lunes, 6 de marzo de 2017

Rumbitas: Microcorto 1; Autora Nicole

Rumbitas
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 6 de Marzo del 2017
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De rumba de nuevo
y con el culo maltrecho
Microcorto 1

Autora: Nicole

  • Entonces que mamacita, nos vamos de rumba esta noche ¿o qué? – preguntó un entusiasmado Brian…
  • Bueno pues, es que – Se puso muy nerviosa, ya que no sabía cómo explicarle que a ella sus padres no le daban permiso para ir a fiestas sola por lo menos hasta que cumpliera los dieciocho
  • Venga pues, pero porque se queda callada – insistió él
  • Bueno es que yo tengo que ayudar a Danna con la cena del domingo es que vendrán mis tíos de Bogotá y – Intento mentirle, pero Brian no se tragó la carreta y la chantajeo como solía hacerlo para conseguir de ella cualquier cosa que quisiera
  • Sabés que, vos sos una niña de papi y mami que tiene que pedir permiso para salir con su novio – dijo mirándola desafiante – Pero no importa saldré con los pelados de la cuadra, por lo menos ellos no me ponen excusas, pero si te digo una cosita mamacita, si me vez con otra vieja luego no te quejés – amenazó
  • ¿Brian usted me está chantajeando? – cuestionó perpleja –Vos porque no me entendés pues – añadió
  • La que no entendés sos vos, siempre es lo mismo… no puedo salir porque tengo que ayudar a Danna, tengo que estudiar, me duele una uña – dijo imitándola haciendo ademanes con las manos –Ya estoy es mamado de tus excusas pues – añadió dándole la espalda
  • Está bien, vos ganás – acepto derrotada, cediendo como siempre a todos los chantajes de su noviecito adorado y plantándole un beso apasionado
  • Así me gusta – dijo – Póngase bien mamacita pues – agregó él correspondiendo atrayéndola por la cintura y besándola con pasión
  • Si papito hermoso – dijo ella cuando se le cayó su teléfono al suelo; se agacho a recogerlo y
  • PLAFF – sonó una fuerte nalgada
  • Brian vos sabés que a mí no me gusta que hagás esas cosas –dijo ella indignada y pensando que alguien pudo haber visto aquello
  • Pero mi amor, llevamos ya un año saliendo y ni una nalgadita te puedo dar pues – dijo ahora él, extrañado no era para tanto pensó para sus adentros, Ariadna la dejo pasar y se despidió de él, total lo de Brian parecía un cariñito no como el fuetico que utilizaba su señora madre para calentarla cuando era necesario
Paso la tarde y la chica de quince primaveras pidió permiso para salir, el mismo fue negado y claro iba a armar la pataleta, pero pensó que sería mejor escaparse; total ya lo había hecho y de diez veces solo la encontraron ocho, pero igual en aquellos tiempos solo tenía trece años, ahora ya eran quince, mayor experiencia en salirse con la suya se dijo así misma
Eran las nueve de la noche y ya todos habían cenado y generalmente se iban a dormir a las diez; hora que espero la sardina para escabullirse bien. Esa noche había decidido dormir con su aliada para todas sus travesuras de niña y las locuras de adolescente. Catalina esta vez solo le colaboró con vigilar que nadie se despertará cuando la nena saliera por la ventana de aquella habitación y así fue, pero para desgracia de Ariadna alguien la pillo, y sí; era Emily pero claro no fue de una vez a contarlo a su madre  se lo guardo para más tarde, para cuando la chica volviera a la casa.
