lunes, 16 de abril de 2018

El amor hace a una familia, 2ª Temporada: Cap. 22; Autor Adan

El amor hace a una familia
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 16 de Abril del 2018.
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Segunda temporada
Capitulo 22
Autor: Adán
Domingo 18 de septiembre de 1977
Lucia se despertó alrededor de las 10:30 de la mañana no había dormido casi en toda la noche pensando en la situación y como iba a enfrentarla la familia.

  • Ayy ¿A qué hora me dormí? – Lucia se restregó la cara y se sientó en la cama viendo el reloj – Ayy que tarde…

Lucia se apura a vestirse y va a la sala y ve a Juan nalgueando a Peter y Adán.

  • ¿Tan temprano y ya los estás nalgueando? ¿Qué ha pasado? – Lucia frunce el ceño era muy temprano para que Juan nalgueara a Peter y Adán no eran ni las 11 de la mañana
  • Pues rechazaron el desayuno que les serví – Juan respondió enojado
  • Mamá es que se veía asqueroso – respondió Adán que estaba en el regazo de Juan
  • ¡Agradece que tienes comida malagradecido! – Y Juan volvió a lo suyo – Plaf… Plaf… Plaf… Plaf… Plaf… Plaf… Plaf… Plaf… Plaf… Plaf…
  • ¡BUAAAAAAAA! – chilló Adán tratando de zafarse de las piernas de Juan

Hace unos minutos…

  • Listo chicos aquí está el desayuno – Sonrió Juan yendo con sus clásicos huevos revueltos algo quemados y con leche para los niños, Peter Adán y Cat; Lucia les hacía leche para que crezcan sanos y fuertes y tengan un buen desarrollo en la adolescencia que se acercaba a pasos agigantados sobre todo para Peter que ya tenía 10 años
  • Ayy… – Peter no pudo evitar poner cara de asco por la pinta de los huevos revueltos quemados, el sabia lo mal que cocinaba Juan ya había probado su comida antes
  • ¿Qué le pusiste a la leche? – Pregunto Adán después de probar la leche que tenía un sabor raro
  • Nada es igual que siempre solo que están acostumbrados a la mano de su madre – Respondió Juan mientras se sentó a tomarse su café pero la verdad es que Juan al no pillar el azucarero, busco los frascos grandes de la despensa y sin darse cuenta confundió los tarros y vertió  la sal a la leche y ni siquiera probo el menjunje  
  • Papá me siento algo mal me duele la cabeza y la garganta… - Respondio Cat que no había probado bocado
  • Mentirosa Cat lo dices para no comer – La acuso Peter pero Cat no se sentía bien, la verdad si tenía fiebre
  • Cállate tonto yo no soy como tú – Cat lo miró enojada y Juan prefirió cerciorarse y comprobar si Cat e decía la verdad
  • Si parece que tienes fiebre… Y no tienes buen aliento… – Agrego tras sentir el aliento de Cat
  • No le creas papá, está fingiendo – Insistió Peter molestando a Cat
  • Silencio Peter ya comprobé que está mal y en todo caso no eres el más indicado para decir que alguien miente, tu igual lo haces – Le recordó papá y Peter frunció el ceño – Bueno hija pues nada debes hacer reposo – le dijo a Cat despidiéndola con una beso
  • Papá a mí también me duele el estómago – Peter realmente creía que Cat mentía así que decidió probar suerte
  • Si claro y te veías tan bien hace un minuto – Respondió su padre empujando a su hijo al comedor con un suave golpe en la cabeza por detrás – ¿Se te paso el dolor? – le pregunto y Peter se sentó en su sitio mientras su hermano no podía disimular una risa
  • ¿Y tú de qué ríes? – Pregunto mirando feo a Adán
  • De nada… – Dijo Adán levantando los hombros, pero sin dejar de reír
  • De todas formas no quiero comer se ve mal la comida – Esta vez Peter decidió ser sincero con su padre, y dijo aquello mirando con asco la comida lo que le enojo a  Juan
  • Pues si no quieres comer no comas hay muchos niños que quisieran un plato de comida así
  • Papá ¿Por qué no sabes cocinar bien? Yo tampoco quiero  –Adán apartando su plato, aprovecharía aquello, no podía ser que solo el coma esa cosa
  • Me cansaron – Juan se paró con la intención de nalguear a Peter y Adán y los jalo de las orejas
  • ¡BUAAAAAAAA! – Peter y Adán empezaron a gritar
  • Papá no es justo Cat tampoco comió – Peter iba quejándose
  • ¡Cat está resfriada entiéndelo! – Respondió Juan enojado

Fue cuando Lucia llego a la sala sin todavía saber que sucedió y menos probar el desayuno de su marido.

  • ¿Qué le pasa a Cat? – Preguntó Lucia dejando de dar prioridad al castigo de Peter y Adán y preocupándose por Cat que era la bebé de la casa bueno casi…
  • Tiene fiebre amor… se sentía mal

Y Lucia sin más explicaciones, se fue al dormitorio de la niña a ver que le sucedia,  dejando que Juan nalguee a Peter.

