Ellas tambien son malvadas (F/m): Cap. Único; Autora: Musse

Ellas también son malvadas

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 13 de Octubre del 2016.

Etiquetas: F/m

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Rin del Angelito

Capitulo único

Autora: Musse

Tres años y un mes exactos...este año mi pequeño Angelito debería haber cumplido tres años...donde debería haber estado en mis brazos jugando y riendo en medio de este mundo...este mundo que lamentablemente no estaba preparado para él...A lo lejos oigo escuchar la voz de mi hijo mayor...el pobre se que no tiene la culpa...pero desde ese momento es que yo no puedo tocarlo….todo por culpa de su padre...su maldito padre….Aquel infeliz de mierda que me cago la vida...No lo puedo evitar...sus gritos en vez de darme alegría me producen dolor...dolor porque apenas puedo tocarlo y más mi madre se hace cargo de lo que yo puedo hacerme cargo de él...según la psicóloga podre poco a poco tocarlo...espero que la vida me perdone y que el día en que pueda tocarlo no sea demasiado tarde...aunque ya escucho sus pasos correr por el pasillo y a mi madre corriendo detrás de él para que no ensucie el pasillo que recién había sido encerado….

• Elena: Leo! No corras por el pasillo!
• Leo: Pero Mami Lena!! Es que es divertido! – Elena alcanza a Leo y le da un solo jaloncito de orejas para que se detenga – Auu mami Lena – escucho los pucheros de mi hijo...aquel hijo que no puedo tocar aun…
• Elena: Nada de peros, vamos al patio a jugar, tu mamita esta descansando.
• Leo: Ella siempre descansa, pero vamos... se que no me quiere, solo tu me quieres mami Lena y no se porque :( 

Duele escuchar esas palabras... dolor... ya por lo menos siento algo mas por alguien más, sé que soy egoísta, pero es preferible el dolor a la indiferencia que sentía antes por mi propia sangre; tal vez dentro de un tiempo pueda sentir ese amor que tanto sentía por mi hijo...

Escucho a mi madre llevárselo al patio y lo escucho sollozar, pero sé que ya se le va a pasar, por mientras solo me queda seguir preparando su corona, su corona de flores de papel para dejársela en su tumba el 1 de Noviembre. Además le diré a la siquiatra que me deje de dar esas gotitas para dormir que ya no las necesito, tan solo necesito las gotitas de la felicidad... escucho los pasos de mi madre solamente y la veo entrar…

• Elena: Victoria...necesitas tratar de verlo mas...te estas perdiendo su vida y su niñez, una niñez que nunca más vas a poder recuperar…
• Victoria: ¿Crees que no lo sé? ¿Crees que no me doy cuenta de eso? Pero dime, acaso alguien más llora o extraña a mi hijo? Aquel hijo que no puedo siquiera tener un recuerdo de él, un mechón  de pelo o algo porque ni siquiera pude verlo nacer por el imbécil de mierda del padre de Leo?!
• Elena: No es fácil, pero aunque sea difícil decirlo, Law esta muerto y Leo sigue ¡vivo!
• Victoria: ¡¡YA BASTA!!... NO ME RECUERDES QUE MI HIJO MI BEBE ESTA ¡¡MUERTO!!
• Elena: ¡Pero tienes que reaccionar!... Leo está vivo y Lawrence ya no – en ese momento Elena intentó siquiera tocar a su hija, pero estalló una crisis justamente…
• Victoria: ¡NO ME TOQUES!, ¡ME HARÁS DAÑO!... ¡¡TODOS ME HACEN DAÑO!! TODOS!!!... ¡DÉJAME SOLA! – Victoria no paraba de agitar sus brazos para alejarla para que nadie la tocara….
• Elena: Hija respira... respira... recuerda que Leo está en el patio pero te puede escuchar, respira y tranquila no te voy a tocar…
• Victoria: PROMÉTEME QUE NO ME VAS A TOCAR… no quiero que me toquen, porque me lastiman, TODOS ME LASTIMAN, TODO ME LASTIMA
• Elena: Okey hija, no te tocaré... haz la corona para Law, mira eso te va a tranquilizar

Victoria empezó a respirar y poco a poco empezó a relajarse hasta que cayó dormida. Elena cuando vio que ya estaba totalmente dormida se acercó y le rozó con su mano la mejilla, era lo más cerca que podía estar, ¡maldito! sea el momento en que su hija de 25 años conoció a ese psicópata de mierda... si tan solo lo hubiese detenido a tiempo nada de esto hubiese pasado, lo peor es que su nieto mayor era la viva imagen de él.

