lunes, 25 de diciembre de 2017

Père Fouettard 3: Santo y misa de navidad; Autora Marambra, para Adán

Père Fouettard
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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 25 de Diciembre del 2017. 
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Santo y misa de navidad

De: Marambra
Para: Adán

  • BUAAAA yaaa papito, yaaaa – la infantil voz de un niño se filtro por la ventana del gran salón

Juan frunció el ceño confundido, ¿no se suponía que los chicos llegaran hasta dentro del medio día? pensó mirando su reloj, seguro algo hicieron se dijo a si mismo mirando por la ventana el pequeño patio ahora cubierto de una gruesa capa de nieve, vaya manera de nevar en California.

  • ¿A dónde tenían que ir? zaasAdán hablo cogiendo del brazo al pequeño Miguel calcándole el cinturón en el trasero…

Si, justo eso; Adán era padre de dos mozalbetes, el pequeño Miguel de 11 años y Ángel de 13 y se habían ido a vivir a un pintoresco y muy turístico lugar en California abriendo con su hermano Peter un negocio de hotelería en vista de que la gente acudía para esquiar y era justamente donde ahora todos estaban reunidos, desde los abuelos Juan y Lucia hasta la más pequeña de las tías consentidoras Cat y todos con su tropa, solo que el resto de la tropa eran niñas menores de 7 años siendo los mayores, Ángel de 13 años hijo de Adán, Rafael de 12 hijo de Peter y el pequeño Miguel hermano de Ángel con tan solo 11 años, así que era de esperar que todas las tías mimen a los muchachos.   

  • …Te estoy preguntando – advirtió Adán viendo verde del enojo a su hijo menor – ¿A dónde tenían que ir ustedes tres? ZAS
  • Porque solo me preguntas a miiii – se quejo el pequeño sobándose el trasero, aquel cintazo había dolido mucho – si somos tres
  • ¡Con que esas tenemos! – grito su padre – ¿quieres pasarte de vivo conmigo?, pues que así sea – y fue el gancho para la paliza – zas zas zas zas
  • BUAAAAAAA – y Juan, abuelo ahora de 61 años se acerco con el ceño fruncido a la ventana a ver qué pasaba, vamos que era navidad, era la mañana misma del 25 de diciembre y nadie en su sano juicio castigaba a los chicos ese día; aunque si hacia memoria si hubo alguien que hizo lo mismo hace algunos años atrás… vamos hace muchos años atrás
  • NOOO PAPA; NO PAPA…. ABUELIIIITOOOO ayuuuuuda, AYUUUDA – de pronto al grito de Miguel se sumó Rafael de 12 años el único varón de Peter que estaba convocándolo a voz en cuello, de sus tres nietos era el más pegado a él
  • QUE ABUELITO, TU ABUELO NO VA A VENIR A SALVARTE DE ÉSTA, ESTA VEZ – advirtió su padre bajándole el pantalón en medio del patio y en medio de la nieve, alguien iba a ser atizado con ganas – TE DIJE UN MONTÓN DE VECES QUE NO VAYAS A ESE LUGAR – y Juan suspiro y se retiro de la ventana, aquello era algo privado y prefería no ver…

Los años, los tiempos que cambiaron, la jubilación y con eso la dulzura y ternura de los niños para ser disfrutados al cien por ciento en sus travesuras día a día habían ablandado su viejo corazón y no es que Juan fuera un bruto con sus hijos, teniendo tanta niña en casa no era difícil ser tierno de vez en cuando, pero en aquellos años que la vida era dura y llena de conflictos políticos, necesidades y hambruna, donde el machismo imperaba como algo natural, obligaba a los hombres a cerrar sus emociones y su paternidad fue como la tantos otros… una labor que cumplir en el rol de sus vida, el tenía que ser el padre que trabajaba a tope,  el que tenga que romperse la espalda por procurar la comida la ropa, el techo, la cama y la educación de sus hijos, no hubo tiempo para jugar al te de la tarde, o subir al tobogán con ellos, ser un tiburón en la piscina mientras los chicos aprendían a nadar, detalles que habían florecido más bien en la paternidad de sus dos hijos menores que con la gracia de Dios habían sido los que primero lo volvieron abuelo a temprana edad.
Y con eso en la cabeza prefirió prender la radio y poner música para distraer sus oídos del llanto de sus nietos y amortiguar el ruido del cinturón sobre unos culitos desnudos.
Mucho tiempo después tres pre adolescentes entraron al salón con cara de tristeza buscando que hacer, estaban castigados para el resto de la jornada, algo muy malo para ser día de navidad, se suponía que después del almuerzo todos en familia irían a esquiar, pero al parecer se irían todos menos ellos, Adán y Rafael habían amenazado con llamar al servicio de niñeros de emergencia, si un super negocio que tenía la capacidad de cubrir las necesidades del cliente a último minuto claro con una tarifa 25 % más alta de la normal, pero al parecer valía la pena pagar.