Ariadna Sofía ya había salido toda en perfumada, bien maquillada, con un trajecito ceñido que dejaba ver el cuerpazo que tenía y en zapatos de tacón muy alto, se fue cogida de la mano de su novio quien antes  la espero mientras bajaba de su pieza y que por poco se cae, pero este la agarro con fuerza… y bueno el par salieron a una discoteca que quedaba a dos cuadras de la casa de los Cardona y allá entre tragos y música se divirtieron en grande, lo importante es que la chica estaba aun con sus cinco sentidos al igual que su enamorado y sonaron las canciones en dicho lugar desde salsa, merengue, vallenato, reggaetón y todo ritmo que se puedan imaginar y el par de tortolos no paraban de mover el cuerpo y de besarse y acariciarse. Además en varias ocasiones Brian le hizo un par de propuestas subidas de tono a Ariadna, pero aun con las ganas que tenía de aceptar recordó los consejos de su madre y de Catalina que no entregará su cuerpo; que el mismo era templo de Dios y qué pensará las cosas con cabeza fría que para todo había tiempo y que se diera a respetar etc… eso estaba en su mente en aquellos instantes e hizo que se salvara de las garras de Brian Alexis Piedrahita Tabares. Por lo menos en aquella ocasión.
Pasó la noche y Brian vio el reloj y por primera vez fue consciente con Ariadna y le dijo que era hora de ir a casa porque ya eran las cuatro y media de la madrugada muy tarde para ella;  quien por ser una chica decente no era correcto que amaneciera en la calle y Brian sabía que su suegra era excesivamente adusta  vaya difícil le iba ser ganarse pensó.Él por su parte pretendía regresar a seguir de farra y terminar echarse los chorros después de llevarla a su casa así que  pues primero al deber como caballero que intentaba ser algunas veces con su amorcito; cogió un taxi y la llevo a su destino…
En Casa de los Cardona los esperaba Carmen con cara de pocos amigos, quien entró a Ariadna a  la casa y le echo una cantaleta de padre y señor mío, pero no tan fuerte como la paliza que le esperaría con la vara que traía en la mano la señora. Brian intento tranquilizarle, pero eso empeoró las cosas, pues hizo que le recriminara a él mucho más que cuando lo vio parado en la puerta con su hija al lado.
  • Señora vea no le haga nada a Ariadna – dijo él en son de paz y bastante preocupado al ver el instrumento de tortura que sostenía la doña en la mano derecha – Yo solo la invite a salir – añadió como si eso fuera a solucionar el problema en el que la sardina ya estaba metida
  • Usted se calla gran cínico, sinvergüenza, descarado, vagabundo, y no lo quiero ver más cerca de está descarada – dijo refiriéndose con enojo a la mocosa a la vez que alzaba la vara y le arreaba dos fuertes azotes cargados de fuego o al menos eso era lo que parecía porque Ariadna chillo desesperadamente mientras Brian abrió los ojos como plato al ver aquello, jamás pensó que a su chica la castigaban aun de aquella forma – Ni de mi casa – añadió doña Carmen cerrando la puerta delantera de la casa en la cara y encaminando a su hijita a su pieza para darle la muenda de su vida, mientras se aproximaban a  la pieza,  su madre ya le había subido el trajecito y bajado los calzones a medio muslo, pero entre los forcejeos de la adolescente por librarse y los chillidos por algunos varazos que le iban dando en medio del camino. Los cucos (panties) los llevaba ya en las rodillas. Brian afuera escuchando la bulla no sabía qué hacer para impedir que fuetearan a su prometida por lo que, empezó a golpear la puerta con insistencia hasta que alguien le abrió y para su sorpresa fue la mayor de las Cardona
  • Vos no te quedés varada van a matar a Ariadna – dijo desesperado a su cuñadita
  • No. Le va a dar la lección que se merece – dijo justamente la mayor
  • Estás loca – dijo él, intentando aproximarse hacia aquella pieza donde se escuchaban los chillidos de Ariadna y clásico silbido que hacia la vara cada que la madre la alzaba, pero Danna lo detuvo
  • No te metás por favor, creéme es lo mejor – dijo convencida – Más bien tomáte este tintico – le sirvió un poquito que había en la mesita de la sala y Brian decidió por primera vez en su vida hacer caso a alguien
Mientras tanto...
  • Levante  SWICH… SWICH… las nalgas SWICH…SWICH – decía Carmen al tiempo que aplicaba dos fuertes varazos en la parte baja del sentadero haciendo que Ariadna se moviera de la posición donde la tenían y metiera las manos sin quererlo para sobarse porque aquello le picaba y ardía como fuego del infierno