Mientras Elena volvía de estar viendo a su hija, no se había dado cuenta de que Leo había escuchado todo, él no comprendía porque su mamá no lo quería y a su papá no lo recordaba mucho, solo recordaba que lo levantaba por los aires para que volara y si él preguntaba por él su abuela solo le decía que no estaba ya y que no preguntara por él, y en esa confusión Leito encontró como consuelo un viejo libro de cuentos de su abuela, quizás lo mejor que podía hacer en estos momentos era solo leer, mamá Lena le había enseñado a leer cuando tenía 5 años y ahora a los 6 era uno de los más avanzados en su clase.

Pasaron los días y llego el día de ir al cementerio, fueron Leo, su madre y ella, que iba con la corona de papel de flores blancas para su bebé con un pequeño angelito de papel, porque para ella era un angelito, era su angelito que la cuidaba desde el cielo, que jugaba y revoloteaba con su bisabuela; el cementerio estaba lleno porque ese día iban todos al cementerio a dejar flores a sus seres queridos, algunos con bandas y orquestas para alegrarlos y otros simplemente para compartir con sus seres amados su día a día en una charla intima en medio de rezos, ella solo llevaba su corona y su celular con la canción que le dedicaba cada vez que iba al cementerio a verlo sola o con su familia.

Al llegar al mausoleo, hizo el mismo ritual de siempre junto a su familia, limpio el mausoleo, limpio los floreros y cambio el agua y le agrego nuevas flores, mientras su madre colocaba la corona de papel mayor al mausoleo familiar y ella le colocaba personalmente la corona de flores blancas con el angelito en la tumba de Law, Leo tan solo miraba desde el banco que había en dicho sitio en silencio, porque ese el momento en que más cerca podía estar de su madre mirándola, porque sino él veía que su madre no lo quería o por lo menos eso el sentía, de que solo tenía a mamá Lena para que lo quiera, en eso escucha la canción que su mamá le canta a su hermanito… 

Ya se va para los cielos  ese querido angelito

a rogar por sus abuelos, por sus padres y hermanitos.

Cuando se muere la carne el alma busca su sitio

adentro de una amapola

o dentro de un pajarito.

La tierra lo está esperando con su corazón abierto

por eso es que el angelito parece que está despierto.

Cuando se muere la carne el alma busca su centro

en el brillo de una rosa

o de un pececito nuevo.

En su cunita de tierra lo arrullará una campana

mientras la lluvia le limpia su carita en la mañana.

Cuando se muere la carne el alma busca su diana

en el misterio del mundo

que le ha abierto su ventana.

Las mariposas alegres de ver el bello angelito

alrededor de su cuna le caminan despacito.

Cuando se muere la carne el alma va derechito

a saludar a la luna

y de paso al lucerito.

Adónde se fue su gracia y a dónde fue su dulzura

porque se cae su cuerpo como la fruta madura.

Cuando se muere la carne

el alma busca en la altura

la explicación de su vida cortada con tal premura,

la explicación de su muerte prisionera en una tumba.

Cuando se muere la carne

el alma se queda oscura.

Mientras sonaba la canción, Leo no aguanto más y calladito se fue, le dolía ver a su madre así sin que lo quisiera o siquiera le hiciera un cariño en la cabeza, mamá Lena no lo vio porque estaba amarrando la corona y podía caerse, así que corrió, corrió tanto como se lo permitían sus piernecitas, esquivo músicos, bombos y se escondió en el cementerio entre los pasillos para que no lo pudieran encontrar nunca más.

Cuando Victoria terminó de cantar la canción empezó a llorar nuevamente y no dejaba de pensar que su hijito debería haber estado con ella, no en esa tumba, aunque ahora está con su bisabuela jugando en el cielo, pero ella lo quería a su lado si o si, quería verlo crecer, quería tenerlo tan solo un ratito chiquito en sus brazos, pero eso nunca podría ser, él está en esa tumba... su pequeño angelito, de pronto recordando que tenia otro a su lado pero al mirar hacia atrás para ver por lo menos si Leo se había quedado dormido o jugando se dio cuenta de que no estaba... nuevas emociones volvió a sentir, era como miedo, pero no ese miedo habitual en ella, sino miedo de que le pasara algo a su hijo, a ese hijo que no podía tocar, pero que no por eso sentía que no debía estar vivo.

• Victoria: Mamá!! Mamá!! Leonel subió contigo?
• Elena: No Vic, Leo no está aquí! ¡¿Dónde está mi nieto?! Hay que buscarlo!!!