  • ¿Y?... ¿Qué paso? – pregunto Juan abriendo un ojo mirando la cara de susto de sus tres nietos, tanto ellos como sus hijos habían pensando que estaba dormido en el salón oyendo música, una afición que venía arrastrando desde su jubilación y todos sabían que no debían apagar el aparato hasta que se termine el disco que era cuando el despertaba, pero ahora no estaba dormido, solo cerró los ojos y pensaba en las viejas navidades de los años 70, donde no había teléfonos modernos, ni internet ni tv por cable y otras grandes comodidades con las que ahora los chicos contaban
  • Nada abuelito – respondió Rafael avergonzado con los ojos rojos como focos, no le gustaba que su abuelo se entere de sus diabluras y no porque lo regañe o critique, simplemente era vergüenza
  • ¿Y de nada han llorado? – pico un poco más
  • Papá nos castigo – le conto Ángel apoyando su cabeza en el hombro de su abuelo, se habían ido a sentar a su lado en el gran sofá de la sala de su casa, porque aquella era la casa de Adán y habían decidido que las fiestas familiares las pasen en ese lugar a manera de celebrar el nuevo embarazo de su madre, por fin después de 11 años iban a tener una niña
  • SI, es que es un aburrido – acoto Miguel – solo fuimos un ratito a ver no íbamos a esquiar ni nada por el estilo – se quejo sin entrar en detalles, como siempre dando por hecho que su abuelo entendía de que hablaban – y ahora nos han castigado sin salir hasta reyes ¡No es Justo!
  • Eso mismo abuelo, además es ¡Navidad!... ¿Quién castiga en navidad? – pregunto Rafael enojado pero sin poder decir nada más porque justo entro su padre
  • ¿y quién se porta mal en navidad? – pregunto Peter cortando la charla
  • Grrrrr que metiche – gruño Rafael por lo bajo para que su padre no lo oiga, pero no tanto para que su abuelo no se entere
  • No hicimos nada maaaalo – agrego Miguel – solo fuimos a ver lo que esquiaban no íbamos a hacerlo nosotros – volvió a repetir para que quede claro una vez mas
  • Ese no es el punto – interrumpió Adán entrando también a la sala a ver que se quejaban a su abuelo, quien hasta ese momento no dijo ni pio – ustedes tenían que ir a limpiar los snowboard de la tienda, ¡es navidad! y a la tarde tendremos una avalancha de clientes – agrego y eso enojo a Juan, se suponía que era una fiesta familiar, para eso se quedaba en Mexico no importaba a solas con su Lucia haciendo lo que año tras años, celebrar la noche buena e ir a misa al día siguiente y visita a los amigos o hacer un almuerzo con ellos para el intercambio de regalos, no venir a ver como sus hijos se afanaban con sus negocios
  • En mis tiempos se iba a la misa en navidad, se tomaba chocolate caliente con los hijos y se iba a visitar a los amigos llevándoles galletass, no se pensaba en hacer negocios – contesto malhumorado parándose de donde estaba yéndose a la cocina a buscar a Lucia, iba a salir con ella a almorzar donde sea, no iba a quedarse a ver como sus hijos se metían tras un mostrador en plena navidad, se suponía que los hicieron venir desde Mexico para pasarlo en familia – y no nos esperen hasta la noche, que voy a salir ahora mismo con tu madre a hacer algo entre los dos para que los chicos lo pasen bien y ni se les ocurra decir que no  me los puedo llevar –   y Adán se quedo con la boca abierta, Peter se lo había advertido, le había dicho que pongan un letrero de que no se atendería el 25 por ser fiesta familiar, pero él se dejo llevar por el entusiasmo de ganar algo de dinero extra que no les caería mal a nadie, pero para su padre el dinero no lo era todo sobre todo en estas fechas – vayan a alistarse – les ordeno a los tres enanos sin importar que sus padres los hayan castigados, a ver cuál de esos dos avaros le impedían llevarse a sus nietos a misa del medio día y comer fuera
  • Te lo dije – advirtió Peter que también estaba de mal humor con esto y encima la travesura de sus hijos

