciales, aquella tarde que lo espero sentado en el comedor nada menos que con la sarta de exámenes reprobados de Gilbert en la mano esperando una respuesta que nunca llego – ¡mirá! Gilbert – dijo con el ceño fruncido golpeando con el dedo la mesa, no quería forzar nada porque estaba realmente enfadado con las quejas que le habían dado toda la puta mañana en el cole – ponete las pilas  pero ¡SHA!,  o te meto un boleo en el orto… ¿me entendiste? – pregunto enojado parándose de pronto a su lado haciendo aquella pregunta muy cerca en su oído como una amenaza flagrante – así que mejor dejás de lado la maldita fiaca que venís arrastrando porque estoy a medio pelo de hacerte cagar – amenazo mostrándole el rebenque, cosa que hizo que Gilbert se digne a mirarle a la cara
  • No te atreverías – murmuro dubitativo
  • ¿Querés que te de una muestrita? – había dicho Lautaro jalándolo del brazo y haciéndolo parar para susto del muchacho
  • Noooo – y Gilbert tironeo el cuerpo sentándose de nuevo con un nudo de miedo en la boca del estómago, de pronto sintiéndose irremediablemente niño
  • No me calientes Gilbert que no estoy para tus boludeces – agrego tirando el rebenque sobre la mesa – ponete la pilas, nada más porque la próxima queja no respondo, porque vos acá no tenés que hacer nada que no sea estudiar, ya te lo he dije un montón de veces –  y después de eso se puso a terminar de cocinar…

Gilbert después de aquello había hecho el intento realmente de mejorar y aplicarse, pero tentación es tentación y Lucio tenia miel en la boca para endulzar su oído y flaquear su voluntad, tanto así que en menos de una semana estaba de nuevo en las andadas olvidándose de todo, y se había faltado de clases por tres días sin un justificativo de por medio, razón por la cual Lautaro recibió una vez más la temida llamada del colegio además con una nota de suspensión por una semana que fue en realidad la gota que colmo el vaso.



8 comentarios:

  1. Ja me encanto el argento se te Colo un ponte y acá decimos ponete pero igual es un argentino al palo (nunca mejor dicho 😉) ahora ya sabemos que pasó y aun asi nos quedan los jugosos detalles de aquella "charla" que nos trajo aqui jeje.
    Realmente exitosa la excursión por el yaoi.

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  2. Malo se le ve venir a mi niño me encanta esta historia en España lo que pasa que en el acento no ha ciertas mucho, pero te amigo que escribas de un país que no conozcas mucho
    TERRy

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    1. Jeje Hola Terry...

      Pues yo no podría escribir como hablan los españoles, es casi imposible, porque el uso de los tiempos en relación a la conjugación vuestras es muy diferente a la de nosotros, por ejemplo nunca usamos el OS... eso es aquí casi reservado única y exclusivamente para la poesía antigua, solo lo leemos en libros de poesía te diré y segundo que si tendría que imitar vuestro acento, tendría que exagerar las zetas, porque aquí zeta, ce y ese suenan igual, por ejemplo no decimos coraZón, sino coraSón.
      Y pues decidi que Lautaro al ser bonairense pues, saque un poco de lo suyo como todos cuando las emociones abordan y desbordan y hable como cuando a un argentino le coge el enfado, y para eso pedí ayuda a Chany, que le puso picante a la conversación.
      Un saludito

      Marambra

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  3. ¡AAHH NO!!
    no lo puedo evitar,esto es con verdadera premeditación,no es justo,espero y espero por estas escenas y tu ...vas echando gotitas de agua a un sediento en pleno desierto!!
    Marambra ¡eres culpable!,nuevamente me has dejado hecha un nudo!!
    ...siento que me gasto uff!!
    cariños,Keny

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  4. Seguro la paso bien con Lucio, haciendo trastadas de chicos, asi que nadie le quita lo bailado, ademas que pago pago jajaja

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  5. Sabotaje... como nos haces esto.

    Yo que estaba sentada esperando por fin y me encuentro con que aun no ocurrió lo que todos esperamos, grrrrr.
    pero eso tambien es bueno, seguro hay unos capitulos más por delante, bravo por eso


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  6. GENIAL HISTORIA, ME GUSTA LEER SOBRRE Yaoi y sobre slash igual. MAS CUANDO HACEN HISTORIAS DE PERSONAJES HETEROS IMAGINARLOS EN PLAN HOMO SUENA INTERESANTE. NACISTE PARA ESCRIBIR AMIGA Y LA VERDAD ESTA HISTORIA PINTA MUY BIEN ES ALGO DIFERENTE... AMO LA VARIEDAD... ERES DIFERENTE, ADEMÁS TE QUEDO DE LUJO ESE ACENTO ARGENTINO SUPER BIEN... UNA CONSULTA NO PODRÍAN HACER PAREJA DOS CHICOS JÓVENES O SIEMPRE DEBE SER UNO MAYOR AL OTRO Y QUIEN HACE DE ACTIVO LAUTARO AL COMENTARIO QUE PONES QUE PARECE QUE TIENE UN PALO NO UNA VERGA, PARECE MAS BIEN VERSATIL AY YA ME SALÍ DE CONTEXTO. FELICIDADES!

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  7. Me dejaste con ganas de leer mucho más!!..
    Que la historia es muy interesante!!...
    Y es bueno leer variedad!!...

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