Mis Gemelos; Cap.267; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 06 de Marzo del 2017

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Capítulo 267

¿Espíritu navideño?

Autora: Marambra

Alexander se quedo llorando tendido sobre su cama tumbado de lado, papá acababa de castigarlo y él se sentía traicionado, se suponía que ya los había reprendido por la travesura de la escopeta, pero al parecer 3 varillazos no eran suficientes para él, así que apenas termino su padre él se tiro de lado mirando la pared, dando la espalda a papá, no quería verle ni hablarle, estaba enojado y Rubén lo sabía, pero tampoco quería salir sin decirle nada.

• Ya Alexander, deja de llorar, que ni siquiera te di tan fuerte – se defendió de la mirada acusadora de su hijo antes de girarse
• Si lo hiciste – se quedo frotando un poco la retaguardia, le hubiera gustado tumbarse de vientre, pero el yeso en su pie no lo dejaba – y no te importó que este con yeso – lo acuso limpiándose los ojos cuando su padre decidió sentarse en la cama y darle la vuelta para mirarlo
• Pues a quien no le importó un poco estar delicado del pie fue a ti – le recordó convenientemente y Alexander se callo
• Ya, pero igual me hiciste doler – murmuro haciéndose un ovillo
• Es un castigo Alexander, se supone que tiene que doler – respondió su padre poniendo su mano sobre el su pie para examinar el trabajo de Mikel

Después de la patada que le diera Uther y le valiera a este una paliza en el potrero, Logan lo había levantado en brazos porque le era imposible asentar el pie y junto con Mikel regresaron a la casa en la movilidad, allá con más calma Mikel examino el pie de Alexander decidiendo enyesarlo, menos mal Clara tenia escayolas nuevas que había comprado pensando en que el médico le iba a colocar unas nuevas en el control donde cambiaron la férula por una ortopédica, menos mal no estaba fracturado ni parecía que el esguince se hubiera complicado, pero era mejor dejarlo en completo reposo y eso fue lo que hizo con el yeso.

Tras aquello y al regreso de un compungido y lloroso Uther y un Iván que parecía una cuerda de violín antes de un concierto de lo tenso que estaban, por fin se sentaron todos a la mesa a disfrutar la cena, inicialmente muy amarga para Uther pero luego de que Rubén lleve a un lado a Iván y a Alexander y hable con ellos, y tras eso Ethan consuele a Uther las cosas se suavizaron visiblemente, pero antes tuvo que salir la amenaza que acababa de cumplir Rubén. 