En tanto los tres picaros se escabulleron sin dejar rastro, no querían seguir siendo víctimas del mal humor de sus padres, y la idea de salir con el abuelo era bastante tentadora, el abuelo tenía razón, era navidad.

  • Abuelito – murmuro Rafael – ¿es cierto que antes iban a misa todas las navidades? – quiso saber curioso, la misa en su caso era algo que solo hacían los ancianos – mi papá y mis tíos digo – pregunto, cuando su abuelo frunció el ceño sin entender
  • Claro que si, uno va a mostrar sus respetos por los principios familiares, la unidad familiar y el amor
  • Y tú de niño igual ibas – quiso saber Ángel mirando lo que hacía su abuelo, peinar sus plateados cabellos
  • Claro que iba a veces con mis padres, otras con mis hermanos – contesto pasándose la barba con colonia
  • ¿Y no te saltaste ni una vez la misa porque te parecía aburrido? – sonrió Miguel
  • Si una vez, cuando tenía 14 años justo la misa de navidad
  • ¿Y qué paso abuelito? – eso sonaba interesante, ellos querían salir pero no a misa así que querían apelar a los años mozos y las travesuras del propio abuelo
  • Mi padre me dio una paliza cuando se entero – contesto Juan y los chicos lo miraron sorprendido, para ellos era difícil imaginar a su abuelo en esos trotes tan caseros

Y la mente de Juan voló a esos años de su infancia cuando vivía en Querétaro en una gran hacienda y todos los domingos iban sagrado a misa en familia, sobre todo el día de la navidad, pero aquel entonces cuando el tenia 14 años su abuelo enfermo malamente días previos a la navidad, así que la noche buena no fue tan buena y sus padres se saltaron la misa de gallo que era a la que acudían los adultos siendo tradición que los niños vayan en la mañana a la misa navideña donde además los párrocos de la iglesia hacían chocolate para los pequeños, pero él quería ir con su primo José a la plaza a coquetear con las chicas, el único problema era su hermano Andrés que tenían aquel entonces 10 años, y como siempre estaba desesperado de tomar chocolate con pasteles  así que lo sobornaron con los quintos que les dio el abuelo para el diezmo navideño.
Desgraciadamente su padre había tenido que ir a buscar al médico del pueblo, sacándolo de emergencia de la iglesia, el buen hombre era uno de los promotores de la chocolatada infantil y fue cuando el padre de Juan se entero de lo que ocurrió.

  • Vaya que dilema el tuyo Andrés – sonrió el médico caminando al lado suyo para recoger su maletín, el doctor vivía a pocos pasos de la iglesia – con razón no vinieron los chicos a la misa – comento pensando en que patriarca estaba tan mal como para que ninguno de los nietos vaya a tomar chocolate
  • Pero si han venido los tres, envié a Andresito con Juan y su primo José – respondió el hombre extrañado y como nunca faltan los metetes, el hijo del medico un mozuelo de 16 años metió su cuchara sucia
  • Andresito esta en el sube y baja de la otra esquina y Juan y José estaban con las hijas de doña Pascuala camino a su casa

