lunes, 29 de octubre de 2018

MI familia, mi vida: Cap. 12; Autor Mark

Mi familia, mi vida
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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 29 de Octubre del 2018.
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Capítulo 12
Autor: Mark

Para alivio de Derek, eran su cuñada Martha y su sobrino David de 15 años quiénes habían llegado. Entre saludos, besos y abrazos por parte de los abuelos, se quedó en segundo plano, tratando de ordenar sus ideas. Sus chicos habían querido que su amiguito se convirtiera en su hermano pero en vez de eso sería su tío y él a sus 35 años, por primera vez se convertiría en hermano mayor.
No habían terminado los saludos cuando su familia llegó, Danielle y los 3 chicos entraron en la casa, los dos más pequeños tan felices como siempre de compartir con los abuelos consentidores, pero Hardy tenía cara de fastidio, era evidente que no quería estar allí. Danielle y Martha se saludaron con efusividad, hacía mucho tiempo que no coincidían, debido a lo complicado de sus trabajos, pero vio la cara de su esposo, supo que las cosas no estaban bien y se acercó para preguntar disimuladamente mientras lo saludaba.

  • ¿Cariño, estás bien? ¿Qué te pasa? – Tocó su rostro en un gesto maternal, pero antes de que Derek respondiera, la voz de Jimmy dejó en silencio el salón
  • ¡Ronnie! – Danielle abrió sus ojos y miró al recién llegado, Axl y Jimmy corrieron a abrazar a su amigo, los 3 niños se veían felices de verse nuevamente, Derek vio la camaradería que había entre ellos y se sintió aun peor por las palabras que le había dicho a Axl el día anterior

Casi enseguida Melinda hizo las presentaciones.

  • Les presento al nuevo integrante de la familia Hayes Anderson – Dijo muy orgullosa, con las manos en los hombros del pequeño a manera de protección. Danielle regresó su mirada a Derek y este le hizo una señal de confirmación acompañada con una mueca
  • Ya sabes lo que pasa
  • ¿Tus padres de volvieron locos?
  • No hagas ese comentario, créeme, es mejor así – Jimmy frunció el ceño al escuchar a su abuela, en cambio Axl estaba feliz porque ya su amigo estaba fuera de la casa de acogida y podría verlo las veces que quisiera

Richard y Melinda explicaron su proceder a las mujeres y a los chicos del mismo modo como lo habían hecho con sus hijos y aunque ninguno dijo nada y todos parecían conformes con la noticia, se notaba la tensión en el ambiente y la desaprobación en los rostros de sus nueras algo que a Melinda, particularmente, la tenía sin cuidado.

  • ¿Ronnie, cielo, por qué no les muestras a los chicos tu nueva habitación y juegan arriba? – Melinda buscaba la forma de que los más pequeños no se vieran involucrados en la futura conversación, que sacaría a relucir la hazaña de Hardy y Axl para rescatar a quien ahora era su hijo
  • Richard no me deja usar la consola
  • Solo por esta noche – Intervino el aludido – Ya mañana continuarás tu castigo – El pequeño sonrió y subió corriendo las escaleras instando a los demás a hacer lo mismo, y desaparecieron en el segundo piso.

La conversación que siguió no le agradó para nada a Hardy, Melinda explicó que la decisión de adoptar al pequeño la tomaron como pareja la misma noche que Ronnie fue separado de su madre, aun sin saber lo que pasaría, ellos pensaban en el bien del pequeño, y era alejarlo de esa mujer. Fue un alivio para Melinda saber que no era su verdadera madre, de esa forma la adopción podría acelerarse. Por supuesto, cuando lo llevaron a casa, el niño no dejaba de preguntar por su madre y cuando regresaría por él, a lo que ellos siempre respondieron con evasivas. Derek tampoco estaba conforme con el tema, lo último que quería era hablar de lo que sus chicos habían hecho para rescatar a su amigo, además creía que sus días pendiente del pequeño sinvergüenza que había roto la ventana del vecino habían terminado en el mismo momento que lo habían llevado a la casa de acogida y ahora se daba cuenta que recién comenzaban.
Hardy escuchaba a los adultos hablar, el que menos participaba era su padre, tenía tan mala cara como él, no supo si por fastidio, por aburrimiento o porque estaba molesto de volver a revivir el día anterior con la conversación que sus padres se negaban a abandonar. Él sí estaba aburrido, miraba a su primo, David, y este estaba tan absorto en el celular que no prestaba atención a lo que decían los demás, pero él ni siquiera tenía su celular, era una de las cosas que había confiscado Derek después de la paliza que le dio, estaba confinado al aburrimiento total toda una semana. Decidió ponerle fin a su aburrimiento y pasear por la casa, no le gustaba visitar a los abuelos pero tenía que admitir que su casa sí le gustaba, por grande, bonita y lujosa. Se levantó del sillón, pero Danielle cortó sus intenciones.