• ¿Qué pasa hijo? – pregunto Mikel a Uther que se había hecho a un lado y se escondió en el baño, no quería ver a nadie y menos compartir la cena
• Me quiero ir a casa papá Mikel, me quieres llevar por favor – le rogo con los ojos rojos, Ethan seguía enojado con él, es que los recomendado un millón de veces antes de salir que no se porten mal, pero Uther hizo una de las suyas
• No hijo, no podemos irnos – se negó Mikel dándole un beso en la cabeza, entendía a su nieto, pero no era hora de arruinar las cosas más de las que ya estaban, se suponía era una cena que estaba esperando en la mesa por los comensales
• Entonces dame las llaves de tu auto, me voy a quedar ahí dentro – empezó a gemir medio enfadado
• Eso sí que no jovencito, no te voy a dar nada, mejor cambia la cara hijo, no arruines más las cosas – conmino Mikel, conversación que oyó Rubén, quiso intervenir pero el muchacho se dio la vuelta, lo miro feo y se marcho – estaremos un rato y luego nos iremos todos mi hijo, no nos vamos a quedar – le aseguro pese a que la invitación de Rubén se extendió a quedarse a pasar el feriado entero en la hacienda, pero viendo lo visto con los chicos mejor irse a territorio seguro pensó Mikel, pero eso no parecía consolar a Uther que seguía de mala cara y los ojos aguados, algo que Nat se fijo desde lejos
• ¿Qué sucede papá? – pregunto Nathan frunciendo el ceño
• Tu hermano que quiere irse – dijo Mikel con preocupación a Nathan, Uther tenía la cara más amarga que un limón, había tenido tiempo más que suficiente para darse cuenta de la horrible posición en que lo puso su padre frente a todos, todos aquellos desconocidos sabían que le había dado una paliza
• Deja de molestar Uther, ya hiciste renegar demasiado – dijo Tano apretando los dientes, llegando a oír la ultima parte de la conversación
• ¡Pues yo no quiero estar aquí! – grito Uther enfadado
• PLAF PLAF PLAF SUFICIENTE DE… – de berrinches iba a decir Tano, pero Nathan se interpuso como un león abrazando a su hermano, escondiendo su cara en su pecho, comprendiendo el dilema de Tuty
• ¡Déjalo papá!... ¡¿qué te pasa?! – lo cuestiono enfadado – ¿qué quieres?.... ¿avergonzarlo delante de todos? – le pregunto sin dejar de abrazar a Uther que con eso se achico peor en el pecho de su hermano llorando esta vez sin reparos – está bien que lo hayas reprendido, pero compórtate tu también, estamos en una casa ajena – le reprocho su proceder y Tano no sabía dónde meter la cara de vergüenza, que aquello Nathan lo dijo frente a Rubén
• Disculpa Rubén… es que – y no supo que decir
• No te tienes que disculpar conmigo – respondió Rubén con una sonrisa sincera, entendía su dilema, muchas veces el se porto de la misma manera, queriendo por todo lo alto que los chicos sean ejemplo de virtudes sin entender a cabalidad sus demandas, sus derechos o simplemente su modo de ser, y con eso en mente poso sus ojos sobre Uther girándolo para mirarlo, quizás él pueda hacerlo sentir mejor – y tu jovencito no tienes que sentirte mal por lo que paso, yo conozco al par de diablos que tengo bajo mi ala y si tú piensas que con lo que paso en el potrero esta todo solucionado, no es así, yo tengo un par de cositas que arreglar con ellos, lo haría ahora mismo, pero ahora tu abuela y mi esposa están esperando sentarse y disfrutar de la cena, además apuesto a que también tienes hambre y que querrás abrir tu regalo – le dijo pero aun así Uther no quiso aceptar aquello
• Pues no me vale, que a ellos nadie los a avergonzado – dijo olvidándose que a los pobres Rubén los había azotado con una varilla de sauce, confirmando lo que todos sabían que la memoria de los adolescente era selectiva – además la idea fue de Iván, se enojo de lo que pregunte si Illien era gay – recordó atando cabos, llegando a la conclusión de que todo fue una trampa, bueno estaba convencido de eso – el me tendió una trampa – agrego en un estado de paranoia adolescente dándose la vuelta para recibir un abrazo de su hermano mayor y Rubén, pues dando un suspiro llamo al par de dije que tenia
• Iván… Alexander vengan aquí un momento – los había llamado Rubén
• ¿Papá? – contestaron al unísono ambos. Alexander con el yeso y la muleta en la mano e Iván con cara de pocos amigos
• Discúlpense de Uther – ordeno con calma
• Y si no queremos disculparnos – murmuro Iván, de mal humor, faltaba más disculparse con ese peleador
• Pues al cepillo se suma el cinturón

Y con esa amenaza que confirmaba que ambos si o si serian castigados después de la cena, tuvieron que disculparse de Uther, obviamente de mala gama pero lo hicieron, lo mismo que Rubén, después de eso los gemelos se retiraron con su padre dejando a los Van Lauder calmar los ánimos.