  • Hija ¿Qué paso? – Quiso saber Lucia sentándose en la cama de Cat 
  • Me duele la cabeza y la garganta – Se quejo la pequeña
  • Bueno pues si. tienes la temperatura alta – Murmuro su madre tocándole la frente a Cat – Bueno pues a hacer reposo después te tomare la temperatura – Lo que faltaba pensó Lucia, la verdad no tenía cabeza para pensar en otra cosa que no fuera Diablita embarazada ni siquiera sabía cómo decírselo a Juan ni como se lo tomaría, esto recién empezaba
  • Mamá haz que mi papá ya no les pegue más a mis hermanos  – Pidió como siempre Cat con algo de tristeza, sacnado a su madre de sus preocupaciones, y Lucia recordó que a su hija no le gustaba que Juan les pegara a sus hermanos aun cuando tenía razones para hacerlo
  • Ayy hija pues tus hermanos se portan mal y se ganan el castigo
  • Lo sé, pero papá cocina feo

Dijo la pequeña, girándose para dormir mientras Lucia dándole la razón  mentalmente fue a donde estaba su marido para parar con aquella masacre.

  • Ya Juan es suficiente
  • Si sigues consintiéndolos así seguirán de rebeldes es mejor darles un correctivo – Le contesto Juan enojado pero dejando de nalguear a sus hijos yendo a la cocina por un vaso de refresco mientras que los chicos se quedaron sentados en el sillón viendo a Lucia
  • Y a ustedes debería darles vergüenza rechazar una comida hay miles de niños que quisieran comer y ustedes que lo tienen no lo valoran, no deben esperar que sea yo quien les haga todo ustedes en el futuro formaran una familia y dudo mucho que sus esposas tengan la paciencia que he tenido yo con la actitud de su padre ahora se van castigados a su cuarto – Dijo Lucia enojada

Y a Peter y Adán no les quedo otra que subir a su cuarto tristes y con hambre, ni siquiera pudieron decirle a mamá que la leche estaba salada.

  • Amor si sigues consintiendo así a los niños no respetaran, yo solo quiero lo mejor para ellos por eso los nalgueo – Se justifico Juan
  • Lo sé, pero tampoco puedes nalguearlos por todo lo que te apetezca – Respondió Lucia sirviéndole a Juan la leche que el mismo preparo
  • No los nalgueo por todo, no soy como mi padre que me pegaba con cualquier cosa que encontraba correazos, zapatazos, cables –  Respondió Juan recordando
  • Lo sé a ti y a tus hermanos – Dijo Lucia alcanzándole el vaso de leche – Toma, se echara a  perder, ya le pusiste azúcar
  • No era necesario que nombraras a mis hermanos – Aquel tema enojaba a Juan – Yo ya no tengo hermanos – Agrego cogiendo el vaso
  • Juan ya han pasado varios años debes olvidar eso ¿Pretendes tener 70-80 años y seguir peleado con todos? – Pegunto Lucia llevándose también la leche a la boca
  • No es algo que me quite el sueño Lucia y en todo caso ellos se deberían disculpar – según Juan sus hermanos le dieron la espalda cuando Peter llego a sus vidas, pelearon mucho hasta que decidieron distanciarse Juan ni siquiera se presentó al funeral de sus padres que tampoco hablaba con ellos ni al funeral de un hermano suyo que murió hace poco por la dictadura
  • Está bien. Como siempre tú debes tener la última palabra… Bueno… ¿Dónde está Diablita? – pregunta Lucia cambiando el tema y por fin dándole un gran sorbo a la leche lo mismo que Juan
  • QUE ASCO – gritaron ambos
  • ¿Qué  le pusiste a la leche?, ¡esta salada! – reclamo Juan
  • Yo no le puse nada, es la leche que le diste a los niños – Y la miro enojada, acababa de retar a los chicos y mandarlos sin desayuno a sus cuartos cuando los inocentes tenían razón, papá cocinaba fatal – Creo que les debes una disculpa a Peter y a Adán – lo sentencio. Juan iba a decir algo pero ella se adelanto – Recuerda es de valientes reconocer un error

Y se dio la vuelta a preparar un suculento desayuno para dos inocentes pollitos.





4 comentarios:

  1. Adán aun cuando haya gente que piense que tu relato esta fuera de tono en el blog, no hagas casos a dichas palabras, yo si te leo y te leo con atencion y no solo yo, hay un buen grupo de lectores que aun cuando no pone un comentario se que te sigue porque veo la corriente de apertura de su relato y es una constante bastante estimada.
    Además creo que como escritor aficionado como lo somos muchos lo haces bien, y eso es lo que cuenta, y tampoco es una historia lenta, los tiempos en un relato no estan sujetos a la vida real asi que tu tranquilo.
    Y ya estamos en el punto critico, gracias por tu constancia
    y FELICIDADES, como autor, CUMPLES UN AÑO con nosotros, gracias por tu aporte, tu granito de arena hace que nuestro blog cresca y aqui nadie es mas o menos autor que otro.
    Todos tienen su merito

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  2. Je je... Ya quiero verle la cara a Juan pidiendo disculpas a los mas chicos, y creo que no estaría mal que pase un curso rápido de cocina express asi tiene contento a los muchachos y de paso ayuda a Lucia.
    Felicidades, estas un año en el blog.

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  3. jajjajaj si que me ha hecho reír este capítulo, pobres chicos..

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  4. El tema del embarazo nos tienw mal a todos. Pero este capi estuvo mas relajado. Jaja ojala que Juan se haya tragado un buen poco de leche x burro. Igual fue divertido jaja

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