jueves, 13 de octubre de 2016

Dear... ¿Daddy?: Cap. 5 FINAL; Autora Marambra

“Dear… ¿Daddy?”
一一一一一一一一一一一一一一一
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 13 de Octubre del 2016.
Etiqueta: A/a (adulto mayor, adulto joven)
Advertencia: Spank homo
一一一一一一一一一一一一一一一
Capítulo 5
Final
Autora: Marambra

“De haber sido un solo día te creería, ¿pero tres?”, le había dicho  Lautaro haciendo un punto en la cabeza de Gilbert, quien se mordió la boca meditando en lo que acababa de suceder, pensando que lo mínimo era disculparse aun cuando no fue como había pasado…

  • Pero yo NO dije que estaba yendo al cole – finalmente Gilber encontró una salida al problema, usaría las palabras de Lautaro en su contra – solo dije que estaba saliendo… fuiste tú quien supuso que iba al colegio – tuvo el descaro de decir Gilbert, mientras Lautaro lo miraba con los ojos cuadrados, ¿sería posible que  para Gilbert todo se resuma a un error técnico?
  • O sea ¿yo me estoy inventando? – agrego Lautaro haciendo una mueca de disgusto, pero sin dejar de acariciarlo
  • Noooo, solo que tu diste por hecho que yo estaba yendo a pasar clases – contesto por primera vez dando la cara
  • El cole es al único lugar que tienes que ir en las mañanas, ¿si o no? – pregunto frunciendo el ceño
  • Bueno, siii, pero es que… fue un error tuyo – lo acuso y Lautaro prefirió no discutir sino llevar el agua por el curso que debía
  • Y él no sacarme de mi error ¿no crees que es una forma de mentir Gilbert? – le pregunto Lautaro con voz seria, clavando sus ojos en las pupilas de su joven amante
  • Lo siento, yo…. simplemente paso Lautaro… no creo que tu no hicieras tonterías alguna vez – dijo a modo de argumento de último momento además – Lucio me llamo y yo fui…
  • A su piso – declaro Lautaro apretando los dientes – a acostarte con él – no era una pregunta, era una afirmación, la que había negado tan fervientemente a Gustav y Rodrigo no hace ni media hora
  • NOOOO; fuimos al canal a ver a Kurt – respondió como si eso resolviera el problema, mientras Lautaro hacia memoria, ¿quién mierda era Kurt? – de Glee, mi programa favorito – añadió Gilbert tras mirar la cara de incógnita de su amor y Lautaro abrió la boca para decir algo, cerrándola de golpe, aquello era simplemente una locura – lo sé, lo sé, es una locura pero… Lucio me consiguió un pase a la conferencia de prensa como regalo de cumpleaños, nada más – le dijo cogiéndole de las muñecas besando las manos de Lautaro – entre él y yo no hay, no hubo y no lo habrá nada… yo te amo Lautaro, TE AMO – declaro

Y Lautaro prácticamente lo tiro a la cama, desnudándolo como quería volteándolo con violencia, quería sentirlo por dentro, aquella pequeña declaración con los ojos vidriosos y la voz aniñada lo encendieron como nunca, pero su pasión llego a Full cuando al tirar del slip de Gilbert pudo contemplar su obra, varios franjazos rojos estaban perfectamente dibujados entre las nalgas y los muslos de Gilbert y no pudo contener la tentación de tocar cada uno de ellos y besar sus heridas de guerra, por alguna razón, el contraste de la rojez y algunos puntos equimóticos entre azul y lila disparaban adrenalina por sus venas concentrando toda su pasión entre las piernas y con inusual apuro, cerrando los ojos, tras lubricar a Gilbert cogiendo la crema que tenían ambos en el velador, lo penetro sin miramiento alguno arrancando un doloroso grito de la garganta del muchacho que en vez de aplacar a Lautaro lo encendió peor, porque sus embestidas fueron mas y mas duras que antes, hasta que Gilbert se fue adaptando y acomodando a las demandas de su amante disfrutando de aquel violento encuentro…