• Ven aquí – dijo Tano al ver a Uther retirarse de su lado apenas los gemelos y el anfitrión se dieron la vuelta, pero no hizo caso, estaba demasiado amargado con todo este asunto – Uther estoy hablando contigo – repitió papá con la voz un poco áspera, pero al ver a su hijo tensar los músculos de la espalda decidió por el lado amable de las cosas – ven aquí mi bichito hermoso – lo mimo aun cuando el mozuelo puso resistencia – ¿perdóname hijo si?, me he pasado de la raya, no debí avergonzarte delante de la gente – dijo pensando en lo que realmente le molestaba a Uther y Uther se puso a llorar, más que la paliza era la vergüenza… eso no se lo quitaba nadie – ya hijo, tu padre es un bruto de primera – dijo papá con pena, pensando en todas las veces que metió la pata apretando el delgado cuerpo del muchacho sobre el suyo, besando su frente y sintiendo el dulce olor a sudor de su hijo, un olorcito que le gustaba sentir porque lo hacía sentir vivo y que valía la pena vivir…
• La cena está servida por favor pasen al comedor – anuncio Clara con una sonrisa comprensiva en el rostro

Cuantas veces había visto a su marido actuar de la misma manera, después de la torpeza el dulce mimo era lo justo y necesario para curar las heridas algo que ahora mismo estaba haciendo no solo Rubén, sino Logan…

• Es un castigo Alexander, se supone que tiene que doler – respondió su padre poniendo su mano sobre el su pie para examinar el trabajo de Mikel
• Pero es navidaaaad – se quejo haciendo una mueca, el pie no dolía, es mas estaba confortablemente indoloro, pero si picaba un poco el yeso
• Pues eso debiste pensar antes pequeño – murmuro papá frotando la pierna de su hijo y ayudándole a ponerse un pijama para dormir, era tarde ya casi las 3 de la madrugada – mañana iremos a sacar una radiografía de control – le aviso y Alexander solo hizo un gesto afirmativo con la cabeza bostezando de sueño – ahora a la cama a dormir – indico limpiándole la cara con un pañuelo húmedo, de esos de niño que su madre siempre dejaba en los veladores para alguna emergencia como la de ahora

Y Alexander se quedo tumbado con la luz apagada, si bien estaba cansado el sueño no acudió pronto como otras veces, en cambio recordó todo lo sucedido a lo largo del día, sobre todo la paliza que acababa de darle papá, pensando en lo que le dijo cuando lo castigaba, vaya lio pensar en eso a esta hora, repetía pero bueno por alguna razón no podía dejar de pensar en ello, quizás era el hecho de que Logan por primera vez no intervino… es más apoyo la moción de la paliza, bonito papá resulto.

• Ustedes dos – había dicho papá apenas los invitados se retiraron de regreso a sus casas – a bañarse, enseguida estoy con ustedes – había mencionado
• Pero yo necesito ayuda – contesto Alexander
• Yo te ayudo con el yeso – respondió mamá, ella también estaba cansada y quería ir a dormir, pero no podría si no ayudaba antes de Alexander, además sabía que Rubén iba a castigarlos a ambos y que dicho sea de paso se merecían aquello, lo que hicieron ambos no fue un chiste, habian sacado el arma de su padre y aun le quedaba la duda de saber si la habían cargado o no de balas, ellos decían que no, pero lo que se disparo no fue un petardo precisamente y alguien pudo resultar herido o peor muerto y en plena fiesta navideña

Y si bien ambos subieron no estaban conformes, él no tenía idea de lo que había pasado en el dormitorio de su hermano, lo único que pudo oír con claridad era la paliza que le dio papá antes de mandarlo a traer el cepillo de su madre y luego el llanto de Iván y su enojo, pero de ahí no supo mas nada su madre lo reto por curiosear algo que el también iba a recibir… una paliza.

• He dicho que vayas a traer el cepillo de tu madre Iván ¿qué es lo que estas esperando? – pregunto Rubén apenas volvió a entrar a la alcoba del muchacho, encontrando a Iván igual que antes, tirado sobre la cama hojeando una revista de comic, al parecer no tenía intención alguna de obedecer, algo que Rubén le recordaría aun cuando sea navidad – voy a ir a la cocina a beber un poco de agua – indico Rubén queriendo darle una chance a Iván – a mi regreso quiero el cepillo de tu madre aquí, que tu y yo tenemos una charla pendiente y esta vez quiero dejar en claro mi punto de vista

Advirtió papa medio enfadado y salió rumbo a la cocina donde no se bebió solo un vaso, sino dos, meditando en su situación, no tenia que enojarse, no quería estar enojado por muchas razones entre ellas su salud, pero quiera o no termino enfadándose con su hijo por desobediente, pues apenas ingreso al dormitorio Iván seguía en la misma posición, cosa que hizo Rubén decida no discutir, sino actuar y vaya que lo hizo, sin siquiera cerrar la puerta se acerco a la cama del muchacho que tan concentrado estaba que no se percato de la presencia de su padre en la puerta hasta que fue demasiado tarde.