  • ¿Adónde vas?
  • Afuera
  • Siéntate
  • Pero no quiero estar aquí – Respondió con fastidio
  • Dije ¡Siéntate! – Nadie en el salón parecía darse cuenta de la pequeña discusión entre madre e hijo, sin embargo, David sí la notó y sonrió maliciosamente sin dejar de mirar su celular, por todo lo que se había hablado, lo que supuestamente no había oído por estar pegado al celular, Hardy había sido castigado y continuaba castigado, el adolescente sabía cómo su tío castigaba a sus primos, algo que no pasaba en casa, su padre jamás le había dado una paliza y su madre solo gritaba y quitaba privilegios, por lo que el chico era un verdadero caos
  • Mamá, por favor, estoy aburrido, solo quiero dar una vuelta – Hardy estaba prácticamente suplicando, se sentía humillado, a pesar de que no dejaba de mirar el teléfono, sabía que David estaba al pendiente de las palabras y actitud de Danielle
  • ¿Derek? – Danielle buscó apoyo en su esposo y este pareció como si despertara de un sueño, se quedó mirándola sin saber qué hacer, ella le hizo una señal con la mirada hacia Hardy, para que entendiera, no quería que nadie más supiera del pequeño conflicto entre ellos, Derek miró muy serio a Hardy
  • Ya oíste a tu madre – El chico se sentó bruscamente, estaba frustrado por tener que continuar allí sentado oyendo sin oír, no tenía ningún interés en las conversaciones de sus padres, tíos y abuelos

Irónicamente Derek no había escuchado a Danielle, no por estar pendiente de sus padres, sino porque seguía perdido en sus propios pensamientos, esos que no dejaban de recordarle que el niño al que hasta ayer daba gracias a Dios por no ver nunca más, ahora sería su hermano, su hermano menor.
Frank se disculpó con todos, en especial con su madre, por no poder quedarse para la cena, había pasado un buen rato hablando por teléfono y les dijo a todos que tenía una emergencia en el hospital, Martha se acercó para despedirse cariñosamente, le molestaba que en momentos especiales y reuniones familiares su esposo siempre tuviera que irse, pero entendía que era su trabajo. Sin embargo Richard, Derek y hasta el mismo David sabían o sospechaban la verdad, se vería con una mujer y seguro no solo para cenar sino también para tener sexo. David estaba molesto con su padre, no le gustaba que engañara a su madre, aunque no podía asegurarlo, lo sospechaba desde hacía mucho. De allí la rebeldía y la actitud hostil del chico casi todo el tiempo.
Minutos después escucharon gritos en el piso de arriba y a uno de los niños llorar, nadie sabía lo que había pasado por lo que todos los adultos subieron las escaleras, dejando a los dos adolescentes solos. Cuando llegaron Axl sangraba por la nariz, Ronnie lo había golpeado, en medio de una discusión, Danielle estaba furiosa con el recién llegado, lo que originó una discusión con su suegra mientras limpiaba la sangre de su pequeño.

  • ¡Es un salvaje!
  • Cuidado con lo que dices –  Melinda también estaba furiosa, pero con su nuera, parecía una leona defendiendo a su cría
  • Pero golpeó a tu nieto
  • Ronnie es mi hijo –  Respondió con mucha seguridad mientras lo abrazaba – ¿Cariño, qué pasó?
  • Dijo que mi mamá no es mi mamá – Gritó Ronnie, impotente de no poder golpear de nuevo a Axl – Ella va a volver por mí, lo sé
  • ¿Aún no se lo dicen? – Preguntó Derek incrédulo de que sus padres le escondieran una información tan valiosa al pequeño. Richard intervino, sabía que había llegado el momento de hablar con Ronnie acerca de su futuro inmediato, le pidió con la mirada a su hijo que los dejara a solas, lo que Derek entendió bien y sacó a todos de la habitación.