  • AU… AU. AUUU – gritó nuevamente con desesperación azotando el piso con ambos pies
Y en la sala…
  • Eh Ave María pues ome la van a matar – dijo más preocupado
  • No te preocupés vos pues y más bien debés es irte ya, que es re tarde y tus papás deben estar angustiados – mencionó Danna
  • No hay problemas parcerita, mi mamacita sabe que yo se me cuidar solo además soy hombre – dijo sonando como un adulto de más de veinte años
  • Bueno si vos lo decís, pero igual la calle esta peligrosa y…
  • Vos escuchaste, parece que aumentaron la intensidad de los azotes – comento Brian cambiando rápidamente el tema y sorprendido al escuchar el silbido de la vara una y otra vez y los gemidos de Ariadna por un instante él muy morboso se imaginó y pensó algo así como: si cuando la cascan a lo bien como en aquella ocasión se queja y gime, cuando yo le haga el amor no va a llorar de dolor sino del puro placer y se desvió en sus pensamientos hasta que Danna lo hizo volver a su realidad
  • Brian…Brian… tierra llamando a Brian – dijo ella sacudiéndolo un poco
  • Eh si… disculpá, estaba soñando despierto – dijo como si nada
  • Si me doy cuenta y…
  • Y en la habitación de Ariadna Sofía…
  • Silencio culicagada SWICH… SWICH… A mí no SWICH… …SWICH… me pasa por encima SWICH…  desobediente – y aquellos azotes cruzaron su culo de izquierda a derecha de forma implacable sin dejar un pedacito de piel sin castigar, ni siquiera los continuos gemidos que se le saltaron hicieron conmover a la señora que repartió fuete como Dios manda, recordando todas las veces que estuvo en aquella posición y siendo mucho más chica que su hija. Ariadna se quejaba escandalosamente dando respingos a cada nuevo fuetazo y pedía que su madre parara y por supuesto que la maldita vara se rompiera, pero  aquello parecía no tener fin
  • YA…YA YAAA AAA AU… AU…AUUUU BUUAAA – Era un mar de lágrimas, algunos varazos más cayeron mientras la muchacha seguía suplicando y rogando con vos lastimera cada vez que un nuevo azote caía en su trasero, que por suerte era proporcionado; bien decía su madre que para eso tenía un buen jopo (culo, nalgas) pero ahora lucia rojo carmesí  – YA YA NO… NO… MASSS MA… MAMITA POR DI…DIOS… NO MAAS…. BUA…BUAAAAAA – el llanto le recorría desde el rabillo del ojo hasta la comisura de los labios, hasta que finalmente la vara se partió, pero sin estar conforme la señora cogió una silla que había cerca se sentó en ella y ahora la tumbo en sus faldas y así con el trasero marcado por la vara le dio una dosis de chancletazos bien fuertes que la hicieron gritar con ganas mientras pataleaba, su culo rebotaba con cada nuevo azote, aquella pela fue de antología, seguro no la olvidaría en año
En la sala Brian junto con Danna escucharon todo al igual que Cata en su recamara que estaba al lado. Y Emily; a ella le dieron remordimientos, no pensó que su señora madre iba a castigar a su hermana tan fuerte. Mia y Carlos estaban en Bogotá así que no se enteraron del incidente, pero Ariadna tenía que aprender, no le podían permitir que hiciera lo que se le vinera en gana y menos que actuara como una cualquiera amaneciendo en la calle; su madre siempre pensó que más valía romperles las nalgas a punta de correa y fuete a tiempo que terminaran perdidas, por falta de fuete había hartos delincuentes y culicagadas madres de familia a los trece años. Ella sabía que una buena tunda a tiempo no le hacía mal a nadie y que la educación de los Cardona y los Betancur era así y eso no podía cambiar. Carmen tampoco quería a Brian cerca de Ariadna, tenía claro que su compañía e influencias podrían resultar peligrosas, la chica era demasiado fácil de convencer y muy manipulable por los chicos y amigas de su edad.