• PLAF PLAF PLAF – sonó su trasero con tres manotazos que lo despertaron de sus ensoñaciones, mientras la revista desaparecía de sus manos – ¿te dije que vayas por el cepillo no? y por lo visto no te da la gana de obedecer – dijo sin alterarse jalando a Iván a su regazo aprovechando el estado de estupefacción del crío – eres desobediente hasta la pared del frente, pero vamos a ver si después  de esta no me haces caso – agrego luchando por terminar de desvestir al mocoso que se había quedado a medias con el pantalón desabrochado lo que facilito a papá la tarea, pues inicialmente su intención fue hacer lo que su padre dijo, pero al ver las tres rojeces en los muslos que fue a donde cayeron los varillazos a diferencia de su hermano que se coronaron en el culito, decidió que era suficiente castigo, pero por lo visto papa no pensaba lo mismo
• AAAH NOO PAPA DEEEJA, NOO, NO suelta, YA ME HAS CASTIGAAADO, NO SE VAAALE DOS VEEECES – gritaba Iván tratando de huir sobre su cama, agarrando como podía su ropa, mientras Rubén, aun con el brazo dormido y con las fuerzas poco mermadas, hizo un gran esfuerzo por sujetar a Iván de la cintura del pantalón tratando de quitarle los jeans mientras este pataleaba, de haber sido Logan quizás se hubiera animado a lanzar una patada a la cara o al cuerpo de su padre, pero siendo papá  Iván se abstuvo de aquello, al final fue batalla medio perdida, pues aun cuando Rubén logro desvestirlo, solo logro quitarle el pantalón y empezó a azotarlo sobre los calzoncillos recién estrenados, algo, algo lo salvaba pero no todo
• Plaf plaf plaf plaf plaf CUANDO PLAF PLAF PLAF TE DIGA plaf plaf plaf QUE HAGAS ALGO PLAF PLAF PLAF LO HACES IVÁN plaf plaf plaf ME OBEDECES – puntuaba papá en medio de la nalguiza, mientras Iván que se había descalzado los tenis para tumbarse a leer, de la pataleta vivida perdió los jeans en el camino quedando los calzoncillos en las caderas y eso porque su peso impedía que se deslicen y corran la misma suerte que los wranglers
• AAMMMM mmmgg yaaa yaa AUu yaa paa yaaa – se quejaba Iván apretando las nalgas queriendo defenderse de la mano de su padre, ¿quién diría que tenía el brazo un poco dormido?, pero al parecer el ejercicio de la azotaina era buena terapia
• ¡ERES DESOBEDIENTE ACABADO! – dijo papá – plaf plaf PLAF PLAF PLAF
• Pero ya me haaaas casti aauuu AUU castigaaado – gritaba Iván en medio de la conmoción – AUUU AUUU YAAAA
• NO ESTOY HABLANDO SOLO DE LA ESCOPETA IVÁN – e Iván lo miro extrañado en aquella pausa que hizo papá – me diste tu palabra – recordó papá e Iván amargo la cara, bullendo el enojo dentro suyo, no era justo – ahora ¡ve a traer el cepillo! – ordeno e Iván se enojo
• NOOO, NO VOY A TRAER NADA QUE NO ME PORTE MAL CON LOGAN – grito mordiéndose la lengua en el proceso, cuánto le hubiera gustado decir con el mequetrefe, o estúpido o idiota o malnacido o lo que sea de Logan, pero eso sería darle la razón a Rubén, que le había faltado el respeto a Logan
• ¿Estás seguro? – preguntó Rubén elevando una ceja – porque no es lo que yo oí cuando Logan te dio al bebé – murmuro Rubén e Iván se quedo callado haciendo a un lado la cara, no le gustaba la mirada que le dio su padre, era no solo enojo sino decepción porque se lo había prometido, le había dado su palabra de procurar ser civilizado con Logan y que procure conocer a su hermano, pero era tan difícil, tan difícil – ahora hijo, ve a traer el cepillo que no quiero más discusiones porque sino Iván, de verdad yo dejo todo y llamo a Logan y arreglamos las cosas  de otra manera – dijo con todo el dolor de su corazón