Hardy aprovechó la distracción del piso superior para caminar a su antojo por el jardín de la casa, poco después llegó a su lado David, estuvo molestándolo un poco con lo ocurrido el día anterior, pero no precisamente el frustrado rescate a Ronnie, sino con la paliza que recibió. Hardy arremetió contra su primo, tomándolo por la camisa.

  • Ya cálmate, no quiero buscar problemas, solo tenía curiosidad –  Respondió a la agresividad del chico restándole importancia al asunto, casi enseguida sacó un paquete de cigarrillos del bolsillo, tomó uno y lo encendió ante la mirada incrédula de Hardy
  • ¿Qué haces? ¿Estás loco? ¡Pueden verte!
  • ¿Y quién va a verme? Todos están arriba… Ya cálmate, en serio – Le dio una calada al cigarrillo, Hardy supo que no era la primera que lo hacía – Toma, tienes que relajarte – Ofreciéndole el cigarrillo. Hardy se negó a tomarlo
  • No, gracias
  • ¡Vamos! Te va a relajar, de verdad – Le dio otra calada – ¿Acaso eres un marica? – Soltó el humo justo en la cara de su primo, que lo hizo toser, mientras David se reía. Hardy se sintió un poco picado por su primo, estaba molestándolo el hecho de que se burlara de él, miró el cigarrillo que aún le ofrecía David y casi se lo arrebató de las manos. David sonrió, había logrado lo que quería

Aun con el cigarrillo en la mano Hardy no se atrevía a llevárselo a la boca, no quería fumar, pero tampoco quería que David lo molestara, y sabía que eso pasaría si se retractaba. Se llevó el cigarrillo a la boca justo en el momento que apareció Richard para buscarlos.

  • ¿Pero qué están haciendo? – El grito del abuelo hizo que los dos chicos abrieran los ojos y Hardy por instinto tiró el cigarrillo pero era tarde, Richard lo había visto. Llegó hasta donde estaban y recogió el cigarrillo que había quedado a los pies de Hardy – ¿Harden Hayes, quieres explicarme esto? – Continuaba gritando, estaba furioso y quería darle de nalgadas allí mismo, pero se contuvo por la presencia de David
  • No es mío – Hardy negó muy seguro
  • Estaba en tu boca y hueles a cigarrillo – El chico miró a su primo, estaba tan furioso como su abuelo, esperaba que David dijera algo, él no lo haría, no era un soplón, y creía que David no lo dejaría caer. Richard también miró a David, interrogándolo con la mirada, pero este no dijo nada, ni siquiera se atrevió a mirar a su abuelo, no le quitaba la vista de encima a Hardy, casi suplicando que no dijera nada – Ya vas a ver – Richard agarró por la oreja izquierda a Hardy y lo llevó adentro de la casa casi arrastras mientras este se quejaba e intentaba que lo soltara, pero su abuelo tenía mucha experiencia en esos menesteres – Tus padres se enterarán ahora mismo de lo que estabas haciendo
  • No hice nada – Repetía una y otra vez, intentando librarse del agarre de su abuelo

Al entrar al comedor donde todos esperaban, Derek fue el primero que se levantó al ver como su padre traía a su hijo.

  • ¿Qué ocurre? –  Preguntó con curiosidad y cierto enfado
  • Lo encontré fumando – Respondió Richard al tiempo que soltaba la oreja del chico, para su alivio
  • No es cierto –  Se defendió mientras se sobaba –  Yo no hice nada
  • Huele a cigarro – Derek se acercó para oler y efectivamente, el olor había quedado impregnado en Hardy, cerró los ojos por unos segundo, conteniendo su furia y al abrirlos, gritó
  • Nos vamos – Los más pequeños comenzaron a protestar, sin embargo Derek fue firme, Melinda también trató de mediar entre su hijo y su nieto, pero fue en vano, Danielle encaminó a los chicos a la salida, estaba tan furiosa como Derek – En la casa hablamos – Derek estaba apretando los dientes para no gritar todo lo que quería ¿De verdad su hijo mayor no aprendía a comportarse?, le había dado una paliza el día anterior y allí estaba de nuevo, metiéndose en problemas y en graves problemas
  • Yo no hice nada, papá, de verdad, tienes que creerme – Hardy no quería llorar delante de todos pero sus ojos estaban a punto de traicionarlo.

Derek al notarlo, quiso evitarle la humillación y lo sacó del brazo, disculpándose con todos antes de salir.





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