Su madre culminó la paliza dejándola mirando la pared con el traje subido y sin calzones pues estos del pataleo habían quedado regados en el suelo, la dejo llorando hasta que el llanto se convirtió en sollozos, su sentadero mostraba marcas de la vara y la chancla que hacían notar que le habían dado una zurra de aquellas que hacen historia. La señora cerró la puerta y fue donde estaban Brian y Danna y al primero le dijo que le hiciera el favor de largarse que no lo quería ver, que si no lo hacía iba a llamar a la policía, él sardino se fue por las buenas.
Y a Danna le ordenó ir a su pieza quien lo hizo sin rechistar, no valía la pena una pela a semejantes horas de la madrugada sabía que con el humor que se traía su madre cualquier cosa podía pasar, y es que la chica había estado practicando algunos platillos de cocina para un examen que tenía que presentar en la semana por eso es que se había desvelado.
Amaneció y Ariadna Sofía durmió boca abajo en su cama, su madre ya más calmada fue hasta su pieza, le dio un abrazo y la consoló un poco, la niña no podía sentarse ni ponerse siquiera los panties; su madre decidió dejar que pasara molestias un par de días para que reflexionara total una pela bien dada debía doler siempre, así que la castigo en su pieza, pasados una semana y un par de días, fue entonces a su habitación sentándose  en el borde de la cama la cogió por la cintura con cuidado y la estiro hasta ponerla en su regazo, la chiquilla empezó a quejarse pensando que la iban a castigar, pero su madre la tranquilizo.
  • Tranquila mamita, no le voy a pegar – dijo con voz dulce mientras sacaba un poco de pomada de un tarro y colocaba en la cola para aliviar el escozor que aún sentía
  • Me duele todavía – dijo ella con los ojitos aguados
  • Lo sé mija, y así debe ser por eso es un castigo – dijo la madre sobándole sus cabellos y sintiendo pesar por su capullo de rosa, a quien le iba a tardar un par de días más recuperar el color de su sentadero
  • Sí, pero me diste muy fuerte y todo por la culpa de la sapa de Emily – reclamo bajito – ¿También le pegaste a Cata? – preguntó preocupada pues esta última le ayudo a escaparse
  • No hablés así de tu hermana, ella hizo lo correcto – la reprendió, pero sin rudeza – y a tu hermana no le pegué, pero le advertí, que no volviera a ser cómplice de tus sinvergüencerías porque donde me entere a ella también le toca por encubridora – dijo tajante
  • No pues, estamos de malas si vos no te das cuenta, te informan igual y hagamos lo que hagamos para salir ilesas no nos resulta no es justo – dijo sonando como una cría de cinco años mientras pasaba su mano derecha y se sobaba la cola con ganas
  • Mijita cuando usted va ya yo vengo, así que muy juiciosa – dijo dejándola pararse y se dirigió al escritorio para coger el computador portátil y su celular
  • Mamiiii – chillo
  • Nada de mami, la señorita está castigada y eso incluye esto –dijo al tiempo que se los llevaba
  • Pero mamiiii – dijo azotando ambos pies contra el piso
  • Enrabiétese si quiere, pero esto no lo usa hasta segunda orden – dijo tajante y se marchó dejando a la sardina encerrada en su habitación otra vez bocabajo sin ningún distractor para por lo menos pasar el rato
  • Todo esto es culpa de Emily ya me las pagará- dijo molesta- Como extraño a mi Brian – pensó ahora – ¡Brian! ay no ya se enteró de todo y ahora como le voy a dar la cara, que boleta no pues – añadió subiéndosele mucho los colores



2 comentarios:

  1. Genial corto, y pues se gano lo suyo, pero que pena por la muchacha que tu chico se entere que te dan una tunda.... ufff no quiero estar en su pellejo...

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  2. Me encanta esta serie de florecillas y cardos y florecillaa, pero para serte sincero me gusta más cuando haces castigar a las chicas, este episodio estuvo genial una buena tunda a culete pelado, no le van a quedar mas ganas de salir sin permiso. Quiero leer Mf que el papa les marque el poto a ese quinteto de malcriasas sobre todo a Emily por chismosa.

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