• ¿Por qué quieres deshacerte de mí tu también? – pregunto Iván con amargura sintiéndose acorralado, ¿a dónde ir si papa se cansaba de él? – ¿te estás aburriendo conmigo verdad? – pregunto muy dolido
• No me quiero deshacer de ti ni de nadie Iván ni me estoy aburriendo – respondió Rubén, si tenía que repetir aquello un millón de veces lo haría, porque la base de todo esto, era el tremendo miedo que Iván sentía al abandono y al rechazo, lo que hizo Logan aunque parezca simple había creado un conflicto emocional muy grande dentro de Iván y había que trabajarlo con paciencia y buen humor y él lo haría, sería como esa gotita de manantial que aun insignificante y apenas perceptible dejaría su huella en el tiempo labrando la roca, porque estaba seguro que algún día Iván despertaría sin más temor, sin más odio, sin más miedo en su corazón y con el perdón sincero hacia su padre biológico –  …pero hay cosas que debes aprender y una de esas es la tolerancia, ¿o me vas a decir que estuvo bien tratar como trataste a tu hermano? – y papá busco sus ojos para contactar con él y leer las emociones que sentía Iván ese momento y sobre todo con tal particular situación
• ¡No es mi hermano! – se puso a llorar, bajando la mirada
• ¡Es tu hermano Iván! … tu hermano menor – puntualizo papá abrazándolo – no podemos tapar el sol con un dedo – le dijo cogiendo su mentón como siempre – ¿por qué no aprendes de mi? – le pregunto de repente e Iván frunció el ceño sin entender –  llevo una larga vida amargado por disputas con mi padre y mi hermano y ¿que he ganado?… ¡nada!, solo la soledad porque si bien hice una familia y tengo a mis hijos, estoy cojo, porque un padre o un hermano son un apoyo, un punto de apoyo muy diferente, uno que tiene raíces más antiguas que las que se crea de forma independiente, además la compañía o la sola presencia de un padre o un hermano es un consuelo en situaciones que no puedes manifestar a tu pareja o a tus hijos – murmuro pensando en todas las veces que le hubiera gustado compartir algo con sus hermanos o con su padre biológico, dándose cuenta de algo, no había perdido del todo la memoria, recordaba su infancia, su adolescencia y el amargo recuerdo de la traición de su hermano y su novia – es el recuerdo de cosas dulces y amargas que pasaron en otra vida y que solo tú y ellos conocen porque lo han vivido juntos hijo, por eso quiero que cambies de actitud y si no es por las buenas tendrán que ser por las malas porque no quiero que tu tan pronto te marchites – reflexiono Rubén bajando la voz, sin gritar pero picando la consciencia del muchacho – tienes que confiar en mí en esto ciegamente – pidió papá –porque yo sé lo que es bueno o malo para ti – agrego acariciando su mejilla derecha en un suave toque con el dorso de su mano cuya sensibilidad estaba algo comprometida, queriendo que aquel contacto despierte del todo al miembro semidormido, y ante la ausencia de enojo del muchacho aprovecho para presionar un poquitito mas, lo justo y necesario para conseguir su objetivo – y ahora ¿me vas a obedecer? – pregunto