Y con esto Andrés padre tenía más que suficiente, se disculpo del galeno y fue a buscar a su hijo menor llevándoselo por delante a casa junto con el médico y apenas llegaron a la hacienda, y mientras el Dr. Fortunato revisaba al abuelo, Andrés le dio una paliza al pequeño haciéndole confesar todo, porque el niño no tenía dinero para subir a las calicitas y dos horas más tarde apareció Juan más blanco que un papel cuando dio por perdido a su hermano menor, no podía prolongar aquello, así que todo el camino vino pensando en que decirle a su padre, ensayando una tremenda mentira con José, solo que José se lo pensó mejor y disparo para su casa rogando a Dios que Juan no lo delate sino estaba frito.
Pero era demasiado tarde, el padre de José también estaba esperándolo en la puerta de su casa como Andrés a Juan con el cinturón en la mano.

  • ¿Dónde está tu hermano? – pregunto enojado Andrés y a Juan se le ocurrió el peor disparate
  • Lo han raptado papá – contesto con los ojos llenos de lágrimas, para él no había otra explicación de la misteriosa desaparición de su hermano, cuando volvió unos niños le dijeron que dos hombres lo metieron a un carro, pero claro nunca imagino que fuera su padre y el médico de la familia
  • Zas.. zass zass ZASS zass RAPTADO TE VOY A DAR MENTIROSO zas zzzasss zass zass ZASSS
  • Buaaa PAAAAPI
  • Zaas zass ZAAAS ZASS zaaas ZASS ZASS zass zaas zass
  • YAAA PAAAAAPPPIII
  • ESTAS CASTIGADO JUAN, UN MES, UN MES SIN SALIR DE LA HACIENDA PARA NADA – grito y tiro el cinto a medio patio, metiendo a su hijo del brazo dentro de la vivienda, esa no había sido para nada su idea de pasar la navidad  – y olvídate de tu silla montar, esta decomisada

Y Juan lloro peor por eso que por la paliza, ese fue el mejor regalo que había recibido en su corta vida, era una prueba de que su padre lo consideraba mayor y no un niño y no podía quejarse ni culpar a nadie, había sido su idea ir a la plaza a coquetear a Margarita.

¡Maldita Margarita!... ¡Tonta navidad!


Más que Feliz Navidad es, Feliz Aniversario de Publicación Adán, estas un año con nosotros y creo que no te hemos dado la merecida atención, mis disculpas a nombre de los que sientan lo mismo, y mis sinceros agradecimientos por tu colaboración; como les digo siempre este espacio es para quienes quieren disfrutar compartiendo y leyendo.... jeje

7 comentarios:

  1. Como siempre me encantó tu forma de contarnos la historia Marambra! Aunque tengo que confesar que esta vez me dieron pena todos los niños (incluído el niño-abuelo)... pero me quedé con ganas de ver como sigue la historia y esperando que puedan acomodar las cosas y pasar un día familiar con paz y armonía pese a todo.

    Adán, feliz aniversario como escritor del blog!

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  2. Linda historia marambra captaste bien la personalidad de todos los personajes y a mi también me dio pesar por los chicos. Eres genial.

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  3. Que buen capi del futuro se esta familia. Pero nos dejaste en dudas de como se van a arreglar las cosas en el presente..
    Adan felices y fiestas y feliz aniversario en el blog hermano!

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  4. Juan se las gano todas por andar de coqueto pero y sus peques no hicieron nada malo. Sentí pena por los niños, como se les ocurre ponerlos a trabajar y en navidad!!! eso es un crimen.

    Erina

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  5. Que buena historia paparelea, imaginar a juan abuelo recordando viejos tiempos, que lindo, ojala Adán o tu Marambra se animena continuarla porque esto pico mucho
    Ginebra

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  6. jajajaja que pero que mentiroso!!
    Decir que secuestraron al hermano jajajaja se pasa que tal si se la creían jajaja
    Que bueno que se lo sonaron por coqueto!!
    Y oyeeee no sabía que se celebraba la fecha de publicación!! Así que voy a buscar la mía y ver que me regalan por ello jajaja

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  7. Quedó hermosisimo! Juan de abuelo quien lo diría! Y me encantó que defienda a los nietos , a ver quien se anima a decirle que no se los llevajeje

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