  • ZZAASSS – Lautaro no pudo evitarlo; por alguna razón se dejo llevar, cogió su cinturón y tras separarse de Gilbert y antes de que este se gire sobre su espalda, le atesto tremendo trallazo por puro gusto y placer
  • ¡WWWAAAOOO!… me has lastimaaaado – se quejo Gilbert girando sobre su espalda enfadado al ver a Lautaro con el cinto en la mano
  • Es que así como estás, me ponés arrecho – murmuro Lautaro con una sonrisa
  • Pues no te acostumbres, que no voy a dejar me lo hagas de nuevo – contesto Gilbert algo molesto tratando de entrar debajo de las sábanas, de pronto queriendo ocular su desnudez en un ataque de vergüenza pero no por pudor sino por temor, siendo atajado por Lautaro
  • Pues no me mientas, no te faltés a clase, no saqués malas notas y no tendremos que hacer “ESO” – le dijo dejándolo en la cama enfurruñado, mientras el movía toda su varonil hermosura, desnuda a la ducha, por alguna razón había dejado florecer de nuevo al porteño de siempre – ¿no te bañás conmigo? – le pregunto como si nada hubiera pasado
  • No, ahora estoy muy enojado  contigo – contesto mimoso Gilbert frotando su trasero debajo de la sabana
  • A pobeshiiito – le dijo Lautaro jalando las sabanas, volviendo a ponerlo boca abajo, besando una vez más el trasero de su amante, o… bueno, los franjazos – no te portés mal y ese culito tuyo, estará en paz – dijo y volvió a ponerlo boca arriba sujetándolo de las muñecas para mirarlo a los ojos, éste como cualquier otro momento era tan bueno para advertir sobre el futuro – lo digo en serio  Gilbert, ponete las pilas porque la próxima, shodijo poniendo la mano de su amante en el pecho como una promesa – no voy a dudar de romperte el orto de verdad, no como ahora y la próxima me voy a ver obligado a usar el talero que cuelga en la puerta – dijo amenazante – solo tenés que estudiar, nada más – sentencio y le beso la boca

Y con eso volvió a incorporarse y se marcho a la ducha pensando en lo que había pasado, lo mismo que Gilbert, que trago saliva; él no quería por nada del mundo volver a enojar a Lautaro, había sido tan fiero el momento que estaba seguro que mientras le dure vida y el recuerde el instante de todo aquello, no dejaría de estremecerse…
Había llegado al medio día, calculando la hora de salida del cole y corrió escaleras arriba sudando más de nervios que de otra cosa, sintiendo el corazón acelerado, por alguna razón su consciencia le estaba molestando, era el presentimiento de que su vida estaba a punto de derrumbarse, bueno no su vida, la paz de su trasero y no se equivoco, Lautaro estaba tan enojado que apenas cerró la puerta lo jalo del brazo y lo empujo al estudio sacando de la pared el talero de cuero que colgaba con los boleos y Gilbert se puso blanco del miedo, una sola vez Lautaro en medio de un juego bruto le había calado con aquello la pantorrilla y aunque Lautaro juro que no lo hizo fuerte, ardió la piel y la tuvo roja todo el día…

  • ¡Pero! ¿qué te pasa? – le pregunto asustado sin querer soltar la mochila que Lautaro tironeo como trapo
  • ¿Querés saber lo que me pasa? – respondió a su vez Lautaro tirándole a la cara los exámenes de química, de mate y demás materias – ESTO ES LO QUE ME PASA – chillo y descolgó el rebenque haciéndolo tronar sobre su palma abierta que Gilbert del puro reflejo cerró los ojos – ¿DÓNDE MIERDA ESTUVISTE?
  • EEEN ENNN EN EL COOOLE – grito a su vez Gilbert sintiendo ya no más un doloroso azote en medio mulso, el rebenque acababa de besarlo de lleno y no fue un beso de amor, fue puro veneno
  • ZAAASSSS – resonó en medio de la habitación
  • WAAAOOOO – grito Gilbert frotándole la cara lateral del muslo, mierda que había ardido pensaba sintiendo hincharse la piel
  • DONDE MIERDA ESTUVISTE, TE ESTOY PREGUNTANDO – volvió a demandar Lautaro apretando cada vez más nervioso y enojado el rebenque
  • Pero ya te diiiije, en el coooole – mintió Gilbert temblando de miedo agachándose para cubrirse las piernas, pensando que un nuevo trallazo le llegaría, pero en vez de eso, Lautaro lo jalo a él haciéndolo trotar entre tropezones a la intimidad de su alcoba, estaba decidido, le iba a dar una buena paliza, una que Gilbert se acuerde toda su vida
  • ¿Dónde MIERDA estuviste? – volvió a preguntar Lautaro, dándole una oportunidad de arreglar las cosas, respirando con dificultad, tratando de calmarse después de empujar a Gilbert hacia la cama donde cayó como saco
  • En el cooole, donde maaas – y eso llevo su trasero a la tumba