E Iván suspiro ante la orden dada antes de caminar como para infundirse a si mismo aliento, ausentándose a los aposentos de su madre cogiendo el cepillo como un autómata, y regresando a su dormitorio con un mar de pensamientos confusos, perdiéndose en ellos, en el recuerdo de cómo se pacto la jerarquía de mandos en casa y como se decidió quien lo castigaba o no, y se quedo parado en el umbral de la puerta mirando la nada analizando sus acciones, lo que hizo para Logan deje de presionarlo, prácticamente había sido él quien obligo a Rubén imponer su postura legal como padre y no solo eso, sino a asumir esa responsabilidad así que no podía quejarse; pero también recordó el pacto que hizo con él esa misma noche, la de procurar guardar las apariencias con Logan aunque eso sea tragarse la bilis, pero al parecer tardo más de la cuenta en el recuerdo de aquel día en que ganara una importante batalla contra Logan calmando en parte su corazón y aplacando su estado de ansiedad, pensando además que no fue solo algo que lo beneficio a él, sino también a su hermano y tenía que reconocer que aunque duelan los castigos de papá… dejar en sus manos aquel evento, la tarea de la disciplina fue la mejor decisión que habían tomado ambos y sus padres asumido, en resumen fue saludable emocionalmente hablando porque ambos sabían a qué atenerse y cómo manejarse ya que con Rubén las reglas eran claras solo se añadió un pequeño detalle, que entre las cosas que papá consideraba merecedoras de un castigo entraban las faltas de respeto a Logan sin excepción.