Victoria, empezó a moverse, o más que moverse a sentir un nuevo tipo de desesperación, ese tipo de desesperación de que sabes que la historia no se puede repetir nuevamente, porque ella no quería llevar dos coronas blancas al cementerio, su corazón apenas podía aguantar hacer una sola corona. Corrió por los pasillos y como no podía tocar a las personas se acercaba y les preguntaba de frente, ninguno había visto correr a ningún niño pequeño, así que empezó a forzar a su cabeza y a intentar recordar lo que había escuchado de su hijo, o lo que había visto detrás de las ventanas y recordaba que a su hijo le gustaban los espacios pequeños, pero en lugares altos así que ya sabía por dónde podía encontrarlo, corrió a los mausoleos que se encontraban en segundos pisos, los más nuevos y ahí lo encontró, estaba hecho bolita sollozando en una tumba que por ironías de la vida tenía el nombre del maldito psicópata, Cristian, su hijo estaba llorando y de ese tipo de llanto que es lastimero, así que enfrentando a sus miedos y a su mente que le decía que no era seguro, se acerco y lo abrazo, se sintió raro, sentir el tacto de una persona, alguien chiquito que es suave con ese aroma característico a shampoo de niños, mientras lo abrazaba su cabeza gritaba NO ES SEGURO! NO ES SEGURO! TE VA A HACER DAÑO!!

Pero a pesar de todo seguía ahí abrazándolo y gritándole o autogritandose a su cabeza, que si lo es, que por lo menos su hijo, su pequeño Leoncito si lo era... y recordó que de esa manera le decía a su hijo y con mayor razón lo abrazo. Leo se dio cuenta de que alguien lo abrazo y se sobresaltó en un momento, pero cuando vio que era su mamá, no mami Lena se quedo en shock y solo se dejo abrazar antes de que mamá Victoria no lo siguiera abrazando, cuando vio que ya llevaba más de 1 minuto cosa que él consideraba que era mucho tiempo, se arriesgo un poco más y la abrazo, ella le correspondió el abrazo, pero lentamente porque seguía sintiendo miedo, pero debía vencerlo si es que no quería llevar otra corona más.

• Leo: Mami... mami, me estas abrazando... ¿ya me quieres mami?? ¿Ya no me odias? – Victoria dejó de abrazar a su hijo y lo miró de frente mientras le rozaba sutilmente el rostro a su hijo
• Victoria: Nunca te deje de querer mi pequeño, nunca te deje de querer, tu eres la única razón por la que sigo viva…
• Leo: No digas eso mami, que sino te acusare con mami Lena y se va a enojar contigo por mentir – Lo dijo mientras hacía un leve puchero inflando sus cachetitos.
• Victoria: No creo que se enoje tanto conmigo como contigo Leonel...sabes que nunca debiste haber hecho esto, ¿porque te escapaste Leo?
• Leo: Es que tu ya no me quieres, solo quieres a mi hermanito y mami Lena se va a aburrir de mi como tú lo hiciste conmigo, yo no quiero que me quieran por lastima, quiero que me quieran por mi, por solo ser Leo – Victoria se acercó nuevamente y le dio un beso en la frente y luego lo miro
• Victoria: Siempre te he querido Leoncito, tan solo que mami estaba muy mal, no te toco porque no te quiera, no te digo que siempre voy a poder tocarte tanto como hoy, pero poquito a poquito lo hire logrando, solo dame tiempo – y antes de que Leo se diese cuenta y aprovechando de que no había nadie por allí, dio vuelta a su hijo y le dio seis palmadas rápidas pero contundentes para su edad – PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
• Leo: ¡¡¡Bua!!!....  ¡Mamiiiii me pegaste! – Leo empezó a llorar nuevamente pero no por la pena de que su mami no lo quisiera sino por su trasero que le dolió el asalto sorpresivo
• Victoria: No te pegue por pegar, te castigue y sabes que tu abu también te castiga de esta manera, además no olvides que después de un castigo siempre viene esto

Y luego lo volvió a abrazar, fue un abrazo cortito pero un abrazo al fin cortando así el llanto de Leo, inmediatamente después de esto salieron juntos y Vic llamó a su madre, confirmándole de que tenía a Leo, cuando llego Elena donde estaba Vic y Leo esta se quedó mirando porque vio que Victoria tenía a Leo de la mano, y sin querer cuando vio eso su corazón se sentía más aliviado porque creía que nunca más iba a ver ese milagro, su hija logrando tocar a su Leoncito… al irse del cementerio, Victoria por instinto miró hacia atrás y vio un niñito de 3 años de cabellos negros lacios y tez blanquita vestido de blanco entero jugando con un camioncito en el pastito, que cuando la miro, solo le hizo una seña con una mano despidiéndose, Victoria solo lo vio y sonrió, ya que su instinto y su corazón le decían que había cumplido su sueño de ver a su pequeño angelito una vez en su vida…

“El Bimbo che dorme”

De: Luigi Amato

    Italia 1898 - 1961
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Dedicada a mi pequeño angelito: Lawrence Andre M.M,

que se que me está cuidando desde el cielo

y jugando...

ya nos vamos a encontrar algún día mi pequeño angelito

y te voy a dar todos esos besitos

y abrazos que nunca te pude dar….

Musse