Lautaro llevo las manos a la hebilla del cinturón sacándolo de su cintura como un culebra venenosa, doblando en dos aquella macabra cosa, porque su cinto si bien no tenía un mango de madera como el talero que tiro sobre la cama, era tan grueso como esa otra monstruosidad, desventajas de un buen trabajo de talabartería argentina; tras aquello lo empujo con violencia sobre la cama de espaldas y con una habilidad jamás demostrada, jalo violentamente la hebilla del cinturón del propio Gilbert y de un solo tirón arrastro pantalón y slip a las rodillas, girando nuevamente boca abajo a un estupefacto Gilbert sobre su cadera inmovilizándolo con gran ventaja, su tamaño, su edad, su peso, su habilidad y sus conocimientos de karate entraron en juego, tras aquello doblando como pudo su cinturón rompió la piel del joven en una buena paliza que lo dejo berreando como un niño mientras lo recriminaba de por medio todo su mal proceder…

  • Nooo, nooo Lautaroo por favooor, NOOOO; NOOO – gritaba Gilbert desesperado sujetando como podía el ruedo del pantalón, sin éxito claro – NO LO HAAGAS, POR FAVOOOR, POR FAVOOOR – empezó a rogar cuando sintió el frio del aire acondicionado besar su piel desnuda y mirar sin querer su reflejo en el espejo que había en la cabecera de su cama… si muy morboso pero ahora mismo humillante, no había nada peor que verse reflejado siendo degradado a crío por su amante – PLEASE… PLEASE – su garganta se hizo un nudo y en su desespero su lengua materna afloro en un ruego que cayó a oídos sordos, porque para eso, Lautaro empezó a azotarlo con ganas
  • ZAASSS ZAAAS ZAAAS – Lautaro tenía un innato talento en manejar el cinto con tal destreza que no fallaba ni un solo tortazo, llegando todos a un mismo punto, el centro del trasero y el pliegue de unión a los muslos, quería por lo visto desde un inicio dejar muy claro su punto de vista
  • Aaahhhh AAAAAUUU AUUU yaaa, yaaa LAUTAAARO AUUU – Gilbet empezó a rogar casi desde un inicio, porque los trallazos realmente dolían, Lautaro no lo estaba azotando como a un muchacho, sino como a un hombre
  • ZAAAS ZZZAAS ZAAAS zaas zaas ZAS ZAAAS ZZZAAS ZAAAS
  • WWWOOOOUUU EOOUUU yaaa, YAAA AYYYY POR FAVOOOR POR FAVOOR – rogo metiendo las manos al trasero en un momento de esos que Lautaro aflojo el agarre por acomodarlo, recibiendo sus palmas y sus dedos los azotes de lleno, que sin dudarlo retiro rápidamente de aquel lugar llevándoselos a la boca para mitigar el ardor, mientras zapateaba sudando copiosamente como si estuviera en una maratón, mojando su camiseta, para ese momento estaba ya un lio de mocos y baba por la cara
  • ZAAAS ZZZAAS ZAAAS zaas zaas – mientras Lautaro no dejaba de azotar, iba a escarmentar a su muñeco, de tal manera que quede curado de toda maña – MENTIROSO CARAJO ZAS ZZZAAS ZAAAS ZAAAS ZZZAAS ZAAAS NO HAS IDO A CLASES TRES DÍAS  ZAS ZAAAS ZAAAS – punteo aquello con tres franjazos que hicieron ver chivos a Gilbert
  • AAAHHHHHH AGGGJ AGJJ AYYYA YAAA, YAAA LAUTAAARO – seguía chillando Gilbert, pateando como potro desbocado al aire, haciendo caer su ropa de sus rodillas a sus tobillos, muy humillante, parecía un mocoso de 11 años que pierde los calzones – PLEASE… PLEASE… LAUTARO, NO… HURTS, HURTS  IT HURTS A LOT, PLEASE – empezó a quejarse en inglés
  • ZAAAS ZZZAAS ZAAAS zaas zaas
  • I GO SCHOOL, PROMISE… NOT HIT ME, DO NOT HIT ME THAT IR REALLY HURTS – y Lautaro lo soltó, pero sin dejar de estar enojado, sino mas al contrario, reprendiendo verbalmente…

….Y Gilbert se quedo pensando en aquello que pasara hace casi dos horas atrás, llevándose inconscientemente la mano al trasero, sintiendo con sus propios dedos, las ronchas de la paliza que le diera su amado.