• Iván… – murmuro Rubén sacándolo de sus pensamientos, sobresaltando al muchacho que se giro haciendo caer el cepillo al suelo alzándolo de inmediato, se había tardado más de la cuenta perdido en sus recuerdos mirando el vacio, era como si le hubiera dado un ataque de ausencia del que no hubiera salido de no ser por Rubén que decidió sacarlo de su introspección  
•  A… aquí está el cepillo papá – respondió Iván casi en un susurro sintiendo en el estómago un nudo apretado cuando su padre frunció el ceño mirándolo enigmáticamente; pese a que Rubén había perdido parte de su dinamismo y habilidad no dejaba de ser intimidante a la hora de un castigo
• Ven aquí – ordeno papá con voz suave pero firme e Iván elevo los ojos mirando al reloj de la pared, no había tardado más de lo necesario pensó Iván, pero en realidad perdió como 10 minutos embebiéndose en sus pensamientos y se quedo sin moverse, sin siquiera observar a su padre que aun estaba sentado en el borde su cama cerrando el pequeño libro de cuentos en alemán que leyera en las noches – ven aquí – repitió papá haciendo una señal con la mano e Iván suspiro ante la orden dada ¡qué remedio!, quizás era mejor terminar con esto pensó y avanzo a su encuentro pero a  cada paso se volvía una tortuga, sintiendo apretarse el nudo de la disconformidad en la boca del estómago pensando en lo que iba a pasar
• Paaa – murmuro empezando a respirar mal, o mejor dicho siendo consciente de su respiración llevando ya no mas las manos a la ropa interior, no quería que su padre le baje la ropa
• Manos en la nuca – murmuro su padre apenas Iván se paro frente a él y la respiración del muchacho se acelero, no había nada que pudiera hacer ahora, total la hora de la paliza había llegado, papá cogió el cepillo de la cama y le bajo la ropa interior hasta la rodillas y lo castigo con aquello repartiendo los ásperos golpes en 4 puntos concretos, las nalgas y la unión de estas con los muslos – clap clap clap clap clap clap clap clap – cayeron sobre una de sus nalgas doliendo mucho por chocar todos en un mismo punto
• Aaauuuu auu yaaaa dueele dueeele – empezó a quejarse porque esta vez si dolía mucho, papá estaba usando un método monótono y distinto a las otras veces, pero papá no hizo caso, ese era el punto… que le duela
• clap clap clap clap clap clap clap clap – y otras 10 visitaron la mejilla opuesta con el mismo ritmo y cadencia desesperando a Iván que no dudo en llevar las manos de inmediato atrás, procurando protegerse y moviéndose como un gusano
• AAAAYYYYY AUUUU AYAA YAA PAPAA YAAAA NO VOY A VOLVER AUUUU AUUU AAAA DECIRLE NAAADA A LOOOGAN Y MENOS A SU HIIIIJO BUAAA – empezó a gritar Iván desesperado haciendo que su llanto traspase las fronteras de su recamara y se enteren todos en el pasillo incluso Logan que apretó la boca, no le gustaba aquello pero había sido una decisión en conjunto
• CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP – papá apostó por las flexuras desesperando al muchacho – ¡NO ES CUESTIÓN DE NO DECIRLE NADA SINO SER TOLERANTE Y RESPETUOSO IVÁN Y APRENDER A ACEPTAR QUE TIENES UN NUEVO HERMANO QUE NADA TIENE QUE HACER CON LOS CONFLICTOS QUE TIENES CON TU OTRO PADRE – mejor dejar en claro aquello, incluía a Logan y no creaba conflictos en esa cabecita suya tan confundida ahora sin negarse como padre suyo
• BUAAAA ahhhh – e Iván se largo a llorar ahora sin decir nada, papá había dejado su punto marcado en el trasero pero también mellando su corazón con aquella palabras tan ciertas
• CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP –  y termino el castigo con los últimos 10 en la otra flexura, doliendo lo mismo que las previas
• AAHHHHH YAAA YAAA – y lloro al punto de traspirar, Iván era un lio de mocos y lágrimas chorreadas en la cara cuando su padre dejo de lado el cepillo y lo jalo para ponerlo en pie
• Ya hijo, ya paso – papá lo abrazo con todo su corazón besando su cabecita mojada de sudor, no dejaría que pase este mal trago solo, no ahora con los demonios sueltos – te amo Iván, te quiero muchísimo hijo – aseguro con vos firme buscando sus ojos aun velados con el llanto –  eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo desde que tu padre se los llevara a Londres, pero tú y yo tenemos que darle una oportunidad, tenemos que aprender a perdonar y perdonarnos hijo, solo así podremos ver la luz – le reflexiono sin dejar de frotar su espalda – no solo eres tu quien tiene un montón de dudas respecto a papá – dijo nombrando así a Logan y no era algo por decir, nada estaba dicho sobre el futuro eso era lo único cierto – yo también tengo algunas heridas abiertas que son más grandes y más profundas que las tuyas porque los años las han ahondado y amargando más de la cuenta – confeso con mucho sentimiento y dolor, nublando sus ojos en mucho tiempo, despertando algo que permaneció dormido con la pérdida de memoria: la falta de confianza de Logan hacia su padre, algo que por mucho que Logan explicara, era incomprensible al sentimiento por mucho que la lógica diera razón, algo que le pasaba ahora mismo con Iván – pero  pase lo que pase, que no necesariamente tiene que ser una catástrofe mi chichilo – dijo con amor y ternura – nada va a cambiar mi amor por ti Iván, nada mi amor… nada, como nada ha cambiado mi amor por tu padre – repitió cogiendo el rostro de su hijo entre las manos – porque SOY TU PADRE, SOY TU ABUELO…. SOY DE TI – dijo e Iván lloro como si el alma se escapara de su cuerpo, con tanta pena que Logan no pudo evitar intervenir, él había oído el discurso de papá y pensó en la estela de desastres que dejo a lo largo de sus pasos, algo con lo que tendría que aprender a vivir y lidiar y procurar un mejor futuro para el bien de todos, pero ahora era su hijo quien importaba y aun cuando estaba convencido que su hijo lo rechazara, se acerco a ambos a su padre y a su Iván
• Bambi – musito Logan con los ojos triste mirando la escena e Iván abrió sus brazos invitándolo a un abrazo…

Y el mundo se abrió bajo los pies de Logan, ¿sería que papá logro su objetivo e hiciera que Iván entrara en razón y por fin lo perdonaba?... ¿era su estado de vulnerabilidad y tristeza que hacia que busque consuelo donde no debía?, ¿ su cansancio y su confusión?

O era un pequeño milagro por la navidad.

Espero que estés donde estés Anita, te haya gustado la primera navidad de los gemelos con su tinte agridulce y sus bemoles .

Y a ti mi querida Eugenia, que sé, los esperas con ansias, es mi forma de mimarte y de quererte, cuídate mucho, ya vendrán tus otros niños mimados, que no me olvide de ellos ni de ti.