  • ¿Recordando viejos tiempos? – pregunto Lautaro acercándose a Gilbert aun húmedo y oliendo a champú, mordisqueando su oreja, jalando las sábanas no dando tiempo al muchacho de retirar la mano, avergonzándolo – mirá Gilbert, te amo – declaro clavando sus ojos a sus pupilas, metiendo una de sus manos debajo del trasero del muchacho acariciando morbosamente los relieves de la paliza – y por ese amor que te tengo, no voy a dejar que arruinés tu vida por andar de fiaca, así que mejor hacéme caso y ponete las pilas, porque como dije antes… me veré obligado a cumplir mi promesa – murmuro mirando hacia la puerta donde colgaba ahora mismo el soberbio rebenque
  • ¿De verdad usaras esa cosa? – pregunto Gilbert con  un nudo en la garganta
  • Quien sabe…


Respondió Lautaro volcando de espaldas a Gilbert, colocando las caderas del muchacho al nivel de su cintura bajo su peso, acomodándolo para una nueva acometida… este encontrón resulto demasiado caliente para Lautaro que estaba encendido, quizás no era mala idea que Gilbert se porte mal de vez en cuando y arreglar las cosas como ahora: una paliza y a la cama…
Las imágenes perteneces única y exclusivamente a sus maravillosos autores




11 comentarios:

  1. Bueno llegamos al final de la historia de Gilbert, ha sido un poco raro escribir sobre una pareja, pero bueno que les digo, si no lo mencionan yo no tenia idea de que era el Yaoi, y debo confesar que me gusta jjj sobre todo si tiene spank.
    Veremos si esta relacion crece o se queda aqui, de todos modos me diverti escribiendo sobre todo para arrancar una sonrisa a mi mano derecha Chany....
    Gracias por tu apoyo incondicional con el blog y apostar por este sitio como favorito, jejeje

    Marambra

    ResponderEliminar
  2. Claro que es mi favorito!
    Ya lo dije antes, no me gustan los finales, pero como el que avisa no traiciona... yo ya estaba advertida y para ser una regalo de cumpleaños fue largo.
    Me encantó tu incursión en el yaoi y a mi ya me gustaba el genero así que con mas razón.
    Le pilló gusto el porteño a decorarle el traste a su malceiado muñeco y aunque Gilbert se quedo con mal sabor de los azotes seguro que disfruto tenerlo ensendido a su hombre. Quien quita que a futuro se meta en lios a propósito 😏 total soportar unos franjasos son bien recompenzados al parecer 😉.
    Yo por lo menos quiero volver a verlos por el blog.
    Una alegría tenerte de nuevo en casa y con la imaginación a full.

    ResponderEliminar
  3. Que pena que terminara pero me encanto de vez en cuando deberíamos saber de ellos

    ResponderEliminar
  4. Marambra...

    No puedes terminarlo así de esta manera tan de repente, yo espero sinceramente que lo reconsideres y nos regales a futuro noticias de ambos, es que me enganche en este genero también y fue divertido verlo en tu blog y bajo tu pluma.

    POR FAVOR NO LO TERMINES... CONTINUALA

    Pero muy aparte de ese pedido, el relato estuvo fantástico, no creí que te animaras a poner algo erotico, pero es un erotismo sutil y divertido.

    UN abrazo.

    Paz

    ResponderEliminar
  5. Lastima que lo termines tan pronto, hubiera querido que dure más, pero tengo la esperanza de que en algún momento tu inspiración toque a favor de Gilbert y haga alguna trastada suya.

    Lara

    ResponderEliminar
  6. Pobrecito le fue en friega como dicen en mi país jajajajajajjajajajajajajaja

    ResponderEliminar
  7. Holaaa Marambra!!
    Tu historia me encantó y ahora que dices que es el final...
    Ojalá como dicen las chicas algún día te animes a continuar!!
    Pero de verdad que fue muy divertido!! Gracias por eso amiga!!

    ResponderEliminar
  8. BRAVO, BRAVO, BRAVO

    BUEN FINAL... ME GUSTO ESTE RELATO, OJALA NOS SORPRENDAS CON OTROS ENCONTRONES DE ESTA PAREJA POR FAVOR.

    MANDY

    ResponderEliminar
  9. Realmente un maravilloso final..aunque pobre Gilbert parece que Lautaro le cogio gustito a besarle las rayitas rojas luego de unos correazos jajajaja

    ResponderEliminar
  10. Pobre Gilbert, pero igual salio recompensado...

    Buena historia Marambra, pero por favor no la termines aqui, dale una oportunidad a seguir avanzando, apuesto a que seria divertido seguir viendo las aventuras de esta pareja

    ResponderEliminar
  11. Solo queria decirte que sencillamente me encanto esta historia

    Muchas gracias

    Hanna

    ResponderEliminar